miércoles, 24 de septiembre de 2014

La Iglesia es católica y apostólica



La Iglesia es católica y apostólica

Significado de estas dos notas características de la Iglesia y el valor tienen para la comunidad cristiana.

Autor: SS Francisco | Fuente: Catholic.net


Cuando profesamos nuestra fe, nosotros afirmamos que la Iglesia es católica y apostólica.

Pero, ¿cuál es efectivamente el significado de estas dos notas características de la Iglesia? ¿Y qué valor tienen para la comunidad cristiana y para cada uno de nosotros?


Católica

Católica significa universal.

Una definición completa y clara nos la ha ofrecido uno de los Padres de la Iglesia, san Cirilo de Jerusalén, cuando afirma: La Iglesia sin duda es llamada católica, es decir universal, por el hecho de que es difundida por todos lados, desde una parte hasta la otra de los confines de la tierra; y porque universalmente y sin deserción enseña todas las verdades que deben llegar al conocimiento de los hombres, ya sea sobre las cosas celestes, que de las terrestres.

Signo evidente de la catolicidad de la Iglesia es que habla todas las lenguas. Y esto no es otra cosa que el efecto de Pentecostés: es el Espíritu Santo, de hecho, que ha preparado a los Apóstoles y toda la Iglesia para hacer resonar a todos, hasta los confines de la tierra, la Buena Noticia de la salvación y del amor de Dios. La Iglesia así ha nacido católica, "sinfónica" desde los orígenes, y no puede no ser católica, proyectada a la evangelización y al encuentro con todos.

La Palabra de Dios hoy se lee en todas las lenguas, todos tienen el Evangelio en la propia lengua, para leerlo y vuelvo a lo mismo. Siempre es bueno tener con nosotros un Evangelio pequeño para llevarlo en el bolsillo, y durante el día leer un pasaje. Esto nos hace bien, el Evangelio está difundido en todos los idiomas porque la Iglesia, el anuncio de Cristo Redentor, es en todo el mundo. Y por eso se dice que la Iglesia es católica, porque es universal.


Apostólica

Si la Iglesia ha nacido católica, quiere decir que ha nacido "en salida", misionera. Si los Apóstoles se hubieran quedado allí, en el Cenáculo, sin salir a anunciar el Evangelio, la Iglesia sería solamente la Iglesia de ese pueblo, de esa ciudad, de ese Cenáculo. Todos han salido por el mundo, desde el momento del nacimiento de la Iglesia, desde el momento que ha venido el Espíritu Santo. Y por eso la Iglesia ha nacido en salida, es decir, misionera.

Es eso lo que expresamos calificándola de apostólica. Porque el Apóstol es el que lleva la Buena Noticia de la Resurrección de Jesús. Este término nos recuerda que la Iglesia tiene su fundamento en los Apóstoles y en continuidad con ellos. Son los Apóstoles que han ido y han fundado nuevas Iglesias, han hecho nuevos obispos y así en todo el mundo en continuidad.

Hoy, todos nosotros estamos en continuidad con ese grupo Apóstoles que ha recibido el Espíritu Santo y luego han ido en salida a predicar. La Iglesia es enviada a llevar a todos los hombres el anuncio del Evangelio, acompañándolo con los signos de la ternura y del poder de Dios. También esto deriva del evento de Pentecostés: es el Espíritu Santo, de hecho, quien supera cualquier resistencia, vence la tentación de cerrarse en sí mismos, entre pocos elegidos, y considerarse los únicos destinatarios de la bendición de Dios. Imaginemos que un grupo de cristianos hace esto, nosotros somos los elegidos, sólo nosotros, al final mueren, mueren primero en el alma después morirán en el cuerpo. Porque no tienen vida, no son capaces de generar vida, otras personas, otros pueblos, no son Apóstoles.

Y es el Espíritu quien nos conduce al encuentro con los hermanos, también hacia los más distantes en cualquier sentido, para que puedan compartir con nosotros el amor, la paz, la alegría que el Señor Resucitado nos ha dejado como regalo.


¿Qué implica, para nuestras comunidades y para cada uno de nosotros, formar parte de una Iglesia que es católica y apostólica?

En primer lugar, significa tener en el corazón la salvación de toda la humanidad, no sentirse indiferentes o extraños frente a la suerte de tantos de nuestros hermanos, sino abiertos y solidarios hacia ellos.

Significa además tener el sentido de la plenitud, de lo completo, de la armonía de la vida cristiana, rechazando siempre las posiciones parciales, unilaterales, que nos cierran en nosotros mismos.

Formar parte de la Iglesia apostólica quiere decir ser consciente de que nuestra fe está anclada en el anuncio y el testimonio de los mismos Apóstoles de Jesús. Está anclada, es una larga cadena que viene desde allí. Y por eso sentirse siempre enviado, mandado, en comunión con los sucesores de los Apóstoles, para anunciar, con el corazón lleno de alegría, a Cristo y su amor a toda la humanidad.


Pidamos entonces al Señor renovar en nosotros el don de su Espíritu, para que toda comunidad cristiana y todo bautizado sea expresión de la santa madre Iglesia católica y apostólica.



Audiencia general del Papa Francisco. Miércoles 17 de septiembre 2014.

domingo, 21 de septiembre de 2014

XXVI DOMINGO ORDINARIO Ciclo A



XXVI DOMINGO ORDINARIO Ciclo A

Domingo 28 de septiembre 2014

CUANDO EL MALVADO SE CONVIERTE

Ez 18, 25-28; Flp 2, 1-11; Mt 21, 26-32

El profeta Ezequiel representa un cambio sustancial en la comprensión de la justicia divina, puesto que afirma el principio de la responsabilidad personal. Cada persona se hace responsable de sus propias decisiones. En adelante, el proceder del Señor enfatizará la compasión y la misericordia sobre el castigo. El Dios de la vida se alegra cuando sus hijos reorientan sus opciones y reajustan sus relaciones con Él y con sus hermanos. De esa manera cosecharán vida en abundancia. La parábola de los dos hijos que nos refiere el Evangelio de san Mateo ilustra ese planteamiento. Para Dios no hay prisas ni plazos terminantes. Alarga las oportunidades, regala su perdón y acoge con alegría al hijo desobediente que depone su rebeldía. En el terreno de los hechos, eso fue lo que hizo el Señor Jesús al acoger a los descreídos y a las prostitutas. Esa compasión abierta despertó los recelos y el rechazo de la "gente decente" que cuestionó su proceder.

ANTÍFONA DE ENTRADA (Dn 3, 31.29. 30. 43. 42)

Todo lo que hiciste con nosotros, Señor, es verdaderamente justo, porque hemos pecado contra ti y hemos desobedecido tus mandatos; pero haz honor a tu nombre y trátanos conforme a tu inmensa misericordia.

ORACIÓN COLECTA

Señor Dios, que manifiestas tu poder de una manera admirable sobre todo cuando perdonas y ejerces tu misericordia, multiplica tu gracia sobre nosotros, para que, apresurándonos hacia lo que nos prometes, nos hagas partícipes de los bienes celestiales. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

LITURGIA DE LA PALABRA

Primera lectura

Monición.- El profeta Ezequiel nos revela el profundo respeto que Dios guarda a la libertad del hombre. No obstante, subraya que dicha libertad tiene sus implicaciones: quien es justo alcanza larga vida y prosperidad, y quien hace la maldad se condena.

Del libro del profeta Ezequiel: 18, 25-28

Esto dice el Señor: "Si ustedes dicen: 'No es justo el proceder del Señor', escucha, casa de Israel: ¿Conque es injusto mi proceder? ¿No es más bien el proceder de ustedes el injusto?
Cuando el justo se aparta de su justicia, comete la maldad y muere; muere por la maldad que cometió. Cuando el pecador se arrepiente del mal que hizo y practica la rectitud y la justicia, él mismo salva su vida. Si recapacita y se aparta de los delitos cometidos, ciertamente vivirá y no morirá". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

Salmo responsorial

Del salmo 24

R/. Descúbrenos, Señor, tus caminos.
Descúbrenos, Señor, tus caminos, guíanos con la verdad de tu doctrina. Tú eres nuestro Dios y salvador y tenemos en ti nuestra esperanza. R/.
Acuérdate, Señor, que son eternos tu amor y tu ternura. Según ese amor y esa ternura, acuérdate de nosotros. R/.
Porque el Señor es recto y bondadoso indica a los pecadores el sendero, guía por la senda recta a los humildes y descubre a los pobres sus caminos. R/.

Segunda lectura.

Monición.- La envidia, la presunción y el egoísmo causaban estragos en la comunidad de Filipos. Por ello Pablo les invita a superar los propios intereses y a vivir en la concordia y el amor.

De la carta del apóstol san Pablo a los filipenses: 2, 1-11

Hermanos: Si alguna fuerza tiene una advertencia en nombre de Cristo, si de algo sirve una exhortación nacida del amor, si nos une el mismo Espíritu y si ustedes me profesan un afecto entrañable, llénenme de alegría teniendo todos una misma manera de pensar, un mismo amor, unas mismas aspiraciones y una sola alma. Nada hagan por espíritu de rivalidad ni presunción; antes bien, por humildad, cada uno considere a los demás como superiores a sí mismo y no busque su propio interés, sino el del prójimo.
Tengan los mismos sentimientos que tuvo Cristo Jesús.
Cristo, siendo Dios, no consideró que debía aferrarse a las prerrogativas de su condición divina, sino que, por el contrario, se anonadó a sí mismo, tomando la condición de siervo, y se hizo semejante a los hombres. Así, hecho uno de ellos, se humilló a sí mismo y por obediencia aceptó incluso la muerte, y una muerte de cruz.
Por eso Dios lo exaltó sobre todas las cosas y le otorgó el nombre que está sobre todo nombre, para que, al nombre de Jesús, todos doblen la rodilla en el cielo, en la tierra y en los abismos, y todos reconozcan públicamente que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO
(Jn 10, 27) R/. Aleluya, aleluya.
Mis ovejas escuchan mi voz, dice el Señor; yo las conozco y ellas me siguen. R/.

Evangelio

Monición.- Por medio de una historia sencilla, Jesús nos enseña lo siguiente: las buenas intenciones no son suficientes, se requiere la práctica del amor y la justicia para alcanzar la salvación.

Del santo Evangelio según san Mateo: 21, 28-32

En aquel tiempo, Jesús dijo a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: "¿Qué opinan de esto? Un hombre que tenía dos hijos fue a ver al primero y le ordenó: 'Hijo, ve a trabajar hoy en la viña'. Él le contestó: 'Ya voy, señor', pero no fue. El padre se dirigió al segundo y le dijo lo mismo. Éste le respondió: 'No quiero ir', pero se arrepintió y fue. ¿Cuál de los dos hizo la voluntad del padre?". Ellos le respondieron: "El segundo".
Entonces Jesús les dijo: "Yo les aseguro que los publicanos y las prostitutas se les han adelantado en el camino del Reino de Dios. Porque vino a ustedes Juan, predicó el camino de la justicia y no le creyeron; en cambio, los publicanos y las prostitutas sí le creyeron; ustedes, ni siquiera después de haber visto, se han arrepentido ni han creído en él". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Se dice Credo.

PLEGARIA UNIVERSAL

Ahora, después de haber proclamado nuestra fe, presentemos nuestra oración confiada al Padre de todos. Después de cada petición diremos: Escúchanos, Padre.

Por la Iglesia, por aquellos que quieren seguir a Jesucristo con fidelidad. Oremos.
Por el Papa, por nuestro obispo y por todos los obispos del mundo. Oremos.
Por las autoridades civiles y sus colaboradores, que tienen como misión hacer que funcione la vida colectiva. Oremos.
Por los hombres y mujeres del mundo entero, principalmente por aquellos que sufren las consecuencias de una riqueza mal repartida. Oremos.
Por quienes, movidos por el amor, trabajan por el bien de sus hermanos: los ancianos, los enfermos y los que se encuentran solos. Oremos.
Por la paz y la justicia en nuestra patria, que exigen el esfuerzo de todos para alcanzarlas y conservarlas. Oremos.
Por los que estamos reunidos en esta Eucaristía, compartiendo la alegría de la fe. Oremos.

Escucha, Padre, nuestra oración. Haznos cada vez más fieles a tu amor, siguiendo el camino de tu Hijo Jesucristo. Que vive y reina por los siglos de los siglos.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Concédenos, Dios misericordioso, que nuestra ofrenda te sea aceptable y que por ella quede abierta para nosotros la fuente de toda bendición. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio para los domingos del Tiempo Ordinario.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Cfr. Sal 118, 49-50)

Recuerda, Señor, la promesa que le hiciste a tu siervo, ella me infunde esperanza y consuelo en mi dolor.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Que este misterio celestial renueve, Señor, nuestro cuerpo y nuestro espíritu, para que seamos coherederos en la gloria de aquel cuya muerte, al anunciarla, hemos compartido. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.


UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Las personas somos impacientes con los demás, administramos con tacañería las oportunidades y vamos negándoles el perdón y la comprensión. La longanimidad y la nobleza de corazón no son nuestra principal fortaleza. Las personas que nos tratan con enorme compasión y tolerancia nos aman de manera incondicional. Esas relaciones nos estimulan a ser mejores personas. Dios nos trata siempre de esa manera. Si revisamos nuestra historia personal podemos advertir que en distintos momentos de nuestra vida nos hemos equivocado radicalmente y Dios nos ha dado otra oportunidad. La conciencia de haber sido perdonados nos da confianza para recomenzar de nuevo. Nuestra fragilidad está sustentada por el amor compasivo de Dios, que como Padre y creador nos cuida y protege, con un amor mucho mayor que el de una madre por sus creaturas. Desde esa certidumbre podemos vivir confiadamente nuestra vida.


martes, 16 de septiembre de 2014

XXV DOMINGO ORDINARIO CICLO A



XXV DOMINGO ORDINARIO CICLO A

Domingo 21 de septiembre 2014

ANTÍFONA DE ENTRADA

Yo soy la salvación de mi pueblo, dice el Señor. Los escucharé cuando me llamen en cualquier tribulación, y siempre seré su Dios.

ORACIÓN COLECTA

Señor Dios, que has hecho del amor a ti y a los hermanos la plenitud de todo lo mandado en tu santa ley, concédenos que, cumpliendo tus mandamientos, merezcamos llegar a la vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

LITURGIA DE LA PALABRA

Primera lectura

Monición.- ¿En qué se diferencian los planes divinos de los humanos? El profeta Isaías nos revela la dualidad de pensamiento entre Dios y el hombre. Y nos invita a no reprochar la manera de actuar de Dios, porque nos ama y nos ayuda en nuestras debilidades.

Del libro del profeta Isaías: 55, 6-9

Busquen al Señor mientras lo pueden encontrar, invóquenlo mientras está cerca; que el malvado abandone su camino, y el criminal sus planes; que regrese al Señor, y Él tendrá piedad; a nuestro Dios, que es rico en perdón.
Mis pensamientos no son los pensamientos de ustedes, sus caminos no son mis caminos, dice el Señor. Porque así como aventajan los cielos a la tierra, así aventajan mis caminos a los de ustedes y mis pensamientos a sus pensamientos". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

Salmo responsorial

Del salmo 144
R/. Bendeciré al Señor eternamente.
Un día tras otro bendeciré tu nombre y no cesará mi boca de alabarte. Muy digno de alabanza es el Señor, por ser su grandeza incalculable. R/.
El Señor es compasivo y misericordioso, lento para enojarse y generoso para perdonar. Bueno es el Señor para con todos y su amor se extiende a todas sus creaturas. R/.
Siempre es justo el Señor en sus designios y están llenas de amor todas sus obras. No está lejos de aquellos que lo buscan; muy cerca está el Señor, de quien lo invoca. R/.

Primera lectura

Monición.- San Pablo es un apóstol intachable, es un excelente discípulo de Cristo: no le teme a la muerte, sino que la considera una ganancia, porque en todo momento ha buscado la gloria de Dios.

De la carta del apóstol san Pablo a los filipenses: 1, 20-24. 27

Hermanos: Ya sea por mi vida, ya sea por mi muerte, Cristo será glorificado en mí. Porque para mí, la vida es Cristo, y la muerte, una ganancia. Pero si el continuar viviendo en este mundo me permite trabajar todavía con fruto, no sabría yo qué elegir.
Me hacen fuerza ambas cosas: por una parte, el deseo de morir y estar con Cristo, lo cual, ciertamente, es con mucho lo mejor; y por la otra, el de permanecer en vida, porque esto es necesario para el bien de ustedes. Por lo que a ustedes toca, lleven una vida digna del Evangelio de Cristo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO

(Cfr. Hch 16, 14) R/. Aleluya, aleluya.
Abre, Señor, nuestros corazones, para que aceptemos las palabras de tu Hijo. R/.

Evangelio

Monición.- El evangelio de este día nos presenta la parábola delos trabajadores contratados a diferentes horas del día. Es un texto que nos ayuda a comprender la lógica dela bondad generosa y gratuita de Dios.

Del santo Evangelio según san Mateo: 20, 1-16

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos esta parábola: "El Reino de los cielos es semejante a un propietario que, al amanecer, salió a contratar trabajadores para su viña. Después de quedar con ellos en pagarles un denario por día, los mandó a su viña. Salió otra vez a media mañana, vio a unos que estaban ociosos en la plaza y les dijo: 'Vayan también ustedes a mi viña y les pagaré lo que sea justo'. Salió de nuevo a medio día y a media tarde e hizo lo mismo. Por último, salió también al caer la tarde y encontró todavía a otros que estaban en la plaza y les dijo: `¿Por qué han estado aquí todo el día sin trabajar?'. Ellos le respondieron: 'Porque nadie nos ha contratado'. Él les dijo: 'Vayan también ustedes a mi viña'.
Al atardecer, el dueño de la viña le dijo a su administrador: 'Llama a los trabajadores y págales su jornal, comenzando por los últimos hasta que llegues a los primeros'. Se acercaron, pues, los que habían llegado al caer la tarde y recibieron un denario cada uno.
Cuando les llegó su turno a los primeros, creyeron que recibirían más; pero también ellos recibieron un denario cada uno. Al recibirlo, comenzaron a reclamarle al propietario, diciéndole: 'Esos que llegaron al último sólo trabajaron una hora, y sin embargo, les pagas lo mismo que a nosotros, que soportamos el peso del día y del calor'.
Pero él respondió a uno de ellos: 'Amigo, yo no te hago ninguna injusticia. ¿Acaso no quedamos en que te pagaría un denario? Toma, pues, lo tuyo y vete. Yo quiero darle al que llegó al último lo mismo que a ti. ¿Qué no puedo hacer con lo mío lo que yo quiero? ¿O vas a tenerme rencor porque yo soy bueno?'
De igual manera, los últimos serán los primeros, y los primeros, los últimos".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Se dice Credo.

PLEGARIA UNIVERSAL
Oremos a Dios nuestro Padre para que su amor, su paz, su luz, transformen nuestras vidas y las de todos nuestros hermanos. Después de cada petición diremos: Escúchanos, Padre.

Por todos los cristianos. Que seamos siempre buenos trabajadores de la viña del Señor. Oremos.
Por nuestro obispo y por los obispos de nuestro país. Que en toda ocasión den testimonio de la Buena Noticia de Jesús, y ayuden a que crezca en todos el espíritu de concordia y de fraternidad. Oremos.
Por los que colaboran en grupos y asociaciones al servicio de la justicia, la paz y la igualdad. Que Dios los bendiga y encuentren el apoyo que necesitan en su labor. Oremos.
Por los campesinos. Que vean su esfuerzo más reconocido y valorado, y puedan vivir dignamente de su trabajo. Oremos.
Por nosotros, que nos hemos reunido en esta Eucaristía. Que abramos nuestros corazones para recibir el amor y la gracia del Señor y lo sepamos compartir. Oremos.

Escucha, Señor, la oración de tu pueblo, y muéstranos tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Acepta benignamente, Señor, los dones de tu pueblo, para que recibamos, por este sacramento celestial, aquello mismo que el fervor de nuestra fe nos mueve a proclamar. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio para los domingos del Tiempo Ordinario.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Sal 118, 4-5)

Tú promulgas tus preceptos para que se observen con exactitud. Ojalá que mi conducta se ajuste siempre al cumplimiento de tu voluntad.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

A quienes alimentas, Señor, con tus sacramentos, confórtanos con tu incesante ayuda, para que en estos misterios recibamos el fruto de la redención y la conversión de nuestra vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.


UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Los que han propuesto establecer mecanismos de justicia innovadores, que garanticen el acceso de oportunidades para los más vulnerables, no recogen el suficiente apoyo de parte de los sectores privilegiados. La resistencia a redistribuir la riqueza es manifiesta en nuestra sociedad. Cada vez que se proponen medidas impositivas que limiten privilegios de un sector, se activan los mecanismos de los círculos económicos poderosos para frenarlas. Somos una sociedad insolidaria que no ha tenido la voluntad y la determinación necesarias para multiplicar las oportunidades. La frase evangélica no es un desplante retórico: "los últimos serán los primeros"; es un llamado a activar iniciativas de cambio social y mejora de las condiciones generales de vida de las personas, que han permanecido como los últimos en cuanto al acceso a las oportunidades. Cabe recordar que la justicia que no llega pronto, simplemente no es justicia.

lunes, 15 de septiembre de 2014

Oración por la Patria Mexicana


Oración por la Patria Mexicana

Santa María de Guadalupe Reina de México, ruega por tu Nación, salva nuestra Patria y aumenta nuestra Fe; y, por todos y cada uno de los mexicanos te pido:

Alcánzanos Madre de Guadalupe, la gracia de Profundizar en nuestra fe y de buscar el progreso de nuestra patria por caminos de justicia y de paz. Intercede para que el Espíritu Santo nos dé la fuerza y la humildad para obedecer la voluntad de Dios como auténticos hijos tuyos; y nos dé su amor y la capacidad de amar para reconocernos y amarnos todos como verdaderos hermanos.

María de Guadalupe: haz que los mexicanos nos amemos los unos a los otros como Cristo nos mandó, como Cristo nos amó y así construyamos un México más justo, solidario y fraterno.

María de Guadalupe: aparta de nosotros los mexicanos la injusticia, la corrupción, la violencia, el egoísmo, la envidia, el odio y la guerra. Amén.

Alfredo Martínez

domingo, 14 de septiembre de 2014

Nuestra Señora de los Dolores



Nuestra Señora de los Dolores

FIESTA: 15 DE SEPTIEMBRE

Es la más universal de todas las advocaciones de la Virgen, pues no está vinculada a una aparición, sino que recuerda los dolores que sufrió la Madre de Jesús.

Estos son: La profecía de Simeón, la huida de Egipto, el niño Jesús perdido en el Templo, el encuentro de Jesús y María camino al Calvario, la Crucifixión, el cuerpo de Jesús es bajado de la cruz, el entierro de Jesús.

Ella lo sufrió todo por nosotros para que disfrutemos de la gracia de redención, sufrió para demostrarnos su amor.

La devoción de los dolores de María es fuente de Gracias porque llega a lo profundo del corazón de Cristo.

La Iglesia nos exhorta a entregarnos sin reserva al amor de María y llevar con paciencia nuestra Cruz acompañados de la Madre Dolorosa.

La liturgia de la celebración de los Dolores de la Virgen es de origen Alemán. En 1423 el arzobispo de Colonia, Teodorico de Neurs la instituye para reparar las burlas que los herejes hacían a las imágenes de la Virgen Dolorosa y en 1727 el Papa Benedicto XIII la propago a toda la Iglesia. El hecho de que se celebre el 15 de septiembre se debió a que desde 1688 los religiosos Servitas celebraron en esa fecha la fiesta de los dolores de la Virgen, fiesta que PIO VII extendió a toda la cristiandad en 1814. Paralelamente a estas celebraciones, se desarrollaba en España el culto especial a "La Dolorosa", en torno a los "Pasos de Semana Santa". Entre las renovaciones litúrgicas promovidas por el Concilio Vaticano II, se estableció que se suspendieran las festividades duplicadas a lo largo dl año. Como, la festividad de Virgen de los Dolores, hasta entonces se celebraba el 8 días antes del viernes Santo y el 15 de septiembre se suspendió el viernes de Dolor y quedo el 15 de septiembre como única fecha de conmemoración.

Gracias de la Virgen de los Dolores

Esta devoción alimenta el espíritu de compunción, nos da gran consuelo, fortalece la confianza de Dios y nos da especial protección de la Santísima Virgen. La Madre de Dios le dijo en una oportunidad a Santa Brígida: "No importa qué tan numerosos sean los pecados de una persona. Si se vuelve a mí con un sincero propósito de enmienda, estoy preparada para recibirle con mi gracia, porque YO no tomo en cuenta el número de pecados que ha cometido, sino que me fijo con la disposición que vienen hacia mí; yo ya no siento aversión por curar sus heridas, porque yo soy llamada y soy la Madre de la Misericordia"
La Santísima Virgen concede 7 gracias a aquellos que mediten diariamente los Dolores de la Virgen, rezando un Ave María al finalizar cada uno.


Las 7 gracias:

1. Les concederé paz a las familias
2. Serán iluminados sobre los Divinos Misterios
3. Los consolaré en sus dolores y los acompañaré en sus trabajos
4. Les concederé todo lo que me pidan siempre y cuando no se oponga a la adorable voluntad de mi Divino Hijo o a la santificación de sus almas
5. Los defenderé de sus batallas espirituales con el enemigo interior y los protegeré cada instante de su vida.
6. Los ayudaré visiblemente en la hora de su muerte; verán la cara de su Madre.
7. He conseguido de mi divino Hijo que, cuantas propaguen esta devoción, serán trasladadas de esta vida terrenal a la felicidad eterna directamente, pues serán borrados todos sus pecados y mi Hijo y Yo seremos su consolación eterna y alegría


Los siete dolores y su meditación:

1. La Profecía se Simeón:
Por esta profecía se le revela a María que la misión salvadora de Jesús no será bien recibida por muchos y que su vida terminará con una dolorosa Pasión y Muerte, durante la cual, una espada de dolor le atravesará a ella el alma.

2. La huida de Egipto:
El Rey Herodes está furioso por el nacimiento de Jesús y se propone matarlo. El dolor de la Virgen María es el dolor de la Madre que ve amenazada la vida de su recién nacido, que es el hijo de Dios, El Mesías.

3. El niño Jesús Perdido en el templo:
Fue el Dolor más sensible, porque en todos los otros tuvo consigo a su querido hijo; mas este lo sufrió apartada de Él.

4. Encuentro de Jesús y María camino al Calvario:
Jesús va cargando la pesada Cruz, su rostro está bañado de sangre, sus facciones desfiguradas por la multitud de golpes y por el dolor. María va siguiendo sus pasos para ser crucificada junto a Él.

5. La crucifixión:
Su inmaculado Corazón no miraba la pena propia, miraba la Pasión y Muerte del Hijo tan Amado. Todas las penas de la crucifixión las sufrieron los dos. Se ofrecían dos holocaustos: el cuerpo de Jesús y el corazón de María

6. El cuerpo de Jesús es bajado de la cruz:
Al tenerlo en sus brazos, María ve de cerca la gravedad y profundidad de todas las llagas y heridas de su hijo, reavivando el dolor.

7. El entierro de Jesús:
A pesar que sabe que su Hijo va a resucitar, siente un grandísimo dolor al separarse físicamente de Él. Nuestro Señor Jesucristo dijo a María Valtorta: "pensad en mi Madre que, desde el momento que me concibió, ha sufrido pensando que era condenado, esta Madre que, cuando me ha dado el primer beso en mi cuerpo de recién nacido, ha presentido las futuras llagas de su Criatura, esta Madre que habría dado diez, cien, miles de veces su vida, con tal de impedir que, en mi vida adulta, llegara el momento de la Inmolación, esta Madre que sabía y que debía desear que se cumpliera ese tremendo acontecimiento, para aceptar la voluntad del Señor, para la gloria del Señor , por bondad, hacia la humanidad.


sábado, 13 de septiembre de 2014

XXIV DOMINGO ORDINARIO CICLO A



XXIV DOMINGO ORDINARIO CICLO A

Domingo 14 de septiembre 2014

ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. Si 36, 18)

Concede, Señor, la paz a los que esperan en ti, y cumple así las palabras de tus profetas; escucha las plegarias de tu siervo, y de tu pueblo Israel.

ORACIÓN COLECTA

Señor Dios, creador y soberano de todas las cosas, vuelve a nosotros tus ojos y concede que te sirvamos de todo corazón, para que experimentemos los efectos de tu misericordia. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

LITURGIA DE LA PALABRA

Primera lectura

Monición.- El libro de Ben Sirá (Eclesiástico) nos habla de la actitud que el israelita debía adoptar ante un ofensor. Se trata de una actitud sabia y propia de un hombre que cree en Dios; es la actitud del perdón y no la de la venganza justiciera.


Del libro del Sirácide (Eclesiástico): 27, 33-28, 9

Cosas abominables son el rencor y la cólera; sin embargo, el pecador se aferra a ellas. El Señor se vengará del vengativo y llevará rigurosa cuenta de sus pecados. Perdona la ofensa a tu prójimo, y así, cuando pidas perdón, se te perdonarán tus pecados. Si un hombre le guarda rencor a otro, ¿le puede acaso pedir la salud al Señor?
El que no tiene compasión de un semejante, ¿cómo pide perdón de sus pecados? Cuando el hombre que guarda rencor pide a Dios el perdón de sus pecados, ¿hallará quien interceda por él?
Piensa en tu fin y deja de odiar, piensa en la corrupción del sepulcro y guarda los mandamientos.
Ten presentes los mandamientos y no guardes rencor a tu prójimo. Recuerda la alianza del Altísimo y pasa por alto las ofensas. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

Salmo responsorial

Del salmo 102
 R/. El Señor es compasivo y misericordioso.
Bendice al Señor, alma mía; que todo mi ser bendiga su santo nombre. Bendice al Señor, alma mía y no te olvides de sus beneficios. R/.
El Señor perdona tus pecados y cura tus enfermedades; él rescata tu vida del sepulcro y te colma de amor y de ternura. R/.
El Señor no nos condena para siempre, ni nos guarda rencor perpetuo. No nos trata como merecen nuestras culpas, ni nos paga según nuestros pecados. R/.
Como desde la tierra hasta el cielo, así es de grande su misericordia; como un padre es compasivo con sus hijos, así es compasivo el Señor con quien lo ama. R/.

Segunda lectura

Monición.- El apóstol Pablo nos dice que Jesucristo es el Señor de la vida y de la historia. De allí que nosotros no podemos constituirnos jueces de nuestros hermanos.

De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 14, 7-9

Hermanos: Ninguno de nosotros vive para sí mismo, ni muere para sí mismo. Si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Por lo tanto, ya sea que estemos vivos o que hayamos muerto, somos del Señor. Porque Cristo murió y resucitó para ser Señor de vivos y muertos. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO

(Jn 13, 34) Aleluya, aleluya.
Les doy un mandamiento nuevo, dice el Señor, que se amen los unos a los otros, como yo los he amado. R/.

Evangelio

Monición.- El evangelio de Mateo nos narra la parábola del siervo sin misericordia. Es un pasaje bíblico en el que Jesucristo nos exhorta a perdonar a nuestros enemigos, imitando a Dios que siempre perdona.

Del santo Evangelio según san Mateo: 18, 21-35

En aquel tiempo, Pedro se acercó a Jesús y le preguntó: "Si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces tengo que perdonarlo? ¿Hasta siete veces?". Jesús le contestó: "No sólo hasta siete, sino hasta setenta veces siete".
Entonces Jesús les dijo: "El Reino de los cielos es semejante a un rey que quiso ajustar cuentas con sus servidores. El primero que le presentaron le debía muchos millones. Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él, a su mujer, a sus hijos y todas sus posesiones, para saldar la deuda. El servidor, arrojándose a sus pies, le suplicaba, diciendo: 'Ten paciencia conmigo y te lo pagaré todo'. El rey tuvo lástima de aquel servidor, lo soltó y hasta le perdonó la deuda.
Pero, apenas había salido aquel servidor, se encontró con uno de sus compañeros, que le debía poco dinero. Entonces lo agarró por el cuello y casi lo estrangulaba, mientras le decía: 'Págame lo que me debes'. El compañero se le arrodilló y le rogaba: 'Ten paciencia conmigo y te lo pagaré todo'. Pero el otro no quiso escucharlo, sino que fue y lo metió en la cárcel hasta que le pagara la deuda.
Al ver lo ocurrido, sus compañeros se llenaron de indignación y fueron a contar al rey lo sucedido. Entonces el señor lo llamó y le dijo: 'Siervo malvado. Te perdoné toda aquella deuda porque me lo suplicaste. ¿No debías tú también haber tenido compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?'. Y el señor, encolerizado, lo entregó a los verdugos para que no lo soltaran hasta que pagara lo que debía.
Pues lo mismo hará mi Padre celestial con ustedes, si cada cual no perdona de corazón a su hermano".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Se dice Credo.

PLEGARIA UNIVERSAL

"Nosotros somos la familia de Dios y, cada vez que nos reunimos para celebrar la Eucaristía, presentamos ante él las necesidades y los anhelos de nuestros hermanos, los hombres y mujeres del mundo entero.

Después de cada petición diremos: Escúchanos, Padre.

Escúchanos, Padre.

Por La Iglesia, por todos los que estamos llamados a dar testimonio del amor y  el perdón de Dios. Oremos.
Por nuestro país, por nuestros gobernantes, y por todos nuestros conciudadanos. Oremos.
Por quienes formamos en nuestra patria, hombres y  mujeres, jóvenes y ancianos, ricos y pobres, una sola familia que quiere ser fiel al Evangelio. Oremos.
Por los enfermos, por los ancianos, por todos los que viven en el dolor y la debilidad. Oremos.
Por los que nos han ofendido o nos han hecho daño. Oremos.
Por los que estamos aquí reunidos celebrando la Eucaristía del domingo. Oremos.

Escúchanos Padre, y mira con amor a esta familia tuya por la que tu Hijo Jesucristo entregó la vida. El que vive y reina por los siglos de los siglos.
Amén.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Sé propicio, Señor, a nuestras plegarias y acepta benignamente estas ofrendas de tus siervos, para que aquello que cada uno ofrece en honor de tu nombre aproveche a todos para su salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio para los domingos del Tiempo Ordinario.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Cfr. Sal 35, 8)

Señor Dios, qué preciosa es tu misericordia. Por eso los hombres se acogen a la sombra de tus alas.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Que el efecto de este don celestial, Señor, transforme nuestro cuerpo y nuestro espíritu, para que sea su fuerza, y no nuestro sentir, lo que siempre inspire nuestras acciones. Por Jesucristo, nuestro Señor.

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- No cabe duda que los refranes populares están cargados de sabiduría. Efectivamente "nadie da lo que no tiene". Quien no ha interiorizado el perdón recibido no puede perdonar. Las personas que consiguen una condonación de su deuda, una amnistía o cualquier manifestación de compasión, no solamente reciben un beneficio material (cancelación de una multa) sino una oportunidad para humanizarse y crecer interiormente. Quien no interioriza la fuerza de los acontecimientos decisivos, aprende a vivir de manera oportunista, guiándose por cálculos mezquinos: obtener el máximo provecho y realizar el mínimo esfuerzo. Desde esa perspectiva le apuestan a llevarse "todo el pastel", dejando al adversario con las boronas. La nobleza de espíritu se manifiesta cuando se sabe ser generoso en la victoria y no se humilla al vencido. No se entiende la brutalidad contra policías desarmados, cuando se protesta por los abusos padecidos a manos de terceros. Quien se queja de la injusticia sufrida, no tiene derecho a tratar injustamente a personas inermes.