Domingo III del Tiempo Ordinario Ciclo B
Domingo 24 de enero 2021
EL LLAMAMIENTO UNIVERSAL
Jon 3, 1-5.10; Sal 24; 1 Cor 7, 29-31; Mc 1,14-20
El libro de Jonás se distingue del resto de los
libros proféticos, pues más que una serie de oráculos, es la narración de un
profeta enviado a una ciudad extranjera. El libro se cataloga en el género
literario de "novela corta" porque no corresponde a los hechos
históricos. Nínive ya había desaparecido años antes de la composición del libro
y, cuando existía, no se necesitaban tres días para recorrerla. No obstante, la
ficción encierra un mensaje grande y sublime: todos los pueblos son llamados a
la salvación. Dios ya está actuando en medio de todos, de manera misteriosa,
como está ya actuando entre los marineros paganos del libro de Jonás cuando
rezan a Dios sin conocerlo. No sorprende, por lo tanto, que en el Evangelio,
Jesús evangelice una región creída pagana y extranjera por sus contemporáneos,
a saber, Galilea.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 95, 1. 6
Canten al Señor un cántico nuevo, hombres de toda
la tierra, canten al Señor. Hay brillo y esplendor en su presencia y en su
templo, belleza y majestad.
Gloria
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a
quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te
adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios
Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, dirige nuestros pasos
de manera que podamos agradarte en todo y así merezcamos en nombre de tu Hijo
amado, abundar en toda clase de obras buenas. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Los habitantes de Nínive se arrepintieron de su
mala conducta.
Del libro del profeta Jonás: 3, 1-5. 10
En aquellos días, el Señor volvió a hablar a Jonás
y le dijo: "Levántate y vete a Nínive, la gran capital, para anunciar ahí
el mensaje que te voy a indicar".
Se levantó Jonás y se fue a Nínive, como le había mandado el Señor. Nínive era una ciudad enorme: hacían falta tres días para recorrerla. Jonás caminó por la ciudad durante un día, pregonando: "Dentro de cuarenta días Nínive será destruida".
Los ninivitas creyeron en Dios, ordenaron un ayuno y se vistieron de sayal, grandes y pequeños. Cuando Dios vio sus obras y cómo se convertían de su mala vida, cambió de parecer y no les mandó el castigo que había determinado imponerles. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 24, 4bc-5ab. 6-7bc. 8-9.
R/. Descúbrenos, Señor, tus caminos.
Descúbrenos, Señor, tus caminos, guíanos con la
verdad de tu doctrina. Tú eres nuestro Dios y salvador y tenemos en ti nuestra
esperanza. R/.
Acuérdate, Señor, que son eternos tu amor y tu
ternura. Según ese amor y esa ternura, acuérdate de nosotros. R/.
Porque el Señor es recto y bondadoso, indica a los
pecadores el sendero, guía por la senda recta a los humildes y descubre a los
pobres sus caminos. R/.
SEGUNDA LECTURA
Este mundo que vemos es pasajero.
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios:
7, 29-31
Hermanos: Les quiero decir una cosa: el tiempo
apremia. Por lo tanto, conviene que los casados vivan como si no lo estuvieran;
los que sufren, como si no sufrieran; los que están alegres, como si no se
alegraran; los que compran, como si no compraran; los que disfrutan del mundo
como si no disfrutaran de él; porque este mundo que vemos es pasajero.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Mc 1, 15
R/. Aleluya, aleluya.
El Reino de dios ya está cerca, dice el Señor:
conviértanse y crean en el Evangelio. R/.
EVANGELIO
Arrepiéntanse y crean en el Evangelio.
Del santo Evangelio según san Marcos: 1, 14-20
Después de que arrestaron a Juan el Bautista, Jesús
se fue a Galilea para predicar el Evangelio de Dios y decía: “Se ha cumplido el
tiempo y el Reino de Dios ya está cerca. Conviértanse y crean en el Evangelio”.
Caminaba Jesús por la orilla del lago de Galilea, cuando vio a Simón y a su hermano, Andrés, echando las redes en el lago, pues eran pescadores. Jesús les dijo: “Síganme y hare de ustedes pescadores de hombres”. Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.
Un poco más adelante, vio a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, que estaban en una barca, remendando sus redes. Los llamó, y ellos, dejando en la barca a su padre con los trabajadores, se fueron con Jesús. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
PROCLAMACIÓN DE FE
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador
del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo
Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los
siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado,
no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por
nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del
Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra
causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y
resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado
a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y
muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de
vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una
misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que
es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el
perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del
mundo futuro.
Amén.
PLEGARIA UNIVERSAL
Oremos, hermanos, a Dios Padre todopoderoso, en
cuyas manos está el destino del universo, y pidámosle confiadamente que escuche
las oraciones de su pueblo:
Por la santa Iglesia de Dios, para que busque cada
día con mayor afán el rostro de su Señor, y sus fieles se esfuercen en
purificarse de todas sus faltas y pecados. Roguemos al Señor.
Por los que gobiernan a las naciones para que
trabajen con interés y constancia por la paz y el bienestar de sus pueblos, a
fin de que reine entre ellos la justicia y la paz, roguemos al Señor.
Por los enfermos, los encarcelados y por todos los
que sufren, para que Dios, Padre de misericordia, venga n auxilio de sus males,
roguemos al Señor.
Por todos los que estamos aquí reunidos, para que
el Señor nos conceda perseverar en la fe y progresar en el mutuo amor, roguemos
al Señor.
Dios nuestro, que en Cristo, el Verbo eterno, nos
has dado la plenitud de tu palabra, escucha la oración de tu Iglesia y haz que
sintamos la urgencia de convertirnos a ti y de adherirnos con toda el alma al Evangelio,
para que toda nuestra vida anuncie a los que dudan y viven alejados al única
Salvador de los hombres, Jesucristo, tu Hijo y Señor nuestro, que vive y reina
por los siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, benignamente, nuestros dones, y
santifícalos, a fin de que nos sirvan para nuestra salvación.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Nuestra Humanidad salvada por la humanidad de
Cristo
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y
salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios
poderoso y eterno. Porque reconocemos como la obra de tu poder admirable no
sólo haber socorrido nuestra débil naturaleza con la fuerza de tu divinidad,
sino también el haber previsto el remedio de nuestra misma naturaleza mortal, y
así con lo que fue la causa de nuestra ruina, con eso mismo nos diste la
salvación, por Cristo, Señor nuestro. Por Él, los ángeles cantan con júbilo eterno
y nosotros nos unimos a sus voces, cantando humildemente tu alabanza
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 33,6
Acudan al Señor; quedarán radiantes y sus rostros
no se avergonzarán.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos, Dios todopoderoso, que, al experimentar
el efecto vivificante de tu gracia, nos sintamos siempre dichosos por este don
tuyo. Por Jesucristo. Nuestro Señor.
Jon 3, 1-5.10; Sal 24; 1 Cor 7, 29-31; Mc 1,14-20
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
Se levantó Jonás y se fue a Nínive, como le había mandado el Señor. Nínive era una ciudad enorme: hacían falta tres días para recorrerla. Jonás caminó por la ciudad durante un día, pregonando: "Dentro de cuarenta días Nínive será destruida".
Los ninivitas creyeron en Dios, ordenaron un ayuno y se vistieron de sayal, grandes y pequeños. Cuando Dios vio sus obras y cómo se convertían de su mala vida, cambió de parecer y no les mandó el castigo que había determinado imponerles. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
R/. Aleluya, aleluya.
Caminaba Jesús por la orilla del lago de Galilea, cuando vio a Simón y a su hermano, Andrés, echando las redes en el lago, pues eran pescadores. Jesús les dijo: “Síganme y hare de ustedes pescadores de hombres”. Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.
Un poco más adelante, vio a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, que estaban en una barca, remendando sus redes. Los llamó, y ellos, dejando en la barca a su padre con los trabajadores, se fueron con Jesús. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Amén.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.
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