DOMINGO II DE PASCUA O DE DIVINA MISERICORDIA Domingo 11 de abril 2021

LA UTOPÍA DE LA VIDA CRISTIANA
Hech 4,32-35; Sal 17 71; 1 Jn 5, 1-6; Jn 20,19-31
Nuestro texto, del libro de los Hechos de los
apóstoles, es uno de los famosos sumarios de la vida de los primeros
cristianos, similar, por ejemplo, al de 2, 44-45. La mayor parte de los
comentaristas coincide en señalar que tales descripciones son una idealización.
El compartir y la solidaridad no debieron ser así de completos como se
describen. Lucas está presentando la fraternidad, en el sentido más pleno de la
palabra, como una exigencia radical del mismo Evangelio e intenta demostrar que
no es un sueño ni una ilusión, porque comenzó a hacerse realidad entre los
primeros creyentes. Parece que, en la comunidad, había un problema serio de
pobreza y la comunidad respondió a la necesidad de los pobres de un modo
notable. Muestran que la utopía de la vida cristiana ilumina y empuja la
historia.
ANTÍFONA DE ENTRADA 1 P 2, 2
Como niños recién nacidos, anhelen una leche pura y
espiritual que los haga crecer hacia la salvación. Aleluya.
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a
quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te
adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios
Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que
quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del
mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre,
ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú
Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
ORACIÓN COLECTA
Dios de eterna misericordia, que reanimas la fe de
este pueblo a ti consagrado con la celebración anual de las fiestas pascuales,
aumenta en nosotros los dones de tu gracia, para que todos comprendamos mejor
la excelencia del bautismo que nos ha purificado, la grandeza del Espíritu que
nos ha regenerado y el precio de la Sangre que nos ha redimido. Por nuestro
Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Tenían un solo corazón y una sola alma.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 4, 32-35
La multitud de los que habían creído tenía un solo
corazón y una sola alma; todo lo poseían en común y nadie consideraba suyo nada
de lo que tenía.
Con grandes muestras de poder, los apóstoles daban
testimonio de la resurrección del Señor Jesús y todos gozaban de gran
estimación entre el pueblo. Ninguno pasaba necesidad, pues los que poseían
terrenos o casas, los vendían, llevaban el dinero y lo ponían a disposición de
los apóstoles, y luego se distribuía según lo que necesitaba cada uno. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 117, 2-4. 16ab-18. 22-24.
R/. La misericordia del Señor es eterna. Aleluya.
Diga la casa de Israel: "Su misericordia es
eterna". Diga la casa de Aarón: "Su misericordia es eterna".
Digan los que temen al Señor: ''Su misericordia es eterna". R/.
La diestra del Señor es poderosa, la diestra del
Señor es nuestro orgullo. No moriré, continuaré viviendo para contar lo que el
Señor ha hecho. Me castigó, me castigó el Señor; pero no me abandonó a la
muerte. R/.
La piedra que desecharon los constructores, es
ahora la piedra angular. Esto es obra de la mano del Señor, es un milagro
patente. Este es el día del triunfo del Señor, día de júbilo y de gozo. R/.
SEGUNDA LECTURA
Todo el que ha nacido de Dios vence al mundo.
De la primera carta del apóstol san Juan: 5, 1-6
Queridos hermanos: Todo el que cree que Jesús es el
Mesías, ha nacido de Dios. Todo el que ama a un padre, ama también a los hijos
de éste. Conocemos que amamos a los hijos de Dios, en que amamos a Dios y
cumplimos sus mandamientos, pues el amor de Dios consiste en que cumplamos sus
preceptos. Y sus mandamientos no son pesados, porque todo el que ha nacido de
Dios vence al mundo. Y nuestra fe es la que nos ha dado la victoria sobre el
mundo. Porque, ¿quién es el que vence al mundo? Sólo el que cree que Jesús es
el Hijo de Dios.
Jesucristo es el que se manifestó por medio del
agua y de la sangre; él vino, no sólo con agua, sino con agua y con sangre. Y
el Espíritu es el que da testimonio, porque el Espíritu es la verdad. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
SECUENCIA Opcional
Ofrezcan los cristianos
ofrendas de alabanza
a gloria de la Víctima
propicia de la Pascua.
Cordero sin pecado
que a las ovejas salva,
a Dios y a los culpables
unió con nueva alianza.
Lucharon vida y muerte
en singular batalla,
y, muerto el que es la Vida,
triunfante se levanta.
"¿Qué has visto de camino,
María, en la mañana?"
"A mi Señor glorioso,
la tumba abandonada,
los ángeles testigos,
sudarios y mortaja.
¡Resucitó de veras
mi amor y mi esperanza!
Venid a Galilea,
allí el Señor aguarda;
allí veréis los suyos
la gloria de la Pascua."
Primicia de los muertos,
sabemos por tu gracia
que estás resucitado;
la muerte en ti no manda.
Rey vencedor, apiádate
de la miseria humana
y da a tus fieles parte
en tu victoria santa.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 20, 29
R/. Aleluya, aleluya.
Tomás, tú crees, porque me has visto. Dichosos los
que creen sin haberme visto, dice el Señor. R/.
EVANGELIO
Ocho días después, se les apareció Jesús.
Del santo Evangelio según san Juan: 20, 19-31
Al anochecer del día de la resurrección, estando
cerradas las puertas de la casa donde se hallaban los discípulos, por miedo a
los judíos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: "La paz esté
con ustedes". Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Cuando los
discípulos vieron al Señor, se llenaron de alegría.
De nuevo les dijo Jesús: "La paz esté con
ustedes. Como el Padre me ha enviado, así también los envío yo". Después
de decir esto, sopló sobre ellos y les dijo: "Reciban al Espíritu Santo. A
los que les perdonen los pecados, les quedarán perdonados; y a los que no se
los perdonen, les quedarán sin perdonar".
Tomás, uno de los Doce, a quien llamaban el Gemelo,
no estaba con ellos cuando vino Jesús, y los otros discípulos le decían:
"Hemos visto al Señor". Pero él les contestó: "Si no veo en sus
manos la señal de los clavos y si no meto mi dedo en los agujeros de los clavos
y no meto mi mano en su costado, no creeré".
Ocho días después, estaban reunidos los discípulos
a puerta cerrada y Tomás estaba con ellos. Jesús se presentó de nuevo en medio
de ellos y les dijo: "La paz esté con ustedes". Luego le dijo a
Tomás: "Aquí están mis manos; acerca tu dedo. Trae acá tu mano, métela en
mi costado y no sigas dudando, sino cree". Tomás le respondió: "¡Señor
mío y Dios mío!". Jesús añadió:
"Tú crees porque me has visto; dichosos los
que creen sin haber visto".
Otras muchas señales milagrosas hizo Jesús en
presencia de sus discípulos, pero no están escritas en este libro. Se
escribieron éstas para que ustedes crean que Jesús es el Mesías, el Hijo de
Dios, y para que, creyendo, tengan vida en su nombre. Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
PROFESIÓN DE FE
CREDO de los Apóstoles
Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo
y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue
concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen,
padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado,
descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a
los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso. Desde allí
ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa
Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la
resurrección de la carne y la vida eterna.
Amén.
PLEGARIA UNIVERSAL
Llenos de gozo por la santa resurrección del Señor,
purificados nuestros sentimientos y renovado nuestro espíritu, supliquemos con
insistencia al Señor, diciendo: Rey vencedor, escúchanos.
R/. Rey vencedor, escúchanos.
A Cristo que con su gloriosa resurrección, ha
vencido la muerte y ha destruido el pecado, pídamosle que todos los cristianos
sean siempre fieles a las promesas del bautismo que renovaron en la noche santa
de Pascua.
A Cristo, que, con su santa resurrección, ha
otorgado el perdón y la paz a los pecadores, supliquémosle que quienes han
regresado al camino de la vida conserven los dones que la misericordia del
Padre les ha restituido.
A Cristo, que, con su gloriosa resurrección, ha
dado al mundo la vida verdadera y ha renovado toda la creación, pidámosle por
los que, por no creer en su triunfo, viven sin esperanza.
A Cristo, que, con su santa resurrección, ha
colmado de alegría a los pueblos y los ha enriquecido con sus dones y ha hecho
vibrar de gozo nuestros corazones, pidámosle que renueve la esperanza de los
que sufren y lloran.
A Cristo, que, con su gloriosa resurrección,
anunció la alegría a las mujeres, y por medio de las mujeres a los apóstoles, y
por medio de los apóstoles al mundo entero, pidámosle por los que nos hemos
reunido para celebrar su triunfo.
Dios nuestro, que en la Pascua de cada domingo nos
haces revivir las maravillas de la salvación, escucha la oración de tu pueblo y
haz que siempre sepamos reconocer a Cristo presente en la asamblea de los
hermanos y que, juntamente con ellos, demos testimonio de la resurrección
inaugurada por cristo, tu Hijo. Él, que vive y reina, inmortal y glorioso, por
los siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, las ofrendas de tu pueblo (y de los
recién bautizados), para que, renovados por la confesión de tu nombre y por el
bautismo, consigamos la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
El misterio pascual
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y
salvación glorificarte siempre, Señor, pero más que nunca en este tiempo, en
que Cristo, nuestra pascua, fue inmolado. Porque Él es el Cordero de Dios que
quitó el pecado del mundo: muriendo, destruyó nuestra muerte, y resucitando,
restauró la vida. Por eso, con esta efusión de gozo pascual, el mundo entero se
desborda de alegría y también los coros celestiales, los ángeles y los
arcángeles, cantan sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna
en el cielo.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Jn 20, 27
Jesús dijo a Tomás: Acerca tu mano, toca los
agujeros que dejaron los clavos y no seas incrédulo, sino creyente. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios todopoderoso, concédenos que la gracia
recibida en este sacramento pascual permanezca siempre en nuestra vida. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
Para despedir al pueblo se canta o se dice
"Pueden ir en paz, aleluya, aleluya." A lo cual se responde
"Demos gracias a Dios, aleluya, aleluya".
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