LA ASUNCIÓN DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA Domingo 15 de agosto 2021

"La inmaculada Madre de Dios, la siempre Virgen María, fue asunta
en cuerpo y alma a la gloria del cielo, al terminar su vida mortal". Con
estas palabras define el Papa Pío XII el dogma de la Asunción de la santísima
Virgen (1950). Siendo una consecuencia de la maternidad divina, la Asunción de
nuestra Señora constituye para todos los seres humanos una prenda de esperanza
y una promesa de resurrección.
Misa del día
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Apoc 12, 1
Una gran señal apareció en el cielo: una mujer vestida de sol, con la
luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza.
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos,
te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor,
Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado
del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende
nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de
nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo,
Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que elevaste a la gloria celestial en
cuerpo y alma a la inmaculada Virgen María, Madre de tu Hijo, concédenos tender
siempre hacia los bienes eternos, para que merezcamos participar de su misma
gloria. Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Una mujer envuelta por el sol, con la luna bajo sus pies.
Del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan; 11, 19; 12, 1-6.10
Se abrió el templo de Dios en el cielo y dentro de él se vio el arca de
la alianza. Apareció entonces en el cielo una figura prodigiosa: una mujer
envuelta por el sol, con la luna bajo sus pies y con una corona de doce
estrellas en la cabeza. Estaba encinta y a punto de dar a luz y gemía con los
dolores del parto.
Pero apareció también en el cielo otra figura: un enorme dragón, color
de fuego, con siete cabezas y diez cuernos, y una corona en cada una de sus
siete cabezas.
Con su cola barrió la tercera parte de las estrellas del cielo y las
arrojó sobre la tierra. Después se detuvo delante de la mujer que iba a dar a
luz, para devorar a su hijo, en cuanto éste naciera. La mujer dio a luz un hijo
varón, destinado a gobernar todas las naciones con cetro de hierro; y su hijo
fue llevado hasta Dios y hasta su trono. Y la mujer huyó al desierto, a un
lugar preparado por Dios.
Entonces oí en el cielo una voz poderosa, que decía: "Ha sonado la
hora de la victoria de nuestro Dios, de su dominio y de su reinado, y del poder
de su Mesías". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 44, 10.11.12.16.
R/. De pie, a tu derecha, está la reina.
Hijas de reyes salen a tu encuentro. De pie, a tu derecha, está la
reina, enjoyada con oro de Ofir. R/.
Escucha, hija, mira y pon atención: olvida a tu pueblo y la casa
paterna; el rey está prendado de tu belleza; ríndele homenaje porque él es tu
señor. R/.
Entre alegría y regocijo van entrando en el palacio real. A cambio de
tus padres, tendrás hijos, que nombrarás príncipes por toda la tierra. R/.
SEGUNDA LECTURA
Resucitó primero Cristo, como primicia; después los que son de Cristo.
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 15,20-27
Hermanos: Cristo resucitó, y resucitó como la primicia de todos los
muertos. Porque si por un hombre vino la muerte, también por un hombre vendrá
la resurrección de los muertos.
En efecto, así como en Adán todos mueren, así en Cristo todos volverán
a la vida; pero cada uno en su orden: primero Cristo, como primicia; después, a
la hora de su advenimiento, los que son de Cristo.
Enseguida será la consumación, cuando, después de haber aniquilado
todos los poderes del mal, Cristo entregue el Reino a su Padre. Porque él tiene
que reinar hasta que el Padre ponga bajo sus pies a todos sus enemigos. El
último de los enemigos en ser aniquilado, será la muerte, porque todo lo ha
sometido Dios bajo los pies de Cristo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO
R/. Aleluya, aleluya.
María fue llevada al cielo y todos los ángeles se alegran. R/.
EVANGELIO
Ha hecho en mí cosas el que todo lo puede. Exaltó a los humildes.
Del santo Evangelio según san Lucas: 1, 39-56
En aquellos días, María se encaminó presurosa a un pueblo de las
montañas de Judea, y entrando en la casa de Zacarías, saludó a Isabel. En cuanto
ésta oyó el saludo de María, la criatura saltó en su seno.
Entonces Isabel quedó llena del Espíritu Santo y levantando la voz,
exclamó: "¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre!
¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a verme? Apenas llegó tu
saludo a mis oídos, el niño saltó de gozo en mi seno. Dichosa tú, que has
creído, porque se cumplirá cuanto te fue anunciado de parte del Señor".
Entonces dijo María: "Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu se
llena de júbilo en Dios, mi salvador, porque puso sus ojos en la humildad de su
esclava.
Desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones, porque ha hecho
en mí grandes cosas el que todo lo puede. Santo es su nombre y su misericordia
llega de generación en generación a los que lo temen.
Ha hecho sentir el poder de su brazo: dispersó a los de corazón
altanero, destronó a los potentados y exaltó a los humildes. A los hambrientos
los colmó de bienes y a los ricos los despidió sin nada.
Acordándose de su misericordia, vino en ayuda de Israel, su siervo,
como lo había prometido a nuestros padres, a Abraham y a su descendencia para
siempre". María permaneció con Isabel unos tres meses y luego regresó a su
casa. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
PROFESIÓN DE FE
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la
tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo,
Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios,
Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la
misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los
hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo
se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue
crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al
tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha
del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su
reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que
procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma
adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es
una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el
perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del
mundo futuro.
Amén.
PLEGARIA UNIVERSAL
Oremos, hermanos, al Señor, que en el día de hoy ha querido ensalzar a
la Virgen María por encima de los coros de los ángeles y de santos, y pidámosle
que escuche nuestra oración: (R/. Escúchanos, Señor.)
Para que todos los hijos de la Iglesia, unidos a la gloriosa y santa
María, Madre de Dios, proclamen la grandeza del Señor y se alegren en Dios, su
salvador, roguemos al Señor.
Para que la misericordia del Señor llegue a sus fieles de generación en
generación, y todos los pueblos feliciten a aquella en la cual Dios ha hecho
obras grandes, roguemos al Señor.
Para que el Señor, con las proezas de su brazo, enaltezca a los
humildes, colme de bienes a los pobres y auxilie a Israel, como lo había
prometido ti los antiguos padres, roguemos al Señor.
Para que Cristo, el rey que ha coronado a María como reina, cuando
entregue la creación al Padre, nos conceda a nosotros, como a María, la
posesión del reino preparado desde la creación del mundo, roguemos al Señor.
Dios nuestro, que constituiste a la Madre de tu Hijo Madre y Reina
nuestra, escucha nuestra oración y haz que, ayudados por la intercesión de
María, participemos un día de la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro
Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Suba hasta ti, Señor, nuestra ofrenda fervorosa y, por intercesión de
la santísima Virgen María, elevada al cielo, haz que nuestros corazones tiendan
hacia ti, inflamados en el fuego de tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
La gloriosa Asunción de la Virgen.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte
gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y
eterno, por Cristo, Señor nuestro.
Porque hoy ha sido elevada al cielo la Virgen Madre de Dios, anticipo e
imagen de la perfección que alcanzará tu Iglesia, garantía de consuelo y
esperanza para tu pueblo, todavía peregrino en la tierra.
Con razón no permitiste, Señor, que conociera la corrupción del
sepulcro aquella que, de un modo inefable, dio vida en su seno y carne de su
carne a tu Hijo, autor de toda vida.
Por eso, unidos a los ángeles, te aclamamos llenos de alegría: Santo,
Santo, Santo ...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Lc 1, 48-49
Desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones, porque ha hecho
en mí grandes cosas el que todo lo puede.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Habiendo recibido el sacramento de la salvación, te pedimos, Señor, nos
concedas que, por intercesión de santa María Virgen, elevada al cielo, seamos
llevados a la gloria de la resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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