DOMINGO XXV DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo B Domingo 19 de septiembre 2021
COMUNIDADES DE FE, PERO NO DE PAZ
Sab 2, 12. 17-20; Sal 53: Sant 3, 16-4, 3; Mc 9, 30-37
Las comunidades de fe no siempre brillan por su paz y tranquilidad. Al
contrario, pueden ser lugares de mucha tensión y luchas internas. Las tres
lecturas de hoy nos hablan de semejante división, que a veces puede llegar a un
desenlace violento. En la primera lectura, el judío sabio es amenazado con la
muerte por parte de sus adversarios. Según un número importante de exégetas, dichos
adversarios son otros judíos, quizá con ideas diferentes acerca del contexto
helenista en que todos vivían. En la segunda lectura, Santiago habla
abiertamente de peleas y riñas entre los miembros de su Iglesia local. En el
Evangelio de Marcos, Jesús hace una predicción de su muerte, por segunda vez, a
manos de ciertos hombres. Sabemos muy bien quiénes fueron estos hombres. No
fueron romanos o paganos, sino correligionarios de Jesús.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Yo soy la salvación de mi pueblo, dice el Señor. Los escucharé cuando
me llamen en cualquier tribulación, y siempre seré su Dios.
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos,
te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor,
Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado
del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende
nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros;
porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el
Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que has hecho del amor a ti y a los hermanos la plenitud de
todo lo mandado en tu santa ley, concédenos que, cumpliendo tus mandamientos,
merezcamos llegar a la vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Condenemos al justo a una muerte ignominiosa.
Del libro de la Sabiduría: 2, 12. 17-20
Los malvados dijeron entre sí: "Tendamos una trampa al justo,
porque nos molesta y se opone a lo que hacemos; nos echa en cara nuestras
violaciones a la ley, nos reprende las faltas contra los principios en que
fuimos educados.
Veamos si es cierto lo que dice, vamos a ver qué le pasa en su muerte.
Si el justo es hijo de Dios, él lo ayudará y lo librará de las manos de sus
enemigos. Sometámoslo a la humillación y a la tortura, para conocer su temple y
su valor. Condenémoslo a una muerte ignominiosa, porque dice que hay quien mire
por él". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 53, 3-4. 5. 6. 8.
R/. El Señor es quien me ayuda.
Sálvame, Dios mío, por tu nombre; con tu poder defiéndeme. Escucha,
Señor, mi oración y a mis palabras atiende. R/.
Gente arrogante y violenta contra mí se ha levantado. Andan queriendo
matarme. ¡Dios los tiene sin cuidado! R/.
Pero el Señor Dios es mi ayuda, él, quien me mantiene vivo. Por eso te
ofreceré con agrado un sacrificio, y te agradeceré, Señor, tu inmensa bondad
conmigo. R/.
SEGUNDA LECTURA
Los pacíficos siembran la paz y cosechan frutos de justicia.
De la carta del apóstol Santiago: 3, 16-4, 3
Hermanos míos: Donde hay evidencias y rivalidades. ahí hay desorden y
toda clase de obras malas. Pero los que tienen la sabiduría que viene de Dios
son puros, ante todo. Además, son amantes de la paz, comprensivos, dóciles,
están llenos de misericordia y buenos frutos, son imparciales y sinceros. Los
pacíficos siembran la paz y cosechan frutos de justicia.
¿De dónde vienen las luchas y los conflictos entre ustedes? ¿No es,
acaso, de las malas pasiones, que siempre están en guerra dentro de ustedes?
Ustedes codician lo que no pueden tener y acaban asesinando. Ambicionan algo
que no pueden alcanzar, y entonces combaten y hacen la guerra. Y si no lo
alcanzan, es porque no se lo piden a Dios. O si se lo piden y no lo reciben, es
porque piden mal, para derrocharlo en placeres. Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. 2 Tes 2,14
R/. Aleluya, aleluya.
Dios nos ha llamado, por medio del Evangelio, a participar de la gloria
de nuestro Señor Jesucristo. R/.
EVANGELIO
El Hijo del hombre va a ser entregado. -Si alguno quiere ser el
primero, que sea el servidor de todos.
Del santo Evangelio según san Marcos: 9, 30-37
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos atravesaban Galilea, pero él no
quería que nadie lo supiera, porque iba enseñando a sus discípulos. Les decía:
"El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres; le darán
muerte, y tres días después de muerto, resucitará". Pero ellos no
entendían aquellas palabras y tenían miedo de pedir explicaciones. Llegaron a
Cafarnaúm, y una vez en casa, les preguntó: "¿De qué discutían por el
camino?". Pero ellos se quedaron callados, porque en el camino habían
discutido sobre quién de ellos era el más importante. Entonces Jesús se sentó,
llamó a los Doce y les dijo: "Si alguno quiere ser el primero, que sea el
último de todos y el servidor de todos".
Después, tomando a un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les
dijo: "El que reciba en mi nombre a uno de estos niños, a mí me recibe. Y
el que me reciba a mí, no me recibe a mí, sino a aquel que me ha enviado".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
PROFESIÓN DE FE
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la
tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo,
Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios,
Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la
misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los
hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo
se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado
en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día,
según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre;
y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no
tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del
Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y
gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa,
católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los
pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
PLEGARIA UNIVERSAL
Oremos, hermanos, por todos los hombres y por todas sus necesidades,
para que nunca falte a nadie la ayuda de nuestro amor y digamos: Te rogamos,
Señor. (R/. Te rogamos, Señor.)
Por el santo Padre, el Papa N., por nuestro obispo N., y por todos los
demás obispos, por los presbíteros y diáconos; para que cuiden santamente el
pueblo que tienen encomendado, roguemos al Señor.
Por los jefes de Estado y por los demás gobernantes, por los
responsables del bien común y por los que tienen en sus manos las riquezas del
mundo; para que fomenten la justicia, el bienestar, la paz y la libertad,
roguemos al Señor.
Por los que padecen hambre u otras necesidades, por los que están
enfermos o se sienten oprimidos, por los que añoran la patria o viven lejos de
sus familias y de sus hogares; para que experimenten el consuelo y la fortaleza
de Dios, roguemos al Señor.
Para que Dios nos conceda el gozo del Espíritu, y el perdón de los
pecados, la perseverancia en la fe y en las buenas obras y la salvación eterna
de nuestras almas, roguemos al Señor.
Dios nuestro, Padre de todos, que quieres que el último sea el primero
y propusiste a un niño como ejemplo para los discípulos, danos la sabiduría que
viene de arriba, para que acojamos la palabra de tu Hijo y entendamos que, ante
tus ojos, el primero ha de ser el servidor de todos. Por Jesucristo, nuestro
Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta benignamente, Señor, los dones de tu pueblo, para que recibamos,
por este sacramento celestial, aquello mismo que el fervor de nuestra fe nos
mueve a proclamar. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
Nuestra Humanidad salvada por la humanidad de Cristo
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte
gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios poderoso y eterno.
Porque reconocemos como la obra de tu poder admirable no sólo haber socorrido
nuestra débil naturaleza con la fuerza de tu divinidad, sino también el haber
previsto el remedio de nuestra misma naturaleza mortal, y así con lo que fue la
causa de nuestra ruina, con eso mismo nos diste la salvación, por Cristo, Señor
nuestro. Por Él, los ángeles cantan con júbilo eterno y nosotros nos unimos a
sus voces, cantando humildemente tu alabanza
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 118, 4-5
Tú promulgas tus preceptos para que se observen con exactitud. Ojalá
que mi conducta se ajuste siempre, al cumplimiento de tu voluntad.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
A quienes alimentas, Señor, con tus sacramentos, confórtanos con tu
incesante ayuda, para que en estos misterios recibamos el fruto de la redención
y la conversión de nuestra vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario