DOMINGO XXX DEL TIEMPO ORDINARIO O DOMINGO MUNDIAL DE LAS MISIONES Domingo 24 de octubre 2021

UN MILAGRO QUE ES MÁS QUE UN MILAGRO
Jer 31, 7-9; Sal 125; Heb 5,1-6; Mc 10,46-52
La sanación del ciego es el último milagro de Jesús en el Evangelio de
Marcos. Ante el grito de alguien que es ciego, mendigo, ubicado al borde del
camino, que pide misericordia y grita y al que todos quieren silenciar, Jesús
se detiene y lo manda llamar. No impone nada. Al contrario, hace una pregunta:
"¿Qué quieres que haga por ti?" (v. 51). El ciego contesta claramente
y es sanado. Pero no es todo. Abandona su manto y deja tras de sí una
"vieja vida" para asumir una nueva detrás de Jesús. Este Evangelio es
más que un relato de un milagro, no sólo porque Marcos nomina al sanado
Bartimeo (una práctica excepcional para este evangelista), sino también porque
toma un gran esfuerzo para mostrar que Bartimeo sigue a Jesús en su camino.
Estamos delante de un relato de vocación.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 104, 3-4
Alégrese el corazón de los que buscan al Señor. Busquen al Señor y
serán fuertes; busquen su rostro sin descanso.
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos,
te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor,
Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado
del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende
nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de
nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo,
Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, aumenta en nosotros la fe, la esperanza y
la caridad, y para que merezcamos alcanzar lo que nos prometes, concédenos amar
lo que nos mandas. Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Vienen a mí llorando, pero yo los consolaré y los guiaré.
Del libro del profeta Jeremías: 31, 7-9
Esto dice el Señor: "Griten de alegría por Jacob, regocíjense por
el mejor de los pueblos; proclamen, alaben y digan: 'El Señor ha salvado a su
pueblo, al grupo de los sobrevivientes de Israel'.
He aquí que yo los hago volver del país del norte y los congrego desde
los confines de la tierra. Entre ellos vienen el ciego y el cojo, la mujer
encinta y la que acaba de dará luz.
Retorna una gran multitud; vienen llorando, pero yo los consolaré y los
guiaré; los llevaré a torrentes de agua por un camino llano en el que no
tropezarán. Porque yo soy para Israel un padre y Efraín es mi
primogénito". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 125, 1-2ab. 2cd-3. 4-5. 6.
R/. Grandes cosas has hecho por nosotros, Señor.
Cuando el Señor nos hizo volver del cautiverio, creíamos soñar;
entonces no cesaba de reír nuestra boca ni se cansaba entonces la lengua de
cantar. R/.
Aun los mismos paganos con asombro decían: "¡Grandes cosas ha
hecho por ellos el Señor!". Y estábamos alegres, pues ha hecho grandes
cosas por su pueblo el Señor. R/.
Como cambian los ríos la suerte del desierto, cambia también ahora
nuestra suerte, Señor, y entre gritos de júbilo cosecharán aquellos que
siembran con dolor. R/.
Al ir, iban llorando, cargando la semilla; al regresar, cantando
vendrán con sus gavillas. R/.
SEGUNDA LECTURA
Tú eres sacerdote eterno, como Melquisedec.
De la carta a los hebreos: 5, 1-6
Hermanos: Todo sumo sacerdote es un hombre escogido entre los hombres y
está constituido para intervenir en favor de ellos ante Dios, para ofrecer
dones y sacrificios por los pecados. Él puede comprender a los ignorantes y
extraviados, ya que él mismo está envuelto en debilidades. Por eso, así como
debe ofrecer sacrificios por los pecados del pueblo, debe ofrecerlos también
por los suyos propios.
Nadie puede apropiarse ese honor, sino sólo aquel que es llamado por
Dios, como lo fue Aarón. De igual manera, Cristo no se confirió a sí mismo la
dignidad de sumo sacerdote; se la otorgó quien le había dicho: Tú eres mi Hijo,
yo te he engendrado hoy. O como dice otro pasaje de la Escritura: Tú eres
sacerdote eterno, como Melquisedec. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
O bien, si se celebra el Domingo Mundial de las Misiones:
SEGUNDA LECTURA (Lecc. III, n. 621).
Dios quiere que todos los hombres se salven.
De la primera carta del apóstol san Pablo a Timoteo: 2, 1-8
Te ruego, hermano, que ante todo se hagan oraciones, plegarias,
súplicas y acciones de gracias por todos los hombres, y en particular, por los
jefes de Estado y las demás autoridades, para que podamos llevar una vida
tranquila y en paz, entregada a Dios y respetable en todo sentido.
Esto es bueno y agradable a Dios, nuestro Salvador, pues él quiere que
todos los hombres se salven y todos lleguen al conocimiento de la verdad,
porque no hay sino un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres,
Cristo Jesús, hombre él también, que se entregó como rescate por todos.
El dio testimonio de esto a su debido tiempo y de esto yo he sido
constituido, digo la verdad y no miento, pregonero y apóstol para enseñar la fe
y la verdad.
Quiero, pues, que los hombres, libres de odios y divisiones, hagan
oración dondequiera que se encuentren, levantando al cielo sus manos puras. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. 2 Tm 1, 10
R/. Aleluya, aleluya.
Jesucristo, nuestro salvador, ha vencido la muerte y ha hecho
resplandecer la vida por medio del Evangelio. R/.
EVANGELIO
Maestro, que pueda ver.
Del santo Evangelio según san Marcos: 10, 46-52
En aquel tiempo, al salir Jesús de Jericó en compañía de sus discípulos
y de mucha gente, un ciego, llamado Bartimeo, se hallaba sentado al borde del
camino pidiendo limosna. Al oír que el que pasaba era Jesús Nazareno, comenzó a
gritar: "¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí!". Muchos lo
reprendían para que se callara, pero él seguía gritando todavía más fuerte:
"¡Hijo de David, ten compasión de mí!". Jesús se detuvo entonces y
dijo: "Llámenlo". Y llamaron al ciego, diciéndole: "¡Animo!
Levántate, porque él te llama". El ciego tiró su manto; de un salto se
puso en pie y se acercó a Jesús. Entonces le dijo Jesús: "¿Qué quieres que
haga por ti?". El ciego le contestó: "Maestro, que pueda ver".
Jesús le dijo: "Vete; tu fe te ha salvado". Al momento recobró la
vista y comenzó a seguirlo por el camino. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
PROFESIÓN DE FE
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la
tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo,
Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios,
Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la
misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los
hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo
se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue
crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al
tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha
del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su
reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que
procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma
adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es
una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el
perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del
mundo futuro.
Amén.
PLEGARIA UNIVERSAL
Confiados en que la oración de los pobres llega hasta el Señor,
elevemos con humildad nuestras peticiones a Dios y digamos: Te rogamos, Señor.
(R/. Te rogamos, Señor.)
Para que el Señor conceda el espíritu de consejo, fortaleza, ciencia y
piedad a nuestro obispo N., y a todos los pastores de la Iglesia, roguemos al
Señor.
Para que los gobiernos de las naciones edifiquen sus comunidades en la
paz, equilibrando toda desigualdad injusta, roguemos al Señor.
Para que el Señor alivie los dolores de los que sufren en el cuerpo o
en el espíritu y les dé fuerza para no desfallecer ante la tribulación,
roguemos al Señor.
Para que mantenga a nuestras familias firmes en la concordia y seguras
en su gracia y amistad, roguemos al Señor.
Dios nuestro, luz para los ciegos y consuelo para los afligidos, que en
tu Hijo nos has dado al Sumo Sacerdote justo e indulgente hacia los que pecan
por la ignorancia o error, escucha las súplicas de tu familia y haz que todos
los hombres experimenten la intercesión de Jesús, el Señor, y retornen al
camino que conduce a ti.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Mira, Señor, los dones que presentamos a tu majestad, para que lo que
hacemos en tu servicio esté siempre ordenado a tu mayor gloria.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
El Misterio de la salvación
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación darte
gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios
todopoderoso y eterno, por Cristo Señor nuestro. Quien, compadecido del
extravío de los hombres, quiso nacer de la Virgen María; muriendo en la cruz,
nos libró de la muerte eterna y, resucitando, nos dio vida eterna. Por eso, con
los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin
cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo,
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 19, 6
Nos alegraremos en tu victoria y cantaremos alabanzas en el nombre de
nuestro Dios.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que tus sacramentos, Señor, produzcan en nosotros todo lo que
significan, para que lo que ahora celebramos en figura lo alcancemos en su
plena realidad.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
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