DOMINGO VII DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO C Domingo 20 de febrero 2022

EL SERMON DE LA LLANURA
1 Sam 26,2. 7-9. 12-13. 22-23; Sal 102; 1 Cor 15, 45-49; Lc 6. 27-38
Las palabras de Jesús en el Evangelio de hoy, que forman parte del
llamado Sermón de la Llanura, no son meramente unos consejos sabios para vivir
mejor. Constituyen una propuesta con consecuencias revolucionarias. La
propuesta de Jesús o, más que propuesta, el mandato a sus seguidores, es la
búsqueda de la instauración de una sociedad nueva. Se trata de una sociedad
construida sobre las bases de unas relaciones absolutamente contrarias a las
establecidas hasta el presente, una sociedad que puede prescindir de su
división por clases dominantes y a la cual se llega por la eliminación
sistemática de las estructuras y sistemas que están a la raíz de la división
clasista. Las armas para llegar a ello no son la violencia, la fuerza y la
mentira, sino el amor, la bendición -empezando por los enemigos- y la oración.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 12, 6
Confío, Señor, en tu misericordia. Se alegra mi corazón con tu auxilio;
cantaré al Señor por el bien que me ha hecho.
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos,
te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor,
Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado
del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende
nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de
nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo,
Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Señor, que la constante meditación de tus misterios nos
impulse a decir y hacer siempre lo que sea de tu agrado. Por nuestro Señor
Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
David no quiso atentar contra el ungido del Señor.
Del primer libro de Samuel: 26, 2. 7-9. 12-13. 22-23
En aquellos días, Saúl se puso en camino con tres mil soldados
israelitas, bajó al desierto de Zif en persecución de David y acampó en Jakilá.
David y Abisay fueron de noche al campamento enemigo y encontraron a
Saúl durmiendo entre los carros; su lanza estaba clavada en tierra, junto a su
cabecera, y en torno a él dormían Abner y su ejército. Abisay dijo entonces a
David: "Dios te está poniendo al enemigo al alcance de tu mano. Deja que
lo clave ahora en tierra con un solo golpe de su misma lanza. No hará falta
repetirlo". Pero David replicó: "No lo mates. ¿Quién puede atentar
contra el ungido del Señor y quedar sin pecado?".
Entonces cogió David la lanza y el jarro de agua de la cabecera de Saúl
y se marchó con Abisay. Nadie los vio, nadie se enteró y nadie despertó; todos
siguieron durmiendo, porque el Señor les había enviado un sueño profundo.
David cruzó de nuevo el valle y se detuvo en lo alto del monte, a gran
distancia del campamento de Saúl. Desde ahí gritó: "Rey Saúl, aquí está tu
lanza, manda a alguno de tus criados a recogerla. El Señor le dará a cada uno
según su justicia y su lealtad, pues él te puso hoy en mis manos, pero yo no
quise atentar contra el ungido del Señor". Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 102, 1-2. 3-4. 8 Y 10.
R/. El Señor es compasivo y misericordioso.
Bendice al Señor, alma mía, que todo mi ser bendiga su santo nombre.
Bendice, al Señor, alma mía, y no te olvides de sus beneficios. R/.
El Señor perdona tus pecados y cura tus enfermedades; él rescata tu
vida del sepulcro y te colma de amor y de ternura. R/.
El Señor es compasivo y misericordioso, lento para enojarse y generoso
para perdonar. No nos trata como merecen nuestras culpas, ni nos paga según
nuestros pecados. R/.
Como dista el oriente del ocaso, así aleja de nosotros nuestros
delitos; como un padre es compasivo con sus hijos, así es compasivo el Señor
con quien lo ama. R/.
SEGUNDA LECTURA
Fuimos semejantes al hombre terreno y seremos semejantes al hombre
celestial
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 15,45-49
Hermanos: La Escritura dice que el primer hombre, Adán, fue un ser que
tuvo vida; el último Adán es Espíritu que da la vida. Sin embargo, no existe
primero lo vivificado por el Espíritu, sino lo puramente humano; lo vivificado
por el Espíritu viene después.
El primer hombre, hecho de tierra, es terreno; el segundo viene del
cielo. Como fue el hombre terreno, así son los hombres terrenos; como es el
hombre celestial, así serán los celestiales. Y del mismo modo que fuimos
semejantes al hombre terreno, seremos también semejantes al hombre celestial.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 13, 34
R/. Aleluya, aleluya.
Les doy un mandamiento nuevo, dice el Señor, que se amen los unos a los
otros, como yo los he amado. R/.
EVANGELIO
Sean misericordiosos, como su Padre es misericordioso.
Del santo Evangelio según san Lucas: 6, 27-38
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Amen a sus
enemigos, hagan el bien a los que los aborrecen, bendigan a quienes los
maldicen y oren por quienes los difaman. Al que te golpee en una mejilla,
preséntale la otra; al que te quite el manto, déjalo llevarse también la
túnica. Al que te pida, dale; y al que se lleve lo tuyo, no se lo reclames.
Traten a los demás como quieran que los traten a ustedes; porque si
aman sólo a los que los aman, ¿qué hacen de extraordinario? También los
pecadores aman a quienes los aman. Si hacen el bien sólo a los que les hacen el
bien, ¿qué tiene de extraordinario? Lo mismo hacen los pecadores. Si prestan
solamente cuando esperan cobrar, ¿qué hacen de extraordinario? También los
pecadores prestan a otros pecadores, con la intención de cobrárselo después.
Ustedes, en cambio, amen a sus enemigos, hagan el bien y presten sin
esperar recompensa. Así tendrán un gran premio y serán hijos del Altísimo,
porque él es bueno hasta con los malos y los ingratos.
Sean misericordiosos, como su Padre es misericordioso. No juzguen y no
serán juzgados; no condenen y no serán condenados; perdonen y serán perdonados;
den y se les dará: recibirán una medida buena, bien sacudida, apretada y
rebosante en los pliegues de su túnica. Porque con la misma medida con que
midan, serán medidos". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
PROFESIÓN DE FE
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la
tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo,
Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios,
Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la
misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los
hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo
se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue
crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al
tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha
del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su
reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que
procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma
adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es
una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el
perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del
mundo futuro.
Amén.
PLEGARIA UNIVERSAL
Invoquemos, hermanos, a Dios todopoderoso con una oración tan pura y
humilde, que merezca obtener lo que pedimos:
Por la santa Iglesia, extendida de Oriente a Occidente: para que el
Señor la mantenga firme y confiada en medio de las contrariedades y tentaciones
del mundo, roguemos al Señor.
Por los que tiene autoridad en el mundo, para que bajo su gobierno
podamos vivir en paz y concordia glorificando a Cristo, nuestra esperanza,
roguemos al Señor.
Por los que nos desprecian por causa de nuestra fe y por los que
persiguen a la Iglesia: para que el Señor les conceda encontrar la verdad,
roguemos al Señor.
Por los que estamos aquí reunidos en el nombre del Señor y por aquellos
por los que queremos orar, para que Dios nos conceda perseverar en la fe y nos
reúna un día a todos en su reino, roguemos al Señor.
Padre clementísimo, que en Cristo nos has revelado tu amo gratuito y
universal, escucha nuestras oraciones y danos un corazón nuevo, para que seamos
capaces de amar a nuestros enemigos y de orar por los que nos injurian, tal
como nos lo mandó tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Al celebrar con la debida reverencia tus misterios, te rogamos, Señor,
que los dones ofrecidos en honor de tu gloria nos sirvan para la salvación. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
Nuestra Humanidad salvada por la humanidad de Cristo
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte
gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios poderoso y eterno.
Porque reconocemos como la obra de tu poder admirable no sólo haber socorrido
nuestra débil naturaleza con la fuerza de tu divinidad, sino también el haber
previsto el remedio de nuestra misma naturaleza mortal, y así con lo que fue la
causa de nuestra ruina, con eso mismo nos diste la salvación, por Cristo, Señor
nuestro. Por Él, los ángeles cantan con júbilo eterno y nosotros nos unimos a
sus voces, cantando humildemente tu alabanza.
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 9, 2-3
Proclamaré todas tus maravillas; me alegraré y exultaré contigo y
entonaré salmos a tu nombre, Dios Altísimo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos, Dios todopoderoso, que alcancemos aquel fruto celestial,
cuyo adelanto acabamos de recibir mediante estos sacramentos. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
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