DOMINGO XVI DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo C Domingo 17 de julio 2022
LA PALABRA DE DIOS ES VIVA
Gén 18,1-10; Sal 14; Col 1, 24-28; Lc 10,38-42
Nuestras lecturas ejemplifican una realidad que todos los lectores de
la Biblia tenemos que enfrentar, el conflicto de las interpretaciones. La
primera lectura ha sido interpretada como una revelación anticipada de la
Trinidad, mientras que hoy algunos insisten en que adapta el mito antiguo de
los dioses que circulan por el mundo para poner a prueba a los seres humanos.
La segunda lectura ha generado la discusión sobre si realmente en ella se
afirma que el sufrimiento de Cristo es defectuoso. El Evangelio ha sido
interpretado como una instrucción acerca de la prioridad de escuchar la palabra
de Dios, o como el establecimiento de dos formas fundamentales de vida
cristiana (la contemplativa y la activa), o como la supresión del papel activo
de la mujer en la comunidad de Lucas. Pero la Palabra de Dios es viva, ¡y
genera controversias!
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 53. 6. 8
El Señor es mi auxilio y el único apoyo en mi vida. Te ofrece de
corazón un sacrificio y daré gracias a tu nombre, Señor, porque eres bueno.
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos,
te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor,
Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado
del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende
nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de
nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo,
Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
ORACIÓN COLECTA
Sé propicio, Señor, con tus siervos y multiplica, bondadoso, sobre
ellos los dones de tu gracia, para que, fervorosos en la fe, la esperanza y la
caridad, perseveren siempre fieles en el cumplimiento de tus mandatos.
Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Señor, no pases junto a mí sin detenerte.
Del libro del Génesis: 18, 1-10
Un día, el Señor se le apareció a Abraham en el encinar de Mambré.
Abraham estaba sentado en la entrada de su tienda, a la hora del calor más
fuerte. Levantando la vista, vio de pronto a tres hombres que estaban de pie
ante él. Al verlos, se dirigió a ellos rápidamente desde la puerta de la
tienda, y postrado en tierra, dijo: "Señor mío, si he hallado gracia a tus
ojos, te ruego que no pases junto a mí sin detenerte. Haré que traigan un poco
de agua para que se laven los pies y descansen a la sombra de estos árboles;
traeré pan para que recobren las fuerzas y después continuarán su camino, pues
sin duda para eso han pasado junto a su siervo". Ellos le contestaron:
"Está bien. Haz lo que dices". Abraham entró rápidamente en la tienda
donde estaba Sara y le dijo: "Date prisa, toma tres medidas de harina,
amásalas y cuece unos panes". Luego Abraham fue corriendo al establo,
escogió un ternero y se lo dio a un criado para que lo matara y lo preparara.
Cuando el ternero estuvo asado, tomó requesón y leche y lo sirvió todo a los
forasteros. El permaneció de pie junto a ellos, bajo el árbol, mientras comían.
Ellos le preguntaron: "¿Dónde está Sara, tu mujer?". Él respondió:
''Allá, en la tienda". Uno de ellos le dijo: "Dentro de un año
volveré sin falta a visitarte por estas fechas; para entonces, Sara, tu mujer,
habrá tenido un hijo".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 14, 2-3ab. 3cd-4ab. 5.
R/. ¿Quién será grato a tus ojos, Señor?
El hombre que procede honradamente y obra con justicia; el que es
sincero en sus palabras y con su lengua a nadie desprestigia. R/.
Quien no hace mal al prójimo ni difama al vecino; quien no ve con
aprecio a los malvados, pero honra a quienes temen al Altísimo. R/.
Quien presta sin usura y quien no acepta soborno en perjuicio de
inocentes. Quienes vivan así serán gratos a Dios eternamente. R/.
SEGUNDA LECTURA
Un designio secreto que Dios ha mantenido oculto y que ahora ha
revelado a su pueblo santo.
De la carta del apóstol san Pablo a los colosenses: 1, 24-28
Hermanos: Ahora me alegro de sufrir por ustedes, porque así completo lo
que falta a la pasión de Cristo en mí, por el bien de su cuerpo, que es la
Iglesia. Por disposición de Dios, yo he sido constituido ministro de esta
Iglesia para predicarles por entero su mensaje, o sea el designio secreto que
Dios ha mantenido oculto desde siglos y generaciones y que ahora ha revelado a
su pueblo santo. Dios ha querido dar a conocer a los suyos la gloria y riqueza
que este designio encierra para los paganos, es decir, que Cristo vive en
ustedes y es la esperanza de la gloria. Ese mismo Cristo es el que nosotros
predicamos cuando corregimos a los hombres y los instruimos con todos los recursos
de la sabiduría, a fin de que todos sean cristianos perfectos. Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Lc 8, 15
R/. Aleluya, aleluya.
Dichosos los que cumplen la palabra del Señor con un corazón bueno y
sincero, y perseveran hasta dar fruto. R/.
EVANGELIO
Marta lo recibió en su casa. María escogió la mejor parte.
Del santo Evangelio según san Lucas: 10, 38-42
En aquel tiempo, entró Jesús en un poblado, y una mujer, llamada Marta,
lo recibió en su casa. Ella tenía una hermana, llamada María, la cual se sentó
a los pies de Jesús y se puso a escuchar su palabra. Marta, entre tanto, se
afanaba en diversos quehaceres, hasta que, acercándose a Jesús, le dijo:
"Señor, ¿no te has dado cuenta de que mi hermana me ha dejado sola con
todo el quehacer? Dile que me ayude".
El Señor le respondió: "Marta, Marta, muchas cosas te preocupan y
te inquietan, siendo así que una sola es necesaria. María escogió la mejor
parte y nadie se la quitará". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
PROFESIÓN DE FE
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la
tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo,
Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios,
Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la
misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los
hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo
se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue
crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al
tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha
del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su
reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que
procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma
adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es
una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el
perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del
mundo futuro.
Amén.
PLEGARIA UNIVERSAL
Pidamos, hermanos, al Dios de la misericordia que auxilie nuestra
pequeñez, para que podamos invocar su nombre con los sentimientos que él desea.
Digamos confiadamente: Escúchanos, Señor. (R/. Escúchanos, Señor.)
Por la paz y la concordia de las Iglesias, por la unión de todos los
cristianos y por la salvación de nuestras almas, roguemos al Señor.
Por los responsables de las naciones, para que bajo su gobierno
tengamos una vida feliz y pacífica, roguemos al Señor.
Por los que están lejos de casa, por los enfermos y los encarcelados y
por todos los que sufren, roguemos al Señor.
Por nuestra comunidad reunida en la fe, la piedad y el temor de Dios,
por los que hacen el bien a nuestras parroquias y por los que ayudan a los
pobres, roguemos al Señor.
Dios de bondad, Padre santo, escucha nuestras oraciones y danos un
corazón humilde y sencillo que escuche la palabra de tu Hijo y lo acoja en la
persona de nuestros hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios nuestro, que con la perfección de un único sacrificio pusiste fin
a la diversidad de sacrificios de la antigua ley, recibe las ofrendas de tus
fieles, y santifícalas como bendijiste la ofrenda de Abel, para que aquello que
cada uno te ofrece en honor de tu gloria, sea de provecho para la salvación de
todos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
El Misterio de la salvación
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación
darte gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios
todopoderoso y eterno, por Cristo Señor nuestro. Quien, compadecido del
extravío de los hombres, quiso nacer de la Virgen María; muriendo en la cruz,
nos libró de la muerte eterna y, resucitando, nos dio vida eterna. Por eso, con
los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin
cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo,
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 110, 4-5
Ha hecho maravillas memorables, el Señor es piadoso y clemente; él da
alimento a sus fieles.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, muéstrate benigno con tu pueblo, y ya que te dignaste
alimentarlo con los misterios celestiales, hazlo pasar de su antigua condición
de pecado a una vida nueva. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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