DOMINGO XXVI DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo B Domingo 25 de septiembre 2022
LA DROGA QUE ES LA RIQUEZA
Am 6, l. 4-7; Sal 145; l Tim 6, 11-16; Lc 16,19-31
En la primera lectura el profeta Amós lamenta que los ricos celebran su
dinero sin darse cuenta del desastre social que está amenazándolos. Es como si
estuvieran viviendo con sus ojos cerrados. La misma enfermedad parece afligir
al rico en la parábola de nuestro Evangelio. Tradicionalmente llamado Dives,
que quiere decir "rico" en el latín de la vulgata, este hombre parece
vivir su vida dormido. No se da cuenta del pobre que yace junto a su puerta, ni
de sus necesidades obvias, ni de que él podría ayudarlo sin dificultad. Su
riqueza lo había adormilado tanto que era completamente inconsciente de las más
mínimas relaciones de justicia y de la finalidad de la misma vida. En otras
palabras, las riquezas son como una droga que tiene un efecto soporífico en los
seres humanos, haciéndolos olvidarse de su humanidad.
ANTÍFONA DE ENTRADA Dn 3, 31. 29. 30. 43. 42
Todo lo que hiciste con nosotros, Señor, es verdaderamente justo,
porque hemos pecado contra ti y hemos desobedecido tus mandatos; pero haz honor
a tu nombre y trátanos conforme a tu inmensa misericordia.
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos,
te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor,
Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado
del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende
nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de
nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo,
Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que manifiestas tu poder de una manera admirable sobre todo
cuando perdonas y ejerces tu misericordia, multiplica tu gracia sobre nosotros,
para que, apresurándonos hacia lo que nos prometes, nos hagas partícipes de los
bienes celestiales. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Ustedes, los que lleven una vida disoluta, irán al destierro.
Del libro del profeta Amós: 6,1.4-7
Esto dice el Señor todopoderoso: "¡Ay de ustedes, los que se
sienten seguros en Sión y los que ponen su confianza en el monte sagrado de
Samaria! Se reclinan sobre divanes adornados con marfil, se recuestan sobre
almohadones para comer los corderos del rebaño y las terneras en engorda.
Canturrean al son del arpa, creyendo cantar como David. Se atiborran de vino,
se ponen los perfumes más costosos, pero no se preocupan por las desgracias de
sus hermanos. Por eso irán al destierro a la cabeza de los cautivos y se
acabará la orgía de los disolutos". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 145, 6c-7. 8-9a. 9bc-l0.
R/. Alabemos al Señor, que viene a salvarnos.
El Señor es siempre fiel a su palabra, y es quien hace justicia al
oprimido; él proporciona pan a los hambrientos y libera al cautivo. R/.
Abre el Señor los ojos de los ciegos y alivia al agobiado. Ama el Señor
al hombre justo y toma al forastero a su cuidado. R/.
A la viuda y al huérfano sustenta y trastorna los planes del inicuo.
Reina el Señor eternamente, reina tu Dios, oh Sión, reina por siglos. R/.
SEGUNDA LECTURA
Cumple todo lo mandado, hasta la venida de nuestro Señor Jesucristo.
De la primera carta del apóstol san Pablo a Timoteo: 6, 11-16
Hermano: Tú, como hombre de Dios, lleva una vida de rectitud, piedad,
fe, amor, paciencia y mansedumbre. Lucha en el noble combate de la fe,
conquista la vida eterna a la que has sido llamado y de la que hiciste tan
admirable profesión ante numerosos testigos.
Ahora, en presencia de Dios, que da vida a todas las cosas, y de Cristo
Jesús, que dio tan admirable testimonio ante Poncio Pilato, te ordeno que
cumplas fiel e irreprochablemente todo lo mandado, hasta la venida de nuestro
Señor Jesucristo, la cual dará a conocer a su debido tiempo Dios, el
bienaventurado y único soberano, Rey de los reyes y Señor de los señores, el
único que posee la inmortalidad, el que habita en una luz inaccesible y a quien
ningún hombre ha visto ni puede ver. A él todo honor y poder para siempre.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO 2 Cor B, 9
R/. Aleluya, aleluya.
Jesucristo, siendo rico, se hizo pobre, para enriquecernos con su
pobreza. R/.
EVANGELIO
Recibiste bienes en tu vida y Lázaro, males; ahora él goza de consuelo,
mientras que tú sufres tormentos.
Del santo Evangelio según san Lucas: 16, 19-31
En aquel tiempo, Jesús dijo a los fariseos: "Había un hombre rico,
que se vestía de púrpura y telas finas y banqueteaba espléndidamente cada día.
Y un mendigo, llamado Lázaro, yacía a la entrada de su casa, cubierto de llagas
y ansiando llenarse con las sobras que caían de la mesa del rico. Y hasta los
perros se acercaban a lamerle las llagas.
Sucedió, pues, que murió el mendigo y los ángeles lo llevaron al seno
de Abraham. Murió también el rico y lo enterraron. Estaba éste en el lugar de
castigo, en medio de tormentos, cuando levantó los ojos y vio a lo lejos a
Abraham y a Lázaro junto a él.
Entonces gritó: 'Padre Abraham, ten piedad de mí. Manda a Lázaro que
moje en agua la punta de su dedo y me refresque la lengua, porque me torturan
estas llamas'. Pero Abraham le contestó: 'Hijo, recuerda que en tu vida
recibiste bienes y Lázaro, en cambio, males. Por eso él goza ahora de consuelo,
mientras que tú sufres tormentos. Además, entre ustedes y nosotros se abre un
abismo inmenso, que nadie puede cruzar, ni hacia allá ni hacia acá'.
El rico insistió: 'Te ruego, entonces, padre Abraham, que mandes a
Lázaro a mi casa, pues me quedan allá cinco hermanos, para que les advierta y
no acaben también ellos en este lugar de tormentos'. Abraham le dijo: 'Tienen a
Moisés y a los profetas; que los escuchen'. Pero el rico replicó: 'No, padre
Abraham. Si un muerto va a decírselo, entonces sí se arrepentirán'. Abraham
repuso: 'Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no harán caso, ni aunque
resucite un muerto' ".
Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.
PROFESIÓN DE FE
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la
tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo,
Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios,
Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la
misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los
hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo
se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue
crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al
tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha
del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino
no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede
del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y
gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa,
católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los
pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
PLEGARIA UNIVERSAL
Oremos, hermanos, por todos los hombres y por todas sus necesidades,
para que a nadie falte nunca la ayuda de nuestra caridad y digamos: Te rogamos,
Señor. (R/. Te rogamos, Señor.)
Para que el Señor vivifique su Iglesia y le conceda santos y numerosos
ministros que iluminen y santifiquen a los fieles, roguemos al Señor.
Para que Dios conceda a los gobernantes el deseo de ser justos e
infunda en los responsables de los pueblos el sentido de la unidad de la
familia humana, roguemos al Señor.
Para que los que buscan a Dios sinceramente encuentren la verdad que
desean y, habiéndola encontrado, descansen contemplándola, roguemos al Señor.
Para que el Señor perdone nuestras culpas, no permita que recaigamos en
el pecado y nos libre de una muerte imprevista, roguemos al Señor.
Dios nuestro, que llamas por su propio nombre al pobre y desconoces el
de quien vive en medio de riquezas, escucha nuestras oraciones, haz justicia a
los oprimidos y concédenos que, al escuchar tu palabra, creamos que Cristo ha
regresado verdaderamente de entre los muertos y nos recibirá, al término de
nuestros días, en el seno de nuestro padre Abraham. Él, que vive y reina por
los siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Dios misericordioso, que nuestra ofrenda te sea aceptable y
que por ella quede abierta para nosotros la fuente de toda bendición. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
El Misterio de la salvación
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación
darte gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios
todopoderoso y eterno, por Cristo Señor nuestro. Quien, compadecido del
extravío de los hombres, quiso nacer de la Virgen María; muriendo en la cruz,
nos libró de la muerte eterna y, resucitando, nos dio vida eterna. Por eso, con
los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin
cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo,
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 118, 49-50
Recuerda, Señor, la promesa que le hiciste a tu siervo, ella me infunde
esperanza y consuelo en mi dolor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que este misterio celestial renueve, Señor, nuestro cuerpo y nuestro
espíritu, para que seamos coherederos en la gloria de aquel cuya muerte, al
anunciada, la hemos compartido. El, que vive y reina por los siglos de los
siglos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario