DOMINGO IV DE ADVIENTO "O Adonai" * "¡Oh, Señor poderoso!" Domingo 18 de diciembre 2022

LA FIDELIDAD FRUCTÍFERA DE DIOS
Is 7,10-14; Sal 23; Rom 1, 1-7; Mt 1, 18-24
Las lecturas de hoy resaltan la fidelidad de Dios. El profeta Isaías
habla de una joven que dará a luz un hijo, enfatizando no la palabra
"joven" o "virgen" (¿una profecía de la Virgen María?),
sino que el hijo continuará la dinastía de David, a quien Dios ha jurado
fidelidad. En el saludo solemne de su Carta, Pablo se sitúa dentro de una larga
línea de personas enviadas por Dios, en cumplimiento fiel de su protección,
llamadas sus "servidores" (como Moisés en 2 Re 18, 12, o Abrahán en
Sal 104, 42). En Mateo, el ángel asegura a san José que su hijo será una
muestra de la fidelidad divina a sus profecías. Lo que es más, la fidelidad de
Dios es fructífera, porque de ella brota una nueva edad para el mundo con el
nacimiento de Jesús.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Is 45, 8
Cielos, destilen el rocío; nubes, lluevan la salvación; que la tierra
se abra y germine el salvador.
NO SE DICE GLORIA.
ORACIÓN COLECTA
Te pedimos, Señor, que infundas tu gracia en nuestros corazones, para
que, habiendo conocido, por el anuncio del ángel, la encarnación de tu Hijo,
lleguemos, por medio de su pasión y de su cruz, a la gloria de la resurrección.
Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
He aquí que la virgen concebirá.
Del libro del profeta Isaías: 7,10-14
En aquellos tiempos, el Señor le habló a Ajaz diciendo: "Pide al
Señor, tu Dios, una señal de abajo, en lo profundo, o de arriba, en lo
alto". Contestó Ajaz: "No la pediré. No tentaré al Señor".
Entonces dijo Isaías: "Oye, pues, casa de David: ¿No satisfechos
con cansar a los hombres, quieren cansar también a mi Dios? Pues bien, el Señor
mismo les dará por eso una señal: He aquí que la virgen concebirá y dará a luz
un hijo y le pondrán el nombre de Emmanuel, que quiere decir
Dios-con-nosotros". Palabra de Dios... Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 23,1-2. 34ab. 5-6.
R/. Ya llega el Señor, el rey de la gloria.
Del Señor es la tierra y lo que ella tiene, el orbe todo y los que en
él habitan, pues él lo edificó sobre los mares, él fue quien lo asentó sobre
los ríos. R/.
¿Quién subirá hasta el monte del Señor? ¿Quién podrá entrar en su
recinto santo? El de corazón limpio y manos puras Y que no jura en falso. R/.
Ese obtendrá la bendición de Dios, y Dios, su salvador, le hará
justicia. Esta es la clase de hombres que te buscan y vienen ante ti, Dios de
Jacob. R/.
SEGUNDA LECTURA
Jesucristo, nuestro Señor, Hijo de Dios, nació del linaje de David.
De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 1, 17
Yo, Pablo, siervo de Cristo Jesús, he sido llamado por Dios para ser
apóstol y elegido por él para proclamar su Evangelio. Ese Evangelio, que,
anunciado de antemano por los profetas en las Sagradas Escrituras, se refiere a
su Hijo, Jesucristo, nuestro Señor, que nació, en cuanto a su condición de hombre,
del linaje de David, y en cuanto a su condición de espíritu santificador, se
manifestó con todo su poder como Hijo de Dios, a partir de su resurrección de
entre los muertos.
Por medio de Jesucristo, Dios me concedió la gracia del apostolado, a
fin de llevar a los pueblos paganos a la aceptación de la fe, para gloria de su
nombre.
Entre ellos, también se cuentan ustedes, llamados a pertenecer a Cristo
Jesús. A todos ustedes, los que viven en Roma, a quienes Dios ama y ha llamado
a formar parte de su pueblo santo, les deseo la gracia y la paz de Dios,
nuestro Padre, y de Jesucristo, el Señor. Palabra de Dios... Te alabamos,
Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Mt 1, 23
R/. Aleluya, aleluya.
He aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, a quien pondrán
el nombre de Emmanuel, que quiere decir Dios-con-nosotros. R/.
EVANGELIO
Jesús nació de María, desposada con José, hijo de David
Del santo Evangelio según san Mateo: 1, 18-24
Cristo vino al mundo de la siguiente manera: Estando María, su madre,
desposada con José, y antes de que vivieran juntos, sucedió que ella, por obra
del Espíritu Santo, estaba esperando un hijo, José, su esposo, que era hombre
justo, no queriendo ponerla en evidencia, pensó dejarla en secreto.
Mientras pensaba en estas cosas, un ángel del Señor le dijo en sueños:
"José, hijo de David, no dudes en recibir en tu casa a María, tu esposa,
porque ella ha concebido por obra del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y tú
le pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus
pecados".
Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que había dicho el Señor por
boca del profeta Isaías: He aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo,
a quien pondrán el nombre de Emmanuel, que quiere decir Dios-con-nosotros.
Cuando José despertó de aquel sueño, hizo lo que le había mandado el ángel del
Señor y recibió a su esposa. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
PROFESIÓN DE FE
CREDO DE LOS APÓSTOLES
Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador
del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que
fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María
Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y
sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos,
subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso. Desde
allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la
santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la
resurrección de la carne y la vida eterna.
Amén.
PLEGARIA UNIVERSAL
Pidamos, hermanos, el auxilio del Señor, para que, apiadado del pobre y
del oprimido, venga a salvar al mundo de sus males: Digamos confiadamente: R/.
Ven Señor Jesús.
Para que todos los fieles se dispongan a recibir a Cristo como lo
recibió María y como ella conserven sus palabras en el corazón, roguemos al
Señor.
Para que aquellos hermanos nuestros que han abandonado las prácticas
cristianas pero acudirán a la iglesia en las próximas fiestas de Navidad
descubran la buena noticia del Evangelio, no como un rayo fugaz en la noche,
sino como luz permanente que ilumina y alegra toda la vida, roguemos al Señor.
Para que las fiestas del nacimiento del Señor alejen las tinieblas de
quienes viven sumergidos en dudas e incertidumbres y colmen los deseos de
quienes se sienten corazonados y tristes, roguemos al Señor.
Para que el nacimiento de Cristo nos ayude a renunciar a los deseos
mundanos y a vivir sobria y honradamente, esperando la aparición definitiva del
Señor, roguemos al Señor.
Señor, Dios, que has mostrado la gratuidad y la fuerza de tu amor
eligiendo las entrañas purísimas de María para revestir de carne mortal a tu
Hijo, escucha nuestras plegarias y haz que también nosotros sepamos acoger y
engendrar espiritualmente tu Verbo, escuchando tu palabra y obedeciendo a la
fe. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que santifique, Señor, estos dones, colocados en tu altar, el mismo
Espíritu que fecundó con su poder el seno de la bienaventurada Virgen María.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
La doble espera de Cristo
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte
gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y
eterno, por Cristo nuestro Señor. A quien todos los profetas anunciaron y la
Virgen esperó con inefable amor de madre; Juan lo proclamó ya próximo y lo
señaló después entre los hombres. Él es quien nos concede ahora preparamos con
alegría al misterio de su nacimiento, para encontramos así cuando llegue,
velando en oración y cantando su alabanza. Por eso, con los ángeles y los
arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu
gloria:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria. Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Is 7, 14
Miren: la Virgen concebirá y dará a luz un hijo, a quien le pondrá el
nombre de Emmanuel.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Habiendo recibido esta prenda de redención eterna, te rogamos, Dios
todopoderoso, que, cuanto más se acerca el día de la festividad que nos tae la
salvación, con tanto mayor fervor nos apresuremos a celebrar dignamente el
misterio del nacimiento de tu Hijo. El, que vive y reina por los siglos de los
siglos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario