III DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO DOMINGO Ciclo A Domingo 22 de enero 2023

LA GEOGRAFÍA DE JESÚS
Is 8,23-9,3; Sal 26; 1 Cor 1, 10-13. 17; Mt 4, 12-23
El judaísmo y el cristianismo toman en serio este mundo, en contraste
con otras religiones que ven el mundo como un espejismo. No se extraña, por
tanto, que nuestras lecturas resaltan un elemento importante del mundo, a
saber, la geografía. En la primera lectura, Isaías hubiera podido proclamar que
todo Israel sería salvado, pero escogió hablar de las regiones geográficas de
Zabulón y Neftalí. Habla así porque dichos territorios se ubicaban al norte de
Israel y fueron los primeros en soportar los desastres de la invasión asiria
(2Re 15,29). Si ellos pueden estar "llenos de gloria", todo Israel
ciertamente tiene esperanza. Mateo utiliza esta profecía para explicar lo que
podemos llamar "la vergüenza geográfica" de que el ministerio de
Jesús no empezó en los lugares geográficos tradicionales de Jerusalén o el
desierto, sino en una región pagana como Galilea.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 95, 1. 6
Canten al Señor un cántico nuevo, hombres de toda la tierra, canten al
Señor. Hay brillo y esplendor en su presencia, y en su templo, belleza y
majestad.
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos,
te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor,
Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado
del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende
nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de
nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo,
Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, dirige nuestros pasos de manera que podamos
agradarte en todo y así merezcamos en nombre de tu Hijo amado, abundar en toda
clase de obras buenas. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Los que andaban en tinieblas vieron una gran luz.
Del libro del profeta Isaías: 8, 23-9, 3
En otro tiempo, el Señor humilló al país de Zabulón y al país de
Neftalí; pero en el futuro llenará de gloria el camino del mar, más allá del
Jordán, en la región de los paganos.
El pueblo que caminaba en tinieblas vio una gran luz; sobre los que
vivían en tierra de sombras, una luz resplandeció.
Engrandeciste a tu pueblo e hiciste grande su alegría. Se gozan en tu
presencia como gozan al cosechar, como se alegran al repartirse el botín.
Porque tú quebrantaste su pesado yugo, la barra que oprimía sus hombros y el
cetro de su tirano, como en el día de Madián.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 26, 1. 4. 13-14.
R/. El Señor es mi luz y mi salvación.
El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién voy a tenerle miedo? El
Señor es la defensa de mi vida, ¿quién podrá hacerme temblar? R/.
Lo único que pido, lo único que busco, es vivir en la casa del Señor
toda mi vida, para disfrutar las bondades del Señor y estar continuamente en su
presencia. R/.
La bondad del Señor espero ver en esta misma vida. Ármate de valor y
fortaleza y en el Señor confía. R/.
SEGUNDA LECTURA
Que no haya divisiones entre ustedes.
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 1, 10-13. 17
Hermanos: Los exhorto, en nombre de nuestro Señor Jesucristo, a que
todos vivan en concordia y no haya divisiones entre ustedes, a que estén
perfectamente unidos en un mismo sentir y en un mismo pensar.
Me he enterado, hermanos, por algunos servidores de Cloe, de que hay
discordia entre ustedes. Les digo esto, porque cada uno de ustedes ha tomado
partido, diciendo: "Yo soy de Pablo, yo de Apolo, yo de Pedro, yo de
Cristo". ¿Acaso Cristo está dividido? ¿Es que Pablo fue crucificado por
ustedes? ¿O han sido bautizados ustedes en nombre de Pablo?
Por lo demás, no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el
Evangelio, y eso, no con sabiduría de palabras, para no hacer ineficaz la cruz
de Cristo.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Mt 4, 23
R/, Aleluya, aleluya.
Jesús predicaba la buena nueva del Reino y curaba a la gente de toda
enfermedad. R/.
EVANGELIO
Fue a Cafarnaúm y se cumplió la profecía de Isaías.
Del santo Evangelio según san Mateo: 4, 12-23
Al enterarse Jesús de que Juan había sido arrestado, se retiró a
Galilea, y dejando el pueblo de Nazaret, se fue a vivir a Cafarnaúm, junto al
lago, en territorio de Zabulón y Neftalí, para que así se cumpliera lo que
había anunciado el profeta Isaías: Tierra de Zabulón y Neftalí, camino del mar,
al otro lado del Jordán, Galilea de los paganos. El pueblo que yacía en
tinieblas vio una gran luz. Sobre los que vivían en tierra de sombras una luz
resplandeció.
Desde entonces comenzó Jesús a predicar, diciendo: "Conviértanse,
porque ya está cerca el Reino de los cielos".
Una vez que Jesús caminaba por la ribera del mar de Galilea, vio a dos
hermanos, Simón, llamado después Pedro, y Andrés, los cuales estaban echando
las redes al mar, porque eran pescadores. Jesús les dijo: "Síganme y los
haré pescadores de hombres". Ellos inmediatamente dejaron las redes y lo
siguieron. Pasando más adelante, vio a otros dos hermanos, Santiago y Juan,
hijos de Zebedeo, que estaban con su padre en la barca, remendando las redes, y
los llamó también. Ellos, dejando enseguida la barca y a su padre, lo
siguieron.
Andaba por toda Galilea, enseñando en las sinagogas y proclamando la
buena nueva del Reino de Dios y curando a la gente de toda enfermedad y
dolencia.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
ORIFESIÓN DE FE
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la
tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo,
Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios,
Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la
misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los
hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo
se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue
crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al
tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha
del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su
reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que
procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma
adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es
una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el
perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del
mundo futuro.
Amén.
PLEGARIA UNIVERSAL
Oremos, hermanos, a Dios Padre todopoderoso, en cuyas manos está el
destino del universo, y pidámosle confiadamente que escuche las oraciones de su
pueblo:
Por la santa Iglesia de Dios, para que busque cada día con mayor afán
el rostro de su Señor, y sus fieles se esfuercen en purificarse de todas sus
faltas y pecados, roguemos al Señor.
Por los que gobiernan las naciones para que trabajen con interés y
constancia por la paz y el bienestar de sus pueblos, a fin de que reine entre
ellos la justicia y la paz, roguemos al Señor.
Por los enfermos, los encarcelados y por todos los que sufren, para que
Dios, Padre de misericordia, venga en auxilio de sus males, roguemos al Señor.
Por todos los que estamos aquí reunidos, para que el Señor nos conceda
perseverar en la fe y progresar en el mutuo amor, roguemos al Señor.
Dios nuestro, que has fundamentado tu Iglesia sobre la fe de los
apóstoles, escucha nuestras oraciones y haz que, iluminados con tu palabra y
unidos por los vínculos de la caridad, nos convirtamos en signo claro de
salvación y de esperanza para cuantos viven en las tinieblas.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, benignamente, nuestros dones, y santifícalos, a fin de
que nos sirvan para nuestra salvación. Por Jesucristo nuestro Señor.
PREFACIO
El Misterio de la salvación
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación
darte gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios
todopoderoso y eterno, por Cristo Señor nuestro. Quien, compadecido del
extravío de los hombres, quiso nacer de la Virgen María; muriendo en la cruz,
nos libró de la muerte eterna y, resucitando, nos dio vida eterna. Por eso, con
los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin
cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo,
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 33, 6
Acudan al Señor; quedarán radiantes y sus rostros no se avergonzarán.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos, Dios todopoderoso, que al experimentar el efecto
vivificante de tu gracia, nos sintamos siempre dichosos por este don tuyo. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
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