V DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo A Domingo 5 de febrero 2023

LA LUZ QUE SURGE COMO LA AURORA
Is 58, 7-10; Sal 1l2; 1 Cor 2, 1-5; Mt 5, 13-16
La luz es una de las imágenes preferidas de la Biblia. Solo hay que
recordar referencias universalmente referidas a ella, por ejemplo, la célebre
orden de Dios de "que exista la luz" (Gén 1, 3) o el frecuentemente
citado prólogo del Evangelio de Juan, que ensalza a Jesús como "la luz de
los hombres... que brilla en las tinieblas" (Jn 1,4-5). En nuestras
lecturas de hoy, la luz simboliza no un elemento físico, como en Génesis, ni tampoco
la divinidad metafísica, como en Juan, sino lo atractivo de una vida que es
vivida de manera ética. Es la atracción ejercida por los fieles soltando
"las cadenas de la injusticia" y "partiendo el pan conel
hambriento" (Is 58, 6-7). Es la atención llamada como "las buenas
obras" proclamadas por Jesús (Mt 5, 16). Se trata de la luz del bien.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 94, 6-7
Entremos y adoremos de rodillas al Señor, creador nuestro, porque él es
nuestro Dios.
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos,
te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor,
Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado
del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende
nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de
nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo,
Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
ORACIÓN COLECTA
Te rogamos, Señor, que guardes con incesante amor a tu familia santa,
que tiene puesto su apoyo sólo en tu gracia, para que halle siempre en tu
protección su fortaleza. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Entonces surgirá tu luz como la aurora.
Del libro del profeta Isaías: 58, 7-10
Esto dice el Señor: "Comparte tu pan con el hambriento, abre tu
casa al pobre sin techo, viste al desnudo y no des la espalda a tu propio
hermano.
Entonces surgirá tu luz como la aurora y cicatrizarán de prisa tus
heridas; te abrirá camino la justicia y la gloria del Señor cerrará tu marcha.
Entonces clamarás al Señor y él te responderá; lo llamarás y él te
dirá: 'Aquí estoy'.
Cuando renuncies a oprimir a los demás y destierres de ti el gesto
amenazador y la palabra ofensiva; cuando compartas tu pan con el hambriento y
sacies la necesidad del humillado, brillará tu luz en las tinieblas y tu
oscuridad será como el mediodía". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo111, 4-5. 6-7. 8a y 9.
R/. El justo brilla como una luz en las tinieblas.
Quien es justo, clemente y compasivo, como una luz en las tinieblas
brilla. Quienes, compadecidos, prestan y llevan su negocio honradamente, jamás
se desviarán. R/.
El justo no vacilará; vivirá su recuerdo para siempre. No temerá malas
noticias, porque en el Señor vive confiadamente. R/.
Firme está y sin temor su corazón. Al pobre da limosna, obra siempre
conforme a la justicia; su frente se alzará llena de gloria. R/.
SEGUNDA LECTURA
Les he anunciado a Cristo crucificado.
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 2, 1-5
Hermanos: Cuando llegué a la ciudad de ustedes para anunciarles el
Evangelio, no busqué hacerlo mediante la elocuencia del lenguaje o la sabiduría
humana, sino que resolví no hablarles sino de Jesucristo, más aún, de
Jesucristo crucificado.
Me presenté ante ustedes débil y temblando de miedo. Cuando les hablé y
les prediqué el Evangelio, no quise convencerlos con palabras de hombre sabio;
al contrario, los convencí por medio del Espíritu y del poder de Dios, a fin de
que la fe de ustedes dependiera del poder de Dios y no de la sabiduría de los
hombres. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 8, 12
R/. Aleluya, aleluya.
Yo soy la luz del mundo, dice el Señor; el que me sigue tendrá la luz
de la vida. R/.
EVANGELIO
Ustedes son la luz del mundo.
Del santo Evangelio según san Mateo: 5, 13-16
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Ustedes son la sal
de la tierra. Si la sal se vuelve insípida, ¿con qué se le devolverá el sabor?
Ya no sirve para nada y se tira a la calle para que la pise la gente.
Ustedes son la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad construida
en lo alto de un monte; y cuando se enciende una vela, no se esconde debajo de
una olla, sino que se pone sobre un candelero, para que alumbre a todos los de
la casa.
Que de igual manera brille la luz de ustedes ante los hombres, para que
viendo las buenas obras que ustedes hacen, den gloria a su Padre, que está en
los cielos". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
PROFESIÓN DE FE
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la
tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo,
Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios,
Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la
misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los
hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo
se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue
crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al
tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha
del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su
reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que
procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma
adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es
una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el
perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del
mundo futuro.
Amén.
PLEGARIA UNIVERSAL
Oremos, hermanos, al Padre del Unigénito, al Hijo del Dios eterno y al
Espíritu, fuente de todo bien: (R/. Escúchanos, Señor.)
Para la Iglesia inmaculada del Dios verdadero, extendida por todo el
mundo, pidamos la plena riqueza del amor de Dios, roguemos al Señor.
Para los que gobiernan los pueblos y tienen en su mano el destino de
los hombres, pidamos el espíritu de justicia y el deseo de servir con
dedicación a sus súbditos, roguemos al Señor.
Por los débiles que se ven oprimidos y por los justos que sufren
persecución, oremos a Jesús el Salvador.
Para nosotros mismos, pidamos al Señor un temor filial, un amor
ferviente, una vida feliz y una buena muerte, roguemos al Señor.
Dios nuestro, que en la necedad de la cruz has manifestado cómo tu
sabiduría está por encima de la prudencia del mundo, escucha nuestras oraciones
y haz que comprendamos el verdadero espíritu del Evangelio, para que,
fervorosos en la fe y fuertes en la caridad, nos convirtamos en luz del mundo y
sal de la tierra. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor Dios nuestro, que has creado los frutos de la tierra sobre todo
para ayuda de nuestra fragilidad, concédenos que también se conviertan para
nosotros en sacramento de eternidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
Nuestra Humanidad salvada por la humanidad de Cristo
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte
gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios poderoso y eterno.
Porque reconocemos como la obra de tu poder admirable no sólo haber socorrido
nuestra débil naturaleza con la fuerza de tu divinidad, sino también el haber
previsto el remedio de nuestra misma naturaleza mortal, y así con lo que fue la
causa de nuestra ruina, con eso mismo nos diste la salvación, por Cristo, Señor
nuestro. Por Él, los ángeles cantan con júbilo eterno y nosotros nos unimos a
sus voces, cantando humildemente tu alabanza
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor
Hosanna en el cielo.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 106, 8-9
Demos gracias al Señor por su misericordia, por las maravillas que hace
en favor de su pueblo; porque da de beber al que tiene sed y les da de comer a
los hambrientos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor Dios, que quisiste hacernos participar de un mismo pan y un mismo
cáliz, concédenos vivir de tal manera, que, hechos uno en Cristo, demos frutos
con alegría para la salvación del mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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