DOMINGO X DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo A Domingo 11 de junio 2023
EL MILAGRO DE LA CONVERSIÓN
Os 6, 3-6; Sal 49; Rom 4, 18-25; Mt 9,9-13
Nuestro texto de Mateo se coloca en medio de milagros. Antes se
encuentran la serenización del mar (8,23-27), el exorcismo del demoniaco
gadareno (8, 28-34), y la curación de un paralítico (9, 1-8); después, al
terminar un pronunciamiento sobre el ayuno (9, 14-17), se encuentran la
resucitación de la hija de un hombre importante (9, 18-26) y la curación de dos
ciegos (9, 27-30). Quizá esta colocación de nuestro Evangelio nos parecería
equivocada, porque éste no narra un acontecimiento parecido a semejantes
milagros. Sin embargo, en realidad narra uno de los milagros más queridos tal vez
no por los seres humanos, que a veces prefieren milagros ostentosos, sino
ciertamente por Dios, a saber, la conversión de los pecadores. En tales
milagros, en vez de aparecer como un poder sobrenatural, se muestra como le
gusta más mostrarse, como un padre tiernamente misericordioso.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 26, 1-2
El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? El Señor es la
defensa de mi vida, ¿quién me hará temblar? Cuando me asaltan mis enemigos,
tropiezan y caen.
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos,
te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor,
Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que
quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del
mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre,
ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú
Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
ORACIÓN COLECTA
Señor, Dios, de quien todo bien procede, escucha nuestras súplicas y
concédenos que comprendiendo, por inspiración tuya, lo que es recto, eso mismo,
bajo tu guía lo hagamos realidad. Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Yo quiero amor y no sacrificios.
Del libro del profeta Oseas 6, 3-6
Esforcémonos por conocer al Señor; y su juicio surge como la luz;
bajará sobre nosotros como lluvia temprana, como lluvia de primavera que empapa
la tierra.
"¿Qué voy a hacer contigo, Efraín? ¿Qué voy a hacer contigo, Judá?
El amor de ustedes es como nube mañanera, como rocío matinal que se evapora.
Por eso los he azotado por medio de los profetas y les he dado muerte con mis
palabras. Porque yo quiero amor y no sacrificios, conocimiento de Dios, más que
holocaustos", Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 49,1 y 8,12-13.14-15.
R/. Dios salva al que cumple su voluntad.
Habla el Dios de los dioses, el Señor, y convoca a cuantos moran en la
tierra del oriente al poniente: "No voy a reclamarte sacrificios, pues
ante mí están siempre tus ofrendas. R/.
Si yo estuviera hambriento, nunca iría a decírtelo a ti, pues todo es
mío. ¿O acaso yo como carne de toros y bebo sangre de cabritos? R/.
Mejor ofrece a Dios tu gratitud y cumple tus promesas al Altísimo, pues
yo te libraré cuando me invoques y tú me darás gloria, agradecido". R/.
SEGUNDA LECTURA
Su fe se robusteció y dio con ello gloria a Dios.
De la carta del apóstol san Pablo a los romanos 4, 18-25
Hermanos: Abraham, esperando contra toda esperanza, creyó que habría de
ser padre de muchos pueblos, conforme a lo que Dios le había prometido: Así de
numerosa será tu descendencia.
Y su fe no se debilitó a pesar de que a la edad de casi cien años, su
cuerpo ya no tenía vigor, y además, Sara, su esposa, no podía tener hijos. Ante
la firme promesa de Dios no dudó ni tuvo desconfianza, antes bien su fe se
fortaleció y dio con ello gloria a Dios, convencido de que él es poderoso para
cumplir lo que promete. Por eso, Dios le acreditó esta fe como justicia.
Ahora bien, no sólo por él está escrito que "se le acreditó",
sino también por nosotros, a quienes se nos acreditará, si creemos en aquel que
resucitó de entre los muertos, en nuestro Señor Jesucristo, que fue entregado a
la muerte por nuestros pecados y resucitó para nuestra justificación. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Lc 4, 18
R/. Aleluya, aleluya.
El Señor me ha enviado para llevar a los pobres la buena nueva y
anunciar la liberación a los cautivos. R/.
EVANGELIO
No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores.
Del santo Evangelio según san Mateo 9, 9-13
En aquel tiempo, Jesús vio a un hombre llamado Mateo, sentado a su mesa
de recaudador de impuestos, y le dijo: "Sígueme". Él se levantó y lo
siguió.
Después, cuando estaba a la mesa en casa de Mateo, muchos publicanos y
pecadores se sentaron también a comer con Jesús y sus discípulos. Viendo esto,
los fariseos preguntaron a los discípulos: "¿Por qué su Maestro come con
publicanos y pecadores?". Jesús los oyó y les dijo: "No son los sanos
los que necesitan de médico, sino los enfermos. Vayan, pues, y aprendan lo que
significa: Yo quiero misericordia y no sacrificios. Yo no he venido a llamar a
los justos, sino a los pecadores". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor
Jesús.
PROFESIÓN DE FE
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la
tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo,
Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios,
Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la
misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los
hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo
se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue
crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al
tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha
del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su
reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que
procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma
adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es
una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el
perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del
mundo futuro.
Amén.
PLEGARIA UNIVERSAL
Dirijamos, hermanos, nuestra oración a Dios Padre misericordioso, con
aquella confianza filial que el Espíritu de Cristo ha infundido en nuestros
corazones:
Por el santo Padre, el Papa N., para que Dios, que lo eligió como
obispo de toda la Iglesia, le conceda una vida larga y feliz y lo asista en la
misión de gobernar el pueblo santo de Dios, roguemos al Señor.
Por nuestra patria y por sus gobernantes, por todas las naciones y sus
responsables: para que Dios les inspire pensamientos y decisiones encaminados a
una paz verdadera, roguemos al Señor.
Por los que están en camino de conversión, por los que se preparan a
recibir el bautismo o preparan el bautismo de sus hijos: para que Dios, nuestro
Señor, les abra en sus sacramentos las puertas de su misericordia e introduzca
a los nuevos hijos de la Iglesia en la vida nueva de Cristo Jesús, roguemos al
Señor.
Por nuestros familiares y amigos enfermos, para que Dios, nuestro
Señor, escuche sus súplicas, realice sus deseos y haga que, en su tribulación,
experimenten el gozo de la misericordia divina, roguemos al Señor.
Padre santo, que quieres misericordia y no sacrificios y acoges a los
pecadores en tu mesa, escucha nuestras oraciones y haz que nuestra vida,
transformada por a fuerza de tu amor, nos lleve a una total entrega a ti y a
todos nuestros hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Mira, Señor, con bondad nuestro servicio para que esta ofrenda se
convierta para ti en don aceptable y para nosotros, en aumento de nuestra
caridad.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
El Misterio Pascual y el Pueblo de Dios
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación
darte gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios
todopoderoso y eterno, por Cristo Señor nuestro. Quien, por su Misterio
Pascual, realizó la obra maravillosa de llamamos de la esclavitud del pecado y
de la muerte al honor de ser estirpe elegida, sacerdocio real, nación
consagrada, pueblo de tu propiedad, para que, trasladados por ti de las
tinieblas a tu luz admirable, proclamemos ante el mundo tus maravillas. Por eso
con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos
sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 17, 3
Señor, tú eres mi fortaleza, mi refugio, mi liberación y mi ayuda. Tú
eres mi Dios.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que la virtud medicinal de este sacramento nos cure por tu
bondad de nuestras maldades y nos haga avanzar por el camino recto. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
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