SOLEMNIDAD DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD Domingo 4 de junio 2023

LA BELLEZA DE LA TRINIDAD
Éx 34, 4-6. 8-9; Dn 3; 2 Cor 13,11-13; Jn 3, 16-18
Las lecturas nos presentan algunas de las expresiones más explicitas
sobre la Trinidad en las Escrituras. Probablemente por esto también se
encuentran entre sus palabras más bellas. En Éxodo escuchamos al Señor, en
medio de la renovación de la alianza con su pueblo, describiéndose en términos
de una hermosura inolvidable como un Dios de misericordia y de compasión. En la
segunda lectura, San Pablo concluye su "carta de lágrimas" no con
críticas de los cristianos tercos de Corinto, sino con una fórmula litúrgica
trinitaria de tanta exquisitez que sigue utilizándose hoy. Nuestra lectura del
Evangelio de Juan empieza con una frase sobre el Padre y el Hijo cuya belleza
ha hecho que sea recordada y repetida por medio de tantos siglos. Parece que
los autores bíblicos no pudieron escribir sobre la Trinidad sin caer en una
especie de éxtasis estético.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Bendito sea Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, porque ha tenido
misericordia con nosotros.
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos,
te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor,
Hijo único, Jesucristo; Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado
del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende
nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de
nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo,
Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
ORACIÓN COLECTA
Dios Padre, que al enviar al mundo la Palabra de verdad y el Espíritu
santificador, revelaste a todos los hombres tu misterio admirable, concédenos
que, profesando la fe verdadera, reconozcamos la gloria de la eterna Trinidad y
adoremos la Unidad de su majestad omnipotente. Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Yo soy el Señor, el Señor Dios, compasivo y clemente.
Del libro del Éxodo: 34, 4-6. 8-9
En aquellos días, Moisés subió de madrugada al monte Sinaí, llevando en
la mano las dos tablas de piedra, como le había mandado el Señor. El Señor
descendió en una nube y se le hizo presente. Moisés pronunció entonces el
nombre del Señor, y el Señor, pasando delante de él, proclamó: "Yo soy el
Señor, el Señor Dios, compasivo y clemente, paciente, misericordioso y
fiel".
Al instante, Moisés se postró en tierra y lo adoró, diciendo: "Si
de veras he hallado gracia a tus ojos, dígnate venir ahora con nosotros, aunque
este pueblo sea de cabeza dura; perdona nuestras iniquidades y pecados, y
tómanos como cosa tuya". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Daniel 3, 52. 53. 54. 55. 56.
R/. Bendito seas para siempre, Señor.
Bendito seas, Señor, Dios de nuestros padres. Bendito sea tu nombre
santo y glorioso. R/.
Bendito seas en el templo santo y glorioso. Bendito seas en el trono de
tu reino. R/.
Bendito eres tú, Señor, que penetras con tu mirada los abismos y te
sientas en un trono rodeado de querubines. Bendito seas, Señor, en la bóveda
del cielo. R/.
SEGUNDA LECTURA
Que la gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre y la comunión
del Espíritu Santo estén siempre con ustedes.
De la segunda carta del apóstol san Pablo a los corintios: 13,11-13
Hermanos: Estén alegres, trabajen por su perfección, anímense
mutuamente, vivan en paz y armonía. Y el Dios del amor y de la paz estará con
ustedes. Salúdense los unos a los otros con el saludo de paz. Los saludan todos
los fieles. La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre y la
comunión del Espíritu Santo estén siempre con ustedes. Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Apoc 1, 8
R/. Aleluya, aleluya.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Al Dios que es, que era
y que vendrá. R/.
EVANGELIO
Dios envió a su Hijo al mundo para que el mundo se salvara por él.
Del santo Evangelio según san Juan: 3, 16-18
"Tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único, para que
todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no
envió a su Hijo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salvara por
él. El que cree en él no será condenado; pero el que no cree ya está condenado,
por no haber creído en el Hijo único de Dios". Palabra del Señor. Gloria a
ti, Señor Jesús.
PROFESIÓN DE FE
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la
tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo,
Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios,
Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la
misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los
hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo
se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue
crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al
tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha
del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su
reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que
procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma
adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es
una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el
perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del
mundo futuro.
Amén.
PLEGARIA UNIVERSAL
Oremos, hermanos, a Dios, Padre entrañable, que por Jesucristo nos ha
revelado su amor y que escucha complacido los gemidos inefables con que el
Espíritu intercede por nosotros respondiendo: Santísima Trinidad, escúchanos.
(R/. Santísima Trinidad, escúchanos.)
Para que Dios Padre, Creador todopoderoso del Universo, lleve el mundo
a su plenitud y haga nacer aquel cielo nuevo y aquella tierra nueva que nos ha
prometido, en la que la humanidad entera encontrará la felicidad y podrá
contemplar su rostro glorioso, roguemos al Señor.
Para que el Hijo Unigénito de Dios, que se hizo hombre para desposarse
con la Iglesia, infunda en ella un amor semejante al suyo, como corresponde a
su condición de esposa amada, roguemos al Señor.
Para que el Espíritu del Señor, que enriquece al mundo con sus dones,
sea padre para los pobres, consuelo para los tristes, salud para los enfermos y
fuerza para los decaídos, roguemos al Señor.
Para que los que conocemos el misterio de la vida íntima de Dios, uno
en tres Personas, tengamos celo para anunciarlo a quienes lo desconocen, a fin
de que también ellos encuentren gozo y descanso en Dios, que se nos ha revelado
como Padre, Hijo y Espíritu Santo, roguemos al Señor.
Padre fiel y misericordioso, que enviaste al mundo a tu Hijo Unigénito
y quisiste que tu Espíritu fuera para nosotros principio de vida, constructor
de unidad y fuente de amor, escucha nuestras oraciones, fortalece nuestra fe e
inspíranos sentimientos de paz y de esperanza para que, reunidos en la comunión
de tu Iglesia, bendigamos siempre tu nombre glorioso y santo. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Por la invocación de tu nombre, santifica, Señor, estos dones que te
presentamos y transfórmanos por ellos en una continua oblación a ti. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO: El misterio de la Santísima Trinidad.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte
gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y
eterno. Que con tu Hijo único y el Espíritu Santo, eres un solo Dios, un solo
Señor, no en la singularidad de una sola persona, sino en la trinidad de una
sola sustancia. Y lo que creemos de tu gloria, porque tú lo revelaste, eso
mismo lo afirmamos de tu Hijo y también del Espíritu Santo, sin diferencia ni
distinción. De modo que al proclamar nuestra fe en la verdadera y eterna
divinidad, adoramos a tres personas distintas, en la unidad de un solo ser e
iguales en su majestad. A quien alaban los ángeles y los arcángeles, y todos
los coros celestiales, que no cesan de aclamarte con una sola voz: Santo,
Santo, Santo ...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Gál 4, 6 2
Porque ustedes son hijos de Dios, Dios infundió en sus corazones el
Espíritu de su Hijo, que clama: Abbá, Padre.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que la recepción de este sacramento y nuestra profesión de fe en la
Trinidad santa y eterna, y en su Unidad indivisible, nos aprovechen, Señor,
Dios nuestro, para la salvación de cuerpo y alma. Por Jesucristo, nuestro
Señor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario