DOMINGO XXIX DEL TIEMPO ORDINARIO O DOMINGO MUNDIAL DE LAS MISIONES Domingo 22 de octubre 2023

¿QUIÉN TIENE EL PODER?
Is 45,1.4-6; Sal 95; 1 Tes 1,1-5; Mt 22,15-21
Isaías proclama que Dios ha escogido al rey Persa,
Ciro el Grande (ca. 600 530 a. C.), para regresar a los exiliados judíos a su
tierra. Pero no hay duda de que es Dios quién tiene todo el poder porque, como
afirma, "yo soy el Señor, y no hay otro" (vv. 5-6). En nuestro
Evangelio, ¿está cambiando esta posición Jesús? El Señor toma una moneda, quizá
un denario con la imagen del emperador Tiberio (42 a. C. 37 d. C.), y dice que
"devuelvan al César lo que es del César" (v. 21). ¿Está diciendo
Jesús que hay una parte de la realidad donde Dios no tiene poder y donde César
sí lo tiene? La respuesta es precisamente el contrario. Jesús advierte que no
existe "lo que es de César" porque todo es de Dios, quien tiene todo
el poder.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 16, 6. 8
Te invoco, Dios mío, porque tú me respondes;
inclina tu oído y escucha mis palabras. Cuídame, Señor, como a la niña de tus
ojos y cúbreme bajo la sombra de tus alas.
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a
quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te
adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios
Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios,
Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú
que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a
la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo
tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de
Dios Padre.
Amén.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, haz que nuestra
voluntad sea siempre dócil a la tuya y que te sirvamos con un corazón sincero.
Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
El Señor tomó de la mano a Ciro para someter ante
él a las naciones.
Del libro del profeta Isaías: 45, 1. 4-6
Así habló el Señor a Ciro, su ungido, a quien ha
tomado de la mano para someter ante él a las naciones y desbaratar la potencia
de los reyes, para abrir ante él los portones y que no quede nada cerrado:
"Por amor a Jacob, mi siervo, y a Israel, mi escogido, te llamé por tu
nombre y te di un título de honor, aunque tú no me conocieras.
Yo soy el Señor y no hay otro; fuera de mí no hay
Dios. Te hago poderoso, aunque tú no me conoces, para que todos sepan, de
oriente a occidente, que no hay otro Dios fuera de mí. Yo soy el Señor y no hay
otro". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 95,1 y 3.4-5. 7-8. 9-10a y c.
R/. Cantemos la grandeza del Señor.
Cantemos al Señor un canto nuevo, que le cante al
Señor toda la tierra. Su grandeza anunciemos a los pueblos; de nación en nación
sus maravillas. R/.
Cantemos al Señor, porque él es grande, más digno
de alabanza y más tremendo que todos los dioses paganos, que ni existen; ha
sido el Señor quien hizo el cielo. R/.
Alaben al Señor, pueblos del orbe, reconozcan su
gloria y su poder y tribútenle honores a su nombre. Ofrézcanle en sus atrios
sacrificios. R/.
Caigamos en su templo de rodillas. Tiemblen ante el
Señor los atrevidos. "Reina el Señor", digamos a los pueblos. Él
gobierna a las naciones con justicia. R/.
SEGUNDA LECTURA
Recordamos la fe, la esperanza y el amor de
ustedes.
De la primera carta del apóstol san Pablo a los
tesalonicenses: 1, 1-5
Pablo, Silvano y Timoteo deseamos la gracia y la
paz a la comunidad cristiana de los tesalonicenses, congregada por Dios Padre y
por Jesucristo, el Señor.
En todo momento damos gracias a Dios por ustedes y
los tenemos presentes en nuestras oraciones. Ante Dios, nuestro Padre,
recordamos sin cesar las obras que manifiestan la fe de ustedes, los trabajos
fatigosos que ha emprendido su amor y la perseverancia que les da su esperanza
en Jesucristo, nuestro Señor.
Nunca perdemos de vista, hermanos muy amados de
Dios, que él es quien los ha elegido. En efecto, nuestra predicación del
Evangelio entre ustedes no se llevó a cabo sólo con palabras, sino también con
la fuerza del Espíritu Santo, que produjo en ustedes abundantes frutos. Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor.
O bien:
* DOMUND
SEGUNDA LECTURA (Lecc. III, n. 586, p. 727)
Se ha revelado actualmente el misterio de Cristo,
que consiste en que los paganos son partícipes de la misma promesa.
De la carta del apóstol san Pablo a los efesios:
3,2-12
Hermanos: Han oído hablar de la distribución de la
gracia de Dios, que se me ha confiado en favor de ustedes. Por revelación se me
dio a conocer este designio secreto que acabo de exponerles brevemente. Y al
leer esto, podrán darse cuenta del conocimiento que tengo del designio secreto
de Dios realizado en Cristo.
Este es un designio que no había sido manifestado a
los hombres en otros tiempos, pero que ha sido revelado ahora por el Espíritu a
sus santos apóstoles y profetas: es decir, que por el Evangelio, también los
paganos son coherederos de la misma herencia, miembros del mismo cuerpo y
partícipes de la misma promesa en Jesucristo. Y yo he sido constituido servidor
de este Evangelio por un don gratuito de Dios, que me ha sido concedido con
toda la eficacia de su poder.
A mí, el más insignificante de todos los fieles, se
me ha dado la gracia de anunciar a los paganos la incalculable riqueza que hay
en Cristo, y dar a conocer a todos cómo va cumpliéndose este designio de
salvación, oculto desde el principio de los siglos en Dios, creador de todo.
Él lo dispuso así, para que la multiforme sabiduría
de Dios sea dada a conocer ahora, por medio de la Iglesia, a los espíritus
celestiales, según el designio eterno realizado en Cristo Jesús, nuestro Señor,
por quien podemos acercarnos libre y confiadamente a Dios, por medio de la fe
en Cristo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Flp 2, 15. 16
R/. Aleluya, aleluya.
Iluminen al mundo con la luz del Evangelio
reflejada en su vida. R/.
EVANGELIO
Den al César lo que es del César y a Dios lo que es
de Dios.
Del santo Evangelio según san Mateo: 22,15-21
En aquel tiempo, se reunieron los fariseos para ver
la manera de hacer caer a Jesús, con preguntas insidiosas, en algo de que
pudieran acusarlo.
Le enviaron, pues, a algunos de sus secuaces, junto
con algunos del partido de Herodes, para que le dijeran: "Maestro, sabemos
que eres sincero y enseñas con verdad el camino de Dios, y que nada te arredra,
porque no buscas el favor de nadie.
Dinos, pues, qué piensas: ¿Es lícito o no pagar el
tributo al César?". Conociendo Jesús la malicia de sus intenciones, les
contestó: "Hipócritas, ¿por qué tratan de sorprenderme? Enséñenme la
moneda del tributo". Ellos le presentaron una moneda. Jesús les preguntó:
"¿De quién es esta imagen y esta inscripción?".
Le respondieron: "Del César". Y Jesús
concluyó: "Den, pues, al César lo que es del César, y a Dios lo que es de
Dios". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
PROFESIÓN DE FE
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador
del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo
Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los
siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado,
no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por
nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del
Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra
causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y
resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado
a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y
muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de
vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una
misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que
es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el
perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del
mundo futuro.
Amén.
PLEGARIA UNIVERSAL (DOMUND)
Oremos hermanos, a Dios Padre, por medio de
Jesucristo, su Hijo, que se entregó por la salvación de todos, pidámosle: Te
rogamos, Señor. (R/. Te rogamos, Señor.)
Para que el Espíritu Santo fortalezca a los obispos
y a los presbíteros de los países de misiones y los asista de manera que
conduzcan sus jóvenes Iglesias hacia una verdadera madurez cristiana, roguemos
al Señor.
Para que el Señor infunda su Espíritu Santo en los
misioneros y haga que su apostolado y su testimonio sean verdaderamente
evangélicos y no de sabiduría únicamente humana, roguemos al Señor.
Para que los cristianos que viven en países de
misiones den un testimonio verdadero de amor a Jesucristo, se sientan ricos por
el conocimiento del Evangelio y no se avergüencen nunca de su pobreza humana,
roguemos al Señor.
Para que nosotros y los miembros de nuestras
comunidades consideremos como parte integrante de nuestra fe la solicitud
apostólica de transmitir la luz y la alegría del Evangelio al mundo no
cristiano, roguemos al Señor.
Señor Jesucristo, que sabes lo que hay en el
interior de cada hombre y amas a todos, porque por todos te has entregado,
escucha nuestra oración y haz que sean muchos los que tengan un amor tan grande
que estén dispuestos, como tú, a entregar la propia vida por los hermanos y
para anunciarles el Evangelio el Evangelio de salvación.
Tú, que vives y reinas por los siglos de los
siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor, el don de poderte servir con
libertad de espíritu, para que, por la acción purificadora de tu gracia, los
mismos misterios que celebremos nos limpien de toda culpa. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
PREFACIO
El misterio de nuestra salvación en Cristo
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y
salvación darte gracias, Padre santo, siempre y en todo lugar, por Jesucristo,
tu Hijo amado. Por Él que es tu Palabra, hiciste todas las cosas; tú nos lo
enviaste para que, hecho hombre por obra del Espíritu Santo y nacido de María,
la Virgen, fuera nuestro Salvador y Redentor. Él, en cumplimiento de tu
voluntad, para destruir la muerte y manifestar la resurrección, extendió sus
brazos en la cruz y así adquirió para ti un pueblo santo. Por eso, con los
ángeles y los santos, proclamamos tu gloria, diciendo:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna
en el cielo.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 32, 18-19
Los ojos del Señor están puestos en sus hijos, en
los que esperan en su misericordia; para librarlos de la muerte, y reanimarlos
en tiempo de hambre.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te rogamos, Señor, que la frecuente recepción de
estos dones celestiales produzca fruto en nosotros y nos ayude a aprovechar los
bienes temporales y alcanzar con sabiduría los eternos. Por Jesucristo, nuestro
Señor.
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