DOMINGO XXVIII DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo A Domingo 15 de octubre 2023
¿A QUIÉN NO LE GUSTA FESTEJAR?
Is 25, 6-l0; Sal 22; Flp 4, 12-14.19-20; Mt 22,
1-14
¿A quién no le gusta una fiesta? ¿A quién no le
encanta comer bien, beber bien, platicar con buenos amigos y celebrar con
alegría? Es una pregunta que Jesús quiso suscitar en las mentes de los que
escucharon su parábola. Evidentemente esperó la repuesta de que a nadie le
disgusta. Así mismo, pensando en el uso del banquete como una metáfora para el reino
de Dios, que era bien conocido desde los días de Isaías en nuestra primera
lectura, esperaba que a nadie le disgustara ser invitado al del Reino de Dios,
que es el banquete más abundante, más rico y más alegre de todos. Sin embargo,
en el Evangelio vemos que a muchos, debido a su orgullo o su afán de dinero u
otras razones insanas, les disgusta tal invitación. Así somos los seres
humanos, enemigos de nosotros mismos.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 129, 3-4
Si conservaras el recuerdo de nuestras faltas,
Señor, ¿quién podría resistir? Pero tú, Dios de Israel, eres Dios de perdón.
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a
quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te
adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios
Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios,
Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú
que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a
la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo
tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de
Dios Padre.
Amén.
ORACIÓN COLECTA
Te pedimos, Señor, que tu gracia continuamente nos
disponga y nos acompañe, de manera que estemos siempre dispuestos a obrar el
bien. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
El Señor preparará un banquete y enjugará las
lágrimas de todos los rostros.
Del libro del profeta Isaías: 25, 6-10
En aquel día, el Señor del universo preparará sobre
este monte un festín con platillos suculentos para todos los pueblos; un
banquete con vinos exquisitos y manjares sustanciosos. Él arrancará en este
monte el velo que cubre el rostro de todos los pueblos, el paño que oscurece a
todas las naciones. Destruirá la muerte para siempre; el Señor Dios enjugará
las lágrimas de todos los rostros y borrará de toda la tierra la afrenta de su
pueblo. Así lo ha dicho el Señor.
En aquel día se dirá: "Aquí está nuestro Dios,
de quien esperábamos que nos salvara. Alegrémonos y gocemos con la salvación
que nos trae, porque la mano del Señor reposará en este monte". Palabra de
Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 22, 1-3a. 3b-4. 5, 6.
R/. Habitaré en la casa del Señor toda la vida.
El Señor es mi pastor, nada me falta; en verdes
praderas me hace reposar y hacia fuentes tranquilas me conduce para reparar mis
fuerzas. R/.
Por ser un Dios fiel a sus promesas, me guía por el
sendero recto; así, aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú
estás conmigo. Tu vara y tu cayado me dan seguridad. R/.
Tú mismo me preparas la mesa, a despecho de mis
adversarios; me unges la cabeza con perfume y llenas mi copa hasta los bordes.
R/.
Tu bondad y tu misericordia me acompañarán todos
los días de mi vida; y viviré en la casa del Señor por años sin término. R/.
SEGUNDA LECTURA
Todo lo puedo unido a aquel que me da fuerza.
De la carta del apóstol san Pablo a los filipenses:
4, 12 14.19-20
Hermanos: Yo sé lo que es vivir en pobreza y
también lo que es tener de sobra. Estoy acostumbrado a todo: lo mismo a comer
bien que a pasar hambre; lo mismo a la abundancia que a la escasez. Todo lo
puedo unido a aquel que me da fuerza.
Sin embargo, han hecho ustedes bien en socorrerme
cuando me vi en dificultades. Mi Dios, por su parte, con su infinita riqueza,
remediará con esplendidez todas las necesidades de ustedes, por medio de Cristo
Jesús. Gloria a Dios, nuestro Padre, por los siglos de los siglos. Amén.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Ef 1, 17-18
R/. Aleluya, aleluya.
Que el Padre de nuestro Señor Jesucristo ilumine
nuestras mentes, para que podamos comprender cuál es la esperanza que nos da su
llamamiento. R/.
EVANGELIO
Conviden al banquete de bodas a todos los que
encuentren.
Del santo Evangelio según san Mateo: 22, 1-14
En aquel tiempo, volvió Jesús a hablar en parábolas
a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo, diciendo: "El Reino de
los cielos es semejante a un rey que preparó un banquete de bodas para su hijo.
Mandó a sus criados que llamaran a los invitados, pero éstos no quisieron ir.
Envió de nuevo a otros criados que les dijeran:
'Tengo preparado el banquete; he hecho matar mis terneras y los otros animales
gordos; todo está listo. Vengan a la boda'. Pero los invitados no hicieron
caso. Uno se fue a su campo, otro a su negocio y los demás se les echaron
encima a los criados, los insultaron y los mataron.
Entonces el rey se llenó de cólera y mandó sus
tropas, que dieron muerte a aquellos asesinos y prendieron fuego a la ciudad.
Luego les dijo a sus criados: 'La boda está
preparada; pero los que habían sido invitados no fueron dignos. Salgan, pues, a
los cruces de los caminos y conviden al banquete de bodas a todos los que
encuentren'. Los criados salieron a los caminos y reunieron a todos los que
encontraron, malos y buenos, y la sala del banquete se llenó de convidados.
Cuando el rey entró a saludar a los convidados, vio
entre ellos a un hombre que no iba vestido con traje de fiesta y le preguntó:
'Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin traje de fiesta?'. Aquel hombre se quedó
callado. Entonces el rey dijo a los criados: 'Atenlo de pies y manos y
arrójenlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y la desesperación'.
Porque muchos son los llamados y pocos los escogidos". Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
PROFESIÓN DE FE
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador
del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo
Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los
siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado,
no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por
nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del
Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra
causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y
resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado
a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y
muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de
vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una
misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que
es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el
perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del
mundo futuro.
Amén.
PLEGARIA UNIVERSAL
Llenos de confianza en el Señor, oremos, hermanos,
por todos los hombres y por todas sus necesidades y digamos confiadamente: Te
rogamos, Señor. (R/. Te rogamos, Señor.)
Para que Dios conceda el espíritu de paciencia y de
caridad a los cristianos perseguidos por su nombre y los ayude a ser testigos
fieles y verídicos de su Evangelio, roguemos al Señor.
Para que Dios conceda prudencia a los gobernantes y
honradez a todos los súbditos, a fin de que se mantengan la armonía y la
justicia en la sociedad, roguemos al Señor.
Para que el Señor, el único que puede hacer
prosperar el trabajo del hombre, bendiga los esfuerzos de los trabajadores y
haga que la tierra dé frutos abundantes para todos, roguemos al Señor.
Para que Dios no permita que en la hora de nuestra
muerte, desesperados y sin acordarnos de él, nos sintamos como arrancados de
este mundo, sino que, confiados y con una gran paz, lleguemos a la vida feliz y
eterna, roguemos al Señor.
Dios nuestro, que invitas a todos los hombres al
banquete de tu Hijo, escucha nuestras súplicas y concédenos la sabiduría de tu
Espíritu, para que sepamos discernir y anunciar la esperanza a la que estamos
llamados y la gloria que nos tienes reservada en la mesa del reino de tu Hijo,
que vive y reina por los siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, las súplicas de tus fieles junto con
estas ofrendas que te presentamos, para que, lo que celebramos con devoción, nos
lleve a alcanzar la gloria del cielo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
El Misterio Pascual y el Pueblo de Dios
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y
fuente de salvación darte gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Señor, Padre
santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo Señor nuestro. Quien, por su
Misterio Pascual, realizó la obra maravillosa de llamamos de la esclavitud del
pecado y de la muerte al honor de ser estirpe elegida, sacerdocio real, nación
consagrada, pueblo de tu propiedad, para que, trasladados por ti de las
tinieblas a tu luz admirable, proclamemos ante el mundo tus maravillas. Por eso
con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos
sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna
en el cielo.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 33, 11
Los ricos se empobrecen y pasan hambre; los que
buscan al Señor, no carecen de nada.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios nuestro, te pedimos que así como nos nutres
con el sagrado alimento del Cuerpo y de la Sangre de tu Hijo, nos hagas
participar de la naturaleza divina.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
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