DOMINGO XXXIII DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo A VII Jornada Mundial de los Pobres Domingo 19 de noviembre 2023

"No apartes tu rostro del pobre" (Tb 4, 7) MR, p. 447 (443) /
Lecc. II, p. 88
LA FE CRISTIANA ES UN DON Y TAMBIÉN UN DEBER
Prov 31.10-13.19-20. 30-31; Sal 127; 1 Tes 51-6; Mt 25, 14-30
En las últimas semanas del año litúrgico, se nos recuerda que cada uno
es llamado a vivir una existencia cristiana que, al llegar a su fin inevitable,
pueda ser juzgada como fructífera. La primera lectura, que quizá pareciera una
visión ya anticuada de la mujer, en cambio, está focalizada precisamente en
esta llamada, porque termina resaltando los frutos que la sabia ha producido:
"¡Que toda la ciudad la alabe por lo que ha hecho!" (v. 31) La
parábola de los talentos, que constituye nuestro Evangelio de hoy y es la
última parábola que pronuncia Jesús en el Evangelio de Mateo, alaba a los
servidores que dan mucho fruto: "muy bien, servidor fiel" (vv. 21 y
23). Dios nos ha dada nuestra fe no sólo como un don sino también como un
deber, el de dar mucho fruto para el mundo.
ANTÍFONA DE ENTRADA Jr 29, 11. 12. 14
Yo tengo designios de paz, no de aflicción, dice el Señor. Ustedes me
invocarán y yo los escucharé y los libraré de la esclavitud donde quiera que se
encuentren.
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos,
te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor,
Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que
quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del
mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre,
ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú
Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Señor, Dios nuestro, alegrarnos siempre en tu servicio
porque la profunda y verdadera alegría está en servirte siempre a ti, autor de
todo bien. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Trabaja con sus hábiles manos.
Del libro de los Proverbios: 31, 10-13.19-20. 30-31
Dichoso el hombre que encuentra una mujer hacendosa: muy superior a las
perlas es su valor.
Su marido confía en ella y, con su ayuda, él se enriquecerá; todos los
días de su vida le procurará bienes y no males.
Adquiere lana y lino y los trabaja con sus hábiles manos.
Sabe manejar la rueca y con sus dedos mueve el huso; abre sus manos al
pobre y las tiende al desvalido.
Son engañosos los encantos y vana la hermosura; merece alabanza la
mujer que teme al Señor.
Es digna de gozar del fruto de sus trabajos y de ser alabada por todos.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 127, 1-2. 3. 4-5.
R/. Dichoso el que teme al Señor.
Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos: comerá del fruto de
su trabajo, será dichoso, le irá bien. R/.
Su mujer como vid fecunda, en medio de su casa; sus hijos, como
renuevos de olivo, alrededor de su mesa. R/.
Esta es la bendición del hombre que teme al Señor: "Que el Señor
te bendiga desde Sión, que veas la prosperidad de Jerusalén, todos los días de
tu vida". R/.
SEGUNDA LECTURA
Que el día del Señor no los sorprenda como un ladrón.
De la primera carta del apóstol san Pablo a los tesalonicenses: 5, 1-6
Hermanos: Por lo que se refiere al tiempo y a las circunstancias de la
venida del Señor, no necesitan que les escribamos nada, puesto que ustedes
saben perfectamente que el día del Señor llegará como un ladrón en la noche.
Cuando la gente esté diciendo: "¡Qué paz y qué seguridad tenemos!",
de repente vendrá sobre ellos la catástrofe, como de repente le vienen a la
mujer encinta los dolores del parto, y no podrán escapar.
Pero a ustedes, hermanos, ese día no los tomará por sorpresa, como un
ladrón, porque ustedes no viven en tinieblas, sino que son hijos de la luz y
del día, no de la noche y las tinieblas.
Por lo tanto, no vivamos dormidos, como los malos; antes bien,
mantengámonos despiertos y vivamos sobriamente. Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 15, 4. 5
R/. Aleluya, aleluya.
Permanezcan en mí y yo en ustedes, dice el Señor; el que permanece en
mí da fruto abundante. R/.
EVANGELIO
Porque has sido fiel en cosas de poco valor. entra a tomar parte en la
alegría de tu señor.
Del santo Evangelio según san Mateo: 25, 14-30
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos esta parábola: "El
Reino de los cielos se parece también a un hombre que iba a salir de viaje a
tierras lejanas; llamó a sus servidores de confianza y les encargó sus bienes.
A uno le dio cinco millones; a otro, dos; y a un tercero, uno, según la
capacidad de cada uno, y luego se fue.
El que recibió cinco millones fue enseguida a negociar con ellos y ganó
otros cinco. El que recibió dos hizo lo mismo y ganó otros dos. En cambio, el
que recibió un millón hizo un hoyo en la tierra y allí escondió el dinero de su
señor. Después de mucho tiempo regresó aquel hombre y llamó a cuentas a sus
servidores. Se acercó el que había recibido cinco millones y le presentó otros
cinco, diciendo: 'Señor, cinco millones me dejaste; aquí tienes otros cinco,
que con ellos he ganado'. Su señor le dijo: 'Te felicito, siervo bueno y fiel.
Puesto que has sido fiel en cosas de poco valor, te confiaré cosas de mucho
valor. Entra a tomar parte en la alegría de tu señor'.
Se acercó luego el que había recibido dos millones y le dijo: 'Señor,
dos millones me dejaste; aquí tienes otros dos, que con ellos he ganado'. Su
señor le dijo: 'Te felicito, siervo bueno y fiel. Puesto que has sido fiel en
cosas de poco valor, te confiaré cosas de mucho valor. Entra a tomar parte en
la alegría de tu señor'.
Finalmente, se acercó el que había recibido un millón y le dijo:
'Señor, yo sabía que eres un hombre duro, que quieres cosechar lo que no has
plantado y recoger lo que no has sembrado. Por eso tuve miedo y fui a esconder
tu millón bajo tierra. Aquí tienes lo tuyo'.
El señor le respondió: 'Siervo malo y perezoso. Sabías que cosecho lo
que no he plantado y recojo lo que no he sembrado. ¿Por qué, entonces, no
pusiste mi dinero en el banco para que, a mi regreso, lo recibiera yo con
intereses? Quítenle el millón y dénselo al que tiene diez. Pues al que tiene se
le dará y le sobrará; pero al que tiene poco, se le quitará aun eso poco que
tiene. Y a este hombre inútil, échenlo fuera, a las tinieblas. Allí será el
llanto y la desesperación' ". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
PROFECIÓN DE FE
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la
tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo,
Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios,
Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la
misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los
hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo
se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue
crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al
tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha
del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino
no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede
del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y
gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa,
católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los
pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
PLEGARIA UNIVERSAL
Pidamos, hermanos, al Señor que escuche nuestras súplicas y acoja con
bondad nuestras peticiones, digamos con fe y devoción: Te rogamos, Señor. (R/.
Te rogamos, Señor.)
Para que el Señor, el único que puede inspirar y llevar a término los
buenos propósitos, multiplique el número de fieles que, abandonando todas las
cosas, se consagren exclusivamente a él en la vida religiosa, roguemos al
Señor.
Para que Dios, al que han de servir los poderes humanos, conceda a los
jefes de las naciones, buscar la voluntad divina, temer a Dios en el
cumplimiento de su misión y acertar en sus decisiones, roguemos al Señor.
Para que Dios, que ha creado los alimentos para los seres vivos, mire
con misericordia a las creaturas que en distintos lugares pasan hambre y les
conceda el alimento necesario, roguemos al Señor.
Para que el Señor, que nos ha dado el mandamiento nuevo del amor, nos
dé fuerza para amar a nuestros enemigos y para cumplir su precepto de devolver
bien por mal, roguemos al Señor.
Dios nuestro, que has confiado al hombre los bienes de la creación y de
la gracia, escucha nuestras oraciones y haz que nuestro trabajo multiplique los
dones que tu providencia ha puesto a nuestra disposición; que siempre estemos
atentos y en vela, mientras esperamos el regreso de tu Hijo, de manera que
podamos alegrarnos de que en el último día nos llame servidores fieles y
cumplidores, buenos y de toda confianza, y entremos así en el gozo de tu reino.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor, que estas ofrendas que ponemos bajo tu mirada nos
obtengan la gracia de vivir entregados a tu servicio y nos alcancen, en
recompensa, la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 72, 28
Mi felicidad consiste en estar cerca de Dios y en poner sólo en él mis
esperanzas.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Al recibir, Señor, el don de estos sagrados misterios, te suplicamos
humildemente que lo que tu Hijo nos mandó celebrar en memoria suya, nos
aproveche para crecer en nuestra caridad fraterna. Por Jesucristo, nuestro
Señor.
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