DOMINGO VI DE PASCUA CICLO B Domingo 5 de mayo 2024

EL AMOR Y LA UNIDAD
Hech l0, 25-26.34-35.44-48; Sal 97; 1 Jn 4, 7-10; Jn 15, 9-17
Las lecturas de hoy continúan la meditación sobre el amor empezada hace
tres días. Hoy el énfasis se pone en la unidad que es tan central al amor que
puede entenderse como su esencia. En la primera lectura, por ejemplo, la
comunidad primitiva se da cuenta de la unidad compartida por los cristianos de
todas las culturas: como Pedro lo expresa, "en cualquier nación, el que
teme a Dios y obra con rectitud es amado por él" (v. 34). El autor de la
primera carta de Juan insiste en que no se puede tener unión con Dios si no se
tiene unión con los demás por medio del amor. En el Evangelio, Jesús revela que
la unión entre el Hijo y el Padre es el amor mismo. Es este amor la vida divina
que resucitó a Jesús de la muerte.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. 15 48, 20
Con voz de júbilo, anúncienlo; que se oiga. Que llegue a todos los
rincones de la tierra: el Señor ha liberado a su pueblo. Aleluya.
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos,
te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor,
Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que
quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del
mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre,
ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú
Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso, concédenos continuar celebrando con incansable amor
estos días de tanta alegría en honor del Señor resucitado, y que los misterios
que hemos venido conmemorando se manifiesten siempre en nuestras obras. Por
nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
El don del Espíritu Santo se ha derramado también sobre los paganos.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 10, 25-26. 34-35. 44-48
En aquel tiempo, entró Pedro en la casa del oficial Cornelio, y éste le
salió al encuentro y se postró ante él en señal de adoración. Pedro lo levantó
y le dijo: “Ponte de pie, pues soy un hombre como tú”. Luego añadió: “Ahora
caigo en la cuenta de que Dios no hace distinción de personas, sino que acepta
al que lo teme y practica la justicia, sea de la nación que fuere”. Todavía
estaba hablando Pedro, cuando el Espíritu Santo descendió sobre todos los que
estaba escuchando el mensaje. Al oírlos hablar en lenguas desconocidas y
proclamar la grandeza de Dios, los creyentes judíos que habían venido con
Pedro, se sorprendieron de que el don del Espíritu Santo se hubiera derramado
también sobre los paganos.
Entonces Pedro sacó esta conclusión: “¿Quién puede negar el agua del
bautismo a los que han recibido el Espíritu Santo lo mismo que nosotros? Y los
mandó a bautizar en el nombre de Jesucristo. Luego le rogaron que se quedara
con ellos algunos días. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 97, 1. 2-3ab. 3cd-4.
R/. El Señor nos ha mostrado su amor y su lealtad. Aleluya.
Cantemos al Señor un canto nuevo, pues ha hecho maravillas. Su diestra
y su santo brazo le han dado la victoria. R/.
El Señor ha dado a conocer su victoria y ha revelado a las naciones su
justicia. Una vez más ha demostrado Dios su amor y su lealtad a Israel. R/.
La tierra entera ha contemplado la victoria de nuestro Dios. Que todos
los pueblos y naciones aclamen con júbilo al Señor. R/.
SEGUNDA LECTURA
Dios es amor
De la primera carta del apóstol san Juan 4, 7-10
Queridos hijos: Amémonos los unos a los otros, porque el amor viene de
Dios, y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios, y todo el que no
ama, no conoce a Dios, porque Dios es amor. El amor que Dios nos tiene se ha
manifestado en que envió al mundo a su hijo unigénito, para que vivamos por Él.
El amor consiste en esto: no en nosotros hayamos amado a Dios, sino en
que Él nos amó primero y nos envió a su Hijo, como víctima de expiación por
nuestros pecados. Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 14, 23
R/. Aleluya, aleluya.
El que ama, cumplirá mi palabra, dice el Señor; y mi Padre lo amará y
vendremos a él. R/.
EVANGELIO
Nadie tiene amor más grande a sus amigos, que el que da la vida por
ellos.
Del santo Evangelio según san Juan 15, 9-17
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Como el Padre me ama,
así los amo yo. Permanezcan en mi amor. Si cumplen mis mandamientos, permanecen
en mi amor; lo mismo que yo cumplo los mandamientos de mi Padre y permanezco en
su amor. Les he dicho esto para que mí alegría esté en ustedes y su alegría sea
plena.
Éste es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros, como yo los
he amado. Nadie tiene amor más grande a sus amigos que el da la vida por ellos.
Ustedes son mis amigos, si hacen lo que yo les mando. Ya no los llamo siervos,
porque el siervo no sabe lo que hace su amo; a ustedes los llamo amigos, porque
les he dado a conocer todo lo que le oído a mi Padre.
No son ustedes los que me han elegido, soy yo quién los ha elegido y
los ha destinado para que vayan y den fruto y su fruto permanezca, de modo que
el Padre les conceda cuanto le pidan en mi nombre. Esto es lo que les mando:
que se amen los unos a los otros”. Palabra del Señor. T. Gloria a ti, Señor
Jesús.
PROFECIÓN DE FE
CREDO de los Apóstoles
Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y
gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder
de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los
infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y
está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a
juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica,
la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la
carne y la vida eterna.
Amén.
PLEGARIA UNIVERSAL
Unidos a Cristo, que intercede siempre por nosotros, elevemos,
hermanos, nuestras súplicas al Padre diciendo: Te rogamos, Señor. (R/. Te
rogamos, Señor.)
Para que el que estaba muerto y ahora vive por los siglos de los siglos
conceda a la Iglesia ser, con firmeza y valentía, testimonio perseverante de su
resurrección, roguemos al Señor.
Para que el resucitado, que dio a los apóstoles su paz, quiera
concederla también en abundancia a todos los pueblos, roguemos al Señor.
Para que el vencedor de la muerte transforme los sufrimientos de los
enfermos, de los moribundos y de todos los que sufren en aquella alegría que
nunca nadie les podrá quitar, roguemos al Señor.
Para que el que tiene las llaves de la muerte y de su reino nos conceda
celebrar un día su resurrección con los ángeles y los santos en su reino,
roguemos al Señor.
Dios nuestro, que has sido el primero en amarnos, enviándonos a tu
Hijo, para que vivamos por medio de él, escucha nuestra oración y haz que,
llenos del Espíritu Santo, aprendamos a amarnos los unos a los otros como
Cristo nos ha amado. Por Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina, inmortal y
glorioso, por los siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Suba hasta ti, Señor, nuestra oración, acompañada por estas ofrendas,
para que, purificados por tu bondad, nos dispongas para celebrar el sacramento
de tu inmenso amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
Prefacio V de Pascua
Cristo, sacerdote y víctima
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación
glorificarte siempre, Señor, pero más que nunca en este tiempo, en que Cristo
nuestra Pascua, fue inmolado. Porque El, con la oblación de su cuerpo en la
cruz, llevó a plenitudes los sacrificios de la antigua alianza, y al ofrecerse
a ti por nuestra salvación, quiso ser a un tiempo, víctima, sacerdote y altar.
Por eso, con esta efusión de gozo pascual, el mundo entero se desborda de
alegría y también los coros celestiales, los ángeles y los arcángeles, cantan
sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo. Llenos están el
cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 14, 15-16
Si me aman, cumplirán mis mandamientos, dice el Señor; y yo rogaré al
Padre, y él les dará otro Abogado, que permanecerá con ustedes para siempre.
Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios todopoderoso y eterno, que, por la resurrección de Cristo, nos has
hecho renacer a la vida eterna, multiplica en nosotros el efecto de este
sacramento pascual, e infunde en nuestros corazones el vigor que comunica este
alimento de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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