Evangelio del 7 de marzo 2025 Mateo 9, 14-15

En aquel tiempo, los discípulos de Juan fueron a ver a Jesús y le
preguntaron: "¿Por qué tus discípulos no ayunan, mientras nosotros y los
fariseos sí ayunamos?" Jesús les respondió: "¿Cómo pueden llevar luto
los amigos del esposo, mientras él está con ellos? Pero ya vendrán días en que
les quitarán al esposo, y entonces sí ayunarán".
Reflexión
El ayuno siempre ha tenido el sentido de "privación" y de
"renuncia". Veamos hoy el aspecto de la privación. Ayunar consiste,
esencialmente, en privarnos del alimento (origen de la palabra), pero en
general es referido a cualquier clase de privación. En este pasaje, Jesús busca
redimensionar esta práctica religiosa. ¿Cuál es el sentido del ayuno?
Esencialmente: hacerle espacio a Dios en nuestra vida y en nuestro
corazón. Por eso, mientras el novio (Jesús) estaba con ellos, no había
necesidad de hacerle espacio; cuando Él no está más, es necesario hacerle
espacio, para que las cosas de este mundo no terminen llenando el corazón. Dios
quiere que el corazón del hombre sea sólo para Él, pero para ello es necesario
vaciarlo de todo lo que se va llenando y que le quita espacio a Dios.
Desgraciadamente, en la Iglesia, le hemos dado al ayuno el sentido que
tenía para los discípulos de Juan y los fariseos: simplemente una práctica
religiosa. En esta Cuaresma, busquemos ayunar de las cosas que le quitan
espacio a Dios en nuestra vida para que, al llegar a la Pascua, estemos
totalmente llenos de Dios.
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