Evangelio del 15 de marzo 2025 Mateo 5, 43-48

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Han oído ustedes
que se dijo: Ama a tu prójimo y odia a tu enemigo. Yo, en cambio, les digo:
Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los odian y rueguen por los que
los persiguen y calumnian, para que sean hijos de su Padre celestial, que hace
salir su sol sobre los buenos y los malos, y manda su lluvia sobre los justos y
los injustos.
Porque, si ustedes aman a los que los aman, ¿qué recompensa merecen?
¿No hacen eso mismo los publicanos? Y si saludan tan sólo a sus hermanos, ¿qué
hacen de extraordinario? ¿No hacen eso mismo los paganos? Sean, pues, perfectos
como su Padre celestial es perfecto".
Reflexión
Al escuchar estas palabras de Jesús, podríamos pensar: Jesús, ¿en qué
mundo vives? ¿No te das cuenta de que esto no es posible vivirlo? Sin embargo,
lo que acabamos de leer es Palabra de Dios, es la palabra que ha creado todo el
universo y para la cual no hay nada imposible. Si Jesús dice que esto es lo que
debemos hacer, es porque realmente es posible.
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