sábado, 11 de agosto de 2012

Pidan y se les dará; busquen y encontrarán; llamen y se les abrirá.


Pidamos y se nos dará
Ø   o aquello que pedimos, si es lo que nos conviene, porque ningún padre (y menos en  el Padre que está en el cielo) va a dar a sus hijos aquello que sea para su mal,
Ø   o un estar de acuerdo, sin ninguna amargura o resentimiento, con no obtener aquello que queríamos.


Busquemos… y hallaremos
Ø   o lo que andábamos buscando: la curación de una enfermedad, por ejemplo,
Ø   o una tranquila resignación para soportarla.


Llamemos y se nos abrirá
Ø   o la puerta aquella a la que estábamos llamando,
Ø   o una puerta que ni siquiera habíamos sospechado que existiera.

“Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abrirá”.
 (Mt 7, 7-8)

martes, 7 de agosto de 2012

Nuestra Señora María Reina



Nuestra Señora María Reina
22 de Agosto

Esta fiesta de la Santísima Virgen, establecida por el Papa Pío XII el 1° de noviembre de 1954, aniversario de la proclamación del dogma de la Asunción, pone de manifiesto uno de los títulos más gloriosos de la Madre de Dios.
María es reina de los ángeles y de los hombres, porque es Madre de Jesucristo, rey de los ángeles y de los hombres. Es pues la Reina Madre, que aventaja en perfección y en dignidad a todos los seres creados. Y como Reina, ejerce sus funciones desde el Cielo. No cesa de interceder por nosotros y alcanzarnos las gracias que necesitamos para servir con lealtad a su Hijo.
Cuando la Reina Madre fue llevada al Cielo por el que era su Dios y su Hijo, el Rey de reyes, en medio de la alegría de los ángeles y de la aclamación de todos los bienaventurados, se cumplió lo dicho por el salmista: «De pie a tu derecha está la reina, enjoyada con oro de Ofir» (Sal 45, 11).