viernes, 27 de enero de 2023

EN COMUNIÓN CON LA TRADICIÓN VIVA DE LA IGLESIA 20230129

 



«Viendo la muchedumbre, subió al monte ... Subió a un monte porque colocado en la cumbre de la majestad del Padre dio los preceptos celestiales de la vida. Bienaventurados los mansos ... El Señor ofrece a los mansos la posesión de la tierra, esto es, de su cuerpo, aquel que Él mismo tomó. Y como por la mansedumbre de nuestro corazón habita Jesucristo en nosotros, cuando esto sucede, también quedamos adornados con la gloria de su cuerpo. Bienaventurados los que lloran ... Se llaman llorantes, no los que se entristecen llorando la orfandad o las afrentas u otros daños, sino los que lloran sus pecados. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia ... Ofrece la bienaventuranza a los que tienen hambre y sed de justicia, manifestando que el perfecto conocimiento de Dios es el que constituye la avidez de los santos que no puede saciarse hasta que no habiten en el cielo. Y esto es lo que se expresa con aquellas palabras: porque ellos serán saciados. Bienaventurados los misericordiosos... Tanto se complace Dios en nuestra bondad para con todos, que ofrece su misericordia sólo a los que son misericordiosos. Bienaventurados los que trabajan por la paz, La bienaventuranza de los pacíficos es el premio de su adopción. Y por ello se dice: Porque serán llamados hijos de Dios. El padre de todos es solamente Dios, y no se puede entrar a formar parte de su familia si no vivimos en paz mutuamente por medio de la caridad fraterno. Bienaventurados los perseguidos... Así cuenta en la última bienaventuranza a todos los que sufren todas las cosas por Jesucristo, se reserva el Reino de los Cielos a éstos, porque en el desprecio de las cosas del mundo son verdaderos pobres de espíritu» (San Hilario de Poitiers [c.310-368]. Evangelio de san Mateo, 4).

IV Domingo del Tiempo Ordinario Ciclo A Domingo 29 de enero 2023

 


LAS BEATITUDES


Sof 2,3, 3, 12-13. Sal 145; 1 Cor 1, 26-31, Mt 5,1-12
 
Como no escarmentaron con el castigo infligido a las demás naciones, ahora el Señor -por medio del profeta Sofonías castigará a su pueblo como al resto. Pero de la amenaza de destrucción se pasa súbitamente a la promesa de salvación. El castigo no es de destrucción total, sino un estremecimiento purificador hacia la creación de "un pueblo humilde y pobre (3, 12)". De ese pueblo habla Jesús en el inicio de su famoso discurso de la montaña, focalizado en las bienaventuranzas. Desde el punto de vista estructural, las beatitudes son ocho bendiciones construidas en dos partes, es decir, la condición ("dichosos son...") y el resultado ("porque..."). Mateo toma las dos virtudes aprobadas por Sofonías y muchas otras partes del Antiguo Testamento -la pobreza y la humildad- y las explica de una manera más detallada y memorable.
 
 
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 105, 47
 
Sálvanos, Señor y Dios nuestro; reúnenos de entre las naciones, para que podamos agradecer tu poder santo y sea nuestra gloria el alabarte.
 
 
GLORIA
 
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén
 
 
ORACIÓN COLECTA
 
Concédenos, Señor Dios nuestro, adorarte con toda el alma y amar a todos los hombres con afecto espiritual. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
 
 
LITURGIA DE LA PALABRA
 
PRIMERA LECTURA
 
Dejaré, en medio de ti, un puñado de gente pobre y humilde.
 
Del libro del profeta Sofonías: 2, 3; 3, 12-13
 
Busquen al Señor, ustedes los humildes de la tierra, los que cumplen los mandamientos de Dios. Busquen la justicia, busquen la humildad. Quizá puedan así quedar a cubierto el día de la ira del Señor.
"Aquel día, dice el Señor, yo dejaré en medio de ti, pueblo mío, un puñado de gente pobre y humilde. Este resto de Israel confiará en el nombre del Señor. No cometerá maldades ni dirá mentiras; no se hallará en su boca una lengua embustera. Permanecerán tranquilos y descansarán sin que nadie los moleste".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
 
SALMO RESPONSORIAL
 
Del salmo 145, 7. 8-9a. 9bc-10.
/R Dichosos los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos.
 
El Señor siempre es fiel a su palabra, y es quien hace justicia al oprimido; él proporciona pan a los hambrientos y libera al cautivo. R/.
 
Abre el Señor los ojos de los ciegos y alivia al agobiado. Ama el Señor al hombre justo y toma al forastero a su cuidado. R/.
 
A la viuda y al huérfano sustenta y trastorna los planes del inicuo. Reina el Señor eternamente, reina tu Dios, oh Sión, reina por siglos. R/.
 
 
SEGUNDA LECTURA
 
Dios ha elegido a los débiles del mundo.
 
De la primera carta del apóstol san rabio a los corintios: 1,26-31
 
Hermanos: Consideren que entre ustedes, los que han sido llamados por Dios, no hay muchos sabios, ni muchos poderosos, ni muchos nobles, según los criterios humanos. Pues Dios ha elegido a los ignorantes de este mundo, para humillar a los sabios; a los débiles del mundo, para avergonzar a los fuertes; a los insignificantes y despreciados del mundo, es decir, a los que no valen nada, para reducir a la nada a los que valen; de manera que nadie pueda presumir delante de Dios.
En efecto, por obra de Dios, ustedes están injertados en Cristo Jesús, a quien Dios hizo nuestra sabiduría, nuestra justicia, nuestra santificación y nuestra redención. Por lo tanto, como dice la Escritura: El que se gloría, que se gloríe en el Señor.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
 
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Mt 5, 12
R/. Aleluya, aleluya.
 
Alégrense y salten de contento, porque su premio será grande en los cielos. R/.
 
 
EVANGELIO
 
Dichosos los pobres de espíritu.
 
Del santo Evangelio según san Mateo: 5, 1-12
 
En aquel tiempo, cuando Jesús vio a la muchedumbre, subió al monte y se sentó. Entonces se le acercaron sus discípulos. Enseguida comenzó a enseñarles y les dijo:
"Dichosos los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos. Dichosos los que lloran, porque serán consolados. Dichosos los sufridos, porque heredarán la tierra. Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados. Dichosos los misericordiosos, porque obtendrán misericordia. Dichosos los limpios de corazón, porque verán a Dios. Dichosos los que trabajan por la paz, porque se les llamará hijos de Dios. Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los cielos.
Dichosos serán ustedes, cuando los injurien, los persigan y digan cosas falsas de ustedes por causa mía. Alégrense y salten de contento, porque su premio será grande en los cielos". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
 
 
PROFESIÓN DE FE
 
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
 
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
 
 
PLEGARIA UNIVERSAL
 
Invoquemos, hermanos, con corazón unánime y plegaria ferviente, a Dios Padre, fuente y origen de todo bien: (R/. Escúchanos, Señor.)
 
Por la santa Iglesia, reunida aquí en el nombre del Señor y extendida por todo el mundo, roguemos al Señor.
 
Por nuestra ciudad (nuestro pueblo) de N., por su prosperidad y por todos los que en ella (él) moran, roguemos al Señor.
 
Por los que están de viaje, por los enfermos y prisioneros, por los pobres y todos los que sufren, roguemos al Señor.
 
Por nuestros hermanos difuntos, para que Dios los reciba en su reino de luz y felicidad, roguemos al Señor.
 
Dios nuestro, que has prometido los pobres y humildes la felicidad del reino eterno, escucha nuestras oraciones y no permitas que tus fieles se dejen seducir por los engaños del mundo, antes bien, a semejanza de los humildes del Evangelio, sigan con fidelidad a su esposo y Señor y experimenten así la fuerza de su Espíritu. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
 
Recibe, Señor, complacido, estos dones que ponemos sobre tu altar en señal de nuestra sumisión a ti y conviértelos en el sacramento de nuestra redención. Por Jesucristo nuestro Señor.
 
 
PREFACIO
 
El Misterio de la salvación
 
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación darte gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo Señor nuestro. Quien, compadecido del extravío de los hombres, quiso nacer de la Virgen María; muriendo en la cruz, nos libró de la muerte eterna y, resucitando, nos dio vida eterna. Por eso, con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo,
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo.
 
 
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 30,17-18
 
Vuelve, Señor tus ojos a tu siervo y sálvame por tu misericordia. A ti, Señor me acojo, que no quede yo nunca defraudado.
 
 
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
 
Te rogamos, Señor, que, alimentados con el don de nuestra redención, este auxilio de salvación eterna afiance siempre nuestra fe en la verdad. Por Jesucristo nuestro Señor.

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20230129

 

Para el gran padre de la Iglesia, Efrén el diácono (c. 306-373), la Biblia es como la roca que Moisés abrió para los hebreos en el desierto y que manó de todos lados una bebida espiritual. No podemos beber toda el agua que nos ofrece; debemos estar satisfechos de que hemos alcanzado al menos una parte de ella (Commentarios en el Diatesseron, capítulo 1). Las bienaventuranzas son un buen ejemplo de esto porque han suscitado muchas interpretaciones diferentes y hasta contradictorias. Para algunos, son una descripción de todos los rasgos esenciales del cristiano. Para otros, son ideales a los cuales somos llamados, pero que nunca vamos a realizar completamente en esta tierra. No faltan aquellos que las critican, como lo hizo el filósofo Friedrich Nietzche (1840-1900). Las Escrituras son una fuente de la que nunca cesa de brotar el agua de la revelación divina.

martes, 24 de enero de 2023

CONVERSIÓN DE SAN PABLO, APÓSTOL


 

"¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿La tribulación, la angustia, la persecución, el hambre, la desnudez, los peligros, la espada? Tal como está escrito: Por tu causa somos como condenados a muerte todo el día; somos considerados como ovejas del matadero. Pero en todas estas cosas somos más que vencedores por la gracia de Aquel que nos amó. Porque estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los principados, ni el presente ni el futuro, ni los poderes, ni las alturas ni las profundidades, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús, Señor nuestro. (cf Rm 8, 35-39).

 

El Señor es paciente, y su gracia se manifiesta de muchas maneras y en muchos lugares. Esperó a Saulo en el camino a Damasco, para cambiar su corazón y convertirlo en uno de sus más fieles apóstoles. Para hacerlo santo. Lo abrazó con su luz y su voz mientras se dirigía hacia la ciudad donde muchos cristianos se habían refugiado. Presas escondidas y temerosas a las que el Sumo Sacerdote le había autorizado descubrir y capturar.

 

Fariseo de nacimiento, guardián de la ortodoxia

Saulo era un judío, miembro de la secta de los fariseos, la más estricta. Por lo tanto, era natural que él, educado en la escuela de Gamaliel, interpretara la más terrible persecución de los primeros cristianos, no como una injusticia, sino como un necesario servicio tendiente a conservar íntegra la fidelidad a la observancia de la ley mosaica. Después de haber expulsado de Jerusalén a los cristianos, decidió ir a buscarlos todavía hasta Damasco, donde se habían escondido. Pero era justamente allí donde el Señor ahora esperaba "capturar" a Saulo.

 

Su encuentro personal con Jesús

Al caer por tierra, Saulo fue sorprendido por aquella voz misteriosa: 'Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?' Y él dijo: '¿Quién eres, Señor?' Y Él respondió: 'Yo soy Jesús a quien tú persigues; levántate, entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer'. El relato continúa diciendo: 'Saulo se levantó del suelo, y aunque sus ojos estaban abiertos, no veía nada; y llevándolo por la mano, lo trajeron a Damasco. Y estuvo tres días sin ver, y no comió ni bebió'. (cf Hch 9, 4-9).

Fue el discípulo Ananías - otro santo que la Iglesia también recuerda hoy - quien le impuso las manos y le dijo: 'Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recobres la vista y seas lleno del Espíritu Santo. Al instante cayeron de sus ojos como unas escamas, y recobró la vista; y se levantó y fue bautizado. Tomó alimentos y cobró fuerzas'. (cf Hch 9, 17-19).

 

Las dificultades de la evangelización de Pablo

Fue precisamente en Damasco donde Pablo comenzó a predicar a Jesús en las sinagogas, afirmando que Jesús era el Mesías y el Hijo de Dios. Luego se trasladó a Jerusalén para encontrarse con Pedro y los otros apóstoles. Pero para Pablo, al volver a su Tarso natal, su credibilidad todavía era nula pues, por un lado no pudo superar la perplejidad de los judíos que lo consideraban un traidor y aún intentaron matarlo; por otro lado, tenía la necesidad de ganarse la credibilidad de los cristianos que lo recordaban como el terrible perseguidor. Después de Tarso, Pablo fue a Antioquía con Bernabé (cf Hch 11,22), donde 'se reunieron con la iglesia por todo un año, y enseñaban a las multitudes. Fue en Antioquía donde a los discípulos se les llamó cristianos por primera vez'. (cf Hch 11,25-26). Pablo prosiguió su camino de evangelización haciendo muchos viajes para llevar la Palabra a todos los pueblos. Terminó su carrera dando la vida por Cristo en Roma y, de ese modo, nada ni nadie pudo ya separarlo del amor de Cristo. Pablo es por eso uno de los más grandes evangelizadores de la historia.

 

https://www.vaticannews.va/es/santos/01/25/conversion-de-san-pablo--apostol.html

24 de enero 2023

jueves, 19 de enero de 2023

EN COMUNIÓN CON LA TRADICIÓN VIVA DE LA IGLESIA 20230122

 


«Habiendo oído Jesús que Juan había sido preso, se retiró a Galilea. ¿Por qué se retiró voluntariamente? Para enseñamos que no nos pongamos por nuestra propia cuenta en la tentación, sino más bien la evitemos y pasemos de largo. No es cosa culpable el no arrojarse al peligro, sino el no proceder con fortaleza cuando somos puestos en la tentación. Queriendo, pues, enseñamos esto, cedió un poco a la envidia de los judíos y se retiró a Cafamaúm. Cumplía al mismo tiempo con una profecía; y parecía apresurarse a coger en la pesca a los futuros doctores del universo, pues allá vivían y allá ejercitaban su trabajo de pescadores. Observa cómo, puesto que ha de ir a los gentiles, toma siempre ocasión de los mismos judíos. En este caso, con andar poniendo asechanzas al Precursor y con haberlo enrejado en la cárcel, lo obligan a retirarse a Galilea de los gentiles. No hace mención de Judá ni nombra todas las tribus, sino que designa el sitio con estas palabras: Tierra de Zabulón (...) El pueblo que habita en las tinieblas vio una gran luz. No se refiere aquí a las tinieblas sensibles sino al error y a la impiedad. Por esto añadió: Y para los que habitan en la región de sombras mortales, una luz se levantó. Para que entendieras que no hablaba ni de la luz ni de las sombras que perciben los sentidos, al hablar de la luz no la llamó simplemente luz, sino luz grande: esa luz que en otro sitio es llamada luz verdadera. Y al referirse a las tinieblas, las llamó sombras de muerte. Luego, para declarar que los encontró cuando no lo buscaban, sino que Dios desde las alturas se les apareció, dijo: Para ellos una luz se levantó» (San Juan Crisóstomo [c.347-407].

Homilía 14, sobre Mateo). 

III DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO DOMINGO Ciclo A Domingo 22 de enero 2023

 



 
LA GEOGRAFÍA DE JESÚS
Is 8,23-9,3; Sal 26; 1 Cor 1, 10-13. 17; Mt 4, 12-23
 
El judaísmo y el cristianismo toman en serio este mundo, en contraste con otras religiones que ven el mundo como un espejismo. No se extraña, por tanto, que nuestras lecturas resaltan un elemento importante del mundo, a saber, la geografía. En la primera lectura, Isaías hubiera podido proclamar que todo Israel sería salvado, pero escogió hablar de las regiones geográficas de Zabulón y Neftalí. Habla así porque dichos territorios se ubicaban al norte de Israel y fueron los primeros en soportar los desastres de la invasión asiria (2Re 15,29). Si ellos pueden estar "llenos de gloria", todo Israel ciertamente tiene esperanza. Mateo utiliza esta profecía para explicar lo que podemos llamar "la vergüenza geográfica" de que el ministerio de Jesús no empezó en los lugares geográficos tradicionales de Jerusalén o el desierto, sino en una región pagana como Galilea.
 
 
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 95, 1. 6
 
Canten al Señor un cántico nuevo, hombres de toda la tierra, canten al Señor. Hay brillo y esplendor en su presencia, y en su templo, belleza y majestad.
 
 
GLORIA
 
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
 
 
ORACIÓN COLECTA
 
Dios todopoderoso y eterno, dirige nuestros pasos de manera que podamos agradarte en todo y así merezcamos en nombre de tu Hijo amado, abundar en toda clase de obras buenas. Por nuestro Señor Jesucristo...
 
 
LITURGIA DE LA PALABRA
 
PRIMERA LECTURA
 
Los que andaban en tinieblas vieron una gran luz.
 
Del libro del profeta Isaías: 8, 23-9, 3
 
En otro tiempo, el Señor humilló al país de Zabulón y al país de Neftalí; pero en el futuro llenará de gloria el camino del mar, más allá del Jordán, en la región de los paganos.
El pueblo que caminaba en tinieblas vio una gran luz; sobre los que vivían en tierra de sombras, una luz resplandeció.
Engrandeciste a tu pueblo e hiciste grande su alegría. Se gozan en tu presencia como gozan al cosechar, como se alegran al repartirse el botín. Porque tú quebrantaste su pesado yugo, la barra que oprimía sus hombros y el cetro de su tirano, como en el día de Madián.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
 
SALMO RESPONSORIAL
 
Del salmo 26, 1. 4. 13-14.
R/. El Señor es mi luz y mi salvación.
 
El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién voy a tenerle miedo? El Señor es la defensa de mi vida, ¿quién podrá hacerme temblar? R/.
 
Lo único que pido, lo único que busco, es vivir en la casa del Señor toda mi vida, para disfrutar las bondades del Señor y estar continuamente en su presencia. R/.
 
La bondad del Señor espero ver en esta misma vida. Ármate de valor y fortaleza y en el Señor confía. R/.
 
 
SEGUNDA LECTURA
 
Que no haya divisiones entre ustedes.
 
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 1, 10-13. 17
 
Hermanos: Los exhorto, en nombre de nuestro Señor Jesucristo, a que todos vivan en concordia y no haya divisiones entre ustedes, a que estén perfectamente unidos en un mismo sentir y en un mismo pensar.
Me he enterado, hermanos, por algunos servidores de Cloe, de que hay discordia entre ustedes. Les digo esto, porque cada uno de ustedes ha tomado partido, diciendo: "Yo soy de Pablo, yo de Apolo, yo de Pedro, yo de Cristo". ¿Acaso Cristo está dividido? ¿Es que Pablo fue crucificado por ustedes? ¿O han sido bautizados ustedes en nombre de Pablo?
Por lo demás, no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el Evangelio, y eso, no con sabiduría de palabras, para no hacer ineficaz la cruz de Cristo.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
 
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Mt 4, 23
R/, Aleluya, aleluya.
 
Jesús predicaba la buena nueva del Reino y curaba a la gente de toda enfermedad. R/.
 
 
EVANGELIO
 
Fue a Cafarnaúm y se cumplió la profecía de Isaías.
 
Del santo Evangelio según san Mateo: 4, 12-23
 
Al enterarse Jesús de que Juan había sido arrestado, se retiró a Galilea, y dejando el pueblo de Nazaret, se fue a vivir a Cafarnaúm, junto al lago, en territorio de Zabulón y Neftalí, para que así se cumpliera lo que había anunciado el profeta Isaías: Tierra de Zabulón y Neftalí, camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los paganos. El pueblo que yacía en tinieblas vio una gran luz. Sobre los que vivían en tierra de sombras una luz resplandeció.
Desde entonces comenzó Jesús a predicar, diciendo: "Conviértanse, porque ya está cerca el Reino de los cielos".
Una vez que Jesús caminaba por la ribera del mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado después Pedro, y Andrés, los cuales estaban echando las redes al mar, porque eran pescadores. Jesús les dijo: "Síganme y los haré pescadores de hombres". Ellos inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Pasando más adelante, vio a otros dos hermanos, Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que estaban con su padre en la barca, remendando las redes, y los llamó también. Ellos, dejando enseguida la barca y a su padre, lo siguieron.
Andaba por toda Galilea, enseñando en las sinagogas y proclamando la buena nueva del Reino de Dios y curando a la gente de toda enfermedad y dolencia.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
 
 
ORIFESIÓN DE FE
 
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
 
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
 
 
PLEGARIA UNIVERSAL
 
Oremos, hermanos, a Dios Padre todopoderoso, en cuyas manos está el destino del universo, y pidámosle confiadamente que escuche las oraciones de su pueblo:
 
Por la santa Iglesia de Dios, para que busque cada día con mayor afán el rostro de su Señor, y sus fieles se esfuercen en purificarse de todas sus faltas y pecados, roguemos al Señor.
 
Por los que gobiernan las naciones para que trabajen con interés y constancia por la paz y el bienestar de sus pueblos, a fin de que reine entre ellos la justicia y la paz, roguemos al Señor.
 
Por los enfermos, los encarcelados y por todos los que sufren, para que Dios, Padre de misericordia, venga en auxilio de sus males, roguemos al Señor.
 
Por todos los que estamos aquí reunidos, para que el Señor nos conceda perseverar en la fe y progresar en el mutuo amor, roguemos al Señor.
 
Dios nuestro, que has fundamentado tu Iglesia sobre la fe de los apóstoles, escucha nuestras oraciones y haz que, iluminados con tu palabra y unidos por los vínculos de la caridad, nos convirtamos en signo claro de salvación y de esperanza para cuantos viven en las tinieblas.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
 
Recibe, Señor, benignamente, nuestros dones, y santifícalos, a fin de que nos sirvan para nuestra salvación. Por Jesucristo nuestro Señor.
 
 
PREFACIO
 
El Misterio de la salvación
 
 
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación darte gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo Señor nuestro. Quien, compadecido del extravío de los hombres, quiso nacer de la Virgen María; muriendo en la cruz, nos libró de la muerte eterna y, resucitando, nos dio vida eterna. Por eso, con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo,
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo.
 
 
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 33, 6
 
Acudan al Señor; quedarán radiantes y sus rostros no se avergonzarán.
 
 
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
 
Concédenos, Dios todopoderoso, que al experimentar el efecto vivificante de tu gracia, nos sintamos siempre dichosos por este don tuyo. Por Jesucristo, nuestro Señor.

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20230122

Todas las religiones tienen "espacios sagrados," lugares donde sus miembros pueden encontrar lo divino de una manera especial, ejercer la meditación con intensidad, compartir fácilmente con sus correligionarios y, en muchos otros modos, practicar su religión. Tales espacios pueden ser naturales, como las arboledas sagradas de la antigua Grecia, o construidos por manos humanos, como templos y santuarios. Mientras que nuestra fe católica necesita espacios, lugares comunes, como las iglesias, de las cuales podemos disfrutar la belleza, la paz y la presencia de Dios y de nuestros vecinos, puede ser que, una u otra vez, cada individuo necesita lugares geográficos a donde se puede retirar para nutrir su vida espiritual y estar a solas con Dios. Vale la pena identificar los lugares que son sagrados para cada uno de nosotros, apreciarlos y sentirnos libres para frecuentarlos cada vez que queremos hablar con el Señor.

 

viernes, 13 de enero de 2023

DOMINGO II DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo A Domingo 15 de enero 2023


 


HERRAMIENTAS PARA ENTENDER A JESÚS
Is 49, 3. 5-6. Sal 39; 1 Cor 1 1-3; Jn 1, 29-34
 
Para sus seguidores, Jesús fue amado por encima de todo, pero quizá no podía ser fácil de entender. ¿Cómo se puede comprender a una persona tan fascinante y desafiante? Para buscar ayuda, sus seguidores volvieron a las Sagradas Escrituras -nuestro Antiguo Testamento-como una fuente de imágenes, narraciones, conceptos y personajes que podían servir como herramientas familiares para entender a Jesús. Por ejemplo, la imagen del "Cordero de Dios" se encuentra inicialmente en la Pascua de Israel (Éx 12,46), pero se usa en nuestro Evangelio para concebir a Jesús. Otro ejemplo es la serie de poemas llamados "Los Cánticos del Siervo del Señor"; nuestra primera lectura es una parte de esta serie que luego se usó para entender a Cristo en Mt 3, 17 y 12, 18, Lc 2, 31, Hech 26 y otros lugares del Nuevo Testamento.
 
 
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 65, 4
 
Que se postre ante ti, Señor, la tierra entera; que todos canten himnos en tu honor y alabanzas a tu nombre.
 
 
GLORIA
 
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
 
 
ORACIÓN COLECTA
 
Dios todopoderoso y eterno, que gobiernas los cielos y la tierra, escucha con amor las súplicas de tu pueblo y haz que los días de nuestra vida transcurran en tu paz. Por nuestro Señor Jesucristo...
 
 
LITURGIA DE LA PALABRA
 
PRIMERA LECTURA
 
Te hago luz de las naciones, para que todos vean mi salvación.
 
Del libro del profeta Isaías: 49, 3. 5-6
 
El Señor me dijo: "Tú eres mi siervo, Israel; en ti manifestaré mi gloria". Ahora habla el Señor, el que me formó desde el seno materno, para que fuera su servidor, para hacer que Jacob volviera a él y congregar a Israel en torno suyo -tanto así me honró el Señor y mi Dios fue mi fuerza-. Ahora, pues, dice el Señor: "Es poco que seas mi siervo sólo para restablecer a las tribus de Jacob y reunir a los sobrevivientes de Israel; te voy a convertir en luz de las naciones, para que mi salvación llegue hasta los últimos rincones de la tierra". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
 
SALMO RESPONSORIAL
 
Del salmo 39,2 Y 4ab. 7-8a. 8b-9. 10.
R/. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
 
Esperé en el Señor con gran confianza; él se inclinó hacia mí y escuchó mis plegarias. Él me puso en la boca un canto nuevo, un himno a nuestro Dios. R/.
 
Sacrificios y ofrendas no quisiste, abriste, en cambio, mis oídos a tu voz. No exigiste holocaustos por la culpa, así que dije: ''Aquí estoy". R/.
 
En tus libros se me ordena hacer tu voluntad; esto es, Señor, lo que deseo: tu ley en medio de mi corazón. R/.
He anunciado tu justicia en la gran asamblea; no he cerrado mis labios, tú lo sabes, Señor. R/.
 
 
SEGUNDA LECTURA
 
La gracia y la paz de parte de Dios Padre y de Cristo Jesús.
 
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 1, 1-3
 
Yo, Pablo, apóstol de Jesucristo por voluntad de Dios, y Sóstenes, mi colaborador, saludamos a la comunidad cristiana que está en Corinto. A todos ustedes, a quienes Dios santificó en Cristo Jesús y que son su pueblo santo, así como a todos aquellos que en cualquier lugar invocan el nombre de Cristo Jesús, Señor nuestro y Señor de ellos, les deseo la gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre, y de Cristo Jesús, el Señor.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
 
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 1, 14. 12
R/. Aleluya, aleluya.
 
Aquel que es la Palabra se hizo hombre y habitó entre nosotros. A todos los que lo recibieron les concedió poder llegar a ser hijos de Dios. R/.
 
 
EVANGELIO
 
Éste es el Cordero de Dios, el que quita el pecado del mundo.
 
Del santo Evangelio según san Juan: 1, 29-34
 
En aquel tiempo, vio Juan el Bautista a Jesús, que venía hacia él, y exclamó: "Éste es el Cordero de Dios, el que quita el pecado del mundo. Éste es aquel de quien yo he dicho: 'El que viene después de mí, tiene precedencia sobre mí, porque ya existía antes que yo'. Yo no lo conocía, pero he venido a bautizar con agua, para que él sea dado a conocer a Israel".
Entonces Juan dio este testimonio: "Vi al Espíritu descender del cielo en forma de paloma y posarse sobre él. Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: 'Aquel sobre quien veas que baja y se posa el Espíritu Santo, ése es el que ha de bautizar con el Espíritu Santo'. Pues bien, yo lo vi y doy testimonio de que éste es el Hijo de Dios". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
 
 
PROFESIÓN DE FE
 
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
 
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
 
 
PLEGARIA UNIVERSAL
 
Oremos, hermanos al Señor y pidámosle que escuche compasivamente nuestras plegarias:

Por la santa Iglesia de Dios, para que Dios nuestro Señor, le conceda la paz y la unidad y la proteja en todo el mundo, roguemos al Señor.
 
Por los gobernantes de nuestra patria y de todas las naciones, para que Dios, nuestro Señor, dirija sus pensamientos y decisiones hacia una paz verdadera, roguemos al Señor.
 
Por los que están en camino de conversión y por los que se preparan a recibir el bautismo, para que Dios, nuestro Señor, les abra la puerta de la misericordia y les dé parte en la vida nueva de Cristo Jesús, roguemos al Señor.
 
Por nuestros familiares y amigos que no están ahora aquí con nosotros, para que Dios, nuestro Señor, escuche sus oraciones y lleve a la realidad sus deseos, roguemos al Señor.
 
Padre todopoderoso, que en Cristo, Cordero pascual y luz de las naciones, invitas a todos los hombres a formar parte del pueblo de la nueva alianza, escucha nuestras oraciones y, con la fuerza de tu Espíritu afianza en nosotros la gracia del bautismo, para que toda nuestra vida manifieste el mensaje alegre del Evangelio.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
 
Concédenos, Señor, participar dignamente en estos misterios, porque cada vez que se celebra el memorial de este sacrificio, se realiza la obra de nuestra redención.
Por Jesucristo nuestro Señor.
 
 
PREFACIO
 
El Misterio de la salvación
 
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación darte gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo Señor nuestro. Quien, compadecido del extravío de los hombres, quiso nacer de la Virgen María; muriendo en la cruz, nos libró de la muerte eterna y, resucitando, nos dio vida eterna. Por eso, con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo,
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo.
 
 
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 22, 5
 
Para mí, Señor, has preparado la mesa y has llenado mi copa hasta los bordes.
 
 
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
 
Infúndenos, Señor, el espíritu de tu caridad, para que, saciados con el pan del cielo, vivamos siempre unidos en tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

 


 

 

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20230115

 

Todos tenemos experiencias con Dios en la vida cotidiana, pero tal vez no las entendemos. Aun cuando creamos que las entendemos, siempre tienen aspectos que superan nuestra capacidad. En esto nos puede ayudar la Biblia. Como nuestros antecesores utilizaron el Antiguo Testamento para entender a Jesús, podemos utilizar toda la Biblia para comprender su presencia y actividad hoy. Sólo hay que buscar, por medio de concordancias o índices, o por nuestro propio conocimiento personal, esos elementos bíblicos que se asemejan a nuestras experiencias y que las pueden iluminar. Esta especie de lectio divina cumple con el consejo ofrecido por el Concilio Vaticano II en su documento sobre la revelación divina: "no olviden que debe acompañar la oración a la lectura de la Sagrada Escritura para que se entable diálogo entre Dios y el ser humano" (Dei Verbum, núm. 25).

EN COMUNIÓN CON LA TRADICIÓN VIVA DE LA IGLESIA 20230115


 


«Lo sabéis muy bien, que Juan el Bautista, cuanto más preclaro era entre los nacidos de mujer y cuanto más débil para conocer al Señor, tanto más mereció ser amigo del Novio, celoso del Novio, no de sí mismo, pues buscaba no su honor, sino el de su juez, a quien precedía como heraldo. Así pues, se concedió a los profetas precedentes predecir el futuro sobre Cristo; a él, en cambio, indicarlo con su dedo. En efecto, como ignoraban a Cristo quienes, antes que viniera, no creyeron a los profetas, así, incluso presente, lo ignoraban. En efecto, primero vino humildemente y oculto, tanto más oculto cuanto más humilde. Por su parte, las gentes que por su soberbia despreciaron la condición baja de Dios, crucificaron a su Salvador y lo convirtieron en su condenador. Pero quien primeramente vino oculto porque vino humilde, ¿acaso no va a venir después manifiesto, porque vendrá excelso? Acabáis de oír el salmo: viene nuestro Dios y no se callará (Sal 50,3). Calló para ser juzgado, no callará cuando empiece a juzgar. No se diría: Viene manifiesto, si primeramente no hubiese venido oculto; ni se diría: No se callará, sino porque primeramente calló. ¿Cómo calló? Interroga a Isaías: Como un cordero al degüello era llevado, y como oveja que ante los que la trasquilan está muda, tampoco él abrió la boca. ¿Cómo? Delante de él, un fuego que devora, en torno a él, violenta tempestad. Esa tempestad tiene que retirar de la era toda la paja que ahora se trilla, y el fuego, quemar lo que la tempestad se haya llevado. Ahora, en cambio, se calla; calla en cuanto al juicio, pero no en cuanto al precepto» (San Agustín (453-430). Evangelio de Juan. Tratado 4, 1-2).

viernes, 6 de enero de 2023

EN COMUNIÓN CON LA TRADICIÓN VIVA DE LA IGLESIA 20230108

 

«Damos gracias al Dios misericordioso que, como afirma el Apóstol, nos ha hecho participes de la suerte de los santos en la luz. Él es quien nos libró del poder de las tinieblas y nos trasladó al reino de su amado Hijo (Col 1, 12-13). Isaías lo había anunciado: el pueblo que andaba a oscuras vio una gran luz (Is 9, 1-2). De ellos vuelve a decir Isaías al Señor: Pueblos que no te conocen te invocarán, y pueblos que te ignoran vendrán a ti (Is 55, 5). Abraham vio este día y se alegró (Jn 8, 56). Se regocijó cuando supo que los hijos de su fe serían bendecidos en su descendencia, es decir, en Cristo, y cuando entrevió que por su fe llegaría a ser padre de todos los pueblos dio gloria a Dios, plenamente convencido de que cumpliría lo que el Señor había prometido (Rm 4, 20-21). Este día David cantó en los Salmos diciendo: Todos los pueblos que creaste vendrán y se postrarán ante ti, oh, Señor, para dar gloria a tu nombre (Sal 85, 9); y otra vez: El Señor ha manifestado su salvación, a los ojos de los pueblos ha revelado su justicia (Sal 97,2). Todo esto, lo sabemos, se realizó cuando los tres Magos, llamados desde sus lejanos países, fueron conducidos por una estrella a conocer y adorar al Rey del cielo y de la tierra. Esta estrella nos exhorta particularmente a imitar el servicio que ella prestó, en el sentido de que debemos seguir, con todas nuestras fuerzas, la gracia que invita a todos a Cristo. En este compromiso, hermanos queridos, todos debéis ayudarse mutuamente. Resplandeced, pues, como hijos de la luz en el reino de Dios, a donde conducen la fe verdadera y las buenas obras. Por Cristo, Nuestro Señor. Amén» (San León Magno [c.390-461] 45º Papa de la Iglesia. Disc. 3 para la Epifanía, 1-3. 5). 

SOLEMNIDAD DE LA EPIFANÍA DEL SEÑOR.

 


"¿Por qué este acontecimiento es tan importante? Porque con él comenzó a realizarse la adhesión de los pueblos paganos a la fe en Cristo, según la promesa hecha por Dios a Abraham que nos refiere el libro del Génesis: "Por ti serán bendecidos todos los linajes de la tierra" (Gn 12,3). Por tanto, si María, José y los pastores de Belén representan al pueblo de Israel que acogió al Señor, los Magos son, en cambio, las primicias de los gentiles, llamados también ellos a formar parte de la Iglesia, nuevo pueblo de Dios, que ya no se basa en la homogeneidad étnica, lingüística o cultural, sino sólo en la fe común en Jesús, Hijo de Dios. Por eso, la Epifanía de Cristo es al mismo tiempo epifanía de la Iglesia, es decir, manifestación de su vocación y misión universal". S. S. Benedicto I XVI (2007).

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20230108


De muchas maneras, la Iglesia ha enfatizado que la salvación divina es un regalo público para todos. No es accesible únicamente a los que conocen los secretos, sino que se ofrece como un don de inmenso valor para todo el mundo. Este énfasis ha conducido a doctrinas como la sucesión apostólica, que afirma que la línea de obispos y toda la Iglesia forman una cadena públicamente visible que se inicia con los Apóstoles; y al canon de la Escritura, el cual abarca esos escritos que han sido usados públicamente por las comunidades eclesiales para nutrir su fe y rechaza esos escritos llamados apócrifos, que frecuentemente proponen conocimientos secretos. Para cada uno de nosotros, este carácter público de nuestra fe nos consuela con un mensaje de Amor Divino incondicional y nos anima a dar testimonio público del Evangelio.

SOLEMNIDAD, LA EPIFANÍA DEL SEÑOR Domingo 8 de enero 2023

 


LA ESTRELLA DE BELÉN Is 60, 1-6; Sa/72; Ef3, 2-3.5-6; Mt2, 1-12

A lo largo de los años, se ha especulado mucho sobre la estrella de Belén. Algunos dicen que fue una supernova, otros optan por un meteoro y otros arguyen que se formó por una conjunción de planetas. Puede ser que se trató no de un acontecimiento astronómico sino de una alusión a la estrella mesiánica de David profetizada en Núm 24, 17. Más allá de tales especulaciones, la estrella es importante, pues significa que la salvación ofrecida en Jesucristo no es meramente la propiedad de un grupo secreto de élites, sino un don público. La salvación es tan pública como una estrella brillante en los cielos. Como dice Pablo en nuestra segunda lectura, el plan salvífico de Dios no es más un misterio secreto. Isaías, por su parte, afirma en nuestra primera lectura "que amanece una luz para todas las naciones".
 
 
ANTÍFONA DE ENTRADA
Cfr. Mal 3, 1; 1 Crón 19, 12
 
Miren que ya viene el Señor todopoderoso; en su mano están el reino y la potestad y el imperio.
 
 
GLORIA
 
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
 
 
ORACIÓN COLECTA
 
Señor Dios, que en este día manifestaste a tu Unigénito a las naciones, guiándolas por la estrella, concede a los que ya te conocemos por la fe, que lleguemos a contemplar la hermosura de tu excelsa gloria. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
 
 
LITURGIA DE LA PALABRA
 
PRIMERA LECTURA
 
La gloria del Señor alborea sobre ti.
 
Del libro del profeta Isaías: 60, 1-6
 
Levántate y resplandece, Jerusalén, porque ha llegado tu luz y la gloria del Señor alborea sobre ti. Mira: las tinieblas cubren la tierra y espesa niebla envuelve a los pueblos; pero sobre ti resplandece el Señor y en ti se manifiesta su gloria. Caminarán los pueblos a tu luz y los reyes al resplandor de tu aurora. Levanta los ojos y mira alrededor: todos se reúnen y vienen a ti; tus hijos llegan de lejos, a tus hijas las traen en brazos. Entonces verás esto radiante de alegría; tu corazón se alegrará y se ensanchará cuando se vuelquen sobre ti los tesoros del mar y te traigan las riquezas de los pueblos. Te inundará una multitud de camellos y dromedarios, procedentes de Madián y de Efá. Vendrán todos los de Sabá trayendo incienso y oro y proclamando las alabanzas del Señor. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
                                              
SALMO RESPONSORIAL
 
Del salmo 71, 2.7-8.10-11.12-13.
R/. Que te adoren, Señor, todos los pueblos.
 
Comunica, Señor, al rey tu juicio, y tu justicia al que es hijo de reyes; así tu siervo saldrá en defensa de tus pobres y regirá a tu pueblo justamente. R/.
 
Florecerá en sus días la justicia y reinará la paz, era tras era. De mar a mar se extenderá su reino y de un extremo al otro de la tierra. R/.
 
Los reyes de Occidente y de las islas le ofrecerán sus dones. Ante él se postrarán todos los reyes y todas las naciones. R/.
 
Al débil librará del poderoso y ayudará al que se encuentra sin amparo; se apiadará del desvalido y pobre y salvará la vida al desdichado. R/.
 
 
SEGUNDA LECTURA
 
También los paganos participan de la misma herencia que nosotros.
 
De la carta del apóstol san Pablo a los efesios: 3, 2-3. 5-6                                                                                                                   Hermanos: Han oído hablar de la distribución de la gracia de Dios, que se me ha confiado en favor de ustedes. Por revelación se me dio a conocer este misterio, que no había sido manifestado a los hombres en otros tiempos, pero que ha sido revelado ahora por el Espíritu a sus santos apóstoles y profetas: es decir, que por el Evangelio, también los paganos son coherederos de la misma herencia, miembros del mismo cuerpo y partícipes de la misma promesa en Jesucristo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
 
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Mt 2, 2
R/. Aleluya, aleluya.
 
Hemos visto su estrella en el Oriente y hemos venido a adorar al Señor. R/.
 
 
EVANGELIO
 
Hemos venido de Oriente para adorar al rey de los judíos.
 
Del santo Evangelio según san Mateo: 2, 1-12
 
Jesús nació en Belén de Judá, en tiempos del rey Herodes. Unos magos de Oriente llegaron entonces a Jerusalén y preguntaron: "¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer? Porque vimos surgir su estrella y hemos venido a adorado".
Al enterarse de esto, el rey Herodes se sobresaltó y toda Jerusalén con él. Convocó entonces a los sumos sacerdotes y a los escribas del pueblo y les preguntó dónde tenía que nacer el Mesías. Ellos le contestaron: "En Belén de Judá, porque así lo ha escrito el profeta: Y tú, Belén, tierra de Judá, no eres en manera alguna la menor entre las ciudades ilustres de Judá, pues de ti saldrá un jefe, que será el pastor de mi pueblo, Israel". Entonces Herodes llamó en secreto a los magos, para que le precisaran el tiempo en que se les había aparecido la estrella y los mandó a Belén, diciéndoles: "Vayan a averiguar cuidadosamente qué hay de ese niño y, cuando lo encuentren, avísenme para que yo también vaya a adorado". Después de oír al rey, los magos se pusieron en camino, y de pronto la estrella que habían visto surgir, comenzó a guiados, hasta que se detuvo encima de donde estaba el niño. Al ver de nuevo la estrella, se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa y vieron al niño con María, su madre, y postrándose, lo adoraron. Después, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra. Advertidos durante el sueño de que no volvieran a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
 
 
PROFESIÓN
 
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
 
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
 
 
PLEGARIA UNIVERSAL
 
Presentemos, hermanos, nuestras oraciones al Señor en este día santo en que Dios ha manifestado su poder a las naciones, la salvación a los pueblos y a nosotros la luz radiante de su gloria: Por la santa Iglesia de Dios, para que ilumine a los hombres con la luz que resplandece en el rostro de Cristo, disipe las tinieblas de los que viven en el error y dé ánimo a los fieles, para que, con valentía hagan brillar la luz del Evangelio ante todas las naciones, roguemos al Señor.
 
Por las Iglesias que acaban de nacer en los diversos pueblos, para que su juventud y vigor sean levadura de vida para todas las comunidades cristianas, roguemos al Señor.
 
Por los pueblos que aún no han sido iluminados por el Evangelio y por aquellos que, habiendo conocido a Cristo, han abandonado el camino de la verdad, para que confiesen a Cristo como Señor y lo adoren como Dios verdadero, roguemos al Señor.
 
Por nosotros que hemos sido llamados de las tinieblas a la luz admirable d Cristo, para que nos afiancemos en la fe verdadera y sigamos con fidelidad las enseñanzas de Evangelio, roguemos al Señor.
 
Escucha nuestras oraciones, Dios todopoderoso y eterno, y haz que los que hemos conocido y adorado a tu Hijo, Rey y Señor de todos los pueblos, vivamos siempre como hijos de la luz y nos esforcemos para iluminar con la luz de Cristo a todos los pueblos y naciones. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
 
Mira con bondad, Señor, los dones de tu Iglesia, que no consisten ya en oro, incienso y mirra, sino en lo que por esos dones se representa, se inmola y se recibe como alimento, Jesucristo, Señor nuestro. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
 
 
PREFACIO
 
Prefacio de la Epifanía
 
Cristo, Luz de las Naciones
 
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación darte gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno. Porque hoy has revelado en Cristo, el misterio de nuestra salvación, para iluminar con su luz a todos los pueblos; ya que, al manifestarse tu Hijo en nuestra carne mortal, nos has restaurado con la gloria de su inmortalidad. Por eso, con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo...
 
 
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Mt 2, 2
 
Hemos visto su estrella en el Oriente y venimos con regalos a adorar al Señor.
 
 
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
 
Te pedimos, Señor, que tu luz celestial siempre y en todas partes vaya guiándonos, para que contemplemos con ojos puros y recibamos con amor sincero el misterio del que quisiste hacemos partícipes. Por Jesucristo, nuestro Señor.