sábado, 30 de diciembre de 2017

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20171231



UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO

Terminar un año más es una bendición incomparable, sobre todo si lo contemplamos en el contexto de violencia que afecta la vida de tantas personas en nuestro país. Terminar el año con ánimo alegre, con esperanza es todavía más significativo. Más aún, que las lecturas (Gén 15.1-6; 21. 1-3; Heb 11, 8-12, 17-19, Lc 2, 22-40) nos presenten a unos ancianos entusiastas que no se han dejado arrebatar la esperanza, que no se pasan la vida quejándose de su soledad o sus carencias, es una verdadera alegría. No se trata de vivir ignorando los grandes problemas que nos aquejan. Están ahí, llevan años lastimándonos. Los hemos tolerado con nuestra indiferencia y probablemente en algunas ocasiones, también los hemos agravado con nuestro egoísmo. El reto para quienes somos padres de familia, implica mirar en retrospectiva el año que termina y preguntarnos si estuvimos siendo parte de la solución o si formamos parte de esa indolente multitud de mexicanos que apenas se quejan, publican o comparten memes, pero no mueven un dedo para cambiar la situación. El Padre que nos bendijo con un año más de vida, espera que pongamos a trabajar nuestros talentos con mayor decisión en el año venidero.

LA SAGRADA FAMILIA DE JESÚS, MARÍA Y JOSÉ Domingo 31 de diciembre 2017



LA SAGRADA FAMILIA DE JESÚS, MARÍA Y JOSÉ

Domingo 31 de diciembre 2017

ABRAHÁN CREYÓ AL SEÑOR

El relato del Génesis y la narración evangélica tienen como protagonistas a dos parejas de ancianos: de un lado encontramos a Abrahán y Sara y del otro a Simeón y Ana. Eran creyentes que habían consumado su experiencia de fe; habían superado largos periodos de espera y se mantenían firmes en la esperanza. Aparentemente, Abrahán se había resignado a terminar sus días sin ver un descendiente, pero recibió una increíble promesa de parte del Señor, la acogió con apertura y eso le valió ser rehabilitado como el prototipo de todos los creyentes. Por su parte, la historia de Ana, la profetisa, tiene un perfil parecido al patriarca. Una mujer que había enviudado a temprana edad que había tenido que salir adelante en una sociedad que discriminaba a las mujeres ancianas y solas; no obstante que vivió esa adversidad, no dejó que el resentimiento y la amargura marcaran su corazón. Se mantuvo unida al Señor y consiguió ver la aurora de la salvación en el pequeño Jesús.


ANTÍFONA DE ENTRADA Lc 2. 16

Llegaron los pastores a toda prisa y encontraron a María y a José, y al niño recostado en un pesebre.


GLORIA

Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.


ORACIÓN COLECTA

Señor Dios, que te dignaste dejarnos el más perfecto ejemplo en la Sagrada Familia de tu Hijo, concédenos benignamente que, imitando sus virtudes domésticas y los lazos de caridad que la unió, podamos gozar de la eterna recompensa en la alegría de tu casa. Por nuestro Señor Jesucristo...


LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

Tu heredero saldrá de tus entrañas

Del libro del Génesis: 15, 1-6; 21, 1-3

En aquel tiempo. El Señor se le apareció a Abram y le dijo: "No temas, Abram. Yo soy tu protector y tu recompensa será muy grande". Abram le respondió: "Señor. Señor mío, ¿qué me vas a poder dar, puesto que voy a morir sin hijos? Ya que no me has dado descendientes, un criado de mi casa será mi heredero".
Pero el Señor le dijo: "Ése no será tu heredero, sino uno que saldrá de tus entrañas". Y haciéndolo salir de la casa, le dijo: "Mira el cielo y cuenta las estrellas, si puedes". Luego añadió: "Así será tu descendencia". Abram creyó lo que el Señor le decía y, por esa fe, el Señor lo tuvo por justo.
Poco tiempo después, el Señor tuvo compasión de Sara, como lo había dicho, y le cumplió lo que le había prometido. Ella concibió y le dio a Abraham un hijo en su vejez, en el tiempo que Dios había predicho. Abraham le puso por nombre Isaac al hijo que le había nacido de Sara. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.


SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 104, 1 b-2. 3-4. 5-6. 8-9.

R/. El Señor nunca olvida sus promesas.

Aclamen al Señor y denle gracias, relaten sus prodigios a los pueblos. Entonen en su honor himnos y cantos, celebren sus portentos. R/.

Del nombre del Señor enorgullézcanse y siéntase feliz el que lo busca. Recurran al Señor y a su poder y a su presencia acudan. R/.

Recuerden los prodigios que él ha hecho, sus portentos y oráculos, descendientes de Abraham, su servidor, estirpe de Jacob, su predilecto. R/.

Ni aunque transcurran mil generaciones, se olvidará el Señor de sus promesas, de la alianza pactada con Abraham, del juramento a Isaac, que un día le hiciera. R/.


SEGUNDA LECTURA

La fe de Abraham, de Sara y de Isaac

De la carta a los hebreos: 11, 8. 11-12.17-19

Hermanos: Por su fe, Abraham, obediente al llamado de Dios, y sin saber a dónde iba, partió hacia la tierra que habría de recibir como herencia.
Por su fe, Sara, aun siendo estéril y a pesar de su avanzada edad, pudo concebir un hijo, porque creyó que Dios habría de ser fiel a la promesa; y así, de un solo hombre, ya anciano, nació una descendencia, numerosa como las estrellas del cielo e incontable como las arenas del mar.
Por su fe, Abraham, cuando Dios le puso una prueba, se dispuso a sacrificar a Isaac, su hijo único, garantía de la promesa, porque Dios le había dicho: De Isaac nacerá la descendencia que ha de llevar tu nombre. Abraham pensaba, en efecto, que Dios tiene poder hasta para resucitar a los muertos; por eso le fue devuelto Isaac, que se convirtió así en un símbolo profético. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.


ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO

Heb 1, 1-2

R/. Aleluya, aleluya.

En distintas ocasiones y de muchas maneras habló Dios en el pasado a nuestros padres, por boca de los profetas. Ahora, en estos tiempos, que son los últimos, nos ha hablado por medio de su Hijo. R/.


EVANGELIO

El niño iba creciendo y se llenaba de sabiduría.

Del santo Evangelio según san Lucas: 2, 22-40

Transcurrido el tiempo de la purificación de María, según la ley de Moisés, ella y José llevaron al niño a Jerusalén para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley: Todo primogénito varón será consagrado al Señor, y también para ofrecer, como dice la ley, un par de tórtolas o dos pichones.
Vivía en Jerusalén un hombre llamado Simeón, varón justo y temeroso de Dios, que aguardaba el consuelo de Israel; en él moraba el Espíritu Santo, el cual le había revelado que no moriría sin haber visto antes al Mesías del Señor. Movido por el Espíritu, fue al templo, y cuando José y María entraban con el niño Jesús para cumplir con lo prescrito por la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios, diciendo: "Señor, ya puedes dejar morir en paz a tu siervo, según lo que me habías prometido, porque mis ojos han visto a tu Salvador, al que has preparado para bien de todos los pueblos; luz que alumbra a las naciones y gloria de tu pueblo, Israel".
El padre y la madre del niño estaban admirados de semejantes palabras. Simeón los bendijo, y a María, la madre de Jesús, le anunció: "Este niño ha sido puesto para ruina y resurgimiento de muchos en Israel, como signo que provocará contradicción, para que queden al descubierto los pensamientos de todos los corazones. Y a ti, una espada te atravesará el alma".
Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Era una mujer muy anciana. De joven, había vivido siete años casada y tenía ya ochenta y cuatro años de edad. No se apartaba del templo ni de día ni de noche, sirviendo a Dios con ayunos y oraciones. Ana se acercó en aquel momento, dando gracias a Dios y hablando del niño a todos los que aguardaban la liberación de Israel.
Y cuando cumplieron todo lo que prescribía la ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El niño iba creciendo y fortaleciéndose, se llenaba de sabiduría y la gracia de Dios estaba con él.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


PROFESIÓN DE FE

CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO

Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.


PLEGARIA UNIVERSAL

Presentemos nuestras plegarias a Dios; el Padre de todos, que nos reúne para formar su familia.
Después de cada petición diremos: Padre, escúchanos.
Padre, escúchanos.

Por la Iglesia, por todos los cristianos, para que el Señor nos llene con su gracia y demos siempre un buen testimonio de su bondad. Oremos.

Por las familias en el mundo entero, para que el Señor les conceda la paz y la concordia. Oremos.

Por las familias que se encuentran en problemas graves, las que viven en pobreza y abandono, las que sufren tensiones y rupturas, para que encuentren ayuda y fortaleza para salir adelante.
Oremos.

Por nosotros y nuestras familias, para que nos amemos cada día más, que sepamos superar las dificultades, que pongamos amor y alegría en nuestro alrededor, y tengamos el espíritu abierto a todos los que nos necesiten. Oremos.

Señor, escucha nuestras peticiones, y haz que crezcamos en sabiduría y gracia ante ti. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Amén.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Te ofrecemos, Señor, este sacrificio de reconciliación, y te pedimos humildemente que, por la intercesión de la Virgen Madre de Dios y de san José, fortalezcas nuestras familias en tu gracia y en tu paz. Por Jesucristo, nuestro Señor.


PREFACIO

Prefacio III de Navidad.

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno por Cristo, Señor nuestro.

Por él hoy resplandece ante el mundo el maravilloso intercambio de nuestra salvación; pues al revestirse tu Hijo de nuestra frágil condición no solamente dignificó nuestra naturaleza para siempre, sino que por esta unión admirable nos hizo partícipes de su eternidad. Por eso, unidos a los coros de los ángeles, te alabamos llenos de alegría:

Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del Universo. Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria. Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo.


ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Bar 3, 38

Nuestro Dios apareció en el mundo y convivió con los hombres.


ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN


Padre misericordioso, haz que reanimados con este sacramento celestial, imitemos constantemente los ejemplos de la Sagrada Familia, para que, superadas las aflicciones de esta vida, consigamos gozar eternamente de su compañía. Por Jesucristo, nuestro Señor.

domingo, 24 de diciembre de 2017

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 21071225



UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 

El nacimiento de Jesús es un acontecimiento que devuelve la esperanza a la humanidad. No creemos en un Dios distante que se desentienda de sus hijos. Al contrario, Él es un Dios cercano, que busca comunicarse con nosotros de manera natural y amigable. La presencia de Dios se ha desvelado de manera diáfana en el rostro de su Hijo Jesús. Quien contempla de manera honesta y creyente la vida de Jesucristo podrá confesar como el profeta Isaías: el Señor vuelve a Sión. Dios está realmente con nosotros en la persona de Jesucristo. Los cristianos tenemos una manera sensata de celebrar el nacimiento de Jesús, viviendo como mensajeros de la paz verdadera que nos presenta Isaías. Quienes sirvan a sus hermanos como promotores de la paz que salvaguarda la dignidad y la libertad de todas las personas, habrán comprendido el verdadero sentido del nacimiento del Salvador.

NATIVIDAD DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO Lunes 25 de diciembre 2017



NATIVIDAD DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
Lunes 25 de diciembre 2017

Misa del día


ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Is 9, 5
Un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado; lleva sobre sus hombros el imperio y su nombre será Ángel del gran consejo.


GLORIA

Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.


ORACIÓN COLECTA

Señor Dios, que de manera admirable creaste la naturaleza humana y, de modo aún más admirable, la restauraste, concédenos compartir la divinidad de aquel que se dignó compartir nuestra humanidad. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.


LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

La tierra entera verá la salvación que viene de nuestro Dios.

Del libro del profeta Isaías: 52, 7-10

¡Qué hermoso es ver correr sobre los montes al mensajero que anuncia la paz, al mensajero que trae la buena nueva, que pregona la salvación, que dice a Sión: "Tu Dios es rey"!
Escucha: Tus centinelas alzan la voz y todos a una gritan alborozados, porque ven con sus propios ojos al Señor, que retorna a Sión. Prorrumpan en gritos de alegría, ruinas de Jerusalén, porque el Señor rescata a su pueblo, consuela a Jerusalén. Descubre el Señor su santo brazo a la vista de todas las naciones. Verá la tierra entera la salvación que viene de nuestro Dios.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.


SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 97, 1 .2-3ab. 3cd-4. 5-6

R/. Toda la tierra ha visto al Salvador.

Cantemos al Señor un canto nuevo, pues ha hecho maravillas. Su diestra y su santo brazo le han dado la victoria. R/.
El Señor ha dado a conocer su victoria y ha revelado a las naciones su justicia. Una vez más ha demostrado Dios su amor y su lealtad hacia Israel. R/.

La tierra entera ha contemplado la victoria de nuestro Dios. Que todos los pueblos y naciones aclamen con júbilo al Señor. R/.

Cantemos al Señor al son del arpa, suenen los instrumentos. Aclamemos al son de los clarines al Señor, nuestro rey. R/.


SEGUNDA LECTURA

Dios nos ha hablado por medio de su Hijo.

De la carta a los hebreos: 1, 1-6

En distintas ocasiones y de muchas maneras habló Dios en el pasado a nuestros padres, por boca de los profetas. Ahora, en estos tiempos, nos ha hablado por medio de su Hijo, a quien constituyó heredero de todas las cosas y por medio del cual hizo el universo.
El Hijo es el resplandor de la gloria de Dios, la imagen fiel de su ser y el sostén de todas las cosas con su palabra poderosa. El mismo, después de efectuar la purificación de los pecados, se sentó a la diestra de la majestad de Dios, en las alturas, tanto más encumbrado sobre los ángeles, cuanto más excelso es el nombre que, como herencia, le corresponde.
Porque ¿a cuál de los ángeles le dijo Dios: Tú eres mi Hijo; yo te he engendrado hoy? ¿O de qué ángel dijo Dios: Yo seré para él un padre y él será para mí un hijo? Además, en otro pasaje, cuando introduce en el mundo a su primogénito, dice: Adórenlo todos los ángeles de Dios. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.


ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO
R/. Aleluya, aleluya.

Un día sagrado ha brillado para nosotros. Vengan, naciones, y adoren al Señor, porque hoy ha descendido una gran luz sobre la tierra. R/.


EVANGELIO

Aquel que es la Palabra se hizo hombre y habitó entre nosotros.

Del santo Evangelio según san Juan: 1, 1-18

En el principio ya existía aquel que es la Palabra, y aquel que es la Palabra estaba con Dios y era Dios. Ya en el principio Él estaba con Dios. Todas las cosas vinieron a la existencia por Él y sin Él nada empezó de cuanto existe. Él era la vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz brilla en las tinieblas y las tinieblas no la recibieron.
Hubo un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan. Este vino como testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él. Él no era la luz, sino testigo de la luz.
Aquel que es la Palabra era la luz verdadera, que ilumina a todo hombre que viene a este mundo. En el mundo estaba; el mundo había sido hecho por Él y, sin embargo, el mundo no lo conoció.
Vino a los suyos y los suyos no lo recibieron; pero a todos los que lo recibieran les concedió poder llegar a ser hijos de Dios, a los que creen en su nombre, los cuales no nacieron de la sangre, ni del deseo de la carne, ni por voluntad del hombre, sino que nacieron de Dios.
Y aquel que es la Palabra se hizo hombre y habitó entre nosotros. Hemos visto su gloria, gloria que le corresponde como a Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.
Juan el Bautista dio testimonio de Él, clamando: "A éste me refería cuando dije: 'El que viene después de mí, tiene precedencia sobre mí, porque ya existía antes que yo' ".
De su plenitud hemos recibido todos gracias sobre gracia. Porque la ley fue dada por medio de Moisés, mientras que la gracia y la verdad vinieron por Jesucristo. A Dios nadie lo ha visto jamás. El Hijo unigénito, que está en el seno del Padre, es quien lo ha revelado. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


CREDO

A las palabras: Y por obra…, todos se arrodillan

CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO

Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Que sea aceptable ante ti, Señor, la oblación de la presente solemnidad, por la que llegó a nosotros tu benevolencia para nuestra perfecta reconciliación y nos fue concedido participar en plenitud del culto divino. Por Jesucristo, nuestro Señor.


ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 97, 3

Los confines de la tierra han contemplado la salvación que nos viene de Dios.


ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN


Concédenos, Dios misericordioso, que el Salvador del mundo, que hoy nos ha nacido, puesto que es el autor de nuestro nacimiento a la vida, también nos haga partícipes de su inmortalidad. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.

viernes, 22 de diciembre de 2017

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20171224



UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- 

El oráculo que el profeta Natán comunica a David nos ayuda a comprender la esencia de la salvación que nos trae Jesús. Es una oferta definitiva y generosa. Dios se ha comprometido con el hijo de David para siempre. Dios Padre no tratará a Jesús como si fuera un privilegiado, sino corno un Padre responsable y exigente. (Cfr. Samuel: 7, 1-5. 8-12. 14. 16). El Favor de Dios está siempre con Jesús y también está la exigencia de cumplir su voluntad. Dios nos sigue salvando, jamás nos retirará su amor. Desde esa certeza podemos vivir como personas alcanzadas y transformadas por el amor de Dios. Participamos de la vida nueva que Jesús, el Verbo de Dios hecho carne, nos ha regalado. Somos hijos en el Hijo. Esa salvación no tendrá que convertirse en ningún tipo de supremacía. La salvación que hemos recibido en Jesús nos alienta a ser compasivos y amables con las personas que aún no han descubierto con claridad el rostro cercano y amigable que Dios, nos ha revelado en Jesús.

DOMINGO IV DE ADVIENTO Ciclo B Domingo 24 de diciembre 2017



DOMINGO IV DE ADVIENTO Ciclo B

Domingo 24 de diciembre 2017


EL NACIMIENTO DE JESÚS


El libro de Samuel fue recogido y trasmitida dentro del ambiente dela Corte que era favorable al rey David. Los escribas al servicio de la Corte estaban seguros de que el hijo de Jesé había sido elegido y escogido por Dios para consolidar un reino que garantizara la paz a Judá e Israel. En adelante los israelitas podrían escuchar con confianza los mandatos del rey. No por eso se piense que Dios le había firmado un "chequeen blanco" a los monarcas de Israel. Si se apartaban del camino, serían corregidos por Dios. Los primeros cristianos releyeron estas profecías en clave de contraste: mientras que los monarcas de Israel incurrieron en rebeliones constantes contra Dios, la historia de Jesús era algo totalmente distinto. Un hijo fiel y obediente como ningún otro. El Hijo de Dios, Jesús, se consumó en la fidelidad al Padre, por medio de la obediencia. Así nos enseña el verdadero camino que conduce a la salvación.


ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Is 45, 8

Cielos, destilen el rocío; nubes, lluevan la salvación; que la tierra se abra y germine el salvador.


No se dice Gloria.


ORACIÓN COLECTA

Te pedimos, Señor, que infundas tu gracia en nuestros corazones, para que, habiendo conocido, por el anuncio del ángel, la encarnación de tu Hijo, lleguemos, por medio de su pasión y de su cruz, a la gloria de la resurrección. Por nuestro Señor Jesucristo...


LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

El reino de David permanecerá para siempre en presencia del Señor

Del segundo libro de Samuel: 7, 1-5. 8-12. 14. 16

Tan pronto como el rey David se instaló en su palacio y el Señor le concedió descansar de todos los enemigos que lo rodeaban, el rey dijo al profeta Natán: "¿Te has dado cuenta de que yo vivo en una mansión de cedro, mientras el arca de Dios sigue alojada en una tienda de campaña?". Natán le respondió: "Anda y haz todo lo que te dicte el corazón, porque el Señor está contigo". Aquella misma noche habló el Señor a Natán y le dijo: "Ve y dile a mi siervo David que el Señor le manda decir esto: ¿Piensas que vas a ser tú el que me construya una casa, para que yo habite en ella? Yo te saqué de los apriscos y de andar tras las ovejas, para que fueras el jefe de mi pueblo, Israel. Yo estaré contigo en todo lo que emprendas, acabaré con tus enemigos y te haré tan famoso como los hombres más famosos de la tierra. Le asignare un lugar a mi pueblo, Israel; lo plantaré allí para que habite en su propia tierra. Vivirá tranquilo y sus enemigos ya no lo oprimirán más, como lo han venido haciendo desde los tiempos en que establecí jueces para gobernar a mi pueblo, Israel. Y a ti, David, te haré descansar de todos tus enemigos. Además, yo, el Señor, te hago saber que te daré una dinastía; y cuando tus días se hayan cumplido y descanses para siempre con tus padres, engrandeceré a tu hijo, sangre de tu sangre, y consolidaré su reino. Yo seré para él un padre y él será para mí un hijo. Tu casa y tu reino permanecerán para siempre ante mí, y tu trono será estable eternamente' ". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.


SALMO RESPONSORIAL

Del salmo 88, 2-3. 4-5. 27.29

R/. Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor.

Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor y daré a conocer que su fidelidad es eterna, pues el Señor ha dicho: "Mi amor es para siempre y mi lealtad, más firme que los cielos. R/.

Un juramento hice a David, mi servidor, una alianza pacté con mi elegido: 'Consolidare tu dinastía para siempre y afianzaré tu trono eternamente'. R/.

El me podrá decir: `Tú eres mi padre, el Dios que me protege y que me salva'. Yo jamás le retiraré mi amor, ni violaré el juramento que le hice". R/.


SEGUNDA LECTURA

Se ha revelado el misterio oculto durante siglos.

De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 16, 25-27

Hermanos: A aquel que puede darles fuerzas para cumplir el Evangelio que yo he proclamado, predicando a Cristo, conforme a la revelación del misterio, mantenido en secreto durante siglos, y que ahora, en cumplimiento del designio eterno de Dios, ha quedado manifestado por las Sagradas Escrituras, para atraer a todas las naciones a la obediencia de la fe, al Dios único, infinitamente sabio, démosle gloria, por Jesucristo, para siempre. Amén.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.


ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Lc 1, 38
R/. Aleluya, aleluya.

Yo soy la esclava del Señor; cúmplase en mí lo que me has dicho. R/.


EVANGELIO

Concebirás y darás a luz un hijo.

Del santo Evangelio según san Lucas: 1, 26-38

En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón de la estirpe de David, llamado José. La virgen se llamaba María.
Entró el ángel a donde ella estaba y le dijo: "Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo". Al oír estas palabras, ella se preocupó mucho y se preguntaba qué querría decir semejante saludo.
El ángel le dijo: "No temas, María, porque has hallado gracia ante Dios. Vas a concebir y a dar a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús. Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo; el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, y él reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reinado no tendrá fin".
María le dijo entonces al ángel: "¿Cómo podrá ser esto, puesto que yo permanezco virgen?". El ángel le contestó: "El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso, el Santo, que va a nacer de ti, será llamado Hijo de Dios. Ahí tienes a tu parienta Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo y ya va en el sexto mes la que llamaban estéril, porque no hay nada imposible para Dios". María contestó: "Yo soy la esclava del Señor; cúmplase en mí lo que me has dicho". Y el ángel se retiró de su presencia. Palabra del Señor. T. Gloria a ti, Señor Jesús.


PROFESIÓN DE FE

CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO

Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
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PLEGARIA UNIVERSAL

Pidamos, hermanos, el auxilio del Señor, para que, apiadado del pobre y del oprimido, venga a salvar al mundo de sus males: Digamos confiadamente: (R/. Ven Señor Jesús.)

Para que todos los fieles se dispongan a recibir a Cristo como lo recibió María y como ella conserven sus palabras en el corazón, roguemos al Señor.

Para que aquellos hermanos nuestros que han abandonado las prácticas cristianas pero acudirán a la iglesia en las próximas fiestas de Navidad descubran la buena noticia del Evangelio, no como un rayo fugaz en la noche, sino como luz permanente que ilumina y alegra toda la vida, roguemos al Señor.

Para que las fiestas del nacimiento del Señor, alejen las tinieblas de quienes viven sumergidos en dudas e incertidumbres y colmen los deseos de quienes se sienten descorazonados y tristes, roguemos al Señor.

Para que el nacimiento de Cristo nos ayude a renunciar a los deseos mundanos y a vivir sobria y honradamente, esperando la aparición definitiva del Señor, roguemos al Señor.

Dios de bondad y misericordia, que eliges a los humildes para llevar a término tus designios de salvación, escucha nuestras plegarias y concede a tu Iglesia los dones del Espíritu Santo, para que, a imitación de María, acoja a tu Hijo, el Verbo de vida, y se alegre como madre feliz de una descendencia santa e incorruptible. Por Jesucristo, nuestro Señor.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Que santifique, Señor, estos dones, colocados en tu altar, el mismo Espíritu que fecundó con su poder el seno de la bienaventurada Virgen María. Por Jesucristo, nuestro Señor.


PREFACIO DE ADVIENTO IV
MARÍA, NUEVA EVA

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación alabarte, bendecirte y glorificarte Señor, Padre Santo,
Dios todopoderoso y eterno, por el misterio de la Virgen Madre.

Del antiguo adversario nos vino la ruina, pero en el seno virginal de la hija de Sión recibió la vida aquél que nos nutre con el pan de los ángeles, y surgieron para todo el género humano la salvación y la paz.

La gracia que perdimos por Eva nos fue devuelta en María; su maternidad redimida del pecado y de la muerte, se abre al don de una vida nueva. Para que, donde abundó el pecado sobreabundara tu misericordia por Cristo, nuestro Salvador.

Por eso nosotros, mientras esperamos la venida de Cristo, unidos a los ángeles y a los santos, cantamos el himno de tu gloria:

Santo, Santo, Santo es el Señor,


ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Is 7, 14

Miren: la Virgen concebirá y dará a luz un hijo, a quien le pondrá el nombre de Emmanuel.


ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Habiendo recibido esta prenda de redención eterna, te rogamos, Dios todopoderoso, que, cuanto más se acerca el día de la festividad que nos tae la salvación, con tanto mayor fervor nos apresuremos a celebrar dignamente el misterio del nacimiento de tu Hijo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.


UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- El oráculo que el profeta Natán comunica a David nos ayuda a comprender la esencia de la salvación que nos trae Jesús. Es una oferta definitiva y generosa. Dios se ha comprometido con el hijo de David para siempre. Dios Padre no tratará a Jesús como si fuera un privilegiado, sino corno un Padre responsable y exigente. El Favor de Dios está siempre con Jesús y también está la exigencia de cumplir su voluntad. Dios nos sigue salvando, jamás nos retirará su amor. Desde esa certeza podemos vivir como personas alcanzadas y transformadas por el amor de Dios. Participamos de la vida nueva que Jesús, el Verbo de Dios hecho carne, nos ha regalado. Somos hijos en el Hijo. Esa salvación no tendrá que convertirse en ningún tipo de supremacía. La salvación que hemos recibido en Jesús nos alienta a ser compasivos y amables con las personas que aún no han descubierto con claridad el rostro cercano y amigable que Dios, nos ha revelado en Jesús.

sábado, 16 de diciembre de 2017

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20171217



UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO

En una sociedad pintada de protagonismo, visible por lo menos en el gran número de políticos que quieren postularse como candidatos a la presidencia, manifiesta también en el plano personal, en esa feria de vanidades que significa exhibir fotografías y otras simplezas en las redes sociales, resultará extraño encontrarnos con la discreción y la modestia de Juan Bautista. No obstante que tenía un gran arraigo entre la gente de Israel, no perdió piso ni se le subieron los humos, se mantuvo sensato y reconocía su verdadera estatura. Era el portavoz de la luz. Los reflectores debían apuntar hacia otra persona distinta de él. No se dejó atrapar por el afán de notoriedad ni por el protagonismo. Demasiado cinismo o demasiada superficialidad la que observamos en tantas personas que se dicen idóneas para gobernar este país, cuando las cuentas que rinden son poco menos que desastrosas en los estados donde gobiernan. Parece que estamos realmente huérfanos de servidores públicos que verdaderamente estén decididos a mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos.

DOMINGO III DE ADVIENTO Ciclo B Domingo 17 de diciembre 2017



DOMINGO III DE ADVIENTO Ciclo B
Domingo 17 de diciembre 2017


UN HOMBRE ENVIADO POR DIOS


Muy claramente observamos el esquema promesa-cumplimiento en las dos lecturas que nos ofrece la liturgia. El profeta Isaías presenta a un hombre que tiene clara conciencia de su misión y su autoridad. No actuará a título personal, sino en calidad de enviado de Dios; más aún, realizará una misión que lo sobrepasa, siendo robustecido por la fuerza del Espíritu. Se sabe y vive como un ungido del Señor que dará consuelo. Él está seguro que la suerte de la gente que sufre, dará un vuelco favorable. Juan Bautista vivió en un periodo de transición. Expresamente renunció a considerarse el Profeta y el Mesías y apenas se reconoció así mismo como el mensajero anunciado por Isaías. Sabemos que el Señor Jesús siguió de cerca a Juan, que se entusiasmó con su movimiento renovador y que posteriormente se apartó de él, para anunciar con menos severidad que Juan, la llegada inminente del Reino de Dios.


ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Flp 4, 4. 5

Estén siempre alegres en el Señor, les repito, estén alegres. El Señor está cerca.


No se dice Gloria.


ORACIÓN COLECTA

Dios nuestro, que contemplas a tu pueblo esperando fervorosamente la fiesta del nacimiento de tu Hijo, concédenos poder alcanzar la dicha que nos trae la salvación y celebrarla siempre con la solemnidad de nuestras ofrendas y con vivísima alegría. Por nuestro Señor Jesucristo...


LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

Me alegro en el Señor con toda el alma.

Del libro del profeta Isaías: 61, 1-2. 10-11

El espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido y me ha enviado para anunciar la buena nueva a los pobres, a curar a los de corazón quebrantado, a proclamar el perdón a los cautivos, la libertad a los prisioneros, y a pregonar el año de gracia del Señor.
Me alegro en el Señor con toda el alma y me lleno de júbilo en mi Dios, porque me revistió con vestiduras de salvación y me cubrió con un manto de justicia, como el novio que se pone la corona, como la novia que se adorna con sus joyas.
Así como la tierra echa sus brotes y el jardín hace germinar lo sembrado en él, así el Señor hará brotar la justicia y la alabanza ante todas las naciones.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.


SALMO FIESPONSORIAL
Lucas 1, 46-48. 49-50. 53-54.

R/. Mi espíritu se alegra en Dios, mi salvador.

Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu se llena de júbilo en Dios, mi salvador, porque puso los ojos en la humildad de su esclava. R/.

Desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones, porque ha hecho en mí grandes cosas el que todo lo puede. Santo es su nombre, y su misericordia llega de generación en generación a los que lo temen. R/.

A los hambrientos los colmó de bienes y a los ricos los despidió sin nada. Acordándose de su misericordia, vino en ayuda de Israel, su siervo. R/.


SEGUNDA LECTURA

Conservémonos irreprochables en cuerpo y alma hasta la llegada del Señor

De la primera carta del apóstol san Pablo a los tesalonicenses: 5,16-24

Hermanos: Vivan siempre alegres, oren sin cesar, den gracias en toda ocasión, pues esto es lo que Dios quiere de ustedes en Cristo Jesús. No impidan la acción del Espíritu Santo, ni desprecien el don de profecía; pero sométanlo todo a prueba y quédense con lo bueno. Absténganse de toda clase de mal. Que el Dios de la paz los santifique a ustedes en todo y que todo su ser, espíritu, alma y cuerpo, se conserve irreprochable hasta la llegada de nuestro Señor Jesucristo. El que los ha llamado es fiel y cumplirá su promesa.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.


ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Is 61, 1 (cit. en Lc 4. 18)
R/. Aleluya, aleluya.

El Espíritu del Señor está sobre mí. Me ha enviado para anunciar la buena nueva a los pobres. R/.


EVANGELIO

En medio de ustedes hay uno al que ustedes no conocen.

Del santo Evangelio según san Juan: 1, 6-8.19-28

Hubo un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan. Éste vino como testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él. Él no era la luz, sino testigo de la luz.
Este es el testimonio que dio Juan el Bautista, cuando los judíos enviaron desde Jerusalén a unos sacerdotes y levitas para preguntarle: "¿Quién eres tú?".
Él reconoció y no negó quién era. Él afirmó: "Yo no soy el Mesías". De nuevo le preguntaron: "¿Quién eres, pues? ¿Eres Elías?". Él les respondió: "No lo soy". "¿Eres el profeta?". Respondió: "No". Le dijeron: "Entonces dinos quién eres, para poder llevar una respuesta a los que nos enviaron. ¿Qué dices de ti mismo?". Juan les contestó: "Yo soy la voz que grita en el desierto: 'Enderecen el camino del Señor', como anunció el profeta Isaías".
Los enviados, que pertenecían a la secta de los fariseos, le preguntaron: "Entonces ¿por qué bautizas, si no eres el Mesías, ni Elías, ni el profeta?". Juan les respondió: "Yo bautizo con agua, pero en medio de ustedes hay uno, al que ustedes no conocen, alguien que viene detrás de mí, a quien yo no soy digno de desatarle las correas de sus sandalias". Esto sucedió en Betania, en la otra orilla del Jordán, donde Juan bautizaba. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


PROFESIÓN DE FE

CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO

Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.


PLEGARIA UNIVERSAL

Confortados por el anuncio de la venida del Señor, oremos, hermanos, mientras esperamos confiadamente nuestra total liberación. Digamos confiadamente: (R/. Ven Señor Jesús)

Para que Dios visite a la santa Iglesia con su venida y la gobierne con su asistencia, roguemos al Señor.

Para que con la tutela divina nuestros tiempos sean tranquilos y nuestra vida feliz, roguemos al Señor.

Para que el Señor con su venida cure los dolores de los enfermos, dé paz y alegría a los que no la tienen y libre al mundo de todos los males, roguemos al Señor.

Para que quienes ahora recordamos con piedad la primera venida del Señor en la carne, merezcamos participar también con gozo en su gloriosa aparición al final de los tiempos, roguemos al Señor.

Señor Dios, Padre de los pobres y desamparados, que llamas a todos los hombres a participar de la paz y bienestar de tu reino, escucha nuestra oración, muéstranos tu bondad y danos un corazón puro y generoso para allanar el camino al Salvador. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Que este sacrificio, Señor, que te ofrecemos con devoción, nunca deje de realizarse, para que cumpla el designio que encierra tan santo misterio y obre eficazmente en nosotros tu salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.


PREFACIO

Prefacio de Adviento I

Las dos venidas de Cristo

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, nuestro Señor. El cual, al venir por vez primera en la humildad de nuestra carne, realizó el plan de redención trazado desde antiguo y nos abrió el camino de la salvación, para que cuando venga de nuevo, en la majestad de su gloria, revelando así la plenitud de su obra, podamos recibir los bienes prometidos que ahora, en vigilante espera, confiamos alcanzar. Por eso, con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de su gloria:
Santo, Santo, Santo...


ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Is 35, 4

Digan a los cobardes: "¡Ánimo, no teman!; miren a su Dios: viene en persona a salvarlos".

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Imploramos, Señor, tu misericordia, para que estos divinos auxilios nos preparen, purificados de nuestros pecados, para celebrar las fiestas venideras. Por Jesucristo, nuestro Señor.