Remar Mar Adentro, pretende, como laicos comprometidos, presentar temas de reflexión para vivir el reino de Dios; levantando las anclas en una tarea asumida generosamente. Ricardo Huante Magaña
miércoles, 31 de marzo de 2021
¿Qué se celebra el Jueves Santo?
Después de haber celebrado la entrada de Jesús en Jerusalén en el Domingo de Ramos, y de unos días antes de la Pascua, llega un día clave en la Semana Santa: el Jueves Santo. Es el día que da comienzo al Triduo Pascual y empieza la Pasión de nuestro Señor.
sábado, 27 de marzo de 2021
DOMINGO DE RAMOS DE LA PASIÓN DEL SEÑOR Domingo 28 de marzo 2021
LA GENEROSIDAD
Is 50,4-7; Sal 21, Flp2, 6-11; Mc 14,1-15.47
En nuestras lecturas, todo habla de la generosidad. Según el tercer
cántico del Siervo de Yahvé, que forma la primera lectura, el Siervo encuentra
oposición a su misión, ofensas personales, y adversarios que lo golpean,
insultan, y escupen. No obstante, muestra la actitud de un verdadero discípulo
de los profetas y de los sabios de Israel: escucha la palabra de Dios para
luego transmitirla generosamente. En la Carta a los filipenses, Cristo Jesús es
igualmente generoso, pues no retuvo ávidamente el ser igual a Dios sino que se
entregó a sí mismo, generosamente a Dios. En el relato de la pasión del Señor,
la generosidad de la mujer que traía un frasco de alabastro con perfume puro de
nardo es sólo el primer gesto en una larga narración de generosidad que culmina
en el acto supremo de la muerte de Jesús.
ANTÍFONA DE ENTRADA Jn 12,1. 12-13
Seis días antes de la Pascua, cuando el Señor entró en Jerusalén,
salieron los niños a su encuentro llevando en sus manos hojas de palmera y
gritando: Hosanna en el cielo. Bendito tú, que vienes lleno de bondad y de
misericordia.
No se dice Gloria
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que quisiste que nuestro Salvador se
hiciera hombre y padeciera en la cruz para dar al género humano ejemplo de
humildad, concédenos, benigno, seguir las enseñanzas de su pasión y que
merezcamos participar de su gloriosa resurrección. Él, que vive y reina contigo
en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
No aparté mi rostro de los insultos, y sé que no quedaré avergonzado.
Del libro del profeta Isaías: 50,4-7
En aquel entonces, dijo Isaías: "El Señor me ha dado una lengua
experta, para que pueda confortar al abatido con palabras de aliento.
Mañana tras mañana, el Señor despierta mi oído, para que escuche yo,
como discípulo. El Señor Dios me ha hecho oír sus palabras y yo no he opuesto
resistencia ni me he echado para atrás.
Ofrecí la espalda a los que me golpeaban, la mejilla a los que me
tiraban de la barba. No aparté mi rostro de los insultos y salivazos. Pero el
Señor me ayuda, por eso no quedaré confundido, por eso endurecí mi rostro como
roca y sé que no quedaré avergonzado". Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 21, 8-9. 17-18a. 19-20. 23-24
R/. Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?
Todos los que me ven, de mí se burlan; me hacen gestos y dicen:
"Confiaba en el Señor, pues que él lo salve; si de veras lo ama, que lo
libre". R/.
Los malvados me cercan por doquiera como rabiosos perros. Mis manos y
mis pies han taladrado y se pueden contar todos mis huesos. R/.
Reparten entre sí mis vestiduras y se juegan mi túnica a los dados.
Señor, auxilio mío, ven y ayúdame, no te quedes de mí tan alejado. R/.
Contaré tu fama a mis hermanos, en medio de la asamblea te alabaré.
Fieles del Señor, alábenlo; glorifícalo, linaje de Jacob; témelo, estirpe de
Israel. R/.
SEGUNDA LECTURA
Cristo se humilló a sí mismo, por eso Dios lo exaltó.
De la carta del apóstol san Pablo a los filipenses: 2,6-11
Cristo, siendo Dios, no consideró que debía aferrarse a las
prerrogativas de su condición divina, sino que, por el contrario, se anonadó a
sí mismo, tomando la condición de siervo, y se hizo semejante a los hombres.
Así, hecho uno de ellos, se humilló a sí mismo y por obediencia aceptó incluso
la muerte, y una muerte de cruz.
Por eso Dios lo exaltó sobre todas las cosas y le otorgó el nombre que
está sobre todo nombre, para que, al nombre de Jesús, todos doblen la rodilla
en el cielo, en la tierra y en los abismos, y todos reconozcan públicamente que
Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre. Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Flp 2, 8-9
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Cristo se humilló por nosotros y por obediencia aceptó incluso la
muerte y una muerte de cruz. Por eso Dios lo exaltó sobre todas las cosas y le
otorgó el nombre que está sobre todo nombre. R/.
EVANGELIO
PASIÓN DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
SEGÚN SAN MARCOS: 14, 1-15,47
(La señal de cruz †, se refiere a Cristo; la C, al cronista, y la S, a
la sinagoga).
C. Faltaban dos días para la fiesta de Pascua y de los panes Ázimos.
Los sumos sacerdotes y los escribas andaban buscando una manera de apresar a
Jesús a traición y darle muerte, pero decían:
S "No durante las fiestas, porque el pueblo podría
amotinarse".
C Estando Jesús sentado a la mesa, en casa de Simón el leproso, en
Betania, llegó una mujer con un frasco de perfume muy caro, de nardo puro;
quebró el frasco y derramó el perfume en la cabeza de Jesús. Algunos comentaron
indignados:
S "¿A qué viene este derroche de perfume? Podía haberse vendido
por más de trescientos denarios para dárselos a los pobres".
C Y criticaban a la mujer; pero Jesús replicó:
† "Déjenla. ¿Por qué la molestan? Lo que ha hecho conmigo está
bien, porque a los pobres los tienen siempre con ustedes y pueden socorrerlos
cuando quieran; pero a mí no me tendrán siempre. Ella ha hecho lo que podía. Se
ha adelantado a embalsamar mi cuerpo para la sepultura. Yo les aseguro que en
cualquier parte del mundo donde se predique el Evangelio, se recordará también
en su honor lo que ella ha hecho conmigo".
C Judas Iscariote, uno de los Doce, se presentó a los sumos sacerdotes
para entregarles a Jesús. Al oído, se alegraron y le prometieron dinero; y él
andaba buscando una buena ocasión para entregarlo. El primer día de la fiesta
de los panes ázimos, cuando se sacrificaba el cordero pascual, le preguntaron a
Jesús sus discípulos:
S "¿Dónde quieres que vayamos a prepararte la cena de
Pascua?".
C Él les dijo a dos de ellos:
† "Vayan a la ciudad. Encontrarán a un hombre que lleva un cántaro
de agua; síganlo y díganle al dueño de la casa en donde entre: 'El Maestro
manda preguntar: ¿Dónde está la habitación en que voy a comer la Pascua con mis
discípulos?'. Él les enseñará una sala en el segundo piso, arreglada con
divanes. Prepárennos allí la cena".
C Los discípulos se fueron, llegaron a la ciudad, encontraron lo que
Jesús les había dicho y prepararon la cena de Pascua. Al atardecer, llegó Jesús
con los Doce. Estando a la mesa, cenando, les dijo:
† "Yo les aseguro que uno de ustedes, uno que está comiendo conmigo,
me va a entregar".
C Ellos, consternados, empezaron a preguntarle uno tras otro:
S "¿Soy yo?".
C El respondió: .
† "Uno de los Doce; alguien que moja su pan en el mismo plato que
yo. El Hijo del hombre va a morir, como está escrito: pero ¡ay del que va a
entregar al Hijo del hombre! ¡Más le valiera no haber nacido!".
C Mientras cenaban, Jesús tomó un pan, pronunció la bendición, lo
partió y se lo dio a sus discípulos, diciendo:
† "Tomen: esto es mi cuerpo".
C Y tomando en sus manos una copa de vino, pronunció la acción de
gracias, se la dio, todos bebieron y les dijo:
† "Esta es mi sangre, sangre de la alianza, que se derrama por
todos. Yo les aseguro que no volveré a beber del fruto de la vid hasta el día
en que beba el vino nuevo en el Reino de Dios".
C Después de cantar el himno, salieron hacia el monte de los Olivos y
Jesús les dijo:
† "Todos ustedes se van a escandalizar por mi causa, como está
escrito: 'Heriré al pastor y se dispersarán las ovejas'; pero cuando resucite,
iré por delante de ustedes a Galilea".
C Pedro replicó:
S "Aunque todos se escandalicen, yo no".
C Jesús le contestó:
† "Yo te aseguro que hoy, esta misma noche, antes de que el gallo
cante dos veces, tú me negarás tres".
C Pero él insistía:
S "Aunque tenga que morir contigo, no te negaré".
C Y los demás decían lo mismo. Fueron luego a un huerto, llamado Getsemaní,
y Jesús dijo a sus discípulos:
† "Siéntense aquí mientras hago oración".
C Se llevó a Pedro, a Santiago y a Juan; empezó a sentir terror y
angustia, y les dijo:
† "Tengo el alma llena de una tristeza mortal. Quédense aquí,
velando".
C Se adelantó un poco, se postró en tierra y pedía que, si era posible,
se alejara de él aquella hora. Decía:
† "Padre, tú lo puedes todo: aparta de mí este cáliz. Pero que no
se haga lo que yo quiero, sino lo que tú quieres". .
C Volvió a donde estaban los discípulos, y al encontrarlos dormidos,
dijo a Pedro:
† "Simón, ¿estás dormido? ¿No has podido velar ni una hora? Velen
y oren, para que no caigan en la tentación. El espíritu está pronto, pero la
carne es débil".
C De nuevo se retiró y se puso a orar, repitiendo las mismas palabras.
Volvió y otra vez los encontró dormidos, porque tenían los ojos
cargados de sueño, por eso no sabían qué contestarle. Él les dijo:
† "Ya pueden dormir y descansar. ¡Basta! Ha llegado la hora. Miren
que el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los pecadores.
¡Levántense! ¡Vamos! Ya está cerca el traidor".
C Todavía estaba hablando, cuando se presentó Judas, uno de los Doce, y
con él, gente con espadas y palos, enviada por los sacerdotes, los escribas y
los ancianos. El traidor les había dado una contraseña, diciéndoles:
S "Al que yo bese, ése es. Deténganlo y llévenselo bien
sujeto".
C Llegó, se acercó y le dijo:
S "Maestro".
C Y lo besó. Ellos le echaron mano y lo apresaron. Pero uno de los
presentes desenvainó la espada y de un golpe le cortó la oreja a un criado del
sumo sacerdote. Jesús tomó la palabra y les dijo:
† "¿Salieron ustedes a apresarme con espadas y palos, como si se
tratara de un bandido? Todos los días he estado entre ustedes, enseñando en el
templo y no me han apresado. Pero así tenía que ser para que se cumplieran las
Escrituras".
C Todos lo abandonaron y huyeron.
Lo iba siguiendo un muchacho, envuelto nada más con una sábana y lo
detuvieron; pero él soltó la sábana y se les escapó desnudo. Condujeron a Jesús
a casa del sumo sacerdote y se reunieron todos los pontífices, los escribas y
los ancianos. Pedro lo fue siguiendo de lejos hasta el interior del patio del
sumo sacerdote y se sentó con los criados, cerca de la lumbre, para calentarse.
Los sumos sacerdotes y el sanedrín en pleno buscaban una acusación contra Jesús
para condenarlo a muerte y no la encontraban. Pues, aunque muchos presentaban
falsas acusaciones contra él, los testimonios no concordaban. Hubo unos que se
pusieron de pie y dijeron:
S "Nosotros lo hemos oído decir: 'Yo destruiré este templo,
edificado por hombres, y en tres días construirá otro, no edificado por
hombres"'.
C Pero ni aun en esto concordaba su testimonio. Entonces el sumo sacerdote
se puso de pie y le preguntó a Jesús:
S "¿No tienes nada que responder a todas esas acusaciones?".
C Pero él no le respondió nada. El sumo sacerdote le volvió a
preguntar:
S "¿Eres tú el Mesías, el Hijo de Dios bendito?".
C Jesús contestó:
† "Sí lo soy. Y un día verán cómo el Hijo del hombre está sentado
a la derecha del Todopoderoso y cómo viene entre las nubes del cielo".
C El sumo sacerdote se rasgó las vestiduras exclamando:
S "¿Qué falta hacen ya más testigos? Ustedes mismos han oído la
blasfemia. ¿Qué les parece?".
C Y todos lo declararon reo de muerte.
Algunos se pusieron a escupirle, y tapándole la cara, lo abofeteaban y
le decían:
S ''Adivina quién fue",
C Y los criados también le daban de bofetadas. Mientras tanto, Pedro
estaba abajo, en el patio. Llegó una criada del sumo sacerdote, y al ver a
Pedro calentándose, lo miró fijamente y le dijo:
S "Tú también andabas con Jesús Nazareno".
C Él lo negó, diciendo:
S "Ni sé ni entiendo lo que quieres decir".
C Salió afuera hacia el zaguán, y un gallo cantó. La criada, al verlo,
se puso de nuevo a decir a los presentes:
S "Ése es uno de ellos".
C Pero él lo volvió a negar. Al poco rato, también los presentes
dijeron a Pedro:
S "Claro que eres uno de ellos, pues eres galileo".
C Pero él se puso a echar maldiciones y a jurar:
S "No conozco a ese hombre del que hablan".
C En seguida, cantó el gallo por segunda vez. Pedro se acordó entonces
de las palabras que le había dicho Jesús: "Antes de que el gallo cante dos
veces, tú me habrás negado tres", y rompió a llorar.
Comienza la lectura breve
C Luego que amaneció, se reunieron los sumos sacerdotes con los
ancianos, los escribas y el sanedrín en pleno, para deliberar. Ataron a Jesús,
se lo llevaron y lo entregaron a Pilato. Éste le preguntó:
S “¿Eres tú el rey de los judíos?".
C El respondió:
† "Sí lo soy".
C Los sumos sacerdotes lo acusaban de muchas cosas. Pilato le preguntó
de nuevo:
S "¿No contestas nada? Mira de cuántas cosas te acusan".
C Jesús ya no le contestó nada, de modo que Pilato estaba muy
extrañado. Durante la fiesta de Pascua, Pilato solía soltarles al preso que
ellos pidieran. Estaba entonces en la cárcel un tal Barrabás, con los
revoltosos que habían cometido un homicidio en un motín. Vino la gente y empezó
a pedir el indulto de costumbre. Pilato les dijo:
S "¿Quieren que les suelte al rey de los judíos?".
C Porque sabía que los sumos sacerdotes se lo habían entregado por
envidia. Pero los sumos sacerdotes incitaron a la gente para que pidieran la
libertad de Barrabás. Pilato les volvió a preguntar:
S "¿Y qué voy a hacer con el que llaman rey de los judíos?".
C Ellos gritaron:
S "¡Crucifícalo!".
C Pilato les dijo:
S "Pues ¿qué mal ha hecho?".
C Ellos gritaron más fuerte:
S "¡Crucifícalo!".
C Pilato, queriendo dar gusto a la multitud, les soltó a Barrabás; y a
Jesús, después de mandarlo azotar, lo entregó para que lo crucificaran. Los
soldados se lo llevaron al interior del palacio, al pretorio, y reunieron a
todo el batallón. Lo vistieron con un manto de color púrpura, le pusieron una
corona de espinas, que habían trenzado, y comenzaron a burlarse de él,
dirigiéndole este saludo:
S "¡Viva el rey de los judíos!".
C Le golpeaban la cabeza con una caña, le escupían y, doblando las
rodillas, se postraban ante él. Terminadas las burlas, le quitaron aquel manto
de color púrpura, le pusieron su ropa y lo sacaron para crucificarlo. Entonces
forzaron a cargar la cruz a un individuo que pasaba por ahí de regreso del
campo, Simón de Cirene, padre de Alejandro y de Rufo, y llevaron a Jesús al
Gólgota (que quiere decir "lugar de la Calavera"). Le ofrecieron vino
con mirra, pero él no lo aceptó. Lo crucificaron y se repartieron sus ropas,
echando suertes para ver qué le tocaba a cada uno. Era media mañana cuando lo
crucificaron. En el letrero de la acusación estaba escrito: "El rey de los
judíos". Crucificaron con él a dos bandidos, uno a su derecha y otro a su
izquierda. Así se cumplió la Escritura que dice: Fue contado entre los
malhechores. Los que pasaban por ahí, lo injuriaban meneando la cabeza y
gritándole:
S "¡Anda! Tú, que destruías el templo y lo reconstruías en tres
días, sálvate a ti mismo y baja de la cruz".
C Los sumos sacerdotes se burlaban también de él y le decían: "Ha
salvado a otros, pero a sí mismo no se puede salvar. Que el Mesías, el rey de
Israel, baje ahora de la cruz, para que lo veamos y creamos".
C Hasta los que estaban crucificados con él también lo insultaban. Al
llegar el mediodía, toda aquella tierra se quedó en tinieblas hasta las tres de
la tarde. Y a las tres, Jesús gritó con voz potente:
† Eloí, Eloí, ¿lama sabactaní?".
C (que significa: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?)
Algunos de los presentes, al oírlo, decían:
S "Miren, está llamando a Elías".
C Uno corrió a empapar una esponja en vinagre, la sujetó a un carrizo y
se la acercó para que bebiera, diciendo:
S "Vamos a ver si viene Elías a bajarlo".
C Pero Jesús, dando un fuerte grito, expiró.
(Aquí todos se arrodillan y guardan silencio por unos instantes)
C Entonces el velo del templo se rasgó en dos, de arriba a abajo. El
oficial romano que estaba frente a Jesús, al ver cómo había expirado, dijo:
S "De veras este hombre era Hijo de Dios".
Fin de la lectura breve
C Había también ahí unas mujeres que estaban mirando todo desde lejos;
entre ellas, María Magdalena, María (la madre de Santiago el menor y de José) y
Salomé, que cuando Jesús estaba en Galilea, lo seguían para atenderlo; y además
de ellas, otras muchas que habían venido con él a Jerusalén. Al anochecer, como
era el día de la preparación, víspera del sábado, vino José de Arimatea,
miembro distinguido del sanedrín, que también esperaba el Reino de Dios. Se
presentó con valor ante Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús. Pilato se extrañó
que ya hubiera muerto, y llamando al oficial, le preguntó si hacía mucho tiempo
que había muerto. Informado por el oficial, concedió el cadáver a José. Este
compró una sábana, bajó el cadáver, lo envolvió en la sábana y lo puso en un
sepulcro excavado en una roca y tapó con una piedra la entrada del sepulcro.
María Magdalena y María, la madre de José, se fijaron en dónde lo ponían.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
PROFESIÓN DE FE
Credo de los Apóstoles
Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y
gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder
de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los
infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y
está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a
juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica,
la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la
carne y la vida eterna.
Amén.
PLEGARIA UNIVERSAL
Imploremos, hermanos, a Jesús, el Sumo Sacerdote de la fe que
profesamos, que en la cruz presentó, con lágrimas en los ojos, oraciones y
súplicas al Padre, y oremos también nosotros por todos los hombres: (R/.
Escúchanos, Señor.)
Para que el Señor, que en la cruz excusó a los ignorantes y pidió
perdón por ellos, tenga piedad de los fieles que han caído en el pecado, les dé
valor para recurrir al sacramento de la penitencia y les conceda el gozo del
perdón y de la paz, roguemos al Señor.
Para que la sangre de Jesús, que habla más favorablemente que la de
Abel, reconcilie con Dios a los que aún están lejos a causa de la ignorancia,
la indiferencia, la maldad o las propias pasiones, roguemos al Señor.
Para que el Señor, que en la cruz experimentó la amargura de sentirse
triste y abandonado, se apiade de los enfermos, los afligidos y los oprimidos y
les envíe a su ángel para que los conforte, roguemos al Señor.
Para que el Señor, que recibió en su reino al ladrón arrepentido, se
apiade de nosotros nos dé sentimientos de contrición y nos admita, después de
la muerte, en su paraíso, roguemos al Señor.
Dios todopoderoso y eterno, que enviaste a tu Hijo al mundo, para que,
con su pasión, destruyera el pecado y la muerte y, con su resurrección, nos
devolviera la vida y la felicidad, escucha las oraciones de tu pueblo y haz que
podamos gozar de los frutos de la cruz gloriosa de Jesucristo. El, que vive y
reina por los siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que la pasión de tu Unigénito, Señor, nos atraiga tu perdón, y aunque
no lo merecemos por nuestras obras, por la mediación de este sacrificio único,
lo recibamos de tu misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
Prefacio I de la Pasión del Señor
La fuerza de la Cruz
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación
darte gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios
todopoderoso y eterno. Porque mediante la pasión salvadora de tu Hijo diste a
los hombres una nueva comprensión de tu majestad y una nueva manera de
alabarla, al poner de manifiesto, por la eficacia inefable de la cruz, el poder
del crucificado y el juicio que del mundo has hecho. Por eso, ahora nosotros
llenos de alegría, te aclamamos con los ángeles y los santos diciendo:
Santo, Santo, Santo...La Pasión del Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Mt 26, 42
Padre mío, si no es posible evitar que yo beba este cáliz, hágase tu
voluntad.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Tú que nos has alimentado con esta Eucaristía, y por medio de la muerte
de tu Hijo nos das la esperanza de alcanzar lo que la fe nos promete,
concédenos, Señor, llegar, por medio de su resurrección, a la meta de nuestras
esperanzas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO
Dios y Padre nuestro, mira con bondad a esta familia tuya, por la cual
nuestro Señor Jesucristo no dudó en entregarse a sus verdugos y padecer el
tormento de la cruz. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20210328
Vivimos en un sistema económico que no logra entender la generosidad. Para este sistema, el egoísmo es el valor supremo. Tienes que cuidar para ti mismo solamente. No hay ninguna comida gratis. Si te doy algo, tienes que pagarme y darme más. La generosidad, entendida como la entrega libre y amorosa de sí mismo, es nada menos que la locura en el marco de tal sistema. Por eso, nuestra generosidad no puede limitarse a actos aislados de asistencia a los necesitados. Claro que tales actos son absolutamente necesarios. Sin embargo, no son suficientes. Tenemos que luchar para cambiar un mundo que crea personas necesitadas de comida, trabajo, y de los demás elementos de una vida digna. Luchando así, no debemos sorprendernos que, como aconteció a Jesús, encontremos oposición violenta. No obstante, en él tenemos el modelo perfecto de fidelidad.
sábado, 20 de marzo de 2021
DOMINGO V DE CUARESMA Ciclo B Domingo 21 de marzo 2021
Ésta será la alianza nueva que voy a hacer con la casa de Israel: Voy a poner mi ley en lo más profundo de su mente y voy a grabarla en sus corazones.
Yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. Ya nadie tendrá que instruir a su prójimo ni a su hermano, diciéndole: 'Conoce al Señor', porque todos me van a conocer, desde el más pequeño hasta el mayor de todos, cuando yo les perdone sus culpas y olvide para siempre sus pecados". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
R/. Crea en mí, Señor, un corazón puro.
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Felipe fue a decírselo a Andrés; Andrés y Felipe se lo dijeron a Jesús y él les respondió: "Ha llegado la hora de que el Hijo del hombre sea glorificado. Yo les aseguro que si el grano de trigo, sembrado en la tierra, no muere, queda infecundo; pero si muere, producirá mucho fruto. El que se ama a sí mismo, se pierde; el que se aborrece a sí mismo en este mundo, se asegura para la vida eterna. El que quiera servirme, que me siga, para que donde yo esté, también esté mi servidor. El que me sirve será honrado por mi Padre.
Ahora que tengo miedo, ¿le voy a decir a mi Padre: 'Padre, líbrame de esta hora'? No, pues precisamente para esta hora he venido. Padre, dale gloria a tu nombre". Se oyó entonces una voz que decía: "Lo he glorificado y volveré a glorificado".
De entre los que estaban ahí presentes y oyeron aquella voz, unos decían que había sido un trueno; otros, que le había hablado un ángel. Pero Jesús les dijo: "Esa voz no ha venido por mí, sino por ustedes. Está llegando el juicio de este mundo; ya va a ser arrojado el príncipe de este mundo. Cuando yo sea levantado de la tierra, atraeré a todos hacia mí". Dijo esto, indicando de qué manera habría de morir.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Amén.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20210321
sábado, 13 de marzo de 2021
DOMINGO IV DOMINGO DE CUARESMA Ciclo B Domingo 14 de marzo 2021
UNA NUEVA LECTURA DE LA HISTORIA 2 Crón 36, 14-16.19-23; Sal 136; Ef 2, 4-10; Jn 3,
14-21 Hacía el año 400 a. c., el autor de nuestra primera
lectura se preguntó: ¿Hace falta volver a escribir la historia? ¿No bastaba
añadir a lo ya escrito unos capítulos sobre la vuelta del destierro y la
comunidad judía del siglo V a. C.? El autor, que conocía la situación de
primera mano, juzgó que debía hacerlo. De manera sencilla y audaz, quiso
ofrecer una nueva lectura de la historia en la obra que abarca los libros de
Crónicas. El resultado consistió en que la comunidad judía continuó sin perder
su identidad en situaciones difíciles. El texto de hoy, que es el último
capítulo del libro, no es el fin de la historia. La historia llega a su culmen,
de acuerdo con la lectura aún más audaz del evangelista Juan, en la vida del
Hijo del hombre levantado en la cruz. ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Is 66, 10-11 Alégrate, Jerusalén, y que se reúnan cuantos te
aman. Compartan su alegría los que estaban tristes, vengan a saciarse con su
felicidad. No se dice Gloria. ORACIÓN COLECTA Señor Dios, que por tu Palabra realizas
admirablemente la reconciliación del género humano, concede al pueblo cristiano
prepararse con generosa entrega y fe viva a celebrar las próximas fiestas de la
Pascua. Por nuestro Señor Jesucristo... LITURGIA DE LA PALABRA PRIMERA LECTURA La ira del Señor desterró a su pueblo; su
misericordia lo liberó. Del segundo libro de las Crónicas: 36, 14-16.19-23 En aquellos días, todos los sumos sacerdotes y el
pueblo multiplicaron sus infidelidades, practicando todas las abominables
costumbres de los paganos, y mancharon la casa del Señor, que él se había
consagrado en Jerusalén. El Señor, Dios de sus padres, los exhortó
continuamente por medio de sus mensajeros, porque sentía compasión de su pueblo
y quería preservar su santuario. Pero ellos se burlaron de los mensajeros de
Dios, despreciaron sus advertencias y se mofaron de sus profetas, hasta que la
ira del Señor contra su pueblo llegó a tal grado, que ya no hubo remedio.Envió entonces contra ellos al rey de los caldeos.
Incendiaron la casa de Dios y derribaron las murallas de Jerusalén, pegaron
fuego a todos los palacios y destruyeron todos sus objetos preciosos. A los que
escaparon de la espada, los llevaron cautivos a Babilonia, donde fueron
esclavos del rey y de sus hijos, hasta que el reino pasó al dominio de los
persas, para que se cumpliera lo que dijo Dios por boca del profeta Jeremías:
Hasta que el país haya pagado sus sábados perdidos, descansará de la
desolación, hasta que se cumplan setenta años.En el año primero de Ciro, rey de Persia, en cumplimiento
de las palabras que habló el Señor por boca de Jeremías, el Señor inspiró a
Ciro, rey de los persas, el cual mandó proclamar de palabra y por escrito en
todo su reino, lo siguiente: ''Así habla Ciro, rey de Persia: El Señor, Dios de
los cielos, me ha dado todos los reinos de la tierra y me ha mandado que le
edifique una casa en Jerusalén de Judá. En consecuencia, todo aquel que
pertenezca a este pueblo, que parta hacia allá, y que su Dios lo
acompañe". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor. SALMO RESPONSORIAL Del salmo 136, 1-2. 4-5. 6.R/. Tu recuerdo, Señor, es mi alegría. Junto a los ríos de Babilonia nos sentábamos a
llorar de nostalgia; de los sauces que estaban en la orilla colgamos nuestras
arpas. R/. Aquellos que cautivos nos tenían pidieron que
cantáramos. Decían los opresores: "Algún cantar de Sión, alegres,
cántennos". R/. Pero, ¿cómo podríamos cantar un himno al Señor en
tierra extraña? ¡Que la mano derecha se me seque, si de ti, Jerusalén, yo me olvidara!
R/. ¡Que se me pegue al paladar la lengua, Jerusalén,
si no te recordara, o si, fuera de ti, alguna otra alegría yo buscara! R/. SEGUNDA LECTURA Muertos por los pecados, ustedes han sido salvados
por la gracia. De la carta del apóstol san Pablo a los efesios: 2,
4-10 Hermanos: La misericordia y el amor de Dios son muy
grandes; porque nosotros estábamos muertos por nuestros pecados, y él nos dio
la vida con Cristo y en Cristo. Por pura generosidad suya, hemos sido salvados.
Con Cristo y en Cristo nos ha resucitado y con él nos ha reservado un sitio en
el cielo. Así, en todos los tiempos, Dios muestra, por medio de Jesús, la
incomparable riqueza de su gracia y de su bondad para con nosotros.En efecto, ustedes han sido salvados por la gracia,
mediante la fe; y esto no se debe a ustedes mismos, sino que es un don de Dios.
Tampoco se debe a las obras, para que nadie pueda presumir, porque somos
hechura de Dios, creados por medio de Cristo Jesús, para hacer el bien que Dios
ha dispuesto que hagamos. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor. ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 3, 16R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús. Tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo
único, para que todo el que crea en él tenga vida eterna. R/. EVANGELIO Dios envió a su Hijo al mundo para que el mundo se
salve por él. Del santo Evangelio según san Juan: 3, 14-21 En aquel tiempo, Jesús dijo a Nicodemo: "Así
como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así tiene que ser levantado el
Hijo del hombre, para que todo el que crea en él tenga vida eterna.Porque tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su
Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida
eterna. Porque Dios no envió a su Hijo para condenar al mundo, sino para que el
mundo se salvara por él. El que cree en él no será condenado; pero el que no
cree ya está condenado, por no haber creído en el Hijo único de Dios.La causa de la condenación es ésta: habiendo venido
la luz al mundo, los hombres prefirieron las tinieblas a la luz, porque sus
obras eran malas. Todo aquel que hace el mal, aborrece la luz y no se acerca a
ella, para que sus obras no se descubran.En cambio, el que obra el bien conforme a la
verdad, se acerca a la luz, para que se vea que sus obras están hechas según
Dios". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús. PROFESIÓN DE FE CREDO de los Apóstoles Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo
y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue
concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen,
padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado,
descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a
los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso. Desde allí
ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa
Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la
resurrección de la carne y la vida eterna.Amén. PLEGARIA UNIVERSAL Oremos, hermanos, al Señor, que no desea la muerte
del pecador, sino que se convierta y viva, y pidámosle que tenga misericordia
de su pueblo penitente: (R/. Escúchanos, Señor.) Para que Dios aumente la fe y fortalezca la
voluntad de los que se preparan a recibir en estos días cuaresmales el
sacramento de la penitencia y les conceda un verdadero arrepentimiento de sus
culpas, roguemos al Señor. Para que el Señor abra la inteligencia y el corazón
de los incrédulos, de manera que lleguen al conocimiento de la verdad, y en la
fe encuentren aquel descanso que tanto desea su corazón, roguemos al Señor. Para que Dios conceda su ayuda a los enfermos, a
los pobres, a los que se sienten tentados y a todos aquellos que con su
sufrimiento participan de la cruz de Cristo, roguemos al Señor. Para que todos nosotros perseveremos en el esfuerzo
cuaresmal y lleguemos, purificados e iluminados, a las fiestas de Pascua que se
acercan, roguemos al Señor. Dios bueno y fiel, que nunca dejas de llamar a los
que se extravían para que se conviertan y vuelvan a ti y, en tu Hijo elevado
sobre la cruz, nos curas de las heridas del Maligno, escucha nuestras oraciones
y concédenos tu gracia, para que, renovados en el espíritu, podamos
corresponder a los dones de tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor. ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS Te presentamos, Señor, llenos de alegría, estas
ofrendas para el sacrificio y pedimos tu ayuda para celebrarlo con fe sincera y
ofrecerlo dignamente por la salvación del mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor. PREFACIO Prefacio IV de Cuaresma Los frutos del ayuno En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y
fuente de salvación darte gracias y a alabarte siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno. Porque con el ayuno corporal, refrenas
nuestras pasiones, elevas nuestro espíritu, nos fortaleces y recompensas, por
Cristo Señor nuestro. Por El, los ángeles y los arcángeles, y todos los coros
celestiales, celebran tu gloria, unidos en común alegría. Permítenos asociarnos
a sus voces cantando humildemente tu alabanza:Santo, Santo, Santo... ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 121 ,3-4 Jerusalén ha sido edificada como ciudad bien
compacta. Allá suben las tribus, las tribus del Señor, según la costumbre de
Israel, a celebrar el nombre del Señor. ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN Señor Dios, luz que alumbra a todo hombre que viene
a este mundo, ilumina nuestros corazones con el resplandor de tu gracia, para
que podamos siempre pensar lo que es digno y grato a tus ojos y amarte con
sincero corazón. Por Jesucristo, nuestro Señor. ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO Protege, Señor, a quienes te invocan, ayuda a los
débiles y reaviva siempre con tu luz a quienes caminan en medio de las
tinieblas de la muerte; concédeles que, liberados por tu bondad de todos los
males, alcancen los bienes supremos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20210314
La historia es
absolutamente crucial para la fe cristiana. Sin ella, no podríamos ser
cristianos. Es en la historia que Dios creó al ser humano y que lo colocó para
vivir la duración de sus días. Es en la historia que Dios entró una y otra vez,
entre los patriarcas y profetas, hasta que entró en carne humana como Jesús.
Además, es en la historia escrita en el Nuevo Testamento, no historia
científica, por supuesto, sino historia sagrada, que conocemos la vida de
Cristo y de la primera comunidad cristiana. Pero la historia no terminó allí.
Continúa en nuestras vidas, en nuestras comunidades, en los acontecimientos del
mundo. ¿Conocemos nuestra historia? ¿La compartimos con los demás? ¿La
interpretamos a la luz de Cristo, la clave de la historia de acuerdo con el
Vaticano II (Gaudium et spes n. 45)?
sábado, 6 de marzo de 2021
viernes, 5 de marzo de 2021
DOMINGO III DE CUARESMA CICLO B Domingo 7 de marzo 2021