DOMINGO IV DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo C
Domingo 31 de enero 2016
NO TE VENCERÁN
El relato de la vocación de Jeremías está lleno de promesas
y fórmulas de asistencia que preparan el corazón del profeta para los días de
adversidad y persecución que sobrevendrán. Las imágenes de la "plaza
fuerte y la muralla de bronce" apuntan en la misma dirección: el profeta
está revestido de una fortaleza que lo inmuniza contra el desaliento y la
desesperanza. La hostilidad de parientes, vecinos y autoridades se encarnizó en
contra suya, pero él no cedió en su afán de denunciar las conductas injustas e
idolátricas del pueblo y en particular de las autoridades de Israel. El
Evangelio de san Lucas nos relata que ya desde el mismo comienzo del
ministerio, el Señor Jesús padeció la incomprensión y el rechazo de los mismos
nazarenos, que además de desoírle, quisieron deshacerse de él, arrojándole a un
barranco. Por esta vez, la entereza de Jesús le permitió salir airoso de este
amago de violencia.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 105, 47
Sálvanos, Señor y Dios nuestro; reúnenos de entre las
naciones, para que podamos agradecer tu poder santo y sea nuestra gloria el
alabarte.
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres
que ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te
adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios
Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas
el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo,
atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten
piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo,
Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Señor Dios nuestro, adorarte con toda el alma y
amar a todos los hombres con afecto espiritual. Por nuestro Señor Jesucristo,
tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por
los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Te consagré profeta para las naciones.
Del libro del profeta Jeremías: 1, 4-5. 17-19
En tiempo de Josías, el Señor me dirigió estas palabras:
"Desde antes de formarte en el seno materno, te conozco; desde antes de
que nacieras, te consagré como profeta para las naciones. Cíñete y prepárate;
ponte en pie y diles lo que yo te mando. No temas, no titubees delante de
ellos, para que yo no te quebrante.
Mira: hoy te hago ciudad fortificada, columna de hierro y
muralla de bronce, frente a toda esta tierra, así se trate de los reyes de
Judá, como de sus jefes, de sus sacerdotes o de la gente del campo. Te harán la
guerra, pero no podrán contigo, porque yo estoy a tu lado para salvarte".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 70, 1-2. 3-4u. 5-óab. 15ab y 17
R/. Señor, tú eres mi esperanza.
Señor, tú eres mi esperanza, que no quede yo jamás
defraudado. Tú, que eres justo, ayúdame y defiéndeme; escucha mi oración y
ponme a salvo. R/.
Sé para mí un refugio, ciudad fortificada en que me salves.
Y pues eres mi auxilio y mi defensa, líbrame, Señor, de los malvados. R/.
Señor, tú eres mi esperanza; desde mi juventud en ti confío.
Desde que estaba en el seno de mi madre, yo me apoyaba en ti y tú me sostenías.
R/.
Yo proclamaré siempre tu justicia y a todas horas, tu
misericordia. Me enseñaste a alabarte desde niño y seguir alabándote es mi
orgullo. R/.
SEGUNDA LECTURA
Entre estas tres virtudes: la fe, la esperanza y el amor, el
amor es la mayor de las tres.
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios
12, 31-13, 13
Hermanos: [Aspiren a los dones de Dios más excelentes. Voy a
mostrarles el camino mejor de todos. Aunque yo hablara las lenguas de los
hombres y de los ángeles, si no tengo amor, no soy más que una campana que
resuena o unos platillos que aturden. Aunque yo tuviera el don de profecía y
penetrara todos los misterios, aunque yo poseyera en grado sublime el don de
ciencia y mi fe fuera tan grande como para cambiar de sitio las montañas, si no
tengo amor, nada soy. Aunque yo repartiera en limosna todos mis bienes y aunque
me dejara quemar vivo, si no tengo amor, de nada me sirve.]
El amor es comprensivo, el amor es servicial y no tiene
envidia; el amor no es presumido ni se envanece; no es grosero ni egoísta; no
se irrita ni guarda rencor; no se alegra con la injusticia, sino que goza con
la verdad. El amor disculpa sin límites, confía sin límites, espera sin
límites, soporta sin límites.
El amor dura por siempre; en cambio, el don de profecía se
acabará; el don de lenguas desaparecerá y el don de ciencia dejará de existir,
porque nuestros dones de ciencia y de profecía son imperfectos. Pero cuando
llegue la consumación, todo lo imperfecto desaparecerá.
Cuando yo era niño, hablaba como niño, sentía como niño y
pensaba como niño; pero cuando llegué a ser hombre, hice a un lado las cosas de
niño. Ahora vemos como en un espejo y oscuramente, pero después será cara a
cara. Ahora sólo conozco de una manera imperfecta, pero entonces conoceré a
Dios como él me conoce a mí. Ahora tenemos estas tres virtudes: la fe, la
esperanza y el amor; pero el amor es la mayor de las tres. Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Lc 4, 18
R/. Aleluya, aleluya.
El Señor me ha enviado para llevar a los pobres la buena
nueva y anunciar la liberación a los cautivos. R/.
EVANGELIO
Jesús, como Elías y Eliseo, no fue enviado tan sólo a los
judíos.
Del santo Evangelio según san Lucas: 4, 21-30
En aquel tiempo, después de que Jesús leyó en la sinagoga un
pasaje del libro de Isaías, dijo: "Hoy mismo se ha cumplido este pasaje de
la Escritura que acaban de oír". Todos le daban su aprobación y admiraban
la sabiduría de las palabras que salían de sus labios, y se preguntaban:
"¿No es éste el hijo de José?"
Jesús les dijo: "Seguramente me dirán aquel refrán:
`Médico, cúrate a ti mismo' y haz aquí, en tu propia tierra, todos esos
prodigios que hemos oído que has hecho en Cafarnaúm". Y añadió: "Yo
les aseguro que nadie es profeta en su tierra. Había ciertamente en Israel
muchas viudas en los tiempos de Elías, cuando faltó la lluvia durante tres años
y medio, y hubo un hambre terrible en todo el país; sin embargo, a ninguna de
ellas fue enviado Elías, sino a una viuda que vivía en Sarepta, ciudad de
Sidón. Había muchos leprosos en Israel, en tiempos del profeta Eliseo; sin
embargo, ninguno de ellos fue curado, sino Naamán, que era de Siria".
Al oír esto, todos los que estaban en la sinagoga se
llenaron de ira, y levantándose, lo sacaron de la ciudad y lo llevaron hasta un
precipicio de la montaña sobre la que estaba construida la ciudad, para
despeñarlo. Pero él, pasando por en medio de ellos, se alejó de allí.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
PROFESIÓN DE FE
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo
y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor,
Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios
de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado,
de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros,
los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu
Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue
crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al
tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha
del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino
no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede
del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y
gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa,
católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los
pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
PLEGARIA UNIVERSAL
Invoquemos, hermanos, con corazón unánime y plegaria
ferviente, a Dios Padre, fuente y origen de todo bien: R/. Escúchanos, Señor.
Por la santa Iglesia, reunida aquí en el nombre del Señor y
extendida por todo el mundo, roguemos al Señor. R/.
Por nuestra ciudad (nuestro pueblo) de N., por su
prosperidad y por todos los que en ella (él) moran, roguemos al Señor. : R/.
Por los que están de viaje, por los enfermos y prisioneros,
por los pobres y todos los que sufren, roguemos al Señor. : R/.
Por nuestros hermanos difuntos, para que Dios los reciba en
su reino de luz y felicidad, roguemos al Señor. R/.
Dios nuestro, que en el profeta recibido por los extranjeros
y rechazado en su tierra natal, manifestaste el drama de la humanidad que
recibe o rechaza la salvación, escucha nuestras oraciones y haz que nunca
falten en la Iglesia misioneros que, llenos de audacia, proclamen con valentía
el Evangelio. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, complacido, estos dones que ponemos sobre tu
altar en señal de nuestra sumisión a ti y conviértelos en el sacramento de
nuestra redención. Por Jesucristo nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 30,17-18
Vuelve, Señor tus ojos a tu siervo y sálvame por tu
misericordia. A ti, Señor me acojo, que no quede yo nunca defraudado.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te rogamos, Señor, que, alimentados con el don de nuestra
redención, este auxilio de salvación eterna afiance siempre nuestra fe en la
verdad. Por Jesucristo nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Alguna vez un obispo
brasileño refiriéndose al aparente fracaso de la espiritualidad cristiana en
relación a los grandes problemas de pobreza e injusticia existentes en
Latinoamérica, afirmaba esperanzadamente lo siguiente: "somos soldados
vencidos de una causa invencible". Los profetas bíblicos o los profetas del
siglo XX que confrontaron nuestra conciencia cristiana, estaban conscientes que
nadaban contra la corriente y que enfrentaban a toda una maquinaria de poder. A
sabiendas de que no conseguirían vencer la tozudez y la necedad de una sociedad
indiferente y de unos dirigentes políticos reacios a los valores humanos y
evangélicos, decidieron mantenerse fieles en el cumplimiento de su misión
profética, porque al decir del Señor Jesús, nunca un profeta es bienvenido
entre los suyos. Si el profeta se mantiene fiel a su vocación es porque sabe
que su causa está en las manos de Dios.