jueves, 27 de febrero de 2020

Las tentaciones de Jesús




Evangelio según san Mateo 4,1-11

En aquel tiempo, Jesús fue conducido por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el demonio. Pasó cuarenta días y cuarenta noches sin comer y, al final, tuvo hambre. Entonces se le acercó el tentador y le dijo: "Si tú eres el Hijo de Dios, manda que estas piedras se conviertan en panes". Jesús le respondió: "Está escrito: No sólo de pan vive el hombre, sino también de toda palabra que sale de la boca de Dios".
Entonces el diablo lo llevó a la ciudad santa, lo puso en la parte más alta del templo y le dijo: "Si eres el Hijo de Dios, échate para abajo, porque está escrito: Mandará a sus ángeles que te cuiden y ellos te tomarán en sus manos, para que no tropiece tu pie en piedra alguna". Jesús le contestó: "También está escrito: No tentarás al Señor, tu Dios".
Luego lo llevó el diablo a un monte muy alto y desde ahí le hizo ver la grandeza de todos los reinos del mundo y le dijo: "Te daré todo esto, si te postras y me adoras". Pero Jesús le replicó: ''Retírate, Satanás, porque está escrito: Adorarás al Señor, tu Dios, ya él sólo servirás". Entonces lo dejó el diablo y se acercaron los ángeles para servirle. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Reflexión

La Iglesia nos presenta para este primer domingo de Cuaresma, las tentaciones de Jesús. Es curioso, cómo inmediatamente después del Bautismo de Jesús, donde aparecen todos los grandes signos y el Padre habló reconociendo en Jesús a su Hijo amado, al que pidió "obedézcanle, y el Espíritu Santo se posa sobre El... ahora, de repente, Jesús movido por el Espíritu, decide retirarse al desierto para orar, sabiendo que el demonio lo tentaría. Estos cuarenta días, son el significado de la prueba del Pueblo de Israel que pasó cuarenta años en el desierto.
Jesús, aun siendo Dios, aceptó el plan del Padre y se hizo un hombre verdadero. (En Palabras de San Pablo, se anonadó a sí mismo, buscando cumplir el deseo del Padre, para salvar a todos los humanos. Sin embargo, no estuvo exento de la tentación. Igual que todos los hombres.
La finalidad del diablo es separar de Dios y de su proyecto a los que tienta, aun presentando bienes mayores para cumplir. Pero Jesús siempre le recuerda la Escritura y cómo la tergiversación de la misma Biblia, nace del diablo. Éste es quien tergiversa las Sagradas Escrituras para acomodarlas y hacer salir del plan de salvación.
Este pasaje también recuerda las caídas del pueblo en su prueba, el deseo lícito de comer, poniendo en duda a Dios, el deseo de adorar otros falsos dioses (gran tentación del demonio), el poner a prueba a Dios.
La respuesta de Jesús es clara: Márchate, lárgate, apártate de mí (puede traducirse con varios verbos en español). Y esta respuesta es muy parecida a la que le dice a Pedro, cuando éste no desea que Jesús pase la prueba del sufrimiento y del dolor, "apártate de mí" no me estorbes en los planes, y le dice Satanás (que quiere significa el que distrae, molesta, el adversario, el enemigo que impide seguir el camino)

miércoles, 26 de febrero de 2020

DOMINGO I DE CUARESMA Ciclo A Domingo 1 de marzo 2020




LIBERTAD Y DIÁLOGO

Gén 2, 7-9; 3.1-7; Rom 5, 12-19; Mt 4,1-11

Los primeros capítulos del libro del Génesis son un relato de corte sapiencial que pretende aclararnos las cuestiones fundamentales, a saber, aquellas que tienen que ver con la libertad, la dicha y el sentido último de la vida. Para este escritor, la condición indispensable para vivir en una libertad responsable supone aceptar que Dios establezca unos límites claros, que en ninguna circunstancia podremos traspasar. No es una "dictadura divina", sino una libertad en diálogo con el Dios que salvaguarda la vida digna para todos. El Evangelio de san Mateo nos presenta otra historia completamente ejemplar: Jesús no se deja enredar por las medias verdades y "las cuentas de vidrio" de Satanás. El Señor Jesús experimentó el atractivo de la fama y la seducción del uso de la fuerza, pero supo resistir. Aunque estaba presionado por la urgencia de comer no hipotecó su libertad por un precio irrisorio.


ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 90. 15-16

Me invocará y yo lo escucharé; lo libraré y lo glorificaré; prolongaré los días de su vida.


NO SE DICE GLORIA.


ORACIÓN COLECTA

Concédenos, Dios todopoderoso, que por las prácticas anuales de esta celebración cuaresmal, progresemos en el conocimiento del misterio de Cristo, y traduzcamos su efecto en una conducta irreprochable. Por nuestro Señor Jesucristo…


LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

Creación y pecado de nuestros primeros padres.

Del libro del Génesis: 2, 7-9; 3, 1-7

Después de haber creado el cielo y la tierra, el Señor Dios tomó polvo del suelo y con él formó al hombre; le sopló en la nariz un aliento de vida, y el hombre comenzó a vivir. Después plantó el Señor un jardín al oriente del Edén y allí puso al hombre que había formado. El Señor Dios hizo brotar del suelo toda clase de árboles, de hermoso aspecto y sabrosos frutos, y además, en medio del jardín, el árbol de la vida y el árbol del conocimiento del bien y del mal.
La serpiente era el más astuto de los animales del campo que había creado el Señor Dios. Un día le dijo a la mujer: "¿Es cierto que Dios les ha prohibido comer de todos los árboles del jardín?".
La mujer respondió: "Podemos comer del fruto de todos los árboles del jardín, pero del árbol que está en el centro, dijo Dios: 'No comerán de él ni lo tocarán, porque de lo contrario, habrán de morir" “.
La serpiente replicó a la mujer: "De ningún modo.
No morirán. Bien sabe Dios que el día que coman de los frutos de ese árbol, se les abrirán a ustedes los ojos y serán como Dios, que conoce el bien y el mal".
La mujer vio que el árbol era bueno para comer, agradable a la vista y codiciable, además, para alcanzar la sabiduría. Tomó, pues, de su fruto, comió y le dio a su marido, que estaba junto a ella, el cual también comió. Entonces se les abrieron los ojos a los dos y se dieron cuenta de que estaban desnudos. Entrelazaron unas hojas de higuera y se cubrieron con ellas. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.


SALMO RESPONSORIAL

Del salmo 50,3-4. 5-6a.12-J3.14 y 17.
R/. Misericordia, Señor, hemos pecado.

Por tu inmensa compasión y misericordia, Señor, apiádate de mí y olvida mis ofensas. Lávame bien de todos mis delitos y purifícame de mis pecados. R/.

Puesto que reconozco mis culpas, tengo siempre presentes mis pecados. Contra ti solo pequé, Señor, haciendo lo que a tus ojos era malo. R/.

Crea en mí, Señor, un corazón puro, un espíritu nuevo para cumplir tus mandamientos. No me arrojes, Señor, lejos de ti, ni retires de mí tu santo espíritu. R/.

Devuélveme tu salvación, que regocija, mantén en mí un alma generosa. Señor, abre mis labios y cantará mi boca tu alabanza. R/.


SEGUNDA LECTURA

El don de Dios supera con mucho al delito.

De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 5, 12-19

Hermanos: Así como por un solo hombre entró el pecado en el mundo y por el pecado entró la muerte, así la muerte llegó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.
Antes de la ley de Moisés ya había pecado en el mundo y, si bien es cierto que el pecado no se imputa cuando no hay ley, sin embargo, la muerte reinó desde Adán hasta Moisés aun sobre aquellos que no pecaron con una transgresión semejante a la de Adán, el cual es figura del que había de venir.
Ahora bien, con el don no sucede como con el delito, porque si por el delito de uno solo murieron todos, ¡cuánto más la gracia de Dios y el don otorgado por la gracia de un solo hombre, Jesucristo, se han desbordado sobre todos! Y con el don no sucede como con las consecuencias del pecado de uno solo, porque ciertamente la sentencia, partiendo de uno solo, lleva a la condenación, pero la obra de la gracia, partiendo de muchos delitos, se resuelve en justificación.
En efecto, si por el delito de uno solo reinó la muerte, por un solo hombre, ¡con cuánta más razón los que reciben la abundancia de la gracia y el don de la justicia, reinarán en la vida por uno solo, Jesucristo!
Así pues, como el delito de uno solo atrajo sobre todos los hombres la condenación, así también la obra de justicia de uno solo procura para todos los hombres la justificación, que da la vida. En efecto, así como por la desobediencia de un solo hombre, todos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno solo todos serán constituidos justos. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.


ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Mt 4, 4
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.

No sólo de pan vive el hombre, sino también de toda palabra que sale de la boca de Dios. R/.


EVANGELIO

El ayuno y las tentaciones de Jesús.

Del santo Evangelio según san Mateo: 4, 1-11

En aquel tiempo, Jesús fue conducido por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el demonio. Pasó cuarenta días y cuarenta noches sin comer y, al final, tuvo hambre. Entonces se le acercó el tentador y le dijo: "Si tú eres el Hijo de Dios, manda que estas piedras se conviertan en panes". Jesús le respondió: "Está escrito: No sólo de pan vive el hombre, sino también de toda palabra que sale de la boca de Dios".
Entonces el diablo lo llevó a la ciudad santa, lo puso en la parte más alta del templo y le dijo: "Si eres el Hijo de Dios, échate para abajo, porque está escrito: Mandará a sus ángeles que te cuiden y ellos te tomarán en sus manos, para que no tropiece tu pie en piedra alguna". Jesús le contestó: "También está escrito: No tentarás al Señor, tu Dios".
Luego lo llevó el diablo a un monte muy alto y desde ahí le hizo ver la grandeza de todos los reinos del mundo y le dijo: "Te daré todo esto, si te postras y me adoras". Pero Jesús le replicó: ''Retírate, Satanás, porque está escrito: Adorarás al Señor, tu Dios, ya él sólo servirás". Entonces lo dejó el diablo y se acercaron los ángeles para servirle. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


PROFESIÓN DE FE

CREDO de los Apóstoles

Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna.
Amén.


PLEGARIA UNIVERSAL

Intercedamos, amados hermanos, ante la divina clemencia, implorando la misericordia divina en favor de todos los hombres y suplicando el perdón para cuantos hemos pecado. Después de cada petición diremos (cantando): Señor, ten piedad (o bien: Kýrie, eléison).

Para que este tiempo de Cuaresma, Dios conceda a todos los fieles la fuerza necesaria para luchar contra el mal, convertirse de su mala conducta y retornar al camino del bien. Roguemos al Señor.

Para que quienes abundan en bienes de la tierra sepan moderar el uso de sus propias riquezas en provecho de los necesitados y no vivan absortos en los bienes de este mundo, roguemos al Señor.

Para que quienes se han alejado de la Iglesia a causa de nuestros escándalos o de nuestra tibieza se reincorporen a la familia de Dios, y a nosotros el Señor nos perdone el pecado de escándalo, roguemos al Señor.

Para que nuestros corazones lleguen a ser, por medio de la penitencia cuaresmal, aquella tierra fecunda en la que la palabra de Dios produce fruto del ciento por uno, roguemos al Señor.
Dios nuestro, que conoces la fragilidad de la naturaleza humana, herida por el pecado de Adán, escucha las oraciones de tu pueblo y concédele iniciar el camino cuaresmal con la fuerza de tu palabra, para que venza las tentaciones del Maligno y llegue, con gozo, a las fiestas pascuales. Por Jesucristo, nuestro Señor.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Te pedimos, Señor, que nos hagas dignos de estos dones que vamos a ofrecerte, ya que con ellos celebramos el inicio de este venerable misterio. Por Jesucristo, nuestro Señor.


PREFACIO

Las tentaciones del Señor.

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro. Porque él mismo, al abstenerse durante cuarenta días de tomar alimento, consagró la práctica de nuestra penitencia cuaresmal y, al rechazar las tentaciones del enemigo, nos enseñó a superar la seducción del pecado, para que, después de celebrar con espíritu renovado el misterio pascual, pasemos finalmente a la Pascua eterna. Por eso, con los coros de los ángeles y santos, te cantamos el himno de alabanza, diciendo sin cesar: Santo, Santo, Santo…


ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Mt 4, 4

No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que viene de Dios.


ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Alimentados, Señor, de este pan celestial que nutre la fe, hace crecer la esperanza y fortalece la caridad, te suplicamos la gracia de aprender a sentir hambre de aquel que es el pan vivo y verdadero, y a vivir de toda palabra que procede de su boca. Por Jesucristo, nuestro Señor.


ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO

Derrama sobre tu pueblo, Señor, la abundancia de tu bendición para que su esperanza crezca en la adversidad, su virtud se fortalezca en la tentación, y alcance la redención eterna. Por Jesucristo nuestro Señor.

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20200301

Una de las condiciones básicas para alcanzar una existencia verdaderamente humanizadora y plena es la responsabilidad ética. No se puede vivir en libertad, si uno no reflexiona y se hace cargo de la tarea de contrastar el bien con el mal. En las circunstancias cambiantes de la historia, podemos incurrir en confusiones lamentables: llamamos con palabras altisonantes -transformación histórica, cambio de paradigma- a viejas formas de gobierno autoritarias. Delitos crasos y burdos como los homicidios y en particular los feminicidios, no tienen justificación alguna. Son barbarie y nada más provocan tanto sufrimiento que no pueden encontrar ningún atenuante moral. Los violentos no tienen ninguna justificación que alegar. Los cristianos tenemos un referente incuestionable: El Evangelio nos presenta la figura de Jesús como un hombre pleno, libre de autoengaños.

sábado, 22 de febrero de 2020

DOMINGO VII DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo A Domingo 23 de febrero 2020




EL TRIBALISMO GREMIAL
Lev 19,1-2.17-18; 1 Cor 3,16-23; Mt 5,38-48

Las dos últimas antítesis con que cierra el capítulo quinto del Evangelio de san Mateo no tienen desperdicio. Son una confirmación de dos valores fundamentales de la fe cristiana, a saber, la gratuidad y la misericordia. El principio ético que Jesús nos propone es la renuncia al uso de la violencia ante los violentos. Los casos particulares de la mejilla, la túnica y el préstamo no son normas específicas, sino ejemplos ilustrativos de un mandato excepcional: tratar de buena manera a los malvados. Quien condiciona el buen trato al círculo de los que nos tratan bien, permanece dentro de la dinámica del trueque y del negocio. Tratar bien a las personas amables, puede comprenderse como una inversión rentable o una convención social. Mostrar amabilidad a los groseros y violentos es una muestra de fidelidad a la bondad del Padre celestial.


ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 12, 6

Confío, Señor, en tu misericordia. Se alegra mi corazón con tu auxilio; cantaré al Señor por el bien que me ha hecho.


GLORIA

Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.


ORACIÓN COLECTA

Concédenos, Dios todopoderoso, que la constante meditación de tus misterios nos impulse a decir y hacer siempre lo que sea de tu agrado. Por nuestro Señor Jesucristo...


LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

Amarás a tu prójimo como a ti mismo.

Del libro del Levítico: 19, 1-2.17-18

En aquellos días, dijo el Señor a Moisés: "Habla a la asamblea de los hijos de Israel y diles: 'Sean santos, porque yo, el Señor, soy santo.
No odies a tu hermano ni en lo secreto de tu corazón. Trata de corregirlo, para que no cargues tú con su pecado. No te vengues ni guardes rencor a los hijos de tu pueblo. Ama a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el Señor' ".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.


SALMO RESPONSORIAL

Del salmo 102,1-2.3-4.8 Y 10.12-13.
R/. El Señor es compasivo y misericordioso.

Bendice al Señor, alma mía, que todo mi ser bendiga su santo nombre. Bendice al Señor, alma mía, y no te olvides de sus beneficios. R/.

El Señor perdona tus pecados y cura tus enfermedades; él rescata tu vida del sepulcro y te colma de amor y de ternura. R/.

El Señor es compasivo y misericordioso, lento para enojarse y generoso para perdonar. No nos trata como merecen nuestras culpas, ni nos paga según nuestros pecados. R/.

Como dista el oriente del ocaso, así aleja de nosotros nuestros delitos; como un padre es compasivo con sus hijos, así es compasivo el Señor con quien lo ama. R/.


SEGUNDA LECTURA

Todo es de ustedes, ustedes son de Cristo y Cristo es de Dios.

De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 3,16-23

Hermanos: ¿No saben ustedes que son el templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes? Quien destruye el templo de Dios, será destruido por Dios, porque el templo de Dios es santo y ustedes son ese templo.
Que nadie se engañe: si alguno de ustedes se tiene a sí mismo por sabio según los criterios de este mundo, que se haga ignorante para llegar a ser verdaderamente sabio. Porque la sabiduría de este mundo es ignorancia ante Dios, como dice la Escritura: Dios hace que los sabios caigan en la trampa de su propia astucia. También dice: El Señor conoce los pensamientos de los sabios y los tiene por vanos.
Así pues, que nadie se gloríe de pertenecer a ningún hombre, ya que todo les pertenece a ustedes: Pablo, Apolo y Pedro, el mundo, la vida y la muerte, lo presente y lo futuro: todo es de ustedes; ustedes son de Cristo, y Cristo es de Dios. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.


ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO 1 Jn 2, 5
R/. Aleluya, aleluya.

En aquel que cumple la palabra de Cristo, el amor de Dios ha llegado a su plenitud. R/.


EVANGELIO

Amen a sus enemigos.

Del santo Evangelio según san Mateo: 5, 38-48

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Han oído que se dijo: Ojo por ojo, diente por diente. Pero yo les digo que no hagan resistencia al hombre malo. Si alguno te golpea en la mejilla derecha, preséntale también la izquierda; al que te quiera demandar enjuicio para quitar te la túnica, cédele también el manto. Si alguno te obliga a caminar mil pasos en su servicio, camina con él dos mil. Al que te pide, dale; y al que quiere que le prestes, no le vuelvas la espalda.
Han oído que se dijo: Ama a tu prójimo y odia a tu enemigo. Yo, en cambio, les digo: Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los odian y rueguen por los que los persiguen y calumnian, para que sean hijos de su Padre celestial, que hace salir su sol sobre los buenos y los malos, y manda su lluvia sobre los justos y los injustos.
Porque, si ustedes aman a los que los aman, ¿qué recompensa merecen? ¿No hacen eso mismo los publicanos? Y si saludan tan sólo a sus hermanos, ¿qué hacen de extraordinario? ¿No hacen eso mismo los paganos? Ustedes, pues, sean perfectos, como su Padre celestial es perfecto". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO

Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.


PLEGARIA UNIVERSAL

Invoquemos, hermanos, a Dios todopoderoso con una oración tan pura y humilde, que merezca obtener lo que pedimos:

Por la santa Iglesia, extendida de Oriente a Occidente: para que el Señor la mantenga firme y confiada en medio de las contrariedades y tentaciones del mundo, roguemos al Señor.

Por los que tiene autoridad en el mundo, para que bajo su gobierno podamos vivir en paz y concordia glorificando a Cristo, nuestra esperanza, roguemos al Señor.

Por los que nos desprecian por causa de nuestra fe y por los que persiguen a la Iglesia: para que el Señor les conceda encontrar la verdad, roguemos al Señor.

Por los que estamos aquí reunidos en el nombre del Señor y por aquellos por los que queremos orar, para que Dios nos conceda perseverar en la fe y nos reúna un día a todos en su reino, roguemos al Señor.

Dios nuestro, que has revelado la fuerza de tu amor en tu Hijo, burlado y humillado en la cruz, escucha nuestras oraciones, haz que seamos dóciles a la voz de tu Espíritu, rompe las cadenas de la violencia y del odio y haz que trabajemos con valentía para que el bien triunfe sobre el mal dando así testimonio de tu Evangelio de paz. Por Jesucristo, nuestro Señor.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Al celebrar con la debida reverencia tus misterios, te rogamos, Señor, que los dones ofrecidos en honor de tu gloria nos sirvan para la salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.


PREFACIO

Prefacio III para los Domingos del Tiempo Ordinario

Nuestra Humanidad salvada por la humanidad de Cristo

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios poderoso y eterno. Porque reconocemos como la obra de tu poder admirable no sólo haber socorrido nuestra débil naturaleza con la fuerza de tu divinidad, sino también el haber previsto el remedio de nuestra misma naturaleza mortal, y así con lo que fue la causa de nuestra ruina, con eso mismo nos diste la salvación, por Cristo, Señor nuestro. Por Él, los ángeles cantan con júbilo eterno y nosotros nos unimos a sus voces, cantando humildemente tu alabanza
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.


ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 9, 2-3

Proclamaré todas tus maravillas; me alegraré y exultaré contigo y entonaré salmos a tu nombre, Dios Altísimo.


ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Concédenos, Dios todopoderoso, que alcancemos aquel fruto celestial, cuyo adelanto acabamos de recibir mediante estos sacramentos. Por Jesucristo, nuestro Señor.


UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20200223


En una sociedad polarizada por discursos de odio, fragmentada por el pensamiento binario que simplifica todo a una lucha entre blanco y negro, entre bien y mal, resulta complicado atender a la enseñanza evangélica. Las conductas facciosas se reproducen con facilidad. Un partido ataca a su adversario y recibe de inmediato una descalificación mayor. Un comentario desafortunado en las redes sociales desata una avalancha de insultos. Las etiquetas ofensivas se usan con descaro, olvidando que cada persona es alguien único que rebasa cualquier categoría estrecha. El camino de la reconciliación nacional exige desprendemos de actitudes tribales y sectarias. Nos urge aprender de los diferentes. Redescubrir la capacidad de admirar las bondades de los otros. La comunión, la convivencia, la empatía, el cuidado por el otro son los "milagros" que conviene multiplicar.

viernes, 21 de febrero de 2020

PEDRO, EL PRIMER VICARIO DE CRISTO





El 22 de febrero celebramos la fiesta litúrgica de la Cátedra de Pedro relativa al primado apostólico. Pedro, primer vicario de Cristo, ocupará la llamada silla o Sede Apostólica, como lugarteniente de nuestro Señor Jesucristo.

La cátedra (o sede) de un obispo se levanta en la catedral y es la señal de su autoridad de maestro, sacerdote y pastor. Esta cátedra de san Pedro nos recuerda la misión confiada por Cristo al apóstol san Pedro. Pedro es la garantía de la fe de sus hermanos. Pedro, por su fe, es la roca sobre la cual el Señor ha construido su Iglesia.

El Papa, el obispo y el párroco son los sucesores de los apóstoles a quienes Cristo les encomienda el Rebaño o Iglesia o Comunidad de Fe.

A los fieles nos corresponde respeto, amor y obediencia-colaboración con ellos. Así, toda la Comunidad creyente es responsable de llevar la Palabra del Señor y promover la comunión con Cristo.

Para que sean hijos de su Padre celestial


Texto

Del Santo Evangelio según San Mateo 5,38-48

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: han oído que se dijo: ojo por ojo, diente por diente. Pero yo les digo que no hagan resistencia al hombre malo. Si alguno te golpea en la mejilla derecha, preséntale también la izquierda; al que te quiera demandar enjuicio para quitarte la túnica, cédele también el manto. Si alguno te obliga a caminar mil pasos en su servicio, camina con él dos mil. Al que te pide, dale; y al que quiere que le prestes, no le vuelvas la espalda. Han oído que se dijo: ama a tu prójimo y odia a tu enemigo. Yo en cambio les digo: amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los odian y rueguen por los que los persiguen y calumnian, para que sean hijos de su Padre Celestial, que hace salir su sol sobre los buenos y los malos, y manda su lluvia sobre los justos y los injustos. Porque, si ustedes aman a los qu
e los aman, ¿qué recompensa merecen? ¿No hacen lo mismo los publicanos? Y si saludan tan sólo a sus hermanos, ¿qué hacen de extraordinario? ¿No hacen lo mismo los paganos? Ustedes, pues, sean perfectos, como su Padre celestial es perfecto.
Palabra del Señor.

Comentario sobre el texto

Mateo 5,38: Ojo por ojo, diente por diente. Jesús cita un texto de la Ley antigua diciendo: "¡Habéis oído que se dijo: Ojo por ojo, diente por diente!". El abrevia el texto original que dice: "Vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, pie por pie, quemadura por quemadura, herida por herida, golpe por golpe" (Ex 21,23-25). Como en los casos anteriores, aquí también Jesús hace una relectura enteramente nueva. El principio: "ojo por ojo, diente por diente" estaba en la raíz de la interpretación que los escribas hacían de la ley. Este principio debe ser subvertido, pues pervierte y perjudica la relación entre las personas y con Dios.

Mateo 5,39: devolver mal con mal. Jesús afirma exactamente lo contrario: "Pero yo os digo: no os vengáis de quien os hace el mal". Ante una violencia recibida, nuestra relación natural es pagar al otro con la misma moneda. La venganza pide: "ojo por ojo, diente por diente". Jesús pide retribuir el mal no con el mal, sino con el bien. Pues, si no sabremos superar la violencia recibida, la espiral de violencia lo invadirá todo y no habrá salida. Lamec decía: "Pongan atención a mis palabras.

Si Caín ha de ser vengado siete veces, Lamec ha de serlo setenta y siete veces" (Gn 4,24). Fue por causa de esta venganza extremada que todo terminó en la confusión de la Torre de Babel (Gen 11,1-9). Fiel a la enseñanza de Jesús, Pablo escribe en la carta a los Romanos: "antes bien, al que te abofetee en la mejilla derecha ofrécele también la otra; al que quiera pleitear contigo para quitarte la túnica déjale también el manto; y al que te obligue a andar una milla vete con él dos. "No devuelvan a nadie mal por mal, procuren ganarse el aprecio de todos los hombres. No te dejes vencer por lo malo, más bien vence el mal a fuerza de bien". (Rom 12,17.21). Para poder tener esta actitud, es necesario tener mucha fe en la posibilidad que el ser humano tiene de recuperarse. ¿Cómo hacer esto en la práctica? Jesús nos ofrece 3 ejemplos concretos.

Mateo 5,39b-42: Los cuatro ejemplos para superar la espiral de violencia. Jesús dice: (a) al que te abofetee en la mejilla derecha ofrécele también la otra; (b) al que quiera pleitear contigo para quitarte la túnica déjale también el manto; (c) y al que te obligue a andar una milla vete con él dos; (d) a quien te pida da, y al que desee que le prestes algo no le vuelvas la espalda. (Mt 5,40-42). ¿Cómo entender estas cuatro afirmaciones? Jesús mismo nos ofreció una ayuda de cómo debemos entenderlas. Cuando el soldado le dio una bofetada en el rostro, él no ofreció la otra. Por el contrario, reaccionó con energía: "Si he hablado mal, muéstrame en qué, pero si he hablado bien, ¿por qué me pegas?" (Jn 18,23) Jesús no enseña la pasividad. San Pablo piensa que, retribuyendo el mal con el bien, "haciendo esto, amontonarás brasas sobre su cabeza" (Rom 12,20). Esta fe en la posibilidad de recuperar al ser humano sólo es posible desde una raíz que nace de la total gratuidad del amor creador que Dios mostró para con nosotros en la vida y en las actitudes de Jesús.

martes, 18 de febrero de 2020

Han oído lo que se dijo a los antiguos; pero yo les digo…



Del santo Evangelio según san Mateo: 5,17-37

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "No crean que he venido a abolir la ley o los profetas; no he venido a abolirlos, sino a darles plenitud. Yo les aseguro que antes se acabarán el cielo y la tierra, que deje de cumplirse hasta la más pequeña letra o coma de la ley. Por lo tanto, el que quebrante uno de estos preceptos menores y enseñe eso a los hombres, será el menor en el Reino de los cielos; pero el que los cumpla y los enseñe, será grande en el Reino de los cielos. Les aseguro que si su justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, ciertamente no entrarán ustedes en el Reino de los cielos.
Han oído que se dijo a los antiguos: No matarás y el que mate será llevado ante el tribunal. Pero yo les digo: Todo el que se enoje con su hermano, será llevado también ante el tribunal; el que insulte a su hermano, será llevado ante el tribunal supremo, y el que lo desprecie, será llevado al fuego del lugar de castigo.
Por lo tanto, si cuando vas a poner tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene alguna queja contra ti, deja tu ofrenda junto al altar y ve primero a reconciliarte con tu hermano, y vuelve luego a presentar tu ofrenda. Arréglate pronto con tu adversario, mientras vas con él por el camino; no sea que te entregue al juez, el juez al policía y te metan a la cárcel. Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo.
También han oído que se dijo a los antiguos: No cometerás adulterio. Pero yo les digo que quien mire con malos deseos a una mujer, ya cometió adulterio con ella en su corazón. Por eso, si tu ojo derecho es para ti ocasión de pecado, arráncatelo y tíralo lejos, porque más te vale perder una parte de tu cuerpo y no que todo él sea arrojado al lugar de castigo. Y si tu mano derecha es para ti ocasión de pecado, córtatela y arrójala lejos de ti, porque más te vale perder una parte de tu cuerpo y no que todo él sea arrojado al lugar de castigo.
También se dijo antes: El que se divorcie, que le dé a su mujer un certificado de divorcio; pero yo les digo que el que se divorcia, salvo el caso de que vivan en unión ilegítima, expone a su mujer al adulterio, y el que se casa con una divorciada comete adulterio.
Han oído que se dijo a los antiguos: No jurarás en falso y le cumplirás al Señor lo que le hayas prometido con juramento. Pero yo les digo: No juren de ninguna manera, ni por el cielo, que es el trono de Dios; ni por la tierra, porque es donde él pone los pies; ni por Jerusalén, que es la ciudad del gran Rey.
Tampoco jures por tu cabeza, porque no puedes hacer blanco o negro uno solo de tus cabellos. Digan simplemente sí, cuando es sí; y no, cuando es no. Lo que se diga de más, viene del maligno".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Comentario del texto

En el día de hoy continuamos con la lectura del evangelio de San Mateo, en esta ocasión la lectura nos presenta a Jesús y su relación con la Ley. Del Mesías se esperaba que trajera la nueva Tora, su propia Tora. La Tora es el libro que contiene la Ley y la identidad del pueblo israelita.
Jesús viene a presentar una "nueva" Ley, basada ahora sobre la libertad; ahí radica la paradoja, una Ley para ser libres. Esa libertad, por tanto, tiene un contenido, una orientación, y por ello está en contradicción con todo lo que esclaviza. La "Tora del Mesías" es totalmente nueva, diferente, pero precisamente por eso "da cumplimiento" a la Tora de Moisés.
No se trata de abolir sino de dar cumplimiento, y este cumplimiento exige algo más y no algo menos de justicia, como Jesús dice a continuación: "Porque les digo que si el modo de obrar de ustedes no supera al de los letrados y fariseos, no entrarán en el reino de los cielos." Jesús viene a presentar cuatro grandes temas para ponerlos en cuestión; sobre la ofensa, el adulterio, el divorcio y respecto a los juramentos.
El A. Testamento dice no matarás, no cometerás adulterio, no jurarás: si caemos en la cuenta, no todos son asesinos, pero en el interior del hombre hay ira, odio, violencia; no todos son adúlteros, sin embargo los pensamientos y relaciones de los hombres no buscan la continuidad y la fidelidad; no todos juran, pero si levantan falsos testimonios y no van con la verdad por delante.
Jesús comenzando su predicación sobre el homicidio, cita el libro del Éxodo donde se encuentran escritos los mandamientos, conocidos también como la Ley.
Las penas aquí señaladas guardan relación con la gravedad de la ofensa. El "sanedrín" o Consejo era el Tribunal Supremo de los judíos; y el "infierno de fuego" o Gehena era un valle situado al sur de Jerusalén, en el cual los israelitas habían sacrificado antiguamente víctimas humanas al dios Moloc y por este motivo, simbolizaba el lugar del castigo más grave.
Jesús presenta algo novedoso para ese momento: la reconciliación. No dijo si tú tienes algo contra tu hermano, sino si tu hermano tiene algo contra ti, como imponiendo con más dureza la necesidad de reconciliación. La cuestión del Sanedrín y del infierno del fuego aparece como advertencias. No nos olvidemos que hablamos de homicidio y luego de ira, la ira hace perder la objetividad y aún al sabio lo hace necio y no se trata sólo de no matar sino también de no querer matar, de no querer causar daño. Porque Jesús es el Intérprete eminente de la ley, quien le da el sentido más profundo.
Siguiendo con la lógica anterior sobre el homicidio, cuando Jesús habla de adulterio no se trata sólo de no cometer adulterio, sino también de no querer cometerlo. Hay que tener también un corazón limpio y desinteresado. El ejemplo de Jesús nos habla del corazón y no de la mirada.
En tiempos de Jesús, las autoridades religiosas daban permisión para divorciarse por cualquier motivo, no sólo por infidelidad. Ellos se excusaban diciendo que "estaba contemplado en la ley", pero ése no era el espíritu de la Ley. Jesús dijo: Pero   yo   les   digo que   quien repudia a su mujer -salvo en caso de concubinato- la induce a adulterio, y quien se case con una divorciada comete adulterio. Más adelante en el libro de Mateo leeremos cuando Jesús explica que el divorcio no era parte del plan de Dios, sino que es consecuencia del pecado del hombre y la dureza del corazón del hombre.
El «cielo, la tierra y Jerusalén» eran fórmulas usadas para evitar jurar por Dios pero se referían a Él como se aclara en los versículos siguientes. Jesús sintetiza toda esa legislación en un sí...sí y no...no cuando corresponde, evitando las invectivas farisaicas al respecto. Es decir, que lleva el corazón de la cuestión de los juramentos, votos y promesas al lugar central: la credibilidad personal. La mejor manera de gozar de la credibilidad en el prójimo no es haciendo promesas irresponsables como suelen hacer los demagogos, sino diciendo la verdad.



sábado, 15 de febrero de 2020

DOMINGO VI DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo A Domingo 16 de febrero 2020





MÁS ALLÁ DEL LEGALISMO
Sir 15,16-21; 1 Cor 2,6-10; Mt 5, 17-37

Nada por encima de la ley dada por Dios a Israel. Ese es el punto de vista fundamental que nos comparte el Señor Jesús al comienzo del Evangelio. La ley de Dios como referente absoluto para guiar a los creyentes. En la segunda parte de este discurso, escuchamos las solemnes antítesis donde el Maestro actualiza el espíritu de los mandatos divinos. La letra ordena no matar, no cometer adulterio, no jurar en falso. Prohibiciones que sin duda defienden valores fundamentales como la vida, la confianza y la lealtad. Sin embargo, las nuevas demandas planteadas por Jesús llegan al núcleo, en tanto que continúa exigiendo abstenerse del homicidio y además propone eliminar la violencia verbal y abrir la puerta a la reconciliación. En lo relativo a la honestidad, exige hablar con transparencia, afirmando sin ambigüedad nuestras convicciones y nuestros desacuerdos.


ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 30, 3-4

Sírveme de defensa, Dios mío, de roca y fortaleza salvadoras; y pues eres mi baluarte y mi refugio, acompáñame y guíame.


GLORIA

Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.


ORACIÓN COLECTA

Señor Dios, que prometiste poner tu morada en los corazones rectos y sinceros, concédenos, por tu gracia, vivir de tal manera que te dignes habitar en nosotros. Por nuestro Señor Jesucristo...


LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

Dios no ha dado a nadie permiso de pecar.

Del libro del Sirácide (Eclesiástico): 15, 16-21

Si tú lo quieres, puedes guardar los mandamientos; permanecer fiel a ellos es cosa tuya. El Señor ha puesto delante de ti fuego yagua; extiende la mano a lo que quieras. Delante del hombre están la muerte y la vida; le será dado lo que él escoja.
Es infinita la sabiduría del Señor; es inmenso su poder y él lo ve todo. Los ojos del Señor ven con agrado a quienes lo temen; el Señor conoce todas las obras del hombre. A nadie le ha mandado ser impío y a nadie le ha dado permiso de pecar. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.


SALMO RESPONSORIAL

Del salmo 118,1-2.4-5.17-18.33-34.
R/. Dichoso el que cumple la voluntad del Señor.

Dichoso el hombre de conducta intachable, que cumple la ley del Señor. Dichoso el que es fiel a sus enseñanzas y lo busca de todo corazón. R/.

Tú, Señor, has dado tus preceptos para que se observen exactamente. Ojalá que mis pasos se encaminen al cumplimiento de tus mandamientos. R/.

Favorece a tu siervo para que viva y observe tus palabras. Ábreme los ojos para ver las maravillas de tu voluntad. R/.

Muéstrame, Señor, el camino de tus leyes y yo lo seguiré con cuidado. Enséñame a cumplir tu voluntad y a guardarla de todo corazón. R/.


SEGUNDA LECTURA

Predicamos una sabiduría misteriosa prevista por Dios antes de los siglos, para conducimos a la gloria.

De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 2,6-10

Hermanos: Es cierto que a los adultos en la fe les predicamos la sabiduría, pero no la sabiduría de este mundo ni la de aquellos que dominan al mundo, los cuales van a quedar aniquilados. Por el contrario, predicamos una sabiduría divina, misteriosa, que ha permanecido oculta y que fue prevista por Dios desde antes de los siglos, para conducimos a la gloria. Ninguno de los que dominan este mundo la conoció, porque, de haberla conocido, nunca hubieran crucificado al Señor de la gloria.
Pero lo que nosotros predicamos es, como dice la Escritura, que lo que Dios ha preparado para los que lo aman, ni el ojo lo ha visto, ni el oído lo ha escuchado, ni la mente del hombre pudo siquiera haberlo imaginado. A nosotros, en cambio, Dios nos lo ha revelado por el Espíritu que conoce perfectamente todo, hasta lo más profundo de Dios. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.


ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr: Mt 11, 25
R/. Aleluya, aleluya.

Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has revelado los misterios del Reino a la gente sencilla. R/.


EVANGELIO

Han oído lo que se dijo a los antiguos; pero yo les digo...

Del santo Evangelio según san Mateo: 5,17-37

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "No crean que he venido a abolir la ley o los profetas; no he venido a abolirlos, sino a darles plenitud. Yo les aseguro que antes se acabarán el cielo y la tierra, que deje de cumplirse hasta la más pequeña letra o coma de la ley. Por lo tanto, el que quebrante uno de estos preceptos menores y enseñe eso a los hombres, será el menor en el Reino de los cielos; pero el que los cumpla y los enseñe, será grande en el Reino de los cielos. Les aseguro que si su justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, ciertamente no entrarán ustedes en el Reino de los cielos.
Han oído que se dijo a los antiguos: No matarás y el que mate será llevado ante el tribunal. Pero yo les digo: Todo el que se enoje con su hermano, será llevado también ante el tribunal; el que insulte a su hermano, será llevado ante el tribunal supremo, y el que lo desprecie, será llevado al fuego del lugar de castigo.
Por lo tanto, si cuando vas a poner tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene alguna queja contra ti, deja tu ofrenda junto al altar y ve primero a reconciliarte con tu hermano, y vuelve luego a presentar tu ofrenda. Arréglate pronto con tu adversario, mientras vas con él por el camino; no sea que te entregue al juez, el juez al policía y te metan a la cárcel. Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo.
También han oído que se dijo a los antiguos: No cometerás adulterio. Pero yo les digo que quien mire con malos deseos a una mujer, ya cometió adulterio con ella en su corazón. Por eso, si tu ojo derecho es para ti ocasión de pecado, arráncatelo y tíralo lejos, porque más te vale perder una parte de tu cuerpo y no que todo él sea arrojado al lugar de castigo. Y si tu mano derecha es para ti ocasión de pecado, córtatela y arrójala lejos de ti, porque más te vale perder una parte de tu cuerpo y no que todo él sea arrojado al lugar de castigo.
También se dijo antes: El que se divorcie, que le dé a su mujer un certificado de divorcio; pero yo les digo que el que se divorcia, salvo el caso de que vivan en unión ilegítima, expone a su mujer al adulterio, y el que se casa con una divorciada comete adulterio.
Han oído que se dijo a los antiguos: No jurarás en falso y le cumplirás al Señor lo que le hayas prometido con juramento. Pero yo les digo: No juren de ninguna manera, ni por el cielo, que es el trono de Dios; ni por la tierra, porque es donde él pone los pies; ni por Jerusalén, que es la ciudad del gran Rey.
Tampoco jures por tu cabeza, porque no puedes hacer blanco o negro uno solo de tus cabellos. Digan simplemente sí, cuando es sí; y no, cuando es no. Lo que se diga de más, viene del maligno".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO

Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.


PLEGARIA UNIVERSAL

Imploremos, hermanos, al Dios de la misericordia y pidámosle su ayuda para poder invocar su nombre con sentimientos que le agraden: (R/. Escúchanos, Señor.)

Por la paz de todo el mundo, por la prosperidad de las santas Iglesias y por la unión de todos los hombres, roguemos al Señor.

Por nuestros gobernantes, para que bajo su dirección tengamos una vida feliz y pacífica, roguemos al Señor.

Por la conservación de la naturaleza, por la abundancia de las cosechas y por el progreso del mundo, roguemos al Señor.

Por nuestros familiares y amigos que han muerto en la esperanza de la resurrección, para que Dios les conceda el reposo eterno, roguemos al Señor.

Dios nuestro, que nos has revelado que la plenitud de tu ley se fundamenta en el amor, escucha las oraciones de tu pueblo y concede a los que hoy nos hemos reunido para ofrecerte el sacrificio perfecto, vivir siempre de acuerdo con las exigencias del Evangelio y ser así para todos los hombres signo de reconciliación y de paz. Por Jesucristo, nuestro Señor.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Que esta ofrenda, Señor, nos purifique y nos renueve, y se convierta en causa de recompensa eterna para quienes cumplimos tu voluntad. Por Jesucristo, nuestro Señor.


PREFACIO

Prefacio III para los Domingos del Tiempo Ordinario

Nuestra Humanidad salvada por la humanidad de Cristo

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios poderoso y eterno. Porque reconocemos como la obra de tu poder admirable no sólo haber socorrido nuestra débil naturaleza con la fuerza de tu divinidad, sino también el haber previsto el remedio de nuestra misma naturaleza mortal, y así con lo que fue la causa de nuestra ruina, con eso mismo nos diste la salvación, por Cristo, Señor nuestro. Por Él, los ángeles cantan con júbilo eterno y nosotros nos unimos a sus voces, cantando humildemente tu alabanza
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.


ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 77, 29-30

El Señor colmó el deseo de su pueblo; no lo defraudó. Comieron y quedaron satisfechos.


ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Saciados, Señor, por este manjar celestial, te rogamos que nos hagas anhelar siempre este mismo sustento por el cual verdaderamente vivimos. Por Jesucristo, nuestro Señor.