viernes, 28 de septiembre de 2018

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20180930




UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO

Los escándalos de pedofilia que en tantas comunidades eclesiales han empañado el rostro de nuestra Iglesia no son cuestiones engorrosas que podamos esconder debajo de la alfombra. Tampoco lo son las desgarradoras luchas de poder en algunas cúpulas de la Iglesia, ni el coqueteo con el dinero proveniente de organizaciones criminales. Esos escándalos están ahí y tendrán que ser desarraigados, no solamente porque afectan la credibilidad de la Iglesia, sino porque son la negación misma de su razón de ser. El Dios en quien creemos, se ha revelado desde el primer momento, como el Dios liberador que rescata a los israelitas de la opresión egipcia. Dios escucha con atención el clamor de su pueblo y jamás se desentiende de mostrar su justicia. Quienes proponen olvido y amnistía para los delincuentes, tendrían que pensarlo dos veces, porque tan importante como el perdón por parte de los afectados es asegurar la justicia para las víctimas.

DOMINGO XXVI DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo B Domingo 30 septiembre 2018




DOMINGO XXVI DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo B
Domingo 30 septiembre 2018


SI TU OJO TE PONE EL PELIGRO

Dos actitudes muy destructivas de la credibilidad y la armonía en la Iglesia son la celotipia y el cinismo. El relato del libro de Números, al igual que el primer fragmento de san Marcos, exhiben los celos tanto de Josué como del grupo de los Doce que, en distintas circunstancias quisieron adueñarse del Espíritu del Señor y del nombre de Jesús respectivamente. Somos administradores y no dueños de la misión que Dios nos ha encomendado. Por eso mismo, hemos de apartarnos de las intrigas, los celos y las rivalidades mezquinas dentro de la Iglesia. Por otra parte, la parte final del Evangelio está llena de sentencias enigmáticas e hipérboles que tienen un solo propósito: custodiar y defender la vida y el bienestar de los pequeños en la comunidad cristiana. Dios detesta cualquier abuso de poder y más aún, aborrece aquellos que cometen quienes se amparan en su nombre para cumplirlos.


ANTÍFONA DE ENTRADA Dn 3, 31. 29. 30. 43. 42

Todo lo que hiciste con nosotros, Señor, es verdaderamente justo, porque hemos pecado contra ti y hemos desobedecido tus mandatos; pero haz honor a tu nombre y trátanos conforme a tu inmensa misericordia.


GLORIA

Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.


ORACIÓN COLECTA

Señor Dios, que manifiestas tu poder de una manera admirable sobre todo cuando perdonas y ejerces tu misericordia, multiplica tu gracia sobre nosotros, para que, apresurándonos hacia lo que nos prometes, nos hagas participes de los bienes celestiales. Por nuestro Señor Jesucristo...


LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

Ojalá que todo el pueblo de Dios fuera profeta.

Del libro de los Números: 11, 25-29

En aquellos días, el Señor descendió de la nube y habló con Moisés. Tomó del espíritu que reposaba sobre Moisés y se lo dio a los setenta ancianos. Cuando el espíritu se posó sobre ellos, se pusieron a profetizar.
Se habían quedado en el campamento dos hombres: uno llamado Eldad y otro, Medad. También sobre ellos se posó el espíritu, pues, aunque no habían ido a la reunión, eran de los elegidos y ambos comenzaron a profetizar en el campamento.
Un muchacho corrió a contarle a Moisés que Eldad y Medad estaban profetizando en el campamento. Entonces Josué, hijo de Nun, que desde muy joven era ayudante de Moisés, le dijo: "Señor mío, prohíbeselo". Pero Moisés le respondió: "¿Crees que voy a ponerme celoso? Ojalá que todo el pueblo de Dios fuera profeta y descendiera sobre todos ellos el espíritu del Señor".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.


SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 18, 8. 10. 12-13. 14

R/. Los mandamientos del Señor alegran el corazón.

La ley del Señor es perfecta del todo y reconforta el alma; inmutables son las palabras del Señor y hacen sabio al sencillo. R/.

La voluntad de Dios es santa y para siempre estable; los mandamientos del Señor son verdaderos y enteramente justos. R/.

Aunque tu servidor se esmera en cumplir tus preceptos con cuidado, ¿quién no falta, Señor, sin advertirlo? Perdona mis errores ignorados. R/.

Presérvame, Señor, de la soberbia, no dejes que el orgullo me domine; así, del gran pecado tu servidor podrá encontrarse libre. R/.


SEGUNDA LECTURA

Sus riquezas se han corrompido.

De la carta del apóstol Santiago: 5,1-6

Lloren y laméntense, ustedes, los ricos, por las desgracias que les esperan. Sus riquezas se han corrompido; la polilla se ha comido sus vestidos; enmohecidos están su oro y su plata, y ese moho será una prueba contra ustedes y consumirá sus carnes, como el fuego. Con esto ustedes han atesorado un castigo para los últimos días.
El salario que ustedes han defraudado a los trabajadores que segaron sus campos está clamando contra ustedes; sus gritos han llegado hasta el oído del Señor de los ejércitos. Han vivido ustedes en este mundo entregados al lujo y al placer, engordando como reses para el día de la matanza. Han condenado a los inocentes y los han matado, porque no podían defenderse.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.


ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Jn 17, 17
R/. Aleluya, aleluya.

Tu palabra, Señor, es la verdad; santifícanos en la verdad. R/


EVANGELIO

El que no está contra nosotros, está a nuestro favor. -Si tu mano te es ocasión de pecado, córtatela.

Del santo Evangelio según san Marcos: 9, 38-43. 45. 47-48

En aquel tiempo, Juan le dijo a Jesús: "Hemos visto a uno que expulsaba a los demonios en tu nombre, y como no es de los nuestros, se lo prohibimos". Pero Jesús le respondió: "No se lo prohíban, porque no hay ninguno que haga milagros en mi nombre, que luego sea capaz de hablar mal de mí. Todo aquel que no está contra nosotros, está a nuestro favor. Todo aquel que les dé a beber un vaso de agua por el hecho de que son de Cristo, les aseguro que no se quedará sin recompensa.
Al que sea ocasión de pecado para esta gente sencilla que cree en mí, más le valdría que le pusieran al cuello una de esas enormes piedras de molino y lo arrojaran al mar. Si tu mano te es ocasión de pecado, córtatela; pues más te vale entrar manco en la vida eterna, que ir con tus dos manos al lugar de castigo, al fuego que no se apaga Y si tu pie te es ocasión de pecado, córtatelo; pues más te vale entrar cojo en la vida eterna, que con tus dos pies ser arrojado al lugar de castigo. Y si tu ojo te es ocasión de pecado, sácatelo; pues más te vale entrar tuerto en el Reino de Dios, que ser arrojado con tus dos ojos al lugar de castigo, donde el gusano no muere y el fuego no se apaga". Palabra del Señor. T. Gloria a ti, Señor Jesús.


PROFESIÓN DE FE

CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO

Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.


PLEGARIA UNIVERSAL

Oremos, hermanos, por todos los hombres y por todas sus necesidades, para que a nadie falte nunca la ayuda de nuestra caridad y digamos: Te rogamos, Señor. (R/. Te rogamos, Señor.)

Para que el Señor vivifique su Iglesia y le conceda santos y numerosos ministros que iluminen y santifiquen a los fieles, roguemos al Señor.

Para que Dios conceda a los gobernantes el deseo de ser justos e infunda en los responsables de los pueblos el sentido de la unidad de la familia humana, roguemos al Señor.

Para que los que buscan a Dios sinceramente encuentren la verdad que desean y, habiéndola encontrado, descansen contemplándola, roguemos al Señor.

Para que el Señor perdone nuestras culpas, no permita que recaigamos en el pecado y nos libre de una muerte imprevista, roguemos al Señor.
Dios nuestro, que no privas nunca a tu pueblo de profetas que anuncien el Evangelio, derrama el Espíritu sobre la Iglesia, tu nuevo Israel, para que todos los fieles, enriquecido con tus dones, proclamen con valentía ante el mundo tus maravillas. Por Jesucristo, nuestro Señor.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Concédenos, Dios misericordioso, que nuestra ofrenda te sea aceptable y que por ella quede abierta para nosotros la fuente de toda bendición. Por Jesucristo, nuestro Señor.


PREFACIO

El Misterio Pascual y el Pueblo de Dios

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación darte gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo Señor nuestro. Quien, por su Misterio Pascual, realizó la obra maravillosa de llamamos de la esclavitud del pecado y de la muerte al honor de ser estirpe elegida, sacerdocio real, nación consagrada, pueblo de tu propiedad, para que, trasladados por ti de las tinieblas a tu luz admirable, proclamemos ante el mundo tus maravillas. Por eso con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.


ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 118, 49-50

Recuerda, Señor, la promesa que le hiciste a tu siervo, ella me infunde esperanza y consuelo en mi dolor.


ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Que este misterio celestial renueve, Señor, nuestro cuerpo y nuestro espíritu, para que seamos coherederos en la gloria de aquel cuya muerte, al anunciarla, la hemos compartido. El, que vive y reina por los siglos de los siglos.

domingo, 23 de septiembre de 2018

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20180923




UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO

 Según afirma el autor del libro de la Sabiduría Dios creó al hombre para la inmortalidad y auxilia en el momento de prueba y persecución a quien se mantiene en sus caminos. Quien viva convencido de estas certezas podrá afrontar sus pequeños o grandes desafíos personales. La fe cristiana no está desconectada en manera alguna de nuestra cotidianeidad. Para ser un padre de familia creíble, un ciudadano responsable y participativo y un miembro confiable en sus actividades económicas o profesionales, necesitamos abrevar en el pozo de nuestra fe cristiana. Sabemos que en la medida que nuestras actitudes reflejen los valores del Reino de Dios enfrentaremos oposición de parte de quienes solo tienen ojos para la ganancia y el logro del poder. Es necesario asociarnos con personas de buena voluntad, persiguiendo objetivos comunes valiosos, para de esa manera, aligerar los graves problemas que afligen a nuestra casa común y a nuestro país.

DOMINGO XXV DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo B Domingo 23 de septiembre 2018




DOMINGO XXV DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo B

Domingo 23 de septiembre 2018


SEGUNDA ADVERTENCIA

Cuando la obstinación de los dirigentes religiosos de Israel se consolidó, el Señor Jesús comprendió que, si persistía mostrando el rostro novedoso de Dios con tanta decisión, su vida tendría un final violento. Aunque era un escenario desconsolador para cualquier persona, Jesús no se echó para atrás, sino que mantuvo el diálogo confiado con el Padre y comprendió que tampoco en esa circunstancia quedaría desamparado. De hecho, el fragmento del libro de la Sabiduría nos desvela la espiritualidad que alentaba a los justos perseguidos a la hora de mantenerse fieles a Dios. Quien conoce los secretos de Dios sabe que Dios creó a sus hijos para la inmortalidad y que, por eso mismo, los auxilia y acompaña en el momento de la prueba. Los enemigos del Reino no podrían prevalecer por encima del amor y la fidelidad del Padre.

ANTÍFONA DE ENTRADA

Yo soy la salvación de mi pueblo, dice el Señor. Los escucharé cuando me llamen en cualquier tribulación, y siempre seré su Dios.


GLORIA

Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.


ORACIÓN COLECTA

Señor Dios, que has hecho del amor a ti y a los hermanos la plenitud de todo lo mandado en tu santa ley, concédenos que, cumpliendo tus mandamientos, merezcamos llegar a la vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo...


LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

Condenemos al justo a una muerte ignominiosa.

Del libro de la Sabiduría: 2, 12. 17-20

Los malvados dijeron entre sí: "Tendamos una trampa al justo, porque nos molesta y se opone a lo que hacemos; nos echa en cara nuestras violaciones a la ley, nos reprende las faltas contra los principios en que fuimos educados.
Veamos si es cierto lo que dice, vamos a ver qué le pasa en su muerte. Si el justo es hijo de Dios, Él lo ayudará y lo librará de las manos de sus enemigos. Sometámoslo a la humillación y a la tortura, para conocer su temple y su valor. Condenémoslo a una muerte ignominiosa, porque dice que hay quien mire por él". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.


SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 53, 3-4. 5. 6. 8

R/. El Señor es quien me ayuda.

Sálvame Dios mío, por tu nombre; con tu poder defiéndeme. Escucha, Señor, mi oración y a mis palabras atiende. R/.
Gente arrogante y violenta contra mí se ha levantado. Andan queriendo matarme. ¡Dios los tiene sin cuidado! R/.
Pero el Señor Dios es mi ayuda, Él, quien me mantiene vivo. Por eso te ofreceré con agrado un sacrificio, y te agradeceré, Señor, tu inmensa bondad conmigo. R/.


SEGUNDA LECTURA

Los pacíficos siembran la paz y cosechan frutos de justicia.

De la carta del apóstol Santiago: 3,16-4, 3

Hermanos míos: Donde hay evidencias y rivalidades, ahí hay desorden y toda clase de obras malas. Pero los que tienen la sabiduría que viene de Dios son puros, ante todo. Además, son amantes de la paz, comprensivos, dóciles, están llenos de misericordia y buenos frutos, son imparciales y sinceros. Los pacíficos siembran la paz y cosechan frutos de justicia.
¿De dónde vienen las luchas y los conflictos entre ustedes? ¿No es, acaso, de las malas pasiones, que siempre están en guerra dentro de ustedes? Ustedes codician lo que no pueden tener y acaban asesinando. Ambicionan algo que no pueden alcanzar, y entonces combaten y hacen la guerra. Y si no lo alcanzan, es porque no se lo piden a Dios. O si se lo piden y no lo reciben, es porque piden mal, para derrocharlo en placeres. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.


ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. 2 Ts 2,14
R/. Aleluya, aleluya.

Dios nos ha llamado, por medio del Evangelio, a participar de la gloria de nuestro Señor Jesucristo. R/.


EVANGELIO

El Hijo del hombre va a ser entregado —Si alguno quiere ser el primero, que sea el servidor de todos.

Del santo Evangelio según san Marcos: 9, 30-37

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos atravesaban Galilea, pero él no quería que nadie lo supiera, porque iba enseñando a sus discípulos. Les decía: "El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres; le darán muerte, y tres días después de muerto, resucitará". Pero ellos no entendían aquellas palabras y tenían miedo de pedir explicaciones. Llegaron a Cafarnaúm, y una vez en casa, les preguntó: "¿De qué discutían por el camino?". Pero ellos se quedaron callados, porque en el camino habían discutido sobre quién de ellos era el más importante. Entonces Jesús se sentó, llamó a los Doce y les dijo: "Si alguno quiere ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos".
Después, tomando a un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo: "El que reciba en mi nombre a uno de estos niños, a mí me recibe. Y el que me reciba a mí, no me recibe a mí, sino a aquel que me ha enviado".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


PROFESIÓN DE FE

CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO

Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.


PLEGARIA UNIVERSAL

Oremos, hermanos, por todos los hombres y por todas sus necesidades, para que nunca falte a nadie la ayuda de nuestro amor y digamos: Te rogamos, Señor. (R/. Te rogamos, Señor.)

Por el santo Padre, el Papa Francisco, por nuestro obispo N., y por todos los demás obispos, por los presbíteros y diáconos; para que cuiden santamente el pueblo que tienen encomendado, roguemos al Señor.

Por los jefes de Estado y por los demás gobernantes, por los responsables del bien común y por los que tienen en sus manos las riquezas del mundo; para que fomenten la justicia, el bienestar, la paz y la libertad, roguemos al Señor.

Por los que padecen hambre u otras necesidades, por los que están enfermos o se sienten oprimidos, por los que añoran la patria o viven lejos de sus familias y de sus hogares; para que experimenten el consuelo y la fortaleza de Dios, roguemos al Señor.

Para que Dios nos conceda el gozo del Espíritu, y el perdón de los pecados, la perseverancia en la fe y en las buenas obras y la salvación eterna de nuestras almas, roguemos al Señor.

Dios nuestro, Padre de todos, que quieres que el último sea el primero y propusiste a un niño como ejemplo para los discípulos, danos la sabiduría que viene de arriba, para que acojamos la palabra de tu Hijo y entendamos que, ante tus ojos, el primero ha de ser el servidor de todos. Por Jesucristo, nuestro Señor.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Acepta benignamente, Señor, los dones de tu pueblo, para que recibamos, por este sacramento celestial, aquello mismo que el fervor de nuestra fe nos mueve a proclamar. Por Jesucristo, nuestro Señor.


PREFACIO

El Misterio Pascual y el Pueblo de Dios

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación darte gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo Señor nuestro. Quien, por su Misterio Pascual, realizó la obra maravillosa de llamamos de la esclavitud del pecado y de la muerte al honor de ser estirpe elegida, sacerdocio real, nación consagrada, pueblo de tu propiedad, para que, trasladados por ti de las tinieblas a tu luz admirable, proclamemos ante el mundo tus maravillas. Por eso con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.


ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 118, 4-5

Tú promulgas tus preceptos para que se observen con exactitud. Ojalá que mi conducta se ajuste siempre, al cumplimiento de tu voluntad.


ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

A quienes alimentas, Señor, con tus sacramentos, confórtanos con tu incesante ayuda, para que en estos misterios recibamos el fruto de la redención y la conversión de nuestra vida Por Jesucristo, nuestro Señor.

viernes, 14 de septiembre de 2018

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20180916




UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO

Antes de asumir un compromiso demandante o una tarea difícil de cumplir, acostumbramos realizar un momento de reflexión y discernimiento contrastando los costos y beneficios, la bondad o negatividad de dicho proyecto. Más aún, aclarada la bondad del proyecto, tenemos que reflexionar acerca de nuestras capacidades de cumplirlo. No basta con disponer de entusiasmo y buena voluntad, aunque sin duda esto último resulta favorable a la hora de iniciar algún reto exigente. La reflexión anterior viene a cuento porque así lo permite la narración del primer anuncio que Jesús hace sobre el rechazo que sufrirá por parte de los dirigentes religiosos en su viaje Jerusalén. No está obsesionado con la adversidad, al contrario, como a todo mortal le atemoriza morir, sin embargo, sigue adelante porque entiende que Dios le acompaña y que la pérdida de su vida le permitirá alcanzar la vida en plenitud. Una experiencia ejemplar que habrá de inspirarnos al momento de asumir nuestros propios desafíos.

DOMINGO XXIV DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo B Domingo 16 de septiembre 2018




DOMINGO XXIV DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo B
Domingo 16 de septiembre 2018

UN DEFENSOR CONFIABLE

En el tercer cántico del Siervo de Yahvé resuena una confesión íntima acerca de su fortaleza y su fidelidad. El profeta cumple con su encargo de establecer la justicia y el derecho entre las naciones y de consolar a Israel, aunque esto le genere rechazo y maltratos. Ninguna persona disfruta de la violencia ni del sufrimiento. Resulta algo absurdo y carente de sentido. Para lograr asimilar esas situaciones negativas es necesario disponer de motivaciones muy poderosas. Si el sufrimiento es necesario para conseguir algún bien superior que en este caso sería la salvación de Israel y el bienestar entre las naciones, el profeta podría encontrar ánimo para sobrellevarlo con mayor serenidad. El Siervo del Señor descubre que en ese momento tan adverso no carecerá del acompañamiento de parte de Dios, por eso lo asume con una confianza casi temeraria: ¿quién pleiteará contra mí?


ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Si 36, 18

Concede, Señor, la paz a los que esperan en ti, y cumple así las palabras de tus profetas; escucha las plegarias de tu siervo, y de tu pueblo Israel.


GLORIA

Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.


ORACIÓN COLECTA

Señor Dios, creador y soberano de todas las cosas, vuelve a nosotros tus ojos y concede que te sirvamos de todo corazón, para que experimentemos los efectos de tu misericordia. Por nuestro Señor Jesucristo...


LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

Ofrecí mi espalda a los que me golpeaban

Del libro del profeta Isaías: 50, 5-9a

En aquel entonces, dijo Isaías: "El Señor Dios me ha hecho oír sus palabras y yo no he opuesto resistencia, ni me he echado para atrás.
Ofrecí la espalda a los que me golpeaban, la mejilla a los que me tiraban de la barba. No aparté mi rostro de los insultos y salivazos.
Pero el Señor me ayuda, por eso no quedaré confundido, por eso endurecí mi rostro como roca y sé que no quedaré avergonzado. Cercano está de mí el que me hace justicia, ¿quién luchará contra mí? ¿Quién es mi adversario? ¿Quién me acusa? Que se me enfrente. El Señor es mi ayuda, ¿quién se atreverá a condenarme?". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.


SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 114,1-2. 3-4. 5-6. 8-9

R/. Caminaré en la presencia del Señor.

Amo al Señor porque escucha el clamor de mi plegaria, porque me prestó atención cuando mi voz lo llamaba. R/.

Redes de angustia y de muerte me alcanzaron y me ahogaban. Entonces rogué al Señor que la vida me salvara. R/.

El Señor es bueno y justo, nuestro Dios es compasivo. A mí, débil, me salvó y protege a los sencillos. R/.

Mi alma libró de la muerte; del llanto los ojos míos, y ha evitado que mis pies tropiecen por el camino. Caminaré ante el Señor por la tierra de los vivos. R/.


SEGUNDA LECTURA

La fe, si no se traduce en obras., está completamente muerta.

De la carta del apóstol Santiago: 2, 14-18

Hermanos míos: ¿De qué le sirve a uno decir que tiene fe, si no lo demuestra con obras? ¿Acaso podrá salvarlo esa fe?
Supongamos que algún hermano o hermana carece de ropa y del alimento necesario para el día, y que uno de ustedes le dice: "Que te vaya bien; abrígate y come", pero no le da lo necesario para el cuerpo, ¿de qué le sirve que le digan eso? Así pasa con la fe; si no se traduce en obras, está completamente muerta.
Quizá alguien podría decir: "Tú tienes fe y yo tengo obras. A ver cómo, sin obras, me demuestras tu fe; yo, en cambio, con mis obras te demostraré mi fe". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.


ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Ga 6, 14
R/. Aleluya, aleluya.

No permita Dios que yo me gloríe en algo que no sea la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por el cual el mundo está crucificado para mí y yo para el mundo. R/.


EVANGELIO

Dijo Pedro: “Tú eres el Mesías”. – Es necesario que el Hijo del hombre padezca mucho.

Del santo Evangelio según san Marcos: 8, 27-35

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos se dirigieron a los poblados de Cesarea de Filipo. Por el camino les hizo esta pregunta: "¿Quién dice la gente que soy yo?". Ellos le contestaron: "Algunos dicen que eres Juan el Bautista; otros, que Elías; y otros, que alguno de los profetas".
Entonces él les preguntó: "Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?". Pedro le respondió: "Tú eres el Mesías". Y Él les ordenó que no se lo dijeran a nadie.
Luego se puso a explicarles que era necesario que el Hijo del hombre padeciera mucho, que fuera rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, que fuera entregado a la muerte y resucitara al tercer día. Todo esto lo dijo con entera claridad. Entonces Pedro se lo llevó aparte y trataba de disuadirlo. Jesús se volvió, y mirando a sus discípulos, reprendió a Pedro con estas palabras: "¡Apártate de mí, Satanás! Porque tú no juzgas según Dios, sino según los hombres".
Después llamó a la multitud y a sus discípulos, y les dijo: "El que quiera venir conmigo, que renuncie así mismo, que cargue con su cruz y que me siga. Pues el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


PROFESIÓN DE FE

CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO

Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.


PLEGARIA UNIVERSAL

Imploremos, hermanos, la misericordia de Dios y pidámosle que escuche las oraciones de los que hemos puesto nuestra confianza en él y digámosle: Te rogamos, Señor. (R/. Te rogamos, Señor.)

Para los obispos, los presbíteros y los diáconos pidamos al Señor una vida santa, tal como corresponde a su ministerio y el premio abundante de su trabajo, roguemos al Señor.

Para los que gobiernan las naciones y tienen bajo su poder el destino de los pueblos pidamos el don de la prudencia y el espíritu de justicia, roguemos al Señor.

Para los enfermos e impedidos pidamos al Señor la fortaleza necesaria a fin de que no se desanimen ante las dificultades y vivan alegres en la esperanza de los bienes eternos, roguemos al Señor.

Para nosotros mismos y para nuestros familiares, amigos y bienhechores pidamos al Señor que nos conserve y aumente los bienes que con tanta generosidad nos ha concedido, roguemos al Señor.

Dios nuestro, fortaleza de los pobres y auxilio de los que sufren, escucha las oraciones de tu Iglesia y danos el Espíritu Santo para que, iluminados con su luz creamos con el corazón y confesemos con las obras que Jesucristo es el Mesías y vivamos convencidos de que salvaremos nuestra vida, si tenemos el valor de perderla para anunciar el Evangelio. Por Jesucristo, nuestro Señor


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Sé propicio, Señor, a nuestras plegarias y acepta benignamente estas ofrendas de tus siervos, para que aquello que cada uno ofrece en honor de tu nombre aproveche a todos para su salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.


PREFACIO

El Misterio Pascual y el Pueblo de Dios

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación darte gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo Señor nuestro. Quien, por su Misterio Pascual, realizó la obra maravillosa de llamamos de la esclavitud del pecado y de la muerte al honor de ser estirpe elegida, sacerdocio real, nación consagrada, pueblo de tu propiedad, para que, trasladados por ti de las tinieblas a tu luz admirable, proclamemos ante el mundo tus maravillas. Por eso con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.


ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 35, 8

Señor Dios, qué preciosa es tu misericordia. Por eso los hombres se acogen a la sombra de tus alas.


ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Que el efecto de este don celestial, Señor, transforme nuestro cuerpo y nuestro espíritu, para que sea su fuerza, y no nuestro sentir, lo que siempre inspire nuestras acciones. Por Jesucristo, nuestro Señor.

martes, 11 de septiembre de 2018

Diálogo de Jesús con Susana la samaritana -Aplacó mi sed-


Diálogo de Jesús con Susana la samaritana -Aplacó mi sed-

(Adaptación del capítulo 4 de San Juan)
Susana suspiró mientras se cubría su larga caballera negra. Tomando un cántaro vacío, se encaminó por el largo y polvoriento sendero que conducía al pozo comunal que había en las afueras de Sicar, la aldea samaritana donde vivía. Se acercó al pozo con cautela, pues vio a un desconocido sentado junto al mismo, que por su apariencia era judío.
Cuando el hombre le pidió que le diera un poco de agua, ella se sorprendió. Las tradiciones religiosas de los judíos les prohibían tener trato alguno con los samaritanos, a quienes consideraban inmundos.
—Eres judío, y yo samaritana —exclamó—. ¿Por qué me pides que te dé de beber?
—Si supieras quién soy —repuso el hombre—, serías tú la que me pediría agua.
Susana estaba desconcertada. ¿Cómo iba a sacar aquel hombre agua del pozo si no tenía con qué?
Su interlocutor le respondió con palabras que quedaron grabadas en su memoria de tanto que ellas las repasó, palabras que desde entonces han infundido esperanza a millones de personas.
—Todo aquel que beba de este pozo volverá a tener sed. En cambio, el que beba del agua que Yo le daré jamás volverá a tener sed. El agua que Yo doy proviene de la fuente de la vida eterna.
—Ya, pues, dame un sorbo de esa agua. Así no volveré a tener sed, y no tendré que venir a este pozo.
—Ve y trae a tu marido —le dijo el extraño.
Por un momento la mujer dudó. Luego bajando la vista le respondió:
—No tengo marido.
—Dices la verdad. Te has desposado cinco veces, y el hombre con el que vives actualmente no es tu marido.
Esta vez Susana quedó perpleja.
—Veo que eres profeta —señaló—. En ese caso, tal vez puedas aclararme algo. Mi pueblo siempre ha adorado en el monte Gerizim; pero los judíos afirman que Jerusalén es el único sitio donde se debe adorar.
Si bien la mujer no mencionó que 200 años antes un rey judío había destruido el templo de los samaritanos, seguramente lo tenía muy presente.
—Créeme —contestó el hombre—, llega la hora en que no se adorará al Padre ni en este monte ni en Jerusalén. Dios es Espíritu, y es preciso que quienes lo adoran lo hagan en espíritu y en verdad.
Ella se maravilló de aquella respuesta. ¿Dios era un Espíritu al que podía adorar en cualquier parte? ¿Significaba aquello que ni su raza, ni su religión, ni su sexo, su edad o su extracción social tenían importancia alguna? Le atrajo la idea de que el amor de Dios no excluyera a nadie, ni siquiera a ella.
Le surgió entonces otra pregunta:
—Sé que vendrá el Mesías, al que llaman el Cristo, y nos explicará todas las cosas.
El hombre la miró a los ojos. El pulso de la mujer se aceleró.
— ¡Soy Yo!
Susana abrió los ojos como platos. Se le agolparon cantidad de pensamientos en la cabeza.
— ¡Debo ir a contárselo a mis amigos y a mi familia! ¡Espérame aquí!
Susana volvió a Sicar a toda prisa, olvidándose de su cántaro aún vacío.
Ya había pasado el calor del mediodía, y la gente deambulaba por la plaza del mercado. Con inmenso entusiasmo les contó a todos los presentes su encuentro con aquel hombre y la conversación que había tenido con Él.
— ¡Tiene que ser el Cristo! —exclamó—. Nunca me había visto y, sin embargo, me tenía identificada.
Susana regresó pronto al pozo al frente de una pequeña multitud. El extraño seguía ahí, aunque acompañado de varios hombres que le dijeron que se llamaba Jesús.
La gente, cautivada por lo que Él decía, no tardó en entrar en confianza con Él. Algunos invitaron a Jesús y a Sus compañeros a quedarse en su casa. A raíz de ello, Él estuvo dos días en Sicar explicando las Sagradas Escrituras.
Unos días después, Susana cruzó el pueblo con un cántaro lleno de agua. Aunque le pesaba mucho, caminaba con paso ligero. Todavía tenía que ir a buscar agua todos los días, pero ya no sentía un vacío por dentro.
Uno de los aldeanos al verla le dijo:
—Trataste de convencernos de que ese hombre, Jesús, era el Mesías prometido. Ahora lo creemos no solamente por lo que nos dijiste, sino porque lo oímos nosotros mismos y tenemos la certeza de que es el Salvador.
Susana sonrió y siguió caminando. No había sido la única que había descubierto el agua de vida aquel día.
Juan 7:38 (NVI) De aquel que cree en mí, como dice la Escritura, brotarán ríos de agua viva.
Apocalipsis 22:17 (NVI) El Espíritu y la novia dicen: « ¡Ven!»; y el que escuche diga: « ¡Ven!» El que tenga sed, venga; y el que quiera, tome gratuitamente del agua de la vida.
Juan 6:51 (NVI) Yo soy el pan vivo que bajó del cielo. Si alguno come de este pan, vivirá para siempre. Este pan es mi carne, que daré para que el mundo viva.