jueves, 29 de febrero de 2024

DOMINGO III DE CUARESMA Ciclo B Domingo 3 de marzo 2024

 




SIGNOS DE LA RESURRECCIÓN

 
Éx 20, 1-17; Sal18; 1 Cor 1,22-25; Jn 2, 13-25
 
En los Evangelios sinópticos, Jesús ofrece a sus discípulos unas anticipaciones o signos de su resurrección en el momento de su Transfiguración en el monte (véase Mc 9,2-8; Mt 17,1-8; y Lc 9,28-36). Juan desconoce este acontecimiento y utiliza, como los signos de la resurrección, el acto y las palabras proféticas que Jesús hace en Jerusalén durante una pascua judía. Primero, en línea con los grandes profetas, Jesús realiza un acto en el que comunica un mensaje divino. Luego, cuando es desafiado por algunos que entendieron su acto, pero lo rechazaron a él, explica que está destruyendo (no solo "purificando") el Templo porque él es la verdadera morada de Dios en la Tierra. La resurrección representa la "construcción" de tal morada y también la condición necesaria para entender, de manera plena, su acto y sus palabras.
 
 
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 24,15-16
 
Mis ojos están siempre fijos en el Señor, pues él libra mis pies de toda trampa. Mírame, Señor, y ten piedad de mí, que estoy solo y afligido.
 
 
No se dice Gloria.
 
 
ORACIÓN COLECTA
 
Señor Dios, fuente de misericordia y de toda bondad, que enseñaste que el remedio contra el pecado está en el ayuno, la oración y la limosna, mira con agrado nuestra humilde confesión, para que a quienes agobia la propia conciencia nos reconforte siempre tu misericordia. Por nuestro Señor Jesucristo...
 
 
LITURGIA DE LA PALABRA
 
 
PRIMERA LECTURA
 
La ley fue dada por Dios a Moisés.
 
Del libro del Éxodo: 20, 1-17
 
En aquellos días, el Señor promulgó estos preceptos para su pueblo en el monte Sinaí, diciendo: "Yo soy el Señor, tu Dios, que te sacó de la tierra de Egipto y de la esclavitud. No tendrás otros dioses fuera de mí; no te fabricarás ídolos ni imagen alguna de lo que hay arriba, en el cielo, o abajo, en la tierra, o en el agua y debajo de la tierra. No adorarás nada de eso ni le rendirás culto, porque yo, el Señor, tu Dios, soy un Dios celoso, que castiga la maldad de los padres en los hijos hasta la tercera y cuarta generación de aquellos que me odian; pero soy misericordioso hasta la milésima generación de aquellos que me aman y cumplen mis mandamientos.
No harás mal uso del nombre del Señor, tu Dios, porque no dejará el Señor sin castigo a quien haga mal uso de su nombre.
Acuérdate de santificar el sábado. Seis días trabajarás y en ellos harás todos tus quehaceres; pero el día séptimo es día de descanso, dedicado al Señor, tu Dios. No harás en él trabajo alguno, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tus animales, ni el forastero que viva contigo. Porque en seis días hizo el Señor el cielo, la tierra, el mar y cuanto hay en ellos, pero el séptimo, descansó. Por eso bendijo el Señor el sábado y lo santificó.
Honra a tu padre y a tu madre para que vivas largos años en la tierra que el Señor, tu Dios, te va a dar. No matarás. No cometerás adulterio. No robarás. No darás falso testimonio contra tu prójimo. No codiciarás la casa de tu prójimo, ni a su mujer, ni a su esclavo, ni a su esclava, ni su buey, ni su burro, ni cosa alguna que le pertenezca". Palabra de Dios. T. Te alabamos, Señor.
 
 
SALMO RESPONSORIAL
 
Del salmo 18, 8. 9. 10. 11
R/. Tú tienes, Señor, palabras de vida eterna.
 
La ley del Señor es perfecta del todo y reconforta el alma; inmutables son las palabras del Señor y hacen sabio al sencillo. R/.
 
En los mandamientos de Dios hay rectitud y alegría para el corazón; son luz los preceptos del Señor para alumbrar el camino. R/.
 
La voluntad de Dios es santa y para siempre estable; los mandamientos del Señor son verdaderos y enteramente justos. R/.
 
Que te sean gratas las palabras de mi boca y los anhelos de mi corazón. Haz, Señor, que siempre te busque, pues eres mi refugio y salvación. R/.
 
 
SEGUNDA LECTURA
 
Predicamos a Cristo crucificado, escándalo para los hombres, pero sabiduría de Dios para los llamados.
 
De la carta del apóstol san Pablo a los corintios: 1, 22-25
 
Hermanos: Los judíos exigen señales milagrosas y los paganos piden sabiduría. Pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, que es escándalo para los judíos y locura para los paganos; en cambio, para los llamados, sean judíos o paganos, Cristo es la fuerza y la sabiduría de Dios. Porque la locura de Dios es más sabia que la sabiduría de los hombres, y la debilidad de Dios es más fuerte que la fuerza de los hombres. Palabra de Dios. T. Te alabamos, Señor.
 
 
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 3, 16
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
 
Tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único, para que todo el que crea en Él tenga vida eterna. R/.
 
 
EVANGELIO
 
Destruyan este templo y en tres días lo reconstruiré.
 
Del santo Evangelio según san Juan: 2, 13-25
 
Cuando se acercaba la Pascua de los judíos, Jesús llegó a Jerusalén y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas con sus mesas. Entonces hizo un látigo de cordeles y los echó del templo, con todo y sus ovejas y bueyes; a los cambistas les volcó las mesas y les tiró al suelo las monedas; y a los que vendían palomas les dijo: "Quiten todo de aquí y no conviertan en un mercado la casa de mi Padre".
En ese momento, sus discípulos se acordaron de lo que estaba escrito: El celo de tu casa me devora.
Después intervinieron los judíos para preguntarle: "¿Qué señal nos das de que tienes autoridad para actuar así?". Jesús les respondió: "Destruyan este templo y en tres días lo reconstruiré". Replicaron los judíos: "Cuarenta y seis años se ha llevado la construcción del templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?".
Pero Él hablaba del templo de su cuerpo. Por eso, cuando resucitó Jesús de entre los muertos, se acordaron sus discípulos de que había dicho aquello y creyeron en la Escritura y en las palabras que Jesús había dicho.
Mientras estuvo en Jerusalén para las fiestas de Pascua, muchos creyeron en Él, al ver los prodigios que hacía. Pero Jesús no se fiaba de ellos, porque los conocía a todos y no necesitaba que nadie le descubriera lo que es el hombre, porque Él sabía lo que hay en el hombre. Palabra del Señor. T. Gloria a ti, Señor Jesús.
 
Si se celebra la Misa de los escrutinios, debe leerse el Evangelio con el pasaje de la Samaritana: Lecc. I, p. 62.
 
 
PROFESIÓN DE FE
 
CREDO de los Apóstoles
 
Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna.
Amén.
 
 
PLEGARIA UNIVERSAL
 
Instruidos por el ejemplo de Jesús, el Señor, que en el desierto se entregaba a la oración, oremos también nosotros con insistencia a nuestro Dios: (R/. Escúchanos, Señor.)
 
Para que todos los fieles, por medio de las penitencias y prácticas cuaresmales, sean purificados de sus culpas y vean fortalecida su vida cristiana, roguemos al Señor.
 
Para que todos los pueblos alcancen la paz, la tranquilidad y el bienestar necesario y puedan así buscar más fácilmente los bienes del cielo, roguemos al Señor.
 
Para que el Señor conceda su fuerza a los que se ven tentados o se sienten turbados, infunda el deseo de la conversión a los pecadores y otorgue el consuelo del cielo a los que están tristes o abatidos, roguemos al Señor.
 
Para que infunda en todos nosotros el deseo de una verdadera conversión, a fin de que nos preparemos a celebrar debidamente el sacramento pascual de la penitencia, roguemos al Señor.
 
Señor, Dios nuestro, abre nuestros corazones a tus mandatos y haz que penetremos en la sabiduría de la cruz, para que, liberados del egoísmo que nos aprisiona, alcancemos los dones del Espíritu Santo y lleguemos a ser templo vivo en el que tú deseas recibir nuestra adoración. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
 
Por estas ofrendas, Señor, concédenos benigno el perdón de nuestras ofensas, y ayúdanos a perdonar a nuestros hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
PREFACIO
 
Los frutos de la penitencia
 
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno. Porque has querido que en nuestras privaciones voluntarias encontremos un motivo para bendecirte, ya que nos ayudan a refrenar nuestras pasiones desordenadas y, al darnos ocasión de compartir nuestros bienes con los necesitados, nos hacen imitadores de tu generosidad. Por eso, con todos los ángeles, te glorificamos y te aclamamos diciendo:
Santo, Santo, Santo...
 
 
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 83, 4-5
 
El gorrión ha encontrado una casa, y la golondrina un nido donde poner sus polluelos: junto a tus altares, Señor de los ejércitos, Rey mío y Dios mío. Dichosos los que viven en tu casa y pueden alabarte siempre.
 
 
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
 
Alimentados en la tierra con el pan del cielo, prenda de eterna salvación, te suplicamos, Señor, que lleves a su plenitud en nuestra vida la gracia recibida en este sacramento. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO
 
Dirige, Señor, los corazones de tus fieles y da en tu bondad a tus siervos una gracia tan grande que, cumpliendo en plenitud tus mandamientos, nos haga permanecer en tu amor y en el de nuestro prójimo. Por Jesucristo, nuestro Señor.

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20240303

 

De acuerdo con el teólogo y exégeta suizo, Oscar Cullmann (1902-1999), un presupuesto tácito yace detrás de todo lo que el Nuevo Testamento enseña: los cristianos viven en un periodo de tensión dialéctica entre lo "ya" y lo "todavía no". Por un lado, Cristo ha resucitado y nos ha redimido (p. ej. Ef 2, 6); por el otro, no hemos todavía resucitado definitivamente (p. ej. 1 Cor 15, 52). Si no comprendemos esta tensión, tergiversamos el mensaje del Nuevo Testamento y viviremos de un modo poco cristiano. Si Cullmann tenía razón, quiere decir que hay signos de la resurrección ya presentes entre nosotros, ofreciéndonos la esperanza en medio de los problemas de la vida. Busquemos tales signos, como por ejemplo la reconciliación entre dos amigos distanciados, actos de amor generosos y la vida que se niega a morir.

EN COMUNIÓN CON LA TRADICIÓN VIVA DE LA IGLESIA 20240303

 


 



«Porque por el celo de la casa de Dios echó del templo a ésos el Señor, los discípulos recordaron que está escrito: el celo de tu casa me devora. Hermanos, el celo de la casa de Dios devore a cada cristiano de entre los miembros de Cristo. ¿A quién devora el celo de la casa de Dios? A quien procura que se corrija y desea que se enmiende todo lo defectuoso que quizá viere allí; no descansa; si no puede enmendado, lo tolera, gime. El grano no se expulsa de la era, soporta a la paja para entrar en el granero cuando la paja sea separada. Antes que se abra el granero, tú, si eres grano, no quieras ser expulsado de la era, no sea que las aves te recojan antes de ser congregado en el granero. En efecto, las aves del cielo, las potestades aéreas, aguardan a arrebatar de la era algo, y no arrebatan sino ¡o que haya sido expulsado de allí. Te devore, pues, el celo de la casa de Dios; devore a cada cristiano el celo de la casa de Dios, casa de Dios en que es miembro. (...) A tu casa entras por el descanso temporal; a la casa de Dios entras por el descanso sempiterno. Si, pues, procuras que en tu casa no suceda algún desorden, en la casa de Dios, donde están servidos salvación y descanso sin fin, si vieses algún desorden, ¿debes soportarlo, en cuanto esté de tu parte? Por ejemplo ves a un hermano acudir al teatro? Oponte, amonéstalo, contrístate, si el celo de la casa de Dios te devora, ¿Ves a otros correr y querer emborracharse y querer en los lugares santos esto que en ningún sitio

está bien? Oponte a los que puedas, oponte a los que puedas, aterroriza a los que puedas, halaga a los que puedas; pero no descanses. ¿Es un amigo? Amonestadlo suavemente... Haz lo que puedas, según la función que desempeñas, y realizarás lo del celo de tu casa me devora»

(San Agustín [354-430]. Tratado 10. Evangelio de Juan 9).

viernes, 23 de febrero de 2024

DOMINGO II DE CUARESMA Ciclo B Domingo 25 de febrero 2024

 


 




HAY QUE SEGUIR CAMINANDO, CREYENDO Y ESPERANDO


Gén 22, 1-2. 9-13-15-16; Sal 117; Rom 8, 31-34; Mc 9,2-10
 
Leído desde la historia de las religiones, nuestro capítulo del Génesis registraría el descubrimiento de que Dios no quiere sacrificios humanos, sino que exige la sumisión y acepta su expresión en el sacrificio de animales. Pero el autor define la historia como una "prueba". Por tanto, Abrahán está expuesto a una prueba importante porque tiene que sacrificar a un hijo que ama, agarrarse de las promesas de Dios y seguir caminando, creyendo, y esperando. Es precisamente la necesidad de seguir creyendo y esperando lo que Jesús intentar imbuir en sus discípulos predilectos por medio de su transfiguración en el Evangelio de hoy. Este episodio se orienta a que los discípulos recobren fuerzas ante las duras palabras de Jesús sobre el camino doloroso del Mesías, camino que ha de ser compartido por sus seguidores iluminados por la verdadera identidad de Jesús y su destino último.
 
 
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 24, 6. 3. 22
 
Mi corazón me habla de ti diciendo: "Busca su rostro". Tu faz estoy buscando, Señor; no me escondas tu rostro.
 
 
No se dice Gloria.
 
 
ORACIÓN COLECTA
 
Señor, Dios, que nos mandaste escuchar a tu Hijo muy amado, dígnate alimentamos íntimamente con tu palabra, para que, ya purificada nuestra mirada interior, nos alegremos en la contemplación de tu gloria. Por nuestro Señor Jesucristo ...
 
 
LITURGIA DE LA PALABRA
 
PRIMERA LECTURA
 
El sacrificio de nuestro patriarca Abraham.
 
Del libro del Génesis: 22, 1-2. 9-13. 15-18
 
En aquel tiempo, Dios le puso una prueba a Abraham y le dijo: "¡Abraham, Abraham!". El respondió: "Aquí estoy". Y Dios le dijo: "Toma a tu hijo único, Isaac, a quien tanto amas; vete a la región de Moria y ofrécemelo en sacrificio, en el monte que yo te indicaré".
Cuando llegaron al sitio que Dios le había señalado, Abraham levantó un altar y acomodó la leña. Luego ató a su hijo Isaac, lo puso sobre el altar, encima de la leña, y tomó el cuchillo para degollarlo.
Pero el ángel del Señor lo llamó desde el cielo y le dijo: "¡Abraham, Abraham!". Él contestó: "Aquí estoy". El ángel le dijo: "No descargues la mano contra tu hijo, ni le hagas daño. Ya veo que temes a Dios, porque no le has negado a tu hijo único".
Abraham levantó los ojos y vio un carnero, enredado por los cuernos en la maleza. Atrapó el carnero y lo ofreció en sacrificio en lugar de su hijo.
El ángel del Señor volvió a llamar a Abraham desde el cielo y le dijo: "Juro por mí mismo, dice el Señor, que por haber hecho esto y no haberme negado a tu hijo único, yo te bendeciré y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y las arenas del mar. Tus descendientes conquistarán las ciudades enemigas. En tu descendencia serán bendecidos todos los pueblos de la tierra, porque obedeciste a mis palabras". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
 
SALMO RESPONSORIAL
 
Del salmo 115, 10. 15, 16-17, 18-19.
R/. Siempre confiaré en el Señor.
 
Aun abrumado de desgracias, siempre confié en Dios. A los ojos del Señor es muy penoso que mueran sus amigos. R/.
De la muerte, Señor, me has librado, a mí, tu esclavo e hijo de tu esclava. Te ofreceré con gratitud un sacrificio e invocaré tu nombre. R/.
Cumpliré mis promesas al Señor ante todo su pueblo, en medio de su templo santo, que está en Jerusalén. R/.
 
 
SEGUNDA LECTURA
 
Dios nos entregó a su propio Hijo.
 
De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 8, 31-34
 
Hermanos: Si Dios está a nuestro favor, ¿quién estará en contra nuestra? El que no nos escatimó a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no va a estar dispuesto a dárnoslo todo, junto con su Hijo? ¿Quién acusara a los elegidos de Dios? Si Dios mismo es quien los perdona, ¿quién será el que los condene?
¿Acaso Jesucristo, que murió, resucitó y está a la derecha de Dios para interceder por nosotros? Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
 
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO cfr. Mt 17, 5
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
 
En el esplendor de la nube se oyó la voz del Padre, que decía: "Este es mi Hijo amado; escúchenlo". R/.
 
 
EVANGELIO
 
Éste es mi Hijo amado.
 
Del santo Evangelio según san Marcos: 9, 2-10
 
En aquel tiempo, Jesús tomó aparte a Pedro, a Santiago y a Juan, subió con ellos a un monte alto y se transfiguró en su presencia. Sus vestiduras se pusieron esplendorosamente blancas, con una blancura que nadie puede lograr sobre la tierra. Después se les aparecieron Elías y Moisés, conversando con Jesús.
Entonces Pedro le dijo a Jesús: "Maestro, ¡qué a gusto estamos aquí! Hagamos tres chozas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías". En realidad no sabía lo que decía, porque estaban asustados.
Se formó entonces una nube, que los cubrió con su sombra, y de esta nube salió una voz que decía: "Éste es mi Hijo amado; escúchenlo". En ese momento miraron alrededor y no vieron a nadie sino a Jesús, que estaba solo con ellos.
Cuando bajaban de la montaña, Jesús les mandó que no contaran a nadie lo que habían visto, hasta que el Hijo del hombre resucitara de entre los muertos. Ellos guardaron esto en secreto, pero discutían entre sí qué querría decir eso de "resucitar de entre los muertos". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
 
 
PROFESIÓN DE FE
 
CREDO de los Apóstoles
 
Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna.
Amén.
 
 
PLEGARIA UNIVERSAL
 
Oremos, hermanos, al Padre de la misericordia, árbitro de nuestros actos y Dios que escudriña lo profundo de nuestros corazones, y, con espíritu contrito, pidámosle que escuche la oración de su pueblo penitente: (R/. Escúchanos, Señor.)
 
Para que Dios conceda a sus fieles vivir estos días de Cuaresma con verdadero espíritu de penitencia y prepararse a celebrar con fruto el sacramento del perdón. Roguemos al Señor.
 
Para que quienes se han apartado del camino del bien y han muerto a causa del pecado escuchen en estos días de Cuaresma la voz del Hijo de Dios y vivan, roguemos al Señor.
 
Para que Dios inspire sentimientos de caridad a los que tienen riquezas y multiplique los bienes de la tierra en bien de todos, roguemos al Señor.
 
Para que la penitencia cuaresmal aleje de nosotros el amor desordenado a los bienes visibles y sane nuestra aridez espiritual con el deseo de los bienes del cielo. Roguemos al Señor.
 
Señor, Padre santo, que no perdonaste a tu Hijo, sino que lo entregaste por nosotros, pecadores, escucha nuestras súplicas y fortalécenos en la obediencia a la fe, para que, siguiendo en todas las huellas de Jesucristo, seamos transfigurados con él en la luz de la gloria.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
 
Te rogamos, Señor, que estos dones borren nuestros pecados y santifiquen el cuerpo y el alma de tus fieles, para celebrar dignamente las fiestas pascua1es. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
PREFACIO
 
La transfiguración del Señor.
 
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar; Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro. Porque él mismo, después de anunciar su muerte a los discípulos, les mostró en el monte santo el esplendor de su gloria, para testimoniar, de acuerdo con la ley y los profetas, que la pasión es el camino de la resurrección. Por eso, como los ángeles te cantan en el cielo, así nosotros en la tierra te aclamamos, diciendo sin cesar: Santo, Santo, Santo ...
 
 
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Mt 17. 5
 
Éste es mi Hijo amado, en quien me complazco; escúchenlo.
 
 
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
 
Al recibir, Señor, este glorioso sacramento, queremos darte gracias de todo corazón porque así nos permites, desde este mundo, participar ya de los bienes del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO
 
Bendice, Señor, a tus fieles con una bendición perpetua, y haz que de tal manera acojan el Evangelio de tu Hijo, que puedan debida y felizmente desear y alcanzar la gloria que él manifestó a los apóstoles. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20240225

 

Los cristianos hemos sido frecuentemente interrogados sobre las razones de por qué confiamos en una fe que parece tan maravillosa, pero tan extraña para otros. Las razones sobre nuestra esperanza son también importantes. Es fácil perder el ánimo en el camino de la Cuaresma y en momentos de toda la existencia cristiana. Es fácil ceder a la tentación de dejar de esperar en nuestro glorioso destino final y contentamos con la nimiedades y pequeñeces de la vida cotidiana. Esto sería un error. Los seres humanos no somos creados únicamente para vivir dentro de horizontes estrechos. Somos creados para nada menos que la unión con Dios. Consecuentemente, sería un buen ejercicio recordamos las razones de nuestra esperanza. Como sugiere san Pedro: "estén siempre dispuestos a dar respuesta a todo el que les pida dar razón de su esperanza" (1 Pedro 3, 15).

EN COMUNIÓN CON LA TRADICIÓN VIVA DE LA IGLESIA 20240225

 


 


«El Tabor y el Hermón exultan de gozo. Hoy se ha escuchado algo que los oídos humanos eran incapaces de percibir. En efecto, el que aparece como un hombre es proclamado Hijo de Dios, unigénito, amado y consustancial con el Padre. Verídico es el testimonio; verdadera es la proclamación: el Padre que lo ha engendrado es el que hace el anuncio. Que venga aquí David y pulsando la lira del Espíritu de resonancias divinas, entone ahora con toda claridad las palabras que pronunció antiguamente al contemplar con ojos puros, y con visión profética la encarnación del Verbo de Dios: El Tabor y el Hermón exultarán en tu nombre (Sal 89,12). El Hermón exultó en primer lugar cuando escuchó que el Padre atestiguaba claramente que Cristo poseía la filiación divina. Esto ocurrió cuando el Precursor, que ocupa un lugar intermedio entre el Antiguo y el Nuevo Testamento, salió a bautizar en el Jordán. Él era una joya escondida en el desierto y fue enviado para mostrar a todos la luz inaccesible que brillaba en las tinieblas, o sea, en el mundo y permanecía oculta para los que eran cortos de vista. Así, dentro del río Jordán el agua de la remisión, sin haber sido previamente purificada, realizaba la purificación del mundo, cuando, por la voz del Padre que resonaba desde el cielo, fue declarado su Hijo amado aquel que era bautizado y que, al ser objeto de ese testimonio, era también señalado por el Espíritu Santo que apareció en forma de paloma» (San Juan Damasceno [ó76-c. 749]. Sermón sobre la Trasfiguración 3)

 

miércoles, 14 de febrero de 2024

DOMINGO I DE CUARESMA JORNADA MUNDIAL DE LA INFANCIA MISIONERA Domingo 18 de 2024

 



EL RIESGO DEL AMOR
Gén 9, 8-15; Sal 24; 1 Pe 3, 18-22; Mc 1, 12-15
 
Dios es un gran tomador de riesgos. Aun cuando es perfecto y no necesita nada, Dios toma riesgos. En Génesis, nuestra primera lectura, Dios toma el riesgo de vivir con la humanidad. No importa que en los capítulos iniciales de ese libro el mal crecía tanto entre los seres humanos que, en un momento de ira, Dios quiso lavarse las manos de ellos. Dios toma el riesgo de establecer una alianza con la humanidad, por medio de Noé, y así vivir con ella para siempre. Además, toma el riesgo, en el Evangelio, de invitar a la humanidad a mejorar. No es que a muchas personas les guste oír que deben cambiar, pero en la persona de Jesús Dios toma el riesgo de anunciarle a la humanidad que tiene que ser mejor y le muestra cómo, pasando Él mismo por la tentación.
 
 
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 90,15-16
 
Me invocará y yo lo escucharé; lo libraré y lo glorificaré; prolongaré los días de su vida.
 
 
NO SE DICE GLORIA
 
 
ORACIÓN COLECTA
 
Concédenos, Dios todopoderoso, que, por las prácticas anuales de esta celebración cuaresmal, progresemos en el conocimiento del misterio de Cristo, y traduzcamos su efecto en una conducta irreprochable.
Por nuestro Señor Jesucristo ...
 
 
LITURGIA DE LA PALABRA
 
PRIMERA LECTURA
 
Pondré mi arco iris en el cielo, como señal de mi alianza con la tierra.
 
Del libro del Génesis: 9, 8-15
 
En aquellos días, dijo Dios a Noé y a sus hijos: "Ahora establezco una alianza con ustedes y con sus descendientes, con todos los animales que los acompañaron, aves, ganados y fieras, con todos los que salieron del arca, con todo ser viviente sobre la tierra. Ésta es la alianza que establezco con ustedes: No volveré a exterminar la vida con el diluvio ni habrá otro diluvio que destruya la tierra".
Y añadió: "Ésta es la señal de la alianza perpetua que yo establezco con ustedes y con todo ser viviente que esté con ustedes: pondré mi arco iris en el cielo como señal de mi alianza con la tierra, y cuando yo cubra de nubes la tierra, aparecerá el arco iris y me acordaré de mi alianza con ustedes y con todo ser viviente. No volverán las aguas del diluvio a destruir la vida". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
 
SALMO RESPONSORIAL
 
Del salmo 24, 4bc-5ab. 6-7bc. 8-9.
R/. Descúbrenos, Señor, tus caminos.
 
 
Descúbrenos, Señor, tus caminos, guíanos con la verdad de tu doctrina. Tú eres nuestro Dios y salvador y tenemos en ti nuestra esperanza. R/.
 
Acuérdate, Señor, que son eternos tu amor y tu ternura. Según ese amor y esa ternura, acuérdate de nosotros. R/.
 
Porque el Señor es recto y bondadoso, indica a los pecadores el sendero, guía por la senda recta a los humildes y descubre a los pobres sus caminos. R/
 
 
SEGUNDA LECTURA
 
El agua del diluvio es un símbolo del bautismo, que nos salva.
 
De la primera carta del apóstol san Pedro: 3, 18-22
 
Hermanos: Cristo murió, una sola vez y para siempre, por los pecados de los hombres; Él, el justo, por nosotros, los injustos, para llevarnos a Dios; murió en su cuerpo y resucitó glorificado. En esta ocasión, fue a proclamar su mensaje a los espíritus encarcelados, que habían sido rebeldes en los tiempos de Noé, cuando la paciencia de Dios aguardaba, mientras se construía el arca, en la que unos pocos, ocho personas, se salvaron flotando sobre el agua. Aquella agua era figura del bautismo, que ahora los salva a ustedes y que no consiste en quitar la inmundicia corporal, sino en el compromiso de vivir con una buena conciencia ante Dios, por la resurrección de Cristo Jesús, Señor nuestro, que subió al cielo y está a la derecha de Dios, a quien están sometidos los ángeles, las potestades y las virtudes. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
 
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Mt 4, 4
R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
 
No sólo de pan vive el hombre, sino también de toda palabra que sale de la boca de Dios. R/.
 
 
EVANGELIO
 
Fue tentado por Satanás y los ángeles le servían.
 
Del santo Evangelio según san Marcos: 1, 12-15
 
En aquel tiempo, el Espíritu impulsó a Jesús a retirarse al desierto, donde permaneció cuarenta días y fue tentado por Satanás. Vivió allí entre animales salvajes, y los ángeles le servían.
Después de que arrestaron a Juan el Bautista, Jesús se fue a Galilea para predicar el Evangelio de Dios y decía: "Se ha cumplido el tiempo y el Reino de Dios ya está cerca. Conviértanse y crean en el Evangelio". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
 
 
PROFESIÓN DE FE
 
CREDO de los Apóstoles
 
Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna.
Amén.
 
 
PLEGARIA UNIVERSAL
 
Intercedamos, amados hermanos, ante la divina clemencia, implorando la misericordia divina en favor de todos los hombres y suplicando el perdón para cuantos hemos pecado: (R/. Escúchanos, Señor.)
 
Para que, en este tiempo de Cuaresma, Dios conceda a todos los fieles la fuerza necesaria para luchar contra el mal, convertirse de su mala conducta y retornar al camino del bien, roguemos al Señor.
 
Para que quienes abundan en bienes de la tierra sepan moderar el uso de sus propias riquezas en provecho de los necesitados y no vivan absortos en los bienes de este mundo, roguemos al Señor.
 
Para que quienes se han alejado de la Iglesia causa de nuestros escándalos o de nuestra tibieza se reincorporen a la familia de Dios, y a nosotros el Señor nos perdone el pecado de escándalo, roguemos al Señor.
 
Para que nuestros corazones lleguen a ser, por medio de la penitencia cuaresmal, aquella tierra fecunda en la que la Palabra de Dios produce fruto del ciento por uno, roguemos al Señor.
 
Señor Dios, paciente y misericordioso, que, a través de las distintas etapas de la historia, renuevas tu alianza con todas las generaciones, escucha nuestras súplicas y prepara nuestros corazones a escuchar a tu Hijo amado, para que, por medio de estos días de penitencia, alcancemos una verdadera conversión del corazón y renovemos nuestra alianza contigo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
 
Te pedimos, Señor, que nos hagas dignos de estos dones que vamos a ofrecerte, ya que con ellos celebramos el inicio de este santo sacramento cuaresmal.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
PREFACIO: Las tentaciones de Jesús.
 
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro. Porque él mismo, al abstenerse durante cuarenta días de tomar alimento, consagró la práctica de nuestra penitencia cuaresmal y, al rechazar las tentaciones del enemigo, nos enseñó a superar la seducción del pecado, para que, después de celebrar con espíritu renovado el misterio pascual, pasemos finalmente a la Pascua eterna. Por eso, con los coros de los ángeles y santos, te cantamos el himno de alabanza, diciendo sin cesar: Santo, Santo, Santo ...
 
 
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Mt 4, 4
 
No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que viene de Dios.
 
 
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
 
Alimentados, Señor, de este pan celestial que nutre la fe, hace crecer la esperanza y fortalece la caridad, te suplicamos la gracia de aprender a sentir hambre de aquel que es el pan vivo y verdadero, y a vivir de toda palabra que procede de su boca.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
ORACIÓN SOBRE EL PUEBLO
 
Derrama sobre tu pueblo, Señor, la abundancia de tu bendición para que su esperanza crezca en la adversidad, su virtud se fortalezca en la tentación, y alcance la redención eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
 


UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20240218

 

¿Quién no se ha dado por vencido? ¿Quién no ha renunciado a mejorar una parte de su vida o buscar una relación más amigable con un otro o a cambiar un aspecto de la comunidad en que vive? Quizá este es el momento de tomar el riesgo de intentar mejorar las cosas y de aprender la virtud de la valentía. De acuerdo con el antiguo filósofo Aristóteles (384-322 a. C.), la valentía es la virtud de tomar riesgos en buena medida. Si tomamos demasiados riesgos, según el griego, no somos valientes sino imprudentes. Si tomamos pocos riesgos, no somos valientes sino cobardes. La vida humana necesita riesgos suficientes, dice el filósofo, y si sabemos cómo tomarlos, somos valientes. Por lo tanto, si Dios toma el riesgo de ofrecemos el perdón, ¿por qué no tomamos el riesgo de cambiar cada uno?

EN COMUNIÓN CON LA TRADICIÓN VIVA DE LA IGLESIA 20240218

 


 

«Esta cruz no es cruz de solos cuarenta días, sino de toda la vida. Comenzamos hoy la observancia cuaresmal nuevamente presentada con rito solemne, con cuya ocasión también a vosotros se os debe una solemne exhortación por parte nuestra, a fin de que la palabra de Dios presentada por nuestro ministerio nutra el corazón de quienes ayunan en el cuerpo. De esta suerte el hombre interior, alimentado con su manjar especial, podrá llevar a término la maceración del hombre exterior y soportarlo con mayor entereza. Pues es muy conveniente a nuestra devoción que, quienes nos disponemos a celebrar la pasión del Señor crucificado ya próxima, nos fabriquemos nosotros mismos la cruz de la represión de los placeres carnales, como dice el Apóstol: los que son de Cristo Jesús han crucificado su carne con sus pasiones y deseos. De esta cruz debe continuamente pender el cristiano durante toda esta vida que discurre en medio de tentaciones. No es este tiempo de arrancar clavos, de los que se dice en el salmo: Traspasa mis carnes con los clavos de tu temor. Las carnes son las concupiscencias carnales; los clavos, los preceptos de la justicia: con estos clavos nos traspasa el temor de Dios, por cuanto nos crucifica como víctima aceptable para él. Por eso nuevamente dice el Apóstol: Os exhorto, hermanos, por la misericordia de Dios, a presentar vuestros cuerpos como hostia viva, santa, agradable a Dios. Es, pues, aquella cruz de la que el siervo de Dios no se avergüenza, sino que más bien se gloría de ella diciendo: Dios me libre de gloriarme si no es en la cruz de nuestro Señor Jesucristo...» (San Agustín [354-430], Sermón 205,1,1)

sábado, 10 de febrero de 2024

DOMINGO VI DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo B Domingo 11 de febrero 2024

 



EXTENDIÓ SU MANO Y LO TOCÓ
 
Lev 13,1-2.44-46; Sal 31; 1 Cor 10, 31-11.1; Mc 1,40-45
 
Nuestra lectura del Levítico frecuentemente se interpreta como una referencia a esa enfermedad conocida como la lepra o el mal de Hansen. En realidad, se refiere a varias irrupciones visibles en la piel que no pueden identificarse hoy con seguridad por los médicos expertos. Lo importante es que tales irrupciones se asumían como violaciones de la integridad del cuerpo y, por lo tanto, en la mentalidad antigua, justificaban el aislamiento total del enfermo, sea del culto religioso, sea de la vida social. Una persona mutilada así no podía estar en comunión con nadie. Jesús rechazó tal actitud. Aún antes de curarlo, hizo un gesto muy sencillo y profundo: "extendió su mano y lo tocó" (v. 41). Quizá este gesto es más importante que la cura misma, ya que restaura al leproso a la comunión con la sociedad y también con Dios.
 
 
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 30, 3-4
 
Sírveme de defensa, Dios mío, de roca y fortaleza salvadoras; y pues eres mi baluarte y mi refugio, acompáñame y guíame.
 
 
GLORIA
 
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
 
 
ORACIÓN COLECTA
 
Señor Dios, que prometiste poner tu morada en los corazones rectos y sinceros, concédenos, por tu gracia, vivir de tal manera que te dignes habitar en nosotros. Por nuestro Señor Jesucristo ...
 
 
LITURGIA DE LA PALABRA
 
 
PRIMERA LECTURA
 
El leproso vivirá solo fuera del campamento.
 
Del libro del Levítico: 13, 1-2. 44-46
 
El Señor dijo a Moisés y a Aarón: "Cuando alguno tenga en su carne una o varias manchas escamosas o una mancha blanca y brillante, síntomas de la lepra, será llevado ante el sacerdote Aarón o ante cualquiera de sus hijos sacerdotes. Se trata de un leproso, y el sacerdote lo declarará impuro. El que haya sido declarado enfermo de lepra, traerá la ropa descosida, la cabeza descubierta, se cubrirá la boca e irá gritando: ` ¡Estoy contaminado! ¡Soy impuro!' Mientras le dure la lepra, seguirá impuro y vivirá solo, fuera del campamento".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
 
SALMO RESPONSORIAL
 
Del salmo 31, 1-2. 5.11
R/. Perdona, Señor, nuestros pecados.
 
Dichoso aquel que ha sido absuelto de su culpa y su pecado. Dichoso aquel en el que Dios no encuentra ni delito ni engaño. R/.
 
Ante el Señor reconocí mi culpa, no oculté mi pecado. Te confesé, Señor, mi gran delito y tú me has perdonado. R/.
 
Alégrense con el Señor y regocíjense los justos todos, y todos los hombres de corazón sincero canten de gozo. R/.
 
 
SEGUNDA LECTURA
 
Sean imitadores míos como yo lo soy de Cristo.
 
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 10, 31-11, 1
 
Hermanos: Todo lo que hagan ustedes, sea comer, o beber, o cualquier otra cosa, háganlo todo para gloria de Dios. No den motivo de escándalo ni a los judíos, ni a los paganos, ni a la comunidad cristiana. Por mi parte, yo procuro dar gusto a todos en todo, sin buscar mi propio interés, sino el de los demás, para que se salven. Sean, pues, imitadores míos, como yo lo soy de Cristo.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
 
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Lc 7, 16
R/. Aleluya, aleluya.
 
Un gran profeta ha surgido entre nosotros. Dios ha visitado a su pueblo. R/.
 
 
EVANGELIO
 
Se le quitó la lepra y quedó limpio.
 
Del santo Evangelio según san Marcos: 1, 40-45
 
En aquel tiempo, se le acercó a Jesús un leproso para suplicarle de rodillas: "Si tú quieres, puedes curarme". Jesús se compadeció de él, y extendiendo la mano, lo tocó y le dijo: "¡Sí quiero: Sana!" Inmediatamente se le quitó la lepra y quedó limpio.
Al despedirlo, Jesús le mandó con severidad: "No se lo cuentes a nadie; pero para que conste, ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu purificación lo prescrito por Moisés".
Pero aquel hombre comenzó a divulgar tanto el hecho, que Jesús no podía ya entrar abiertamente en la ciudad, sino que se quedaba fuera, en lugares solitarios, a donde acudían a Él de todas partes.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
 
 
PROFESIÓN DE FE
 
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
 
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
 
 
PLEGARIA UNIVERSAL
 
Imploremos, hermanos, al Dios de la misericordia y pidámosle su ayuda para poder invocar su nombre con sentimientos que le agraden: (R/. Escúchanos, Señor.).
 
Por la paz de todo el mundo, por la prosperidad de las santas Iglesias y por la unión de todos los hombres, roguemos al Señor.
 
Por nuestros gobernantes, para que bajo su dirección tengamos una vida feliz y pacífica, roguemos al Señor.
 
Por la conservación de la naturaleza, por la abundancia de las cosechas y por el progreso del mundo, roguemos al Señor.
 
Por nuestros familiares y amigos que han muerto en la esperanza de la resurrección, para que Dios les conceda el reposo eterno, roguemos al Señor.
 
Escucha, Señor, nuestras oraciones, líbranos del pecado que divide y de las discriminaciones que degradan y haz que sepamos ver siempre en el rostro del leproso, del pobre y del desvalido la imagen sangrante de Cristo en la cruz, para que así nos dispongamos a colaborar en la obra de la redención humana y a proclamar ante los hombres tu misericordia.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
 
Que esta ofrenda, Señor, nos purifique y nos renueve, y se convierta en causa de recompensa eterna para quienes cumplimos tu voluntad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
PREFACIO
 
El Misterio de la salvación
 
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación darte gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo Señor nuestro. Quien, compadecido del extravío de los hombres, quiso nacer de la Virgen María; muriendo en la cruz, nos libró de la muerte eterna y, resucitando, nos dio vida eterna. Por eso, con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo,
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo.
 
 
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 77, 29-30
 
El Señor colmó el deseo de su pueblo; no lo defraudó. Comieron y quedaron satisfechos.
 
 
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
 
Saciados, Señor, por este manjar celestial, te rogamos que nos hagas anhelar siempre este mismo sustento por el cual verdaderamente vivimos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20240211

La activista y filósofa Simone Weil (1909-1943), quien luchó con los republicanos en la Guerra Civil Española y con la Resistencia francesa durante la Segunda Guerra Mundial, nació judía, pero aparentemente se interesó por convertirse al catolicismo. Aunque probablemente no fue bautizada, se constituyó en un personaje muy apreciado por los Papas más recientes, desde san Paulo VI hasta el Papa Francisco. Es especialmente conocida por su ensayo filosófico que se titula, "El amor de Dios y la desgracia". Analiza la enfermedad grave, que ella denomina "desgracia", con atención especial a la manera en que se aísla al enfermo de los demás y de Dios. Para ella, es tal aislamiento lo que hace de la desgracia una condición peor que el mero sufrimiento físico. Hoy podemos ayudar a los enfermos intentando romper su aislamiento, aun por un gesto tan sencillo como el tacto.

EN COMUNION CON LATRADICION VIVA DE LA IGLESIA 20240211

 


«Curado, pues el leproso, le mandó el Señor que no dijera nada a nadie, sino que se presentara al sacerdote y ofrecerá el don que Moisés había ordenado en testimonio para ellos. Hay quienes dicen que la razón de mandar el Señor al leproso que no dijera nada a nadie fue para que los sacerdotes no mostraran mala voluntad en la certificación de la curación de la lepra. Suposición absolutamente tonta, pues no limpió el Señor al leproso de modo que cupiera duda sobre su cabal curación. No, la razón de mandarle no decir nada a nadie fue para enseñarnos a no buscar la ostentación y vanagloria. Realmente, bien sabía el Señor que el leproso no le haría ningún caso y que pregonaría a gritos a su bienhechor; sin embargo. Él hizo lo que a Él le tocaba. Entonces me dirás, ¿cómo es que en otra ocasión manda que se publique el milagro? No es que se contradiga a sí mismo. Lo que entonces nos quiso enseñar es que seamos agradecidos (Lc 17,11). Porque tampoco en esa otra ocasión mandó que se le pregonara a sí mismo, sino que se diera gloria a Dios Así, por este leproso quiere el Señor hacernos humildes y sin vanagloria; por el otro, agradecidos y reconocidos; y en uno

y otro caso nos enseña a que, de cuanto sucede, refiramos toda la gloria al Dueño soberano. Los hombres, por la mayor parte, se acuerdan de Dios en la enfermedad; pero, apenas se ven libres de ella, se vuelven tibios. De ahí que Cristo, al mandarnos que, en todo momento, en salud como en enfermedad, atendamos a Dios, Dueño nuestro, nos dice: Da gloria a Dios (Jn 17,11)» (San Juan Crisóstomo [c.347-407]. Evangelio de san Mateo. Homilía 25).

sábado, 3 de febrero de 2024

EN COMUNIÓN CON LATRADICIÓN VIVA DE LA IGLESIA 20240204

 


«Fue con Santiago y Juan a la casa de Simón y Andrés. La lectura evangélica de hoy enseña al oyente atento por qué el Señor del cielo y restaurador del universo entró en los hogares terrenos de sus siervos. Aunque nada tiene de extraño que afablemente se haya mostrado cercano a todos, él que con clemencia había venido a socorrerá todos Conocéis ya lo que movió a Cristo a entrar en la casa de Pedro: no ciertamente el placer de recostarse a la mesa, sino la enfermedad de la que estaba en la cama; no la necesidad de comer, sino la oportunidad de curar; la obra del poder divino, no la pompa del banquete humano. En casa de Pedro no se servían vinos, sino que se derramaban lágrimas Por eso entró allí Cristo, no a banquetear, sino a vivificar Dios busca a los hombres, no las cosas de los hombres; desea dispensar bienes celestiales, no aspira a conseguirlos terrenales. En resumen: Cristo vino en busca nuestra, no en busca de nuestras cosas Encontró a la suegra en cama con fiebre. Entrando Cristo en casa de Pedro, vio lo que venía buscando. No se fijó en la calidad de la casa, ni en la afluencia de gente, ni en los ceremoniosos saludos, ni en la reunión familiar; no se detuvo tampoco a observar el decoro de los preparativos: se fijó en los gemidos de la enferma, dirigió su atención al ardor de la que estaba bajo la acción de la fiebre. Vio el peligro de la que estaba más allá de toda esperanza, e inmediatamente pone manos a la obra de su deidad: ni Cristo se sentó a tomar el alimento humano, antes de que la mujer que yacía en cama se levantara a las cosas divinas. La cogió de la mano, y se le pasó la fiebre. Veis cómo abandona la fiebre a quien coge la mano de Cristo. La enfermedad no se resiste, donde el autor de la salud asiste; la muerte no tiene acceso alguno, donde entró el dador de la vida» (San Pedro Crisólogo [380-450] (Sermón 18,246-249)

 

DOMINGO V ORDINARIO Ciclo B Domingo 4 de febrero 2024

 



JESÚS VINO PARA REMEDIAR LA MISERIA HUMANA


Job 7,1-4.6-7; Sal l46; I Cor 9,16-19.22-23; Mc 1,29-39
 
En la primera lectura, Job compara la existencia humana con tres estados de vida que, en el mundo antiguo, tenían la fama de ser los más miserables, a saber, el servicio militar, la labor de un jornalero y el trabajo forzado del esclavo. Se trata de su respuesta al optimismo fácil del supuesto amigo, Elifaz, pero también contiene su reflexión sobre la desdichada existencia humana en general. Es precisamente esta desdichada existencia la que, de acuerdo con nuestro Evangelio, Jesús vino a remediar. Pasa por Cafarnaúm, curando a todos los que sufren de esas maldades simbólicas de la miseria humana, incluyendo la enfermedad y la posesión demoniaca. Parece que estaba cumpliendo con su misión con tanto empeño que habrían podido ser suyas las palabras que san Pablo escribe en la segunda lectura: "¡ay de mí si no anuncio el Evangelio!" (v. 16).
 
 
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 94, 6-7
Entremos y adoremos de rodillas al Señor, creador nuestro, porque él es nuestro Dios.
 
 
GLORIA


Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
 
 
ORACIÓN COLECTA
 
Te rogamos, Señor, que guardes con incesante amor a tu familia santa, que tiene puesto su apoyo sólo en tu gracia, para que halle siempre en tu protección su fortaleza. Por nuestro Señor Jesucristo ...
 
 
LITURGIA DE LA PALABRA
 
PRIMERA LECTURA
 
Se me han asignado noches de dolor.
 
Del libro de Job: 7,1-4.6-7
 
En aquel día, Job tomó la palabra y dijo: "La vida del hombre en la tierra es como un servicio militar y sus días, como días de un jornalero. Como el esclavo suspira en vano por la sombra y el jornalero se queda aguardando su salario, así me han tocado en suerte meses de infortunio y se me han asignado noches de dolor. Al acostarme, pienso: ` ¿Cuándo será de día?' La noche se alarga y me canso de dar vueltas hasta que amanece.
Mis días corren más aprisa que una lanzadera y se consumen sin esperanza. Recuerda, Señor, que mi vida es un soplo. Mis ojos no volverán a ver la dicha". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
 
SALMO RESPONSORIAL
 
Del salmo 146, 1-2. 3-4. 5-6
R/. Alabemos al Señor, nuestro Dios.
 
Alabemos al Señor, nuestro Dios, porque es hermoso y justo el alabarlo. El Señor ha reconstruido a Jerusalén y a los dispersos de Israel los ha reunido. R/.
 
El Señor sana los corazones quebrantados y venda las heridas, tiende su mano a los humildes y humilla hasta el polvo a los malvados. R/.
 
Él puede contar el número de estrellas y llama a cada una por su nombre. Grande es nuestro Dios, todo lo puede; su sabiduría no tiene límites. R/
 
 
SEGUNDA LECTURA
 
¡Ay de mí, si no anuncio el Evangelio!
 
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 9, 16-19. 22-23
 
Hermanos: No tengo por qué presumir de predicar el Evangelio, puesto que ésa es mi obligación. ¡Ay de mí, si no anuncio el Evangelio! Si yo lo hiciera por propia iniciativa, merecería recompensa; pero si no, es que se me ha confiado una misión. Entonces, ¿en qué consiste mi recompensa? Consiste en predicar el Evangelio gratis, renunciando al derecho que tengo a vivir de la predicación.
Aunque no estoy sujeto a nadie, me he convertido en esclavo de todos, para ganarlos a todos. Con los débiles me hice débil, para ganar a los débiles. Me he hecho todo a todos, a fin de ganarlos a todos. Todo lo hago por el Evangelio, para participar yo también de sus bienes. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
 
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Mt 8, 17
R/. Aleluya, aleluya.
 
Cristo hizo suyas nuestras debilidades y cargó con nuestros dolores. R/.
 
 
EVANGELIO
 
Curó a muchos enfermos de diversos males.
 
Del santo Evangelio según san Marcos: 1, 29-39
 
En aquel tiempo, al salir Jesús de la sinagoga, fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés. La suegra de Simón estaba en cama, con fiebre, y enseguida le avisaron a Jesús. Él se le acercó, y tomándola de la mano, la levantó. En ese momento se le quitó la fiebre y se puso a servirles.
Al atardecer, cuando el sol se ponía, le llevaron a todos los enfermos y poseídos del demonio, y todo el pueblo se apiñó junto a la puerta. Curó a muchos enfermos de diversos males y expulsó a muchos demonios, pero no dejó que los demonios hablaran, porque sabían quién era él.
De madrugada, cuando todavía estaba muy oscuro, Jesús se levantó, salió y se fue a un lugar solitario, donde se puso a orar. Simón y sus compañeros lo fueron a buscar, y al encontrarlo, le dijeron: "Todos te andan buscando". Él les dijo: "Vamos a los pueblos cercanos para predicar también allá el Evangelio, pues para eso he venido". Y recorrió toda Galilea, predicando en las sinagogas y expulsando a los demonios.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
 
 
PROFESIÓN DE FE
 
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
 
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
 
 
PLEGARIA UNIVERSAL
 
Oremos, hermanos, al Padre del Unigénito, al Hijo del Dios eterno y al Espíritu, fuente de todo bien: (R/. Escúchanos, Señor.)
 
Para la Iglesia inmaculada del Dios verdadero, extendida por todo el mundo, pidamos la plena riqueza del amor de Dios, roguemos al Señor.
 
Para los que gobiernan los pueblos y tienen en su mano el destino de los hombres, pidamos el espíritu de justicia y el deseo de servir con dedicación a sus súbditos, roguemos al Señor.
 
Por los débiles que se ven oprimidos y por los justos que sufren persecución, oremos a Jesús el Salvador.
 
Para nosotros mismos, pidamos al Señor un temor filial, un amor ferviente, una vida feliz y una buena muerte, roguemos al Señor.
 
Dios nuestro, que nos has manifestado tu amor por medio de tu Hijo, que soportó nuestras debilidades y cargó con nuestros dolores, escucha las oraciones de tu pueblo y haz que, siguiendo el ejemplo de Cristo, compartamos los sufrimientos de nuestros hermanos y animemos a los que sufren, iluminándolos con la luz de la esperanza.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
 
Señor Dios nuestro, que has creado los frutos de la tierra sobre todo para ayuda de nuestra fragilidad, concédenos que también se conviertan para nosotros en sacramento de eternidad.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
 


PREFACIO
 
Nuestra humanidad salvada por la humanidad de Cristo
 
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios poderoso y eterno. Porque reconocemos como la obra de tu poder admirable no sólo haber socorrido nuestra débil naturaleza con la fuerza de tu divinidad, sino también el haber previsto el remedio de nuestra misma naturaleza mortal, y así con lo que fue la causa de nuestra ruina, con eso mismo nos diste la salvación, por Cristo, Señor nuestro. Por Él, los ángeles cantan con júbilo eterno y nosotros nos unimos a sus voces, cantando humildemente tu alabanza
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.
 
 
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 106, 8-9
 
Demos gracias al Señor por su misericordia, por las maravillas que hace en favor de su pueblo; porque da de beber al que tiene sed y les da de comer a los hambrientos.
 
 
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
 
Señor Dios, que quisiste hacemos participar de un mismo pan y un mismo cáliz, concédenos vivir de tal manera, que, hechos uno en Cristo, demos frutos con alegría para la salvación del mundo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.