sábado, 25 de agosto de 2018

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20180826



UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO

Los estudiosos del fenómeno religioso registran un despertar religioso en el mundo actual. Con el declive de las ideologías políticas cerradas a la trascendencia parece despejado el camino para un renacimiento de la fe cristiana. Sin embargo, también se advierte un nuevo desafío, el surgimiento de una experiencia religiosa de corte discrecional, una especie de religión de "supermercado", donde cada creyente va escogiendo aquello que le conviene y desechando aquello que le incomoda. No se acepta el paquete en su conjunto. El peligro de este tipo de experiencia creyente radica en su perfil manipulador. El creyente se coloca diplomáticamente por encima de Dios, puesto que ejerce la última palabra, decidiendo qué es valioso y qué no lo es. Aunque la fe cristiana no está reñida en manera alguna con el discernimiento y la madurez en la fe, tampoco implica subordinar la voluntad de Dios al gusto o las conveniencias, no siempre justas, de las personas.

DOMINGO XXI DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo B Domingo 26 de agosto 2018




DOMINGO XXI DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo B
Domingo 26 de agosto 2018

ESPÍRITU Y VIDA

Entre las dos lecturas que nos comparte la liturgia dominical apreciamos un clima parecido, tanto Josué como el Señor Jesús se confrontan con su respectiva comunidad invitándolos a asumir una decisión radical. Josué les plantea la disyuntiva de continuar sirviendo al Señor Dios, que los sacó de Egipto o regresar al servicio de los dioses de sus antepasados. En el cierre del capítulo sexto de san Juan, el Señor Jesús, que se presenta como el verdadero pan del cielo, también les plantea una disyuntiva: permanecer con él o retirarse, dado lo escandaloso de su mensaje. Ambos acontecimientos nos permiten reafirmar que la vida de fe no puede ser jamás una imposición ni una costumbre social, es necesario vivirla de manera libre y responsable. Cada creyente tendrá que sopesar el precio de seguir a Jesús en espíritu y verdad, asumiendo libremente las consecuencias.


ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 85, 1-3

Inclina tu oído, Señor, y escúchame. Salva a tu siervo, que confía en ti. Ten piedad de mí, Dios mío, pues sin cesar te invoco.

GLORIA

Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.


ORACIÓN COLECTA

Señor Dios, que unes en un mismo sentir los corazones de tus fieles, impulsa a tu pueblo a amar lo que mandas y a desear lo que prometes, para que, en medio de la inestabilidad del mundo, estén firmemente anclados nuestros corazones donde se halla la verdadera felicidad. Por nuestro Señor Jesucristo...


LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

Serviremos al Señor, porque él es nuestro Dios.

Del libro de Josué: 24, 1-2. 15-17. 18

En aquellos días, Josué convocó en Siquem a todas las tribus de Israel y reunió a los ancianos, a los jueces, a los jefes y a los escribas. Cuando todos estuvieron en presencia del Señor, Josué le dijo al pueblo: "Si no les agrada servir al Señor, digan aquí y ahora a quién quieren servir: ¿a los dioses a los que sirvieron sus antepasados al otro lado del río Éufrates, o a los dioses de los amorreos, en cuyo país ustedes habitan? En cuanto a mi toca, mi familia y yo serviremos al Señor". El pueblo respondió: "Lejos de nosotros abandonar al Señor para servir a otros dioses, porque el Señor es nuestro Dios; Él fue quien nos sacó de la esclavitud de Egipto, el que hizo ante nosotros grandes prodigios, nos protegió por todo el camino que recorrimos y en los pueblos por donde pasamos. Así pues, también nosotros serviremos al Señor, porque él es nuestro Dios". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.


SALMO RESPONSORIAL Del salmo 33,2-1 16-17. 18-19. 20-21. 22-23

R/. Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor.

Bendeciré al Señor a todas horas, no cesará mi boca de alabarlo. Yo me siento orgulloso del Señor, que se alegre su pueblo al escucharlo. R/.
Los ojos del Señor cuidan al justo, y a su clamor están atentos sus oídos. Contra el malvado, en cambio, está el Señor, para borrar de la tierra su recuerdo. R/.
Escucha el Señor al hombre justo y lo libra de todas sus congojas. El Señor no está lejos de sus fieles y levanta a las almas abatidas. R/.
Muchas tribulaciones pasa el justo, pero de todas ellas Dios lo libra. Por los huesos del justo vela Dios, sin dejar que ninguno se le quiebre. Salva el Señor la vida de sus siervos; no morirán quienes en él esperan. R/.


SEGUNDA LECTURA

Este es un gran misterio, y yo lo refiero a Cristo y a la Iglesia.

De la carta del apóstol san Pablo a los efesios: 5, 21-32

Hermanos: Respétense unos a otros, por reverencia a Cristo: que las mujeres respeten a sus maridos, como si se tratara del Señor, porque el marido es cabeza de la mujer, como Cristo es cabeza y salvador de la Iglesia, que es su cuerpo. Por lo tanto, así como la Iglesia es dócil a Cristo, así también las mujeres sean dóciles a sus maridos en todo. Maridos, amen a sus esposas como Cristo amó a su Iglesia y se entregó por ella para santificarla, purificándola con el agua y la palabra, pues él quería presentársela a sí mismo toda resplandeciente, sin mancha ni arruga ni cosa semejante, sino santa e inmaculada. Así los maridos deben amar a sus esposas, como cuerpos suyos que son. El que ama a su esposa se ama a sí mismo, pues nadie jamás ha odiado a su propio cuerpo, sino que le da alimento y calor, como Cristo hace con la Iglesia, porque somos miembros de su cuerpo. Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán los dos una sola cosa. Éste es un gran misterio, y yo lo refiero a Cristo y a la Iglesia. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.


ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr Jr 6, 63. 68R/. Aleluya, aleluya.

Tus palabras, Señor, son espíritu y vida. Tú tienes palabras de vida eterna. R/.


EVANGELIO

Señor. ¿A quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna.

Del santo Evangelio según san Juan: 6, 55.60-69

En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos: "Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida". Al oír sus palabras, muchos discípulos de Jesús dijeron: "Este modo de hablar es intolerable, ¿quién puede admitir eso?". Dándose cuenta Jesús de que sus discípulos murmuraban, les dijo: "¿Esto los escandaliza? ¿Qué sería si vieran al Hijo del hombre subir a donde estaba antes? El Espíritu es quien da la vida; la carne para nada aprovecha. Las palabras que les he dicho son espíritu y vida y a pesar de esto, algunos de ustedes no creen". (En efecto, Jesús sabía desde el principio quiénes no creían y quién lo habría de traicionar). Después añadió: "Por eso les he dicho que nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede". Desde entonces, muchos de sus discípulos se echaron para atrás y ya no querían andar con él. Entonces Jesús les dijo a los Doce: "¿También ustedes quieren dejarme?". Simón Pedro le respondió: "Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna; y nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


PROFESIÓN DE FE

CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO

Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.


PLEGARIA UNIVERSAL

Pidamos, hermanos, al Señor que venga en nuestro auxilio y, por el honor de su nombre, escuche nuestra oración. Digamos con fe y devoción: Te rogamos, Señor. (R/.

Te rogamos, Señor.)Para que el Señor, en su infinita bondad, se acuerde del Santo Padre, el Papa Francisco, de nuestro obispo N., y de todos los demás obispos, que anuncian la palabra de Dios; para que bendiga a los sacerdotes y diáconos y, en su gran misericordia se acuerde de todos los fieles que aman a Jesucristo, roguemos al Señor.

Para que Dios conceda a los que trabajan la tierra lluvias oportuna y buenas cosechas, dé sabiduría a los investigadores, acierto a los que enseñan, docilidad y constancia a los que estudian y otorgue a todos aquellos que necesitan en cada momento, roguemos al Señor.

Para que el Señor infunda en el corazón de los pecadores un vivo y sincero arrepentimiento de sus culpas, les conceda el perdón de sus pecados y les dé fuerza para no recaer en el mal, a fin de que donde creció el pecado, más desbordante sea la misericordia divina, roguemos al Señor.

Para que el Señor conceda sus dones a nuestros familiares, amigos, bienhechores y a todos aquellos que queremos recordar, para que, a cambio de las riquezas que nos han dado, obtengan las riquezas inmortales y, en lugar de los bienes temporales, alcancen los bienes eternos, roguemos al Señor.

Señor Dios, que, por medio de Cristo, el Verbo eterno, nos has hecho descubrir tu amor, escucha nuestras oraciones e ilumina a tus fieles con la luz del Espíritu Santo, para que nada nos aleje de Cristo, el único que tiene palabras de vida eterna, y vive y reina por los siglos de los siglos.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Señor, que con un mismo y único sacrificio adquiriste para ti un pueblo de adopción, concede, propicio, a tu Iglesia, los dones de la unidad y de la paz. Por Jesucristo, nuestro Señor.


PREFACIO

El Misterio Pascual y el Pueblo de Dios

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación darte gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo Señor nuestro. Quien, por su Misterio Pascual, realizó la obra maravillosa de llamamos de la esclavitud del pecado y de la muerte al honor de ser estirpe elegida, sacerdocio real, nación consagrada, pueblo de tu propiedad, para que, trasladados por ti de las tinieblas a tu luz admirable, proclamemos ante el mundo tus maravillas. Por eso con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.


ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 103, 13-15

La tierra está llena, Señor, de dones tuyos: el pan que sale de la tierra y el vino que alegra el corazón del hombre.


ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Te pedimos, Señor, que la obra salvadora de tu misericordia fructifique plenamente en nosotros, y haz que, con la ayuda continua de tu gracia de tal manera tendamos a la perfección, que podamos siempre agradarte en todo. Por Jesucristo, nuestro Señor.


lunes, 20 de agosto de 2018

La pobreza de Cristo




San Buenaventura (1221-1274)
franciscano, doctor de la Iglesia
De la vida de perfección

«La pobreza de Cristo» (Trad. ©Evangelizo.org)

La pobreza es una virtud que hace cuerpo con la perfección, al punto de que nadie puede en lo absoluto ser perfecto sin ella; así lo atestigua la Palabra del Señor en el Evangelio: «si quieres ser perfecto, ve, vende todo lo que tienes y dalo a los pobres».

Nuestro Señor Jesucristo fue tan pobre en su nacimiento que no tuvo siquiera vivienda, ropa, ni comida sino un establo como morada, un miserable pedazo de tela para cubrirse y una leche virginal como alimento. Él se dio como ejemplo de pobreza por su manera de vivir en este mundo. Fue pobre hasta el punto que, a veces, no pudo encontrar vivienda y tuvo que dormir con sus apóstoles en las afueras de la ciudad, e incluso afuera de las casas en el campo. El Señor de los Ángeles fue pobre no solamente en su nacimiento, y pobre en su estilo de vida, sino también extremadamente pobre en su muerte a fin de hincharnos de amor por la pobreza. Oh todos ustedes, que se han dedicado a la pobreza, consideren y vean cuanto el Rey de los Cielos fue pobre a causa de nosotros en el instante de su muerte. En efecto, fue despojado de todo lo que podía tener: de su ropa por sus verdugos que se «repartieron sus vestidos echándolos a suertes» (Mt 27:35), de su cuerpo y de su alma cuando su alma fue violentamente arrancada de su cuerpo, de la gloria divina cuando por los sufrimientos de una muerte tan dolorosa en lugar de glorificarlo como Dios lo trataron como un malhechor, como lo afirma Job en sus quejidos: «me despojaron de mi gloria» (Job 19:9).

¡Oh Dios, rico para todos los hombres, oh buen Señor Jesús! ¿Quién puede dignamente expresar con su boca, concebir en su corazón, describir con su mano la gloria celestial que has prometido dar a los pobres? Por su pobreza voluntaria, ellos merecen contemplar la gloria de su Creador, entrar en el poder del Señor, en los tabernáculos eternos y en las moradas de luz. Ellos merecen convertirse en habitantes de la ciudad de la cual Dios es el arquitecto y el fundador. Tú mismo Señor, les has hecho esta promesa con tu bendita boca: «Felices los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos » (Mt 5:2).

¡Ese Reino de los cielos no es otra cosa que Tú mismo, Señor Jesucristo, Rey de Reyes, Señor de Señores! ¡Te darás tú mismo a ellos para ser su salario, su recompensa y su alegría!¡ Ellos gozarán de ti, estarán felices de Ti, serán saciados de ti! ¡Amén!

sábado, 18 de agosto de 2018

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20180819




UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO

Nosotros, los que confesamos la presencia de Jesucristo en la Eucaristía, en su Palabra y en la comunidad que participa en la fracción del pan, estamos abiertos a la dimensión simbólica del cuerpo de Cristo. Los que comulgamos con él, nos alimentamos de la mesa de su Palabra y de la mesa de la Eucaristía. Se produce una íntima comunión con él y a su vez, se debe generar una comunión profunda entre todos los participantes. Participando de un único pan y un único cáliz, nos conformamos como el Cuerpo místico de Cristo. Desde esta espiritualidad hemos de enfrentar la nueva pandemia, la de la aporofobia (rechazo a los pobres), que acertadamente explica la filósofa española Adela Cortina. Se rechaza al otro, no por ser de otra etnia o de otra cultura, sino precisamente porque es pobre y carece de recursos.
Por eso los pobres migrantes y desplazados resultan despreciables ante una sociedad que solo aprecia el valor de los bienes materiales.

DOMINGO XX DOMINGO ORDINARIO Ciclo B Domingo 19 de agosto 2018




DOMINGO XX DOMINGO ORDINARIO  Ciclo B
Domingo 19 de agosto 2018

UN BANQUETE PARA TODOS

El pregón de la sensatez, caracterizada como una gran matrona que administra con tino su casa sirve de marco introductorio para comprender las palabras crudas y escandalosas que dirige Jesús a sus discípulos en el Evangelio. Doña sensatez también ofrece su pan y su vino, que no son tales sino símbolos de la oferta de sensatez y buen juicio que encierra su enseñanza. Quien se alimente de la sabiduría aprenderá a respetar al Señor y vivirá una larga vida. En ese sentido, comer la carne y beber la sangre de Jesús es acogerlo a él con todas sus consecuencias. Participar del Cuerpo y la Sangre de Jesús es hacerse uno con él. Es fácil comprender que en cierta medida somos lo que comemos; del mismo modo somos lo que creemos y asimilamos en el plano espiritual. Quien haya hecho suyo el mensaje y la persona de Jesús, participará de su vida para siempre.


ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 83, 10-11

Dios, protector nuestro, mira el rostro de tu Ungido. Un solo día en tu casa es más valioso, que mil días en cualquier otra parte.


GLORIA

Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.


ORACIÓN COLECTA

Señor Dios, que has preparado bienes invisibles para los que te aman, infunde en nuestros corazones el anhelo de amarte, para que, amándote en todo y sobre todo, consigamos tus promesas, que superan todo deseo. Por nuestro Señor Jesucristo...


LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

Coman de mi pan y beban del vino que les he preparado.

Del libro de los Proverbios: 9,16

La sabiduría se ha edificado una casa, ha preparado un banquete, ha mezclado el vino y puesto la mesa. Ha enviado a sus criados para que, desde los puntos que dominan la ciudad, anuncien esto: "Si alguno es sencillo, que venga acá".
Y a los faltos de juicio les dice: "Vengan a comer de mi pan y a beber del vino que he preparado. Dejen su ignorancia y vivirán; avancen por el camino de la prudencia".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.


SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 33,2-3. 10-11. 12-13. 14-15

R/. Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor.

Bendeciré al Señor a todas horas, no cesará mi boca de alabarlo. Yo me siento orgulloso del Señor; que se alegre su pueblo al escucharlo. R/.

Que amen al Señor todos sus fieles, pues nada faltará a los que lo aman. El rico empobrece y pasa hambre; a quien busca al Señor, nada le falta. R/.

Escúchame, hijo mío: voy a enseñarte cómo amar al Señor. ¿Quieres vivir y disfrutar la vida? Guarda del mal tu lengua y aleja de tus labios el engaño. Apártate del mal y haz el bien; busca la paz y ve tras ella. R/.


SEGUNDA LECTURA

Traten de entender cuál es la voluntad de Dios.

De la carta del apóstol San Pablo a los efesios: 5, 15-20

Hermanos: Tengan cuidado de portarse no como insensatos, sino como prudentes, aprovechando el momento presente, porque los tiempos son malos. No sean irreflexivos, antes bien, traten de entender cuál es la voluntad de Dios. No se embriaguen, porque el vino lleva al libertinaje. Llénense, más bien, del Espíritu Santo; expresen sus sentimientos con salmos, himnos y cánticos espirituales, cantando con todo el corazón las alabanzas al Señor. Den continuamente gracias a Dios Padre por todas las cosas, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.


ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 5, 56
R/. Aleluya, aleluya.

El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él, dice el Señor. R/.


EVANGELIO

Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida.

Del santo Evangelio según san Juan: 6, 51-58

En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos: "Yo soy el pan vivo, que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo les voy a dar es mi carne, para que el mundo tenga vida".
Entonces los judíos se pusieron a discutir entre sí: "¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?".
Jesús les dijo: "Yo les aseguro: Si no comen la carne del Hijo del hombre y no beben su sangre, no podrán tener vida en ustedes. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna y yo lo resucitaré el último día. Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él. Como el Padre, que me ha enviado, posee la vida y yo vivo por él, así también el que me come vivirá por mí.
Éste es el pan que ha bajado del cielo; no es como el maná que comieron sus padres, pues murieron. El que come de este pan vivirá para siempre".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


PROFESIÓN DE FE

CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO

Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.


PLEGARIA UNIVERSAL

Presentemos, hermanos, nuestras súplicas al Señor y pidámosle que atienda a sus hijos, según las necesidades de cada uno de ellos, respondiendo: Te rogamos, Señor. (R/. Te rogamos, Señor.)

Roguemos al Señor por quienes, a causa de su enfermedad, porque están el servicio de sus hermanos o por cualquier otro motivo, no han podido venir a celebrar con nosotros el domingo; a fin de que, ya que no pueden participar de la alegría de esta celebración, no se vean privados nunca del gozo del Señor. Roguemos al Señor.

Roguemos por los que ayudan a los pobres o hacen obras de misericordia en favor de sus hermanos, para que Dios premie abundantemente el bien que hacen, y lo que reparten a sus hermanos el Señor lo multiplique y lo convierta para ellos en premio de vida eterna. Roguemos al Señor.

Roguemos por los que están de viaje, por los que tienen que vivir fuera de su hogar o alejados de sus familiares y amigos, para que Dios los proteja de todo peligro, los ayude en sus dificultades y les conceda retornar, sanos y salvos, a sus hogares. Roguemos al Señor.

Roguemos finalmente por nosotros mismos, para que el Señor nos haga perseverar en la fe cristiana, nos ayude a conocer más y más el Evangelio de Cristo, fortalezca nuestra voluntad en el bien, nos guarde de todo mal y nos conceda alcanzar la vida eterna. Roguemos al Señor.

Señor Dios, que cada Domingo nos invitas como comensales y amigos a tu mesa, escucha las oraciones de tu Iglesia y fortalece su fe, para que, con valentía, proclame al mundo la esperanza en la resurrección final y la confianza de participar en el banquete festivo de tu reino. Por Jesucristo, nuestro Señor.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Recibe, Señor, nuestros dones, con los que se realiza tan glorioso intercambio, para que, al ofrecerte lo que tú nos diste, merezcamos recibirte a ti mismo. Por Jesucristo, nuestro Señor.


PREFACIO

El Misterio Pascual y el Pueblo de Dios

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación darte gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo Señor nuestro. Quien, por su Misterio Pascual, realizó la obra maravillosa de llamamos de la esclavitud del pecado y de la muerte al honor de ser estirpe elegida, sacerdocio real, nación consagrada, pueblo de tu propiedad, para que, trasladados por ti de las tinieblas a tu luz admirable, proclamemos ante el mundo tus maravillas. Por eso con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.


ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 129, 7

Con el Señor viene la misericordia, y la abundancia de su redención.


ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Unidos a Cristo por este sacramento, suplicamos humildemente, Señor, tu misericordia, para que, hechos semejantes a él aquí en la tierra, merezcamos gozar de su compañía en el cielo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.

viernes, 10 de agosto de 2018

DOMINGO XIX DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo B




DOMINGO XIX DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo B
Domingo 12 de agosto 2018


LA VIDA PERDURABLE

Entre las dos lecturas existe un motivo en común, el de la referencia al pan cotidiano. El profeta Elías enfrentó una persecución encarnizada por su fidelidad a Dios y tuvo que exiliarse, huyendo de la brutalidad de Ajab y Jezabel. Su confianza y su fortaleza estaban en grave riesgo. Dios le ofreció agua y pan, así consiguió ponerse de pie para superar su "noche oscura". El relato nos confirma una certidumbre fundamental. Dios siempre asiste por medio de señales a quienes confían en él. El diálogo evangélico por su parte, nos desvela una enseñanza clave de la vida cristiana. El Señor Jesús está convencido que los seres humanos nos afanamos por bienes y alimentos obsoletos y engañosos. Hay un pan que sacia nuestra hambre y hay otro muy distinto, que nos nutre y da respuesta a nuestros anhelos más profundos. Jesús tiene una cesta llena de este alimento que no perece. Quien da fe a sus palabras, comienza a rebasar la frontera de la frustración y se introduce a la vida plena.


ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 73, 20. 19 22. 23

Acuérdate, Señor, de tu alianza; no olvides por más tiempo la suerte de tus pobres. Levántate, Señor, a defender tu causa; no olvides las voces de los que te buscan.


GLORIA

Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.


ORACIÓN COLECTA

Dios todopoderoso y eterno, a quien, enseñados por el Espíritu Santo, invocamos con el nombre de Padre, intensifica en nuestros corazones el espíritu de hijos adoptivos tuyos, para que merezcamos entrar en posesión de la herencia que nos tienes prometida. Por nuestro Señor Jesucristo...


LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

Con la fuerza de aquel alimento, caminó hasta el monte del Señor

Del primer libro de los Reyes: 19, 4-8

En aquellos tiempos, caminó Elías por el desierto un día entero y finalmente se sentó bajo un árbol de retama, sintió deseos de morir y dijo: "Basta ya, Señor. Quítame la vida, pues yo no valgo más que mis padres". Después se recostó y se quedó dormido.
Pero un ángel del Señor llegó a despertarlo y le dijo: "Levántate y come". Elías abrió los ojos y vio a su cabecera un pan cocido en las brasas y un jarro de agua. Después de comer y beber, se volvió a recostar y se durmió. Por segunda vez, el ángel del Señor lo despertó y le dijo: "Levántate y come, porque aún te queda un largo camino". Se levantó Elías. Comió y bebió. Y con la fuerza de aquel alimento, caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta el Horeb, el monte de Dios.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.


SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 33, 2-3. 4-5. 6-7. 8-9

R/. Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor.

Bendeciré al Señor a todas horas, no cesará mi boca de alabarlo. Yo me siento orgulloso del Señor, que se alegre su pueblo al escucharlo. R/.

Proclamemos la grandeza del Señor y alabemos todos juntos su poder. Cuando acudí al Señor, me hizo caso y me libró de todos mis temores. R/.

Confía en el Señor y saltarás de gusto, jamás te sentirás decepcionado, porque el Señor escucha el clamor de los pobres y los libra de todas sus angustias. R/.

Junto a aquellos que temen al Señor el ángel del Señor acampa y los protege. Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor. Dichoso el hombre que se refugia en él. R/.


SEGUNDA LECTURA

Vivan amando como Cristo, que nos amó y se entregó por nosotros.

De la carta del apóstol san Pablo a los efesios: 4, 30-5, 2

Hermanos: No le causen tristeza al Espíritu Santo, con el que Dios los ha marcado para el día de la liberación final.
Destierren de ustedes la aspereza, la ira, la indignación, los insultos, la maledicencia y toda clase de maldad. Sean buenos y comprensivos, y perdónense los unos a los otros, como Dios los perdonó, por medio de Cristo. Imiten, pues, a Dios como hijos queridos. Vivan amando como Cristo, que nos amó y se entregó por nosotros, como ofrenda y víctima de fragancia agradable a Dios. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.


ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 6, 51
R/. Aleluya, aleluya.

Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo, dice el Señor; el que coma de este pan vivirá para siempre. R/.


EVANGELIO

Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo.

Del santo Evangelio según san Juan: 6, 41-51

En aquel tiempo, los judíos murmuraban contra Jesús, porque había dicho: "Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo", y decían: "¿No es éste, Jesús, el hijo de José? ¿Acaso no conocemos a su padre y a su madre? ¿Cómo nos dice ahora que ha bajado del cielo?".
Jesús les respondió: "No murmuren. Nadie puede venir a mí, si no lo atrae el Padre, que me ha enviado; y a ése yo lo resucitaré el último día. Está escrito en los profetas: Todos serán discípulos de Dios. Todo aquel que escucha al Padre y aprende de Él, se acerca a mí. No es que alguien haya visto al Padre, fuera de aquel que procede de Dios. Ese sí ha visto al Padre.
Yo les aseguro: el que cree en mí, tiene vida eterna. Yo soy el pan de la vida. Sus padres comieron el maná en el desierto y sin embargo, murieron. Éste es el pan que ha bajado del cielo para que, quien lo coma, no muera. Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo les voy a dar es mi carne para que el mundo tenga vida".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


PROFESIÓN DE FE

CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO

Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.


PLEGARIA UNIVERSAL

Oremos, hermanos, a nuestro Señor Jesucristo, para que, acordándose de su promesa, escuche la oración de los que nos hemos reunido en su nombre. Digamos: escúchanos, Señor. (R/. Escúchanos, Señor.)

Por la paz que desciende del cielo, por la unión de las Iglesias y por la salvación de nuestras almas, roguemos al Señor.

Por los que trabajan por el bien de los pobres, por los que ayudan a los ancianos y por los que cuidan a niños y desvalidos, roguemos al Señor.

Por los que están abatidos o sometidos a una prueba, por los que están en peligro, por el retorno de los extraviados y por la libertad de los encarcelados, roguemos al Señor.

Por los que en este momento están orando con nosotros, por los que han pedido nuestras oraciones y por el reposo eterno de nuestros hermanos difuntos, N

Escucha, Señor, nuestras oraciones y guía a tu Iglesia peregrina en el mundo; sostenla con el alimento que da la vida eterna, para que, perseverando en la fe cristiana, llegue a contemplar el resplandor de tu rostro. Por Jesucristo, nuestro Señor.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Recibe benignamente, Señor, los dones de tu Iglesia, y, al concederle en tu misericordia que te los pueda ofrecer, haces al mismo tiempo que se conviertan en sacramento de nuestra salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.


PREFACIO

El Misterio Pascual y el Pueblo de Dios

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación darte gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo Señor nuestro. Quien, por su Misterio Pascual, realizó la obra maravillosa de llamamos de la esclavitud del pecado y de la muerte al honor de ser estirpe elegida, sacerdocio real, nación consagrada, pueblo de tu propiedad, para que, trasladados por ti de las tinieblas a tu luz admirable, proclamemos ante el mundo tus maravillas. Por eso con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.


ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 147, 12. 14

Alaba, Jerusalén, al Señor, porque te alimenta con lo mejor de su trigo.


ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

La comunión de tus sacramentos que hemos recibido, Señor, nos salven y nos confirmen en la luz de tu verdad. Por Jesucristo, nuestro Señor.

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20180812




UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO

Desde que comenzó esta cultura de la infantilización del género humano, terminamos creyendo que la felicidad se conseguiría en los anaqueles. Los aparadores de las tiendas departamentales nos robaron el corazón; el dinero plástico se nos repartió de manera engañosa, haciéndonos creer en un dogma tan superficial como falso. "Tú eres lo que compras". Cuando el ritmo de la vida obedece a las tendencias de moda, a los dictados de la mercadotecnia, nuestro horizonte personal termina achaparrándose. No solamente vamos perdiendo nuestro dinero, ocurre algo peor, vamos perdiendo lo más valioso: la vida. El mensaje de Jesús resulta convincente, no es una proclama demagógica Jesús vivió de manera discreta, disfrutó de la comida, la bebida y el cariño de sus amigos y seguidores. Conoció la bondad de su Padre, se apartó de la ruta comodina de los herodianos, arriesgó su seguridad, apartándose de su oficio remunerado y viajó sembrando esperanza por los poblados de Galilea.

jueves, 9 de agosto de 2018

Un dios a mi medida 10 Mi propio dios y el verdadero Dios


Un dios a mi medida  10 Mi propio dios y el verdadero Dios
 
Un dios a mi medida; es una reflexión del P Ángel Espinoza de los Monteros, LC, que trata sobre diversos dioses que nos hemos inventado. Para facilidad la hemos preparado en diez partes. Aquellos que deseen escucharla completa (tiene una duración de una hora y cinco minutos) pueden tenerla en la siguiente liga 
https://youtu.be/EhXSQ3_7PS0


miércoles, 8 de agosto de 2018

Un dios a mi medida 09 El dios aspirina


Un dios a mi medida   09 El dios aspirina
Un dios a mi medida; es una reflexión del P Ángel Espinoza de los Monteros, LC, que trata sobre diversos dioses que nos hemos inventado. Para facilidad la hemos preparado en diez partes. Aquellos que deseen escucharla completa (tiene una duración de una hora y cinco minutos) pueden tenerla en la siguiente liga 
https://youtu.be/EhXSQ3_7PS0

Un dios a mi medida 08 El dios éxtasis


Un dios a mi medida   08 El dios éxtasis
Un dios a mi medida; es una reflexión del P Ángel Espinoza de los Monteros, LC, que trata sobre diversos dioses que nos hemos inventado. Para facilidad la hemos preparado en diez partes. Aquellos que deseen escucharla completa (tiene una duración de una hora y cinco minutos) pueden tenerla en la siguiente liga 
https://youtu.be/EhXSQ3_7PS0

Un dios a mi medida 07 El dios bufet


Un dios a mi medida   07 El dios bufet
Un dios a mi medida; es una reflexión del P Ángel Espinoza de los Monteros, LC, que trata sobre diversos dioses que nos hemos inventado. Para facilidad la hemos preparado en diez partes. Aquellos que deseen escucharla completa (tiene una duración de una hora y cinco minutos) pueden tenerla en la siguiente liga 
https://youtu.be/EhXSQ3_7PS0