sábado, 26 de noviembre de 2016

DOMINGO I DE ADVIENTO Ciclo A) Domingo 27 de noviembre 2016




DOMINGO I DE ADVIENTO  Ciclo A)

Domingo 27 de noviembre 2016


AL FINAL DE LOS TIEMPOS

Uno de los rasgos del mundo pleno que Dios promete a sus hijos es la superación de todo tipo de conflictos. La guerra con toda la destrucción y muerte que trae consigo, no volverá a afligir a la humanidad. Una sociedad pacífica donde no tenga lugar el adiestramiento militar ni la veneración del poder destructor de las armas, es una de las aspiraciones de quien crea en el Dios que ama la vida. La actitud que conviene asumir en relación con la historia no es el conformismo ni la resignación. Las responsabilidades profesionales y familiares nos pueden absorber, como ocurrió en tiempos de Noé; cuando eso ocurre nos desentendemos de nuestro compromiso de ser testigos de la esperanza. El aparente retraso de estos acontecimientos podría empujarnos a vivir obsesionados por los logros mundanos. La esperanza cristiana no termina en este mundo, sino que apunta a la íntima comunión de todos con el Padre.


ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 24, 1-3

A ti, Señor, levanto mi alma; Dios mío, en ti confío, no quede yo defraudado, que no triunfen de mí mis enemigos; pues los que esperan en ti no quedan defraudados.


No se dice Gloria.


ORACIÓN COLECTA

Concede a tus fieles, Dios todopoderoso, el deseo de salir al encuentro de Cristo, que viene a nosotros, para que, mediante la práctica de las buenas obras, colocados un día a su derecha, merezcamos poseer el reino celestial. Por nuestro Señor Jesucristo...


LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

El Señor reúne a todos los pueblos en la paz eterna de su Reino.

Del libro del profeta Isaías: 2, 1-5

Visión de Isaías, hijo de Amós, acerca de Judá y Jerusalén: En días futuros, el monte de la casa del Señor será elevado en la cima de los montes, encumbrado sobre las montañas, y hacia él confluirán todas las naciones.
Acudirán pueblos numerosos, que dirán: "Vengan, subamos al monte del Señor, a la casa del Dios de Jacob, para que él nos instruya en sus caminos y podamos marchar por sus sendas. Porque de Sión saldrá la ley, de Jerusalén, la palabra del Señor".
Él será el árbitro de las naciones y el juez de pueblos numerosos. De las espadas forjarán arados y de las lanzas, podaderas; ya no alzará la espada pueblo contra pueblo, ya no se adiestrarán para la guerra. ¡Casa de Jacob, en marcha! Caminemos a la luz del Señor.
Palabra de Dios. T. Te alabamos, Señor.


SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 121
R/. Vayamos con alegría al encuentro del Señor.

¡Qué alegría sentí, cuando me dijeron: "Vayamos a la casa del Señor"! Y hoy estamos aquí, Jerusalén, jubilosos, delante de tus puertas. R/.

A ti, Jerusalén, suben las tribus, las tribus del Señor, según lo que a Israel se le ha ordenado, para alabar el nombre del Señor. En ella están los tribunales de justicia, en el palacio de David. R/.

Digan de todo corazón: "Jerusalén, que haya paz entre aquellos que te aman, que haya paz dentro de tus murallas y que reine la paz en cada casa". R/.
Por el amor que tengo a mis hermanos, voy a decir: "La paz esté contigo". Y por la casa del Señor, mi Dios, pediré para ti todos los bienes. R/.


SEGUNDA LECTURA

Ya está cerca nuestra salvación.

De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 13,11-14

Hermanos: Tomen en cuenta el momento en que vivimos. Ya es hora de que se despierten del sueño, porque ahora nuestra salvación está más cerca que cuando empezamos a creer. La noche está avanzada y se acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas y revistámonos con las armas de la luz.
Comportémonos honestamente, como se hace en pleno día. Nada de comilonas ni borracheras, nada de lujurias ni desenfrenos, nada de pleitos ni envidias. Revístanse más bien, de nuestro Señor Jesucristo y que el cuidado de su cuerpo no dé ocasión a los malos deseos. Palabra de Dios. T. Te alabamos, Señor.


ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Sal 84, 8
R/. Aleluya, aleluya.

Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación. R/.


EVANGELIO

Velen y estén preparados.

Del santo Evangelio según san Mateo: 24, 37-44

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Así como sucedió en tiempos de Noé, así también sucederá cuando venga el Hijo del hombre. Antes del diluvio, la gente comía, bebía y se casaba, hasta el día en que Noé entró en el arca. Y cuando menos lo esperaban, sobrevino el diluvio y se llevó a todos. Lo mismo sucederá cuando venga el Hijo del hombre. Entonces, de dos hombres que estén en el campo, uno será llevado y el otro será dejado; de dos mujeres que estén juntas moliendo trigo, una será tomada y la otra dejada.
Velen, pues, y estén preparados, porque no saben qué día va a venir su Señor. Tengan por cierto que si un padre de familia supiera a qué hora va a venir el ladrón, estaría vigilando y no dejaría que se le metiera por un boquete en su casa. También ustedes estén preparados, porque a la hora que menos lo piensen, vendrá el Hijo del hombre". Palabra del Señor. T. Gloria a ti, Señor Jesús.


PROFESIÓN DE FE

CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO

Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.


PLEGARIA UNIVERSAL

Oremos, hermanos, al Señor y pidámosle confiadamente que despierte su poder y venga a salvarnos.
Digamos confiadamente: Ven Señor Jesús. (R/. Ven Señor Jesús)

Para que los fieles despierten del sueño de sus indolencias y reciban con alegría la salvación que se acerca, roguemos al Señor.

Para que se afiance la paz en el mundo, y las riquezas de la creación se transformen en instrumento de progreso y bienestar para todos los hombres, roguemos al Señor.

Para que el Señor, con su venida, alivie los dolores de los enfermos, dé paz y alegría a los que sufren en su espíritu y libre al mundo de sus males, roguemos al Señor.

Para que nosotros mismos vivamos siempre alerta sin que las preocupaciones de la vida nos impidan mantenernos en pie cuando llegue el Hijo del hombre, roguemos al Señor.

Dios misericordioso, que enviaste a tu Hijo al mundo para que nos instruyera en tus caminos, anduviéramos por tus sendas y todas las naciones se reunieran en la montaña santa de tu reino, escucha nuestra oración y despierta en nosotros un deseo tan vivo de tu venida, que, avanzando por la senda de tus mandatos, lleguemos a contemplar en tu gloria al que ha de venir, Jesucristo nuestro Señor. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Recibe, Señor, estos dones que te ofrecemos, tomados de los mismos bienes que nos has dado, y haz que lo que nos das en el tiempo presente para aumento de nuestra fe, se convierta para nosotros en prenda de tu redención eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.


PREFACIO

Prefacio de Adviento I

Las dos venidas de Cristo

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, nuestro Señor. El cual, al venir por vez primera en la humildad de nuestra carne, realizó el plan de redención trazado desde antiguo y nos abrió el camino de la salvación, para que cuando venga de nuevo, en la majestad de su gloria, revelando así la plenitud de su obra, podamos recibir los bienes prometidos que ahora, en vigilante espera, confiamos alcanzar. Por eso, con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de su gloria:
Santo, Santo, Santo...


ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 84, 13

El Señor nos mostrará su misericordia y nuestra tierra producirá su fruto.


ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Te pedimos, Señor, que nos aprovechen los misterios en que hemos participado, mediante los cuales, mientras caminamos en medio de las cosas pasajeras, nos inclinas ya desde ahora a anhelar las realidades celestiales y a poner nuestro corazón en las que han de durar para siempre. Por Jesucristo, nuestro Señor.


UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.-En una época en que el poder destructor acumulado en manos de la humanidad ha crecido puede parecer del todo utópico e ingenuo un mensaje que proclame la llegada de la paz. El profeta Isaías proclama que al final de los tiempos prevalecerá un mundo exento de violencia y brutalidad. En vez de adiestrarse para la guerra, los seres humanos se adiestrarán para la paz. Una de las bienaventuranzas que el Señor nos heredó nos anima a ser constructores de la paz. No es un discurso romántico e imposible de realizar. Aunque no consigamos desarraigar del todo la dinámica de la violencia, sí tenemos que responder ante el desafío de una juventud deslumbrada por la narcocultura. Que uno de cada cuatro jóvenes mexicanos aspire a ser narco o sicario, es un síntoma de nuestro fracaso como artífices de una convivencia justa y pacífica. Quienes confesamos al Dios creador y amigo de la vida, tenemos que asumir nuestra vocación en favor de la defensa, el cuidado y la protección de la vida en todas sus formas.





miércoles, 16 de noviembre de 2016

Jesús colgado en la cruz.



Jesús colgado en la cruz.

Comentario al Evangelio de Lucas 23, 35-43


«Cuando nuestro Salvador estaba colgado en la gloriosa cruz, estaban con él dos ladrones. ¿Qué cosa se puede deducir de esto? Sin lugar a dudas se trataba de una burla, de acuerdo con el plan tramado por los judíos, pero también era un recuerdo de la profecía: estaba escrito: ''Le daré su parte entre los grandes y con poderosos repartirá despojos, pues se entregó indefenso a la muerte y fue tenido por un malhechor" (Is 53, 12). "Por nosotros se hizo maldición", es decir, fue maldecido. También está escrito: "No dejarás que su cadáver pase la noche en el árbol" (Dt 21,23). Pero eso acabó con la maldición que pesaba sobre nosotros, pues estamos bendecidos  con El y por El. Sabiendo esto el bienaventurado rey David canta: "Nuestro auxilio es el Nombre del Señor, que hizo cielos y tierra" (Sal 123, 8). Por sus sufrimientos nos llegaron las bendiciones. El pagó las deudas por nosotros, se echó a cuestas nuestros pecados y fue azotado por nosotros, según está escrito. Es verdad que por sus sufrimientos fuimos curados, pues él cargó con nuestros pecados (cf. Is 53, 5) Y nos libró de las enfermedades del alma» (San Cirilo de Alejandría [375-444). 

PARA QUÉ BUSCA JESÚS A ZAQUEO



PARA QUÉ BUSCA JESÚS A ZAQUEO


Zaqueo era un pecador público aparentemente sin remedio: corrupto cobrador de impuestos y jefe muy rico de otros cobradores rateros; además, colaborador de los romanos invasores extranjeros. Los "publicanos" no tenían sueldo, sino que tenían que cobrar al pueblo de más para quedarse con una parte. Zaqueo seguramente había extorsionado a mucha gente, por eso era "muy rico", y también por eso el pueblo lo odiaba. Zaqueo, sin embargo, quiere ver a Jesús, y hasta se sube a un árbol para lograrlo. Lo interesante es que Jesús lo ve y toma la iniciativa de invitarse a su casa. Esto extrañó y provocó envidia de muchos. ¿Qué vio Jesús en él, más allá del bajito y corrupto cobrador, más allá del odio que le tenía el pueblo? ¿No había en Jericó otras personas más "dignas" donde pudiera hospedarse? Pero Jesús hasta tiene prisa: "Zaqueo, baja pronto", y éste bajó apresuradamente". Jesús vio a este hombre corrupto en medio de todo el pueblo que lo odiaba, y leyó estos signos como una esperanza de cambio, y por eso decidió hospedarse en su casa. Y la conversión fue radical: Zaqueo promete dar la mitad de su fortuna a los pobres y la otra mitad para pagar cuatro veces más a quienes ha defraudado. Con Jesús entró la salvación a su casa.

Es una realidad la resurrección de los muertos.



Es una realidad la resurrección de los muertos.


«Nuestro Salvador y Maestro, en la respuesta dada a los saduceos, que niegan la resurrección, y que por otra parte afrontaban a Dios violando la ley, confirma la realidad de la resurrección de los muertos y testifica a favor de Dios, diciéndoles: "Están muy equivocados" al no comprender las Escrituras ni el poder de Dios. Y acerca de la resurrección de los muertos -dice- ¿no han leído lo que dijo Dios: "Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de lsaac, y el Dios de Jacob?" Y añadió: "No es Dios de muertos, sino de vivos: porque para él todos están vivos". Con estas palabras manifestó que quien le habló a Moisés desde la zarza y declaró ser el Dios de los padres, es el Dios de los vivos. Y ¿quién es el Dios de los vivos sino el único Dios, por encima del cual no existe ningún otro Dios? Es el mismo Dios anunciado por el profeta Daniel, cuando al decirle Ciro, el  persa, ¿por qué no adoras a Baal?, le respondió: yo adoro al Señor, mi Dios, que es el Dios vivo. Así que el Dios vivo adorado por los profetas es el Dios de los vivos, y lo es también su Palabra, que habló a Moisés, que contradijo a los saduceos, que nos hizo el regalo de la resurrección, mostrando a los que estaban ciegos estas dos verdades fundamentales: la resurrección y Dios. Si Dios no es Dios de muertos, sino de vivos, y no obstante, es llamado Dios de los padres que ya murieron, es indudable que todos ellos están vivos para Dios y no perecieron: son hijos de Dios, porque participan de la resurrección» (San Ireneo de Lyon [muerto hacia el 202]. Tratado sobre las herejías).

Adviento Inicia nuevo año litúrgico



Adviento

Inicia nuevo año litúrgico

NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, REY DEL UNIVERSO. Solemnidad instituida por el papa Pío XI (1922-1939), a través de la Encíclica Quas Primas, en 1925. Después del Concilio Vaticano II (1962-1965), quedó instituida en el último domingo del Tiempo Ordinario, con el propósito de señalar el término del Año Litúrgico y, a partir de 1970, con el propósito de destacar el carácter escatológico (del griego, estudio de los sucesos al final de los tiempos) se le otorgó la actual denominación: "Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo".

Adviento (del latín adventus, venida, llegada) es el tiempo de preparación de la Navidad. Junto con la Navidad y la Epifanía forman una unidad que celebra la manifestación del Señor en nuestra historia. Es el Tiempo con que se inaugura cada nuevo año litúrgico. Cuando todos están hablando de las últimas semanas del año, nosotros, hablamos de las primeras.
Con el Adviento iniciamos un nuevo ciclo litúrgico. Los orígenes históricos del Tiempo de Adviento no son muy claros. Se sabe que se fue formando entre los siglos IV y VI. Este Tiempo litúrgico "comienza con las primeras Vísperas del domingo que coincide con el 30 de noviembre o que es el más próximo a este día y finaliza antes de las primeras Vísperas de Navidad" (Normas universales sobre el Calendario [1969], n. 40). Sus personajes son el profeta Isaías, el precursor
Juan Bautista y la Madre, María de Nazaret.

La liturgia del Adviento tiene un claro carácter escatológico en su primera parte, hasta el 16 de diciembre, mirando hacia la última venida del Señor al final de los tiempos. A partir del día 17, la atención se dirige más concretamente a preparar la fiesta: nos centramos en la gran noticia de que nuestro Dios ha querido ser Dios-con-nosotros.

NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, REY DEL UNIVERSO. Domingo 20 de noviembre 2016



NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, REY DEL UNIVERSO.

Domingo 20 de noviembre 2016


NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, REY DEL UNIVERSO. Solemnidad instituida por el papa Pío XI (1922-1939), a través de la Encíclica Quas Primas, en 1925. Después del Concilio Vaticano II (1962-1965), quedó instituida en el último domingo del Tiempo Ordinario, con el propósito de señalar el término del Año Litúrgico y, a partir de 1970, con el propósito de destacar el carácter escatológico (del griego, estudio de los sucesos al final de los tiempos) se le otorgó la actual denominación: "Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo".


EL REY DEL UNIVERSO


El libro de Samuel registra la petición que las tribus de Israel plantearon a David en Hebrón. Su ascendente carrera militar había conseguido acortar la influencia y la amenaza filistea, asegurando las fronteras de Judá. Animados por esos logros, le solicitaron reinar sobre todo Israel, acto seguido, lo ungieron como su rey. La realeza de David implicaba disponer de la vida de sus súbditos, conducir el ejército y salir a combatir. De otra dimensión muy distinta es la realeza de Jesucristo. Él no disponía de ejércitos ni riquezas, tampoco hacía pactos o alianzas con los reyes vecinos. Más que poder, disponía de autoridad. Su autoridad emanaba de su cercanía y fidelidad al Padre. En el Evangelio encontramos que nadie como Jesús había cumplido la voluntad de Dios y por eso mismo, el Padre lo había sostenido en la dolorosa hora de la angustia y la crucifixión. Con esa certidumbre, promete al buen ladrón hacerlo partícipe de la plenitud de la vida en el paraíso.


ANTÍFONA DE ENTRADA Ap 5, 12; 1, 6

Digno es el Cordero que fue inmolado, de recibir el poder y la riqueza, la sabiduría, la fuerza y el honor. A Él la gloria y el imperio por los siglos de los siglos.


GLORIA

Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.


ORACIÓN COLECTA

Dios todopoderoso y eterno, que quisiste fundamentar todas las cosas en tu Hijo muy amado, Rey del universo, concede, benigno, que toda la creación, liberada de la esclavitud del pecado, sirva a tu majestad y te alabe eternamente. Por nuestro Señor Jesucristo...


LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

Ungieron a David como rey de Israel.

Del segundo libro de Samuel: 5,1-3

En aquellos días, todas las tribus de Israel fueron a Hebrón a ver a David, de la tribu de Judá, y le dijeron: "Somos de tu misma sangre. Ya desde antes, aunque Saúl reinaba sobre nosotros, tú eras el que conducía a Israel, pues ya el Señor te había dicho: 'Tú serás el pastor de Israel, mi pueblo; tú serás su guía' ".
Así pues, los ancianos de Israel fueron a Hebrón a ver a David, rey de Judá. David hizo con ellos un pacto en presencia del Señor y ellos lo ungieron como rey de todas las tribus de Israel.
Palabra de Dios. T. Te alabamos, Señor.


SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 121, 1-2. 4-5

R/. Vayamos con alegría al encuentro del Señor.

¡Qué alegría sentí cuando me dijeron: "Vayamos a la casa del Señor"! Y hoy estamos aquí, Jerusalén, jubilosos, delante de tus puertas. R/.

A ti, Jerusalén, suben las tribus, las tribus del Señor, según lo que a Israel se le ha ordenado, para alabar el nombre del Señor. R/.

Por el amor que tengo a mis hermanos, voy a decir: "La paz sea contigo". Y por la casa del Señor, mi Dios, pediré para ti todos los bienes. R/.


SEGUNDA LECTURA

Dios nos ha trasladado al Reino de su Hijo amado.

De la carta del apóstol san Pablo a los colosenses: 1, 12-20

Hermanos: Demos gracias a Dios Padre, el cual nos ha hecho capaces de participar en la herencia de su pueblo santo, en el reino de la luz.
Él nos ha liberado del poder de las tinieblas y nos ha trasladado al Reino de su Hijo amado, por cuya sangre recibimos la redención, esto es, el perdón de los pecados.
Cristo es la imagen de Dios invisible, el primogénito de toda la creación, porque en él tienen su fundamento todas las cosas creadas, del cielo y de la tierra, las visibles y las invisibles, sin excluir a los tronos y dominaciones, a los principados y potestades. Todo fue creado por medio de él y para él.
Él existe antes que todas las cosas, y todas tienen su consistencia en él. Él es también la cabeza del cuerpo, que es la Iglesia. Él es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que sea el primero en todo.
Porque Dios quiso que en Cristo habitara toda plenitud y por él quiso reconciliar consigo todas las cosas, del cielo y de la tierra, y darles la paz por medio de su sangre, derramada en la cruz.
Palabra de Dios. T. Te alabamos, Señor.


ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Mc 11, 9. 10
R/. Aleluya, aleluya.

¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Bendito el reino que llega, el reino de nuestro padre David! R/.


EVANGELIO

Señor, cuando llegues a tu Reino, acuérdate de mí.

Del santo Evangelio según san Lucas: 23, 35-43

Cuando Jesús estaba ya crucificado, las autoridades le hacían muecas, diciendo: "A otros ha salvado; que se salve así mismo, si él es el Mesías de Dios, el elegido".
También los soldados se burlaban de Jesús, y acercándose a él, le ofrecían vinagre y le decían: "Si tú eres el rey de los judíos, sálvate a ti mismo". Había, en efecto, sobre la cruz, un letrero en griego, latín y hebreo, que decía: "Éste es el rey de los judíos".
Uno de los malhechores crucificados insultaba a Jesús, diciéndole: "Si tú eres el Mesías, sálvate a ti mismo y a nosotros". Pero el otro le reclamaba, indignado: "¿Ni siquiera temes tú a Dios, estando en el mismo suplicio? Nosotros justamente recibimos el pago de lo que hicimos. Pero éste ningún mal ha hecho". Y le decía a Jesús: "Señor, cuando llegues a tu Reino, acuérdate de mí". Jesús le respondió: "Yo te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso".
Palabra del Señor. T. Gloria a ti, Señor Jesús.


PROFESIÓN DE FE

CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO

Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.


PLEGARIA UNIVERSAL

Dirijamos, llenos de confianza, nuestras súplicas a Cristo, supremo Señor de la vida y de la muerte y rey de todas las creaturas del cielo y de la tierra y digamos: Rey de la Gloria, escúchanos. (R/. Rey de la gloria, escúchanos.)

Para que los pastores y fieles de la Iglesia se esfuercen con celo para reconciliar al universo con Dios y en pacificar por la sangre de la cruz de Jesucristo a todas las creaturas, roguemos al Señor.

Para que la semilla evangélica, escondida en las diversas religiones y culturas, germine y se manifieste, y todos los hombres reconozcan con gozo que Cristo es Señor, para gloria de Dios Padre, roguemos al Señor.

Para que quienes aún viven bajo el dominio de la ignorancia, el pecado o el sufrimiento sean trasladados al reino de Cristo y encuentren el fin de sus penas, roguemos al Señor.

Para que los que hoy celebramos la solemnidad de Cristo, Señor supremo del universo, a quien están destinadas todas las cosas, participemos también un día en la herencia del pueblo santo, en el reino de la luz, roguemos al Señor.

Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, que nos llamas a reinar contigo en la justicia y en el amor, escucha las oraciones de tu pueblo, sácanos del dominio de las tinieblas y fortalece nuestras débiles voluntades, para que sigamos las huellas de tu Hijo y, como él, demos la propia vida en bien de los demás y compartamos con ellos el reino de Cristo en el paraíso. El, que vive y reina por los siglos de los siglos.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Al ofrecerte, Señor, el sacrificio de la reconciliación humana, te suplicamos humildemente que tu Hijo conceda a todos los pueblos los dones de la unidad y de la paz. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.


PREFACIO

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno. Porque has ungido con el óleo de la alegría, a tu Hijo único, nuestro Señor Jesucristo, como Sacerdote eterno y Rey del universo, para que, ofreciéndose a sí mismo como víctima perfecta y pacificadora en el altar de la cruz, consumara el misterio de la redención humana; y, sometiendo a su poder la creación entera, entregara a tu majestad infinita un Reino eterno y universal: Reino de la verdad y de la vida, Reino de la santidad y de la gracia, Reino de la justicia, del amor y de la paz.
Por eso, con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria: Santo, Santo, Santo...


ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 28, 10-11

En su trono reinará el Señor para siempre y le dará a su pueblo la bendición de la paz.


ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Habiendo recibido, Señor, el alimento de vida eterna, te rogamos que quienes nos gloriamos de obedecer los mandamientos de Jesucristo, Rey del universo, podamos vivir eternamente con él en el reino de los cielos. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.


UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- En nuestro país advertimos una seria crisis de confianza en los partidos políticos, en los gobernantes y en las autoridades en general. La corrupción, la impunidad, el enriquecimiento ilícito están documentados y por desgracia no han sido castigados como deberían serlo. Esa situación decadente impacta en el ánimo de la sociedad, que de alguna manera u otra, deja de confiar en los gobernantes y de participar en la vida pública. La fiesta de Jesucristo Rey del Universo es un llamado de atención a la conciencia de los cristianos. Quien confiese a Jesús como su Señor está obligado a asumir sus compromisos ciudadanos en sintonía con los valores evangélicos: la solidaridad, la preferencia por los pobres, la justicia y la dignidad humana. Estos valores no son negociables y no es posible desentenderse de su cumplimiento cuando se quiere servir a la comunidad desde la inspiración y la fe cristiana.




viernes, 11 de noviembre de 2016

DOMINGO XXXIII DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo C Domingo 13 de noviembre 2016



DOMINGO XXXIII DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo C
  
Domingo 13 de noviembre 2016


CON SU CONSTANCIA CONSEGUIRÁN LA VIDA


El argumento que manejan el profeta Malaquías y el Señor Jesús en relación al futuro decisivo es muy distinto. El profeta sostiene la esperanza de los fieles, asegurando que tomarán venganza de los malvados, y que "los pisotearán como si fueran polvo", una vez que llegue el día del Señor. El tono y el planteamiento que hace el Señor Jesús es diametralmente distinto: los discípulos no son alentados por ningún ánimo de rencor ni de venganza. Al contrario, les advierte y anticipa que por causa de su fe en Jesús, serán perseguidos y maltratados aún por sus parientes. La esperanza perseverante, la confianza en Dios que los asistirá para sobreponerse a la prueba, es lo que sobresale en esta exhortación. No es que el mensaje evangélico fomente la resignación y el amor al sufrimiento; lo que sí demanda es la fidelidad al Señor Jesús con todas sus consecuencias.


ANTÍFONA DE ENTRADA Jr 29, 1 1. 12. 14

Yo tengo designios de paz, no de aflicción, dice el Señor. Ustedes me invocarán y yo los escucharé y los libraré de la esclavitud donde quiera que se encuentren.


ORACIÓN COLECTA

Concédenos, Señor, Dios nuestro, alegrarnos siempre en tu servicio porque la profunda y verdadera alegría está en servirte siempre a ti, autor de todo bien. Por nuestro Señor Jesucristo...


LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

Brillará para ustedes el sol de justicia.

Del libro del profeta Malaquías: 3, 19-20

"Ya viene el día del Señor, ardiente como un horno, y todos los soberbios y malvados serán como la paja. El día que viene los consumirá, dice el Señor de los ejércitos, hasta no dejarles ni raíz ni rama. Pero para ustedes, los que temen al Señor, brillará el sol de justicia, que les traerá la salvación en sus rayos".
Palabra de Dios. T. Te alabamos, Señor.


SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 97, 5-6.7-8.9

R/. Toda la tierra ha visto al Salvador.

Cantemos al Señor al son del arpa, aclamemos al son de los clarines al Señor, nuestro Rey. R/.

Alégrese el mar y el mundo submarino, el orbe y todos los que en él habitan. Que los ríos estallen en aplausos y las montañas salten de alegría. R/.

Regocíjese todo ante el Señor, porque ya viene a gobernar el orbe. Justicia y rectitud serán las normas con las que rija a todas las naciones. R/.


SEGUNDA LECTURA

El que no quiera trabajar, que no coma.

De la segunda carta del apóstol san Pablo a los tesalonicenses: 3, 7-12

Hermanos: Ya saben cómo deben vivir para imitar mi ejemplo, puesto que, cuando estuve entre ustedes, supe ganarme la vida y no dependí de nadie para comer; antes bien, de día y de noche trabajé hasta agotarme, para no serles gravoso. Y no porque no tuviera yo derecho a pedirles el sustento, sino para darles un ejemplo que imitar. Así, cuando estaba entre ustedes, les decía una y otra vez: "El que no quiera trabajar, que no coma".
Y ahora vengo a saber que algunos de ustedes viven como holgazanes, sin hacer nada, y además, entrometiéndose en todo. Les suplicamos a esos tales y les ordenamos, de parte del Señor Jesús, que se pongan a trabajar en paz para ganarse con sus propias manos la comida.
Palabra de Dios. T. Te alabamos, Señor.


ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Lc 21, 28
R/. Aleluya, aleluya.

Estén atentos y levanten la cabeza, porque se acerca la hora de su liberación, dice el Señor. R/.


EVANGELIO

Si perseveran con paciencia, salvarán sus almas.

Del santo Evangelio según san Lucas: 21, 5-19

En aquel tiempo, como algunos ponderaban la solidez de la construcción del templo y la belleza de las ofrendas votivas que lo adornaban, Jesús dijo: "Días vendrán en que no quedará piedra sobre piedra de todo esto que están admirando; todo será destruido".
Entonces le preguntaron: "Maestro, ¿cuándo va a ocurrir esto y cuál será la señal de que ya está a punto de suceder?". Él les respondió: "Cuídense de que nadie los engañe, porque muchos vendrán usurpando mi nombre y dirán: 'Yo soy el Mesías. El tiempo ha llegado'. Pero no les hagan caso. Cuando oigan hablar de guerras y revoluciones, que no los domine el pánico, porque eso tiene que acontecer, pero todavía no es el fin".
Luego les dijo: "Se levantará una nación contra otra y un reino contra otro. En diferentes lugares habrá grandes terremotos, epidemias y hambre, y aparecerán en el cielo señales prodigiosas y terribles.
Pero antes de todo esto los perseguirán y los apresarán, los llevarán a los tribunales y a la cárcel, y los harán comparecer ante reyes y gobernadores, por causa mía. Con esto ustedes darán testimonio de mí.
Grábense bien que no tienen que preparar de antemano su defensa, porque yo les daré palabras sabias, a las que no podrá resistir ni contradecir ningún adversario de ustedes.
Los traicionarán hasta sus propios padres, hermanos, parientes y amigos. Matarán a algunos de ustedes, y todos los odiarán por causa mía. Sin embargo, ni un cabello de su cabeza perecerá. Si se mantienen firmes, conseguirán la vida".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


PROFESIÓN DE FE

CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO

Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.

Amén.


PLEGARIA UNIVERSAL

Pidamos, hermanos, al Señor que escuche nuestras súplicas y acoja con bondad nuestras peticiones, digamos con fe y devoción: Te rogamos, Señor. (R/. Te rogamos, Señor.)

Para que el Señor, el único que puede inspirar y llevar a término los buenos propósitos, multiplique el número de fieles que, abandonando todas las cosas, se consagren exclusivamente a él en la vida religiosa, roguemos al Señor.

Para que Dios, al que han de servir los poderes humanos, conceda a los jefes de las naciones, buscar la voluntad divina, temer a Dios en el cumplimiento de su misión y acertar en sus decisiones, roguemos al Señor.

Para que Dios, que ha creado los alimentos para los seres vivos, mire con misericordia a las creaturas que en distintos lugares pasan hambre y les conceda el alimento necesario, roguemos al Señor.

Para que el Señor, que nos ha dado el mandamiento nuevo del amor, nos dé fuerza para amar a nuestros enemigos y para cumplir su precepto de devolver bien por mal, roguemos al Señor.

Dios nuestro, principio y fin de todas las cosa, que quieres reunir a toda la humanidad para formar el templo vivo del Cuerpo de tu Hijo, escucha las oraciones de la Iglesia suplicante y haz que, a través de los acontecimientos, alegres y tristes, de la propia vida, mantengamos firme la esperanza de que, sufriendo con perseverancia, ganaremos la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Concédenos, Señor, que estas ofrendas que ponemos bajo tu mirada, nos obtengan la gracia de vivir entregados a tu servicio y nos alcancen, en recompensa, la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.


PREFACIO

El Misterio Pascual y el Pueblo de Dios

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación darte gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo Señor nuestro. Quien, por su Misterio Pascual, realizó la obra maravillosa de llamamos de la esclavitud del pecado y de la muerte al honor de ser estirpe elegida, sacerdocio real, nación consagrada, pueblo de tu propiedad, para que, trasladados por ti de las tinieblas a tu luz admirable, proclamemos ante el mundo tus maravillas. Por eso con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo.


ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 72, 28

Cualquier cosa que pidan en la oración, crean ustedes que ya se la han concedido, y la obtendrán, dice el Señor. (Mc 11, 23-24)


ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Al recibir, Señor, el don de estos sagrados misterios, te suplicamos humildemente que lo que tu Hijo nos mandó celebrar en memoria suya, nos aproveche para crecer en nuestra caridad fraterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.



UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- La vida de los cristianos en Siria, por señalar un caso documentado recientemente, está siendo sometida a un hostigamiento constante. Allá las personas son perseguidas por razón de su fe cristiana. En cambio, en nuestro país, no escasean las crónicas de algún alcalde ejecutado a manos de los criminales, de jóvenes desaparecidos y posteriormente encontrados en fosas clandestinas. Mediciones alarmantes que revelan que el 26 % de los jóvenes mexicanos aspiran a ser narcos o sicarios, ponen de manifiesto que no estamos ante una persecución religiosa, sino ante el menosprecio descarado de la vida humana. La aspiración creciente por disponer de riquezas por medio del narcotráfico y sus negocios afines ha deslumbrado a una juventud huérfana de valores. Como dice el Evangelio, solamente siendo constante en la educación y la evangelización de niños y jóvenes se podrá superar esta hora crítica.

jueves, 10 de noviembre de 2016

DEPENDE DE LA FORMA



DEPENDE DE LA FORMA

Un Sultán soñó que había perdido todos los dientes. Después de despertar, mandó llamar a un Sabio para que interpretase su sueño.

- ¡Qué desgracia Mi Señor! - exclamó el Sabio - Cada diente caído representa la pérdida de un pariente de Vuestra Majestad.

- ¡Qué insolencia! - gritó el Sultán enfurecido - ¿Cómo te atreves a decirme semejante cosa? ¡Fuera de aquí!

Llamó a su guardia y ordenó que le dieran cien latigazos.

Más tarde ordenó que le trajesen a otro Sabio y le contó lo que había soñado. Este, después de escuchar al Sultán con atención, le dijo:

- ¡Excelso Señor! Gran felicidad os ha sido reservada. El sueño significa que sobrevivirás a todos vuestros parientes.

Se iluminó el semblante del Sultán con una gran sonrisa y ordenó que le dieran cien monedas de oro

Cuando éste salía del Palacio, uno de los cortesanos le dijo admirado:

- ¡No es posible! La interpretación que habéis hecho de los sueños es la misma que el primer Sabio. No entiendo por qué al primero le pagó con cien latigazos y a ti con cien monedas de oro.

- Recuerda bien amigo mío - respondió el segundo Sabio - que todo depende de la forma en el decir... uno de los grandes desafíos de la humanidad es aprender a comunicarse.

De la comunicación depende, muchas veces, la felicidad o la desgracia, la paz o la guerra. Que la verdad debe ser dicha en cualquier situación, de esto no cabe duda, mas la forma con que debe ser comunicada es lo que provoca en algunos casos, grandes problemas.

La verdad puede compararse con una piedra preciosa. Si la lanzamos contra el rostro de alguien, puede herir, pero si la envolvemos en un delicado embalaje y la ofrecemos con ternura ciertamente será aceptada con agrado.


http://webcatolicodejavier.org/forma.html

domingo, 6 de noviembre de 2016

S.E. Mons. Carlos Garfias Merlos



S.E. Mons. Carlos Garfias Merlos

Nació el 1° de enero de 1951, en Tuxpan, Michoacán.

Estudió Humanidades, Filosofía y Teología en el Seminario de Morelia. Posteriormente estudió la Normal primaria en el instituto de Capacitación del Magisterio de Morelia, obteniendo el título de Maestro de Primaria. Estudió además la Maestría y el Doctorado en Psicoterapia y Espiritualidad en la Universidad Intercontinental de la Ciudad de México.
               
Fue ordenado Sacerdote el 23 de noviembre de 1975 para la Arquidiócesis de Morelia. El Santo Padre Juan Pablo II lo nombró Obispo de Ciudad Altamirano el 24 de junio y recibió la Ordenación Episcopal el 25 de julio de 1996.
               
El 8 de julio de 2003 Su Santidad Juan Pablo II lo nombró obispo de la Diócesis de Nezahualcóyotl, de la cual tomó posesión el 22 de Agosto de 2003.
               
Su Santidad Benedicto XVI lo nombró Arzobispo de Acapulco el 7 de junio de 2010. Recibió el Palio Arzobispal de manos del Papa Benedicto XVI en Roma el 29 de junio 2010, y tomó posesión de la Arquidiócesis de Acapulco el 22 de Julio de 2010.

Su lema Episcopal es “Cristo es nuestra Paz”. Ha enfocado su ministerio episcopal a la Construcción de la Paz, ofreciendo un proyecto que puede iluminar a las demás Diócesis de la Iglesia Católica en México.

En la CEM es nombrado para el trienio 1997-2000 como Presidente de la Comisión Episcopal de la Pastoral Juvenil y Vocal de la Comisión Episcopal de Pastoral Familiar, y Representante de la Región Pastoral Sur.

Para el Trienio 2004-2006 fungió como Vocal de las Comisiones Episcopales del Clero y de Pastoral Familiar.

Para el Trienio 2007-2009 es nombrado Responsable de la Dimensión Pastoral del Trabajo en la Comisión Episcopal para la Pastoral Social y reelecto para el trienio 2009-2012.

Para el Trienio 2012-2015 es nombrado representante de la Provincia Eclesiástica de Acapulco y segundo vocal del Consejo de Presidencia de la CEM, y es reelecto para el trienio 2015-2018 pero ahora como primer vocal. Además es responsable de la Dimensión de Justicia, Paz, Reconciliación, Fe y Política en la Comisión Episcopal de Pastoral Social de la CEM.

Nombrado Arzobispo de Morelia por el Santo Padre Francisco, el 5 de noviembre de 2016.  

jueves, 3 de noviembre de 2016

DOMINGO XXXII DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo C Domingo 6 de noviembre 2016




DOMINGO XXXII DEL TIEMPO ORDINARIO  Ciclo C

Domingo 6 de noviembre 2016

DIOS MISMO NOS RESUCITARÁ


El par de relatos que nos comparte la liturgia tienen el número siete como cifra simbólica. El libro de los Macabeos ejemplifica la resistencia perseverante de siete hermanos, que no obstante ser sometidos a tormentos, deciden soportarlos porque los anima una esperanza: El Dios de sus padres los resucitará. Desde la perspectiva de alguien pragmático, su renuncia a comer carne de cerdo, prohibida por la ley de Moisés, sería una muestra de intolerancia o fanatismo. El Evangelio de san Lucas nos presenta una discusión entre los saduceos y el Señor Jesús. Aquellos agudizan la gravedad del caso, presentando a una mujer que enviudó siete veces, con la pretensión de negar la racionalidad de la fe en la resurrección. El debate queda zanjado cuando el Señor abre a los lectores a la otra dimensión, la de la plenitud de la vida, donde estarán superadas todas las carencias y no habrá lugar para el matrimonio ni para otro tipo de instituciones que remedian nuestra fragilidad humana.


ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 87, 3

Que llegue hasta ti mi súplica, Señor, inclina tu oído a mi clamor.


GLORIA

Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.


ORACIÓN COLECTA

Dios omnipotente y misericordioso, aparta de nosotros todos los males, para que, con el alma y el cuerpo bien dispuestos, podamos con libertad de espíritu cumplir lo que es de tu agrado. Por nuestro Señor Jesucristo...


LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

El rey del universo nos resucitará para una vida eterna.

Del segundo libro de los Macabeos: 7, 1-2. 9-14

En aquellos días, arrestaron a siete hermanos junto con su madre. El rey Antíoco Epífanes los hizo azotar para obligarlos a comer carne de puerco, prohibida por la ley. Uno de ellos, hablando en nombre de todos, dijo: "¿Qué quieres saber de nosotros? Estamos dispuestos a morir antes que quebrantar la ley de nuestros padres".
El rey se enfureció y lo mandó matar. Cuando el segundo de ellos estaba para morir, le dijo al rey: "Asesino, tú nos arrancas la vida presente, pero el rey del universo nos resucitará a una vida eterna, puesto que morimos por fidelidad a sus leyes".
Después comenzaron a burlarse del tercero. Presentó la lengua como se lo exigieron, extendió las manos con firmeza y declaró confiadamente: "De Dios recibí estos miembros y por amor a su ley los desprecio, y de él espero recobrarlos".
El rey y sus acompañantes quedaron impresionados por el valor con que aquel muchacho despreciaba los tormentos.
Una vez muerto éste, sometieron al cuarto a torturas semejantes. Estando ya para expirar, dijo: "Vale la pena morir a manos de los hombres, cuando se tiene la firme esperanza de que Dios nos resucitará. Tú, en cambio, no resucitarás para la vida".
Palabra de Dios. T. Te alabamos, Señor.


SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 16, 1.5-6. 8b.15

R/. Al despertar, Señor, contemplaré tu rostro.

Señor, hazme justicia y a mi clamor atiende; presta oído a mi súplica, pues mis labios no mienten. R/.

Mis pies en tus caminos se mantuvieron firmes, no tembló mi pisada. A ti mi voz elevo, pues sé que me respondes. Atiéndeme, Dios mío, y escucha mis palabras. R/.

Protégeme, Señor, como a las niñas de tus ojos, bajo la sombra de tus alas escóndeme, pues yo, por serte fiel, contemplaré tu rostro y al despertarme, espero saciarme de tu vista. R/.


SEGUNDA LECTURA

Que el Señor disponga los corazones de ustedes para toda clase de obras buenas y de buenas palabras.

De la segunda carta del apóstol san Pablo a los tesalonicenses: 2,16-3, 5

Hermanos: Que el mismo Señor nuestro, Jesucristo, y nuestro Padre Dios, que nos ha amado y nos ha dado gratuitamente un consuelo eterno y una feliz esperanza, conforten los corazones de ustedes y los dispongan a toda clase de obras buenas y de buenas palabras.
Por lo demás, hermanos, oren por nosotros para que la palabra del Señor se propague con rapidez y sea recibida con honor, como aconteció entre ustedes. Oren también para que Dios nos libre de los hombres perversos y malvados que nos acosan, porque no todos aceptan la fe.
Pero el Señor, que es fiel, les dará fuerza a ustedes y los librará del maligno. Tengo confianza en el Señor de que ya hacen ustedes y continuarán haciendo cuanto les he mandado. Que el Señor dirija su corazón para que amen a Dios y esperen pacientemente la venida de Cristo. Palabra de Dios. T. Te alabamos, Señor.


ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Ap 1, 5. 6
R/. Aleluya, aleluya.

Jesucristo es el primogénito de entre los muertos; a él sea dada la gloria y el poder por siempre. R/.


EVANGELIO

Dios no es Dios de muertos, sino de vivos.

Del santo Evangelio según san Lucas: 20, 27-38

En aquel tiempo, se acercaron a Jesús algunos saduceos. Como los saduceos niegan la resurrección de los muertos, le preguntaron: "Maestro, Moisés nos dejó escrito que si alguno tiene un hermano casado que muere sin haber tenido hijos, se case con la viuda para dar descendencia a su hermano. Hubo una vez siete hermanos, el mayor de los cuales se casó y murió sin dejar hijos. El segundo, el tercero y los demás, hasta el séptimo, tomaron por esposa a la viuda y todos murieron sin dejar sucesión. Por fin murió también la viuda. Ahora bien, cuando llegue la resurrección, ¿de cuál de ellos será esposa la mujer, pues los siete estuvieron casados con ella?".
Jesús les dijo: "En esta vida, hombres y mujeres se casan, pero en la vida futura, los que sean juzgados dignos de ella y de la resurrección de los muertos, no se casarán ni podrán ya morir, porque serán como los ángeles e hijos de Dios, pues él los habrá resucitado.
Y que los muertos resucitan, el mismo Moisés lo indica en el episodio de la zarza, cuando llama al Señor, Dios de Abraham, Dios de Isaac, Dios de Jacob. Porque Dios no es Dios de muertos, sino de vivos, pues para él todos viven".
Palabra del Señor. T. Gloria a ti, Señor Jesús.


PROFESIÓN DE FE

CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO

Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.


PLEGARIA UNIVERSAL

Oremos, hermanos, por todos los hombres y por sus necesidades, para que nunca falte a nadie la ayuda de nuestra caridad y digamos confiadamente: Te rogamos, Señor. (R/. Te rogamos, Señor.)

Para que la Iglesia viva en paz, crezca constantemente, se extienda por todo el mundo y persevere con alegría en la presencia del Señor, confortada por el Espíritu Santo, roguemos al Señor.

Para que el Señor conceda a los que gobiernan el espíritu de sabiduría y de prudencia, a fin de que rijan a sus pueblos pensando en la paz común y en el bien y la prosperidad de sus súbditos, roguemos al Señor.

Para que Dios Padre libere al mundo de toda falsedad, hambre y miseria, y auxilie a los perseguidos, a los encarcelados y a los que son tratados injustamente, roguemos al Señor.

Para que todos nosotros realicemos nuestro trabajo con espíritu cristiano y consigamos frutos abundantes por nuestras obras, roguemos al Señor.

Señor Dios, dueño supremo de la vida y autor de la resurrección, delante del cual hasta los muertos viven, escucha nuestras oraciones y haz que la palabra de tu Hijo, sembrada en nuestros corazones, germine y dé fruto abundante y que todos seamos confirmados en la esperanza de la resurrección y la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Señor, mira con bondad este sacrificio, y concédenos alcanzar los frutos de la pasión de tu Hijo, que ahora celebramos sacramentalmente. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.


PREFACIO

El Misterio Pascual y el Pueblo de Dios

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación darte gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo Señor nuestro. Quien, por su Misterio Pascual, realizó la obra maravillosa de llamamos de la esclavitud del pecado y de la muerte al honor de ser estirpe elegida, sacerdocio real, nación consagrada, pueblo de tu propiedad, para que, trasladados por ti de las tinieblas a tu luz admirable, proclamemos ante el mundo tus maravillas. Por eso con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo.


ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 22, 1-2

El Señor es mi pastor, nada me falta; en verdes praderas me hace recostar; me conduce hacia fuentes tranquilas.


ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Alimentados con estos sagrados dones, te damos gracias, Señor, e imploramos tu misericordia, para que, por la efusión de tu Espíritu, cuya eficacia celestial recibimos, nos concedas perseverar en la gracia de la verdad. Por Jesucristo, nuestro Señor.



UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.-Las recientes mediciones sobre las creencias y prácticas de los mexicanos señalan que un 56% no cree que haya vida después de la muerte, aunque por otro parte, el 86% de los mismos, afirme profesar alguna religión. Pareciera una forma de creer selectiva, que no asume el paquete completo de la fe cristiana. Las personas encuentran cada vez más difícil abrirse a la trascendencia porque están inmersas en una cultura de la inmediatez, donde existe una gran presión social para alcanzar el éxito en el menor tiempo posible. En lugar de que exista apertura ante el principio esperanza, es decir, ante la convicción de que es necesario sacrificarse, cuidar el mundo, para que las futuras generaciones vivan mejor, parece que prevalece la visión "yoloísta" (de las siglas en Inglés YOLO, you only live once, es decir, que sólo se vive una vez) y que por tanto, no es razonable desperdiciar ninguna ocasión para alcanzar el máximo disfrute. Quien está abierto a la plenitud de la vida, no tiene por qué apresurarse en buscar el gozo a costa de la dignidad propia o ajena.