jueves, 24 de septiembre de 2015

DOMINGO XXVI DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo B Domingo 27 de septiembre 2015



DOMINGO XXVI DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo B

Domingo 27 de septiembre 2015


EL QUE NO ESTÁ CONTRA NOSOTROS...


La escena inicial de este pasaje evangélico exhibe el talante provinciano de los discípulos, que pretendían apropiarse de la persona de Jesús. El Señor paró en seco sus intenciones de adueñarse de su vida y su proyecto. Su argumentación era impecable al mostrar que el verdadero vínculo no es el de la adhesión verbal, sino el de la imitación y el seguimiento. Quienes viven como Jesús, pertenecen a la familia de Jesús. Un incidente similar nos refiere el libro de los Números, al mostrarnos la estrechez y el legalismo de Josué que pretende imponerse a Moisés. El amigo de Dios no se dejó arrinconar por su auxiliar, al contrario, reafirmó su visión amplia: todo el pueblo del Señor debería recibir su espíritu a fin de profetizar.


ANTÍFONA DE ENTRADA Dn 3, 31. 29. 30. 43. 42

Todo lo que hiciste con nosotros, Señor, es verdaderamente justo, porque hemos pecado contra ti y hemos desobedecido tus mandatos; pero haz honor a tu nombre y trátanos conforme a tu inmensa misericordia.


ORACIÓN COLECTA

Señor Dios, que manifiestas tu poder de una manera admirable sobre todo cuando perdonas y ejerces tu misericordia, multiplica tu gracia sobre nosotros, para que, apresurándonos hacia lo que nos prometes, nos hagas partícipes de los bienes celestiales. Por nuestro Señor Jesucristo...


LITURGIA DE LA PALABRA


PRIMERA LECTURA

La primera lectura nos narra la respuesta de Moisés a Josué cuando le informa que algunos ancianos, profetizaban sin autoridad. La respuesta es abierta. “Ojalá todos fueran profetas”

Del libro de los Números: 11, 25-29

En aquellos días, el Señor descendió de la nube y habló con Moisés. Tomó del espíritu que reposaba sobre Moisés y se lo dio a los setenta ancianos. Cuando el espíritu se posó sobre ellos, se pusieron a profetizar.
Se habían quedado en el campamento dos hombres: uno llamado Eldad y otro, Medad. También sobre ellos se posó el espíritu, pues aunque no habían ido a la reunión, eran de los elegidos y ambos comenzaron a profetizar en el campamento.
Un muchacho corrió a contarle a Moisés que Eldad y Medad estaban profetizando en el campamento. Entonces Josué, hijo de Nun, que desde muy joven era ayudante de Moisés, le dijo: "Señor mío, prohíbeselo". Pero Moisés le respondió: "¿Crees que voy a ponerme celoso? Ojalá que todo el pueblo de Dios fuera profeta y descendiera sobre todos ellos el espíritu del Señor".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.


SALMO RESPONSORIAL

Del salmo 18, 8. 10. 12-13.14
R/ Los mandamientos del Señor alegran el corazón.

La ley del Señor es perfecta del todo y reconforta el alma; inmutables son las palabras del Señor y hacen sabio al sencillo. R/.

La voluntad de Dios es santa y para siempre estable; los mandamientos del Señor son verdaderos y enteramente justos. R/.

Aunque tu servidor se esmera en cumplir tus preceptos con cuidado, ¿quién no falta, Señor, sin advertirlo? Perdona mis errores ignorados. R/.

Presérvame, Señor, de la soberbia, no dejes que el orgullo me domine; así, del gran pecado tu servidor podrá encontrarse libre. R/.


SEGUNDA LECTURA

La carta de Santiago describe la situación de llanto de quienes se corrompieron por las riquezas manifestando actitudes de injusticia contra el salario y los más débiles.

De la carta del apóstol Santiago: 5, 1-6

Lloren y laméntense, ustedes, los ricos, por las desgracias que les esperan. Sus riquezas se han corrompido; la polilla se ha comido sus vestidos; enmohecidos están su oro y su plata, y ese moho será una prueba contra ustedes y consumirá sus carnes, como el fuego. Con esto ustedes han atesorado un castigo para los últimos días.
El salario que ustedes han defraudado a los trabajadores que segaron sus campos está clamando contra ustedes; sus gritos han llegado hasta el oído del Señor de los ejércitos. Han vivido ustedes en este mundo entregados al lujo y al placer, engordando como reses para el día de la matanza. Han condenado a los inocentes y los han matado, porque no podían defenderse.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.


ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO
Cfr. Jn 17, 17

R/. Aleluya, aleluya.
Tu palabra, Señor, es la verdad; santifícanos en la verdad. R/.


EVANGELIO

El Evangelio recoge enseñanzas de Jesús a propósito de la envidia de los discípulos que prohíben evangelizar; “porque no es de los nuestros”. Jesús les pide sentido común.

Del santo Evangelio según san Marcos: 9, 38-43. 45. 47-48

En aquel tiempo, Juan le dijo a Jesús: "Hemos visto a uno que expulsaba a los demonios en tu nombre, y como no es de los nuestros, se lo prohibimos". Pero Jesús le respondió: "No se lo prohíban, porque no hay ninguno que haga milagros en mi nombre, que luego sea capaz de hablar mal de mí. Todo aquel que no está contra nosotros, está a nuestro favor. Todo aquel que les dé a beber un vaso de agua por el hecho de que son de Cristo, les aseguro que no se quedará sin recompensa.
Al que sea ocasión de pecado para esta gente sencilla que cree en mí, más le valdría que le pusieran al cuello una de esas enormes piedras de molino y lo arrojaran al mar. Si tu mano te es ocasión de pecado, córtatela; pues más te vale entrar manco en la vida eterna, que ir con tus dos manos al lugar de castigo, al fuego que no se apaga. Y si tu pie te es ocasión de pecado, córtatelo; pues más te vale entrar cojo en la vida eterna, que con tus dos pies ser arrojado al lugar de castigo. Y si tu ojo te es ocasión de pecado, sácatelo; pues más te vale entrar tuerto en el Reino de Dios, que ser arrojado con tus dos ojos al lugar de castigo, donde el gusano no muere y el fuego no se apaga".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


PROFESIÓN DE FE

CREDO NICENO CONSTANTINOPOLITANO

Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén.


PLEGARIA UNIVERSAL

Oremos, hermanos, por todos los hombres y por todas sus necesidades, para que a nadie falte nunca la ayuda de nuestra caridad y digamos: Te rogamos, Señor. (R/. Te rogamos, Señor.)

Para que el Señor vivifique su Iglesia y le conceda santos y numerosos ministros que iluminen y santifiquen a los fieles, roguemos al Señor.

Para que Dios conceda a los gobernantes el deseo de ser justos e infunda en los responsables de los pueblos el sentido de la unidad de la familia humana, roguemos al Señor.

Para que los que buscan a Dios sinceramente encuentren la verdad que desean y, habiéndola encontrado, descansen contemplándola, roguemos al Señor.

Para que el Señor perdone nuestras culpas, no permita que recaigamos en el pecado y nos libre de una muerte imprevista, roguemos al Señor.

Dios nuestro, que no privas nunca a tu pueblo de profetas que anuncien el Evangelio, derrama el Espíritu sobre la Iglesia, tu nuevo Israel, para que todos los fieles, enriquecido con tus dones, proclamen con valentía ante el mundo tus maravillas. Por Jesucristo, nuestro Señor.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Concédenos, Dios misericordioso, que nuestra ofrenda te sea aceptable y que por ella quede abierta para nosotros la fuente de toda bendición. Por Jesucristo, nuestro Señor.


PREFACIO DOMINICAL II: El misterio de la salvación

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo Señor nuestro. El cual, compadecido del extravío de los hombres, quiso nacer de la Virgen; sufriendo la cruz, nos libró de eterna muerte y, resucitando, nos dio vida eterna. Por eso, con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:

Santo, Santo, Santo...


ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 118, 49-50

Recuerda, Señor, la promesa que le hiciste a tu siervo, ella me infunde esperanza y consuelo en mi dolor.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Que este misterio celestial renueve, Señor, nuestro cuerpo y nuestro espíritu, para que seamos coherederos en la gloria de aquel cuya muerte, al anunciarla, la hemos compartido. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.



UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Las multitudes acostumbran caer en el fanatismo cuando idealizan a sus líderes, a partir de esa renuncia a la libertad y al pensamiento crítico, van derivando en actitudes sectarias y excluyentes. Los bandos, los partidos y las agrupaciones cerradas desgastan a las instituciones. La actitud verdaderamente comunitaria e incluyente es difícil de mantener. El sentido de pertenencia a distintos colectivos y agrupaciones es una actitud que favorece la consolidación de la tolerancia, el respeto y la vida democrática. Todos esos valores no se oponen al verdadero espíritu cristiano. Quienes confesamos a un Padre común, afirmamos nuestra voluntad de comunión con los semejantes y los diferentes. Toda persona, más allá de sus particularidades, goza de una dignidad infinita que no podemos menospreciar, sino promover y defender. El que no está contra nosotros está a favor nuestro.

jueves, 17 de septiembre de 2015

DOMINGO XXV DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo B Domingo 20 de septiembre 2015



DOMINGO XXV DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo B
Domingo 20 de septiembre 2015


DICE QUE HAY QUIEN MIRA POR ÉL


El linchamiento verbal que planean los malvados en contra del justo se ha repetido numerosas veces en la historia humana. Quienes organizan su vida conforme a unos principios éticos resultan personas congruentes, que incomodan a los pragmáticos, que solo cuidan de sus propios intereses, pasando por encima del interés ajeno. Lo que afirma el autor del libro de la Sabiduría de forma genérica, se convirtió en historia de vida en la persona de Jesús. Los dirigentes judíos se hartaron de la libertad con que Jesús interpretaba la ley de Moisés, referente primario para los justos en Israel; cuando además comenzó a cuestionar la viabilidad de los sacrificios y todos rituales cumplidos en el templo de Jerusalén, lo condenaron a muerte. Afortunadamente el Padre miraba por Él y lo rescató de la tumba.


ANTÍFONA DE ENTRADA

Yo soy la salvación de mi pueblo, dice el Señor. Los escucharé cuando me llamen en cualquier tribulación, y siempre seré su Dios.


ORACIÓN COLECTA

Señor Dios, que has hecho del amor a ti y a los hermanos la plenitud de todo lo mandado en tu santa ley, concédenos que, cumpliendo tus mandamientos, merezcamos llegar a la vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo...


LITURGIA DE LA PALABRA


PRIMERA LECTURA

Condenemos al justo a una muerte ignominiosa.

Del libro de la Sabiduría 2, 12. 17-20

Los malvados dijeron entre sí: "Tendamos una trampa al justo, porque nos molesta y se opone a lo que hacemos; nos echa en cara nuestras violaciones a la ley, nos reprende las faltas contra los principios en que fuimos educados.
Veamos si es cierto lo que dice, vamos a ver qué le pasa en su muerte. Si el justo es hijo de Dios, Él lo ayudará y lo librará de las manos de sus enemigos. Sometámoslo a la humillación y a la tortura, para conocer su temple y su valor. Condenémoslo a una muerte ignominiosa, porque dice que hay quien mire por él".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.


SALMO RESPONSORIAL

Del salmo 53, 3-4. 5. 6. 8
R/. El Señor es quien me ayuda.

Sálvame, Dios mío, por tu nombre; con tu poder defiéndeme. Escucha, Señor, mi oración y a mis palabras atiende. R/.

Gente arrogante y violenta contra mí se ha levantado. Andan queriendo matarme. ¡Dios los tiene sin cuidado! R/.

Pero el Señor Dios es mi ayuda, Él, quien me mantiene vivo. Por eso te ofreceré con agrado un sacrificio, y te agradeceré, Señor, tu inmensa bondad conmigo. R/.


SEGUNDA LECTURA

Los pacíficos siembran la paz y cosechan frutos de justicia.

De la carta del apóstol Santiago: 3,16-4, 3

Hermanos míos: Donde hay envidias y rivalidades, ahí hay desorden y toda clase de obras malas. Pero los que tienen la sabiduría que viene de Dios son puros, ante todo. Además, son amantes de la paz, comprensivos, dóciles, están llenos de misericordia y buenos frutos, son imparciales y sinceros. Los pacíficos siembran la paz y cosechan frutos de justicia.
¿De dónde vienen las luchas y los conflictos entre ustedes? ¿No es, acaso, de las malas pasiones, que siempre están en guerra dentro de ustedes? Ustedes codician lo que no pueden tener y acaban asesinando. Ambicionan algo que no pueden alcanzar, y entonces combaten y hacen la guerra. Y si no lo alcanzan, es porque no se lo piden a Dios. O si se lo piden y no lo reciben, es porque piden mal, para derrocharlo en placeres. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.


ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO (Cfr. 2 Tes 2, 14)
R/. Aleluya, aleluya.

Dios nos ha llamado, por medio del Evangelio, a participar de la gloria de nuestro Señor Jesucristo.
R/.


EVANGELIO

El Hijo del hombre va a ser entregado. —Si alguno quiere ser el primero, que sea el servidor de todos.

Del santo Evangelio según san Marcos: 9, 30-37

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos atravesaban Galilea, pero Él no quería que nadie lo supiera, porque iba enseñando a sus discípulos. Les decía: "El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres; le darán muerte, y tres días después de muerto, resucitará". Pero ellos no entendían aquellas palabras y tenían miedo de pedir explicaciones.
Llegaron a Cafarnaúm, y una vez en casa, les preguntó: "¿De qué discutían por el camino?" Pero ellos se quedaron callados, porque en el camino habían discutido sobre quién de ellos era el más importante. Entonces Jesús se sentó, llamó a los Doce y les dijo: "Si alguno quiere ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos".
Después, tomando a un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo: "El que reciba en mi nombre a uno de estos niños, a mí me recibe. Y el que me reciba a mí, no me recibe a mí, sino a aquel que me ha enviado". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


Credo.

CREDO NICENO CONSTANTINOPOLITANO

Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén.



PLEGARIA UNIVERSAL

Oremos, hermanos, por todos los hombres y por todas sus necesidades, para que nunca falte a nadie la ayuda de nuestro amor y digamos: Te rogamos, Señor.
(R/. Te rogamos, Señor.)

Por el santo Padre, el Papa Francisco, por nuestro obispo N., y por todos los demás obispos, por los presbíteros y diáconos; para que cuiden santamente el pueblo que tienen encomendado, roguemos al Señor.

Por los jefes de Estado y por los demás gobernantes, por los responsables del bien común y por los que tienen en sus manos las riquezas del mundo; para que fomenten la justicia, el bienestar, la paz y la libertad, roguemos al Señor.

Por los que padecen hambre u otras necesidades, por los que están enfermos o se sienten oprimidos, por los que añoran la patria o viven lejos de sus familias y de sus hogares; para que experimenten el consuelo y la fortaleza de Dios, roguemos al Señor.

Para que Dios nos conceda el gozo del Espíritu, y el perdón de los pecados, la perseverancia en la fe y en las buenas obras y la salvación eterna de nuestras almas, roguemos al Señor.

Dios nuestro, Padre de todos, que quieres que el último sea el primero y propusiste a un niño como ejemplo para los discípulos, danos la sabiduría que viene de arriba, para que acojamos la palabra de tu Hijo y entendamos que, ante tus ojos, el primero ha de ser el servidor de todos. Por Jesucristo, nuestro Señor.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Acepta benignamente, Señor, los dones de tu pueblo, para que recibamos, por este sacramento celestial, aquello mismo que el fervor de nuestra fe nos mueve a proclamar. Por Jesucristo, nuestro Señor.


PREFACIO DOMINICAL II: El misterio de la salvación

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo Señor nuestro. El cual, compadecido del extravío de los hombres, quiso nacer de la Virgen; sufriendo la cruz, nos libró de eterna muerte y, resucitando, nos dio vida eterna. Por eso, con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:

Santo, Santo, Santo...


ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 118, 4-5

Tú promulgas tus preceptos para que se observen con exactitud. Ojalá que mi conducta se ajuste siempre, al cumplimiento de tu voluntad (Sal 118, 4-5)


ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

A quienes alimentas, Señor, con tus sacramentos, confórtanos con tu incesante ayuda, para que en estos misterios recibamos el fruto de la redención y la con-versión de nuestra vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.



UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Nunca han abundando las personas de una sola pieza, san Pablo y Gandhi, Sócrates y Oscar Romero no se dan en serie. La congruencia de una persona genera un respaldo ante sus conciudadanos, de manera que estas personas se van convirtiendo en líderes que resultan amenazantes para las instituciones. Cuando éstas son dirigidas por personas insensatas que solo cuidan su poder, se lanzan en contra de los dirigentes sociales provistos de legitimidad. La situación actual del país parece estar metida en un callejón sin salida porque tanto las instituciones como los liderazgos, han resultado poco creíbles. El Evangelio presenta la declaración reveladora que Jesús hizo a sus discípulos, su liderazgo profético lo conduciría a la muerte violenta a manos de los pretendidos representantes de Dios en Israel. Jesús vivió de manera radical y eso lo condujo a la muerte, sin embargo esa muerte no fue un desperdicio, sino una entrega generosa que cambió la historia para siempre.

viernes, 11 de septiembre de 2015

DOMINGO XXIV DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo B Domingo 13 de septiembre 2015




DOMINGO XXIV DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo B
Domingo 13 de septiembre 2015


TENGO CERCA A MI DEFENSOR


Indudablemente el Señor Jesús debió afrontar un proceso de clarificación de sus propias opciones personales. La popularidad inicial y la fama creciente le acarrearon simpatías de la gente y enemistades de parte de los poderosos. Una suerte parecida corrió Juan Bautista y terminó siendo ejecutado por Herodes. El profeta de Nazaret intuyó que debía desafiar con toda intensidad a quienes tenían en sus manos el poder de decidir en Israel, por eso subió a Jerusalén, para confrontarlos y para ponerse en las manos del Padre, disponiéndose a entregar sus energías y su vida entera, si fuese necesario, para que irrumpiera con mayor determinación el reino de Dios. Experimentó temores e incomprensión de parte de sus mismos discípulos, sin embargo, los superó porque estaba cierto de que Dios sostenía y apuntalaba la forma de vivir su misión evangelizadora.


ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Si 36, 18

Concede, Señor, la paz a los que esperan en ti, y cumple así las palabras de tus profetas; escucha las plegarias de tu siervo, y de tu pueblo Israel.


ORACIÓN COLECTA

Señor Dios, creador y soberano de todas las cosas, vuelve a nosotros tus ojos y concede que te sirvamos de todo corazón, para que experimentemos los efectos de tu misericordia. Por nuestro Señor Jesucristo...


LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

Monición.- Isaías nos presenta  un discípulo fiel al Señor; con una misión concreta: instruir a los que temen al Señor. Ante las dificultades sabrá que el triunfo es de Dios.

Del libro del profeta Isaías: 50, 5-9a

En aquel entonces, dijo Isaías: "El Señor Dios me ha hecho oír sus palabras y yo no he opuesto resistencia, ni me he echado para atrás.
Ofrecí la espalda a los que me golpeaban, la mejilla a los que me tiraban de la barba. No aparté mi rostro de los insultos y salivazos.
Pero el Señor me ayuda, por eso no quedaré confundido, por eso endurecí mi rostro como roca y sé que no quedaré avergonzado. Cercano está de mí el que me hace justicia, ¿quién luchará contra mí? ¿Quién es mi adversario? ¿Quién me acusa? Que se me enfrente. El Señor es mi ayuda, ¿quién se atreverá a condenarme?"
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.


SALMO RESPONSORIAL

Del salmo 114,1-2. 3-4. 5-6. 8-9
R/. Caminaré en la presencia del Señor.

Amo al Señor porque escucha el clamor de mi plegaria, porque me prestó atención cuando mi voz lo llamaba. R/.

Redes de angustia y de muerte me alcanzaron y me ahogaban. Entonces rogué al Señor que la vida me salvara. R/.

El Señor es bueno y justo, nuestro Dios es compasivo. A mí, débil, me salvó y protege a los sencillos. R/.

Mi alma libró de la muerte; del llanto los ojos míos, y ha evitado que mis pies tropiecen por el camino. Caminaré ante el Señor por la tierra de los vivos. R/.


SEGUNDA LECTURA

Monición.- La verdadera fe, nos dice el apóstol Santiago, se traduce en un servicio efectivo a los demás. Sin este servicio, los más bellos testimonios de fe son solamente palabras vacías.

De la carta del apóstol Santiago: 2, 14-18

Hermanos míos: ¿De qué le sirve a uno decir que tiene fe, si no lo demuestra con obras? ¿Acaso podrá salvarlo esa fe?
Supongamos que algún hermano o hermana carece de ropa y del alimento necesario para el día, y que uno de ustedes le dice: "Que te vaya bien; abrígate y come", pero no le da lo necesario para el cuerpo, ¿de qué le sirve que le digan eso? Así pasa con la fe; si no se traduce en obras, está completamente muerta.
Quizá alguien podría decir: "Tú tienes fe y yo tengo obras. A ver cómo, sin obras, me demuestras tu fe; yo, en cambio, con mis obras te demostraré mi fe".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.


ACLAMACIÓN
Gál 6, 14 R/. Aleluya, aleluya.

No permita Dios que yo me gloríe en algo que no sea la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por el cual el mundo está crucificado para mí y yo para el mundo. R/.


EVANGELIO

Monición.- Jesús les hace una pregunta a sus discípulos; “¿Quién dice la gente que soy yo?” Pedro responde “Tú eres el Mesías”. San Marcos nos explica qué clase de Mesías se esperaba.

Del santo Evangelio según san Marcos: 8, 27-35

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos se dirigieron a los poblados de Cesarea de Filipo. Por el camino les hizo esta pregunta: "¿Quién dice la gente que soy yo?" Ellos le contestaron: "Algunos dicen que eres Juan el Bautista; otros, que Elías; y otros, que alguno de los profetas".
Entonces Él les preguntó: "Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?" Pedro le respondió: "Tú eres el Mesías". Y Él les ordenó que no se lo dijeran a nadie.
Luego se puso a explicarles que era necesario que el Hijo del hombre padeciera mucho, que fuera rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, que fuera entregado a la muerte y resucitara al tercer día. Todo esto lo dijo con entera claridad. Entonces Pedro se lo llevó aparte y trataba de disuadirlo. Jesús se volvió, y mirando a sus discípulos, reprendió a Pedro con estas palabras: "¡Apártate de mí, Satanás! Porque tú no juzgas según Dios, sino según los hombres".
Después llamó a la multitud y a sus discípulos, y les dijo: "El que quiera venir conmigo, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y que me siga. Pues el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


Credo
CREDO NICENO CONSTANTINOPOLITANO

Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos:
Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén.


PLEGARIA UNIVERSAL

Imploremos, hermanos, la misericordia de Dios y pidámosle que escuche las oraciones de los que hemos puesto nuestra confianza en él y digámosle: Te rogamos, Señor. (R/. Te rogamos, Señor.)

Para los obispos, los presbíteros y los diáconos pidamos al Señor una vida santa, tal como corresponde a su ministerio y el premio abundante de su trabajo, roguemos al Señor.

Para los que gobiernan las naciones y tienen bajo su poder el destino de los pueblos pidamos el don de la prudencia y el espíritu de justicia, roguemos al Señor.

Para los enfermos e impedidos pidamos al Señor la fortaleza necesaria a fin de que no se desanimen ante las dificultades y vivan alegres en la esperanza de los bienes eternos, roguemos al Señor.

Para nosotros mismos y para nuestros familiares, amigos y bienhechores pidamos al Señor que nos conserve y aumente los bienes que con tanta generosidad nos ha concedido, roguemos al Señor.

Dios nuestro, fortaleza de los pobres y auxilio de los que sufren, escucha las oraciones de tu Iglesia y danos el Espíritu Santo para que, iluminados con su luz creamos con el corazón y confesemos con las obras que Jesucristo es el Mesías y vivamos convencidos de que salvaremos nuestra vida, si tenemos el valor de perderla para anunciar el Evangelio. Por Jesucristo, nuestro Señor.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Sé propicio, Señor, a nuestras plegarias y acepta benignamente estas ofrendas de tus siervos, para que aquello que cada uno ofrece en honor de tu nombre aproveche a todos para su salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.


Prefacio para los domingos del Tiempo Ordinario.


ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 35, 8

Señor Dios, qué preciosa es tu misericordia. Por eso los hombres se acogen a la sombra de tus alas.


ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Que el efecto de este don celestial, Señor, transforme nuestro cuerpo y nuestro espíritu, para que sea su fuerza, y no nuestro sentir, lo que siempre inspire nuestras acciones. Por Jesucristo, nuestro Señor.



UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- La pregunta que Jesús dirige a los Doce no es una simple anécdota para estudiosos de la biografía de Jesús de Nazaret: "Y ustedes ¿Quién dicen que soy yo?" Antes que eso, conviene afrontarla como una cuestión personalísima como la que se plantean entre sí los que se aman. El centro de la vida cristiana es la relación de fe entre el bautizado y el Señor Jesucristo. De esa experiencia de encuentro brotan todas las dimensiones de la vida cristiana: celebraciones, actitudes éticas, compromisos sociopolíticos, etc. Lo señaló atinadamente Benedicto XVI cuando escribió: "no se comienza a ser cristiano por una decisión ética o por una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida". Es claro que no se trata de otro encuentro sino del que cada cristiano ha de vivir en un momento de su vida con Cristo Jesús.

sábado, 5 de septiembre de 2015

DOMINGO XXIII DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo B Domingo 6 de septiembre 2015



DOMINGO XXIII DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo B
Domingo 6 de septiembre 2015


MIREN A SU DIOS QUE TRAE EL DESQUITE

Las esperanzadoras profecías de Isaías mantuvieron expectantes a varias generaciones de israelitas, que no se dejaron arrancar su firme confianza en Dios. Las decisiones equivocadas de los reyes de Israel se tradujeron en largos periodos de sometimiento a los reyes asirios, a quienes debieron pagar tributos cuantiosos. Cuando la gente era despojada del fruto de su trabajo, sobrevenían las enfermedades de la pobreza: ceguera, parálisis y otros males. La fe y la confianza en Dios no puede agotarse en la resolución de asuntos cultuales, también tiene que incentivar a las personas a que mejoren sus condiciones de vida. La esperanza, tanto tiempo pos-puesta, no podía quedar en el olvido. Los enfermos y afligidos por diversas dolencias se llenaron de alegría cuando advirtieron que Jesús estaba cambiando la suerte de muchos galileos.


ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 118, 137. 124

Eres justo, Señor, y rectos son tus mandamientos; muéstrate bondadoso con tu siervo.


ORACIÓN COLECTA

Señor, Dios, de quien nos viene la redención y a quien debemos la filiación adoptiva, protege con bondad a los hijos que tanto amas, para que todos los que creemos en Cristo obtengamos la verdadera libertad y la herencia eterna. Por nuestro Señor Jesucristo...


LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

Se iluminarán los ojos de los ciegos y los oídos de los sordos se abrirán.

Del libro del profeta Isaías: 35, 4-7

Esto dice el Señor: "Digan a los de corazón apocado: ‘¡Ánimo! No teman. He aquí que su Dios, vengador y justiciero, viene ya para salvarlos'.
Se iluminarán entonces los ojos de los ciegos y los oídos de los sordos se abrirán. Saltará como un venado el cojo y la lengua del mudo cantará.
Brotarán aguas en el desierto y correrán torrentes en la estepa. El páramo se convertirá en estanque y la tierra seca, en manantial".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.


SALMO RESPONSORIAL

Del salmo 145, 6c-7. 8-9bc-10
R/. Alaba, alma mía, al Señor.

El Señor siempre es fiel a su palabra, y es quien hace justicia al oprimido; Él proporciona pan a los hambrientos y libera al cautivo. R/.

Abre el Señor los ojos de los ciegos y alivia al agobiado. Ama el Señor al hombre justo y toma al forastero a su cuidado. R/.

A la viuda y al huérfano sustenta y trastorna los planes del inicuo. Reina el Señor eternamente, reina tu Dios, oh Sión, reina por siglos. R/.


SEGUNDA LECTURA

Dios ha elegido a los pobres del mundo para hacerlos herederos del Reino.

De la carta del apóstol Santiago: 2, 1-5

Hermanos: Puesto que ustedes tienen fe en nuestro Señor Jesucristo glorificado, no tengan favoritismos. Supongamos que entran al mismo tiempo en su reunión un hombre con un anillo de oro, lujosamente vestido, y un pobre andrajoso, y que fijan ustedes la mirada en el que lleva el traje elegante y le dicen: "Tú, siéntate aquí, cómodamente". En cambio, le dicen al pobre: "Tú, párate allá o siéntate aquí en el suelo, a mis pies". ¿No es esto tener favoritismos y juzgar con criterios torcidos?
Queridos hermanos, ¿acaso no ha elegido Dios a los pobres de este mundo para hacerlos ricos en la fe y herederos del Reino que prometió a los que lo aman? Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.


ACLAMACIÓN Cfr. Mt 4, 23
R/. Aleluya, aleluya.

Jesús predicaba el Evangelio del Reino y curaba las enfermedades y dolencias del pueblo. R/.


EVANGELIO

Hace oír a los sordos y hablar a los mudos.

Del santo Evangelio según san Marcos: 7, 31-37

En aquel tiempo, salió Jesús de la región de Tiro y vino de nuevo, por Sidón, al mar de Galilea, atravesando la región de Decápalas. Le llevaron entonces a un hombre sordo y tartamudo, y le suplicaban que le impusiera las manos. Él lo apartó a un lado de la gente, le metió los dedos en los oídos y le tocó la lengua con saliva. Después, mirando al cielo, suspiró y le dijo: "¡Effetá!" (que quiere decir "¡Ábrete!"). Al momento se le abrieron los oídos, se le soltó la traba de la lengua y empezó a hablar sin dificultad.
Él les mandó que no lo dijeran a nadie; pero cuanto más se lo mandaba, ellos con más insistencia lo proclamaban; y todos estaban asombrados y decían: "¡Qué bien lo hace todo! Hace oír a los sordos y hablar a los mudos". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


Credo


PLEGARIA UNIVERSAL

Pidamos, hermanos, al Señor que escuche nuestras plegarias y atienda a nuestras peticiones. Digamos: Te rogamos, Señor. (R/. Te rogamos, Señor)

Por la santa Iglesia de Dios, para que el Señor le conceda la paz y la unidad, la guarde de todo mal y acreciente el número de sus hijos, roguemos al Señor.

Por la paz del mundo, para que cesen las rivalidades entre las naciones, renazca en el corazón de los hombres el amor y arraigue entre todos los pueblos la mutua comprensión, roguemos al señor.

Para que Dios, Padre todopoderoso, purifique al mundo de todo error, devuelva la salud a los enfermos, aleje el hambre, abra las prisiones injustas y conceda el regreso a los que añoran la patria, roguemos al Señor.

Para que el Señor nos conceda perseverar en la fe hasta el fin de nuestra vida y, después de la muerte, nos admite en el reino de la felicidad, de la luz y de la paz, roguemos al Señor.

Tú, Señor, que has elegido a los pobres del mundo para hacerlos ricos en la fe y herederos de tu reino, escucha nuestras oraciones y ayúdanos a proclamar con valentía tu Evangelio, para que los oídos de los sordos se abran, los cobardes de corazón recobren ánimos y las lenguas de los mudos canten con nosotros la salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Señor Dios, fuente de toda devoción sincera y de la paz, concédenos honrar de tal manera, con estos dones, tu majestad, que, al participar en estos santos misterios, todos quedemos unidos en un mismo sentir. Por Jesucristo, nuestro Señor.


Prefacio para los domingos del Tiempo Ordinario.


ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 41, 2-3

Como la cierva busca el agua de las fuentes, así, sedienta, mi alma te busca a ti, Dios mío. Mi alma tiene sed del Dios vivo.


ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Concede, Señor, a tus fieles, a quienes alimentas y vivificas con tu palabra y el sacramento del cielo, aprovechar de tal manera tan grandes dones de tu Hijo amado, que merezcamos ser siempre partícipes de su vida. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.



UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- La esperanza es lo último que una comunidad debe dejarse arrebatar. La esperanza sin embargo, se acorta cuando se enfrenta con la sordera y la necedad de quienes dicen servir al interés general y no lo hacen. La crisis de confianza que enfrentan instituciones civiles y religiosas es patente. A pesar de lo anterior, las personas, tanto las que viven una religiosidad tradicional como las que han renovado su vida de fe conforme a los signos de los tiempos, mantienen su confianza en el Dios que camina y sostiene las luchas y legítimos anhelos de la humanidad. Quienes saben deletrear la presencia misteriosa de Dios en la vida y en la historia, tienen una responsabilidad intransferible: mantener viva la confianza en el Dios compasivo y documentar la esperanza, comprometiéndose generosamente en obras e iniciativas que aumenten las oportunidades de vida digna para todos.