miércoles, 27 de octubre de 2021

DOMINGO XXXI DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo B Domingo 31 de octubre 2021



 
CUANDO LAS LEYES NO SON UNA FUENTE DE VIDA
Deut 6, 2-6; Sal 17; Heb 7, 23-28; Mc 12,28-34
 
Moisés se dirige al pueblo para transmitir las leyes que el Señor manda e insiste en que la guarda de estos preceptos y normas son garantía de larga vida en la tierra que el Señor les va a dar. Son una fuente de fuerza y energía. Pero en el Evangelio de hoy, vemos que las leyes no son más un manantial de vida. Al contrario, han llegado a ser causa de confusión y de muerte espiritual. El fundamentalismo religioso de los fariseos y los letrados ha trastornado estas leyes, multiplicándolas en aproximadamente 630, es decir, un gran número de leyes. Uno de los letrados, sinceramente confundido, pregunta a Jesús por el mandamiento principal. Jesús, basándose en las Escrituras, ofrece una interpretación refrescante: todos los mandamientos pueden resumirse en uno con dos facetas, el amor a Dios y el amor al prójimo.
 
 
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 37, 22-23
 
No me abandones, Señor, Dios mío, no te alejes de mí. Ven de prisa a socorrerme, Señor mío, mi salvador.
 
 
GLORIA.
 
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
 
 
ORACIÓN COLECTA
 
Dios omnipotente y misericordioso, a cuya gracia se debe el que tus fieles puedan servirte digna y laudablemente, concédenos caminar sin tropiezos hacia los bienes que nos tienes prometidos. Por nuestro Señor Jesucristo ...
 
 
LITURGIA DE LA PALABRA
 
PRIMERA LECTURA
 
Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón.
 
Del libro del Deuteronomio: 6, 2-6
 
En aquellos días, habló Moisés al pueblo y le dijo: "Teme al Señor, tu Dios, y guarda todos sus preceptos y mandatos que yo te transmito hoy, a ti, a tus hijos y a los hijos de tus hijos. Cúmplelos siempre y así prolongarás tu vida. Escucha, pues, Israel: guárdalos y ponlos en práctica, para que seas feliz y te multipliques.
Así serás feliz, como ha dicho el Señor, el Dios de tus padres, y te multiplicarás en una tierra que mana leche y miel.
Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es el único Señor; amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas. Graba en tu corazón los mandamientos que hoy te he transmitido". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
 
SALMO RESPONSORIAL
 
Del salmo 17, 2-3a. 3bc4. 47 y 51ab.
R/. Yo te amo, Señor, tú eres mi fuerza.
 
Yo te amo. Señor, tú eres mi fuerza, el Dios que me protege y me libera. R/.
 
Tú eres mi refugio, mi salvación, mi escudo, mi castillo. Cuando invoqué al Señor de mi esperanza, al punto me libró de mi enemigo. R/.
 
Bendito seas, Señor, "que me proteges; que tú, mi salvador, seas bendecido. Tú concediste al rey grandes victorias y mostraste tu amor a tu elegido. R/.
 
 
SEGUNDA LECTURA
 
Jesús tiene un sacerdocio eterno, porque él permanece para siempre.
 
De la carta a los hebreos: 7, 23-28
 
Hermanos: Durante la antigua alianza hubo muchos sacerdotes, porque la muerte les impedía permanecer en su oficio. En cambio, Jesucristo tiene un sacerdocio eterno, porque él permanece para siempre. De ahí que sea capaz de salvar, para siempre, a los que por su medio se acercan a Dios, ya que vive eternamente para interceder por nosotros.
Ciertamente que un sumo sacerdote como éste era el que nos convenía: santo, inocente, inmaculado, separado de los pecadores y elevado por encima de los cielos; que no necesita, como los demás sacerdotes, ofrecer diariamente víctimas, primero por sus pecados y después por los del pueblo, porque esto lo hizo de una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo. Porque los sacerdotes constituidos por la leyeran hombres llenos de fragilidades; pero el sacerdote constituido por las palabras del juramento posterior a la ley, es el Hijo eternamente perfecto. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
 
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 14, 23
R/. Aleluya, aleluya.
 
El que me ama cumplirá mi palabra y mi Padre lo amará y haremos en él nuestra morada, dice el Señor. R/.
 
 
EVANGELIO
 
Amarás al Señor tu Dios. Amarás a tu prójimo.
 
Del santo Evangelio según san Marcos: 12, 28-34
 
En aquel tiempo, uno de los escribas se acercó a Jesús y le preguntó: "¿Cuál es el primero de todos los mandamientos?". Jesús le respondió: "El primero es: Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es el único Señor; amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. El segundo es éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay ningún mandamiento mayor que éstos".
El escriba replicó: "Muy bien, Maestro. Tienes razón, cuando dices que el Señor es único y que no hay otro fuera de él, y que, amado con todo el corazón, con toda el alma, con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo, vale más que todos los holocaustos y sacrificios".
Jesús, viendo que había hablado muy sensatamente, le dijo: "No estás lejos del Reino de Dios". Y ya nadie se atrevió a hacerle más preguntas.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
 
 
PROFESIÓN DE FE
 
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
 
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
 
 
PLEGARIA UNIVERSAL
 
Pidamos, hermanos, al Señor que escuche nuestras oraciones y nos conceda el auxilio que necesitamos: Después de cada petición diremos: Escúchanos, Padre y aumenta nuestra fe. (R/. Escúchanos Padre, y aumenta nuestra fe).
 
Para que Dios derrame en su Iglesia el Espíritu de piedad y fortaleza, que suscite numerosos y dignos ministros del altar y testigos celosos y humildes del Evangelio, roguemos al Señor.
 
Para que Dios infunda en el corazón de los gobernantes la voluntad de promover el bien de sus súbditos, a fin de que todos puedan desarrollarse debidamente y reinen en el mundo la justicia y la igualdad, roguemos al Señor.
 
Para que el Señor fortalezca a los moribundos que luchan en su último combate, los libre de las tentaciones y no permita que nosotros, al llegar la hora de abandonar este mundo, caigamos en manos del enemigo, roguemos al Señor.
 
Para que Dios conceda a nuestros familiares y amigos el perdón de sus pecados, una vida próspera y el don de la caridad, roguemos al Señor.
 
Padre santo, Dios nuestro, el único que eres Señor, concédenos la gracia de estar siempre atentos, para que nuestro corazón, nuestra alma, nuestra mente y nuestro ser se rindan plenamente a tu palabra, el Evangelio de tu Hijo, el único sacerdote para siempre que puede salvar definitivamente a los que por medio de él se acercan a ti.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
 
Señor, que este sacrificio sea para ti una ofrenda pura, y nos obtenga la plenitud de tu misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
PREFACIO
 
Nuestra Humanidad salvada por la humanidad de Cristo
 
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios poderoso y eterno. Porque reconocemos como la obra de tu poder admirable no sólo haber socorrido nuestra débil naturaleza con la fuerza de tu divinidad, sino también el haber previsto el remedio de nuestra misma naturaleza mortal, y así con lo que fue la causa de nuestra ruina, con eso mismo nos diste la salvación, por Cristo, Señor nuestro. Por Él, los ángeles cantan con júbilo eterno y nosotros nos unimos a sus voces, cantando humildemente tu alabanza
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.
 
 
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 15, 11
 
Me has enseñado el sendero de la vida, me saciarás de gozo en tu presencia.
 
 
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
 
Te rogamos, Señor, que aumente en nosotros la acción de tu poder y que, alimentados con estos sacramentos celestiales, tu favor nos disponga para alcanzar las promesas que contienen. Por Jesucristo, nuestro Señor. 

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20211031

 La creación de las leyes en una sociedad moderna es una tarea de grandísima importancia. Las legislaturas y otras instancias civiles encargadas de formularlas tienen la responsabilidad solemne de proponer leyes buenas. Pero los intérpretes de estas leyes también tienen una responsabilidad inmensa. Los tribunales, los jueces, los expertos y los abogados deben interpretarlas de una manera clara, equitativa y enfocada a ayudar al desarrollo de una sociedad justa. Tal vez hay muchas tentaciones de interpretar la ley para que ayude sólo a los intereses de una minoría poderosa y rica, o de trastornarla de acuerdo con una u otra ideología, o de seguir de otras formas el ejemplo de los fariseos y letrados del Evangelio de hoy. Tratar así la ley equivale a hacer de ella una herramienta de opresión mortífera, en lugar de una fuente de vida.

viernes, 22 de octubre de 2021

DOMINGO XXX DEL TIEMPO ORDINARIO O DOMINGO MUNDIAL DE LAS MISIONES Domingo 24 de octubre 2021

 



UN MILAGRO QUE ES MÁS QUE UN MILAGRO
Jer 31, 7-9; Sal 125; Heb 5,1-6; Mc 10,46-52
 
La sanación del ciego es el último milagro de Jesús en el Evangelio de Marcos. Ante el grito de alguien que es ciego, mendigo, ubicado al borde del camino, que pide misericordia y grita y al que todos quieren silenciar, Jesús se detiene y lo manda llamar. No impone nada. Al contrario, hace una pregunta: "¿Qué quieres que haga por ti?" (v. 51). El ciego contesta claramente y es sanado. Pero no es todo. Abandona su manto y deja tras de sí una "vieja vida" para asumir una nueva detrás de Jesús. Este Evangelio es más que un relato de un milagro, no sólo porque Marcos nomina al sanado Bartimeo (una práctica excepcional para este evangelista), sino también porque toma un gran esfuerzo para mostrar que Bartimeo sigue a Jesús en su camino. Estamos delante de un relato de vocación.
 
 
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 104, 3-4
 
Alégrese el corazón de los que buscan al Señor. Busquen al Señor y serán fuertes; busquen su rostro sin descanso.
 
 
GLORIA
 
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
 
 
ORACIÓN COLECTA
 
Dios todopoderoso y eterno, aumenta en nosotros la fe, la esperanza y la caridad, y para que merezcamos alcanzar lo que nos prometes, concédenos amar lo que nos mandas. Por nuestro Señor Jesucristo ...
 
 
LITURGIA DE LA PALABRA
 
PRIMERA LECTURA
 
Vienen a mí llorando, pero yo los consolaré y los guiaré.
 
Del libro del profeta Jeremías: 31, 7-9
 
Esto dice el Señor: "Griten de alegría por Jacob, regocíjense por el mejor de los pueblos; proclamen, alaben y digan: 'El Señor ha salvado a su pueblo, al grupo de los sobrevivientes de Israel'.
He aquí que yo los hago volver del país del norte y los congrego desde los confines de la tierra. Entre ellos vienen el ciego y el cojo, la mujer encinta y la que acaba de dará luz.
Retorna una gran multitud; vienen llorando, pero yo los consolaré y los guiaré; los llevaré a torrentes de agua por un camino llano en el que no tropezarán. Porque yo soy para Israel un padre y Efraín es mi primogénito". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
 
SALMO RESPONSORIAL
 
Del salmo 125, 1-2ab. 2cd-3. 4-5. 6.
R/. Grandes cosas has hecho por nosotros, Señor.
 
Cuando el Señor nos hizo volver del cautiverio, creíamos soñar; entonces no cesaba de reír nuestra boca ni se cansaba entonces la lengua de cantar. R/.
 
Aun los mismos paganos con asombro decían: "¡Grandes cosas ha hecho por ellos el Señor!". Y estábamos alegres, pues ha hecho grandes cosas por su pueblo el Señor. R/.
 
Como cambian los ríos la suerte del desierto, cambia también ahora nuestra suerte, Señor, y entre gritos de júbilo cosecharán aquellos que siembran con dolor. R/.
 
Al ir, iban llorando, cargando la semilla; al regresar, cantando vendrán con sus gavillas. R/.
 
 
SEGUNDA LECTURA
 
Tú eres sacerdote eterno, como Melquisedec.
 
De la carta a los hebreos: 5, 1-6
 
Hermanos: Todo sumo sacerdote es un hombre escogido entre los hombres y está constituido para intervenir en favor de ellos ante Dios, para ofrecer dones y sacrificios por los pecados. Él puede comprender a los ignorantes y extraviados, ya que él mismo está envuelto en debilidades. Por eso, así como debe ofrecer sacrificios por los pecados del pueblo, debe ofrecerlos también por los suyos propios.
Nadie puede apropiarse ese honor, sino sólo aquel que es llamado por Dios, como lo fue Aarón. De igual manera, Cristo no se confirió a sí mismo la dignidad de sumo sacerdote; se la otorgó quien le había dicho: Tú eres mi Hijo, yo te he engendrado hoy. O como dice otro pasaje de la Escritura: Tú eres sacerdote eterno, como Melquisedec. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
O bien, si se celebra el Domingo Mundial de las Misiones:
 
SEGUNDA LECTURA (Lecc. III, n. 621).
 
Dios quiere que todos los hombres se salven.
 
De la primera carta del apóstol san Pablo a Timoteo: 2, 1-8
 
Te ruego, hermano, que ante todo se hagan oraciones, plegarias, súplicas y acciones de gracias por todos los hombres, y en particular, por los jefes de Estado y las demás autoridades, para que podamos llevar una vida tranquila y en paz, entregada a Dios y respetable en todo sentido.
Esto es bueno y agradable a Dios, nuestro Salvador, pues él quiere que todos los hombres se salven y todos lleguen al conocimiento de la verdad, porque no hay sino un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús, hombre él también, que se entregó como rescate por todos.
El dio testimonio de esto a su debido tiempo y de esto yo he sido constituido, digo la verdad y no miento, pregonero y apóstol para enseñar la fe y la verdad.
Quiero, pues, que los hombres, libres de odios y divisiones, hagan oración dondequiera que se encuentren, levantando al cielo sus manos puras. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
 
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. 2 Tm 1, 10
R/. Aleluya, aleluya.
 
Jesucristo, nuestro salvador, ha vencido la muerte y ha hecho resplandecer la vida por medio del Evangelio. R/.
 


EVANGELIO
 
Maestro, que pueda ver.
 
Del santo Evangelio según san Marcos: 10, 46-52
 
En aquel tiempo, al salir Jesús de Jericó en compañía de sus discípulos y de mucha gente, un ciego, llamado Bartimeo, se hallaba sentado al borde del camino pidiendo limosna. Al oír que el que pasaba era Jesús Nazareno, comenzó a gritar: "¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí!". Muchos lo reprendían para que se callara, pero él seguía gritando todavía más fuerte: "¡Hijo de David, ten compasión de mí!". Jesús se detuvo entonces y dijo: "Llámenlo". Y llamaron al ciego, diciéndole: "¡Animo! Levántate, porque él te llama". El ciego tiró su manto; de un salto se puso en pie y se acercó a Jesús. Entonces le dijo Jesús: "¿Qué quieres que haga por ti?". El ciego le contestó: "Maestro, que pueda ver". Jesús le dijo: "Vete; tu fe te ha salvado". Al momento recobró la vista y comenzó a seguirlo por el camino. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
 
 
PROFESIÓN DE FE
 
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
 
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
 
 
PLEGARIA UNIVERSAL
 
Confiados en que la oración de los pobres llega hasta el Señor, elevemos con humildad nuestras peticiones a Dios y digamos: Te rogamos, Señor. (R/. Te rogamos, Señor.)
 
Para que el Señor conceda el espíritu de consejo, fortaleza, ciencia y piedad a nuestro obispo N., y a todos los pastores de la Iglesia, roguemos al Señor.
 
Para que los gobiernos de las naciones edifiquen sus comunidades en la paz, equilibrando toda desigualdad injusta, roguemos al Señor.
 
Para que el Señor alivie los dolores de los que sufren en el cuerpo o en el espíritu y les dé fuerza para no desfallecer ante la tribulación, roguemos al Señor.
 
Para que mantenga a nuestras familias firmes en la concordia y seguras en su gracia y amistad, roguemos al Señor.
 
Dios nuestro, luz para los ciegos y consuelo para los afligidos, que en tu Hijo nos has dado al Sumo Sacerdote justo e indulgente hacia los que pecan por la ignorancia o error, escucha las súplicas de tu familia y haz que todos los hombres experimenten la intercesión de Jesús, el Señor, y retornen al camino que conduce a ti.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
 
Mira, Señor, los dones que presentamos a tu majestad, para que lo que hacemos en tu servicio esté siempre ordenado a tu mayor gloria.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
PREFACIO
 
El Misterio de la salvación
 
 
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación darte gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo Señor nuestro. Quien, compadecido del extravío de los hombres, quiso nacer de la Virgen María; muriendo en la cruz, nos libró de la muerte eterna y, resucitando, nos dio vida eterna. Por eso, con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo,
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo.
 
 
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 19, 6
 
Nos alegraremos en tu victoria y cantaremos alabanzas en el nombre de nuestro Dios.
 
 
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
 
Que tus sacramentos, Señor, produzcan en nosotros todo lo que significan, para que lo que ahora celebramos en figura lo alcancemos en su plena realidad.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20211024

 

Hubo un tiempo cuando se creía que sólo los sacerdotes, los monjes y las religiosas tenían una vocación. Únicamente ellos eran llamados por Dios a seguir una cierta forma de vida. cumplir con una misión específica y ser símbolos de Dios en el mundo. Pero ese tiempo ya ha pasado. Ahora reconocemos que todos los bautizados tienen una vocación. Todos están llamados, como escribió el Concilio Vaticano II, a la santidad, que no es una fría pureza aislada de la vida real sino el estado de ser como Dios mismo. Tal llamada se diversifica en el prisma de la existencia humana, "en los múltiples géneros de vida y ocupaciones", pero "cada uno debe caminar sin vacilación por el camino de la fe viva [...] según los dones y funciones que le son propios" (Lumen gentium n. 41). ¡Todos somos Bartimeo!

sábado, 16 de octubre de 2021

DOMINGO XXIX DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo B Domingo 17 de octubre 2021



DOS ACTITUDES ACERCA DEL PODER

Is 53,10-11; Sal 32; Heb 4,14-16; Mc 10, 35-45
 
Las lecturas de hoy hablan en una sola voz sobre un tema importante en cualquier comunidad, incluso en la Iglesia. Se trata del poder, es decir, la autoridad para unificar y guiar, representar e influir de manera determinante respecto a una comunidad. Nuestras lecturas de hoy parecen aludir a dos grandes actitudes acerca del poder. Una es la corriente triunfalista, nacionalista y gloriosa que define el poder como la capacidad de dominar. Es representada por los discípulos Santiago y Juan en el Evangelio y también implicada, como la posición de contraste, por el pasaje de Isaías, que es nuestra primera lectura. No es la corriente de Dios. Otra es la humilde, abierta y dispuesta a sufrir, que define el poder como el servicio. Es la corriente personificada por el Siervo de Yahvé, en Isaías, y proclamada claramente por Jesús, en Marcos.
 
 
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 16, 6. 8
 
Te invoco, Dios mío, porque tú me respondes; inclina tu oído y escucha mis palabras. Cuídame, Señor, como a la niña de tus ojos y cúbreme bajo la sombra de tus alas.
 
 
GLORIA
 
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
 
 
ORACIÓN COLECTA
 
Dios todopoderoso y eterno, haz que nuestra voluntad sea siempre dócil a la tuya y que te sirvamos con un corazón sincero. Por nuestro Señor Jesucristo ...
 
 
LITURGIA DE LA PALABRA
 
PRIMERA LECTURA
 
El siervo del Señor hizo de su vida un sacrificio.
 
Del libro del profeta Isaías: 53,10-11
 
El Señor quiso triturar a su siervo con el sufrimiento. Cuando entregue su vida como expiación, verá a sus descendientes, prolongará sus años y por medio de él prosperarán los designios del Señor. Por las fatigas de su alma, verá la luz y se saciará; con sus sufrimientos justificará mi siervo a muchos, cargando con los crímenes de ellos. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
 
SALMO RESPONSORIAL
 
Del salmo 32,4-5.18-19.20.22.
R/. Muéstrate bondadoso con nosotros, Señor.
 
Sincera, es la palabra del Señor y todas sus acciones son leales. El ama la justicia y el derecho, la tierra llena está de sus bondades. R/.
 
Cuida el Señor de aquellos que lo temen y en su bondad confían; los salva de la muerte y en épocas de hambre les da vida. R/.
 
En el Señor está nuestra esperanza, pues él es nuestra ayuda y nuestro amparo. Muéstrate bondadoso con nosotros, puesto que, en ti, Señor, hemos confiado. R/.
 
 
SEGUNDA LECTURA
 
Acerquémonos con plena confianza al trono de la gracia.
 
De la carta a los hebreos: 4, 14-16
 
Hermanos: Puesto que Jesús es el Hijo de Dios, es nuestro sumo sacerdote, que ha entrado en el cielo, mantengamos firme la profesión de nuestra fe. En efecto, no tenemos un sumo sacerdote que no sea capaz de compadecerse de nuestros sufrimientos, puesto que él mismo ha pasado por las mismas pruebas que nosotros, excepto el pecado.
Acerquémonos, por tanto, con plena confianza al trono de la gracia, para recibir misericordia, hallar la gracia y obtener ayuda en el momento oportuno.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
 
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Mc 10,45
R/. Aleluya, aleluya.
 
El Hijo del hombre vino a servir y a dar su vida por la redención de todos. R/.
 
 
EVANGELIO
 
Del santo Evangelio según san Marcos: 10,35-45
 
En aquel tiempo, se acercaron a Jesús Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo, y le dijeron: "Maestro, queremos que nos concedas lo que vamos a pedirte". Él les dijo: "Qué es lo que desean?". Le respondieron: "Concede que nos sentemos uno a tu derecha y otro a tu izquierda, cuando estés en tu gloria". Jesús les replicó: "No saben lo que piden. ¿Podrán pasar la prueba que yo voy a pasar y recibir el bautismo con el que yo seré bautizado?". Le respondieron: "Sí podemos". Y Jesús les dijo: "Ciertamente pasarán la prueba que yo voy a pasar y recibirán el bautismo con el que yo seré bautizado; pero eso de sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo; eso es para quienes está reservado".
Cuando los otros diez apóstoles oyeron esto, se indignaron contra Santiago y Juan. Jesús los reunió entonces a los Doce y les dijo: "Ya saben que los jefes de las naciones las gobiernan como si fueran sus dueños y los poderosos las oprimen. Pero no debe ser así entre ustedes. Al contrario: el que quiera ser grande entre ustedes, que sea su servidor, y el que quiera ser el primero, que sea el esclavo de todos, así como el Hijo del hombre, que no ha venido a que lo sirvan, sino a servir y a dar su vida por la redención de todos".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
 
 
PROFESIÓN DE FE
 
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
 
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
 
 
PLEGARIA UNIVERSAL
 
Invoquemos, hermanos, al Señor, que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad, diciendo: Te rogamos, Señor. (R/. Te rogamos, Señor.)
 
Para que el Señor avive el corazón de los fieles y los empuje a trabajar en la salvación de todos los hombres y en el anuncio del Evangelio a todos los pueblos, roguemos al Señor.
 
Para que sean desterradas todas las divisiones que separan a pueblos y razas, y se mantengan firmes en la sociedad humana la igualdad y la justicia, roguemos al Señor.
 
Para que los prófugos, los exiliados, los rechazados por la sociedad y los abandonados puedan regresar a la patria y para que el Señor conceda a todos un corazón bondadoso para con los pobres y forasteros, roguemos al Señor.
 
Para que Dios infunda en nuestros corazones su Espíritu de amor, a fin de que, revestidos con los mismos sentimientos de Cristo, amemos a Dios en los hermanos, roguemos al Señor.
 
Señor, Dios todopoderoso, que en tu Hijo nos has dado un sumo sacerdote que ha atravesado el cielo para ofrecerte el único sacrificio que expía los pecados del mundo, escucha nuestras oraciones y haz que, purificados con su sangre, alcancemos tu gracia y, cumpliendo fielmente tu voluntad, participemos del cáliz que bebió Cristo y seamos bautizados con el bautismo de su muerte redentora. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
 
Concédenos, Señor, el don de poderte servir con libertad de espíritu, para que, por la acción purificadora de tu gracia, los mismos misterios que celebremos nos limpien de toda culpa. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
PREFACIO
 
Cristo es luz
 
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno. Porque gracias al misterio de la Palabra hecha carne, la luz de tu gloria brilló ante nuestros ojos con nuevo resplandor, para que, conociendo a Dios visiblemente, Él nos lleve al amor de lo invisible. Por eso, con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de su gloria:
Santo, Santo, Santo…
 
 
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 32, 18-19
 
Los ojos del Señor están puestos en sus hijos, en los que esperan en su misericordia; para librados de la muerte, y reanimarlos en tiempo de hambre.
 
 
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
 
Te rogamos, Señor, que la frecuente recepción de estos dones celestiales produzca fruto en nosotros y nos ayude a aprovechar los bienes temporales y alcanzar con sabiduría los eternos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20211017

 

El poder ha sido causa de diversos debates dentro de la Iglesia. Por ejemplo, el poder del Papa en relación con los obispos de la Iglesia universal, el poder de los laicos para tomar decisiones y ejercer el liderazgo, el poder de las conferencias episcopales y regionales, así como en otras áreas al interior de la Iglesia. ¿Hay una parroquia u otra comunidad cristiana que no haya sido testigo de primera mano de riñas sobre el poder? También ha habido debates entre la Iglesia y autoridades políticas respecto a la libertad religiosa, el papel de la Iglesia en la sociedad moderna y otros aspectos. Todos estos debates suponen un desafío y no son fáciles de resolver. No obstante, siempre debemos tener presente que la esencia del poder bien ejercitado es el servicio.

miércoles, 6 de octubre de 2021

El DIABLO NO DA TREGUA

 


El Papa Francisco sabe que el demonio existe y que no descansa en su afán de ponerle trabas a todo cristiano y a cualquier persona de buena voluntad. Por eso es frecuente, en la predicación del Papa, que nos ponga en guardia contra las sutiles acechanzas del diablo. Así lo hizo también el primero de los Papas, san Pedro, quien escribió esto a los creyentes: "Sean sobrios y estén siempre alerta, porque su enemigo, el demonio, ronda como un león rugiente buscando a quién devorar" (1 Pe 5, 8).

En el evangelio de Lc 11,15-26, nuestro Señor Jesucristo, después de desbaratar los argumentos de sus adversarios, los cuales decían que Él expulsaba a los demonios "por arte de Belzebú, príncipe de los demonios", hizo una oportuna advertencia revelándonos que el diablo, cuando es expulsado de una persona, no se da por vencido, sino que trata de reinstalarse en aquel individuo y la condición del mismo llega a ser peor que la de antes.

Con esa advertencia, nuestro único Maestro nos aconseja que estemos en guardia, vigilantes, controlando siempre nuestra imaginación, nuestros sentidos, nuestra sensibilidad, nuestros gustos, para que no se nos filtren por algún resquicio las astutas insinuaciones del demonio, que es experto en el engaño.

Sobre todo, cuando tomemos una resolución virtuosa o emprendamos una buena obra, estemos muy alerta, porque es entonces cuando el demonio arremete con más ganas, pues no le agradan ni los santos propósitos ni las buenas obras.


Fuente. Misal Diario Pan de la Palabra 8 de octubre 2021

martes, 5 de octubre de 2021

DOMINGO XXVIII DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo B Domingo 10 de octubre 2021


 

EL VALOR DE LA SABIDURÍA

Sab 7,7-11; Sal 89; Heb 4, 12-13; Mc 10,17-30
 
El libro de la Sabiduría presenta el discurso del rey, que expresa su deseo de compartir cuanto ha llegado a conocer de la sabiduría. Con posibles alusiones al sueño de Salomón en Gabaón (1Re 3), presenta la sabiduría como fruto de la oración sincera y humilde, y estimada más que todos los bienes. Los que el rey enumera, como la belleza, la salud y la luz, eran algunos de los bienes más estimados por los griegos, que dominaron el contexto cultural del mundo mediterráneo. Pero la sabiduría vale mucho más que esos bienes. Por desgracia, el joven rico en el Evangelio de Marcos, que leemos hoy, no ha aprendido esta lección. Ha acumulado muchos bienes, como riqueza, prestigio, méritos, y los valora por encima de la sabiduría, que se vive optando por los pobres y por el seguimiento de Jesús.
 
 
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 129, 3-4
 
Si conservaras el recuerdo de nuestras faltas, Señor, ¿quién podría resistir? Pero tú, Dios de Israel, eres Dios de perdón.
 
 
GLORIA
 
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
 
 
ORACIÓN COLECTA
 
Te pedimos, Señor, que tu gracia continuamente nos disponga y nos acompañe, de manera que estemos siempre dispuestos a obrar el bien.
Por nuestro Señor Jesucristo ...
 
 
LITURGIA DE LA PALABRA
 
PRIMERA LECTURA
 
En comparación con la sabiduría, tuve en nada la riqueza.
 
Del libro de la Sabiduría: 7, 7-11
 
Supliqué y se me concedió la prudencia; invoqué y vino sobre mí el espíritu de sabiduría. La preferí a los cetros y a los tronos, y en comparación con ella tuve en nada la riqueza. No se puede comparar con la piedra más preciosa, porque todo el oro, junto a ella, es un poco de arena y la plata es como lodo en su presencia.
La tuve en más que la salud y la belleza; la preferí a la luz, porque su resplandor nunca se apaga. Todos los bienes me vinieron con ella; sus manos me trajeron riquezas incontables.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
 
SALMO RESPONSORIAL
 
Del salmo 89,12-13.14-15.16-17.
R/. Sácianos, Señor, de tu misericordia.
 
Enséñanos a ver lo que es la vida, y seremos sensatos. ¿Hasta cuándo, Señor, ¿vas a tener compasión de tus siervos? ¿Hasta cuándo? R/.
 
Llénanos de tu amor por la mañana y júbilo será la vida toda. Alégranos ahora por los días y los años de males y congojas. R/.
 
Haz, Señor, que tus siervos y sus hijos puedan mirar tus obras y tu gloria. Que el Señor bondadoso nos ayude y dé prosperidad a nuestras obras. R/.
 
 
SEGUNDA LECTURA
 
La palabra de Dios descubre los pensamientos e intenciones del corazón.
 
De la carta a los hebreos: 4, 12-13
 
Hermanos: La palabra de Dios es viva, eficaz y más penetrante que una espada de dos filos. Llega hasta lo más íntimo del alma, hasta la médula de los huesos y descubre los pensamientos e intenciones del corazón. Toda creatura es transparente para ella. Todo queda al desnudo y al descubierto ante los ojos de aquel a quien debemos rendir cuentas. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
 
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Mt 5, 3
R/. Aleluya, aleluya.
 
Dichosos los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos. R/.
 
 
EVANGELIO
 
Ve y vende lo que tienes y sígueme.
 
Del santo Evangelio según san Marcos: 10,17-30
 
En aquel tiempo, cuando salía Jesús al camino, se le acercó corriendo un hombre, se arrodilló ante él y le preguntó: "Maestro bueno, ¿qué debo hacer para alcanzar la vida eterna?". Jesús le contestó: "¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno sino sólo Dios. Ya sabes los mandamientos: No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no levantarás falso testimonio, no cometerás fraudes, honrarás a tu padre y a tu madre".
Entonces él le contestó: "Maestro, todo eso lo he cumplido desde muy joven". Jesús lo miró con amor y le dijo: "Sólo una cosa te falta: Ve y vende lo que tienes, da el dinero a los pobres y así tendrás un tesoro en los cielos. Después, ven y sígueme". Pero al oír estas palabras, el hombre se entristeció y se fue apesadumbrado, porque tenía muchos bienes.
Jesús, mirando a su alrededor, dijo entonces a sus discípulos: "¡Qué difícil les va a ser a los ricos entrar en el Reino de Dios!". Los discípulos quedaron sorprendidos ante estas palabras; pero Jesús insistió: "Hijitos, ¡qué difícil es para los que confían en las riquezas, entrar en el Reino de Dios! Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el Reino de Dios".
Ellos se asombraron todavía más y comentaban entre sí: "Entonces, ¿quién puede salvarse?". Jesús, mirándolos fijamente, les dijo: "Es imposible para los hombres, mas no para Dios. Para Dios todo es posible".
Entonces Pedro le dijo a Jesús: "Señor, ya ves que nosotros lo hemos dejado todo para seguirte".
Jesús le respondió: "Yo les aseguro: Nadie que haya dejado casa, o hermanos o hermanas, o padre o madre, o hijos o tierras, por mí y por el Evangelio, dejará de recibir, en esta vida, el ciento por uno en casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y tierras, junto con persecuciones, y en el otro mundo, la vida eterna". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
 
 
PROFESIÓN DE FE
 
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
 
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
 
 
PLEGARIA UNIVERSAL
 
Llenos de confianza en el Señor, oremos, hermanos, por todos los hombres y por todas sus necesidades y digamos confiadamente: Te rogamos, Señor. (R/. Te rogamos, Señor.)
 
Para que Dios conceda el espíritu de paciencia y de caridad a los cristianos perseguidos por su nombre y los ayude a ser testigos fieles y verídicos de su Evangelio, roguemos al Señor.
 
Para que Dios conceda prudencia a los gobernantes y honradez a todos los súbditos, a fin de que se mantengan la armonía y la justicia en la sociedad, roguemos al Señor.
 
Para que el Señor, el único que puede hacer prosperar el trabajo del hombre, bendiga los esfuerzos de los trabajadores y haga que la tierra dé frutos abundantes para todos, roguemos al Señor.
 
Para que Dios no permita que en la hora de nuestra muerte, desesperados y sin acordarnos de él, nos sintamos como arrancados de este mundo, sino que, confiados y con una gran paz, lleguemos a la vida feliz y eterna, roguemos al Señor.
 
Dios nuestro, que juzgas las intenciones y los pensamientos del corazón humano y ves claramente todo lo que has creado, escucha nuestras oraciones y atraviesa nuestros corazones con la espada de doble filo de tu palabra, para que, iluminados por tu sabiduría, valoremos rectamente las cosas terrenas y las eternas y, libres de la seducción de las riquezas, recibamos el ciento por uno y la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
 
Recibe, Señor, las súplicas de tus fieles junto con estas ofrendas que te presentamos, para que, lo que celebramos con devoción, nos lleve a alcanzar la gloria del cielo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
PREFACIO
 
El Misterio Pascual y el Pueblo de Dios
 
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación darte gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo Señor nuestro. Quien, por su Misterio Pascual, realizó la obra maravillosa de llamamos de la esclavitud del pecado y de la muerte al honor de ser estirpe elegida, sacerdocio real, nación consagrada, pueblo de tu propiedad, para que, trasladados por ti de las tinieblas a tu luz admirable, proclamemos ante el mundo tus maravillas. Por eso con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo.
 
 
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 33, 11
 
Los ricos se empobrecen y pasan hambre; los que buscan al Señor, no carecen de nada.
 
 
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
 
Dios nuestro, te pedimos que, así como nos nutres con el sagrado alimento del Cuerpo y de la Sangre de tu Hijo, nos hagas participar de la naturaleza divina. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20211010

Hay unos que son inteligentes y otros que son educados, pero los sabios son pocos. Hay una diferencia entre la inteligencia y la educación, y entre la sabiduría ensalzada por la Biblia. La sabiduría es la capacidad de vivir bien en este mundo con miras a Dios. Para adquirirla se necesitan muchas capacidades, como el buen juicio, la perspicacia, el entendimiento de la vida en su realidad concreta, el buen gusto, una afición por aprender, un escepticismo sano hacia el orgullo humano y, sobre todo, la fe. Esta sabiduría se adquiere a duras penas, por medio de la experiencia la reflexión profunda y la oración. Son pocos los que poseen la sabiduría. ¿Quiénes son los sabios de nuestro entorno? ¿Cómo vamos a salvaguardar su sabiduría para las generaciones futuras?