San
Juan Bosco
(1815-1888)
Desde
niño, Juan rompió moldes en la santidad. Una verdadera personalidad que
demuestra que la gracia de Dios no disminuye ni obstruye la naturaleza, sino al
contrario, la levanta y perfecciona.
A
los 20 años de edad entró en el Seminario de Chieri, y fue ordenado sacerdote
en 1841. Desde el principio de su trabajo sacerdotal buscó a los marginados,
presos, enfermos, soldados y en particular a los muchachos abandonados de
Turín. Su principio espiritual era: “El demonio nunca descansa para hacer daño
a las almas; por eso tampoco yo puedo descansar en mi obra de salvación.”
Su
método era: a través de la confianza, establecer un orden libremente aceptado
por los muchachos, evitarles las ocasiones y las compañías malas, creando
alrededor de ellos un ambiente de sana
alegría.
Por
la prudente dirección de San Juan Bosco las escuelas y seminarios obtuvieron
tanto éxito que, durante la vida del santo, surgieron unas 2500 vocaciones
sacerdotales y la fundación de la Congregación de “Hijas de María Auxiliadora”.
También promovió las vocaciones tardías para el sacerdocio en el mundo obrero.
San
JUAN BOSCO, murió en 1888 y S.S. Pío XI lo declaró Patrono de la niñez
mexicana.
* * *
“¿Que significa ser educador? Significa, ante todo, ser
un hombre que “comprende” a los jóvenes. Y, en efecto, sabemos que Don Bosco
tenía una especial intuición del alma juvenil; siempre se hallaba dispuesto y
atento para escuchar y comprender a los numerosos jóvenes que acudían a él en
el centro juvenil de Valdocco y en el santuario de María Auxiliadora. Pero hay
que añadir enseguida, que el motivo de esta peculiar profundidad en
“comprender” a los jóvenes fue que los “amaba” no menos profundamente.
Comprender y amar: he aquí la insuperable fórmula pedagógica de Don Bosco.”
Juan
Pablo II, Discurso a los jóvenes en Turín,13 de abril de 1980