sábado, 25 de junio de 2022

DOMINGO XIII DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo C Domingo 26 de junio 2022

 



EL LLAMAMIENTO DE LOS PROFETAS
1 Re 19.16.19-21; Sal 15; Gál 5.1. 13-18; Lc 9,51-62
 
En la Biblia, casi todos los llamamientos proféticos están refrendados por un gesto externo, que viene a ser una especie de signo sacramental. A Isaías, le purificó los labios con un carbón encendido uno de los serafines que formaban parte de la corte al trono del Señor. A Jeremías, el Señor mismo alargó la mano y le tocó la boca, al tiempo que le comunicaba sus palabras. A Ezequiel le dio Dios a comer un libro enrollado que le supo a mieles. En nuestra primera lectura, Elías le echó a Eliseo el manto encima en una especie de investidura. Es un gesto un poco enigmático, pero su significado queda claro como un llamamiento al ministerio profético. Se añade un detalle que no se encuentra en otras llamadas a tal ministerio: Eliseo responde al llamamiento siguiendo a Elías, aprendiendo cómo ser profeta.
 
 
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 46. 2
 
Pueblos todos, aplaudan; aclamen al Señor con gritos de júbilo.
 
 
GLORIA
 
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
 
 
ORACIÓN COLECTA
 
Señor Dios, que mediante la gracia de la adopción filial quisiste que fuéramos hijos de la luz, concédenos que no nos dejemos envolver en las tinieblas del error, sino que permanezcamos siempre vigilantes en el esplendor de la verdad. Por nuestro Señor Jesucristo ...
 
 
LITURGIA DE LA PALABRA
 
PRIMERA LECTURA
 
Eliseo se levantó y siguió a Elías.
 
Del primer libro de los Reyes: 19, 16. 19-21
 
En aquellos tiempos, el Señor le dijo a Elías: "Unge a Eliseo, el hijo de Safat, originario de Abel-Mejolá, para que sea profeta en lugar tuyo". Elías partió luego y encontró a Eliseo, hijo de Safat, que estaba arando. Delante de él trabajaban doce yuntas de bueyes y él trabajaba con la última. Elías pasó junto a él y le echó encima su manto.
Entonces Eliseo abandonó sus bueyes, corrió detrás de Elías y le dijo: "Déjame dar a mis padres el beso de despedida y te seguiré". Elías le contestó: "Ve y vuelve, porque bien sabes lo que ha hecho el Señor contigo".
Se fue Eliseo, se llevó los dos bueyes de la yunta, los sacrificó, asó la carne en la hoguera que hizo con la madera del arado y la repartió a su gente para que se la comieran. Luego se levantó, siguió a Elías y se puso a su servicio.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
 
SALMO RESPONSORIAL
 
Del salmo 15, 1-2a. 5. 7-8.9-10.11.
R/. Enséñanos, Señor, el camino de la vida.
 
Protégeme, Dios mío, pues eres mi refugio. Yo siempre he dicho que tú eres mi Señor. El Señor es la parte que me ha tocado en herencia: mi vida está en sus manos. R/.
 
Bendeciré al Señor, que me aconseja, hasta de noche me instruye internamente. Tengo siempre presente al Señor y con él a mi lado, jamás tropezaré. R/.
 
Por eso se me alegran el corazón y el alma y mi cuerpo vivirá tranquilo, porque tú no me abandonarás a la muerte ni dejarás que sufra yo la corrupción. R/.
 
Enséñame el camino de la vida, sáciame de gozo en tu presencia y de alegría perpetua junto a ti. R/.
 
 
SEGUNDA LECTURA
 
La vocación de ustedes es la libertad.
 
De la carta del apóstol san Pablo a los gálatas: 5, 1.13-18
 
Hermanos: Cristo nos ha liberado para que seamos libres. Conserven, pues, la libertad y no se sometan de nuevo al yugo de la esclavitud. Su vocación, hermanos, es la libertad. Pero cuiden de no tomarla como pretexto para satisfacer su egoísmo; antes bien, háganse servidores los unos de los otros por amor. Porque toda la ley se resume en un solo precepto: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Pues si ustedes se muerden y devoran mutuamente, acabarán por destruirse.
Los exhorto, pues, a que vivan de acuerdo con las exigencias del Espíritu; así no se dejarán arrastrar por el desorden egoísta del hombre. Este desorden está en contra del Espíritu de Dios, y el Espíritu está en contra de ese desorden. Y esta oposición es tan radical, que les impide a ustedes hacer lo que querrían hacer. Pero si los guía el Espíritu, ya no están ustedes bajo el dominio de la ley.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
 
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO 1 Sam 3, 9; Jn 6, 68
R/. Aleluya, aleluya.
 
Habla, Señor, que tu siervo te escucha. Tú tienes palabras de vida eterna. R/.
 
 
EVANGELIO
 
Jesús tomó la firme determinación de ir a Jerusalén. Te seguiré a dondequiera que vayas.
 
Del santo Evangelio según san Lucas: 9. 51-62
 
Cuando ya se acercaba el tiempo en que tenía que salir de este mundo, Jesús tomó la firme determinación de emprender el viaje a Jerusalén. Envió mensajeros por delante y ellos fueron a una aldea de Samaria para conseguirle alojamiento; pero los samaritanos no quisieron recibirlo, porque supieron que iba a Jerusalén. Ante esta negativa, sus discípulos Santiago y Juan le dijeron: "Señor, ¿quieres que hagamos bajar fuego del cielo para que acabe con ellos?". Pero Jesús se volvió hacia ellos y los reprendió. Después se fueron a otra aldea.
Mientras iban de camino, alguien le dijo a Jesús: "Te seguiré a dondequiera que vayas". Jesús le respondió: "Las zorras tienen madrigueras y los pájaros, nidos; pero el Hijo del hombre no tiene en dónde reclinar la cabeza".
A otro, Jesús le dijo: "Sígueme". Pero él le respondió: "Señor, déjame ir primero a enterrar a mi padre". Jesús le replicó: "Deja que los muertos entierren a sus muertos. Tú ve y anuncia el Reino de Dios".
Otro le dijo: "Te seguiré, Señor; pero déjame primero despedirme de mi familia". Jesús le contestó: "El que empuña el arado y mira hacia atrás, no sirve para el Reino de Dios". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
 
 
PROFESIÓN DE FE
 
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
 
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
 
 
PLEGARIA UNIVERSAL
 
Pidamos, hermanos, al Señor que escuche nuestras oraciones, para que podamos alegrarnos al recibir su ayuda, respondiendo: Escúchanos, Señor. (R/. Escúchanos, Señor.)
 
Por los ministros de la Iglesia que han consagrado su vida al Señor y por todos los pueblos que adoran al Dios verdadero, roguemos al Señor.
 
Para que el tiempo sea bueno y todos podamos gozar de una naturaleza limpia en la bella sucesión de las diversas estaciones. roguemos a Dios, que con sabiduría gobierna al mundo.
 
Por los que son víctimas de la debilidad humana, del espíritu de odio o de envidia o de los otros vicios del mundo, roguemos al Redentor misericordioso.
 
Encomendémonos mutuamente al Señor, pongamos toda nuestra existencia en sus manos y oremos con confianza al autor y guardián de todo lo que tenemos y poseemos.
 
Dios nuestro, que nos has convocado para celebrar tus sacramentos, escucha nuestras oraciones y mantén nuestra libertad con la fuerza y la suavidad de tu amor, para que nunca disminuya nuestra fidelidad a Cristo en el generoso servicio a nuestros hermanos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
 
Señor Dios, que bondadosamente realizas el fruto de tus sacramentos, concédenos que seamos capaces de servirte como corresponde a tantos misterios.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
PREFACIO
 
El Misterio de la salvación
 
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación darte gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo Señor nuestro. Quien, compadecido del extravío de los hombres, quiso nacer de la Virgen María; muriendo en la cruz, nos libró de la muerte eterna y, resucitando, nos dio vida eterna. Por eso, con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo,
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo.
 
 
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 102, 1
 
Bendice, alma mía al Señor; que todo mi ser bendiga su santo nombre.
 
 
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
 
Que la víctima divina que te hemos ofrecido y que acabamos de recibir, nos vivifique, Señor, para que, unidos a ti con perpetuo amor, demos frutos que permanezcan para siempre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20220626

 

En el día de nuestro bautismo el sacerdote nos ungió la coronilla con el óleo del crisma, antigua unción del profeta; luego nos tocó en la boca, abriéndola con la palabra ¡effeta! Estos signos no son meramente elementos que dan un toque de elegancia al rito. Son revelaciones de un aspecto muy importante del sacramento: el bautismo nos llama a ser profetas. Tenemos el deber de anunciar la palabra de Dios a todo el mundo. Se trata de un deber que puede cumplirse de muchas formas, desde la enseñanza a nuestros hijos de la fe cristiana hasta la denuncia de abusos y males en la Iglesia y en el mundo. No hay problema si no sabemos cómo ser profetas o si tenemos miedo o dudas. Sólo tenemos que recordar los ejemplos de profetas que nuestro continente latinoamericano ha suscitado.

viernes, 17 de junio de 2022

DOMINGO XII DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo C Domingo 19 de junio 2022

 


 

LAS PROMESAS DE DIOS

Zac 12,10-11; 13, 1; Sal 62; Gál 3, 26-29; Lc 9, 18-24

 

Las promesas divinas abundan hoy. La primera lectura nos coloca en medio de una sección del profeta Zacarías con una cadena de anuncios empezando con la fórmula "aquel día". Ante el décimo anuncio que encontramos en nuestra lectura, habrá una purificación terrible y la promesa (desde Éx 23, 10) de enviar un ángel como guía del pueblo, de otorgar una gracia que mueve internamente al pueblo y le hace llorar su pecado. Otra promesa, quizá más positiva, se presenta en la Carta a los gálatas, donde Pablo alude a aquella promesa, hecha a Abrahán, de abundantes bendiciones divinas distribuidas a todos, más allá de todas las divisiones sociales. En Lucas, las promesas y su cumplimiento siguen, con Jesús identificado como el Mesías, prometido de Dios a través de los siglos, quien ofrece a sus discípulos el culmen de las promesas, la salvación.

  

ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 27. 8-9

El Señor es la fuerza de su pueblo, defensa y salvación para su Ungido. Sálvanos, Señor, vela sobre nosotros y guíanos siempre.

  

GLORIA

Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor. Te alabamos te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias por tu inmensa gloria, Señor Dios, Rey celestial, Dios, Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre, tu que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tu que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra suplica; tu que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros. Porque solo tú eres el Santo, solo tu Señor, solo tu Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo, en la gloria de Dios Padre. Amén.

 

ORACIÓN COLECTA

Señor, concédenos vivir siempre en el amor y respeto a tu santo nombre, ya que jamás dejas de proteger a quienes estableces en el sólido fundamento de tu amor.

Por nuestro Señor Jesucristo...

 

LITURGIA DE LA PALABRA


PRIMERA LECTURA

Mirarán al que traspasaron.

Del libro del profeta Zacarias: 12, 10-11; 13, 1

Esto dice el Señor: "Derramaré sobre la descendencia de David y sobre los habitantes de Jerusalén, un espíritu de piedad y de compasión y ellos volverán sus ojos hacia mí, a quien traspasaron con la lanza. Harán duelo, como se hace duelo por el hijo único y llorarán por él amargamente, como se llora por la muerte del primogénito.

En ese día será grande el llanto en Jerusalén, como el llanto en la aldea de Hadad-Rimón, en el valle de Meguido". En aquel día brotará una fuente para la casa de David y los habitantes de Jerusalén, que los purificará de sus pecados e inmundicias. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

  

SALMO RESPONSORIAL

Del salmo 62, 2abc. 2d-4. 5-5. 8-9.

R/. Señor, mi alma tiene sed de ti.

Señor, tú eres mi Dios, a ti te busco; de ti sedienta está mi alma. Señor, todo mi ser te añora como el suelo reseco añora el agua. R/.

Para admirar tu gloria y tu poder, con este afán te busco en tu santuario. Pues mejor es tu amor que la existencia; siempre, Señor, te alabarán mis labios. R/.

Podré así bendecirte mientras viva y levantar en oración mis manos. De lo mejor se saciará mi alma. Te alabaré con jubilosos labios. R/.

 

SEGUNDA LECTURA

Cuantos han sido bautizados en Cristo se han revestido de Cristo.

De la carta del apóstol san Pablo a los gálatas: 3, 26-29

Hermanos: Todos ustedes son hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús, pues, cuantos han sido incorporados a Cristo por medio del bautismo, se han revestido de Cristo. Ya no existe diferencia entre judíos y no judíos, entre esclavos y libres, entre varón y mujer, porque todos ustedes son uno en Cristo Jesús. Y si ustedes son de Cristo, son también descendientes de Abraham y la herencia que Dios le prometió les corresponde a ustedes. Palabra de Dios. Te alabamos. Señor.

 

ACLAMACION ANTES DEL EVANGELIO Jn 10, 27

R/. Aleluya, aleluya.

Mis ovejas escuchan mi voz, dice el Señor; yo las conozco y ellas me siguen. R/.

  

EVANGELIO

Tú eres el Mesías de Dios - Es necesario que el Hijo del hombre sufra mucho.

Del santo Evangelio según san Lucas: 9,18-24

Un día en que Jesús, acompañado de sus discípulos, había ido a un lugar solitario para orar, les preguntó: "¿Quién dice la gente que soy yo?" Ellos contestaron: "Unos dicen que eres Juan el Bautista; otros, que Elías, y otros, que alguno de los antiguos profetas que ha resucitado".

Él les dijo: "Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?". Respondió Pedro: "El Mesías de Dios". Él les ordenó severamente que no lo dijeran a nadie. Después les dijo: "Es necesario que el Hijo del hombre sufra mucho, que sea rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, que sea entregado a la muerte y que resucite al tercer día".

Luego, dirigiéndose a la multitud, les dijo: "Si alguno quiere, acompañarme, que no se busque a sí mismo, que tome su cruz de cada día y me siga. Pues el que quiera conservar para sí mismo su vida, la perderá; pero el que la pierda por mi causa, ése la encontrará". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

 

PROFESIÓN DE FE

Creo en un solo Dios Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible e invisible. Creo en un solo Señor Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos. Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre; por quien todo fue hecho; que por nosotros los hombres y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de la Virgen María, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato, padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día según las Escrituras, y subió al cielo y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, quien con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que hablado por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo venidero. Amén.

 

PLEGARIA UNIVERSAL

Elevemos, hermanos, nuestros ojos al Señor y esperemos, confiados, su ayuda salvífica respondiendo: Escúchanos, Señor. (R/. Escúchanos, Señor.)

Por el santo Padre, el Papa Francisco, por nuestro obispo N., y por todos los sacerdotes y diáconos de Jesucristo, roguemos al Señor.

Por el buen tiempo, por el fruto de las investigaciones de los estudiosos y por la prosperidad del trabajo de todos, roguemos al Señor.

Por las vírgenes consagradas al Señor y por los religiosos que trabajan en nuestras comunidades, roguemos al Señor.

Por todos los que hacen el bien en nuestras parroquias y por los que cuidan de los pobres y de los enfermos, roguemos al Señor.

Escucha, Padre de misericordia, las oraciones de tu pueblo y haz que seamos fieles discípulos de aquella sabiduría que reconoce como único maestro a Cristo elevado sobre la cátedra de la cruz, para que, fieles a sus enseñanzas, aprendamos a vencer las tentaciones y el miedo que germinan en nosotros y arraigan en el mundo, y caminemos con paso decidido hacia la vida eterna por el camino de la cruz. Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Recibe, Señor, este sacrificio de reconciliación y alabanza y concédenos que, purificados por su eficacia, podamos ofrecerte el entrañable afecto de nuestro corazón. Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

PREFACIO

El Misterio de la salvación

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación darte gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo Señor nuestro. Quien, compadecido del extravío de los hombres, quiso nacer de la Virgen María; muriendo en la cruz, nos libró de la muerte eterna y, resucitando, nos dio vida eterna. Por eso, con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:

Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo, Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria. Hosanna en el cielo. Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo.

 

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 144, 15

Los ojos de todos esperan en ti, Señor; y tú les das la comida a su tiempo.

 

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Renovados, Señor, por el alimento del sagrado Cuerpo y la preciosa Sangre de tu Hijo, concédenos que lo que realizamos con asidua devoción, lo recibamos convertido en certeza de redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.

REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20220619

 

La promesa divina es uno de los temas más cruciales de la Biblia. Esto no es sorprendente, de acuerdo con el gran exégeta francés Xavier León-Dufour (1912-2007), quien observa que la promesa pertenece al leguaje del amor, ya que anuncia un don del amante y suscita una actitud de esperanza y agradecimiento dentro del amado, y no hay nadie más amoroso que Dios. La importancia de la promesa se halla también en la sociedad humana actual, en donde la promesa toma diferentes formas, por ejemplo, votos, juramentos, compromisos, contratos, y tratados. Tenga la forma que tenga, la promesa ayuda a establecer la confianza en la sociedad y así posibilita la cooperación social y, en cierto sentido, la sociedad misma. Por eso ayudamos a nuestra comunidad cuando no hacemos promesas que no podemos cumplir y cuando cumplimos con esas promesas que hacemos.

miércoles, 15 de junio de 2022

CORPUS CHRISTI - EL SANTÍSIMO CUERPO Y SANGRE DE CRISTO

 


Solemnidad, Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo

 

Jueves*, después de la Solemnidad Santísima Trinidad

*(Donde esta solemnidad no es precepto, se celebra el domingo después de la Solemnidad de la Santísima Trinidad)

 

«Mi carne es verdadera comida, y mi Sangre verdadera bebida; el que come mi Carne, y bebe mi Sangre, en Mí mora, y Yo en él.»

(Jn 6, 56-57)

 

Esta fiesta se comenzó a celebrar en Lieja en 1246, siendo extendida a toda la Iglesia occidental por el Papa Urbano IV en 1264, teniendo como finalidad proclamar la fe en la presencia real de Jesucristo en la Eucaristía. Presencia permanente y substancial más allá de la celebración de la Misa y que es digna de ser adorada en la exposición solemne y en las procesiones con el Santísimo Sacramento que entonces comenzaron a celebrarse y que han llegado a ser verdaderos monumentos de la piedad católica. Ocurre, como en la solemnidad de la Trinidad, que lo que se celebra todos los días tiene una ocasión exclusiva para profundizar en lo que se hace con otros motivos. Este es el día de la eucaristía en sí misma, ocasión para creer y adorar, pero también para conocer mejor la riqueza de este misterio a partir de las oraciones y de los textos bíblicos asignados en los tres ciclos de las lecturas.

 

El Espíritu Santo después del dogma de la Trinidad nos recuerda el de la Encarnación, haciéndonos festejar con la Iglesia al Sacramento por excelencia, que, sintetizando la vida toda del Salvador, tributa a Dios gloria infinita, y aplica a las almas, en todos los tiempos, los frutos  extraordinarios de la Redención.  Si Jesucristo en la cruz nos salvó, al instituir la Eucaristía la víspera de su muerte, quiso en ella dejarnos un vivo recuerdo de la Pasión. El altar viene siendo como la prolongación del Calvario, y la misa anuncia la muerte del Señor. Porque en efecto, allí está Jesús como una víctima, pues las palabras de la doble consagración nos dicen que primero se convierte el pan en Cuerpo de Cristo, y luego el vino en Su Sangre, de manera que, ofrece a su Padre, en unión con sus sacerdotes, la sangre vertida y el cuerpo clavado en la Cruz.

 

La Hostia santa se convierte en «trigo que nutre nuestras almas». Como Cristo al ser hecho Hijo de recibió la vida eterna del Padre, los cristianos participan de Su eterna vida uniéndose a Jesús en el Sacramento, que es el símbolo más sublime, real y concreto de la unidad con la Víctima del Calvario.

 

Esta posesión anticipada de la vida divina acá en la tierra por medio de la Eucaristía, es prenda y comienzo de aquella otra de que plenamente disfrutaremos en el Cielo, porque «el Pan mismo de los ángeles, que ahora comemos bajo los sagrados velos, lo conmemoraremos después en el Cielo ya sin velos» (Concilio de Trento).

 

Veamos en la Santa Misa el centro de todo culto de la Iglesia a la Eucaristía, y en la Comunión el medio establecido por Jesús mismo, para que con mayor plenitud participemos de ese divino Sacrificio; y así, nuestra devoción al Cuerpo y Sangre del Salvador nos alcanzará los frutos perennes de su Redención.

 

https://www.ewtn.com/es/catolicismo/devociones/corpus-christi-el-santisimo-cuerpo-y-sangre-de-cristo-14693

viernes, 10 de junio de 2022

SOLEMNIDAD, LA SANTÍSIMA TRINIDAD Domingo 12 de junio 2022



 
DIOS, EL DINAMISMO IRREFRENABLE DE VIDA
Prov 8,22-31; Sal 8; Rom 5,1-5; Jn 16,12-15
 
Hoy somos testigos de la acción multiforme de las personas divinas. En la primera lectura, vemos que la sabiduría, quien se entenderá más tarde como la Segunda Persona Divina, se presenta como asistente eficaz y jovial del Creador, quien se entenderá como la primera persona. La Carta a los romanos enfatiza la acción justificadora del Hijo que nos salva, el papel del Espíritu como portador de agua que vierte el amor en nuestros corazones, y el Padre como la fuente que derrama su shalom, la paz divina. En el Evangelio, el Padre otorga todo lo que tiene y todo lo que es al Hijo; el Hijo comunica este don inmenso a los discípulos, y el Espíritu ayuda a éstos a saborearlo y entenderlo. En lugar de ser una estatua de mármol, como los dioses falsos, nuestro Dios es un dinamismo irrefrenable de vida.
 
 
ANTÍFONA DE ENTRADA
 
Bendito sea Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, porque ha tenido misericordia con nosotros.
 
 
GLORIA
 
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
 
 
ORACIÓN COLECTA
 
Dios Padre, que al enviar al mundo la Palabra de verdad y el Espíritu santificador, revelaste a todos los hombres tu misterio admirable, concédenos que, profesando la fe verdadera, reconozcamos la gloria de la eterna Trinidad y adoremos la Unidad de su majestad omnipotente. Por nuestro Señor Jesucristo ...
 
 
LITURGIA DE LA PALABRA
 
PRIMERA LECTURA
 
Antes de que existiera la tierra, la sabiduría ya había sido engendrada.
 
Del libro de los Proverbios: 8, 22-31
 
Esto dice la sabiduría de Dios: "El Señor me poseía desde el principio, antes que sus obras más antiguas.
Quedé establecida desde la eternidad, desde el principio, antes de Que la tierra existiera. Antes de que existieran los abismos y antes de que brotaran los manantiales de las aguas, fui concebida.
Antes de que las montañas y las colinas quedaran asentadas, nací yo. Cuando aún no había hecho el Señor la tierra ni los campos ni el primer polvo del universo, cuando él afianzaba los cielos, ahí estaba yo. Cuando ceñía con el horizonte la faz del abismo, cuando colgaba las nubes en lo alto, cuando hacía brotar las fuentes del océano, cuando fijó al mar sus límites y mandó a las aguas que no los traspasaran, cuando establecía los cimientos de la tierra, yo estaba junto a él como arquitecto de sus obras, yo era su encanto cotidiano; todo el tiempo me recreaba en su presencia, jugando con el orbe de la tierra y mis delicias eran estar con los hijos de los hombres".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
 
SALMO RESPONSORIAL
 
Del salmo 8,4-5.6-7.8-9.
R/. ¡Qué admirable, Señor, ¡es tu poder!
 
Cuando contemplo el cielo, obra de tus manos, la luna y las estrellas, que has creado, me pregunto: ¿Qué es el hombre para que de él te acuerdes, ese pobre ser humano, para que de él te preocupes? R/.
 
Sin embargo, lo hiciste un poquito inferior a los ángeles, lo coronaste de gloria y dignidad; le diste el mando sobre las obras de tus manos y todo lo sometiste bajo sus pies. R/.
 
Pusiste a su servicio los rebaños y las manadas, todos los animales salvajes, las aves del cielo y los peces del mar, que recorren los caminos de las aguas. R/.
 
 
SEGUNDA LECTURA
 
Vayamos a Dios por Cristo mediante el amor que nos ha infundido el Espíritu Santo.
 
De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 5, 1-5
 
Hermanos: Ya que hemos sido justificados por la fe, mantengámonos en paz con Dios, por mediación de nuestro Señor Jesucristo. Por él hemos obtenido, con la fe, la entrada al mundo de la gracia, en el cual nos encontramos; por él, podemos gloriarnos de tener la esperanza de participar en la gloria de Dios.
Más aún, nos gloriamos hasta de los sufrimientos, pues sabemos que el sufrimiento engendra la paciencia, la paciencia engendra la virtud sólida, la virtud sólida engendra la esperanza, y la esperanza no defrauda, porque Dios ha infundido su amor en nuestros corazones por medio del Espíritu Santo, que él mismo nos ha dado.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
 
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Apoc 1, 8
R/. Aleluya, aleluya.
 
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Al Dios que es, que era y que vendrá. R/.
 
 
EVANGELIO
 
Todo lo que tiene el Padre es mío. El Espíritu recibirá de mí lo que les vaya comunicando a ustedes.
 
Del santo Evangelio según san Juan: 16,12-15
 
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Aún tengo muchas cosas que decirles, pero todavía no las pueden comprender. Pero cuando venga el Espíritu de la verdad, él los irá guiando hasta la verdad plena, porque no hablará por su cuenta, sino que dirá lo que haya oído y les anunciará las cosas que van a suceder. El me glorificará, porque primero recibirá de mí lo que les vaya comunicando.
Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso he dicho que tomará de lo mío y se lo comunicará a ustedes". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
 
 
CREDO
 
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
 
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
 
 
PLEGARIA UNIVERSAL
 
Oremos, hermanos, a Dios, Padre entrañable, que por Jesucristo nos ha revelado su amor y que escucha complacido los gemidos inefables con que el Espíritu intercede por nosotros respondiendo: Santísima Trinidad, escúchanos. (R/. Santísima Trinidad, escúchanos.)
 
Para que Dios Padre, Creador todopoderoso del Universo, lleve el mundo a su plenitud y haga nacer aquel cielo nuevo y aquella tierra nueva que nos ha prometido, en la que la humanidad entera encontrará la felicidad y podrá contemplar su rostro glorioso, roguemos al Señor.
 
Para que el Hijo Unigénito de Dios, que se hizo hombre para desposarse con la Iglesia, infunda en ella un amor semejante al suyo, como corresponde a su condición de esposa amada, roguemos al Señor.
 
Para que el Espíritu del Señor, que enriquece al mundo con sus dones, sea padre para los pobres, consuelo para los tristes, salud para los enfermos y fuerza para los decaídos, roguemos al Señor.
 
Para que los que conocemos el misterio de la vida íntima de Dios, uno en tres Personas, tengamos celo para anunciado a quienes lo desconocen, a fin de que también ellos encuentren gozo y descanso en Dios, que se nos ha revelado como Padre, Hijo y Espíritu Santo, roguemos al Señor.
 
Que te glorifique, Dios nuestro, tu iglesia, al contemplar el misterio de tu sabiduría con la que has creado y configurado el mundo; tú que, por medio de Jesucristo, nos has justificado y en tu Espíritu Santo nos has santificado, escucha la oración de tu pueblo y haz que alcancemos el conocimiento de la verdad plena y te adoremos a ti, que eres amor, verdad y vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
 
Por la invocación de tu nombre, santifica, Señor, estos dones que te presentamos y transfórmanos por ellos en una continua oblación a ti. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
PREFACIO: El misterio de la Santísima Trinidad.
 
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno. Que con tu Hijo único y el Espíritu Santo, eres un solo Dios, un solo Señor, no en la singularidad de una sola persona, sino en la trinidad de una sola sustancia. Y lo que creemos de tu gloria, porque tú lo revelaste, eso mismo lo afirmamos de tu Hijo y también del Espíritu Santo, sin diferencia ni distinción. De modo que al proclamar nuestra fe en la verdadera y eterna divinidad, adoramos a tres personas distintas, en la unidad de un solo ser e iguales en su majestad. A quien alaban los ángeles y los arcángeles, y todos los coros celestiales, que no cesan de aclamarte con una sola voz: Santo, Santo, Santo ...
 
 
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Gál 4, 6
 
Porque ustedes son hijos de Dios, Dios infundió en sus corazones el Espíritu de su Hijo, que clama: Abbá, Padre.
 
 
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
 
Que la recepción de este sacramento y nuestra profesión de fe en la Trinidad santa y eterna, y en su Unidad indivisible, nos aprovechen, Señor, Dios nuestro, para la salvación de cuerpo y alma. Por Jesucristo, nuestro Señor.

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20220612

En el pasado, los teólogos se acercaron a la Trinidad desde la esencia. Empezaron con la esencia divina y luego intentaron comprehender cómo está divinidad puede ser una naturaleza y tres personas al mismo tiempo. Aunque este acercamiento tuvo ventajas, implicó que la acción de la Trinidad, especialmente en medio de la creación, fuera un aspecto secundario. El resultado fue una visión de la Trinidad como algo lejano de nuestras vidas cotidianas; tal visión se esparció a lo largo de la vida eclesial. Por eso, el célebre teólogo alemán, Karl Rahner (1904-1984), comentó una vez que, aunque en nuestras cabezas somos trinitarios, en nuestros corazones sólo creemos en un Dios. Por consiguiente, los teólogos actuales han enfatizado la acción de las diferentes personas divinas en nuestro mundo y su unidad en la intersección de sus acciones amorosas.

sábado, 4 de junio de 2022

DOMINGO DE PENTECOSTÉS. SOLEMNIDAD Domingo 5 de junio 2022

 


LA RIQUEZA INFINITA DEL ESPIRITU

(Misa del día) Hech 2, 1-11; Sal 103; 1 Cor 12, 3-7.12-13; Jn 20,19-23
 
Las lecturas bíblicas de esta gran fiesta litúrgica proclaman la riqueza infinita del Espíritu. En Hechos, Lucas entrelaza una tapicería de imágenes: el viento, el fuego, y las lenguas, para simbolizar la fuerza y el vigor que el Espíritu otorga a la evangelización. En la Primera carta a los corintios, Pablo se dirige a los carismas que el Espíritu suscita en la Iglesia y que deben dar origen no a las divisiones y los celos, sino al trabajo unificado para formar el único Cuerpo de Cristo. En Juan, el Espíritu que se desprende del soplo de Jesús recuerda ese soplo divino que "se movía sobre la superficie de la Tierra" (Gén 1,2) en la creación del mundo; sólo que aquí, el mundo no se crea, sino que se recrea por medio del perdón y la reconciliación, otros dones del Espíritu maravilloso.
 


Misa del día
 


ANTÍFONA DE ENTRADA Sab 1, 7
 
El Espíritu del Señor llena toda la tierra; él da consistencia al universo y sabe todo lo que el hombre dice. Aleluya.
 


GLORIA
 
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
 
 
ORACIÓN COLECTA
 
Dios nuestro, que por el misterio de la festividad que hoy celebramos santificas a tu Iglesia, extendida por todas las naciones, concede al mundo entero los dones del Espíritu Santo y continúa obrando en el corazón de tus fieles las maravillas que te dignaste realizar en los comienzos de la predicación evangélica. Por nuestro Señor Jesucristo ...
 
 
LITURGIA DE LA PALABRA
 
PRIMERA LECTURA
 
Todos quedaron llenos del Espíritu Santo y empezaron a hablar.
 
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 2, 1-11
 
El día de Pentecostés, todos los discípulos estaban reunidos en un mismo lugar. De repente se oyó un gran ruido que venía del cielo, como cuando sopla un viento fuerte, que resonó por toda la casa donde se encontraban. Entonces aparecieron lenguas de fuego, que se distribuyeron y se posaron sobre ellos; se llenaron todos del Espíritu Santo y empezaron a hablar en otros idiomas, según el Espíritu los inducía a expresarse.
En esos días había en Jerusalén judíos devotos, venidos de todas partes del mundo. Al oír el ruido, acudieron en masa y quedaron desconcertados, porque cada uno los oía hablar en su propio idioma.
Atónitos y llenos de admiración, preguntaban: "¿No son galileos todos estos que están hablando? ¿Cómo, pues, los oímos hablar en nuestra lengua nativa? Entre nosotros hay medos, partos y elamitas; otros vivimos en Mesopotamia, Judea, Capadocia, en el Ponto y en Asia, en Frigia y en Panfilia, en Egipto o en la zona de Libia que limita con Cirene. Algunos somos visitantes, venidos de Roma, judíos y prosélitos; también hay cretenses y árabes. Y, sin embargo, cada quien los oye hablar de las maravillas de Dios en su propia lengua". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
 
SALMO RESPONSORIAL
 
Del salmo 103, 1ab. 24ac. 29bc-30. 31. 34.
R/. Envía, Señor, tu Espíritu a renovar la tierra. Aleluya.
 
Bendice al Señor, alma mía; Señor y Dios mío, inmensa es tu grandeza. ¡Qué numerosas son tus obras, Señor! La tierra llena está de tus creaturas. R/.
 
Si retiras tu aliento, toda creatura muere y vuelve al polvo; pero envías tu espíritu, que da vida, y renuevas el aspecto de la tierra. R/.
 
Que Dios sea glorificado para siempre y se goce en sus creaturas. Ojalá que le agraden mis palabras y yo me alegraré en el Señor. R/.
 
 
SEGUNDA LECTURA
 
Hemos sido bautizados en un mismo Espíritu para formar un solo cuerpo.
 
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 12, 3-7. 12-13
 
Hermanos: Nadie puede llamar a Jesús "Señor", si no es bajo la acción del Espíritu Santo. Hay diferentes dones, pero el Espíritu es el mismo. Hay diferentes servicios, pero el Señor es el mismo. Hay diferentes actividades, pero Dios, que hace todo en todos, es el mismo. En cada uno se manifiesta el Espíritu para el bien común.
Porque, así como el cuerpo es uno y tiene muchos miembros y todos ellos, a pesar de ser muchos, forman un solo cuerpo, así también es Cristo. Porque todos nosotros, seamos judíos o no judíos, esclavos o libres, hemos sido bautizados en un mismo Espíritu para formar un solo cuerpo, y a todos se nos ha dado a beber del mismo Espíritu.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 


SECUENCIA
 
Ven, Dios Espíritu Santo,
y envíanos desde el cielo
tu luz, para iluminamos.
 
Ven ya, padre de los pobres,
luz que penetra en las almas,
dador de todos los dones.
 
Fuente de todo consuelo,
amable huésped del alma,
paz en las horas de duelo.
 
Eres pausa en el trabajo,
brisa, en un clima de fuego,
consuelo, en medio del llanto.
 
Ven, luz santificadora,
y entra hasta el fondo del alma
de todos los que te adoran.
 
Sin tu inspiración divina
los hombres nada podemos
y el pecado nos domina.
 
Lava nuestras inmundicias,
fecunda nuestros desiertos
y cura nuestras heridas.
 
Doblega nuestra soberbia,
calienta nuestra frialdad,
endereza nuestras sendas.
 
Concede a aquellos que ponen
en ti su fe y su confianza
tus siete sagrados dones.
 
Danos virtudes y méritos,
danos una buena muerte
y contigo el gozo eterno.
 
 
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO
R/. Aleluya, aleluya.
 
Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor. R/.
 


EVANGELIO
 
Como el Padre me ha enviado, así también los envío yo: Reciban el Espíritu Santo.
 
Del santo Evangelio según san Juan: 20, 19-23
 
Al anochecer del día de la resurrección, estando cerradas las puertas de la casa donde se hallaban los discípulos, por miedo a los judíos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: "La paz esté con ustedes". Dicho esto, les mostró las manos y el costado.
Cuando los discípulos vieron al Señor, se llenaron de alegría. De nuevo les dijo Jesús: "La paz esté con ustedes. Como el Padre me ha enviado, así también los envío yo".
Después de decir esto, sopló sobre ellos y les dijo: "Reciban el Espíritu Santo. A los que les perdonen los pecados, les quedarán perdonados; y a los que no se los perdonen, les quedarán sin perdonar".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
 
 
PROFESIÓN DE FE
 
CREDO de los Apóstoles
 
Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna.
Amén.
 
 
PLEGARIA UNIVERSAL
 
Oremos, hermanos, e invoquemos a Cristo, que, entronizado a la diestra de Dios, ha recibido del Padre el Espíritu Santo prometido, y pidámosle que lo derrame sobre la Iglesia y sobre todo el mundo diciendo: Espíritu Santo, ilumínanos
 
Oremos a Cristo, el buen pastor de la Iglesia, que nos mereció la efusión del Espíritu Santo, y pidámosle que sean iluminados por este mismo Espíritu el Papa N., nuestro obispo N., Y todos los demás pastores de la Iglesia, a fin de que conduzcan a su rebaño por las sendas de la salvación.
 
Pidamos también al Señor resucitado, que envió su Espíritu en forma de lenguas para destruir la división de Babel, que congregue en la unidad y conceda la paz a todos los pueblos y naciones del mundo.
 
Supliquemos al vencedor de la muerte que envíe el Paráclito a los que sufren, para que encuentren fuerza y consuelo en la contemplación del misterio pascual, y les dé la firme esperanza de que están llamados a la resurrección y a la felicidad de su reino.
 
Pidamos al Hijo de Dios, que desde el Padre nos ha enviado el Espíritu Santo, que este mismo Espíritu nos recuerde constantemente sus palabras y nos dé la fuerza que necesitamos para dar testimonio de él hasta los confines del mundo.
 
Terminemos nuestra oración pidiendo al mismo Espíritu que resucitó a Cristo de entre los muertos, que permanezca en nosotros y nos disponga así para ser piedras vivas del templo eterno de Dios.
Escucha, Señor, las oraciones de tu pueblo y haz que quienes nos disponemos a clausurar, con la solemnidad de hoy, las fiestas pascuales, renovados y fortalecidos por tu Espíritu, vivamos continuamente la novedad pascual y lleguemos también a las fiestas de la Pascua eterna. Por Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina, inmortal y glorioso, por los siglos de los siglos…
 
 
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
 
Concédenos, Señor, que, conforme a la promesa de tu Hijo, el Espíritu Santo nos haga comprender con más plenitud el misterio de este sacrificio y haz que nos descubra toda su verdad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
PREFACIO
 
El misterio de Pentecostés.
 
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno. Porque tú, para llevar a su plenitud el misterio pascual, has enviado hoy al Espíritu Santo sobre aquellos a quienes adoptaste como hijos al injertarlos en Cristo, tu Unigénito. Este mismo Espíritu fue quien, al nacer la Iglesia, dio a conocer a todos los pueblos el misterio del Dios verdadero y unió la diversidad de las lenguas en la confesión de una misma fe.
Por eso, el mundo entero se desborda de alegría y también los coros celestiales, los ángeles y los arcángeles, cantan sin cesar el himno de tu gloria: Santo, Santo, Santo ...
 
 
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Hech 2, 4. 11
 
Todos quedaron llenos del Espíritu Santo, y proclamaban las maravillas de Dios. Aleluya.
 
 
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
 
Dios nuestro, tú que concedes a tu Iglesia dones celestiales, consérvale la gracia que le has dado, para que permanezca siempre vivo en ella el don del Espíritu Santo que le infundiste; y que este alimento espiritual nos sirva para alcanzar la salvación eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
 

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20220605

Algunos teólogos de las Iglesias Ortodoxas y Orientales, especialmente Nikos Nissotis (1925-1986), han acusado a la Iglesia Católica de ser "cristomonista". Quieren decir que la Segunda Persona de la Trinidad, encarnada en Cristo Jesús, es enfatizada tan monolíticamente por los católicos que se olvidan de la Tercera Persona, el Espíritu. Las consecuencias de esta actitud, de acuerdo con los teólogos, son desastrosas para la Iglesia Católica. Por ejemplo, se aprecia la masculinidad de Jesús, pero se desprecian las características típicamente femeninas del Espíritu y los dones de las mujeres. Se ensalza el poder real de Cristo Rey, se enfatiza el control asociado con tal poder, y no se abre a la acción imprevisible y revolucionaria del Espíritu. Tal vez la fiesta litúrgica de hoy es la oportunidad perfecta para resistir tal cristomonismo y meditar sobre la riqueza infinita del Espíritu.