sábado, 27 de mayo de 2023

SECUENCIA DEL ESPÍRITU SANTO

 



Ven, Dios Espíritu Santo,
y envíanos desde el cielo
tu luz, para iluminamos.
 
Ven ya, padre de los pobres,
luz que penetra en las almas,
dador de todos los dones.
 
Fuente de todo consuelo,
amable huésped del alma,
paz en las horas de duelo.
 
Eres pausa en el trabajo,
brisa, en un clima de fuego,
consuelo, en medio del llanto.
 
Ven, luz santificadora,
y entra hasta el fondo del alma
de todos los que te adoran.
 
Sin tu inspiración divina
los hombres nada podemos
y el pecado nos domina.
 
Lava nuestras inmundicias,
fecunda nuestros desiertos
y cura nuestras heridas.
 
Doblega nuestra soberbia,
calienta nuestra frialdad,
endereza nuestras sendas.
 
Concede a aquellos que ponen
en ti su fe y su confianza
tus siete sagrados dones.
 
Danos virtudes y méritos,
danos una buena muerte
y contigo el gozo eterno.
 

viernes, 19 de mayo de 2023

SOLEMNIDAD, DOMINGO DE PENTECOSTÉS Domingo 28 de mayo 2023

 



Dios vive fuera del tiempo. No obstante, las personas de la Trinidad son a veces asociadas con una u otra de las tres fases del tiempo, el pasado, el presente, o el futuro. Si hay una fase con la cual es asociado el Espíritu Santo, es el futuro. En el Evangelio, por ejemplo, el Espíritu Santo es enviado a los discípulos no para recordarles el pasado ni para confortarlos en el presente, sino para enviarlos a anunciar el perdón en el futuro. Semejante énfasis es todavía más patente en Hechos, que no sólo anuncia la misión futura de los discípulos, sino que presenta, de manera sintética, cómo el Espíritu Santo iba a ayudarles en el resto -el "futuro" de ese libro, instruyéndolos, empujándolos, fortaleciéndolos y ayudándolos a empezar una nueva época de la historia de la salvación, la de la Iglesia.

 
 
ANTÍFONA DE ENTRADA Sab 1, 7
 
El Espíritu del Señor llena toda la tierra; él da consistencia al universo y sabe todo lo que el hombre dice. Aleluya.
 
 
GLORIA
 
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
 
 
ORACIÓN COLECTA
 
Dios nuestro, que por el misterio de la festividad que hoy celebramos santificas a tu Iglesia, extendida por todas las naciones, concede al mundo entero los dones del Espíritu Santo y continúa obrando en el corazón de tus fieles las maravillas que te dignaste realizar en los comienzos de la predicación evangélica. Por nuestro Señor Jesucristo ...
 
 
LITURGIA DE LA PALABRA
 
PRIMERA LECTURA
 
Todos quedaron llenos del Espíritu Santo y empezaron a hablar.
 
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 2,1-11
 
El día de Pentecostés, todos los discípulos estaban reunidos en un mismo lugar. De repente se oyó un gran ruido que venía del cielo, como cuando sopla un viento fuerte, que resonó por toda la casa donde se encontraban. Entonces aparecieron lenguas de fuego, que se distribuyeron y se posaron sobre ellos; se llenaron todos del Espíritu Santo y empezaron a hablar en otros idiomas, según el Espíritu los inducía a expresarse.
En esos días había en Jerusalén judíos devotos, venidos de todas partes del mundo. Al oír el ruido, acudieron en masa y quedaron desconcertados, porque cada uno los oía hablar en su propio idioma.
Atónitos y llenos de admiración, preguntaban: "¿No son galileos todos estos que están hablando? ¿Cómo, pues, los oímos hablar en nuestra lengua nativa? Entre nosotros hay medos, partos y elamitas; otros vivimos en Mesopotamia, Judea, Capadocia, en el Ponto y en Asia, en Frigia y en Panfilia, en Egipto o en la zona de Libia que limita con Cirene. Algunos somos visitantes, venidos de Roma, judíos y prosélitos; también hay cretenses y árabes. Y sin embargo, cada quien los oye hablar de las maravillas de Dios en su propia lengua". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
 
SALMO RESPONSORIAL
 
Del salmo 103, 1ab. 24ac. 29bc-30. 31. 34.
R/. Envía, Señor, tu Espíritu a renovar la tierra. Aleluya.
 
Bendice al Señor, alma mía; Señor y Dios mío, inmensa es tu grandeza. ¡Qué numerosas son tus obras, Señor! La tierra llena está de tus creaturas. R/.
 
Si retiras tu aliento, toda creatura muere y vuelve al polvo; pero envías tu espíritu, que da vida, y renuevas el aspecto de la tierra. R/.
 
Que Dios sea glorificado para siempre y se goce en sus creaturas. Ojalá que le agraden mis palabras y yo me alegraré en el Señor. R/.
 
 
SEGUNDA LECTURA
 
Hemos sido bautizados en un mismo Espíritu para formar un solo cuerpo.
 
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 12,3-7.12-13
 
Hermanos: Nadie puede llamar a Jesús "Señor", si no es bajo la acción del Espíritu Santo.
Hay diferentes dones, pero el Espíritu es el mismo.
Hay diferentes servicios, pero el Señor es el mismo. Hay diferentes actividades, pero Dios, que hace todo en todos, es el mismo. En cada uno se manifiesta el Espíritu para el bien común.
Porque así como el cuerpo es uno y tiene muchos miembros y todos ellos, a pesar de ser muchos, forman un solo cuerpo, así también es Cristo. Porque todos nosotros, seamos judíos o no judíos, esclavos o libres, hemos sido bautizados en un mismo Espíritu para formar un solo cuerpo, y a todos se nos ha dado a beber del mismo Espíritu. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

 
SECUENCIA
 
Ven, Dios Espíritu Santo,
y envíanos desde el cielo
tu luz, para iluminamos.
 
Ven ya, padre de los pobres,
luz que penetra en las almas,
dador de todos los dones.
 
Fuente de todo consuelo,
amable huésped del alma,
paz en las horas de duelo.
 
Eres pausa en el trabajo,
brisa, en un clima de fuego,
consuelo, en medio del llanto.
 
Ven, luz santificadora,
y entra hasta el fondo del alma
de todos los que te adoran.
 
Sin tu inspiración divina
los hombres nada podemos
y el pecado nos domina.
 
Lava nuestras inmundicias,
fecunda nuestros desiertos
y cura nuestras heridas.
 
Doblega nuestra soberbia,
calienta nuestra frialdad,
endereza nuestras sendas.
 
Concede a aquellos que ponen
en ti su fe y su confianza
tus siete sagrados dones.
 
Danos virtudes y méritos,
danos una buena muerte
y contigo el gozo eterno.
 
 
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO
R/. Aleluya, aleluya.
 
Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor. R/.
 
 
EVANGELIO
 
Como el Padre me ha enviado, así también los envío yo: Reciban el Espíritu Santo.
 
Del santo Evangelio según san Juan: 20, 19-23
 
Al anochecer del día de la resurrección, estando cerradas las puertas de la casa donde se hallaban los discípulos, por miedo a los judíos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: "La paz esté con ustedes". Dicho esto, les mostró las manos y el costado.
Cuando los discípulos vieron al Señor, se llenaron de alegría. De nuevo les dijo Jesús: "La paz esté con ustedes. Como el Padre me ha enviado, así también los envío yo".
Después de decir esto, sopló sobre ellos y les dijo: "Reciban el Espíritu Santo. A los que les perdonen los pecados, les quedarán perdonados; y a los que no se los perdonen, les quedarán sin perdonar". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
 
 
PROFESIÓN DE FE
 
CREDO de los Apóstoles
 
Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna.
Amén.
 
 
PLEGARIA UNIVERSAL
 
Oremos, hermanos, e invoquemos a Cristo, que, entronizado a la diestra de Dios, ha recibido del Padre el Espíritu Santo prometido, y pidámosle que lo derrame sobre la Iglesia y sobre todo el mundo diciendo: Espíritu Santo, ven. 


Oremos a Cristo, el buen pastor de la Iglesia, que nos mereció la efusión del Espíritu Santo, y pidámosle que sean iluminados por este mismo Espíritu el Papa N., nuestro obispo N., y todos los demás pastores de la Iglesia, a fin de que conduzcan a su rebaño por las sendas de la salvación.

Pidamos también al Señor resucitado, que envió su Espíritu en forma de lenguas para destruir la división de Babel, que congregue en la unidad y conceda la paz a todos los pueblos y naciones del mundo.

Supliquemos al vencedor de la muerte que envíe el Paráclito a los que sufren, para que encuentren fuerza y consuelo en la contemplación del misterio pascual, y les dé la firme esperanza de que están llamados a la resurrección y a la felicidad de su reino.

Pidamos al Hijo de Dios, que desde el Padre nos ha enviado el Espíritu Santo, que este mismo Espíritu nos recuerde constantemente sus palabras y nos dé la fuerza que necesitamos para dar testimonio de él hasta los confines del mundo.

Terminemos nuestra oración pidiendo al mismo Espíritu que resucitó a Cristo de entre los muertos, que permanezca en nosotros y nos disponga así para ser piedras vivas del templo eterno de Dios.

Escucha, Señor, las oraciones de tu pueblo y haz que quienes nos disponemos a clausurar, con la solemnidad de hoy, las fiestas pascuales, renovados y fortalecidos por tu Espíritu, vivamos continuamente la novedad pascual y lleguemos también a las fiestas de la Pascua eterna. Por Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina, inmortal y glorioso, por los siglos de los siglos.
 
 
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
 
Concédenos, Señor, que, conforme a la promesa de tu Hijo, el Espíritu Santo nos haga comprender con más plenitud el misterio de este sacrificio y haz que nos descubra toda su verdad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
PREFACIO
 
El misterio de Pentecostés.
 
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno. Porque tú, para llevar a su plenitud el misterio pascual, has enviado hoy al Espíritu Santo sobre aquellos a quienes adoptaste como hijos al injertarlos en Cristo, tu Unigénito. Este mismo Espíritu fue quien, al nacer la Iglesia, dio a conocer a todos los pueblos el misterio del Dios verdadero y unió la diversidad de las lenguas en la confesión de una misma fe.
Por eso, el mundo entero se desborda de alegría y también los coros celestiales, los ángeles y los arcángeles, cantan sin cesar el himno de tu gloria: Santo, Santo, Santo ...
 
 
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Hech 2, 4. 11
 
Todos quedaron llenos del Espíritu Santo, y proclamaban las maravillas de Dios. Aleluya.
 
 
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
 
Dios nuestro, tú que concedes a tu Iglesia dones celestiales, consérvale la gracia que le has dado, para que permanezca siempre vivo en ella el don del Espíritu Santo que le infundiste; y que este alimento espiritual nos sirva para alcanzar la salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.

EN COMUNIÓN CON LA TRADICIÓN VIVA DE LA IGLESIA 20230528


 «Ya se había llevado a cabo el plan salvífico de Dios en la tierra; pero convenía que nosotros llegáramos a ser partícipes de la naturaleza divina del Verbo, esto es, que abandonásemos nuestra vida anterior para transformarla y conformarla a un nuevo estilo de vida y de santidad. Esto sólo podía llevarse a efecto con la comunicación del Espíritu Santo. Ahora bien, el tiempo más oportuno para la misión del Espíritu y su irrupción en nosotros fue aquel que siguió a la Ascensión de nuestro Salvador Jesucristo. Pues mientras Cristo vivía corporalmente entre sus fieles, se les mostraba como el dispensador de todos sus bienes; pero cuando llegó la hora de regresar al Padre celestial, continuó presente entre sus fieles mediante su Espíritu, y habitando por la fe en nuestros corazones. De este modo, poseyéndole en nosotros, podríamos llamarle con confianza: Abba, Padre, y cultivar con ahínco todas las virtudes, y juntamente hacer frente con valentía invencible a las asechanzas del diablo y las persecuciones de los hombres, como quienes cuentan con la fuerza poderosa del Espíritu. Este mismo Espíritu transforma y traslada a una nueva condición de vida a los fieles en que habita y tiene su morada. Esto puede ponerse fácilmente de manifiesto con testimonios tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento. Así el piadoso Samuel a Saúl: Te invadirá el Espíritu del Señor, y te convertirás en otro hombre… No es difícil percibir cómo transforma el Espíritu la imagen en quienes habita: del amor a las cosas terrenas, el Espíritu nos conduce a la esperanza de las cosas del cielo; y de la cobardía y la timidez, a la valentía y generosa intrepidez de espíritu» (San Cirilo de Alejandría [370-444]. Evangelio de Juan. Libro 10).

 

 

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20230528 1

 


En la antigüedad, la edad media, y aun en el renacimiento, la humanidad era orientada hacia el pasado: se creía que era necesario mirar a los orígenes pasados para saber cómo vivir. En la edad moderna, hasta nuestros días, la humanidad ha sido orientada al presente: se creía que era necesario vivir en la actualidad -agarrar el momento presente para vivir una existencia plena. Mientras que el pasado y el presente son importantes, sin embargo, tenemos que admitir que el futuro es también esencial. Varios filósofos, como Martin Heidegger (1889-1976), nos han recordado que el impulso hacia el futuro es crucial al ser humano. Pero no hay que ser un intelectual famoso para darse cuenta de que no hay esperanza sin el futuro. Para los cristianos, la fuente del futuro y de la esperanza es el Espíritu Santo.

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20230528

 


Una Iglesia que está muerta no tiene el Espíritu Santo. Una Iglesia que está cerrada en sí misma, que teme al cambio y el crecimiento, que siempre hace guerra contra un mundo que percibe como un enemigo decidido, que gasta su tiempo haciendo alarde de su superioridad, una tal Iglesia no tiene el Espíritu Santo. En esta vigilia de una fiesta que a veces es llamada "el cumpleaños de la iglesia," porque recuerda la venida del Espíritu Santo a los Apóstoles y su formación por dicha fuente de vida en una Iglesia viva, tenemos que evaluar nuestras comunidades eclesiales. Una primera pregunta, en cualquier evaluación, es simplemente, ¿estamos vivos? ¿Cuáles son los signos de la vida en nuestra comunidad? ¿Cuáles son las herramientas que utiliza el Espíritu Santo para llevarnos la vida? ¿Dónde ponemos obstáculos al Espíritu Santo y en qué formas abrazamos la muerte?

jueves, 18 de mayo de 2023

EN COMUNIÓN CON LA TRADICIÓN VIVA DE LA IGLESIA 20230521

 


«Nuestro Señor Jesucristo ascendió al cielo un día como hoy; que nuestro corazón ascienda también con él. Escuchemos al Apóstol: Ya que habéis resucitado con Cristo, buscad los bienes de allá arriba, donde está Cristo, sentado a la derecha de Dios ... y así como él ascendió sin alejarse de nosotros, nosotros estamos ya allí con él, aun cuando todavía no se haya realizado en nuestro cuerpo lo que nos ha sido prometido. Él fue ya exaltado sobre los cielos; pero sigue padeciendo en la tierra todos los trabajos que nosotros, que somos sus miembros, experimentamos. De lo que dio testimonio cuando exclamó: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? ¿Por qué no vamos a esforzarnos sobre la tierra, de modo que gracias a la fe, la esperanza y la caridad, con las que nos unimos con él, descansemos ya con él en los cielos? Mientras él está allí, sigue estando con nosotros; y nosotros, mientras estamos aquí, podemos estar ya con él allí. Él está con nosotros por su divinidad, su poder y su amor; nosotros, en cambio, aunque no podemos llevarlo a cabo como él por la divinidad, sí que podemos por el amor hacia él. No se alejó del cielo, cuando descendió hasta nosotros; ni de nosotros, cuando regresó hasta él. El mismo es quien asegura que estaba allí mientras estaba aquí: Nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre que está en el cielo. Esto lo dice en razón de la unidad que existe entre él, nuestra cabeza, y nosotros, su cuerpo. Y nadie, excepto él, podría decirlo, ya que nosotros estamos identificados con él, en virtud de que él, por nuestra causa, se hizo Hijo del hombre, y nosotros, por él, hemos sido hechos hijos de Dios» (San Agustín [354-430]. Sermón sobre la Ascensión del Señor).
 

LA ASCENCIÓN DEL SEÑOR Ciclo A Domingo 21 mayo 2023


 

ANTÍFONA DE ENTRADA Hech 1, 11
 
Hombres de Galilea, ¿qué hacen allí parados mirando al cielo? Ese mismo Jesús, que los ha dejado para subir al cielo, volverá como lo han visto marcharse. Aleluya.
 
 
GLORIA
 
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
 
 
ORACIÓN COLECTA
 
Concédenos, Dios todopoderoso, rebosar de santa alegría y, gozosos, elevar a ti fervorosas gracias ya que la ascensión de Cristo, tu Hijo, es también nuestra victoria, pues a donde llegó él, que es nuestra cabeza, esperamos llegar también nosotros, que somos su cuerpo.
Por nuestro Señor Jesucristo ...
 
 
LITURGIA DE LA PALABRA
 
PRIMERA LECTURA
 
Se fue elevando a la vista de sus apóstoles.
 
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 1, 1-11
 
En mi primer libro, querido Teófilo, escribí acerca de todo lo que Jesús hizo y enseñó, hasta el día en que ascendió al cielo, después de dar sus instrucciones, por medio del Espíritu Santo, a los apóstoles que había elegido. A ellos se les apareció después de la pasión, les dio numerosas pruebas de que estaba vivo y durante cuarenta días se dejó ver por ellos y les habló del Reino de Dios.
Un día, estando con ellos a la mesa, les mandó: "No se alejen de Jerusalén. Aguarden aquí a que se cumpla la promesa de mi Padre, de la que ya les he hablado: Juan bautizó con agua; dentro de pocos días ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo".
Los ahí reunidos le preguntaban: "Señor, ¿ahora sí vas a restablecer la soberanía de Israel?". Jesús les contestó: "A ustedes no les toca conocer el tiempo y la hora que el Padre ha determinado con su autoridad; pero cuando el Espíritu Santo descienda sobre ustedes, los llenará de fortaleza y serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta los últimos rincones de la tierra".
Dicho esto, se fue elevando a la vista de ellos, hasta que una nube lo ocultó a sus ojos. Mientras miraban fijamente al cielo, viéndolo alejarse, se les presentaron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron: "Galileos, ¿qué hacen allí parados, mirando al cielo? Ese mismo Jesús que los ha dejado para subir al cielo, volverá como lo han visto alejarse". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
 
SALMO RESPONSORIAL
 
Del salmo 46,2-3.6-7.8-9.
R/. Entre voces de júbilo, Dios asciende a su trono. Aleluya.
 
Aplaudan, pueblos todos; aclamen al Señor, de gozo llenos; que el Señor, el Altísimo, es terrible y de toda la tierra, rey supremo. R/.
 
Entre voces de júbilo y trompetas, Dios, el Señor, asciende hasta su trono. Cantemos en honor de nuestro Dios, al rey honremos y cantemos todos. R/.
 
Porque Dios es el rey del universo, cantemos el mejor de nuestros cantos. Reina Dios sobre todas las naciones desde su trono santo. R/.
 
 
SEGUNDA LECTURA
 
Lo hizo sentar a su derecha en el cielo.
 
De la carta del apóstol san Pablo a los efesios: 1, 17-23
 
Hermanos: Pido al Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, que les conceda espíritu de sabiduría y de revelación para conocerlo.
Le pido que les ilumine la mente para que comprendan cuál es la esperanza que les da su llamamiento, cuán gloriosa y rica es la herencia que Dios da a los que son suyos y cuál la extraordinaria grandeza de su poder para con nosotros, los que confiamos en él, por la eficacia de su fuerza poderosa.
Con esta fuerza resucitó a Cristo de entre los muertos y lo hizo sentar a su derecha en el cielo, por encima de todos los ángeles, principados, potestades, virtudes y dominaciones, y por encima de cualquier persona, no sólo del mundo actual sino también del futuro.
Todo lo puso bajo sus pies y a él mismo lo constituyó cabeza suprema de la Iglesia, que es su cuerpo, y la plenitud del que lo consuma todo en todo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
 
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Mt 28, 19. 20
R/. Aleluya, aleluya.
 
Vayan y hagan discípulos a todos los pueblos, dice el Señor, y sepan que yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo. R/.
 
 
EVANGELIO
 
Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra.
 
Del santo Evangelio según san Mateo: 28, 16-20
 
En aquel tiempo, los once discípulos se fueron a Galilea y subieron al monte en el que Jesús los había citado. Al ver a Jesús, se postraron, aunque algunos titubeaban.
Entonces, Jesús se acercó a ellos y les dijo: "Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Vayan, pues, y hagan discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a cumplir todo cuanto yo les he mandado; y sepan que yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
 
 
PROFESIÓN DE FE
 
Credo de los Apóstoles
 
Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna.
Amén.
 
 
PLEGARIA UNIVERSAL
 
Pongamos, hermanos, nuestra mirada en Jesús, nuestro gran sacerdote, que ha atravesado el cielo para interceder por nosotros, y pidámosle por las necesidades de todos los hombres diciendo: Te rogamos, Señor. (R/. Te rogamos, Señor.)
 
Para que Cristo, desde el trono de su gloria, venga en ayuda de su Iglesia, que lucha en medio de las dificultades del mundo, y no permita que sus fieles se dejen cautivar por los bienes de la tierra, roguemos al Señor.
 
Para que Jesús, el Señor, que prometió que, al ser elevado sobre la tierra, atraería a todos hacia sí, revele su nombre a los hombres que aún no lo conocen, roguemos al Señor.
 
Para que el Señor, que con su triunfo ha glorificado nuestra carne colocándola cerca de Dios Padre, llene de esperanza a los que sufren enfermedades en el cuerpo o angustias en el espíritu, roguemos al Señor.
 
Para que el Señor, elevado al cielo, nos envíe el Espíritu Santo, para que nos enseñe a amar los bienes de arriba y a no dejarnos cautivar por las cosas de la tierra, roguemos al Señor.
 
Dios, Padre todopoderoso, que has resucitado a Cristo, tu Hijo, y los has hecho Señor del universo, reconoce la voz de tu amado en las oraciones de la Iglesia y concédenos lo que, te hemos pedido. Por Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina, inmortal y glorioso, por los siglos de los siglos.
 
 
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
 
Al ofrecerte, Señor, este sacrificio en la gloriosa festividad de la ascensión, concédenos que por este santo intercambio, nos elevemos también nosotros a las cosas del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
PREFACIO
 
El misterio de la Ascensión
 
 
El Señor esté con vosotros
Y con tu espíritu
Levantemos el corazón.
Lo tenemos levantado hacia el Señor.
Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
Es justo y necesario. En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno. Porque Jesús, el Señor, el rey de la gloria, vencedor del pecado y de la muerte, ha ascendido [hoy] ante el asombro de los ángeles a lo más alto del cielo, como mediador entre Dios y los hombres, como juez de vivos y muertos. No se ha ido para desentenderse de este mundo, sino que ha querido precedernos como cabeza nuestra para que nosotros, miembros de su Cuerpo, vivamos con la ardiente esperanza de seguirlo en su reino.
Por eso, con esta efusión de gozo pascual, el mundo entero se desborda de alegría, y también los coros celestiales, los ángeles y los arcángeles, cantan sin cesar el himno de tu gloria.
Santo, Santo, Santo…
 
 
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Mt 28, 20
 
Yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo. Aleluya.
 
 
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
 
Dios todopoderoso y eterno, que nos permites participar en la tierra de los misterios divinos, concede que nuestro fervor cristiano nos oriente hacia el cielo, donde y a nuestra naturaleza humana está contigo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
 

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20230521

 

En muchos de sus escritos más importantes, el Papa Francisco nos llama a ser testigos de Cristo en todo momento. Quizá se podría interpretar mal esta llamada: ¿es un mandato portarnos de una manera extraña o hacer hazañas super religiosas? Pero no es lo que quiere decir. En su Exhortación apostólica a los jóvenes, Cristus vivit (2019), explica lo que es un testigo o apóstol utilizando las palabras del santo argentino, Alberto Hurtado: "ser apóstol no significa llevar un distintivo en el ojo de la chaqueta, no significa hablar de la verdad, sino de vivirla, encarnarse en ella, transformarse en Cristo. Ser apóstoles no significa llevar una insignia en el ojal de la chaqueta; no significa hablar de la verdad, sino vivirla, encarnarse en ella, transformarse en Cristo. Ser apóstol no es llevar una antorcha en la mano, poseer la luz, sino ser la luz (...). El Evangelio (...) más que una lección es un ejemplo. El mensaje convertido en vida viviente" (n.175).

sábado, 13 de mayo de 2023

Sal de la tierra y luz del mundo.


 


Texto bíblico
 
Del evangelio según san Mateo 5, 13-16.
 
"Ustedes son la sal de la tierra. Pero si la sal deja de ser sal, ¿Cómo podrá ser salada de nuevo? Ya no sirve para nada, por lo que se tira afuera y es pisoteada por la gente.
Ustedes son la luz del mundo: ¿Cómo se puede esconder una ciudad asentada sobre un monte?
Nadie enciende una lámpara para taparla con un cajón; la ponen más bien sobre un candelero, y alumbrará a todos los que estén en la casa. Hagan, pues, que brille su luz ante los hombres; que vean sus buenas obras, y por ello den gloria al padre de ustedes que está en los cielos."
 
Reflexión
 
Qué dicha la nuestra, la de ser considerados por el Maestro sal de la tierra y luz del mundo. Cuánta responsabilidad deposita en nuestra vida, porque Jesús no dice “tienen que ser”, sino “son. Y lo somos porque hemos entrado a formar parte de su reino y, desde ese momento, nuestra vida se ha de asociar con Él. Sus valores han de ser los nuestros.”.
 
Es preciso que la luz de Cristo brille en nosotros, que seamos luz para los demás. Ese es el llamado y la exigencia principal de nuestro ministerio. Pidamos pues al Señor que nunca nos apaguemos ni permitamos que nuestras debilidades humanas nos hagan apartar del camino a nuestros hermanos. Que Dios derrame el fuego de su Espíritu Santo en nosotros y nos encienda con una luz inextinguible.
 
Para ser discípulos y enseñar las verdades de la fe, debemos primero estar con el Maestro, escucharlo, aprender de él. Es un estar en presencia del Señor, dejarse mirar por él. Y preguntarnos "¿cómo estoy en presencia del Señor? " Si en nuestro corazón no existe el calor de Dios, de su amor, de su ternura, ¿cómo podemos nosotros, pobres pecadores, enardecer el corazón de los demás?

jueves, 11 de mayo de 2023

VI DOMINGO VI DE PASCUA Ciclo A Domingo 14 de mayo 2023

 



 
 
"ENTONCES RECIBIERON EL ESPÍRITU SANTO"
 
Hech 8,5-8. 14-17; Sal 65; 1 Pedro 3,15-18; Jn 14, 15-21
 
Puede ser que seamos muy alegres, entusiastas y comprometidos, ¿pero por ello estamos llenos del Espíritu? Las lecturas de hoy tienen que ver con la pregunta de cómo recibimos el don del Espíritu Santo. En Hechos, Felipe inicia una misión evangelizadora con entusiasmo y milagros. Por toda su belleza, dicha misión estaba un poco aislada y, siendo una iniciativa individual, le faltaba la presencia del Espíritu. Sólo recibe este don por medio de Pedro y Juan, representantes de la comunidad del Resucitado. La misma verdad se revela en el Evangelio cuando Jesús precisa que los discípulos recibirán el Espíritu Santo por medio de su Resurrección. En síntesis, no podemos obligar al Espíritu Santo a venir a nosotros por nuestros propios esfuerzos, por tan emocionantes y bien intencionados que seamos; viene como un don de Cristo Jesús.
 
 
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Is 48, 20
 
Con voz de júbilo, anúncienlo; que se oiga. Que llegue a todos los rincones de la tierra: el Señor ha liberado a su pueblo. Aleluya.
 
 
GLORIA
 
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
 
 
ORACIÓN COLECTA
 
Dios todopoderoso, concédenos continuar celebrando con incansable amor estos días de tanta alegría en honor del Señor resucitado, y que los misterios que hemos venido conmemorando se manifiesten siempre en nuestras obras. Por nuestro Señor Jesucristo ...
 
 
LITURGIA DE LA PALABRA
 
PRIMERA LECTURA
 
Les impusieron las manos y recibieron el Espíritu Santo.
 
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 8, 5-8.14-17
 
En aquellos días, Felipe bajó a la ciudad de Samaria y predicaba allí a Cristo. La multitud escuchaba con atención lo que decía Felipe, porque habían oído hablar de los milagros que hacía y los estaban viendo: de muchos poseídos salían los espíritus inmundos, lanzando gritos, y muchos paralíticos y lisiados quedaban curados.
Esto despertó gran alegría en aquella ciudad. Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén se enteraron de que Samaria había recibido la palabra de Dios, enviaron allá a Pedro y a Juan. Éstos, al llegar, oraron por los que se habían convertido, para que recibieran el Espíritu Santo, porque aún no lo habían recibido y solamente habían sido bautizados en el nombre del Señor Jesús. Entonces Pedro y Juan impusieron las manos sobre ellos, y ellos recibieron el Espíritu Santo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
 
SALMO RESPONSORIAL
 
Del salmo 65, 1-3a. 4-5. 6-7a. 16 y 20.
R/. Las obras del Señor son admirables. Aleluya.
 
Que aclame al Señor toda la tierra. Celebremos su gloria y su poder, cantemos un himno de alabanza, digamos al Señor: "Tu obra es admirable". R/.
 
Que se postre ante ti la tierra entera y celebre con cánticos tu nombre. Admiremos las obras del Señor, los prodigios que ha hecho por los hombres. R/.
 
Él transformó el Mar Rojo en tierra firme y los hizo cruzar el Jordán a pie enjuto. Llenémonos por eso de gozo y gratitud: el Señor es eterno y poderoso. R/.
 
Cuantos temen a Dios, vengan y escuchen, y les diré lo que ha hecho por mí. Bendito sea Dios, que no rechazó mi súplica, ni me retiró su gracia. R/.
 
 
SEGUNDA LECTURA
 
Murió en su cuerpo y resucitó glorificado.
 
De la primera carta del apóstol san Pedro: 3, 15-18
 
Hermanos: Veneren en sus corazones a Cristo, el Señor, dispuestos siempre a dar, al que las pidiere, las razones de la esperanza de ustedes. Pero háganlo con sencillez y respeto y estando en paz con su conciencia.
Así quedarán avergonzados los que denigran la conducta cristiana de ustedes, pues mejor es padecer haciendo el bien, si tal es la voluntad de Dios, que padecer haciendo el mal. Porque también Cristo murió, una sola vez y para siempre, por los pecados de los hombres; él, el justo, por nosotros, los injustos, para llevarnos a Dios; murió en su cuerpo y resucitó glorificado.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
 
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 14, 23
R/. Aleluya, aleluya.
 
El que me ama, cumplirá mi palabra, dice el Señor; y mi Padre lo amará y vendremos a él. R/.
 
 
EVANGELIO
 
Yo le rogaré al Padre y él les dará otro Paráclito.
 
Del santo Evangelio según san Juan: 14, 15-21
 
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Si me aman, cumplirán mis mandamientos; yo le rogaré al Padre y él les dará otro Paráclito para que esté siempre con ustedes, el Espíritu de la verdad. El mundo no puede recibirlo, porque no lo ve ni lo conoce; ustedes, en cambio, sí lo conocen, porque habita entre ustedes y estará en ustedes.
No los dejaré desamparados, sino que volveré a ustedes. Dentro de poco, el mundo no me verá más, pero ustedes sí me verán, porque yo permanezco vivo y ustedes también vivirán. En aquel día entenderán que yo estoy en mi Padre, ustedes en mí y yo en ustedes.
El que acepta mis mandamientos y los cumple, ése me ama. Al que me ama a mí, lo amará mi Padre, yo también lo amaré y me manifestaré a él". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
 
 
PROFESIÓN DE FE
 
CREDO de los Apóstoles
 
Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna.
Amén.
 
 
PLEGARIA UNIVERSAL
 
Unidos a Cristo, que intercede siempre por nosotros, elevemos, hermanos, nuestras súplicas al Padre diciendo: Te rogamos, Señor. (R/. Te rogamos, Señor.)
 
Para que el que estaba muerto y ahora vive por los siglos de los siglos conceda a la Iglesia ser, con firmeza y valentía, testimonio perseverante de su resurrección, roguemos al Señor.
Para que el resucitado, que dio a los apóstoles su paz, quiera concederla también en abundancia a todos los pueblos, roguemos al Señor.
 
Para que el vencedor de la muerte transforme los sufrimientos de los enfermos, de los moribundos y de todos los que sufren en aquella alegría que nunca nadie les podrá quitar, roguemos al Señor.
 
Para que el que tiene las llaves de la muerte y de su reino nos conceda celebrar un día su resurrección con los ángeles y los santos en su reino, roguemos al Señor.
 
Dios nuestro, que no has redimido en Cristo, muerto por nuestros pecados y resucitado, para nuestra justificación, escucha nuestra oración e infúndenos tu Espíritu de la verdad, para que, llenos de su sabiduría, sepamos siempre dar razón de nuestra esperanza. Por Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina, inmortal y glorioso, por los siglos de los siglos.
 
 
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
 
Suba hasta ti, Señor, nuestra oración, acompañada por estas ofrendas, para que, purificados por tu bondad, nos dispongas para celebrar el sacramento de tu inmenso amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
PREFACIO
 
Restauración universal por el Misterio Pascual
 
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación glorificarte siempre, Señor, pero más que nunca en este tiempo en que Cristo, nuestra Pascua, fue inmolado. Porque destruida la antigua situación de pecado, se renueva todo lo que estaba caído y en Cristo se restablece la integridad de nuestra vida. Por eso, con esta efusión del gozo pascual, el mundo entero se desborda de alegría, y también los coros celestiales, los ángeles y los arcángeles, cantan sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo...
 
 
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 14. 15-16
 
Si me aman, cumplirán mis mandamientos, dice el Señor; y yo rogaré al Padre, y él les dará otro Abogado, que permanecerá con ustedes para siempre. Aleluya.
 
 
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
 
Dios todopoderoso y eterno, que, por la resurrección de Cristo, nos has hecho renacer a la vida eterna, multiplica en nosotros el efecto de este sacramento pascual, e infunde en nuestros corazones el vigor que comunica este alimento de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 

EN COMUNIÓN CON LA TRADICIÓN VIVA DE LA IGLESIA 20230514

 

 


«Yo le pediré al Padre que os dé otro Defensor. Son palabras de despedida. Y como todavía no lo conocían bien, era muy probable que ellos habrían de buscar ansiosamente la compañía del Ausente, sus palabras, su presencia física, y que no habrían de aceptar, una vez que él se hubiera marchado, ningún tipo de consuelo. Y ¿qué es lo que dice? Yo le pediré al Padre que os dé otro Defensor, esto es, otro como yo. Después de haberos purificado con su sacrificio, entonces sobrevoló el Espíritu Santo. ¿Por qué no vino cuando Jesús estaba con ellos? Porque todavía no se había ofrecido el sacrificio. Pero una vez que fue borrado el pecado y ellos, enviados a los peligros, se disponían para la lucha, era necesario el envío del Consolador. y ¿por qué el Espíritu no vino inmediatamente después de la resurrección? Pues para que, enardecidos por un deseo más vehemente, lo recibieran con mayor fruto. En efecto, mientras Cristo estaba con ellos, no conocían la aflicción; pero cuando se fue, al quedarse solos y sobrecogidos de temor, habrían de recibir/o con mayor anhelo. Que esté siempre con vosotros, es decir, no los abandonará ni siquiera después de la muerte. Y para que al oír hablar del Defensor, no pensaran en una nueva encarnación y abrigaran la esperanza de ver/o con sus propios ojos, a fin de alejar semejante sospecha, dice: El mundo no puede recibir/o porque no lo ve. Porque no vivirá con vosotros como yo, sino que habitará en vuestras almas, pues eso es lo que quiere decir que esté con vosotros. Lo llama Espíritu de la verdad, connotando así las figuras de la antigua ley. Para que esté con vosotros. ¿Qué significa esté con vosotros?  Lo mismo que había dicho de sí mismo: Yo estoy con vosotros» (San Juan Crisóstomo [347· 407]. Evangelio de Juan. Homilía 75, 1).

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20230514

 

En la Iglesia, siempre ha habido una tensión entre un aspecto que podemos llamar "lo institucional" y otro que podemos llamar "lo carismático". Lo institucional abarca todo lo que es esencial para el buen orden de cualquiera comunidad, es decir, oficios, programas, reglas, procesos y cosas parecidas. Lo carismático abraza todo lo que da vida a la comunidad y aparece sin ser programado, aun de manera inesperada. Se piensa, por ejemplo, de talentos personales, iniciativas creativas, personajes proféticos, movimientos sociales y muchos otros fenómenos. Sin duda, ambos aspectos son necesarios: sin lo institucional, una comunidad se derrite en individualismo y entusiasmo mientras que una comunidad sin lo carismática es opresiva y muerta. Además, ambas son dones de Dios. El secreto se encuentra en el establecer un equilibrio entre carismático e institucional, que es la fidelidad al Cristo resucitado.

 

viernes, 5 de mayo de 2023

EN COMUNIÓN CON LA TRADICIÓN VIVA DE LA IGLESIA 20230507

 


«Pero ¿qué significa: En la casa de mi Padre hay muchas moradas, sino que temían incluso respecto a sí mismos? Por ende debieron oír: No se turbe vuestro corazón. De hecho, ¿cuál de ellos no temería, pues a Pedro, el más intrépido y resuelto, se le dijo: No cantará el gallo hasta que me niegues tres veces? Con razón, pues, se turban cual si él fuese a faltar/es; pero, cuando oyen: En la casa de mi Padre... se recuperan de la perturbación, seguros y confiados en que también ellos, tras los peligros de las pruebas, van a permanecer con Cristo en Dios porque, aunque uno es más fuerte que otro, uno más sabio que otro, uno más justo que otro, uno más santo que otro, en la casa de mi Padre hay muchas moradas, ninguno de ellos será alejado de esa casa donde cada cual va a recibir morada según su mérito. Igual para todos es ciertamente ese denario que el padre de familia manda que se dé a todos los que trabajaron en la viña, sin diferenciar en esto a quienes trabajaron menos ya quienes trabajaron más; denario que, evidentemente, significa la vida eterna donde, porque en la eternidad no hay diversa medida de vivir, nadie vive más que otro. Pero las muchas moradas significan los diversos rangos de méritos en la única vida eterna. En efecto, una es la gloria del sol, otra la gloria de la luna, otra la gloria de las estrellas, pues una estrella difiere de otra en gloria; así también la resurrección de los muertos. Cual las estrellas en el cielo, en el reino obtienen por sorteo los santos morados diversas de claridad diversa; pero a causa del único denario nadie es separado del reino» (San Agustín [354-430). Tratado 67, 2, Evangelio de san Juan).

 

V DOMINGO DE PASCUA Ciclo A Domingo 7 de mayo 2023


 


 

 

LA RESURRECCIÓN Y LA SOLIDARIDAD
Hech 6. 1-7: Sal 32; 1 Pedro 2. 4-9: Jn 14,1-12
 
El cristiano no es dejado nunca completamente solo. Esto es una verdad que se esparce a lo largo de las lecturas de este domingo. 1 Pedro utiliza unas metáforas del Antiguo Testamento, como la piedra (p. ej. Sal 118, 22-23 y Is 28, 16) Y el sacerdocio (p. ej. Ex 19,6 y Is 43,21), para proclamar que los cristianos tienen un lazo inquebrantable con el Cristo resucitado y entre sí. En Juan, Jesús asegura a sus discípulos que "en la casa de mi padre hay muchas moradas" (v. 2). Los exégetas debaten si el término "muchas moradas" refiere al cielo o a la existencia de muchos y diferentes cristianos en la "casa del Padre" (la Iglesia). De todos modos, es claro que, para Jesús, los cristianos no son nunca abandonados a la soledad. La resurrección es un acontecimiento de la solidaridad.
 
 
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 97, 1-2
 
Canten al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas y todos los pueblos han presenciado su victoria. Aleluya.
 
 
GLORIA

 
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
 
 
ORACIÓN COLECTA
 
Dios todopoderoso y eterno, lleva a su plenitud en nosotros el sacramento pascual, para que, a quienes te dignaste renovar por el santo bautismo, les hagas posible, con el auxilio de tu protección, abundar en frutos buenos, y alcanzar los gozos de la vida eterna.
Por nuestro Señor Jesucristo ...
 
 
LITURGIA DE LA PALABRA
 
PRIMERA LECTURA
 
Eligieron siete hombres llenos del Espíritu Santo.
 
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 6,1-7
 
En aquellos días, como aumentaba mucho el número de los discípulos, hubo ciertas quejas de los judíos griegos contra los hebreos, de que no se atendía bien a sus viudas en el servicio de caridad de todos los días.
Los Doce convocaron entonces a la multitud de los discípulos y les dijeron: "No es justo que, dejando el ministerio de la palabra de Dios, nos dediquemos a administrar los bienes. Escojan entre ustedes a siete hombres de buena reputación, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a los cuales encargaremos este servicio. Nosotros nos dedicaremos a la oración y al servicio de la palabra".
Todos estuvieron de acuerdo y eligieron a Esteban, hombre lleno de fe y del Espíritu Santo, a Felipe, Prócoro, Nicanor, Timón, Pármenas y Nicolás, prosélito de Antioquía. Se los presentaron a los apóstoles y éstos, después de haber orado, les impusieron las manos.
Mientras tanto, la palabra de Dios iba cundiendo. En Jerusalén se multiplicaba grandemente el número de los discípulos. Incluso un grupo numeroso de sacerdotes había aceptado la fe.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
 
SALMO RESPONSORIAL
 
Del salmo 32,1-2.4-5.18-19.
R/. El Señor cuida de aquellos que lo temen. Aleluya.
 
Que los justos aclamen al Señor; es propio de los justos alabarlo. Demos gracias a Dios al son del arpa, que la lira acompañe nuestros cantos. R/.
 
Sincera, es la palabra del Señor y todas sus acciones son leales. El ama la justicia y el derecho, la tierra llena está de sus bondades. R/.
 
Cuida el Señor de aquellos que lo temen y en su bondad confían; los salva de la muerte y en épocas de hambre les da vida. R/.
 
 
SEGUNDA LECTURA
 
Ustedes son estirpe elegida, sacerdocio real
 
De la primera carta del apóstol san Pedro: 2, 4-9
 
Hermanos: Acérquense al Señor Jesús, la piedra viva, rechazada por los hombres, pero escogida y preciosa a los ojos de Dios; porque ustedes también son piedras vivas, que van entrando en la edificación del templo espiritual, para formar un sacerdocio santo, destinado a ofrecer sacrificios espirituales, agradables a Dios, por medio de Jesucristo. Tengan presente que está escrito: He aquí que pongo en Sión una piedra angular, escogida y preciosa; el que crea en ella no quedará defraudado.
Dichosos, pues, ustedes, los que han creído. En cambio, para aquellos que se negaron a creer, vale lo que dice la Escritura: La piedra que rechazaron los constructores ha llegado a ser la piedra angular, y también tropiezo y roca de escándalo. Tropiezan en ella los que no creen en la palabra, y en esto se cumple un designio de Dios. Ustedes, por el contrario, son estirpe elegida, sacerdocio real, nación consagrada a Dios y pueblo de su propiedad, para que proclamen las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
 
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 14, 6
R/. Aleluya, aleluya.
 
Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie va al Padre, si no es por mí, dice el Señor. R/.
 
 
EVANGELIO
 
Yo soy el camino, la verdad y la vida:
 
Del santo Evangelio según san Juan: 14, 1-12
 
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "No pierdan la paz. Si creen en Dios, crean también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas habitaciones. Si no fuera así, yo se lo habría dicho a ustedes, porque ahora voy a prepararles un lugar. Cuando me haya ido y les haya preparado un lugar, volveré y los llevaré conmigo, para que donde yo esté, estén también ustedes. Y ya saben el camino para llegar al lugar a donde voy".
Entonces Tomás le dijo: "Señor, no sabemos a dónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?". Jesús le respondió: "Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie va al Padre si no es por mí. Si ustedes me conocen a mí, conocen también a mi Padre. Ya desde ahora lo conocen y lo han visto".
Le dijo Felipe: "Señor, muéstranos al Padre y eso nos basta". Jesús le replicó: "Felipe, tanto tiempo hace que estoy con ustedes, ¿y todavía no me conoces? Quien me ve a mí, ve al Padre. ¿Entonces por qué dices: 'Muéstranos al Padre'? ¿O no crees que yo estoy en el Padre y que el Padre está en mí? Las palabras que yo les digo, no las digo por mi propia cuenta. Es el Padre, que permanece en mí, quien hace las obras. Créanme: yo estoy en el Padre y el Padre está en mí. Si no me dan fe a mí, créanlo por las obras. Yo les aseguro: el que crea en mí, hará las obras que hago yo y las hará aún mayores, porque yo me voy al Padre".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
 
 
PROFESIÓN DE FE
 
CREDO de los Apóstoles
 
Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna.
Amén.
 
 
PLEGARIA UNIVERSAL
 
Invoquemos a Cristo, camino verdad y vida y, como pueblo sacerdotal, pidámosle por las necesidades de todo el mundo diciendo: Te rogamos, Señor. (R/. Te rogamos, Señor.)
 
Para que Cristo, esposo de la Iglesia, llene de alegría pascual a todos los que se han consagrado a la extensión de su reino, roguemos al Señor.
 
Para que Cristo, piedra angular del edificio, ilumine con el anuncio evangélico a los pueblos que aún desconocen la buena nueva de la resurrección, roguemos al Señor.
 
Para que Cristo, estrella luciente de la mañana, seque las lágrimas de los que lloran y aleje del dolor las penas de los que sufren, roguemos al Señor.
 
Para que Cristo, testigo fidedigno y veraz, nos conceda ser, con nuestra alegría evangélica, sal y luz para los hombres que desconocen la victoria de la resurrección, roguemos al Señor.
 
Señor Dios, Padre todopoderoso, que te has revelado en Cristo como maestro y redentor, escucha las oraciones de tu Iglesia y haz que, acercándonos a él, la piedra angular desechada por los hombres, pero escogida y preciosa ante ti, seamos edificados, también nosotros, como templo del Espíritu y sacerdocio sagrado.
Por Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina, inmortal y glorioso, por los siglos de los siglos.
 
 
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
 
Dios nuestro, que por el santo valor de este sacrificio nos hiciste participar de tu misma y gloriosa vida divina, concédenos que, así como hemos conocido tu verdad, de igual manera vivamos de acuerdo con ella. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
PREFACIO IV DE PASCUA
 
Restauración universal por el Misterio Pascual
 
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación glorificarte siempre, Señor, pero más que nunca en este tiempo en que Cristo, nuestra Pascua, fue inmolado. Porque destruida la antigua situación de pecado, se renueva todo lo que estaba caído y en Cristo se restablece la integridad de nuestra vida. Por eso, con esta efusión del gozo pascual, el mundo entero se desborda de alegría, y también los coros celestiales, los ángeles y los arcángeles, cantan sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo...
 
 
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 15, 1. 5
 
Yo soy la vid verdadera y ustedes los sarmientos, dice el Señor; si permanecen en mí y yo en ustedes darán fruto abundante. Aleluya.
 
 
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
 
Señor, muéstrate benigno con tu pueblo, y ya que te dignaste alimentarlo con los misterios celestiales, hazlo pasar de su antigua condición de pecado a una vida nueva.
Por Jesucristo, nuestro Señor.