Remar Mar Adentro, pretende, como laicos comprometidos, presentar temas de reflexión para vivir el reino de Dios; levantando las anclas en una tarea asumida generosamente. Ricardo Huante Magaña
martes, 30 de noviembre de 2021
DOMINGO II DE ADVIENTO Ciclo C Domingo 5 de diciembre 2021
Bar 5, 1-9; Sal 125; Flp 1,
4-6. 8-11; Lc 3, 1-6
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20211205
De entre todos los Tiempos litúrgicos del año, Adviento es el
que más dirige nuestra atención al tiempo mismo, pues habla del pasado de
Israel, del presente de la Iglesia y del futuro de la humanidad. Nos recuerda
que el tiempo es trascendental. No intenta dar una definición filosófica del
tiempo (san Agustín de Hipona proclamó, de manera famosa, la dificultad de
hacerlo), sino que nos estimula a meditar sobre nuestra actitud. ¿Cómo
disponemos del tiempo que Dios nos ha otorgado? ¿Lo desperdiciamos,
olvidándonos de su importancia, subestimándolo como una pertenencia de la que
siempre gozaremos, haciéndonos flojos? ¿Lo guardamos con celo, acaparando
nuestros momentos sólo para nosotros, negando nuestro tiempo a los demás que
nos necesitan? ¿O lo consagramos por medio de nuestras plegarias, nuestra
atención asidua y nuestra generosidad? El tiempo es un don divino. Hay que
usarlo sabiamente.
jueves, 25 de noviembre de 2021
DOMINGO I DE ADVIENTO Ciclo C Domingo 28 de noviembre 2021
LA FIDELIDAD DE DIOS
Jer 33,14-16; Sa1 24; 1 Tes 3,12-4,2; Lc 21, 25-28.34-36
El texto de Jeremías no intenta subrayar el castigo merecido por el
pueblo de Israel a causa de su infidelidad. Al contrario, quiere comunicar el
mensaje de los beneficios que el pueblo va a disfrutar. A las imágenes de la
devastación, del dolor y de la desesperación que representa el mal infligido
por Babilonia, se contraponen las idílicas imágenes de la restauración futura.
Los versos 14-16 sintetizan la promesa de restauración de la descendencia
davídica que se confunde con las promesas mesiánicas. Una vez más, se subraya
la fidelidad de Dios en el cumplimiento de la alianza y de la promesa de
multiplicar, hasta el infinito, la descendencia israelita. Tal fidelidad sirve
como la clave interpretativa para entender la historia de la salvación, que se
repite durante las lecturas del tiempo de Adviento. Dios vendrá a nosotros,
precisamente como ha prometido.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 24, 1-3
A ti, Señor, levanto mi alma; Dios mío, en ti confío, no quede yo
defraudado, que no triunfen de mí mis enemigos; pues los que esperan en ti no
quedan defraudados.
No se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Concede a tus fieles, Dios todopoderoso, el deseo de salir al encuentro
de Cristo, que viene a nosotros, para que, mediante la práctica de las buenas
obras, colocados un día a su derecha, merezcamos poseer el reino celestial. Por
nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Yo haré nacer del tronco de David un vástago santo.
Del libro del profeta Jeremías: 33,14-16
"Se acercan los días, dice el Señor, en que cumpliré la promesa
que hice a la casa de Israel y a la casa de Judá. En aquellos días y en aquella
hora, yo haré nacer del tronco de David un vástago santo, que ejercerá la
justicia y el derecho en la tierra. Entonces Judá estará a salvo, Jerusalén
estará segura y la llamarán 'el Señor es nuestra justicia"'. Palabra de
Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 24, 4bc-5ab. 8-9.10 y 14.
R/. Descúbrenos, Señor, tus caminos.
Descúbrenos, Señor, tus caminos, guíanos con la verdad de tu doctrina.
Tú eres nuestro Dios y salvador y tenemos en ti nuestra esperanza. R/.
Porque el Señor es recto y bondadoso, indica a los pecadores el
sendero, guía por la senda recta a los humildes y descubre a los pobres sus
caminos. R/.
Con quien guarda su alianza y sus mandatos, el Señor es leal y
bondadoso. El Señor se descubre a quien lo teme y le enseña el sentido de su
alianza. R/.
SEGUNDA LECTURA
Que el Señor los fortalezca hasta que Jesús vuelva.
De la primera carta del apóstol san Pablo a los tesalonicenses: 3,
12-4, 2
Hermanos: Que el Señor los llene y los haga rebosar de un amor mutuo y
hacia todos los demás, como el que yo les tengo a ustedes, para que él conserve
sus corazones irreprochables en la santidad ante Dios, nuestro Padre, hasta el
día en que venga nuestro Señor Jesús, en compañía de todos sus santos.
Por lo demás, hermanos, les rogamos y los exhortamos en el nombre del
Señor Jesús a que vivan como conviene, para agradar a Dios, según aprendieron
de nosotros, a fin de que sigan ustedes progresando. Ya conocen, en efecto, las
instrucciones que les hemos dado de parte del Señor Jesús. Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Sal 84, 8
R/. Aleluya, aleluya.
Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación. R/.
EVANGELIO
Se acerca su liberación.
Del santo Evangelio según san Lucas: 21, 25-28. 34-36
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Habrá señales
prodigiosas en el sol, en la luna y en las estrel1as. En la tierra, las
naciones se llenarán de angustia y de miedo por el estruendo de las olas del
mar; la gente se morirá de terror y de angustiosa espera por las cosas.
Que vendrán sobre el mundo, pues hasta las estrellas se bambolearán.
Entonces verán venir al Hijo del hombre en una nube, con gran poder y majestad.
Cuando estas cosas comiencen a suceder, pongan atención y levanten la cabeza,
porque se acerca la hora de su liberación.
Estén alerta, para que los vicios, con el libertinaje, la embriaguez y
las preocupaciones de esta vida no entorpezcan su mente y aquel día los
sorprenda desprevenidos; porque caerá de repente como una trampa sobre todos
los habitantes de la tierra.
Velen, pues, y hagan oración continuamente, para que puedan escapar de
todo lo que ha de suceder y comparecer seguros ante el Hijo del hombre.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
PROFESIÓN DE FE
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la
tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo,
Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios,
Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la
misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los
hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo
se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue
crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al
tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha
del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino
no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede
del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y
gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa,
católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los
pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
PLEGARIA UNIVERSAL
Oremos, hermanos, al Señor y pidámosle confiadamente que despierte su
poder y venga a salvarnos. Digamos confiadamente: Ven Señor Jesús. (R/. Ven
Señor Jesús.)
Para que los fieles despierten del sueño de sus indolencias y reciban
con alegría la salvación que se acerca, roguemos al Señor.
Para que se afiance la paz en el mundo, y las riquezas de la creación
se transformen en instrumento de progreso y bienestar para todos los hombres,
roguemos al Señor.
Para que el Señor, con su venida, alivie los dolores de los enfermos,
dé paz y alegría a los que sufren en su espíritu y libre al mundo de sus males,
roguemos al Señor.
Para que nosotros mismos vivamos siempre alerta sin que las
preocupaciones de la vida nos impidan mantenernos en pie cuando llegue el Hijo
del hombre, roguemos al Señor.
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, que, a lo largo de los siglos,
cumples siempre con fidelidad tus promesas, escucha las oraciones de tu pueblo
y abre los corazones de tus fieles a la esperanza, para que, cuando Jesús, nuestro
Salvador, venga con todos sus santos, podamos mantenernos en pie en su
presencia.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, estos dones que te ofrecemos, tomados de los mismos
bienes que nos has dado, y haz que lo que nos das en el tiempo presente para
aumento de nuestra fe, se convierta para nosotros en prenda de tu redención
eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
Las dos venidas de Cristo
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte
gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y
eterno, por Cristo, nuestro Señor. El cual, al venir por vez primera en la
humildad de nuestra carne, realizó el plan de redención trazado desde antiguo y
nos abrió el camino de la salvación, para que cuando venga de nuevo, en la
majestad de su gloria, revelando así la plenitud de su obra, podamos recibir
los bienes prometidos que ahora, en vigilante espera, confiamos alcanzar. Por
eso, con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales,
cantamos sin cesar el himno de su gloria:
Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 84, 13
El Señor nos mostrará su misericordia y nuestra tierra producirá su
fruto.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te pedimos, Señor, que nos aprovechen los misterios en que hemos
participado, mediante los cuales, mientras caminamos en medio de las cosas
pasajeras, nos inclinas ya desde ahora a anhelar las realidades celestiales y a
poner nuestro corazón en las que han de durar para siempre. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20211128
sábado, 20 de noviembre de 2021
Tú lo has dicho. Soy rey.
Tú lo has dicho. Soy rey.
Texto bíblico
Cfr. Jn 18,33-37
Preguntó Pilato a Jesús: "¿Eres tú el rey de los judíos?".
Jesús le contestó: "¿Eso lo preguntas por tu cuenta o te lo han dicho
otros?". Pilato le respondió: "¿Acaso soy yo judío? Tu pueblo y los
sumos sacerdotes te han entregado a mí. ¿Qué es lo que has hecho?". Jesús
le contestó: "Mi Reino no es de este mundo. Si mi Reino fuera de este
mundo, mis servidores habrían luchado para que no cayera yo en manos de los
judíos. Pero mi Reino no es de aquí".
Pilato le dijo: "¿Conque tú eres rey?". Jesús le contestó:
"Tú lo has dicho. Soy rey. Yo nací y vine al mundo para ser testigo de la
verdad. Todo el que es de la verdad, escucha mi voz".
Comentario
La pregunta de Pilato referente a la nobleza de Jesús, provoca a
reconocerse Jesús como rey «Tú lo has dicho». La respuesta de Jesús a
Pilato, es más amplia: su reino no es el que esperaban la mayoría de los
judíos, o el que Pilato supone, como tampoco la imagen de la nobleza de los
hombres que es juzgada en base a la fuerza de las armas y a la extensión de las
conquistas realizadas. El reino de Jesús procede de otra parte de aquel lugar
de donde Jesús «ha venido».
“Mi
reino no es de este mundo” No se trata por tanto de un reino político, no es un
sistema de poder ni una estrategia socio económica o militar. Es el «Reino de
la verdad» que tiene su raíz en la solidaridad entre el Dios y el hombre, que
tiene necesidad de una adhesión amorosa. No es un reino terreno no es de este
mundo sino divino y angélico que será plenamente instaurado al final de los
tiempos.
EL TESTIGO DE LA VERDAD
El Evangelio de San Juan, al igual que los demás sinópicos,
recogieron el eco de la comparecencia de Jesús ante Poncio Pilato. Del mismo
modo que en los demás Evangelios el interrogatorio gira en torno de la
pretendida realeza de Jesús. Los romanos, excesivamente celosos de su dominio
imperial, no aceptaban movimientos reivindicatorios, así que Jesús, aclamado
rey de los judíos, les resultaría amenazante. Solamente el Evangelio de San
Juan nos incluye este dialogo sobre la realeza de Jesús. Tal como el Señor lo
declara su forma de ejercerla no se asemeja a la que se acostumbra en las
monarquías mundanas. Toda ellas utilizan el poder para dominar por la fuerza.
Aplastar y colonizar naciones Son reyes opresores que pisotean la liberta y la
autonomía de los pueblos más débiles. Jesús no recurre a excesos de poder. Su
instrumento para gobernar es la verdad. Su misión es justamente esa: ser
testigo de la verdad.
SOLEMNIDAD DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO. REY DEL UNIVERSO Domingo 21 de noviembre 2021
LA REALEZA COMO JESÚS LA VIVE
Dan 7,13-14; Sal 92; Apoc 1,5-8; Jn 18, 33-37
Ya que estamos al fin del año litúrgico, tenemos lecturas con
referencias al fin de la historia. La primera lectura es un buen ejemplo. En
Daniel aparece un anciano, un trono y un ser misterioso que en la narración se
le da el apelativo de "hijo de hombre". El anciano y el tribunal
entregan al "hijo del hombre" el poder sobre reinos y naciones,
quienes se ponen a su servicio. El Nuevo Testamento identifica esta figura con
Jesús, pero no hace una identificación literal. En el Evangelio de Juan, vemos
cómo Jesús es un rey. El diálogo permite a Jesús explicar que no es rey como
los reyes de este mundo. Su reino no posee el alcance de una proclamación
política, sino que consiste en dar testimonio de la verdad que es él. Esta
revelación es el fundamento de su realeza.
ANTÍFONA DE ENTRADA Apoc 5, 12; 1, 6
Digno es el Cordero que fue inmolado, de recibir el poder y la riqueza,
la sabiduría, la fuerza y el honor. A él la gloria y el imperio por los siglos
de los siglos.
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos,
te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor,
Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado
del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende
nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de
nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo,
Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que quisiste fundamentar todas las cosas en
tu Hijo muy amado, Rey del universo, concede, benigno, que toda la creación,
liberada de la esclavitud del pecado, sirva a tu majestad y te alabe
eternamente. Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Su poder es eterno.
Del libro del profeta Daniel: 7, 13-14
Yo, Daniel, tuve una visión nocturna: Vi a alguien semejante a un hijo
de hombre, que venía entre las nubes del cielo. Avanzó hacia el anciano de
muchos siglos y fue introducido a su presencia. Entonces recibió la soberanía,
la gloria y el reino. Y todos los pueblos y naciones
de todas las lenguas lo servían. Su poder nunca se acabará, porque es
un poder eterno, y su reino jamás será destruido. Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 92, 1ab.1c-2. 5.
R/. Señor, tú eres nuestro rey.
Tú eres, Señor, el rey de todos los reyes. Estás revestido de poder y
majestad. R/.
Tú mantienes el orbe y no vacila. Eres eterno, y para siempre está
firme tu trono. R/.
Muy dignas de confianza son tus leyes y desde hoy y para siempre,
Señor, la santidad adorna tu templo. R/.
SEGUNDA LECTURA
El soberano de los reyes de la tierra ha hecho de nosotros un reino de
sacerdotes para su Dios y Padre.
Del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan: 1, 5-8
Hermanos míos: Gracia y paz a ustedes, de parte de Jesucristo, el
testigo fiel, el primogénito de los muertos, el soberano de los reyes de la
tierra; aquel que nos amó y nos purificó de nuestros pecados con su sangre y ha
hecho de nosotros un reino de sacerdotes para su Dios y Padre. A él la gloria y
el poder por los siglos de los siglos. Amén. Miren: él viene entre las nubes, y
todos lo verán, aun aquellos que lo traspasaron. Todos los pueblos de la tierra
harán duelo por su causa.
"Yo soy el Alfa y la Omega, dice el Señor Dios, el que es, el que
era y el que ha de venir, el todopoderoso".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Mc 11. 9. 10
R/. Aleluya, aleluya.
¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Bendito el reino que
llega, el reino de nuestro padre David! R/.
EVANGELIO
Tú lo has dicho. Soy rey.
Del santo Evangelio según san Juan: 18,33-37
En aquel tiempo, preguntó Pilato a Jesús: "¿Eres tú el rey de los
judíos?". Jesús le contestó: "¿Eso lo preguntas por tu cuenta o te lo
han dicho otros?". Pilato le respondió: "¿Acaso soy yo judío? Tu
pueblo y los sumos sacerdotes te han entregado a mí. ¿Qué es lo que has
hecho?". Jesús le contestó: "Mi Reino no es de este mundo. Si mi
Reino fuera de este mundo, mis servidores habrían luchado para que no cayera yo
en manos de los judíos. Pero mi Reino no es de aquí".
Pilato le dijo: "¿Conque tú eres rey?". Jesús le contestó:
"Tú lo has dicho. Soy rey. Yo nací y vine al mundo para ser testigo de la
verdad. Todo el que es de la verdad, escucha mi voz". Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
PROFESIÓN DE FE
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la
tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo,
Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios,
Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la
misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los
hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo
se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue
crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al
tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha
del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su
reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que
procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma
adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es
una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el
perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del
mundo futuro.
Amén.
PLEGARIA UNIVERSAL
Dirijamos, llenos de confianza, nuestras súplicas a Cristo, supremo
Señor de la vida y de la muerte y rey de todas las creaturas del cielo y de la
tierra y digamos: Rey de la Gloria, escúchanos. (R/. Rey de la gloria,
escúchanos.)
Para que los pastores y fieles de la Iglesia se esfuercen con celo para
reconciliar al universo con Dios y en pacificar por la sangre de la cruz de
Jesucristo a todas las creaturas, roguemos al Señor.
Para que la semilla evangélica, escondida en las diversas religiones y
culturas, germine y se manifieste, y todos los hombres reconozcan con gozo que
Cristo es Señor, para gloria de Dios Padre, roguemos al Señor.
Para que quienes aún viven bajo el dominio de la ignorancia, el pecado
o el sufrimiento sean trasladados al reino de Cristo y encuentren el fin de sus
penas, roguemos al Señor.
Para que los que hoy celebramos la solemnidad de Cristo, Señor supremo
del universo, a quien están destinadas todas las cosas, participemos también un
día en la herencia del pueblo santo, en el reino de la luz, roguemos al Señor.
Dios nuestro, principio y origen de toda paternidad, que has enviado a
tu Hijo al mundo para convertirnos en un reino y hacernos tus sacerdotes,
escucha nuestras oraciones e ilumina nuestro espíritu, para que comprendamos
que servirte es reinar y, al dar nuestra vida a los demás, proclamemos con
obras nuestra fidelidad a Cristo, el primogénito de entre los muertos y
príncipe de los reyes de la tierra. Él, que vive y reina por los siglos de los
siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Al ofrecerte, Señor, el sacrificio de la reconciliación humana, te
suplicamos humildemente que tu Hijo conceda a todos los pueblos los dones de la
unidad y de la paz. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
PREFACIO
Cristo, Rey del universo.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte
gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y
eterno. Porque has ungido con el óleo de la alegría, a tu Hijo único, nuestro
Señor Jesucristo, como Sacerdote eterno y Rey del universo, para que,
ofreciéndose a sí mismo como víctima perfecta y pacificadora en el altar de la
cruz, consumara el misterio de la redención humana; y, sometiendo a su poder la
creación entera, entregara a tu majestad infinita un Reino eterno y universal:
Reino de la verdad y de la vida, Reino de la santidad y de la gracia, Reino de
la justicia, del amor y de la paz.
Por eso, con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales,
cantamos sin cesar el himno de tu gloria: Santo, Santo, Santo ...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 28, 10-11
En su trono reinará el Señor para siempre y le dará a su pueblo la
bendición de la paz.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Habiendo recibido, Señor, el alimento de vida eterna, te rogamos que
quienes nos gloriamos de obedecer los mandamientos de Jesucristo, Rey del
universo, podamos vivir eternamente con él en el reino de los cielos. Él, que
vive y reina por los siglos de los siglos.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20211121
A lo largo de los siglos, varios teólogos han intentado meditar sobre la consumación de la historia y el papel de Jesús en ella. Entre ellos, el teólogo y paleontólogo Pierre Teilhard de Chardin (1881-1955) ocupa un lugar preeminente. Condenado al silencio durante su vida por la Curia Romana, fue reconocido por los papas Benedicto XVI y Francisco años después de su muerte. Utilizando conceptos científicos, como la evolución, intenta retratar el fin de la historia como la recapitulación de todo el universo en la persona de Cristo. Habla de Jesús como el "Cristo cósmico", una imagen que recoge de algunos de los primeros escritores cristianos, los Padres de la Iglesia. Aunque no nos convencen sus ideas, Teilhard nos deja un ejemplo interesantísimo y provocativo de cómo utilizar la teología y la ciencia para entender a Jesús como rey.
viernes, 12 de noviembre de 2021
DOMINGO XXXIII DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO B Domingo 14 de noviembre 2021
CÓMO VIVIR EL FIN DEL MUNDO
Dn 12, 1-3; Sal 15; Heb 10,11-14. 18; Mc 13, 24-32
El relato de la venida del Hijo del Hombre, ubicado en el centro del
discurso escatológico de Marcos, le imprime un fuerte carácter cristológico. La
conmoción cósmica que precede a la parusía (la segunda venida de Jesucristo) es
algo típico de la literatura profética y apocalíptica y sirve para introducir
las grandes intervenciones de Dios, que generan radicales cambios en la
historia (Is 13, 10; 34,4; Dn 7, 13). La parusía se presenta como el día de la
gran reunión de todo el pueblo de Dios; por esto, no puede ser un día de miedo
sino de alegría. Jesús afirma que lo importante no es alimentar la pasividad,
el conformismo y el miedo, esperando la destrucción del mundo o el juicio
final, sino aprender a discernir los signos de los tiempos, a leer la voluntad
de Dios en todos los momentos de nuestra vida y estar vigilantes para asumir
responsable y creativamente la construcción del reino de Dios.
ANTÍFONA DE ENTRADA Jr 29, 11. 12. 14
Yo tengo designios de paz, no de aflicción, dice el Señor. Ustedes me
invocarán y yo los escucharé y los libraré de la esclavitud donde quiera que se
encuentren.
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos,
te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor,
Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado
del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende
nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de
nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo,
Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Señor, Dios nuestro, alegrarnos siempre en tu servicio
porque la profunda y verdadera alegría está en servirte siempre a ti, autor de
todo bien. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Entonces se salvará tu pueblo.
Del libro del profeta Daniel: 12, 1-3
En aquel tiempo, se levantará Miguel, el gran príncipe que defiende a
tu pueblo.
Será aquel un tiempo de angustia, como no lo hubo desde el principio
del mundo. Entonces se salvará tu pueblo; todos aquellos que están escritos en
el libro. Muchos de los que duermen en el polvo, despertarán: unos para la vida
eterna, otros para el eterno castigo.
Los guías sabios brillarán como el esplendor del firmamento, y los que
enseñan a muchos la justicia, resplandecerán como estrellas por toda la
eternidad. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 15, 5. 8. 8-19. 11.
R/. Enséñanos, Señor, el camino de la vida.
El Señor es la parte que me ha tocado en herencia: mi vida está en sus
manos. Tengo siempre presente al Señor y con él a mi lado, jamás tropezaré. R/.
Por eso se me alegran el corazón y el alma y mi cuerpo vivirá
tranquilo, porque tú no me abandonarás a la muerte ni dejarás que sufra yo la
corrupción. R/.
Enséñame el camino de la vida, sáciame de gozo en tu presencia y de
alegría perpetua junto a ti. R/.
SEGUNDA LECTURA
Con una sola ofrenda Cristo hizo perfectos para siempre a los que ha
santificado.
De la carta a los hebreos: 10, 11-14. 18
Hermanos: En la antigua alianza los sacerdotes ofrecían en el templo,
diariamente y de pie, los mismos sacrificios, que no podían perdonar los
pecados. Cristo, en cambio, ofreció un solo sacrificio por los pecados y se
sentó para siempre a la derecha de Dios; no le queda sino aguardar a que sus
enemigos sean puestos bajo sus pies. Así, con una sola ofrenda, hizo perfectos
para siempre a los que ha santificado. Porque una vez que los pecados han sido
perdonados, ya no hacen falta más ofrendas por ellos.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Lc 21,36
R/. Aleluya, aleluya.
Velen y oren, para que puedan presentarse sin temor ante el Hijo del
hombre. R/.
EVANGELIO
Congregará a sus elegidos desde los cuatro puntos cardinales
Del santo Evangelio según san Marcos: 13, 24-32
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Cuando lleguen
aquellos días, después de la gran tribulación, la luz del sol se apagará, no
brillará la luna, caerán del cielo las estrellas y el universo entero se
conmoverá. Entonces verán venir al Hijo del hombre sobre las nubes con gran
poder y majestad. Y él enviará a sus ángeles a congregar a sus elegidos desde
los cuatro puntos cardinales y desde lo más profundo de la tierra a lo más alto
del cielo.
Entiendan esto con el ejemplo de la higuera. Cuando las ramas se ponen
tiernas y brotan las hojas, ustedes saben que el verano está cerca. Así
también, cuando vean ustedes que suceden estas cosas, sepan que el fin ya está
cerca, ya está a la puerta. En verdad que no pasará esta generación sin que
todo esto se cumpla. Podrán dejar de existir el cielo y la tierra, pero mis
palabras no dejarán de cumplirse. Nadie conoce el día ni la hora. Ni los
ángeles del cielo ni el Hijo; solamente el Padre". Palabra del Señor. Gloria
a ti, Señor Jesús.
PROFESIÓN DE FE
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la
tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo,
Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios,
Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la
misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los
hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo
se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue
crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al
tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha
del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su
reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que
procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma
adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es
una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el
perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del
mundo futuro.
Amén.
PLEGARIA UNIVERSAL
Pidamos, hermanos, al Señor que escuche nuestras súplicas y acoja con
bondad nuestras peticiones, digamos con fe y devoción: Te rogamos, Señor. (R/.
Te rogamos, Señor)
Para que el Señor, el único que puede inspirar y llevar a término los
buenos propósitos, multiplique el número de fieles que, abandonando todas las
cosas, se consagren exclusivamente a él en la vida religiosa, roguemos al
Señor.
Para que Dios, al que han de servir los poderes humanos, conceda a los
jefes de las naciones, buscar la voluntad divina, temer a Dios en el
cumplimiento de su misión y acertar en sus decisiones, roguemos al Señor.
Para que Dios, que ha creado los alimentos para los seres vivos, mire
con misericordia a las creaturas que en distintos lugares pasan hambre y les
conceda el alimento necesario, roguemos al Señor.
Para que el Señor, que nos ha dado el mandamiento nuevo del amor, nos
dé fuerza para amar a nuestros enemigos y para cumplir su precepto de devolver
bien por mal, roguemos al Señor.
Dios nuestro, que no dejas de velar por tu pueblo, escucha nuestras
oraciones y haz que crezca en nosotros la convicción de que los que duermen en
el polvo despertarán; infunde en nosotros tu Espíritu, para que, actuando con
amor, esperemos sin desfallecer la manifestación gloriosa de tu Hijo, que
vendrá para elegir a sus elegidos en su reino. El, que vive y reina por los
siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor, que estas ofrendas que ponemos bajo tu mirada, nos
obtengan la gracia de vivir entregados a tu servicio y nos alcancen, en
recompensa, la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
El Misterio de la salvación
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación
darte gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios
todopoderoso y eterno, por Cristo Señor nuestro. Quien, compadecido del
extravío de los hombres, quiso nacer de la Virgen María; muriendo en la cruz,
nos libró de la muerte eterna y, resucitando, nos dio vida eterna. Por eso, con
los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin
cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo,
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 72, 28
Mi felicidad consiste en estar cerca de Dios y en poner sólo en él mis
esperanzas.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Al recibir, Señor, el don de estos sagrados misterios, te suplicamos
humildemente que lo que tu Hijo nos mandó celebrar en memoria suya, nos
aproveche para crecer en nuestra caridad fraterna. Por Jesucristo, nuestro
Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20211114
En las películas de nuestros días, la historia se representa de dos maneras. Por un lado, se concibe como algo que seguirá siendo igual para siempre, es decir, no habrá un fin porque es un continuo perpetuo. Por otro lado, hay películas casi apocalípticas, que pintan no sólo un fin de la historia, sino un fin con fuego, guerra, y destrucción. Para el cristiano, ambas visiones están equivocadas. Sirven sólo para tranquilizar al público, distrayendo su atención del destino de la humanidad y enfocándola en una visión individualista; o para entretener al público, como una montaña rusa entretiene a sus pasajeros por medio del terror. Jesús propone una actitud distinta, de alegría, atención y actividad responsable. Para él, la historia tendrá un fin: no es algo absurdo que carece de significado. Pero este fin no es una destrucción aterradora sino una transformación elevadora.
sábado, 6 de noviembre de 2021
DOMINGO XXXII DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo B Domingo 7 de noviembre 2021
UN CICLO DE RELATOS ORALES
1 Re 17,10-16; Sal 145; Heb 9,24-28; Mc 12,38-44
En el Primer Libro de Reyes, encontramos uno de los ciclos de relatos
populares que iniciaron como relatos orales y llegaron a formar parte principal
de libros bíblicos. Aquí vemos el llamado "Ciclo de Elías", sobre la
figura profética de Elías de Tisbé. Comienza en el capítulo 17 y nos sitúa en
un contexto de hechos extraordinarios: Elías alimentado por el cuervo, Elías
multiplicando la harina y el aceite de una viuda y resucitando a su hijo.
Luego, en el capítulo 19, cambia de tono. Elías se nos presenta débil y
vulnerable ante el odio de la reina Jezabel, que no le perdona la muerte de sus
profetas de Baal. Todo este ciclo fue tan importante, que Jesús, quien vivió
900 años después de Elías, utiliza uno de esos relatos del profeta en el
Evangelio de hoy.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 87. 3
Que llegue hasta ti mi súplica, Señor, inclina tu oído a mi clamor.
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos,
te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor,
Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado
del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende
nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros;
porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el
Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
ORACIÓN COLECTA
Dios omnipotente y misericordioso, aparta de nosotros todos los males,
para que, con el alma y el cuerpo bien dispuestos, podamos con libertad de
espíritu cumplir lo que es de tu agrado. Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Con el puñado de harina la viuda hizo un panecillo y se lo llevó a
Elías.
Del primer libro de los Reyes: 17, 10-16
En aquel tiempo, el profeta Elías se puso en camino hacia Sarepta. Al
llegar a la puerta de la ciudad, encontró allí a una viuda que recogía leña. La
llamó y le dijo: "Tráeme, por favor, un poco de agua para beber".
Cuando ella se alejaba, el profeta le gritó: "Por favor, tráeme también un
poco de pan". Ella le respondió: "Te juro por el Señor, tu Dios, que
no me queda ni un pedazo de pan; tan sólo me queda un puñado de harina en la
tinaja y un poco de aceite en la vasija. Ya ves que estaba recogiendo unos
cuantos leños. Voy a preparar un pan para mí y para mi hijo. Nos lo comeremos y
luego moriremos".
Elías le dijo: "No temas. Anda y prepáralo como has dicho; pero
primero haz un panecillo para mí y tráemelo. Después lo harás para ti y para tu
hijo, porque así dice el Señor Dios de Israel: 'La tinaja de harina no se
vaciará, la vasija de aceite no se agotará, hasta el día en que el Señor envíe
la lluvia sobre la tierra"'.
Entonces ella se fue, hizo lo que el profeta le había dicho y comieron
él, ella y el niño. Y tal como había dicho el Señor por medio de Elías, a
partir de ese momento, ni la tinaja de harina se vació, ni la vasija de aceite
se agotó. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 145, 6c-7. 8-9a. 9bc-l0.
R/. El Señor siempre es fiel a su palabra.
El Señor siempre es fiel a su palabra, y es quien hace justicia al
oprimido; él proporciona pan a los hambrientos y libera al cautivo. R/.
Abre el Señor los ojos de los ciegos y alivia al agobiado. Ama el Señor
al hombre justo y toma al forastero a su cuidado. R/.
A la viuda y al huérfano sustenta y trastorna los planes del inicuo.
Reina el Señor eternamente. Reina tu Dios, oh Sión, reina por siglos. R/.
SEGUNDA LECTURA
Cristo se ofreció una sola vez para quitar los pecados de todos.
De la carta a los hebreos: 9, 24-28
Hermanos: Cristo no entró en el santuario de la antigua alianza,
construido por mano de hombres y que sólo era figura del verdadero, sino en el
cielo mismo, para estar ahora en la presencia de Dios, intercediendo por
nosotros.
En la antigua alianza, el sumo sacerdote entraba cada año en el
santuario para ofrecer una sangre que no era la suya; pero Cristo no tuvo que
ofrecerse una y otra vez a sí mismo en sacrificio, porque en tal caso habría
tenido que padecer muchas veces desde la creación del mundo. De hecho, él se
manifestó una sola vez, en el momento culminante de la historia, para destruir
el pecado con el sacrificio de sí mismo.
Así como está determinado que los hombres mueran una sola vez y que después
de la muerte venga el juicio, así también Cristo se ofreció una sola vez para
quitar los pecados de todos. Al final se manifestará por segunda vez, pero ya
no para quitar el pecado, sino para salvación de aquellos que lo aguardan y en
él tienen puesta su esperanza. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Mt 5, 3
R/. Aleluya, aleluya.
Dichosos los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los
cielos. R/.
EVANGELIO
Esa pobre viuda ha echado en la alcancía más que todos.
Del santo Evangelio según san Marcos: 12, 38-44
En aquel tiempo, enseñaba Jesús a la multitud y le decía:
"¡Cuidado con los escribas! Les encanta pasearse con amplios ropajes y
recibir reverencias en las calles; buscan los asientos de honor en las
sinagogas y los primeros puestos en los banquetes; se echan sobre los bienes
de las viudas haciendo ostentación de largos rezos. Éstos recibirán un
castigo muy riguroso".
En una ocasión Jesús estaba sentado frente a las alcancías del templo,
mirando cómo la gente echaba allí sus monedas. Muchos ricos daban en
abundancia. En esto, se acercó una viuda pobre y echó dos moneditas de muy poco
valor. Llamando entonces a sus discípulos, Jesús les dijo: "Yo les aseguro
que esa pobre viuda ha echado en la alcancía más que todos. Porque los demás
han echado de lo que les sobraba; pero ésta, en su pobreza, ha echado todo lo
que tenía para vivir". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
PROFESIÓN DE FE
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la
tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo,
Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios,
Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la
misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los
hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo
se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue
crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al
tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha
del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino
no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede
del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y
gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa,
católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los
pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
PLEGARIA UNIVERSAL
Oremos, hermanos, por todos los hombres y por sus necesidades, para que
nunca falte a nadie la ayuda de nuestra caridad y digamos confiadamente: Te
rogamos, Señor. (R/. Te rogamos, Señor.)
Para que la Iglesia viva en paz, crezca constantemente, se extienda por
todo el mundo y persevere con alegría en la presencia del Señor, confortada por
el Espíritu Santo, roguemos al Señor.
Para que el Señor conceda a los que gobiernan el espíritu de sabiduría
y de prudencia, a fin de que rijan a sus pueblos pensando en la paz común y en
el bien y la prosperidad de sus súbditos, roguemos al Señor.
Para que Dios Padre libere al mundo de toda falsedad, hambre y miseria,
y auxilie a los perseguidos, a los encarcelados y a los que son tratados
injustamente, roguemos al Señor.
Para que todos nosotros realicemos nuestro trabajo con espíritu
cristiano y consigamos frutos abundantes por nuestras obras, roguemos al Señor.
Señor Dios, que sustentas al huérfano y a la viuda, haces justicia a
los oprimidos y das pan a los hambrientos, escucha las súplicas de tu pueblo,
que confía en tu amor, no permitas que a nadie le falte nunca ni la libertad ni
el pan, y haz que todos aprendamos a ayudar a los necesitados, a ejemplo de tu
Hijo, que se entregó libremente para salvarlos a todos. El, que vive y reina
por los siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, mira con bondad este sacrificio, y concédenos alcanzar los
frutos de la pasión de tu Hijo, que ahora celebramos sacramentalmente. Él, que
vive y reina por los siglos de los siglos.
PREFACIO
El Misterio Pascual y el Pueblo de Dios
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación
darte gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios
todopoderoso y eterno, por Cristo Señor nuestro. Quien, por su Misterio
Pascual, realizó la obra maravillosa de llamamos de la esclavitud del pecado y
de la muerte al honor de ser estirpe elegida, sacerdocio real, nación
consagrada, pueblo de tu propiedad, para que, trasladados por ti de las
tinieblas a tu luz admirable, proclamemos ante el mundo tus maravillas. Por eso
con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos
sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 22, 1-2
El Señor es mi pastor, nada me falta; en verdes praderas me hace
recostar; me conduce hacia fuentes tranquilas.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Alimentados con estos sagrados dones, te damos gracias, Señor, e
imploramos tu misericordia, para que, por la efusión de tu Espíritu, cuya
eficacia celestial recibimos, nos concedas perseverar en la gracia de la
verdad.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20211107
La Biblia es una fuente imprescindible para nuestra fe. En sus páginas, Dios se nos revela a sí mismo. Sin embargo, no es la única fuente de nuestro conocimiento de Dios. Como clarificó el Concilio Vaticano II en su Constitución Dogmática Sobre La Divina Revelación, la Tradición es también una fuente de suma importancia. Por Tradición, el Concilio no entendía "lo que se ha hecho en el pasado" sino la vida de la Iglesia guiada por el Espíritu Santo. Un aspecto de ella es la transmisión oral de la fe (los relatos, las historias, las creencias y todo lo que es transmitido no por escrito, sino por las palabras y acciones de los cristianos. Quizá es el modo más común y accesible para vivir y comunicar la fe. Debemos percibir esta Tradición oral, apreciada y contribuir a su purificación y a su existencia.