jueves, 29 de junio de 2023

EN COMUNIÓN CON LA TRADICIÓN VIVA DE LA IGLESIA 20230702

 


 


«El que ama a su padre o a su madre más que a mí no es digno de mí ... Dado que antes había dicho: No he venido a traer paz sino espada y enfrentar al hombre contra su padre, su madre, su suegra, para que nadie anteponga la piedad familiar a la religión, agrega: El que ama a su padre o a su madre más que a mí; también leemos en el Cantar de los Cantares: Ordena en mí el amor. Este orden es necesario para todo afecto. Ama a tu padre, ama a tu madre, ama a tus hijos después de Dios. Sí fuera necesario poner a la par el amor de los padres y de los hijos con el amor de Dios y no es posible conservar ambos, odiar a los suyos es piedad para con Dios. Por lo tanto, no prohibió amar al padre y a la madre, sino que agregó expresamente: El que ama a su padre y a su madre más que a mí. En otro Evangelio está escrito: El que no toma su cruz cada día. Para que no pensemos que el ardor de la fe puede bastar una sola vez se nos enseña que es necesario llevar la cruz siempre, para que siempre mostremos nuestro amor por Cristo. Quien os recibe a vosotros a mí me recibe, y quien me recibe a mí recibe a Aquel que me ha enviado. Magnífico orden. Envía a predicar, enseña que no hay que temer los peligros, subordina el afecto a la religión. Más arriba les había quitado el oro, arrancado el dinero de su cinto. Dura es la condición de los evangelistas. ¿Cómo proveer a los gastos, a lo necesario para la vida? Atempera el rigor de las exigencias con la esperanza de las promesas y dice: Quien os recibe a vosotros a mí me recibe, y quien me recibe a mí recibe a Aquel que me envió, para que cada uno de los creyentes al recibir a los apóstoles piense que es a Cristo a quien recibe (San Jerónimo [340-397]. Comentario al Evangelio de Mateo).

 

DOMINGO XIII DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo A Domingo 2 de julio 2023

 



 LOS CÍRCULOS CONCÉNTRICOS DE LOS LAZOS HUMANOS
 
2 Re 4, 8-11.14-16; Sa189: Rom 6, 3-4. 8-11; Mt 10 37-42
 
La Palabra de Dios no simplemente refuerza los lazos humanos; en no pocos instantes, los supera. En nuestra primera lectura, por ejemplo, la mujer sunamita establece lazos tan importantes con el profeta Elíseo, quien no forma parte de su familia o nación, que le provee una mesa y una silla en una habitación personal, lujos extraordinarios en la antigüedad. En el Evangelio, Jesús pronuncia palabras fuertes acerca de los lazos de los discípulos que lo vinculan con él y, por implicación, con los demás discípulos. Son lazos más importantes que los que unen a una familia. Claro que no está condenando la familia humana. La está con textualizando en un marco más largo que supera sus limitaciones, es decir, en el Reino de Dios. Las familias y otras comunidades humanas son como círculos concéntricos que son abrazados por el Reino de Dios.
 
 
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 46, 2
Pueblos todos, aplaudan; aclamen al Señor con gritos de júbilo.
 
 
GLORIA
 
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
 
 
ORACIÓN COLECTA
 
Señor Dios, que mediante la gracia de la adopción filial quisiste que fuéramos hijos de la luz, concédenos que no nos dejemos envolver en las tinieblas del error, sino que permanezcamos siempre vigilantes en el esplendor de la verdad. Por nuestro Señor Jesucristo ...
 
 
LITURGIA DE LA PALABRA
 
PRIMERA LECTURA
 
Este hombre es un hombre de Dios.
 
Del segundo libro de los Reyes: 4, 8-11. 14-16
 
Un día pasaba Eliseo por la ciudad de Sunem y una mujer distinguida lo invitó con insistencia a comer en su casa. Desde entonces, siempre que Eliseo pasaba por ahí, iba a comer a su casa. En una ocasión, ella le dijo a su marido: "Yo sé que este hombre, que con tanta frecuencia nos visita, es un hombre de Dios. Vamos a construirle en los altos una pequeña habitación. Le pondremos allí una cama, una mesa, una silla y una lámpara, para que se quede allí, cuando venga a visitarnos".
Así se hizo y cuando Eliseo regresó a Sunem, subió a la habitación y se recostó en la cama. Entonces le dijo a su criado: "¿Qué podemos hacer por esta mujer?". El criado le dijo: "Mira, no tiene hijos y su marido ya es un anciano". Entonces dijo Eliseo: "Llámala". El criado la llamó y ella, al llegar, se detuvo en la puerta. Eliseo le dijo: "El año que viene, por estas mismas fechas, tendrás un hijo en tus brazos". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
 
SALMO RESPONSORIAL
 
Del salmo 88, 2-3. 16-17. 18-19.
R/. Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor.
 
Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor, y daré a conocer que su fidelidad es eterna, pues el Señor ha dicho: "Mi amor es para siempre, y mi lealtad, más firme que los cielos". R/.
 
Señor, feliz el pueblo que te alaba y que a tu luz camina, que en tu nombre se alegra a todas horas y al que llena de orgullo tu justicia. R/.
 
Feliz, porque eres tú su honor y fuerza y exalta tu favor nuestro poder. Feliz, porque el Señor es nuestro escudo y el santo de Israel es nuestro rey. R/.
 
 
SEGUNDA LECTURA
 
El bautismo nos sepultó con Cristo para que llevemos una vida nueva.
 
De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 6, 3-4. 8-11
 
Hermanos: Todos los que hemos sido incorporados a Cristo Jesús por medio del bautismo, hemos sido incorporados a su muerte. En efecto, por el bautismo fuimos sepultados con él en su muerte, para que, así como Cristo resucitó de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros llevemos una vida nueva.
Por lo tanto, si hemos muerto con Cristo, estamos seguros de que también viviremos con él; pues sabemos que Cristo, una vez resucitado de entre los muertos, ya nunca morirá. La muerte ya no tiene dominio sobre él, porque al morir, murió al pecado de una vez para siempre, y al resucitar vive ahora para Dios. Lo mismo ustedes, considérense muertos al pecado y vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
 
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO 1 Pedro 2, 9
R/. Aleluya, aleluya.
 
Ustedes son estirpe elegida, sacerdocio real, nación consagrada a Dios, para que proclamen las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable. R/.
 
 
EVANGELIO
 
El que no toma su cruz, no es digno de mí. Quien los recibe a ustedes me recibe a mí.
 
Del santo Evangelio según san Mateo: 10, 37-42
 
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus apóstoles: "El que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí; y el que no toma su cruz y me sigue, no es digno de mí.
El que salve su vida la perderá y el que la pierda por mí, la salvará.
Quien los recibe a ustedes me recibe a mí; y quien me recibe a mí, recibe al que me ha enviado.
El que recibe a un profeta por ser profeta, recibirá recompensa de profeta; el que recibe a un justo por ser justo, recibirá recompensa de justo.
Quien diere, aunque no sea más que un vaso de agua fría a uno de estos pequeños, por ser discípulo mío, yo les aseguro que no perderá su recompensa".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
 
 
PROFESIÓN DE FE
 
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
 
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
 
 
PLEGARIA UNIVERSAL
 
Pidamos, hermanos, al Señor que escuche nuestras oraciones, para que podamos alegrarnos al recibir su ayuda, respondiendo: Escúchanos, Señor. (R/. Escúchanos, Señor.)
 
Por los ministros de la Iglesia que han consagrado su vida al Señor y por todos los pueblos que adoran al Dios verdadero, roguemos al Señor.
 
Para que el tiempo sea bueno y todos podamos gozar de una naturaleza limpia en la bella sucesión de las diversas estaciones, roguemos a Dios, que con sabiduría gobierna al mundo.
 
Por los que son víctimas de la debilidad humana, del espíritu de odio o de envidia o de los otros vicios del mundo, roguemos al Redentor misericordioso.
 
Encomendémonos mutuamente al Señor, pongamos toda nuestra existencia en sus manos y oremos con confianza al autor y guardián de todo lo que tenemos y poseemos.
 
Escucha, Padre santo, Dios todopoderoso, las oraciones de tu pueblo e infunde en nosotros la sabiduría del Espíritu Santo, para que, unidos a Cristo, sigamos el camino de la cruz dispuestos a perder nuestra vida para manifestar al mundo nuestra esperanza en el reino que nos tienes preparado. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
 
Señor Dios, que bondadosamente realizas el fruto de tus sacramentos, concédenos que seamos capaces de servirte como corresponde a tan santos misterios.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
PREFACIO
 
El Misterio de la salvación
 
 
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación darte gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo Señor nuestro. Quien, compadecido del extravío de los hombres, quiso nacer de la Virgen María; muriendo en la cruz, nos libró de la muerte eterna y, resucitando, nos dio vida eterna. Por eso, con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo,
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo.
 
 
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 102, 1
 
Bendice, alma mía al Señor; que todo mi ser bendiga su santo nombre.
 
 
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
 
Que la víctima divina que te hemos ofrecido y que acabamos de recibir, nos vivifique, Señor, para que, unidos a ti con perpetuo amor, demos frutos que permanezcan para siempre. Por Jesucristo, nuestro Señor.

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20230702

 

En su encíclica sobre la fraternidad y la amistad social, Fratelli tutti (promulgada el 3 de octubre de 2020), el Papa Francisco lamenta la tendencia del mundo actual de fracturar los lazos que deben existir entre las personas, desde las guerras que destruyen la unidad entre las naciones al fin de la conciencia histórica que derrite los vínculos con el pasado, hasta la mentalidad de rechazo que descarta a los ancianos y otros que no tienen valor en una economía mundial capitalista. Según el Papa, hay que trabajar duro para contrarrestar esta tendencia de cierre, buscando especialmente el diálogo, que incluye la voluntad de acercarse a los demás, expresarse sinceramente, escuchar a los demás, intentar a comprender, y buscar puntos de contacto (n. 198). La finalidad es el gran lazo entre seres humanos que Francisco denomina la fraternidad universal.

viernes, 23 de junio de 2023

EN COMUNIÓN CON LA TRADICIÓN VIVA DE LA IGLESIA 20230625


«Yo voy escribiendo a todas las Iglesias, y a todas les suplico lo mismo: que moriré de buena gana por Dios, con tal que vosotros no me lo impidáis. Se los pido por favor: no me demostréis una benevolencia inoportuna. Dejen que sea pasto de las fieras, ya que ello me hará posible alcanzar a Dios. Soy trigo de Dios, y he de ser molido por los dientes de las fieras, para llegar a ser pan limpio de Cristo. Rueguen por mí a Cristo, para que, por medio de esos instrumentos llegue a ser una víctima para Dios. De nada me servirían los placeres terrenales, ni los reinos de este mundo. Prefiero morir en Cristo Jesús que reina en los confines de la tierra. Todo mi deseo y mi voluntad están puestos en aquel que por nosotros murió y resucitó. Se acerca ya el momento de mi nacimiento a la vida nueva. Por favor, hermanos, no me privéis de esta vida, no queráis que muera; si lo que yo anhelo es pertenecer a Dios, no me entreguéis al mundo ni me seduzcáis con las cosas materiales; dejen que pueda contemplar la luz pura; entonces seré hombre en pleno sentido. Permítanme que imite la pasión de mi Dios. El que tenga a Dios en sí entenderá lo que quiero decir y se compadecerá de mí, sabiendo cuál es el deseo que me apremia. El príncipe de este mundo me quiere arrebatar y pretende arruinar mi deseo que tiende hacia Dios. Que nadie de vosotros, los aquí presentes, lo ayude; pónganse más bien de mi parte, es decir, de parte de Dios. No queráis a un mismo tiempo tener a Jesucristo en la boca y los deseos mundanos en el corazón. Que no resida la envidia entre ustedes. Ni me hagáis caso sí, cuando esté aquí, les suplicara en sentido contrario; haced más bien caso de lo que ahora les escribo. Porque les escribo en vida, pero deseando morir» (San Ignacio de Antioquía [c. 35·108/110]. Carta a los Romanos).

 


DOMINGO XII DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo A Domingo 25 de junio 2023



 EL MIEDO Y LA CONFIANZA


Jer 20,10-13; Sal 68; Rom 5, 12-15; Mt 10,26-33
 
Desde hace dos siglos, los exégetas han dado el título de "Las Confesiones de Jeremías" a seis pasajes esparcidos por medio de su libro (desde 11, 18-23 hasta 20, 7-18). Recordando un poco las Confesiones de san Agustín, parecen revelaciones autobiográficas del profeta junto con lamentaciones acerca de las profecías pesimistas que tiene que proclamar y protestas de lealtad a su vocación profética. Nuestra primera lectura es parte de la última confesión, la que enfatiza el miedo humano que suscita en Jeremías la fuerte oposición a sus profecías y la confianza a la que Dios quiere moverlo. El miedo y la confianza en Dios aparecen también en el Evangelio, que probablemente fueron pronunciamientos sueltos que Mateo ha hallado en varias fuentes y que ha reunido en un comentario en la última bienaventuranza, la que habla sobre la persecución (5, 10).
 
 
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 27. 8-9
 
El Señor es la fuerza de su pueblo, defensa y salvación para su Ungido. Sálvanos, Señor, vela sobre nosotros y guíanos siempre.
 
 
GLORIA
 
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
 
 
ORACIÓN COLECTA
 
Señor, concédenos vivir siempre en el amor y respeto a tu santo nombre, ya que jamás dejas de proteger a quienes estableces en el sólido fundamento de tu amor. Por nuestro Señor Jesucristo ...
 
 
LITURGIA DE LA PALABRA
 
PRIMERA LECTURA
 
El Señor ha salvado la vida de su pobre de la mano de los malvados.
 
Del libro del profeta Jeremías: 20, 10-13
 
En aquel tiempo, dijo Jeremías: "Yo oía el cuchicheo de la gente que decía: 'Denunciemos a Jeremías, denunciemos al profeta del terror'. Todos los que eran mis amigos espiaban mis pasos, esperaban que tropezara y me cayera, diciendo: 'Si se tropieza y se cae, lo venceremos y podremos vengarnos de él'.
Pero el Señor, guerrero poderoso, está a mi lado; por eso mis perseguidores caerán por tierra y no podrán conmigo; quedarán avergonzados de su fracaso y su ignominia será eterna e inolvidable. Señor de los ejércitos, que pones a prueba al justo y conoces lo más profundo de los corazones, haz que yo vea tu venganza contra ellos, porque a ti he encomendado mi causa. Canten y alaben al Señor, porque él ha salvado la vida de su pobre de la mano de los malvados".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
 
SALMO RESPONSORIAL
 
Del salmo 68, 8-10. 14 y 17. 33-35.
R/. Escúchame, Señor, porque eres bueno.
 
Por ti he sufrido oprobios y la vergüenza cubre mi semblante. Extraño soy y advenedizo, aun para aquellos de mi propia sangre; pues me devora el celo de tu casa, el odio del que te odia, en mí recae. R/.
A ti, Señor, elevo mi plegaria, ven en mi ayuda pronto; escúchame conforme a tu clemencia, Dios fiel en el socorro. Escúchame, Señor, pues eres bueno y en tu ternura vuelve a mí tus ojos. R/.
 
Se alegrarán, al verlo, los que sufren; quienes buscan a Dios tendrán más ánimo, porque el Señor jamás desoye al pobre ni olvida al que se encuentra encadenado. Que lo alaben por esto cielo y tierra, el mar y cuanto en él habita. R/.
 
 
SEGUNDA LECTURA
 
El don de Dios supera con mucho al delito.
 
De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 5, 12-15
 
Hermanos: Así como por un solo hombre entró el pecado en el mundo y por el pecado entró la muerte, así la muerte llegó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.
Antes de la ley de Moisés ya había pecado en el mundo y, si bien es cierto que el pecado no se imputa cuando no hay ley, sin embargo, la muerte reinó desde Adán hasta Moisés aun sobre aquellos que no pecaron con una transgresión semejante a la de Adán, el cual es figura del que había de venir.
Ahora bien, con el don no sucede como con el delito, porque si por el delito de uno solo murieron todos, ¡cuánto mis la gracia de Dios y el don otorgado por la gracia de un solo hombre, Jesucristo, se ha desbordado sobre todos!
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
 
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Jn 15, 26.27
R/. Aleluya, aleluya.
 
El Espíritu de la verdad dará testimonio de mí, dice el Señor, y ustedes también darán testimonio. R/.
 
 
EVANGELIO
 
No tengan miedo a los que matan el cuerpo.
 
Del santo Evangelio según san Mateo: 10, 26-33
 
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus apóstoles: "No teman a los hombres. No hay nada oculto que no llegue a descubrirse; no hay nada secreto que no llegue a saberse. Lo que les digo de noche, repítanlo en pleno día, y lo que les digo al oído, pregónenlo desde las azoteas.
No tengan miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. Teman, más bien, a quien puede arrojar al lugar de castigo el alma y el cuerpo.
¿No es verdad que se venden dos pajarillos por una moneda? Sin embargo, ni uno solo de ellos cae por tierra si no lo permite el Padre. En cuanto a ustedes, hasta los cabellos de su cabeza están contados. Por lo tanto, no tengan miedo, porque ustedes valen mucho más que todos los pájaros del mundo.
A quien me reconozca delante de los hombres, yo también lo reconoceré ante mi Padre, que está en los cielos; pero al que me niegue delante de los hombres, yo también lo negaré ante mi Padre, que está en los cielos".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
 
 
PROFESIÓN DE FE
 
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
 
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
 
 
PLEGARIA UNIVERSAL
 
Elevemos, hermanos, nuestros ojos al Señor y esperemos, confiados, su ayuda salvífica respondiendo: Escúchanos, Señor. (R/. Escúchanos, Señor.)
 
Por el santo Padre, el Papa Francisco, por nuestro obispo N., y por todos los sacerdotes y diáconos de Jesucristo, roguemos al Señor.
 
Por el buen tiempo, por el fruto de las investigaciones de los estudiosos y por la prosperidad del trabajo de todos, roguemos al Señor.
 
Por las vírgenes consagradas al Señor y por los religiosos que trabajan en nuestras comunidades, roguemos al Señor.
 
Por todos los que hacen el bien en nuestras parroquias y por los que cuidan de los pobres y de los enfermos, roguemos al Señor.
 
Señor Jesucristo, que has confiado a nuestras débiles fuerzas el anuncio profético de tu palabra, escucha las oraciones de tu pueblo y sostennos con la fuerza de tu Espíritu, para que nunca nos avergoncemos de nuestra fe, sino que confesemos, con valentía, tu nombre ante los hombres, y merezcamos así que, en el día de tu manifestación, te pongas de nuestra parte ante tu Padre del cielo. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
 
 
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
 
Recibe, Señor, este sacrificio de reconciliación y alabanza y concédenos que, purificados por su eficacia, podamos ofrecerte el entrañable afecto de nuestro corazón. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 144, 15
 
Los ojos de todos esperan en ti, Señor; y tú les das la comida a su tiempo.
 
 
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
 
Renovados, Señor, por el alimento del sagrado Cuerpo y la preciosa Sangre de tu Hijo, concédenos que lo que realizamos con asidua devoción, lo recibamos convertido en certeza de redención. Por Jesucristo, nuestro Señor. 

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20230625

En la Biblia hay dos especies de miedo. Uno es el temor que provoca una amenaza a nuestra seguridad personal, como una enfermedad grave o un ataque violento. Así fue, por ejemplo, el temor de Jeremías ante sus perseguidores (Jer 20,10) o el de los discípulos ante "los que matan el cuerpo" (Mt 10,28). La reacción a tal temor típicamente humano debe ser una lucha valerosa contra las amenazas y la confianza en el Señor. La otra especie de temor es religiosa: es la reverencia que uno experimenta en la presencia de Dios, como la que tuvo Moisés en frente de la zarza ardiente (Éx 3, 6) o que los discípulos tuvieron a causa de los milagros que llevó a cabo Jesús (Lc 5, 9-11). Este temor debe ser cultivado porque es esencialmente la humildad y el amor a Dios.

lunes, 12 de junio de 2023

EN COMUNIÓN CON LA TRADICIÓN VIVA DE LA IGLESIA

 


«Los nombres de los apóstoles son estos. Se menciona la lista de los apóstoles para excluir a los falsos apóstoles que aparecerían en el futuro. Primero Simón, llamado Pedro y su hermano Andrés. A aquel que sondea el secreto de los corazones le correspondía asignar el orden de los apóstoles y los méritos de cada uno de ellos. En primer lugar es nombrado Simón llamado Pedro, para distinguirlo del otro Simón llamado Cana neo, de la aldea de Caná en Galilea, donde el Señor cambió el agua en vino. También a Santiago lo llama hijo de Zebedeo porque después hay otro Santiago hijo de Alfeo. Asocia a los apóstoles agrupándolos de dos en dos. Uno a Pedro y Andrés menos por la sangre que por el espíritu; Santiago y Juan, que abandonando a su padre según la carne, siguieron al verdadero Padre; Felipe y Bartolomé, también Tomás y Mateo el publicano. Los otros evangelistas al agrupar los nombres ponen primero a Mateo y después a Tomás y no agregan el apelativo de publicano para que no parezca que desprecian al evangelista recordando su anterior género de vida. Pero él, como dijimos arriba, se coloca después de Tomás y se llama a sí mismo publicano para que donde abundó el pecado sobreabunde la gracia, Simón Cananeo. Éste es el mismo que en otro evangelio es llamado Zelotes. Caná significa celo. En cuanto al apóstol Tadeo, la historia eclesiástica narra que fue enviado a Edesa a Abgar, rey de Osroene. El evangelista Lucas lo llama Judas de Santiago y en otro lugar es llamado Zebedeo, que significa "hombre de corazón". Hay que pensar que tenía tres nombres, como Simón fue llamado Pedro y los hijos de Zebedeo Boanerges, por la firmeza y grandeza de su fe» (San Jerónimo [342-420]. Evangelio de san Mateo).

 

DOMINGO XI DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo A Domingo 18 de junio 2023

 



"SE COMPADECIÓ DE ELLA"
 
Éx 9,2-6; Sal 99; Rom 5, 6-11; Mt 9,36-10, 8
 
El Evangelio nos muestra la vida emocional de Jesús, un aspecto que raramente está explícito en el Nuevo Testamento. Lucas narra que Jesús veía a la multitud como "ovejas sin pastor", una expresión común en la Biblia (Núm 27, 17,2 Crón 18, 16, etcétera), pero en vez de no hacer nada para ella, lo cual era frecuentemente la reacción de líderes en el Antiguo Testamento, Jesús "se compadeció de ella" (9, 36). Para expresar esta compasión, el evangelista usa el verbo griego "splanchnizein" que quiere decir "movido en las entrañas", mostrándonos gráficamente lo que sentía Jesús. Pero el Evangelio no es un análisis psicológico de Cristo. Dicho sentimiento es importante porque nos revela el motivo por el que escogió y envió a los Apóstoles, es decir, su compasión para su pueblo. Es también el motivo por el que hoy Dios nos manda obreros pastorales.
 
 
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 26, 7. 9
 
Oye, Señor, mi voz y mis clamores. Ven en mi ayuda, no me rechaces, ni me abandones, Dios, salvador mío.
 
 
GLORIA
 
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
 
 
ORACIÓN COLECTA
 
Señor Dios, fortaleza de los que en ti esperan, acude bondadoso, a nuestro llamado y puesto que sin ti nada puede nuestra humana debilidad, danos siempre la ayuda de tu gracia, para que, en cumplimiento de tu voluntad, te agrademos siempre con nuestros deseos y acciones. Por nuestro Señor Jesucristo ...
 
 
LITURGIA DE LA PALABRA
 
PRIMERA LECTURA
 
Serán para mí un reino de sacerdotes y una nación consagrada.
 
Del libro del Éxodo: 19, 2-6 01
 
En aquellos días, el pueblo de Israel salió de Refidim, llegó al desierto del Sinaí y acampó frente al monte. Moisés subió al monte para hablar con Dios. El Señor lo llamó desde el monte y le dijo: "Esto dirás a la casa de Jacob, esto anunciarás a los hijos de Israel: 'Ustedes han visto cómo castigué a los egipcios y de qué manera los he levantado a ustedes sobre alas de águila y los he traído a mí. Ahora bien, si escuchan mi voz y guardan mi alianza, serán mi especial tesoro entre todos los pueblos, aunque toda la tierra es mía. Ustedes serán para mí un reino de sacerdotes y una nación consagrada' ". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
 
SALMO RESPONSORIAL
 
Del salmo 99, 2. 3. 5.
R/. El Señor es nuestro Dios y nosotros su pueblo.
 
Alabemos a Dios todos los hombres, sirvamos al Señor con alegría y con júbilo entremos en su templo. R/.
 
Reconozcamos que el Señor es Dios, que él fue quien nos hizo y somos suyos, que somos su pueblo y su rebaño. R/.
 
Porque el Señor es bueno, bendigámoslo, porque es eterna su misericordia y su fidelidad nunca se acaba. R/.
 
 
SEGUNDA LECTURA
 
Si la muerte de Cristo nos reconcilió con Dios, mucho más nos reconciliará su vida.
 
De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 5, 6-11
 
Hermanos: Cuando todavía no teníamos fuerzas para salir del pecado, Cristo murió por los pecadores en el tiempo señalado. Difícilmente habrá alguien que quiera morir por un justo, aunque puede haber alguno que esté dispuesto a morir por una persona sumamente buena. Y la prueba de que Dios nos ama está en que Cristo murió por nosotros, cuando aún éramos pecadores.
Con mayor razón, ahora que ya hemos sido justificados por su sangre, seremos salvados por él del castigo final. Porque, si cuando éramos enemigos de Dios, fuimos reconciliados con él por la muerte de su Hijo, con mucha más razón, estando ya reconciliados, recibiremos la salvación participando de la vida de su Hijo. Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en Dios, por medio de nuestro Señor Jesucristo, por quien hemos obtenido ahora la reconciliación. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
 
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Mc 1. 15
R/. Aleluya, aleluya.
 
El Reino de Dios está cerca, dice el Señor; arrepiéntanse y crean en el Evangelio. R/.
 
 
EVANGELIO
 
Jesús envió a sus doce apóstoles con instrucciones.
 
Del santo Evangelio según san Mateo: 9, 36-10, 8
 
En aquel tiempo, al ver Jesús a las multitudes, se compadecía de ellas, porque estaban extenuadas y desamparadas, como ovejas sin pastor. Entonces dijo a sus discípulos: "La cosecha es mucha y los trabajadores, pocos. Rueguen, por lo tanto, al dueño de la mies que envíe trabajadores a sus campos".
Después, llamando a sus doce discípulos, les dio poder para expulsar a los espíritus impuros y curar toda clase de enfermedades y dolencias.
Estos son los nombres de los doce apóstoles: el primero de todos, Simón, llamado Pedro, y su hermano Andrés; Santiago y su hermano Juan, hijos de Zebedeo; Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo, el publicano; Santiago, hijo de Alfeo, y Tadeo; Simón, el cananeo, y Judas Iscariote, que fue el traidor. A estos doce los envió Jesús con estas instrucciones: "No vayan a tierra de paganos ni entren en ciudades de samaritanos. Vayan más bien en busca de las ovejas perdidas de la casa de Israel. Vayan y proclamen por el camino que ya se acerca el Reino de los cielos. Curen a los leprosos y demás enfermos; resuciten a los muertos y echen fuera a los demonios. Gratuitamente han recibido este poder; ejérzanlo, pues, gratuitamente". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
 
 
PROFESIÓN DE FE
 
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
 
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
 
 
PLEGARIA UNIVERSAL
 
Oremos, hermanos, al Señor que conoce lo que está escondido a nuestros ojos y sabe cuáles son las verdaderas necesidades de los hombres, diciendo: Señor Jesús, escúchanos. (R/. Señor Jesús, escúchanos.)
 
Oremos por la santa Iglesia, para que Dios, nuestro Señor, aumente el número de sus fieles, aleje de ella toda división y escuche las plegarias que le dirigen todos los cristianos del mundo, roguemos al Señor.
 
Oremos también a nuestro Señor por los gobernantes de nuestra patria y de todos los pueblos, para que Dios les dé sabiduría y fuerza para gobernar y dirigir con paz y justicia el pueblo que tienen encomendado, roguemos al Señor.
 
Oremos también por los que están lejos de su hogar, para que nuestro Señor les conceda un viaje feliz, retornar con salud a sus familias y la realización plena de los proyectos de su viaje.
 
Oremos también a nuestro Señor por los que hoy nos hemos reunido aquí en su nombre y por el párroco (pastor) que nos preside, para que nuestro Señor escuche nuestras oraciones y nuestras peticiones le sean siembre agradables, roguemos al Señor.
 
Dios nuestro, que nos has elegido como reino de sacerdotes, propiedad personal y nación santa y has querido que seamos signo visible de la nueva realeza de tu reino, escucha las oraciones de tu pueblo y concédenos vivir en plena unión contigo, tanto en el sacrificio de alabanza como en el servicio a nuestros hermanos, para que así lleguemos a ser delante de los hombres anunciadores y testigos del Evangelio. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
 
Tú que con este pan y este vino que te presentamos das al género humano el alimento que lo sostiene y el sacramento que lo renueva, concédenos, Señor, que nunca nos falte esta ayuda para el cuerpo y el alma. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
PREFACIO
 
Nuestra Humanidad salvada por la humanidad de Cristo
 
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios poderoso y eterno. Porque reconocemos como la obra de tu poder admirable no sólo haber socorrido nuestra débil naturaleza con la fuerza de tu divinidad, sino también el haber previsto el remedio de nuestra misma naturaleza mortal, y así con lo que fue la causa de nuestra ruina, con eso mismo nos diste la salvación, por Cristo, Señor nuestro. Por Él, los ángeles cantan con júbilo eterno y nosotros nos unimos a sus voces, cantando humildemente tu alabanza
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.
 
 
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 26, 4
 
Una sola cosa he pedido y es lo único que busco, habitar en la casa del Señor todos los días de mi vida.
 
 
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
 
Señor, que esta santa comunión, que acabamos de recibir, así como significa la unión de los fieles en ti, así también lleve a efecto la unidad en tu Iglesia.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
 

 

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20230618

En la Iglesia hay Papas, obispos, sacerdotes, diáconos, líderes laicos, y muchos otros obreros pastorales. Quizás pensamos que existen tales obreros para cumplir con las necesidades prácticas de nuestras comunidades eclesiales, como otras instituciones, por ejemplo negocios, tiendas o restaurantes que necesitan a personal para cumplir con sus necesidades prácticas. Hasta un cierto punto, este pensamiento no es equivocado. La Iglesia es, desde una perspectiva, una organización que claramente no puede funcionar sin trabajadores. Sin embargo, hace caso omiso del motivo más profundo de la existencia de estos obreros pastorales. Son un don de la compasión de Dios, y su misión no es únicamente el cumplimiento de ciertas funciones prácticas, como la celebración de la misa o la enseñanza del catecismo, sino también, y de manera más profunda, la encarnación en medio de su pueblo, de la compasión de Dios.

sábado, 10 de junio de 2023

EN COMUNIÓN CON LA TRADICIÓN VIVA DE LA IGLESIA 20230611

 


 


«¿Cómo es que, dicen, vuestro Maestro come con publicanos y pecadores? [Oh fuertes, que no tenéis necesidad de médico! Esta vuestra fortaleza no es síntoma de salud, sino de locura.  ¡Dios nos libre de imitar a estos fuertes! Pues es de temer que a alguien se le ocurra imitarlos. En cambio, el doctor de humildad, partícipe de nuestra debilidad, que nos hizo partícipes de su divinidad, y que bajó del cielo para esto: para mostramos el camino y hacerse él mismo camino, se dignó recomendamos muy particularmente su propia humildad. Por eso no desdeñó ser bautizado por el siervo, para enseñamos a confesar nuestros pecados, a aceptar nuestra debilidad para llegar a ser fuertes, prefiriendo hacer nuestras las palabras del Apóstol, que afirma: Cuando soy débil, entonces soy fuerte. Por el contrario, los que pretendieron ser fuertes, esto es, los que presumieron de su virtud teniéndose por justos, tropezaron con el obstáculo de esa Piedra: confundieron el Cordero con un cabrito, y como lo mataron como cabrito no merecieron ser redimidos por el Cordero. Estos son los mismos fuertes que arremetieron contra Cristo, alardeando de su propia justicia. Escuchad a estos fuertes: cuando algunos de Jerusalén, enviados por ellos a prender a Cristo, no se atrevieron a ponerle la mano encima, les dijeron: ¿Por qué no lo habéis traído? Respondieron: Jamás ha hablado nadie así. Y aquellos fuertes replicaron: ¿Hay algún jefe o fariseo que haya creído en él? Sólo esa gente que no entiende de la ley» (San Agustín [354-43]). Comentario al Salmo 58, 1-7).

DOMINGO X DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo A Domingo 11 de junio 2023

 



EL MILAGRO DE LA CONVERSIÓN

Os 6, 3-6; Sal 49; Rom 4, 18-25; Mt 9,9-13
 
Nuestro texto de Mateo se coloca en medio de milagros. Antes se encuentran la serenización del mar (8,23-27), el exorcismo del demoniaco gadareno (8, 28-34), y la curación de un paralítico (9, 1-8); después, al terminar un pronunciamiento sobre el ayuno (9, 14-17), se encuentran la resucitación de la hija de un hombre importante (9, 18-26) y la curación de dos ciegos (9, 27-30). Quizá esta colocación de nuestro Evangelio nos parecería equivocada, porque éste no narra un acontecimiento parecido a semejantes milagros. Sin embargo, en realidad narra uno de los milagros más queridos tal vez no por los seres humanos, que a veces prefieren milagros ostentosos, sino ciertamente por Dios, a saber, la conversión de los pecadores. En tales milagros, en vez de aparecer como un poder sobrenatural, se muestra como le gusta más mostrarse, como un padre tiernamente misericordioso.
 
 
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 26, 1-2
 
El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? El Señor es la defensa de mi vida, ¿quién me hará temblar? Cuando me asaltan mis enemigos, tropiezan y caen.
 
 
GLORIA
 
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
 
 
ORACIÓN COLECTA
 
Señor, Dios, de quien todo bien procede, escucha nuestras súplicas y concédenos que comprendiendo, por inspiración tuya, lo que es recto, eso mismo, bajo tu guía lo hagamos realidad. Por nuestro Señor Jesucristo ...
 
 
LITURGIA DE LA PALABRA
 
PRIMERA LECTURA
 
Yo quiero amor y no sacrificios.
 
Del libro del profeta Oseas 6, 3-6
 
Esforcémonos por conocer al Señor; y su juicio surge como la luz; bajará sobre nosotros como lluvia temprana, como lluvia de primavera que empapa la tierra.
"¿Qué voy a hacer contigo, Efraín? ¿Qué voy a hacer contigo, Judá? El amor de ustedes es como nube mañanera, como rocío matinal que se evapora. Por eso los he azotado por medio de los profetas y les he dado muerte con mis palabras. Porque yo quiero amor y no sacrificios, conocimiento de Dios, más que holocaustos", Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
 
SALMO RESPONSORIAL
 
Del salmo 49,1 y 8,12-13.14-15.
R/. Dios salva al que cumple su voluntad.
 
Habla el Dios de los dioses, el Señor, y convoca a cuantos moran en la tierra del oriente al poniente: "No voy a reclamarte sacrificios, pues ante mí están siempre tus ofrendas. R/.
 
Si yo estuviera hambriento, nunca iría a decírtelo a ti, pues todo es mío. ¿O acaso yo como carne de toros y bebo sangre de cabritos? R/.
 
Mejor ofrece a Dios tu gratitud y cumple tus promesas al Altísimo, pues yo te libraré cuando me invoques y tú me darás gloria, agradecido". R/.
 
 
SEGUNDA LECTURA
 
Su fe se robusteció y dio con ello gloria a Dios.
 
De la carta del apóstol san Pablo a los romanos 4, 18-25
 
Hermanos: Abraham, esperando contra toda esperanza, creyó que habría de ser padre de muchos pueblos, conforme a lo que Dios le había prometido: Así de numerosa será tu descendencia.
Y su fe no se debilitó a pesar de que a la edad de casi cien años, su cuerpo ya no tenía vigor, y además, Sara, su esposa, no podía tener hijos. Ante la firme promesa de Dios no dudó ni tuvo desconfianza, antes bien su fe se fortaleció y dio con ello gloria a Dios, convencido de que él es poderoso para cumplir lo que promete. Por eso, Dios le acreditó esta fe como justicia.
Ahora bien, no sólo por él está escrito que "se le acreditó", sino también por nosotros, a quienes se nos acreditará, si creemos en aquel que resucitó de entre los muertos, en nuestro Señor Jesucristo, que fue entregado a la muerte por nuestros pecados y resucitó para nuestra justificación. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
 
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Lc 4, 18
R/. Aleluya, aleluya.
 
El Señor me ha enviado para llevar a los pobres la buena nueva y anunciar la liberación a los cautivos. R/.
 
 
EVANGELIO
 
No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores.
 
Del santo Evangelio según san Mateo 9, 9-13
 
En aquel tiempo, Jesús vio a un hombre llamado Mateo, sentado a su mesa de recaudador de impuestos, y le dijo: "Sígueme". Él se levantó y lo siguió.
Después, cuando estaba a la mesa en casa de Mateo, muchos publicanos y pecadores se sentaron también a comer con Jesús y sus discípulos. Viendo esto, los fariseos preguntaron a los discípulos: "¿Por qué su Maestro come con publicanos y pecadores?". Jesús los oyó y les dijo: "No son los sanos los que necesitan de médico, sino los enfermos. Vayan, pues, y aprendan lo que significa: Yo quiero misericordia y no sacrificios. Yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
 
 
PROFESIÓN DE FE
 
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
 
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
 
 
PLEGARIA UNIVERSAL
 
Dirijamos, hermanos, nuestra oración a Dios Padre misericordioso, con aquella confianza filial que el Espíritu de Cristo ha infundido en nuestros corazones:
 
Por el santo Padre, el Papa N., para que Dios, que lo eligió como obispo de toda la Iglesia, le conceda una vida larga y feliz y lo asista en la misión de gobernar el pueblo santo de Dios, roguemos al Señor.
  
Por nuestra patria y por sus gobernantes, por todas las naciones y sus responsables: para que Dios les inspire pensamientos y decisiones encaminados a una paz verdadera, roguemos al Señor.
 
Por los que están en camino de conversión, por los que se preparan a recibir el bautismo o preparan el bautismo de sus hijos: para que Dios, nuestro Señor, les abra en sus sacramentos las puertas de su misericordia e introduzca a los nuevos hijos de la Iglesia en la vida nueva de Cristo Jesús, roguemos al Señor.
 
Por nuestros familiares y amigos enfermos, para que Dios, nuestro Señor, escuche sus súplicas, realice sus deseos y haga que, en su tribulación, experimenten el gozo de la misericordia divina, roguemos al Señor.
 
Padre santo, que quieres misericordia y no sacrificios y acoges a los pecadores en tu mesa, escucha nuestras oraciones y haz que nuestra vida, transformada por a fuerza de tu amor, nos lleve a una total entrega a ti y a todos nuestros hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
 
Mira, Señor, con bondad nuestro servicio para que esta ofrenda se convierta para ti en don aceptable y para nosotros, en aumento de nuestra caridad.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
PREFACIO
 
El Misterio Pascual y el Pueblo de Dios
 
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación darte gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo Señor nuestro. Quien, por su Misterio Pascual, realizó la obra maravillosa de llamamos de la esclavitud del pecado y de la muerte al honor de ser estirpe elegida, sacerdocio real, nación consagrada, pueblo de tu propiedad, para que, trasladados por ti de las tinieblas a tu luz admirable, proclamemos ante el mundo tus maravillas. Por eso con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo.
 
 
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 17, 3
 
Señor, tú eres mi fortaleza, mi refugio, mi liberación y mi ayuda. Tú eres mi Dios.
 
 
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
 
Señor, que la virtud medicinal de este sacramento nos cure por tu bondad de nuestras maldades y nos haga avanzar por el camino recto. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 

 


 

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20230611

 

Los alcohólicos, los drogadictos, y muchas otras personas que sufren bajo el peso de problemas graves saben que es muy difícil cambiar. Los expertos en temas sobre la drogadicción estiman que sólo un porcentaje muy bajo de los que padecen de esta aflicción (alrededor de 5%) logran cambiar. No obstante, hay muchas personas que, explícitamente basándose en la fe cristiana, se convirtieron de manera sincera y duradera. San Pablo, que dejó su obsesión con el legalismo, Bartolomé de Las Casas, que se arrepintió de su apoyo hacia las conquistas violentas, y Monseñor Oscar Romero, que abandonó su rigidez religiosa son sólo algunos ejemplos. No es que la fe cristiana sea el remedio automático para todos los problemas, pero la fe tiene el poder de arraigarse en lo profundo de nuestro ser y ayudar a abrirnos a la acción sanadora de Dios.

 

sábado, 3 de junio de 2023

El misterio de la Santísima Trinidad.

 


En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno. Que con tu Hijo único y el Espíritu Santo, eres un solo Dios, un solo Señor, no en la singularidad de una sola persona, sino en la trinidad de una sola sustancia. Y lo que creemos de tu gloria, porque tú lo revelaste, eso mismo lo afirmamos de tu Hijo y también del Espíritu Santo, sin diferencia ni distinción. De modo que al proclamar nuestra fe en la verdadera y eterna divinidad, adoramos a tres personas distintas, en la unidad de un solo ser e iguales en su majestad. A quien alaban los ángeles y los arcángeles, y todos los coros celestiales, que no cesan de aclamarte con una sola voz: Santo, Santo, Santo ...


SOLEMNIDAD DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD Domingo 4 de junio 2023


 


 

LA BELLEZA DE LA TRINIDAD
Éx 34, 4-6. 8-9; Dn 3; 2 Cor 13,11-13; Jn 3, 16-18
 
Las lecturas nos presentan algunas de las expresiones más explicitas sobre la Trinidad en las Escrituras. Probablemente por esto también se encuentran entre sus palabras más bellas. En Éxodo escuchamos al Señor, en medio de la renovación de la alianza con su pueblo, describiéndose en términos de una hermosura inolvidable como un Dios de misericordia y de compasión. En la segunda lectura, San Pablo concluye su "carta de lágrimas" no con críticas de los cristianos tercos de Corinto, sino con una fórmula litúrgica trinitaria de tanta exquisitez que sigue utilizándose hoy. Nuestra lectura del Evangelio de Juan empieza con una frase sobre el Padre y el Hijo cuya belleza ha hecho que sea recordada y repetida por medio de tantos siglos. Parece que los autores bíblicos no pudieron escribir sobre la Trinidad sin caer en una especie de éxtasis estético.
 
 
ANTÍFONA DE ENTRADA
 
Bendito sea Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, porque ha tenido misericordia con nosotros.
 
 
GLORIA
 
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo; Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
 
 
ORACIÓN COLECTA
 
Dios Padre, que al enviar al mundo la Palabra de verdad y el Espíritu santificador, revelaste a todos los hombres tu misterio admirable, concédenos que, profesando la fe verdadera, reconozcamos la gloria de la eterna Trinidad y adoremos la Unidad de su majestad omnipotente. Por nuestro Señor Jesucristo ...
 
 
LITURGIA DE LA PALABRA
 
PRIMERA LECTURA
 
Yo soy el Señor, el Señor Dios, compasivo y clemente.
 
Del libro del Éxodo: 34, 4-6. 8-9
 
En aquellos días, Moisés subió de madrugada al monte Sinaí, llevando en la mano las dos tablas de piedra, como le había mandado el Señor. El Señor descendió en una nube y se le hizo presente. Moisés pronunció entonces el nombre del Señor, y el Señor, pasando delante de él, proclamó: "Yo soy el Señor, el Señor Dios, compasivo y clemente, paciente, misericordioso y fiel".
Al instante, Moisés se postró en tierra y lo adoró, diciendo: "Si de veras he hallado gracia a tus ojos, dígnate venir ahora con nosotros, aunque este pueblo sea de cabeza dura; perdona nuestras iniquidades y pecados, y tómanos como cosa tuya". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
 
SALMO RESPONSORIAL
 
Daniel 3, 52. 53. 54. 55. 56.
R/. Bendito seas para siempre, Señor.
 
Bendito seas, Señor, Dios de nuestros padres. Bendito sea tu nombre santo y glorioso. R/.
 
Bendito seas en el templo santo y glorioso. Bendito seas en el trono de tu reino. R/.
 
Bendito eres tú, Señor, que penetras con tu mirada los abismos y te sientas en un trono rodeado de querubines. Bendito seas, Señor, en la bóveda del cielo. R/.
 
 
SEGUNDA LECTURA
 
Que la gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre y la comunión del Espíritu Santo estén siempre con ustedes.
 
De la segunda carta del apóstol san Pablo a los corintios: 13,11-13
 
Hermanos: Estén alegres, trabajen por su perfección, anímense mutuamente, vivan en paz y armonía. Y el Dios del amor y de la paz estará con ustedes. Salúdense los unos a los otros con el saludo de paz. Los saludan todos los fieles. La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre y la comunión del Espíritu Santo estén siempre con ustedes. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
 
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Apoc 1, 8
R/. Aleluya, aleluya.
 
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Al Dios que es, que era y que vendrá. R/.
 


EVANGELIO
 
Dios envió a su Hijo al mundo para que el mundo se salvara por él.
 
Del santo Evangelio según san Juan: 3, 16-18
 
"Tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salvara por él. El que cree en él no será condenado; pero el que no cree ya está condenado, por no haber creído en el Hijo único de Dios". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
 
 
PROFESIÓN DE FE
 
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
 
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
 
 
PLEGARIA UNIVERSAL
 
Oremos, hermanos, a Dios, Padre entrañable, que por Jesucristo nos ha revelado su amor y que escucha complacido los gemidos inefables con que el Espíritu intercede por nosotros respondiendo: Santísima Trinidad, escúchanos. (R/. Santísima Trinidad, escúchanos.)
 
Para que Dios Padre, Creador todopoderoso del Universo, lleve el mundo a su plenitud y haga nacer aquel cielo nuevo y aquella tierra nueva que nos ha prometido, en la que la humanidad entera encontrará la felicidad y podrá contemplar su rostro glorioso, roguemos al Señor.
 
Para que el Hijo Unigénito de Dios, que se hizo hombre para desposarse con la Iglesia, infunda en ella un amor semejante al suyo, como corresponde a su condición de esposa amada, roguemos al Señor.
 
Para que el Espíritu del Señor, que enriquece al mundo con sus dones, sea padre para los pobres, consuelo para los tristes, salud para los enfermos y fuerza para los decaídos, roguemos al Señor.
 
Para que los que conocemos el misterio de la vida íntima de Dios, uno en tres Personas, tengamos celo para anunciarlo a quienes lo desconocen, a fin de que también ellos encuentren gozo y descanso en Dios, que se nos ha revelado como Padre, Hijo y Espíritu Santo, roguemos al Señor.


Padre fiel y misericordioso, que enviaste al mundo a tu Hijo Unigénito y quisiste que tu Espíritu fuera para nosotros principio de vida, constructor de unidad y fuente de amor, escucha nuestras oraciones, fortalece nuestra fe e inspíranos sentimientos de paz y de esperanza para que, reunidos en la comunión de tu Iglesia, bendigamos siempre tu nombre glorioso y santo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
 
Por la invocación de tu nombre, santifica, Señor, estos dones que te presentamos y transfórmanos por ellos en una continua oblación a ti. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
PREFACIO: El misterio de la Santísima Trinidad.
 
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno. Que con tu Hijo único y el Espíritu Santo, eres un solo Dios, un solo Señor, no en la singularidad de una sola persona, sino en la trinidad de una sola sustancia. Y lo que creemos de tu gloria, porque tú lo revelaste, eso mismo lo afirmamos de tu Hijo y también del Espíritu Santo, sin diferencia ni distinción. De modo que al proclamar nuestra fe en la verdadera y eterna divinidad, adoramos a tres personas distintas, en la unidad de un solo ser e iguales en su majestad. A quien alaban los ángeles y los arcángeles, y todos los coros celestiales, que no cesan de aclamarte con una sola voz: Santo, Santo, Santo ...
 
 
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Gál 4, 6 2
 
Porque ustedes son hijos de Dios, Dios infundió en sus corazones el Espíritu de su Hijo, que clama: Abbá, Padre.
 
 
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
 
Que la recepción de este sacramento y nuestra profesión de fe en la Trinidad santa y eterna, y en su Unidad indivisible, nos aprovechen, Señor, Dios nuestro, para la salvación de cuerpo y alma. Por Jesucristo, nuestro Señor.