viernes, 31 de octubre de 2014

No confundir la “Santa Muerte” con fiesta de los fieles difuntos

Imágenes de la Santa Muerte en mercado de Ciudad de México. 
Foto: Wikipedia / Maurice Marcellin (CC BY-SA 3.0)

No confundir la “Santa Muerte” con fiesta de los fieles difuntos

Cercanos al día de los fieles difuntos, algunas personas se preparan para celebrar a la llamada “Santa Muerte”, en diversos lugares de Estados Unidos y México, como en Ciudad Juárez, donde se ha incrementado el número de adeptos.

“Mucha gente nos critica, no les gusta, pero no entienden que para nosotros (la ‘Santa Muerte’) es un santo, solo que tiene un aspecto diferente al de ellos”, dijo al diario MX Josefina Ramírez, encargada de uno de los “santuarios” donde la gente “rinde culto”.

“Cada día nos llega una persona desconocida que comienza a creer en ella, cada vez vemos que vienen más y más, está creciendo el número de gente que le es leal”, añadió.

La Santa Muerte es una falsa devoción difundida en distintos lugares de México y otros países de América Latina. Es representada con una calavera adornada, según el gusto personal de los adeptos.

Narcotraficantes, delincuentes, ex convictos o secuestradores se acercan a esta controvertida imagen para pedir por el éxito de sus delitos. Este culto blasfemo también está vinculado a prácticas de brujería.

En el 2012, integrantes de la secta asesinaron en Sonora (México) a dos niños de 6 y 7 años, y una mujer de 55. Ambos murieron degollados como ritual de sacrificio dedicado a la “Santa Muerte”.

Recientemente el vocero de la Diócesis de Veracruz en México, P. Víctor Díaz, recordó que “la muerte no es santa. Aquí no hay ninguna Santa Muerte porque Cristo ha venido a vencer la muerte y al pecado, por eso nosotros debemos de celebrar el recuerdo de nuestros fieles difuntos que están en la Gracia de Dios”.

La falsa “Santa Muerte” también es conocida como San La Muerte, Señor de la Buena Muerte, Señor de la Paciencia, San Justo Nuestro Señor de la Buena Muerte, Nuestro Señor de Dios y la Muerte, San Esqueleto, Ayucaba, Señor que Todo Lo Puede, San Severo de la Muerte o El Santito.

Fuente:

DOMINGO 2 DE NOVIEMBRE 2014 Conmemoración de todos los Fieles Difuntos



DOMINGO 2 DE NOVIEMBRE 2014

Conmemoración de todos los Fieles Difuntos



PASAR DE LA MUERTE A LA VIDA

Sb 3,1-9; 1 Jn 3,14-16; Mt 25,31-46

Los testigos que suscriben la Primera carta de Juan no se andan por las ramas, hablan con un lenguaje directo y profundo. Han vivido una experiencia honda: el paso de la muerte a la vida verificado en el amor a los hermanos. Esa declaración no es retórica, sino confesión sincera. Habiendo experimentado el amor de Dios en la entrega de su hijo Jesús, esos cristianos se disponen a amar a los hambrientos, pobres y forasteros que encuentran en su camino. La esencia de la espiritualidad cristiana según el Evangelio de san Mateo, gira en torno del reconocimiento del rostro de Cristo presente en las personas que aparentemente no lo reflejarían: los enfermos, los hambrientos y encarcelados están tan lastimados y en ocasiones tan resentidos, que resulta necesario hacer un esfuerzo extraordinario para reconocer los rasgos amorosos de Jesús en tales personas. Las pruebas que supera el justo en el libro de la Sabiduría, resultan más llevaderas para quienes hemos conocido el amor de Cristo.


PRIMERA MISA


ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr. 1 Ts 4, 14; 1 Co 15, 22)


Así como Jesús murió y resucitó, de igual manera debemos creer que a los que mueren en Jesús, Dios los llevará con Él. Y así como en Adán todos mueren, así en Cristo todos volverán a la vida.


No se dice Gloria.


ORACIÓN COLECTA


Escucha, Señor, benignamente nuestras súplicas, y concédenos que al proclamar nuestra fe en la resurrección de tu Hijo de entre los muertos, se afiance también nuestra esperanza en la resurrección de tus hijos difuntos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.


LITURGIA DE LA PALABRA


Primera Lectura


Monición.- La primera lectura expone el tema de la retribución después de la muerte. Ante el aparente triunfo del mal, el justo debe confiar en la justicia de Dios.


Los aceptó como un holocausto agradable.


Del libro de la Sabiduría: 3, 1-9


Las almas de los justos están en las manos de Dios y no los alcanzará ningún tormento. Los insensatos pensaban que los justos habían muerto, que su salida de este mundo era una desgracia y su salida de entre nosotros, una completa destrucción. Pero los justos están en paz.
La gente pensaba que sus sufrimientos eran un castigo, pero ellos esperaban confiadamente la inmortalidad. Después de breves sufrimientos recibirán una abundante recompensa, pues Dios los puso a prueba y los halló dignos de sí. Los probó como oro en el crisol y los aceptó como un holocausto agradable.
En el día del juicio brillarán los justos como chispas que se propagan en un cañaveral. Juzgarán a las naciones y dominarán a los pueblos, y el Señor reinará eternamente sobre ellos. Los que confían en el Señor comprenderán la verdad y los que son fieles a su amor permanecerán a su lado, porque Dios ama a sus elegidos y cuida de ellos.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.


Salmo responsorial


Del salmo 26 R/. Espero ver la bondad del Señor.

El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién voy a tenerle miedo? El Señor es la defensa de mi vida, ¿quién podrá hacerme temblar? R/.

Lo único que pido, lo único que busco es vivir en la casa del Señor toda mi vida, para disfrutar las bondades del Señor y estar continuamente en su presencia. R/.

Oye, Señor, mi voz y mis clamores y tenme compasión. El corazón me dice que te busque y buscándote estoy. No rechaces con cólera a tu siervo. R/.

La bondad del Señor espero ver en esta misma vida. Ármate de valor y fortaleza y en el Señor confía. R/.



Segunda lectura


Monición.- La primera carta de Juan nos dice que la evidencia de haber pasado de la muerte a la vida es que nos amamos los unos a los otros. Porque el amor es la característica principal de la familia de Dios.


Estamos seguros de haber pasado de la muerte a la vida, por que amamos a nuestros hermanos.


De la primera carta del apóstol san Juan: 3, 14-16


Hermanos: Nosotros estamos seguros de haber pasado de la muerte a la vida, porque amamos a nuestros hermanos. El que no ama permanece en la muerte. El que odia a su hermano es un homicida y bien saben ustedes que ningún homicida tiene la vida eterna.
Conocemos lo que es el amor, en que Cristo dio su vida por nosotros. Así también debemos nosotros dar la vida por nuestros hermanos. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.



ACLAMACIÓN (Mt 25, 34) R/. Aleluya, aleluya.

Vengan, benditos de mi Padre, dice el Señor; tomen posesión del Reino preparado para ustedes desde la creación del mundo. R/.

Vengan, benditos de mi Padre.



Evangelio


Monición.- El evangelio de Mateo nos presenta el juicio que Dios hace a las naciones: aquellas que hayan mostrado misericordia y amabilidad a sus discípulos serán bendecidas; y aquellas que no lo hicieron serán condenadas.


Del santo Evangelio según san Mateo: 25, 31-46

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Cuando venga el Hijo del hombre, rodeado de su gloria, acompañado de todos sus ángeles, se sentará en su trono de gloria. Entonces serán congregadas ante Él todas las naciones, y Él apartará a los unos de los otros, como aparta el pastor a las ovejas de los cabritos, y pondrá a las ovejas a su derecha y a los cabritos a su izquierda.
Entonces dirá el rey a los de su derecha: 'Vengan, benditos de mi Padre; tomen posesión del Reino preparado para ustedes desde la creación del mundo; porque estuve hambriento y me dieron de comer, sediento y me dieron de beber, era forastero y me hospedaron, estuve desnudo y me vistieron, enfermo y me visitaron, encarcelado y fueron a verme'. Los justos le contestarán entonces: 'Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te dimos de comer, sediento y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos de forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o encarcelado y te fuimos a ver?'. Y el rey les dirá: 'Yo les aseguro que, cuando lo hicieron con el más insignificante de mis hermanos, conmigo lo hicieron'.
Entonces dirá también a los de la izquierda: 'Apártense de mí, malditos; vayan al fuego eterno, preparado para el diablo y sus ángeles; porque estuve hambriento y no me dieron de comer, sediento y no me dieron de beber, era forastero y no me hospedaron, estuve desnudo y no me vistieron, enfermo y encarcelado y no me visitaron'.
Entonces ellos le responderán: 'Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, de forastero o desnudo, enfermo o encarcelado y no te asistimos?'. Y Él les replicará: 'Yo les aseguro que, cuando no lo hicieron con uno de aquellos más insignificantes, tampoco lo hicieron conmigo'. Entonces irán éstos al castigo eterno y los justos a la vida eterna".

Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


Se dice Credo.



PLEGARIA UNIVERSAL


Al Dios del amor y de la vida, en quien creemos y confiamos, le presentamos ahora nuestras peticiones. Después de cada petición diremos: Escúchanos, Padre.

Por la Iglesia, por todos los cristianos. Que demos testimonio de la vida y la esperanza de Jesús en medio de nuestro mundo. Oremos.

Por nuestros familiares y amigos difuntos. Que Dios los llene de su amor, y a nosotros nos dé consuelo y paz. Oremos.

Por todos los difuntos, especialmente los que han muerto en el último año. Que gocen de la plenitud de la vida con Jesús resucitado. Oremos.

Por todos nosotros. Que vivamos cada día siguiendo a Jesús, que es el camino, la verdad y la vida. Oremos.

Escucha, Padre, las intenciones que te hemos presentado por Cristo, nuestro Señor, que vive y reina por los siglos de los siglos.



ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Que te sean gratas, Señor, nuestras ofrendas, para que tus fieles difuntos sean recibidos en la gloria con tu Hijo, a quien nos unimos por este sacramento de su amor. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.

Prefacio I-V de difuntos.



ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 11, 25-26)


Yo soy la resurrección y la vida, dice el Señor. El que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y todo aquel que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre.



ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN


Te rogamos, Señor, que tus fieles difuntos, por quienes hemos celebrado este sacrificio pascual, lleguen a la morada de la luz y de la paz. Por Jesucristo, nuestro Señor.



Puede utilizarse la fórmula de bendición solemne.

sábado, 18 de octubre de 2014

XXIX DOMINGO ORDINARIO Ciclo A


XXIX DOMINGO ORDINARIO Ciclo A
19 de octubre 2014
DOMINGO MUNDIAL DE LAS MISIONES


Is 56, 1. 6-7; 1 Tm 2,1-8; Mt 28,16-20

La experiencia del exilio había sensibilizado el corazón de muchos israelitas. No podían continuar viviendo su elección como si fuesen privilegiados. Dios amaba con la misma intensidad a todas las personas, independientemente de la raza o cultura que proviniesen. La casa de oración estaría abierta para todos los pueblos. Las promesas ya no estaban restringidas a un linaje, la puerta de acceso a la plenitud de la vida se había ensanchado. Desafortunadamente esta perspectiva universalista no prevaleció, sino que se afianzó una visión excluyente que discriminaba a los gentiles. La resurrección de Cristo abrirá otro horizonte. Jesús resucitado convoca a los discípulos en Galilea, para relanzar la misión desde un nuevo enfoque: ya no permanecerán en los poblados aledaños al lago de Genesaret, tendrán que marchar a los cuatro puntos cardinales, para testimoniar la excelencia del amor de Dios, manifiesto en la persona de Cristo, revestido de autoridad.


ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 95, 3-4)

Anuncien a todos los pueblos la gloria del Señor, sus maravillas a todas las naciones, porque grande es el Señor y muy digno de alabanza.


ORACIÓN COLECTA

Dios nuestro, que has querido que tu Iglesia sea sacramento de salvación para todos los pueblos, de forma que así perdure la obra redentora de Cristo hasta el fin de los tiempos, despierta los corazones de tus fieles y haz que se sientan llamados a trabajar por la salvación de todos, con tanta mayor urgencia, cuanto es necesario que, de todas las naciones, surja y crezca para ti una sola familia y un solo pueblo. Por nuestro Señor Jesucristo tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.


LITURGIA DE LA PALABRA


Primera Lectura

Monición.-
Isaías nos presenta la figura del profeta israelita: un auténtico discípulo de Dios, un servidor del pueblo, a quien el Señor ama con predilección y protege con mano fuerte.

Del libro del profeta Isaías: 56, 1. 6-7
Esto dice el Señor: "Velen por los derechos de los demás, practiquen la justicia, porque mi salvación está a punto de llegar y mi justicia a punto de manifestarse. A los extranjeros que se han adherido al Señor para servirlo, amarlo y darle culto, a los que guardan el sábado sin profanarlo y se mantienen fieles a mi alianza, los conduciré a mi monte santo y los llenaré de alegría en mi casa de oración. Sus holocaustos y sacrificios serán gratos en mi altar, porque mi templo será la casa de oración para todos los pueblos". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.


Salmo responsorial

Del salmo 66 R/. Que todos los pueblos conozcan tu bondad.

Ten piedad de nosotros y bendícenos; vuelve, Señor, tus ojos a nosotros. Que conozca la tierra tu bondad y los pueblos tu obra salvadora. R/.

Las naciones con júbilo te canten, porque juzgas al mundo con justicia; con equidad tú juzgas a los pueblos y riges en la tierra a las naciones. R/.

La tierra ha producido ya sus frutos, Dios nos ha bendecido. Que nos bendiga Dios y que le rinda honor el mundo entero. R/.


Segunda lectura

Monición.-
El apóstol Pablo subraya la urgente tarea de evangelización, porque “Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad”.

De la primera carta del apóstol san Pablo a Timoteo: 2, 1-8
Te ruego, hermano, que ante todo se hagan oraciones, plegarias, súplicas y acciones de gracias por todos los hombres, y en particular, por los jefes de Estado y las demás autoridades, para que podamos llevar una vida tranquila y en paz, entregada a Dios y respetable en todo sentido.
Esto es bueno y agradable a Dios, nuestro Salvador, pues Él quiere que todos los hombres se salven y todos lleguen al conocimiento de la verdad, porque no hay sino un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús, hombre Él también, que se entregó como rescate por todos.
Él dio testimonio de esto a su debido tiempo y de esto yo he sido constituido, digo la verdad y no miento, pregonero y apóstol para enseñar la fe y la verdad.
Quiero, pues, que los hombres, libres de odios y divisiones, hagan oración dondequiera que se encuentren, levantando al cielo sus manos puras.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.


ACLAMACIÓN (Mt 28, 19. 20) R/. Aleluya, aleluya.
Vayan y hagan discípulos a todos los pueblos, dice el Señor, y sepan que yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo. R/.


Evangelio

Monición.-
Mateo nos presenta el último acto de ministerio de Jesús, “envía a sus discípulos a bautizar y a enseñar”. Es un pasaje bíblico que remarca el carácter misionero de la Iglesia.

Del santo Evangelio según san Mateo: 28, 16-20
En aquel tiempo, los once discípulos se fueron a Galilea y subieron al monte en el que Jesús los había citado. Al ver a Jesús, se postraron, aunque algunos titubeaban.
Entonces, Jesús se acercó a ellos y les dijo: "Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Vayan, pues, y hagan discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a cumplir todo cuanto yo les he mandado; y sepan que yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Se dice Credo.

PLEGARIA UNIVERSAL

Presentemos al Padre nuestra oración, hoy de un modo especial para que la semilla del Evangelio alcance a toda la tierra.
Después de cada petición diremos: Escúchanos, Padre.

Por toda la Iglesia, por cada uno de los cristianos. Para que todos sintamos el anhelo de que la Buena

Noticia de Jesús sea conocida en toda la tierra. Oremos.

Por los misioneros y misioneras. Para que realicen su labor con mucha fe, con mucha esperanza, con mucho amor, y vivan llenos de la alegría de Dios. Oremos.

Por los que no conocen a Jesucristo. Para que un día puedan llegar a recibir la luz del Evangelio. Oremos.

Por los médicos. Para que realicen su labor como un verdadero servicio al prójimo. Oremos.

Por todos nosotros, que nos hemos reunido para celebrar la Eucaristía. Para que seamos fieles testigos de la fe y la esperanza que nos mueve. Oremos.

Escucha, Padre, nuestra oración, y derrama tu amor sobre los hombres y las mujeres del mundo entero. Por Jesucristo, nuestro Señor.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Señor, que lleguen a tu presencia soberana los dones de tu Iglesia suplicante, del mismo modo que fue tan grata a tus ojos la gloriosa pasión de tu Hijo, para la salvación del mundo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.


Prefacio para los domingos del Tiempo Ordinario.


ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mc 16, 15)

Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio a toda creatura, dice el Señor.


ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Señor, que la participación en tu mesa nos santifique, y concede que todos los pueblos reciban con gratitud, por medio del sacramento de tu Iglesia, la salvación que tu Unigénito consumó en la cruz. El, que vive y reina por los siglos de los siglos.


UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- Vivir nuestra existencia como discípulos de Cristo es misionar. Hay quienes escuchan un llamado a traspasar las fronteras de su cultura y se marchan a donde el Espíritu los llama, para servir en orfanatos, en hospitales, y en un sinfín de modalidades, en pueblos afectados por la pobreza y la violencia o en sociedades opulentas. El quehacer es el mismo: ser testigos de Jesús, que viven lo que Él les enseñó y que por lo mismo, curan enfermos, animan y defienden migrantes y mujeres maltratadas por tantos abusos. Quienes permanecen en su lugar de origen, realizando su profesión o empleo y se comprometen a encarnar su fe a través del trabajo honesto, la participación ciudadana, la educación de los hijos, también están cumpliendo una misión evangelizadora. Las situaciones son tan diferentes, sin embargo, el encargo es el mismo: vivir en comunidades de discípulos, testimoniando la fuerza transformadora del amor de Dios en las circunstancias presentes.


martes, 14 de octubre de 2014

Escucha, confía y lánzate





Escucha, confía y lánzate

«Confía en Dios a pesar de que el mundo quiera que nuestra confianza se abrace únicamente a seguridades palpables; los caminos de Dios son diferentes».

Por el P. Dennis Doren, L.C.

La confianza es esa seguridad que tenemos de la rectitud y buenas intenciones de los demás. Lo sano es que en nuestras relaciones con los demás supongamos la buena fe de todos. Esa confianza sostiene nuestra esperanza de recibir de los demás un trato que corresponda al nuestro. Muchas veces tenemos que caminar en la oscuridad, solo escuchando nuestra voz interior; otras veces nos tenemos que tirar al vacío sin saber a dónde caeremos.

Vivir rodeados de personas en las que no podemos confiar nos hace herméticos, reservados, temerosos, incapaces de entablar una relación más íntima. Por no tener confianza, nos encerramos en nuestra casa viviendo de telenovelas y haciendo nuestra vida una telenovela. Tenemos que salir de nuestras pequeñas seguridades y lanzarnos con confianza, especialmente cuando sentimos que esa voz es la de Dios que nos dice: salta, no tengas miedo, confía, Yo estoy aquí contigo.

Una vez se estaba incendiando un edificio de 9 pisos en el centro de una ciudad muy importante, las personas del edificio, al enterarse que estaba en llamas, salieron rápidamente de sus departamentos, a excepción de un niño de 8 años de edad que dormía en el octavo piso, pues su papá había salido a la tienda y su mamá estaba de viaje. El fuego crecía cada vez más e iba subiendo piso por piso, los bomberos intentaban apagarlo, sus esfuerzos eran inútiles; el edificio estaba totalmente en llamas y tuvieron que pedir refuerzos a otras unidades de la ciudad y de ciudades vecinas.

El drama aumentó cuando los bomberos se dieron cuenta que había un niño en el octavo piso; el fuego crecía, iba ya por el quinto piso. De repente, aparece el padre del niño preocupado por su hijo; viendo este cuadro, los bomberos hacen un último intento, pero las escaleras no podían llegar hasta las paredes del edificio por haber fuego en todas ellas, entonces se escuchan los llantos del niño gritando: Papi !!!Tengo miedo!!!

El padre lo escucha y llorando le dice: Hijo, no tengas miedo yo estoy aquí abajo, no tengas miedo!!!

Pero el niño no lo veía: Papi, no te veo, sólo veo humo y fuego.

Pero el Padre sabe que está ahí en la ventana porque el fuego lo ilumina. Pero yo si te veo, hijo. Hijo, sabes qué debes de hacer, tírate que aquí te agarramos todos los que estamos abajo, TÍRATE!!!

El hijo le dice: Pero yo no te veo.

El Padre contesta: Sabes cómo debes hacer, cierra los ojos, tírate, lánzate!!!

El niño dice: Papi, no te veo, pero allá voy!!!

Y cuando el niño se lanzó, lo rescataron. Entonces el padre lo abraza, llora con el hijo, pero de contento. El hijo comprende que hay veces que no puede ver al padre, pero que sus palabras son suficientes para confiar en él.

Así es nuestra vida, muchas veces hay muchos incendios, sentimos problemas parecidos a este niño, y nuestro Padre DIOS nos dice: TÍRATE!!! CONFÍA EN MÍ, y nosotros tenemos que lanzarnos así, aunque no miremos ni sintamos nada, solo la FE, solo por FE tienes que salir adelante!!! porque sólo su palabra nos basta!!!

Confía en Dios a pesar de que el mundo quiera que nuestra confianza se abrace a seguridades humanas, seguridades palpables; los caminos de Dios son diferentes, por eso tenemos que saber escucharlo, descubrir su voz y confiar en Él.


14 de Octubre 2014

viernes, 10 de octubre de 2014

El puente



El puente

Desde tiempo inmemorial el hombre intentó acortar distancias. Los puentes fueron, sin duda, uno de los instrumentos más útiles de los que se valió para ello. Algunos parecen querer demostrar la fuerza racional de los ingenieros que los diseñaron, otros son esbeltos e interminables, otros en cambio, son una miniatura delicada y risueña, y están los que quieren manifestar la fuerza de los adelantos científicos. Hay entre tantos, uno que fue construido hace muchos siglos y aún permanece dando testimonio de su Belleza, Ingenio, Hermosura y Funcionalidad y además es -aún hoy- “El mayor y mejor puente construido en toda la historia de la humanidad….”: es el amor. De ahí nace el valor de la comprensión, la fuerza del perdón y la magia de la comunicación. Este puente, en definitiva, nos une y nos acerca entre los hombres; y es el amor el gran puente que nos une y acerca a Dios.

No hace mucho tiempo, dos hermanos que vivían en granjas vecinas cayeron en un conflicto. Este fue el primer problema serio que tenían en 40 años de cultivar juntos, compartiendo maquinaria e intercambiando cosechas y bienes en forma continua. Esta larga y beneficiosa colaboración terminó repentinamente.

Comenzó con un pequeño malentendido y fue creciendo hasta llegar a ser una diferencia mayor entre ellos y explotó en un intercambio de palabras amargas seguido de semanas de silencio.

Una mañana, alguien llamó a la puerta de Luis. Al abrirla, encontró un hombre con herramientas de carpintero:

Estoy buscando trabajo por unos días, dijo el extraño, quizá usted requiera algunas pequeñas reparaciones en su granja y yo pueda serle de ayuda.

Si, dijo el mayor de los hermanos, tengo un trabajo para usted. Mire al otro lado del arroyo aquella granja, ahí vive mi vecino, bueno, de hecho es mi hermano menor. La semana pasada había una hermosa pradera entre nosotros, él tomó su bulldozer y desvió el cauce del arroyo para que nos separara. Bueno, él pudo haber hecho esto para enfurecerme, pero le voy a hacer una mejor. ¿Ve usted aquella pila de desechos de madera junto al granero? Quiero que construya una cerca, una cerca de dos metros de alto, no quiero verlo nunca más.

El carpintero le dijo: Creo que comprendo la situación. Muéstreme dónde están los clavos y la pala para hacer los hoyos de los postes y le entregaré un trabajo que lo dejará satisfecho. El hermano mayor le ayudó al carpintero a reunir todos los materiales y dejó la granja por el resto del día para ir por provisiones al pueblo. El carpintero trabajó duro midiendo, cortando, clavando.

Cerca del ocaso, cuando el granjero regresó, el carpintero justo había terminado su trabajo. El granjero quedó con los ojos completamente abiertos… ¡No había ninguna cerca de dos metros, en su lugar había un puente! ¡Un puente que unía las dos granjas a través del arroyo!

Era una fina pieza de arte, con todo y pasamanos. En ese momento su vecino, su hermano menor, vino de su granja y abrazando a Luis le dijo: ¡Eres una gran persona, mira que construir ese hermoso puente después de lo que te he hecho y dicho!

Estaban en su reconciliación los dos hermanos, cuando vieron que el carpintero tomaba sus herramientas. ¡No, espera! le dijo el hermano mayor, quédate unos cuantos días, tengo muchos proyectos para ti.

Me gustaría quedarme, dijo el carpintero, pero tengo muchos puentes por construir.


No guardes resentimientos; en lugar de esto, construye puentes de paz, de comunicación y de perdón…, así podrás ser feliz y hacer felices a los demás. ¿No te parece interesante esta idea y formar parte de esta nueva generación que quiere cambiar nuestro mundo y sociedad? No pierdas la oportunidad de ser un puente de amor, camina por el mundo construyendo puentes, y ¿por qué no? sé también reflejo de ese gran puente que es Dios… porque si así creces y a la vez enseñas, serás una gran persona con un gran corazón

El poder de las palabras



El poder de las palabras

«Las palabras no las lleva el viento, las palabras dejan huella, tienen poder e influyen positiva o negativamente»

Por el P. Dennis Doren, L.C.

Cuida tus palabras, pues ellas siempre dejarán una marca. Con frecuencia escuchamos en la televisión, en el Facebook, en la radio, e incluso leemos en el periódico, juicios negativos hacia personas, instituciones, violando la intimidad e irrumpiendo de una forma casi sacrílega la reputación de la persona. ¿Cuánto mal podemos causar? ¿Cuánto daño podemos hacer? Por eso piensa bien en las palabras que dices, para que no te conviertas en cómplice de matar el buen honor de los demás.

Las palabras no las lleva el viento, las palabras dejan huella, tienen poder e influyen positiva o negativamente.

Las palabras curan o hieren a una persona, por eso mismo, los griegos decían que la palabra era divina y los filósofos elogiaban el silencio.
Piensa en esto y cuida tus pensamientos, porque ellos se convierten en palabras; y cuida tus palabras, porque ellas marcan tu destino y el destino de los demás.

Piensa muy bien antes de hablar, cálmate cuando estés airado o resentido y habla sólo cuando estés en paz.

De las palabras dependen, muchas veces, la felicidad o la desgracia, la paz o la guerra. Una cometa se puede recoger después de echarla a volar, pero las palabras jamás se podrán recoger una vez que han salido de nuestra boca".
Las palabras tienen mucha fuerza, con ellas podemos destruir lo que hemos tardado tanto tiempo en construir. Cuántas veces una palabra fuera de lugar es capaz de arruinar algo por lo que hemos luchado. Cuántas veces una palabra de aliento tiene el poder de regenerarnos y darnos  paz.

Las palabras insultantes o despectivas nunca han creado algo edificante. Con el uso de expresiones agresivas, lastimamos a las personas provocando heridas, creando resentimientos y dolor, que en algún momento volverán a nosotros. La verdad puede compararse con una piedra preciosa. Si la lanzamos contra el rostro de alguien, puede herir, pero si la envolvemos en un delicado papel y la ofrecemos con ternura, ciertamente será aceptada con agrado.

Las palabras son la manifestación de nuestro mundo interior; al cuidar de nuestro lenguaje purificamos nuestro mundo interior. Muchas enfermedades son únicamente el producto de nuestros pensamientos desequilibrados. La violencia, las mentiras, el resentimiento y tantas otras cosas existen y conviven con nosotros en este mundo. Ante ellos tenemos que cultivar cualidades de amor, verdad y gratitud, creando un sólido mundo interior en donde la bondad y la verdad brillen; para luego trasmitir este mundo interior a las personas de nuestro alrededor.


Una palabra amable: puede suavizar las cosas.

Una palabra alegre: puede iluminar el día.

Una palabra oportuna: puede aliviar la carga.

Una palabra de amor: puede curar y dar felicidad.

Una palabra irresponsable: puede encender discordias.

Una palabra cruel: puede arruinar una vida.

Una palabra de resentimiento: puede causar odio Una palabra brutal: puede herir o matar.

¡Las palabras son vivas!, bendicen o maldicen, alientan o abaten, salvan o condenan!

“Si todas nuestras palabras son amables, los ecos que escucharemos también lo serán”.

De ti depende si las usas para bien o para mal, tanto para ti como para los demás.


Cuida tus palabras, recuérdalo siempre, ellas tienen poder. Habla de tal manera que en tu alma y en la de los demás quede la paz.