sábado, 26 de enero de 2019

DOMINGO III DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo C Domingo 27 de enero 2019





EL HOY DE LA SALVACIÓN

La escena de la sinagoga de Nazaret tiene un peso especial en el Evangelio de san Lucas. Es un evento programático, donde el Señor Jesús expone el alcance y el propósito de su misión. No es un predicador improvisado, sino todo lo contrario, ha escogido con anticipación un pasaje del profeta Isaías para encuadrar su misión. La buena nueva que Jesús habrá de proponer tiene un objetivo y unos destinatarios precisos. Los pobres, oprimidos y cuantos conozcan cualquier tipo de limitación a la libertad y la vida plena, serán los beneficiarios inmediatos de su misión. Ni los pobres, ni los prisioneros son personas de mejor calidad moral que los demás; sin embargo, son los predilectos de Dios, que es Padre justo y bueno y se compadece de su vulnerabilidad. El tiempo de las promesas quedó atrás. A partir de ese momento comienza el hoy de la salvación.


ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 95, 1. 6

Canten al Señor un cántico nuevo, hombres de toda la tierra, canten al Señor. Hay brillo y esplendor en su presencia y en su templo, belleza y majestad.


GLORIA

Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.


ORACIÓN COLECTA

Dios todopoderoso y eterno, dirige nuestros pasos de manera que podamos agradarte en todo y así merezcamos en nombre de tu Hijo amado, abundar en toda clase de obras buenas. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.


LITURGIA DE LA PALABRA


PRIMERA LECTURA

El pueblo comprendía la lectura del libro de la ley.

Del libro de Nehemías: 8, 2-4.5-6. 8-10

En aquellos días Esdras, el sacerdote, trajo el libro de la ley ante la asamblea, formada por los hombres, las mujeres y todos los que tenían uso de razón. Era el día primero del mes séptimo, y Esdras leyó desde el amanecer hasta el mediodía, en la plaza que está frente a la puerta del Agua, en presencia de los hombres, las mujeres y todos los que tenían uso de razón. Todo el pueblo estaba atento a la lectura del libro de la ley.
Esdras estaba de pie sobre un estrado de madera, levantado para esta ocasión. Esdras abrió el libro a la vista del pueblo, pues estaba en un sitio más alto que todos, y cuando lo abrió, el pueblo entero se puso de pie. Esdras bendijo entonces al Señor, el gran Dios, y todo el pueblo, levantando las manos, respondió: ¡Amén!", e inclinándose, se postraron rostro en tierra. Los levitas leían el libro de la ley de Dios con claridad y explicaban el sentido, de suerte que el pueblo comprendía la lectura.
Entonces Nehemías, el gobernador, Esdras, el sacerdote y escriba, y los levitas que instruían a la gente, dijeron a todo el pueblo: "Éste es un día consagrado al Señor, nuestro Dios. No estén ustedes tristes ni lloren (porque todos lloraban al escuchar las palabras de la ley). Vayan a comer espléndidamente, tomen bebidas dulces y manden algo a los que nada tienen, pues hoy es un día consagrado al Señor, nuestro Dios. No estén tristes, porque celebrar al Señor es nuestra fuerza". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.


SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 18, 8. 9. 10. 15

R/. Tú tienes, Señor, palabras de vida eterna.

La ley del Señor es perfecta del todo y reconforta el alma; inmutables son las palabras del Señor y hacen sabio al sencillo. R/.

En los mandamientos del Señor hay rectitud y alegría para el corazón; son luz los preceptos del Señor para alumbrar el camino. R/.

La voluntad de Dios es santa y para siempre estable; los mandamientos del Señor son verdaderos y enteramente justos. R/.

Que sean gratas las palabras de mi boca y los anhelos de mi corazón. Haz, Señor, que siempre te busque, pues eres mi refugio y salvación. R/.


SEGUNDA LECTURA

Ustedes son el cuerpo de Cristo y cada uno es un miembro de él.

De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 12, 12-30

Hermanos: Así como el cuerpo es uno y tiene muchos miembros y todos ellos, a pesar de ser muchos, forman un solo cuerpo, así también es Cristo. Porque todos nosotros, seamos judíos o no judíos, esclavos o libres, hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo, y a todos se nos ha dado a beber del mismo Espíritu.
El cuerpo no se compone de un solo miembro, sino de muchos. Si el pie dijera: "No soy mano, entonces no formo parte del cuerpo", ¿dejaría por eso de ser parte del cuerpo? Y si el oído dijera: "Puesto que no soy ojo, no soy del cuerpo", ¿dejaría por eso de ser parte del cuerpo? Si todo el cuerpo fuera ojo, ¿con qué oiríamos? Y si todo el cuerpo fuera oído, ¿con qué oleríamos? Ahora bien, Dios ha puesto los miembros del cuerpo cada uno en su lugar, según lo quiso. Si todos fueran un solo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo?
Cierto que los miembros son muchos, pero el cuerpo es uno solo. El ojo no puede decirle a la mano: "No te necesito"; ni la cabeza a los pies: "Ustedes no me hacen falta". Por el contrario, los miembros que parecen más débiles son los más necesarios. Y a los más íntimos los tratamos con mayor decoro, porque los demás no lo necesitan. Así formó Dios el cuerpo, dando más honor a los miembros que carecían de él, para que no haya división en el cuerpo y para que cada miembro se preocupe de los demás. Cuando un miembro sufre, todos sufren con él; y cuando recibe honores, todos se alegran con él.
Pues bien, ustedes son el cuerpo de Cristo y cada uno es un miembro de él. En la Iglesia, Dios ha puesto en primer lugar a los apóstoles; en segundo lugar, a los profetas; en tercer lugar, a los maestros; luego, a los que hacen milagros, a los que tienen el don de curar a los enfermos, a los que ayudan, a los que administran, a los que tienen el don de lenguas y el de interpretarlas. ¿Acaso son todos apóstoles? ¿Son todos profetas? ¿Son todos maestros? ¿Hacen todos milagros? ¿Tienen todos el don de curar? ¿Tienen todos el don de lenguas y todos las interpretan? Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.


ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Lc 4, 18
R/. Aleluya, aleluya.

El Señor me ha enviado para llevar a los pobres la buena nueva y anunciar la liberación a los cautivos. R/.


EVANGELIO

Hoy se ha cumplido este pasaje de la Escritura.

Del santo Evangelio según san Lucas: 1,1-4; 4,14-21

Muchos han tratado de escribir la historia de las cosas que pasaron entre nosotros, tal y como nos las trasmitieron los que las vieron desde el principio y que ayudaron en la predicación. Yo también, ilustre Teófilo, después de haberme informado minuciosamente de todo, desde sus principios, pensé escribírtelo por orden, para que veas la verdad de lo que se te ha enseñado.
Después de que Jesús fue tentado por el demonio en el desierto, impulsado por el Espíritu, volvió a Galilea. Iba enseñando en las sinagogas; todos lo alababan y su fama se extendió por toda la región. Fue también a Nazaret, donde se había criado. Entró en la sinagoga, como era su costumbre hacerlo los sábados, y se levantó para hacer la lectura. Se le dio el volumen del profeta Isaías, lo desenrolló y encontró el pasaje en que estaba escrito: El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para llevar a los pobres la buena nueva, para anunciar la liberación a los cautivos y la curación a los ciegos, para dar libertad a los oprimidos y proclamar el año de gracia del Señor.
Enrolló el volumen, lo devolvió al encargado y se sentó. Los ojos de todos los asistentes a la sinagoga estaban fijos en él. Entonces comenzó a hablar, diciendo: "Hoy mismo se ha cumplido este pasaje de la Escritura que acaban de oír". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


PROFESIÓN DE FE

CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO

Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.


PLEGARIA UNIVERSAL

Oremos, hermanos, a Dios Padre todopoderoso, en cuyas manos está el destino del universo, y pidámosle confiadamente que escuche las oraciones de su pueblo:

Por la santa Iglesia de Dios, para que busque cada día con mayor afán el rostro de su Señor, y sus fieles se esfuercen en purificarse de todas sus faltas y pecados, roguemos al Señor.

Por los que gobiernan las naciones para que trabajen con interés y constancia por la paz y el bienestar de sus pueblos, a fin de que reine entre ellos la justicia y la paz, roguemos al Señor.

Por los enfermos, los encarcelados y por todos los que sufren, para que Dios, Padre de misericordia, venga en auxilio de sus males, roguemos al Señor.

Por todos los que estamos aquí reunidos, para que el Señor nos conceda perseverar en la fe y progresar en el mutuo amor, roguemos al Señor.

Dios nuestro, que has enviado a tu Hijo, rey y profeta, para anunciar el Evangelio a los pobres, la libertad a los cautivos y a los ciegos la vista, escucha nuestras súplicas y haz que tu palabra resuene con fuerza en el mundo, y a nosotros nos transforme en instrumentos eficaces de libertad y salvación para todos los hombres. Por Jesucristo, nuestro Señor.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Recibe, Señor, benignamente, nuestros dones, y santifícalos, a fin de que nos sirvan para nuestra salvación. Por Jesucristo nuestro Señor.


PREFACIO

Prefacio III para los Domingos del Tiempo Ordinario

Nuestra Humanidad salvada por la humanidad de Cristo

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios poderoso y eterno. Porque reconocemos como la obra de tu poder admirable no sólo haber socorrido nuestra débil naturaleza con la fuerza de tu divinidad, sino también el haber previsto el remedio de nuestra misma naturaleza mortal, y así con lo que fue la causa de nuestra ruina, con eso mismo nos diste la salvación, por Cristo, Señor nuestro. Por Él, los ángeles cantan con júbilo eterno y nosotros nos unimos a sus voces, cantando humildemente tu alabanza
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.


ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 33,6

Acudan al Señor; quedarán radiantes y sus rostros no se avergonzarán.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Concédenos, Dios todopoderoso, que al experimentar el efecto vivificante de tu gracia, nos sintamos siempre dichosos por este don tuyo. Por Jesucristo, nuestro Señor.


UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20190127




La justicia para que haga honor a su nombre, tiene que ser pronta. En el largo plazo todos estaremos muertos y es legítimo un genuino sentido de la urgencia y la oportunidad a propósito de la administración de la justicia. El Señor Jesús no ofrece una salvación que tendría lugar luego de la muerte. Todas las situaciones de desgracia y malestar pueden ser alcanzadas por la fuerza del Evangelio. La auténtica evangelización jamás se desentiende de las genuinas esperanzas y aspiraciones de la humanidad. La migración, la violencia, el desempleo, el racismo y otros tantos problemas son desafíos que apelan al discípulo de Jesús.
Ninguna persona será capaz de resolver de manera aislada tantos problemas que aquejan a nuestra sociedad mexicana. Los arrebatos mesiánicos de quienes imaginan transformar toda la problemática social en un lapso corto de tiempo reflejan una visión superficial de la realidad.

viernes, 18 de enero de 2019

DOMINGO II DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo C Domingo 20 de enero 2019




EL TIEMPO DE LAS BODAS

El profeta Isaías dirige un mensaje directo a los habitantes de Jerusalén que puede dividirse en dos tiempos claramente distintos. Al tiempo de la devastación y el abandono (destrucción de Jerusalén y marcha al destierro) seguirá el tiempo de las bodas y la reconciliación (repoblamiento y reconstrucción de Jerusalén). La ciudad es comparada con una joven esposa que va a desposarse. El esposo, como es común en la tradición bíblica, es Dios mismo. Después de un tiempo de ruptura y separación, Dios y su pueblo volverán a reavivar su amor. Como todo reencuentro amoroso estará marcado por la alegría. En esa tónica podemos entender el primero de los signos que nos presenta el cuarto Evangelio, En la boda de Caná de Galilea abunda el vino. Es el anticipo de la vida abundante que Dios ofrece a las mujeres y hombres bien dispuestos, que se decidan a "hacer lo que él manda".


ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 65, 4

Que se postre ante ti, Señor, la tierra entera; que todos canten himnos en tu honor y alabanzas a tu nombre.


GLORIA

Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.


ORACIÓN COLECTA

Dios todopoderoso y eterno, que gobiernas los cielos y la tierra, escucha con amor las súplicas de tu pueblo y haz que los días de nuestra vida transcurran en tu paz. Por nuestro Señor Jesucristo...


LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

Como el esposo se alegra con la esposa.

Del libro del profeta Isaías: 62,1-5

Por amor a Sión no me callaré y por amor a Jerusalén no me daré reposo, hasta que surja en ella esplendoroso el justo y brille su salvación como una antorcha.
Entonces las naciones verán tu justicia, y tu gloria todos los reyes. Te llamarán con un nombre nuevo, pronunciado por la boca del Señor. Serás corona de gloria en la mano del Señor y diadema real en la palma de su mano.
Ya no te llamarán "Abandonada", ni a tu tierra, "Desolada"; a ti te llamarán "Mi complacencia" y a tu tierra, "Desposada", porque el Señor se ha complacido en ti y se ha desposado con tu tierra.
Como un joven se desposa con una doncella, se desposará contigo tu hacedor; como el esposo se alegra con la esposa, así se alegrará tu Dios contigo.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.


SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 95, 1-2. 26-3. 7-8a. 9-10ac

R/. Cantemos la grandeza del Señor.

Cantemos al Señor un nuevo canto, que le cante al Señor toda la tierra; cantemos al Señor y bendigámoslo. R/.

Proclamemos su amor día tras día, su grandeza anunciemos a los pueblos; de nación en nación, sus maravillas. R/.

Alaben al Señor, pueblos del orbe, reconozcan su gloria y su poder y tribútenle honores a su nombre. R/.

Caigamos en su templo de rodillas. Tiemblen ante el Señor los atrevidos. "Reina el Señor", digamos a los pueblos, gobierna a las naciones con justicia. R/.


SEGUNDA LECTURA

Uno solo y el mismo Espíritu distribuye sus dones según su voluntad

De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 12, 4-11

Hermanos: Hay diferentes dones, pero el Espíritu es el mismo. Hay diferentes servicios, pero el Señor es el mismo. Hay diferentes actividades, pero Dios, que hace todo en todos, es el mismo.
En cada uno se manifiesta el Espíritu para el bien común. Uno recibe el don de la sabiduría; otro, el don de la ciencia. A uno se le concede el don de la fe; a otro, la gracia de hacer curaciones y a otro más, poderes milagrosos. Uno recibe el don de profecía, y otro, el de discernir los espíritus. A uno se le concede el don de lenguas y a otro, el de interpretarlas. Pero es uno solo y el mismo Espíritu el que hace todo eso, distribuyendo a cada uno sus dones, según su voluntad. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.


ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. 2 Ts 2, 14
R/. Aleluya, aleluya.

Dios nos ha llamado, por medio del Evangelio, a participar de la gloria de nuestro Señor Jesucristo. R/.


EVANGELIO

La primera señal milagrosa de Jesús, en Caná de Galilea.

Del santo Evangelio según san Juan: 2,1-11

En aquel tiempo, hubo una boda en Caná de Galilea, a la cual asistió la madre de Jesús. Éste y sus discípulos también fueron invitados. Como llegara a faltar el vino, María le dijo a Jesús: "Ya no tienen vino". Jesús le contestó: "Mujer, ¿qué podemos hacer tú y yo? Todavía no llega mi hora". Pero ella dijo a los que servían "Hagan lo que él les diga".
Había allí seis tinajas de piedra, de unos cien litros cada una, que servían para las purificaciones de los judíos. Jesús dijo a los que servían: "Llenen de agua esas tinajas". Y las llenaron hasta el borde. Entonces les dijo: "Saquen ahora un poco y llévenselo al encargado de la fiesta".
Así lo hicieron, y en cuanto el encargado de la fiesta probó el agua convertida en vino, sin saber su procedencia, porque sólo los sirvientes la sabían, llamó al novio y le dijo: "Todo el mundo sirve primero el vino mejor, y cuando los invitados ya han bebido bastante, se sirve el corriente. Tú, en cambio, has guardado el vino mejor hasta ahora".
Esto que Jesús hizo en Caná de Galilea fue el primero de sus signos. Así manifestó su gloria y sus discípulos creyeron en él.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


PROFESIÓN DE FE

CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO

Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.


PLEGARIA UNIVERSAL

Oremos, hermanos al Señor y pidámosle que escuche compasivamente nuestras plegarias:

Por la santa Iglesia de Dios, para que Dios, nuestro Señor, le conceda la paz y la unidad y la proteja en todo el mundo, roguemos al Señor.



Por los gobernantes de nuestra patria y de todas las naciones, para que Dios, nuestro Señor, dirija sus pensamientos y decisiones hacia una paz verdadera, roguemos al Señor.

Por los que están en camino de conversión y por los que se preparan a recibir el bautismo, para que Dios, nuestro Señor, les abra la puerta de la misericordia y les dé parte en la vida nueva de Cristo Jesús, roguemos al Señor.

Por nuestros familiares y amigos que no están ahora aquí con nosotros, para que Dios, nuestro Señor, escuche sus oraciones y lleve a la realidad sus deseos, roguemos al Señor.

Dios nuestro, que, en la hora de la cruz, invitaste a la humanidad a unirse a Cristo, esposo y Señor, escucha nuestras oraciones y haz que la Iglesia experimente en el convite dominical la fuerza transformadora del amor de Cristo y sepa pregustar en este convite la esperanza alegre de las bodas eternas. Por Jesucristo, nuestro Señor.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Concédenos, Señor, participar dignamente en estos misterios, porque cada vez que se celebra el memorial de este sacrificio, se realiza la obra de nuestra redención. Por Jesucristo nuestro Señor.


PREFACIO

El Misterio Pascual y el Pueblo de Dios

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación darte gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo Señor nuestro. Quien, por su Misterio Pascual, realizó la obra maravillosa de llamamos de la esclavitud del pecado y de la muerte al honor de ser estirpe elegida, sacerdocio real, nación consagrada, pueblo de tu propiedad, para que, trasladados por ti de las tinieblas a tu luz admirable, proclamemos ante el mundo tus maravillas. Por eso con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo.


ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 22 5

Para mí, Señor has preparado la mesa y has llenado mi copa hasta los bordes.


ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Infúndenos, Señor, el espíritu de tu caridad, para que, saciados con el pan del cielo, vivamos siempre unidos en tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20190120



Cuando los creyentes hablamos de nuestra relación con Dios es oportuno recurrir al lenguaje de los símbolos y las comparaciones. No podemos comprender a Dios como entendemos el resto de las realidades tangibles. Entre Dios e Israel han existido periodos de armonía y otros de tensión y desencuentro. Dios se presenta como un marido que disfruta de "la luna de miel" con su pueblo. Ese periodo ideal implica la consolidación de unas relaciones justas y pacíficas entre los hijos e hijas de Israel. Dios se complace más en que sus hijos se amen que en las ofrendas y sacrificios que le presenten en el templo. Cuando los discípulos de Jesús aprendamos a vivir en la confianza, poniendo en obra la actitud que María, la madre de Jesús, asignó a los sirvientes de la boda: "hagan lo que él les diga", abundará el vino bueno de la paz y la armonía.

viernes, 11 de enero de 2019

EL BAUTISMO DEL SEÑOR Domingo 13 de enero 2019






DIOS QUE LLEGA

El profeta Isaías, al igual que Juan Bautista, asumieron una misión complicada, como sin duda lo era, anunciar la inminente llegada de Dios y de su enviado. El pueblo que recibía dicho mensaje vivía en una prolongada situación de crisis social y religiosa. Los habitantes de Jerusalén recién habían regresado del destierro en Babilonia, vivían una especie de segundo éxodo, regresando de una tierra extranjera volverían a ocupar Jerusalén. El Evangelio nos presenta por su parte a Juan Bautista, informando a los israelitas de toda condición que le piden el bautismo, que el enviado definitivo de Dios los renovará con el Espíritu Santo, inaugurando la verdadera salvación. Ambos mensajeros sabían que su mensaje no era tan fácil de acoger por parte de un pueblo desencantado. La escena del bautismo y la revelación de Jesús como Hijo predilecto de Dios, llenó de confianza y certidumbre al Bautista. Dios estaba cumpliendo su promesa.


ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Mt 3, 16-17

Inmediatamente después de que Jesús recibió el bautismo, se abrieron los cielos y el Espíritu Santo se posó sobre él en forma de paloma, y resonó la voz del Padre que decía: "Éste es mi Hijo amado, en quien he puesto todo mi amor".


GLORIA

Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.


ORACIÓN COLECTA

Dios todopoderoso y eterno, que proclamaste solemnemente a Jesucristo como tu Hijo muy amado, cuando, al ser bautizado en el Jordán, descendió el Espíritu Santo sobre él, concede a tus hijos de adopción, renacidos del agua y del Espíritu Santo, que se conserven siempre dignos de tu complacencia.
Por nuestro Señor Jesucristo...


LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

Se revelará la gloria del Señor y todos los hombres la verán.

Del libro del profeta Isaías: 40, 1-5. 9-11

"Consuelen, consuelen a mi pueblo, dice nuestro Dios. Hablen al corazón de Jerusalén y díganle a gritos que ya terminó el tiempo de su servidumbre y que ya ha satisfecho por sus iniquidades, porque ya ha recibido de manos del Señor castigo doble por todos sus pecados".
Una voz clama: "Preparen el camino del Señor en el desierto, construyan en el páramo una calzada para nuestro Dios. Que todo valle se eleve, que todo monte y colina se rebajen; que lo torcido se enderece y lo escabroso se allane. Entonces se revelará la gloria del Señor y todos los hombres la verán". Así ha hablado la boca del Señor.
Sube a lo alto del monte, mensajero de buenas nuevas para Sión; alza con fuerza la voz, tú que anuncias noticias alegres a Jerusalén. Alza la voz y no temas; anuncia a los ciudadanos de Judá: "Aquí está su Dios. Aquí llega el Señor, lleno de poder el que con su brazo lo domina todo. El premio de su victoria lo acompaña y sus trofeos lo anteceden. Como pastor apacentará su rebaño; llevará en sus brazos a los corderitos recién nacidos y atenderá solícito a sus madres”. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.


SALMO RESPONSORIAL**
Del salmo 103, lb-2. 3-4. 24-25. 27-28. 29-30

R/. Bendice al Señor, alma mía.

Bendice al Señor, alma mía; Señor y Dios mío, inmensa es tu grandeza. Te vistes de belleza y majestad, la luz te envuelve como un manto. R/.

Por encima de las aguas construyes tu morada. Las nubes son tu carro; los vientos, tus alas y mensajeros; y tus servidoras, las ardientes llamas. R/.

¡Qué numerosas son tus obras, Señor, y todas las hiciste con maestría! La tierra está llena de tus creaturas, y tu ruar, enorme a lo largo y a lo ancho, está lleno de animales pequeños y grandes. R/.

Todos los vivientes aguardan que les des de comer a su tiempo; les das el alimento y lo recogen, abres tu mano y se sacian de bienes. R/

Si retiras tu aliento, toda creatura muere y vuelve al polvo. Pero envías tu espíritu, que da vida, y renuevas el aspecto de la tierra. R/.


SEGUNDA LECTURA

Él nos salvó mediante el bautismo, que nos regenera y nos renueva, por la acción del Espíritu Santo.

De la carta del apóstol san Pablo a Tito: 2, 11-14; 3, 4-7

Querido hermano: La gracia de Dios se ha manifestado para salvar a todos los hombres y nos ha enseñado a renunciar a la vida sin religión y a los deseos mundanos, para que vivamos, ya desde ahora, de una manera sobria, justa y fiel a Dios, en espera de la gloriosa venida del gran Dios y salvador, Cristo Jesús, nuestra esperanza. Él se entregó por nosotros para redimirnos de todo pecado y purificarnos, a fin de convertirnos en pueblo suyo, fervorosamente entregado a practicar el bien.
Al manifestarse la bondad de Dios, nuestro salvador, y su amor a los hombres, él nos salvó, no porque nosotros hubiéramos hecho algo digno de merecerlo, sino por su misericordia Lo hizo mediante el bautismo, que nos regenera y nos renueva, por la acción del Espíritu Santo, a quien Dios derramó abundantemente sobre nosotros, por Cristo, nuestro salvador. Así, justificados por su gracia, nos convertiremos en herederos, cuando se realice la esperanza de la vida eterna. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.


ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Lc 3, 16
R/. Aleluya, aleluya.

Ya viene otro más poderoso que yo, dijo Juan el Bautista; él los bautizará con él Espíritu Santo y con fuego. R/.


EVANGELIO

Después del bautismo de Jesús, el cielo se abrió.

Del santo Evangelio según san Lucas: 3, 15-16. 21-22

En aquel tiempo, como el pueblo estaba en expectación y todos pensaban que quizá Juan el Bautista era el Mesías, Juan los sacó de dudas, diciéndoles: "Es cierto que yo bautizo con agua, pero ya viene otro más poderoso que yo, a quien no merezco desatarle las correas de sus sandalias. El los bautizará con el Espíritu Santo y con fuego".
Sucedió que entre la gente que se bautizaba, también Jesús fue bautizado. Mientras éste oraba, se abrió el cielo y el Espíritu Santo bajó sobre él en forma sensible, como de una paloma, y del cielo llegó una voz que decía: "Tú eres mi Hijo, el predilecto; en ti me complazco". Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.


PROFESIÓN DE FFE

CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO

Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.


PLEGARIA UNIVERSAL:

Oremos, hermanos a nuestro Salvador, que quiso ser bautizado para santificar nuestro bautismo y renovar por él al hombre caído, y pidámosle que se compadezca de quienes ha querido que fueran sus hermanos:

Para que Cristo, el Siervo de Dios, en quien el Padre se complace, mire con amor a todos los que se preparan para el bautismo o la confirmación o preparan el bautismo de sus hijos, roguemos al Señor.

Para que Cristo, el Elegido de Dios, para llevar el derecho a las naciones, ilumine a los que buscan a Dios con sinceridad de corazón les haga oír la voz potente y magnífica del Padre, que los llama a escuchar a su Hijo amado, y los conduzca hacia el bautismo, roguemos al Señor.

Para que Cristo, el Enviado del Padre, que no quiebra la caña resquebrajada ni apaga la mecha que aún humea conceda la salud a los que viven oprimidos por el diablo, roguemos al Señor.

Para que Cristo, el Hijo amado, que quiso ser bautizado en el Jordán para dar fuerza a nuestro bautismo, nos haga descubrir y amar la grandeza del bautismo cristiano, don del amor de Dios a los hombres, roguemos al Señor.

Padre todopoderoso, que haces resonar tu voz magnífica en las aguas del bautismo y en la unción de la confirmación, escucha nuestras oraciones y concede a los bautizados cumplir fielmente las promesas de su bautismo y ser testigos valientes de la fe. Por Jesucristo, nuestro Señor.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Acepta, Señor, los dones que te presentamos en la manifestación de tu Hijo muy amado, para que la oblación de tus hijos se convierta en el mismo sacrificio de aquel que quiso en su misericordia lavar los pecados del mundo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.


PREFACIO

El Bautismo del Señor.

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno. Porque mostraste en el Jordán con signos admirables el misterio del nuevo bautismo, para que por aquella voz, venida del cielo, creyéramos que tu Palabra ya estaba habitando en nosotros y, por el Espíritu Santo, que descendió en forma de paloma, se supiera que Cristo, tu Siervo, era ungido con óleo de alegría y enviado a anunciar el Evangelio a los pobres. Por eso, a una con los coros de ángeles, te alabamos continuamente en a tierra, aclamando sin cesar: Santo, Santo, Santo...


ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN
Jn 1, 32. 34

Éste es aquél de quien Juan decía: Yo lo he visto y doy testimonio de que él es el Hijo de Dios.


ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Saciados con estos sagrados dones, imploramos, Señor, tu clemencia, para que, escuchando fielmente a tu Unigénito, nos llamemos y seamos de verdad hijos tuyos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20190113




Juan Bautista no tenía una misión sencilla de cumplir, debía persuadir a sus seguidores sobre una dolorosa noticia. Los que seguían a este profeta austero y valiente lo consideraban como el enviado de Dios. Ahora resultaba que Juan se hacía un lado y animaba a su grupo a poner su confianza en un misterioso personaje, más fuerte que Juan El movimiento del Bautista pretendía renovar por entero a Israel. La multitud reconocía un carisma especial en Juan y no iba a seguir de buenas a primeras a un desconocido venido de Nazaret para recibir el bautismo. Enseñanza fundamental oportuna para cualquier líder político o ministro de Jesucristo: es necesario "hacerse a un lado", dejando libre el camino a otra persona que parece dotada de mejores recursos para cumplir con la misión. Ni el ansia de poder, ni el protagonismo son buenos consejeros. Es más sensato dejarse guiar por el sentido común y la humildad, cuando se cree que es Dios quien elige a sus enviados para realizar sus planes.

viernes, 4 de enero de 2019

LA EPIFANÍA DEL SEÑOR Domingo 6 de enero 2019



JERUSALÉN COMO SATÉLITE

El profeta Isaías asigna una misión y comunica una noticia a los habitantes de Jerusalén. La ciudad vivirá en una situación de aparente privilegio. Mientras que el resto de los pueblos permanece en las tinieblas, la gloria de Dios resplandece sobre la ciudad. Los pobladores de Jerusalén no podrán cruzarse de brazos, como si fueran la metrópoli del imperio divino, al contrario, tienen una misión que cumplir: resplandecer y brillar. De acuerdo con la tradición de la alianza, Israel es heredero de una promesa y a la vez, el responsable de cumplir con los valores del proyecto de Dios, a saber, la justicia y la fraternidad. El brillo de Jerusalén es una misión permanente. Es la misma que nos asignó el Señor Jesús: ser la luz del mundo, testimoniando los valores propios del Evangelio. Herodes representaba las tinieblas por su pretensión de suplantar al verdadero rey y Señor de los judíos.

ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. MI 3, 1; 1 Cro 19, 12
Miren que ya viene el Señor todopoderoso; en su mano están el reino y la potestad y el imperio.

GLORIA

Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre. Amén.

ORACIÓN COLECTA

Señor Dios, que en este día manifestaste a tu Unigénito a las naciones, guiándolas por la estrella, concede a los que ya te conocemos por la fe, que lleguemos a contemplar la hermosura de tu excelsa gloria.
Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

La gloria del Señor alborea sobre ti.

Del libro del profeta Isaías: 60, 1-6

Levántate y resplandece, Jerusalén, porque ha llegado tu luz y la gloria del Señor alborea sobre ti. Mira: las tinieblas cubren la tierra y espesa niebla envuelve a los pueblos; pero sobre ti resplandece el Señor y en ti se manifiesta su gloria. Caminarán los pueblos a tu luz y los reyes al resplandor de tu aurora.
Levanta los ojos y mira alrededor: todos se reúnen y vienen a ti; tus hijos llegan de lejos, a tus hijas las traen en brazos. Entonces verás esto radiante de alegría; tu corazón se alegrará y se ensanchará cuando se vuelquen sobre ti los tesoros del mar y te traigan las riquezas de los pueblos. Te inundará una multitud de camellos y dromedarios, procedentes de Madián y de Efá. Vendrán todos los de Sabá trayendo incienso y oro y proclamando las alabanzas del Señor. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL

Del salmo 71, 2. 7-8. 10-11. 12-13
R/. Que te adoren, Señor, todos los pueblos.

Comunica, Señor, al rey tu juicio, y tu justicia al que es hijo de reyes; así tu siervo saldrá en defensa de tus pobres y regirá a tu pueblo justamente. R/.

Florecerá en sus días la justicia y reinará la paz, era tras era. De mar a mar se extenderá su reino y de un extremo al otro de la tierra. R/.

Los reyes de Occidente y de las islas le ofrecerán sus dones. Ante él se postrarán todos los reyes y todas las naciones. R/.

Al débil librará del poderoso y ayudará al que se encuentra sin amparo; se apiadará del desvalido y pobre y salvará la vida al desdichado. R/.


SEGUNDA LECTURA

También los paganos participan de la misma herencia que nosotros.
De la carta del apóstol san Pablo a los efesios: 3, 2-3a. 5-6
Hermanos: Han oído hablar de la distribución de la gracia de Dios, que se me ha confiado en favor de ustedes. Por revelación se me dio a conocer este misterio, que no había sido manifestado a los hombres en otros tiempos, pero que ha sido revelado ahora por el Espíritu a sus santos apóstoles y profetas: es decir, que por el Evangelio, también los paganos son coherederos de la misma herencia, miembros del mismo cuerpo y partícipes de la misma promesa en Jesucristo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.


ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Mt 2, 2

R/. Aleluya, aleluya.
Hemos visto su estrella en el Oriente y hemos venido a adorar al Señor. R/.


EVANGELIO

Hemos venido de Oriente para adorar al rey de los judíos.

Del santo Evangelio según san Mateo: 2, 1-12

Jesús nació en Belén de Judá, en tiempos del rey Herodes. Unos magos de Oriente llegaron entonces a Jerusalén y preguntaron: "¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer? Porque vimos surgir su estrella y hemos venido a adorarlo".
Al enterarse de esto, el rey Herodes se sobresaltó y toda Jerusalén con él. Convocó entonces a los sumos sacerdotes y a los escribas del pueblo y les preguntó dónde tenía que nacer el Mesías. Ellos le contestaron: "En Belén de Judá, porque así lo ha escrito el profeta: Y tú, Belén, tierra de Judá, no eres en manera alguna la menor entre las ciudades ilustres de Judá, pues de ti saldrá un jefe, que será el pastor de mi pueblo, Israel".
Entonces Herodes llamó en secreto a los magos, para que le precisaran el tiempo en que se les había aparecido la estrella y los mandó a Belén, diciéndoles: "Vayan a averiguar cuidadosamente qué hay de ese niño y, cuando lo encuentren, avísenme para que yo también vaya a adorarlo". Después de oír al rey, los magos se pusieron en camino, y de pronto la estrella que habían visto surgir, comenzó a guiarlos, hasta que se detuvo encima de donde estaba el niño. Al ver de nuevo la estrella, se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa y vieron al niño con María, su madre, y postrándose, lo adoraron. Después, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra. Advertidos durante el sueño de que no volvieran a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


PROFESIÓN DE FE

CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO

Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.


PLEGARIA UNIVERSAL:

Presentemos, hermanos, nuestras oraciones al Señor en este día santo en que Dios ha manifestado su poder a las naciones, la salvación a los pueblos y a nosotros la luz radiante de su gloria: R,/ Te lo pedimos Señor

Por la santa Iglesia de Dios, para que ilumine a los hombres con la luz que resplandece en el rostro de Cristo, disipe las tinieblas de los que viven en el error y dé ánimo a los fieles, para que, con valentía hagan brillar la luz del Evangelio ante todas las naciones, roguemos al Señor.

Por las Iglesias que acaban de nacer en los diversos pueblos, para que su juventud y vigor sean levadura de vida para todas las comunidades cristianas, roguemos al Señor.

Por los pueblos que aún no han sido iluminados por el Evangelio y por aquellos que, habiendo conocido a Cristo, han abandonado el camino de la verdad para que confiesen a Cristo como Señor y lo adoren como Dios verdadero, roguemos al Señor.

Por nosotros que hemos sido llamados de las tinieblas a la luz admirable de Cristo, para que nos afiancemos en la fe verdadera y sigamos con fidelidad las enseñanzas de Evangelio, roguemos al Señor.

Escucha nuestras oraciones, Dios todo poderoso y eterno, y haz que los que hemos conocido y adorado a tu Hijo, Rey y Señor de todos los pueblos, vivamos siempre como hijos de la luz y nos esforcemos para iluminar con la luz de Cristo a todos los pueblos y naciones. Por Jesucristo, nuestro Señor.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Mira con bondad, Señor, los dones de tu iglesia, que no consisten ya en oro, incienso y mirra, sino en lo que por esos dones se representa, se inmola y se recibe como alimento, Jesucristo, Señor nuestro. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.


ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Mt 2, 2
Hemos visto su estrella en el Oriente y venimos con regalos a adorar al Señor.


ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Te pedimos, Señor, que tu luz celestial siempre y en todas partes vaya guiándonos, para que contemplemos con ojos puros y recibamos con amor sincero el misterio del que quisiste hacernos partícipes. Por Jesucristo, nuestro Señor.