Remar Mar Adentro
Remar Mar Adentro, pretende, como laicos comprometidos, presentar temas de reflexión para vivir el reino de Dios; levantando las anclas en una tarea asumida generosamente. Ricardo Huante Magaña
martes, 17 de mayo de 2022
DOMINGO VI DE PASCUA Ciclo C Domingo 22 de mayo 2022
RECORDANDO LAS PALABRAS DE JESÚS
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20220522
Entre los malentendidos que se encuentran en la Iglesia está
la opinión de que los laicos son recipientes pasivos de la enseñanza del clero,
es decir, que los obispos y los sacerdotes predican la verdad y los laicos la
reciben como una esponja que absorbe agua. Contra esta opinión es lo que el
Concilio Vaticano II ha proclamado, en su documento sobre la revelación divina,
Dei Verbum: la revelación "progresa en la Iglesia con la asistencia del
Espíritu Santo, puesto que va creciendo en la comprensión de las cosas y de las
palabras transmitidas, ya por la contemplación y el estudio de los creyentes
que las meditan en su corazón, ya por la percepción íntima que experimentan de
las cosas espirituales" (n. 8). La verdad no puede progresar sin el
esfuerzo de todos, incluso los laicos que cooperan con el Espíritu.
jueves, 5 de mayo de 2022
Mentes desviadas de la sencillez
La primera vez que el diablo tentó al hombre lo sedujo con algo que
presuntamente lo haría más sabio: el conocimiento (Cfr. Génesis 3:1-6). Hoy en
día ocurre algo similar: se escriben muchos libros inspirados en la maligna
sabiduría del mismísimo diablo, astutamente concebidos para engañar,
descarriar, corromper, pervertir y viciar el espíritu de las personas, hasta el
punto de que no son capaces de reconocer la verdad.
«Dios no es Dios de confusión» (Cfr. 1 Corintios 14:33). A Él le gusta expresarlo todo en términos muy sencillos. Por eso es maravilloso contar con la guía de la Biblia. Nos permite distinguir entre lo pervertido y lo normal, entre el bien y el mal. «La sabiduría de este mundo es insensatez ante Dios» (Cfr. 1 Corintios 3:19). No es posible llenarse la mente y el corazón de conocimientos mundanos, de tonterías de los hombres, sin que ello afecte nuestro espíritu, del mismo modo que no puede uno meterse en un basural o una alcantarilla sin ensuciarse (Cfr. Colosenses 2:8).
¿Para qué perder el tiempo con complejas y confusas teorías y filosofías humanas teniendo a la mano la Palabra de Dios, que es tan sencilla y directa? ¡Opta por las aguas refrescantes de la Palabra, que alimentan el alma, renuevan el pensamiento, elevan el espíritu, dan aliento y purifican todo el ser!
Fuente original
martes, 3 de mayo de 2022
DOMINGO IV DE PASCUA DOMINGO DE EL BUEN PASTOR Domingo 8 de mayo 2022
"VI UN GENTÍO INMENSO Y CANTABAN CON VOZ PODEROSA"
Hech 13, 14. 43-52; Sal 99; Apoc 7, 9. 14-17: Jn 10, 27-30
En medio de los espantos y turbaciones sobre el fin del mundo que narra
el autor del libro de Apocalipsis, en la segunda lectura de hoy se relata una
imagen esperanzadora de la vida en el cielo. Una existencia celestial de
alegría, de convivencia con Dios y de la absoluta plenitud de la vida, de gran
fiesta con música resonando por todas partes. De hecho, el anciano que discute
esta fiesta con el autor canta una parte de su conversación, ya que el hablar
no es lo suficientemente alegre para el estado de regocijo que es el cielo. En
cierto sentido, la vida resucitada llega a su culmen sólo en esa actividad que
reúne todas las fuerzas, toda la creatividad y toda la belleza del universo que
se llama la música.
ANTÍFONA ENTRADA Cfr. Sal 32, 5-6
La tierra está llena del amor del Señor y su palabra hizo los cielos.
Aleluya.
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos,
te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor,
Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado
del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende
nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de
nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo,
Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, te pedimos que nos lleves a gozar de las
alegrías celestiales, para que tu rebaño, a pesar de su fragilidad, llegue
también a donde lo precedió su glorioso Pastor. Él, que vive y reina contigo
...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Ahora nos dirigiremos a los paganos.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 13, 14. 43-52
En aquellos días, Pablo y Bernabé prosiguieron su camino desde Perge
hasta Antioquía de Pisidia, y el sábado entraron en la sinagoga y tomaron
asiento. Cuando se disolvió la asamblea, muchos judíos y prosélitos piadosos
acompañaron a Pablo y a Bernabé, quienes siguieron exhortándolos a permanecer
fieles a la gracia de Dios.
El sábado siguiente casi toda la ciudad de Antioquía acudió a oír la
palabra de Dios. Cuando los judíos vieron una concurrencia tan grande, se
llenaron de envidia y comenzaron a contradecir a Pablo con palabras injuriosas.
Entonces Pablo y Bernabé dijeron con valentía:
"La palabra de Dios debía ser predicada primero a ustedes; pero
como la rechazan y no se juzgan dignos de la vida eterna, nos dirigiremos a los
paganos. Así nos lo ha ordenado el Señor, cuando dijo: Yo te he puesto como luz
de los paganos, para que lleves la salvación hasta los últimos rincones de la
tierra".
Al enterarse de esto, los paganos se regocijaban y glorificaban la
palabra de Dios, y abrazaron la fe todos aquellos que estaban destinados a la
vida eterna.
La palabra de Dios se iba propagando por toda la región. Pero los
judíos azuzaron a las mujeres devotas de la alta sociedad y a los ciudadanos
principales, y provocaron una persecución contra Pablo y Bernabé, hasta
expulsarlos de su territorio.
Pablo y Bernabé se sacudieron el polvo de los pies, como señal de
protesta, y se marcharon a Iconio, mientras los discípulos se quedaron llenos
de alegría y del Espíritu Santo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 99, 2. 3. 5.
R/. El Señor es nuestro Dios y nosotros su pueblo. Aleluya.
Alabemos a Dios todos los hombres, sirvamos al Señor con alegría y con
júbilo entremos en su templo. R/.
Reconozcamos que el Señor es Dios, que él fue quien nos hizo y somos
suyos, que somos su pueblo y su rebaño. R/.
Porque el Señor es bueno, bendigámoslo, porque es eterna su
misericordia y su fidelidad nunca se acaba. R/.
SEGUNDA LECTURA
El Cordero será su pastor y los conducirá a las fuentes del agua de la
vida.
Del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan: 7, 9. 14-17
Yo, Juan, vi una muchedumbre tan grande, que nadie podía contarla. Eran
individuos de todas las naciones y razas, de todos los pueblos y lenguas. Todos
estaban de pie, delante del trono y del Cordero; iban vestidos con una túnica
blanca y llevaban palmas en las manos.
Uno de los ancianos que estaban junto al trono, me dijo: "Estos
son los que han pasado por la gran tribulación y han lavado y blanqueado su
túnica con la sangre del Cordero. Por eso están ante el trono de Dios y le
sirven día y noche en su templo, y el que está sentado en el trono los
protegerá continuamente.
Ya no sufrirán hambre ni sed, no los quemará el sol ni los agobiará el
calor. Porque el Cordero, que está en medio del trono, será su pastor y los
conducirá a las fuentes del agua de la vida, y Dios enjugará de sus ojos toda
lágrima".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 10, 14
R/. Aleluya, aleluya.
Yo soy el buen pastor, dice el Señor; yo conozco a mis ovejas, y ellas
me conocen a mí. R/.
EVANGELIO
Yo les doy la vida eterna a mis ovejas.
Del santo Evangelio según san Juan: 10, 27-30
En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos: "Mis ovejas escuchan mi
voz; yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy la vida eterna y no perecerán
jamás; nadie las arrebatará de mi mano. Me las ha dado mi Padre, y él es
superior a todos, y nadie puede arrebatarlas de la mano del Padre. El Padre y
yo somos uno". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la
tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo,
Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios,
Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la
misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los
hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo
se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue
crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al
tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha
del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su
reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que
procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma
adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es
una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el
perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del
mundo futuro.
Amén.
PLEGARIA UNIVERSAL
Levantemos, hermanos, nuestros ojos a Cristo, obispo y pastor de
nuestras almas, y pongamos en sus manos, con toda confianza, las necesidades de
los hombres diciendo: Jesús, Buen Pastor, sálvanos. (R/. Jesús, Buen Pastor,
sálvanos).
Para que los obispos, los presbíteros y diáconos apacienten santamente
a los pueblos que tienen encomendados, roguemos al Señor.
Para que la paz que Jesucristo concedió a los discípulos arraigue con
fuerza en nuestro mundo, y se alejen de las naciones el odio y las guerras,
roguemos al Señor.
Para que los enfermos, los pobres y todos los que sufren encuentren en
Cristo resucitado luz y esperanza, roguemos al Señor.
Para que Dios derrame en las familias cristianas el espíritu de piedad
y de renuncia a lo mundano, de manera que germinen abundantes vocaciones al ministerio
eclesial, roguemos al Señor.
Dios nuestro, fuente de gozo y paz, que has concedido a tu Hijo el
poder y la realeza sobre los hombres y los pueblos, escucha nuestra oración y
sostennos con la fuerza de tu Espíritu, para que nunca nos separemos de nuestro
pastor, que nos conducirá hacia fuente de aguas vivas, y que vive y reina,
inmortal y glorioso, por los siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor, vivir siempre llenos de gratitud por estos misterios
pascuales que celebramos, para que, continuamente renovados por su acción se
conviertan para nosotros en causa de eterna felicidad.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
Restauración universal por el Misterio Pascual
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación
glorificarte siempre, Señor, pero más que nunca en este tiempo en que Cristo,
nuestra Pascua, fue inmolado. Porque destruida la antigua situación de pecado,
se renueva todo lo que estaba caído y en Cristo se restablece la integridad de
nuestra vida. Por eso, con esta efusión del gozo pascual, el mundo entero se
desborda de alegría, y también los coros celestiales, los ángeles y los
arcángeles, cantan sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN
Ha resucitado el Buen Pastor, que dio la vida por sus ovejas y se
entregó a la muerte por su rebaño. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Buen Pastor, vela con solicitud por tu rebaño y dígnate conducir a las
ovejas que redimiste con la preciosa sangre de tu Hijo, a las praderas eternas.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20220508
La música es un elemento imprescindible de cualquier religión. Según los hindúes, por ejemplo, las divinidades se comunican produciendo una música que retumba por el universo y que sólo ciertos individuos selectos pueden oír. Claro que, en nuestra religión católica, Dios se revela por palabras y acciones. No obstante, la música siempre ha tenido un lugar muy importante. Los salmos no son meramente poemas, sino la letra de canciones para cantar. Partes del Nuevo Testamento se originaron como cánticos usados durante las liturgias, como Fil 2, 6-11 y Ef 3, 1-14. En la historia de la Iglesia ha habido controversias acerca de la música, como atestiguan las luchas contra los himnos arrianos en el siglo IV y la discusión durante el Concilio de Trento en el siglo XVI sobre los instrumentos musicales que se pueden tocar durante la misa. Nuestra fe necesita la música.
DOMINGO III DE PASCUA Ciclo C Domingo 1 de mayo 2022
LA PESCA MILAGROSA
Hech 5, 27-32. 40-41; Sal 29; Apoc 5. 11-14; Jn 21, 1-19
Juan nos presenta la narración sobre la aparición de Jesús, la cual,
aunque se diferencia de las anteriores por el lugar donde acontece (en Galilea
en vez de Jerusalén), ostenta los mismos rasgos cristológicos. Encontramos la
misma confusión acerca de la identidad de Cristo, el mismo énfasis en la
realidad de su cuerpo resucitado y la misma reacción de alegría al reconocer a
Cristo. Pero aquí se enlazan dichas características cristológicas con otras que
son eclesiológicas (la eclesiología es la parte de la teología cristiana que
estudia el papel de la Iglesia como una comunidad). Entre éstas se destaca la
pesca milagrosa, pues ésta claramente simboliza a la Iglesia que, gracias a la
predicación pascual de los apóstoles, crece de manera milagrosa. El gran
intérprete de la Biblia, San Jerónimo (ca. 342-420), llegó a sugerir que el
número de pescados simboliza la universalidad de la Iglesia, ya que para la
zoología antigua las especies de peces sólo sumaban ciento cincuenta y tres.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 65, 1-2
Aclama a Dios, tierra entera. Canten todos un himno a su nombre, denle
gracias y alábenlo. Aleluya.
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos,
te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor,
Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado
del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende
nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de
nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo,
Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que tu pueblo se regocije siempre al verse renovado y
rejuvenecido, para que, al alegrarse hoy por haber recobrado la dignidad de su
adopción filial, aguarde seguro su gozosa esperanza el día de la resurrección.
Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Nosotros somos testigos de todo esto y también lo es el Espíritu Santo.
Del libro de los Hechos de los apóstoles: 5, 27-32. 40-41
En aquellos días, el sumo sacerdote reprendió a los apóstoles y les
dijo: "Les hemos prohibido enseñar en nombre de ese Jesús; sin embargo,
ustedes han llenado a Jerusalén con sus enseñanzas y quieren hacernos
responsables de la sangre de ese hombre".
Pedro y los otros apóstoles replicaron: "Primero hay que obedecer
a Dios y luego a los hombres. El Dios de nuestros padres resucitó a Jesús, a
quien ustedes dieron muerte colgándolo de la cruz. La mano de Dios lo exaltó y
lo ha hecho jefe y Salvador, para dar a Israel la gracia de la conversión y el
perdón de los pecados. Nosotros somos testigos de todo esto y también lo es el
Espíritu Santo, que Dios ha dado a los que lo obedecen".
Los miembros del sanedrín mandaron azotar a los apóstoles, les
prohibieron hablar en nombre de Jesús y los soltaron. Ellos se retiraron del
sanedrín, felices de haber padecido aquellos ultrajes por el nombre de Jesús.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 29,2.4. 5-6. 11-12a. 13b.
R/. Te alabaré, Señor, eternamente. Aleluya.
Te alabaré, Señor, pues no dejaste que se rieran de mí mis enemigos.
Tú, Señor, me salvaste de la muerte y a punto de morir, me reviviste. R/.
Alaben al Señor quienes lo aman, den gracias a su nombre, porque su ira
dura un solo instante y su bondad, toda la vida. El llanto nos visita por la
tarde; por la mañana, el júbilo. R/.
Escúchame, Señor, y compadécete; Señor, ven en mi ayuda. Convertiste mi
duelo en alegría, te alabaré por eso eternamente. R/.
SEGUNDA LECTURA
Digno es el Cordero, que fue inmolado, de recibir el poder y la
riqueza.
Del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan: 5, 11-14
Yo, Juan, tuve una visión, en la cual oí alrededor del trono de los
vivientes y los ancianos, la voz de millones y millones de ángeles, que
cantaban con voz potente: "Digno es el Cordero, que fue inmolado, de
recibir el poder y la riqueza, la sabiduría y la fuerza, el honor, la gloria y
la alabanza".
Oí a todas las creaturas que hay en el cielo, en la tierra, debajo de
la tierra y en el mar -todo cuanto existe-, que decían: ''Al que está sentado
en el trono y al Cordero, la alabanza, el honor, la gloria y el poder, por los
siglos de los siglos".
Y los cuatro vivientes respondían: ''Amén''. Los veinticuatro ancianos
se postraron en tierra y adoraron al que vive por los siglos de los siglos.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO
R/. Aleluya, aleluya.
Resucitó Cristo, que creó todas las cosas y se compadeció de todos los
hombres. R/.
EVANGELIO
Jesús tomó el pan y el pescado y se los dio a los discípulos.
Del santo Evangelio según san Juan: 21, 1-19
En aquel tiempo, Jesús se les apareció otra vez a los discípulos junto
al lago de Tiberíades. Se les apareció de esta manera: Estaban juntos Simón
Pedro, Tomás (llamado el Gemelo), Natanael (el de Caná de Galilea), los hijos
de Zebedeo y otros dos discípulos. Simón Pedro les dijo: "Voy a
pescar". Ellos le respondieron: 'También nosotros vamos contigo".
Salieron y se embarcaron, pero aquella noche no pescaron nada.
Estaba amaneciendo, cuando Jesús se apareció en la orilla, pero los
discípulos no lo reconocieron. Jesús les dijo: "Muchachos, ¿han pescado
algo?". Ellos contestaron: "No". Entonces él les dijo:
"Echen la red a la derecha de la barca y encontrarán peces". Así lo
hicieron, y luego ya no podían jalar la red por tantos pescados.
Entonces el discípulo a quien amaba Jesús le dijo a Pedro: "Es el
Señor". Tan pronto como Simón Pedro oyó decir que era el Señor, se anudó a
la cintura la túnica, pues se la había quitado, y se tiró al agua. Los otros
discípulos llegaron en la barca, arrastrando la red con los pescados, pues no
distaban de tierra más de cien metros.
Tan pronto como saltaron a tierra vieron unas brasas y sobre ellas un
pescado y pan. Jesús les dijo: "Traigan algunos pescados de los que acaban
de pescar".
Entonces Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la orilla la
red, repleta de pescados grandes. Eran ciento cincuenta y tres y a pesar de que
eran tantos, no se rompió la red. Luego les dijo Jesús: "Vengan a
almorzar". y ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: ¿Quién eres?,
porque ya sabían que era el Señor.
Jesús se acercó, tomó el pan y se lo dio y también el pescado. Ésta fue
la tercera vez que Jesús se apareció a sus discípulos después de resucitar de
entre los muertos.
Después de almorzar le preguntó Jesús a Simón Pedro: "Simón, hijo
de Juan, ¿me amas más que éstos?". Él le contestó: "Sí, Señor, tú
sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Apacienta mis corderos".
Por segunda vez le preguntó: "Simón, hijo de Juan, ¿me
amas?". Él le respondió: "Sí, Señor, tú sabes que te quiero". Jesús
le dijo: "Pastorea mis ovejas".
Por tercera vez le preguntó: "Simón, hijo de Juan, ¿me
quieres?". Pedro se entristeció de que Jesús le hubiera preguntado por
tercera vez si lo quería y le contestó: "Señor, tú lo sabes todo; tú bien
sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Apacienta mis ovejas.
Yo te aseguro: cuando eras joven, tú mismo te ceñías la ropa e ibas a
donde querías; pero cuando seas viejo, extenderás los brazos y otro te ceñirá y
te llevará a donde no quieras". Esto se lo dijo para indicarle con qué
género de muerte habría de glorificar a Dios. Después le dijo:
"Sígueme". Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.
PROFESIÓN DE FE
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la
tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo,
Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios,
Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la
misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los
hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo
se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue
crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al
tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha
del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su
reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que
procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma
adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es
una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el
perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del
mundo futuro.
Amén.
PLEGARIA UNIVERSAL
Invoquemos, amados hermanos, a Cristo, triunfador del pecado y de la
muerte, que siempre intercede por nosotros diciendo: Te rogamos, Señor. R/. Te
rogamos, Señor. O bien: Rey de la gloria, resucítanos contigo.
Para que Cristo, el Señor, atraiga hacia sí el corazón de los fieles y
fortalezca sus voluntades, de manera que busquen los bienes de allá arriba,
donde él está sentado a la derecha de Dios, roguemos al Señor.
Para que Cristo, amo supremo de la creación, haga que todos los pueblos
gocen abundantemente de la paz que en sus apariciones otorgó a los discípulos,
roguemos al Señor.
Para que Cristo, el destructor de la muerte y el médico de toda
enfermedad, se compadezca de los débiles y desdichados y aleje del mundo el
hambre, las guerras y todos los males, roguemos al Señor.
Para que Cristo, el Señor, salve y bendiga nuestra parroquia
(comunidad), y conceda la paz, la alegría y el descanso de las fatigas a los
que hoy nos hemos reunido aquí para celebrar su triunfo, roguemos al Señor.
Acrecienta, en nosotros, Padre misericordioso, la luz de la fe, para que,
en los signos sacramentales, sepamos reconocer siempre a tu Hijo, que se
manifiesta constantemente a nosotros, sus discípulos, y haz que, llenos del
Espíritu Santo, proclamemos con valentía ante los hombres que Cristo es el
Señor. Él, que vive y reina, inmortal y glorioso, por los siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, los dones que, jubilosa, tu Iglesia te presenta, y
puesto que es a ti a quien debe su alegría, concédele también disfrutar de la
felicidad eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
Restauración universal por el Misterio Pascual
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación
glorificarte siempre, Señor, pero más que nunca en este tiempo en que Cristo,
nuestra Pascua, fue inmolado. Porque destruida la antigua situación de pecado,
se renueva todo lo que estaba caído y en Cristo se restablece la integridad de
nuestra vida. Por eso, con esta efusión del gozo pascual, el mundo entero se
desborda de alegría, y también los coros celestiales, los ángeles y los
arcángeles, cantan sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Lc 24, 35
Los discípulos reconocieron al Señor Jesús, al partir el pan. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dirige, Señor, tu mirada compasiva sobre tu pueblo, al que te has
dignado renovar con estos misterios de vida eterna, y concédele llegar un día a
la gloria incorruptible de la resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20220501
La Pascua no es una temporada focalizada únicamente en Cristo. También tiene que ver con el misterio de la iglesia que, en cierto sentido, es una prolongación del cuerpo de Cristo y su misión. Por tanto, esta temporada nos ofrece una oportunidad para meditar sobre dicho misterio. La Iglesia en la actualidad, ¿sigue siendo una pesca milagrosa, una captura siempre creciente de nuevos cristianos? Es difícil contestar con una afirmación contundente, pues sabemos que en ciertas partes del mundo el número de cristianos está disminuyendo de manera preocupante. ¿Es la Iglesia de hoy universal en el sentido que abraza a todas las culturas? De nuevo, una afirmación sencilla no es realista ni tampoco cierta. Si la Iglesia está fallando en su misión pascual, si huele a muerte en vez de emanar la vida resucitada, no tiene alternativa: tiene que reformarse.