domingo, 31 de diciembre de 2023

SANTA MARÍA, MADRE DE DIOS Lunes 1° de enero de 2024


Maternidad divina de María
 

Son múltiples los aspectos que contiene este día, dentro del tiempo navideño en que celebramos el misterio de la encarnación del Hijo de Dios: octava de Navidad, circuncisión y nombre de Jesús, maternidad divina de María, jornada mundial de la paz y comienzo de un nuevo año… La maternidad divina de María es, sin embargo, la idea más relevante de este día litúrgico, como se destaca en las oraciones de la misa y, sobre todo, en la segunda lectura: «Al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de una mujer». Esta solemnidad celebra la parte que ella tuvo en el misterio de la salvación y exalta la singular dignidad de que goza la Madre santa, por la cual merecimos recibir al «Autor de la vida» … Con el concilio de Éfeso (año 431) confesamos, por eso, que María es la «Madre de Dios», por ser ella quien dio la naturaleza humana a Cristo Jesús.
La aceptación de la maternidad divina por parte de María es, ante todo, un acto de fe y de obediencia libres por las que coopera activamente –y no como un instrumento meramente pasivo– a la salvación de los hombres. Por eso Isabel la llama «dichosa», porque ha creído a la palabra de Dios con su afortunado «hágase en mi según tu palabra» … San Agustín acentúa la relación existente entre la fe de María y su maternidad divina, subrayando que ella concibió a Cristo por la fe en su alma antes que en su cuerpo, de suerte que más mérito y dicha es para ella el haber sido discípula de Cristo, cumpliendo la voluntad del Padre, que el haber sido madre de Jesús (Cfr. LG 53. 56).
La maternidad divina es la razón básica de la dignidad sin igual de María y la clave de toda otra grandeza… En María se realizó el hecho más sorprendente de toda la historia humana: el encuentro de Dios con el hombre. Encuentro tan personal que la Palabra eterna –el Hijo del Padre– se hace humano en María y se encarna en nuestra raza. Creer en la humanización de Dios es creer en la «divinización» del hombre, pues el Hijo de Dios se hace hombre para que éste se convierta en hijo de Dios. La maternidad de María es, así, el puente que une las dos orillas. Por eso y, con razón, la bendecirán todas las generaciones.
 


MONICIONES
 
ENTRADA: A ocho días de la Navidad, como comunidad llena de esperanza, recibimos un nuevo año reunidos en torno al altar de Dios. En esta santa Eucaristía nuestra atención se centra en el misterio de la maternidad divina de Nuestra Señora… Bajo su protección, recordamos hoy, además, la Jornada mundial de la paz, pidiendo que este gran don que Cristo nos vino a traer se haga realidad en toda la tierra.
 
1ª. LECTURA: [Núm 6, 22-27] Evocar la muy tradicional bendición con la que los sacerdotes bendecían al pueblo, tiene una importancia particular en este primer día del año… ¡Recibámosla también nosotros –llenos de fe– encomendándonos a la Providencia divina!
 
2ª. LECTURA: [Gal 4, 4-7] Escribiendo a los Gálatas, san Pablo pone de relieve el papel fundamental de Cristo en nuestra historia… Él –el nacido de «una Mujer» que es, además, nuestra Madre– nos ha liberado de la esclavitud del pecado.
 
EVANGELIO: [Lc 2, 16-21] El evangelio nos relata la forma de proceder de la familia de Nazaret, siempre fiel a los deberes que la Ley de Moisés exigía… María es presentada aquí como alguien que se abre con fe al plan de Dios, lo medita y lo pone en práctica.
 
OFRENDAS: Al iniciar este nuevo año con ánimo renovado, llevemos al altar nuestros humildes dones… ¡Que la firme confianza en nuestro Padre del cielo nos lleve a ocuparnos más y más de los necesitados!
 
COMUNIÓN: Sin la fuerza que viene de lo alto, no podremos hacer realidad nuestros buenos propósitos… ¡Que el primero de ellos sea recibir digna y frecuentemente –especialmente los
domingos– la Santa Comunión!
 
DESPEDIDA: Pidamos a nuestra Señora la gracia de vivir cumpliendo en todo la voluntad de su Hijo… ¡Comencemos este año que el Señor nos regala, con la confianza puesta en la
Divina Providencia!
 
 
SOLEMNIDAD, SANTA MARÍA, MADRE DE DIOS
 
Restablecida en 1969 y Octava de Navidad. Esta Solemnidad fue la primera fiesta mariana de la liturgia romana (hacia el s. VII). MR p. 170 [185] / Lecc. I p. 444
 
 
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Is 9, 1. 5; Lc 1, 33
 
Hoy brillará una luz sobre nosotros, porque nos ha nacido el Señor; y se llamará Admirable, Dios, Príncipe de la paz, Padre del mundo futuro, y su Reino no tendrá fin.
 
 
GLORIA
 
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
 
 
ORACIÓN COLECTA


Señor Dios, que por la fecunda virginidad de María diste al género humano el don de la salvación eterna, concédenos sentir la intercesión de aquella por quien recibimos al autor de la vida, Jesucristo, tu Hijo, Señor nuestro. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
 
 
PRIMERA LECTURA
 
[Invocarán mi nombre y yo los bendeciré.]
 
Del libro de los Números 6, 22-27
 
En aquel tiempo, el Señor habló a Moisés y le dijo: "Di a Aarón y a sus hijos: 'De esta manera bendecirán a los israelitas: El Señor te bendiga y te proteja, haga resplandecer su rostro sobre ti y te conceda su favor. Que el Señor te mire con benevolencia y te conceda la paz'. Así invocarán mi nombre sobre los israelitas y yo los bendeciré".
Palabra de Dios.
 
 
SALMO RESPONSORIAL del salmo 66, 2b. 3. 5abd. 7. 8b
 
R. Ten piedad de nosotros, Señor, y bendícenos.
 
Ten piedad de nosotros y bendícenos; vuelve, Señor, tus ojos a nosotros. Que conozca la tierra tu bondad y los pueblos tu obra salvadora. R.
 
Las naciones con júbilo te canten, porque juzgas al mundo con justicia; con equidad tú juzgas a los pueblos y riges en la tierra a las naciones. R.
 
Que te alaben, Señor, todos los pueblos, que los pueblos te aclamen todos juntos. Que nos bendiga Dios y que le rinda honor el mundo entero. R.
 
 
SEGUNDA LECTURA
 
[Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer.]
 
De la carta del apóstol san Pablo a los gálatas 4, 4-7
 
Hermanos: Al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de una mujer, nacido bajo la ley, para rescatar a los que estábamos bajo la ley, a fin de hacernos hijos suyos. Puesto que ya son ustedes hijos, Dios envió a sus corazones el Espíritu de su Hijo, que clama "¡Abbá!", es decir, ¡Padre! Así que ya no eres siervo, sino hijo; y siendo hijo, eres también heredero por voluntad de Dios.
Palabra de Dios.
 
 
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Heb 1, 1-2
 
R. Aleluya, aleluya.
 
En distintas ocasiones y de muchas maneras habló Dios en el pasado a nuestros padres, por boca de los profetas. Ahora, en estos tiempos, nos ha hablado por medio de su Hijo. R. Aleluya.
 
 
EVANGELIO
 
[Encontraron a María, a José y al niño. Al cumplirse los ocho días, le pusieron por nombre Jesús.]
 
Del santo Evangelio según san Lucas 2, 16-21
 
En aquel tiempo, los pastores fueron a toda prisa hacia Belén y encontraron a María, a José y al niño, recostado en el pesebre. Después de verlo, contaron lo que se les había dicho de aquel niño y cuantos los oían, quedaban maravillados. María, por su parte, guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazón. Los pastores se volvieron a sus campos, alabando y glorificando a Dios por todo cuanto habían visto y oído, según lo que se les había anunciado. Cumplidos los ocho días, circuncidaron al niño y le pusieron el nombre de Jesús, aquel mismo que había dicho el ángel, antes de que el niño fuera concebido.
Palabra del Señor.
 
 
PROFESIÓN DE FE
 
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
 
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
 
 
ORACIÓN DE LOS FIELES
Levantemos nuestra voz suplicante al Señor y –por la poderosa intercesión de la Madre de su Hijo–
imploremos la misericordia divina en favor de todos los hombres:
 
1. Para que los fieles, a imitación de María, mediten y conserven en su corazón lo que han oído del Hijo de Dios, roguemos al Señor.
 
2. Para que los hombres de todas las razas y pueblos descubran que tienen un único Dios, Padre de todos, y nunca se comporten como enemigos entre sí, roguemos al Señor.
 
3. Para que llegue a la presencia del Señor el lamento de los que sufren a causa de las guerras, y pronto puedan experimentar el retorno de la tranquilidad a sus hogares y naciones, roguemos al Señor.
 
4. Para que los que hoy nos hemos reunido para dedicar al Señor las primicias de este año nuevo, vivamos en paz todos sus días y podamos ver su final con salud y alegría, roguemos al Señor.
 
Escucha, Dios omnipotente y eterno, nuestras súplicas y bendice el año que hoy comenzamos. Que nuestro trabajo nos dé el pan de cada día, y que nuestras almas encuentren el alimento necesario para avanzar en el camino de la verdad y del bien.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
 
Señor Dios, que das origen y plenitud a todo bien, concédenos que, al celebrar, llenos de gozo, la solemnidad de la Santa Madre de Dios, así como nos gloriamos de las primicias de su gracia, podamos gozar también de su plenitud. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
PREFACIO
 
PREFACIO I DE SANTA MARÍA VIRGEN
 
Maternidad de la santísima Virgen María
 
En verdad es justo V necesario, es nuestro deber V salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno. Y alabar, bendecir V proclamar tu gloria en la maternidad de santa María, siempre virgen. Porque ella concibió a tu Hijo único por obra del Espíritu Santo, V sin perder la gloria de su virginidad, hizo resplandecer sobre el mundo la luz eterna, Jesucristo, Señor nuestro. Por él, los ángeles y los arcángeles y todos los coros celestiales celebran tu gloria, unidos en común alegría. Permítenos asociarnos a sus voces, cantando humildemente tu alabanza:
 
Santo, Santo, Santo ...
 
 
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Heb 13, 8
 
Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por todos los siglos.
 
 
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
 
Señor, que estos sacramentos celestiales que hemos recibido con alegría sean fuente de vida eterna para nosotros, que nos gloriamos de proclamar a la siempre Virgen María como Madre de tu Hijo y Madre de la Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
  

jueves, 28 de diciembre de 2023

EN COMUNIÓN CON LA TRADICIÓN VIVA DE LA IGLESIA 20231231


  


«Después dice la Escritura: Simeón los bendijo y dijo a María, su madre: Mira, éste está puesto para caída y levantamiento de muchos en Israel y para signo de contradicción. Y una espada atravesará tu alma para que se descubran los pensamientos de muchos corazones. Tenemos que meditar de qué modo el Salvador ha venido para caída y levantamiento de muchos, que da una explicación sencilla puede decir que ha venido para caída de los infieles y para resurrección de los fieles. Pero un exegeta concienzudo se da cuenta de que de ningún modo puede caer quien antes no ha estado en pie. Cítame, por lo tanto, a uno solo que estuviera de pie y para cuya ruina ha venido el Salvador Y lo mismo vale para el que ha resucitado, porque es evidente que resucita aquel que antes había caído. Hay que comprender, por lo tanto, que el Salvador no ha venido para ruina de unos y resurrección de otros, sino que ha venido para ruina y salvación de los mismos. He venido -dice- para un juicio, para que los que no ven vean y los que veían se vuelvan ciegos. En efecto, en nosotros hay algo que antes veía y después dejó de ver, y algo distinto que no veía y después comenzó a ver Por ejemplo, yo quiero ver con aquellos ojos con los que antes no veía y que después se me abrieron, porque tras ¡a desobediencia de Adán y Eva se les abrieron los ojos de los que hemos tratado en mi anterior sermón» (Orígenes [c. 185-c. 254]. Evangelio de Lucas. Homilía XVII, 1).




LA SAGRADA FAMILIA DE JESÚS, MARÍA Y JOSÉ Domingo 31 de diciembre 2023

 



 

VIVIENDO LA VERDAD DE DIOS EN FAMILIA
 
Sir 3,3-7.14-17; Sal 127; Col 3, 12-21; Lc 2,22-40
 
Las familias son llamadas a vivir según la verdad de Dios de muchas diferentes maneras. En nuestra primera lectura, Ben Sira se dedica a la relación de los hijos con sus padres. Para él, es el tema relacionado con la familia que es más importante, ya que remite al cuarto mandamiento (Éx 20, 12). En nuestra segunda lectura, escrita en el marco de una cultura diferente, Pablo expande el tema para incluir los deberes de todos los miembros de una familia interpretados según los valores éticos de la sociedad grecorromana en que el apóstol vive. El evangelista Lucas nos advierte que el cumplimiento de la voluntad de Dios necesita que las familias se abran a la novedad -como los padres de Jesús "estaban sorprendidos por lo que se decía del niño"- (v. 33) y que la vivan con sabiduría.
 
 
ANTÍFONA DE ENTRADA Lc 2, 16
 
Llegaron los pastores a toda prisa y encontraron a María y a José, y al niño recostado en un pesebre.
 
 
GLORIA
 
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
 
 
ORACIÓN COLECTA
 
Señor Dios, que te dignaste dejarnos el más perfecto ejemplo en la Sagrada Familia de tu Hijo, concédenos benignamente que, imitando sus virtudes domésticas y los lazos de caridad que la unió, podamos gozar de la eterna recompensa en la alegría de tu casa. Por nuestro Señor Jesucristo ....
 
 
LITURGIA DE LA PALABRA
 
PRIMERA LECTURA
 
El que teme al Señor. honra a sus padres.
 
Del libro del Sirácide (Eclesiástico): 3, 3-7.14-17
 
El Señor honra al padre en los hijos y respalda la autoridad de la madre sobre ellos. El que honra a su padre queda limpio de pecado; y acumula tesoros, el que respeta a su madre.
Quien honra a su padre, encontrará alegría en sus hijos y su oración será escuchada; el que enaltece a su padre, tendrá larga vida y el que obedece al Señor, es consuelo de su madre.
Hijo, cuida de tu padre en la vejez y en su vida no le causes tristeza; aunque se debilite su razón, ten paciencia con él y no lo menosprecies por estar tú en pleno vigor. El bien hecho al padre no quedará en el olvido y se tomará a cuenta de tus pecados. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
 
SALMO RESPONSORIAL
 
Del salmo 127, 1-2. 3. 4-5.
R/. Dichoso el que teme al Señor.
 
Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos: comerá del fruto de su trabajo, será dichoso, le irá bien. R/.
 
Su mujer, como vid fecunda, en medio de su casa; sus hijos, como renuevos de olivo, alrededor de su mesa. R/.
 
Ésta es la bendición del hombre que teme al Señor: "Que el Señor te bendiga desde Sión, que veas la prosperidad de Jerusalén todos los días de tu vida". R/.
 
 
SEGUNDA LECTURA
 
La vida en familia, de acuerdo con el Señor.
 
De la carta del apóstol san Pablo a los colosenses: 3, 12-21
 
Hermanos: Puesto que Dios los ha elegido a ustedes, los ha consagrado a él y les ha dado su amor, sean compasivos, magnánimos, humildes, afables y pacientes. Sopórtense mutuamente y perdónense cuando tengan quejas contra otro, como el Señor los ha perdonado a ustedes. Y sobre todas estas virtudes, tengan amor, que es el vínculo de la perfecta unión.
Que en sus corazones reine la paz de Cristo, esa paz a la que han sido llamados, como miembros de un solo cuerpo. Finalmente, sean agradecidos.
Que la palabra de Cristo habite en ustedes con toda su riqueza. Enséñense y aconséjense unos a otros lo mejor que sepan. Con el corazón lleno de gratitud, alaben a Dios con salmos, himnos y cánticos espirituales; y todo lo que digan y todo lo que hagan, háganlo en el nombre del Señor Jesús, dándole gracias a Dios Padre, por medio de Cristo.
Mujeres, respeten la autoridad de sus maridos, como lo quiere el Señor. Maridos, amen a sus esposas y no sean rudos con ellas. Hijos, obedezcan en todo a sus padres, porque eso es agradable al Señor. Padres, no exijan demasiado a sus hijos, para que no se depriman. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
 
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Col 3, 15. 16
R/. Aleluya, aleluya.
 
Que en sus corazones reine la paz de Cristo; que la palabra de Cristo habite en ustedes con toda su riqueza. R/.
 
 
EVANGELIO
 
El niño iba creciendo y se llenaba de sabiduría.
 
Del santo Evangelio según san Lucas: 2, 22-40
 
Transcurrido el tiempo de la purificación de María, según la ley de Moisés, ella y José llevaron al niño a Jerusalén para presentado al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley: Todo primogénito varón será consagrado al Señor, y también para ofrecer, como dice la ley, un par de tórtolas o dos pichones.
Vivía en Jerusalén un hombre llamado Simeón, varón justo y temeroso de Dios, que aguardaba el consuelo de Israel; en él moraba el Espíritu Santo, el cual le había revelado que no moriría sin haber visto antes al Mesías del Señor. Movido por el Espíritu, fue al templo, y cuando José y María entraban con el niño Jesús para cumplir con lo prescrito por la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios, diciendo: "Señor, ya puedes dejar morir en paz a tu siervo, según lo que me habías prometido, porque mis ojos han visto a tu Salvador, al que has preparado para bien de todos los pueblos; luz que alumbra a las naciones y gloria de tu pueblo, Israel".
El padre y la madre del niño estaban admirados de semejantes palabras. Simeón los bendijo, y a María, la madre de Jesús, le anunció: "Este niño ha sido puesto para ruina y resurgimiento de muchos en Israel, como signo que provocará contradicción, para que queden al descubierto los pensamientos de todos los corazones. Y a ti, una espada te atravesará el alma".
Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Era una mujer muy anciana. De joven, había vivido siete años casada y tenía ya ochenta y cuatro años de edad. No se apartaba del templo ni de día ni de noche, sirviendo a Dios con ayunos y oraciones. Ana se acercó en aquel momento, dando gracias a Dios y hablando del niño a todos los que aguardaban la liberación de Israel.
Y cuando cumplieron todo lo que prescribía la ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El niño iba creciendo y fortaleciéndose, se llenaba de sabiduría y la gracia de Dios estaba con él. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
 
 
PROFESIÓN DE FE
 
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
 
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
 
 
PLEGARIA UNIVERSAL
 
Oremos, hermanos, a Jesucristo, el Señor, que, para santificar la familia, quiso compartir la vida de un hogar humano:
 
Para que el Señor, que quiso participar de la vida de la familia en el hogar de María y José, mantenga en paz y armonía a todas las familias cristiana, roguemos al Señor.
 
Para que los novios sientan la presencia de Dios en la vivencia de su amor mutuo y se preparen sanamente para su matrimonio, roguemos al Señor.
 
Para que Dios ilumine y consuele a las familias desunidas, a los esposos que han de vivir separados por causa del trabajo, a los hijos de los divorciados, a los hogares sin hijos y a los que lloran la muerte de sus familiares, roguemos al Señor.
 
Para que nos esforcemos por vivir en paz y armonía con nuestros familiares (con los miembros de nuestra comunidad), superando con bondad, comprensión y caridad fraterna nuestras mutuas desavenencias, roguemos al Señor.
 
Señor Dios nuestro, que has querido que tu Hijo, engendrado antes de todos los siglos, fuera miembro de una familia humana, escucha nuestras súplicas y haz que los padres y madres de familia participen de la fecundidad de tu amor, y que sus hijos crezcan en sabiduría, entendimiento y gracia ante ti y ante los hombres. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
 
Te ofrecemos, Señor, este sacrificio de reconciliación, y te pedimos humildemente que, por la intercesión de la Virgen Madre de Dios y de san José, fortalezcas nuestras familias en tu gracia y en tu paz. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
PREFACIO
 
La Salvación por Cristo
 
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación darte gracias y alabarte siempre y en todo lugar; Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno. Pues por amor creaste al hombre, y, aunque condenado justamente, lo redimiste por tu misericordia, por Cristo, Señor nuestro. Por El, los ángeles y los arcángeles y todos los coros celestiales celebran tu gloria, unidos en común alegría. Permítenos asociamos a sus voces, cantando humildemente tu alabanza:
Santo, Santo, Santo…
 
 
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Bar 3, 38
 
Nuestro Dios apareció en el mundo y convivió con los hombres.
 
 
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
 
Padre misericordioso, haz que, reanimados con este sacramento celestial, imitemos constantemente los ejemplos de la Sagrada Familia, para que, superadas las aflicciones de esta vida, consigamos gozar eternamente de su compañía. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 

 

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20231231

 

Hay diferentes familias. Hay las que tienen pocos hijos o no tienen hijos. Hay familias bien unidas y otras marcadas por la división y la tensión. No hay que olvidarse de que no todos viven en familias. Sin embargo, nadie vive completamente aislado de los demás. Los ancianos tienen sus vecinos. Los jóvenes tienen sus amigos. Los adultos tienen sus colegas. Por este carácter necesariamente social de la vida humana, la fe cristiana no puede vivirse sólo por un individuo. Necesitamos a otros a quienes podemos mostrar amor, de quienes podemos recibir amor, y con quienes podemos construir comunidades de amor. Somos impulsados por nuestra humanidad a formar, de acuerdo con nuestras capacidades, una única familia de Dios.

lunes, 18 de diciembre de 2023

LA NATIVIDAD DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO Ciclo B Lunes 25 de diciembre 2023

 


 

MISA DEL DÍA
 
El nacimiento de Jesús es un acontecimiento histórico. Nuestra fe está basada no en mitos o en ideas abstractas, sino en la historia. La encarnación de Dios supera todos los límites de lo verás, por eso, en la primera lectura el autor ensancha la perspectiva más allá de la historia de un solo pueblo, afirmando que "todas las naciones verán la salvación" (v. 10). La Carta a los hebreos nos recuerda que él que nace hoy no es únicamente una persona histórica, sino "el resplandor de Dios... que sostiene el universo" (v. 3). Así mismo, nuestro Evangelio, que es el famoso prólogo de Juan, revela que el Niño Jesús es la Palabra que estaba siempre junto a Dios y es Dios sin lugar a dudas. En otras palabras, nuestra celebración abraza a todo el cosmos.
 
 
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Is 9, 5
 
Un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado; lleva sobre sus hombros el imperio y su nombre será Ángel del gran consejo.
 
 
GLORIA
 
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
 
 
ORACIÓN COLECTA
 
Señor Dios, que de manera admirable creaste la naturaleza humana y, de modo aún más admirable, la restauraste, concédenos compartir la divinidad de aquel que se dignó compartir nuestra humanidad. Él, que vive y reina contigo...
 
 
LITURGIA DE LA PALABRA
 
PRIMERA LECTURA
 
La tierra entera verá la salvación que viene de nuestro Dios.
 
Del libro del profeta Isaías: 52,7-10
 
¡Qué hermoso es ver correr sobre los montes al mensajero que anuncia la paz, al mensajero que trae la buena nueva, que pregona la salvación, que dice a Sión: "Tu Dios es rey"!
Escucha: Tus centinelas alzan la voz y todos a una gritan alborozados, porque ven con sus propios ojos al Señor, que retorna a Sión.
Prorrumpan en gritos de alegría, ruinas de Jerusalén, porque el Señor rescata a su pueblo, consuela a Jerusalén. Descubre el Señor su santo brazo a la vista de todas las naciones. Verá la tierra entera la salvación que viene de nuestro Dios.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
 
SALMO RESPONSORIAL
 
Del salmo 97,1. 2-3ab. 3cd-4. 5-6.
R/. Toda la tierra ha visto al Salvador.
 
Cantemos al Señor un canto nuevo, pues ha hecho maravillas. Su diestra y su santo brazo le han dado la victoria. R/.
 
El Señor ha dado a conocer su victoria y ha revelado a las naciones su justicia. Una vez más ha demostrado Dios su amor y su lealtad hacia Israel. R/.
 
La tierra entera ha contemplado la victoria de nuestro Dios. Que todos los pueblos y naciones aclamen con júbilo al Señor. R/.
 
Cantemos al Señor al son del arpa, suenen los instrumentos. Aclamemos al son de los clarines al Señor, nuestro rey. R/.
 
 
SEGUNDA LECTURA
 
Dios nos ha hablado por medio de su Hijo.
 
De la carta a los hebreos: 1, 1-6
 
En distintas ocasiones y de muchas maneras habló Dios en el pasado a nuestros padres, por boca de los profetas. Ahora, en estos tiempos, que son los últimos, nos ha hablado por medio de su Hijo, a quien constituyó heredero de todas las cosas y por medio del cual hizo el universo.
El Hijo es el resplandor de la gloria de Dios, la imagen fiel de su ser y el sostén de todas las cosas con su palabra poderosa. Él mismo, después de efectuar la purificación de los pecados, se sentó a la diestra de la majestad de Dios, en las alturas, tanto más encumbrado sobre los ángeles, cuanto más excelso es el nombre que, como herencia, le corresponde.
Porque ¿a cuál de los ángeles le dijo Dios: Tú eres mi Hijo; yo te he engendrado hoy? ¿O de qué ángel dijo Dios: Yo seré para él un padre y él será para mí un hijo? Además, en otro pasaje, cuando introduce en el mundo a su primogénito, dice: Adórenlo todos los ángeles de Dios. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
 
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO
R/. Aleluya, aleluya.
 
Un día sagrado ha brillado para nosotros. Vengan, naciones, y adoren al Señor, porque hoy ha descendido una gran luz sobre la tierra. R/.
 
 
EVANGELIO
 
Aquel que es la Palabra se hizo hombre y habitó entre nosotros.
 
Del santo Evangelio según san Juan: 1, 1-18
 
En el principio ya existía aquel que es la Palabra, y aquel que es la Palabra estaba con Dios y era Dios. Ya en el principio él estaba con Dios. Todas las cosas vinieron a la existencia por él y sin él nada empezó de cuanto existe. Él era la vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz brilla en las tinieblas y las tinieblas no la recibieron.
Hubo un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan. Éste vino como testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él. Él no era la luz, sino testigo de la luz.
Aquel que es la Palabra era la luz verdadera, que ilumina a todo hombre que viene a este mundo. En el mundo estaba; el mundo había sido hecho por él y, sin embargo, el mundo no lo conoció.
Vino a los suyos y los suyos no lo recibieron; pero a todos los que lo recibieron les concedió poder llegar a ser hijos de Dios, a los que creen en su nombre, los cuales no nacieron de la sangre, ni del deseo de la carne, ni por voluntad del hombre, sino que nacieron de Dios.
Y aquel que es la Palabra se hizo hombre y habitó entre nosotros. Hemos visto su gloria, gloria que le corresponde como a Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.
Juan el Bautista dio testimonio de él, clamando: "A éste me refería cuando dije: 'El que viene después de mí, tiene precedencia sobre mí, porque ya existía antes que yo' ".
De su plenitud hemos recibido todos gracia sobre gracia. Porque la ley fue dada por medio de Moisés, mientras que la gracia y la verdad vinieron por Jesucristo. A Dios nadie lo ha visto jamás. El Hijo unigénito, que está en el seno del Padre, es quien lo ha revelado. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
 
 
PROFESIÓN DE FE
 
Se dice Credo. A las palabras: y por obra..., hay que arrodillarse.
 
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
 
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
 
 
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
 
Que sea aceptable ante ti, Señor, la oblación de la presente solemnidad, por la que llegó a nosotros tu benevolencia para nuestra perfecta reconciliación y nos fue concedido participar en plenitud del culto divino. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
PREFACIO
 
 CRISTO ES LUZ
 
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno. Porque gracias al misterio de la Palabra hecha carne, la luz de tu gloria brilló ante nuestros ojos con nuevo resplandor, para que, conociendo a Dios visiblemente, Él nos lleve al amor de lo invisible. Por eso, con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de su gloria:
Santo, Santo, Santo…
 
 
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 97, 3
 
Los confines de la tierra han contemplado la salvación que nos viene de Dios.
 
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
 
Concédenos, Dios misericordioso, que el Salvador del mundo, que hoy nos ha nacido, puesto que es el autor de nuestro nacimiento a la vida, también nos haga partícipes de su inmortalidad. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Puede u
tilizarse la fórmula de bendición solemne, p. 604 (599).

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20231225

 

En su poema "Misa sobre la tierra", el científico y teólogo, Pierre Teilhard de Chardin (1881-1955) medita sobre la presencia de la Palabra de Dios en el mundo espiritual y material. Estructurada en torno a las partes de la misa y escrita en su primera versión en un campo de batalla durante la Primera Guerra Mundial, esta obra ha sido apreciada por todos los Papas, desde Pablo VI hasta Francisco. Podría servir como una ayuda para meditar sobre la Navidad. ¿No es cierto que el niño nacido hoy mantiene todo lo que existe unido en sus manos? ¿No es cierto que hoy el universo entero alaba a Dios por descender a la Tierra? ¿No es cierto que el universo se sacraliza en cierto sentido gracias a la venida de Dios? A fin de cuentas, la Navidad es una fiesta universal.

EN COMUNIÓN CON LA TRADICIÓN VIVA DE LA IGLESIA 20231225

 


«Después dice la Escritura: Simeón los bendijo y dijo a María, su madre: Mira, éste está puesto para caída y levantamiento de muchos en Israel y para signo de contradicción. Y una espada atravesará tu alma para que se descubran los pensamientos de muchos corazones. Tenemos que meditar de qué modo el Salvador ha venido para caída y levantamiento de muchos, que da una explicación sencilla puede decir que ha venido para caída de los infieles y para resurrección de los fieles. Pero un exegeta concienzudo se da cuenta de que de ningún modo puede caer quien antes no ha estado en pie. Cítame, por lo tanto, a uno solo que estuviera de pie y para cuya ruina ha venido el Salvador Y lo mismo vale para el que ha resucitado, porque es evidente que resucita aquel que antes había caído. Hay que comprender, por lo tanto, que el Salvador no ha venido para ruina de unos y resurrección de otros, sino que ha venido para ruina y salvación de los mismos. He venido -dice- para un juicio, para que los que no ven vean y los que veían se vuelvan ciegos. En efecto, en nosotros hay algo que antes veía y después dejó de ver, y algo distinto que no veía y después comenzó a ver Por ejemplo, yo quiero ver con aquellos ojos con los que antes no veía y que después se me abrieron, porque tras ¡a desobediencia de Adán y Eva se les abrieron los ojos de los que hemos tratado en mi anterior sermón» (Orígenes [c. 185-c. 254]. Evangelio de Lucas. Homilía XVII, 1).

EN COMUNIÓN CON LA TRADICIÓN VIVA DE LA IGLESIA 20231224

 


«En el sexto mes del embarazo de Isabel el arcángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret... De nuevo doy vueltas a esto en mi mente y me pregunto por qué Dios, una vez que había decidido que el Salvador naciera de una virgen, no eligió una muchacha sin esposo, sino precisamente una que estaba ya desposada. Y, si no me engaño, el motivo fue éste: debía nacer de una virgen que no sólo tuviera esposo, sino que -como escribe Mateo- había sido ya entregada a un varón, aunque éste aún no la había conocido, a fin de que esta situación no diera pábulo al deshonor de la virgen cuando el embarazo fuera ostensible. Por eso, encuentro dicho de un modo elegante en la carta de un mártir -me refiero a Ignacio, el segundo obispo de Antioquia después de Pedro, quien en la persecución en Roma luchó contra las bestias-: "la virginidad de María permaneció oculta para el príncipe de este mundo". Permaneció oculta gracias a José, permaneció oculta gracias a los desposorios, permaneció oculta porque la gente creía que tenía esposo. Si no hubiera tenido un prometido, y uno que era tenido por su esposo, de ninguna manera podría haberse mantenido oculta ante el príncipe de este mundo. Pues inmediatamente se habría insinuado en el diablo la sospecha: "¿cómo es que esa está encinta sin haberse unido con un varón? Esta concepción debe de ser divina; debe de ser algo que está por encima de la naturaleza humana". Por el contrario, el Salvador había dispuesto que el diablo ignorara sus planes de redención y su encarnación corporal. Por eso ocultó su generación y más tarde ordenaba a los discípulos que no lo dieran a conocer públicamente» (Orígenes [c. 185-c. 254], Evangelio de Lucas VI, 3-4).

DOMINGO IV DE ADVIENTO Ciclo B Domingo 24 de diciembre 2023

 



 EL MISTERIO MANTENIDO EN SECRETO ES REVELADO PLENAMENTE
 
2 Sam 7, 1-5. 8-12. 14. 16; Sal 88; Rom 16, 25-27; Lc 1, 26-38
 
En la doxología (alabanza a Dios) que concluye la Carta a los romanos, el autor refiere al "misterio mantenido en secreto" (v. 25). Se trata de una idea que Pablo y sus seguidores derivan del judaísmo palestino y utilizan para denominar el plan divino: después de que la humanidad ha pecado, Dios no la abandonó, sino que diseñó un plan para ayudarla a volver a su amor y Pablo llama dicho plan un "misterio". Varios aspectos del misterio son revelados paulatinamente según la capacidad humana de recibirlos, como en nuestra primera lectura, cuando el Señor promete a David que “tu trono estará firme eternamente" (v. 16). Pero todo el misterio es revelado en nuestro Evangelio cuando el ángel Gabriel anuncia a la Virgen María que dará a luz a Jesús, descendiente de David, cuyo reino de salvación no tendrá fin.
 


ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Is 45, 8


Cielos, destilen el rocío; nubes, lluevan la salvación; que la tierra se abra y germine el salvador.

 
 
No se dice Gloria.
 
 
ORACIÓN COLECTA
 
Te pedimos, Señor, que infundas tu gracia en nuestros corazones, para que, habiendo conocido, por el anuncio del ángel, la encarnación de tu Hijo, lleguemos, por medio de su pasión y de su cruz, a la gloria de la resurrección. Por nuestro Señor Jesucristo...
 
 
LITURGIA DE LA PALABRA
 
PRIMERA LECTURA
 
El reino de David permanecerá para siempre en presencia del Señor.
 
Del segundo libro de Samuel: 7, 1-5. 8-12. 14.16
 
Tan pronto como el rey David se instaló en su palacio y el Señor le concedió descansar de todos los enemigos que lo rodeaban, el rey dijo al profeta Natán: "¿Te has dado cuenta de que yo vivo en una mansión de cedro, mientras el arca de Dios sigue alojada en una tienda de campaña?". Natán le respondió: ''Anda y haz todo lo que te dicte el corazón, porque el Señor está contigo".
Aquella misma noche habló el Señor a Natán y le dijo: "Ve y dile a mi siervo David que el Señor le manda decir esto: '¿Piensas que vas a ser tú el que me construya una casa, para que yo habite en ella? Yo te saqué de los apriscos y de andar tras las ovejas, para que fueras el jefe de mi pueblo, Israel. Yo estaré contigo en todo lo que emprendas, acabaré con tus enemigos y te haré tan famoso como los hombres más famosos de la tierra.
Le asignaré un lugar a mi pueblo, Israel; lo plantaré allí para que habite en su propia tierra. Vivirá tranquilo y sus enemigos ya no lo oprimirán más, como lo han venido haciendo desde los tiempos en que establecí jueces para gobernar a mi pueblo, Israel. Y a ti, David, te haré descansar de todos tus enemigos.
Además, yo, el Señor, te hago saber que te daré una dinastía; y cuando tus días se hayan cumplido y descanses para siempre con tus padres, engrandeceré a tu hijo, sangre de tu sangre, y consolidaré su reino. Yo seré para él un padre y él será para mí un hijo. Tu casa y tu reino permanecerán para siempre ante mí, y tu trono será estable eternamente' ".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
 
SALMO RESPONSORIAL
 
Del salmo 88, 2-3. 4-5. 27. 29.
R/. Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor.
 
Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor y daré a conocer que su fidelidad es eterna, pues el Señor ha dicho: "Mi amor es para siempre y mi lealtad, más firme que los cielos. R/.
Un juramento hice a David, mi servidor, una alianza pacté con mi elegido: 'Consolidaré tu dinastía para siempre y. afianzaré tu trono eternamente'. R/.
Él me podrá decir: 'Tú eres mi padre, el Dios que me protege y que me salva'. Yo jamás le retiraré mi amor, ni violaré el juramento que le hice". R/.
 
 
SEGUNDA LECTURA
 
Se ha revelado el misterio oculto durante siglos.
 
De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 16,25-27
 
Hermanos: A aquel que puede darles fuerzas para cumplir el Evangelio que yo he proclamado, predicando a Cristo, conforme a la revelación del misterio, mantenido en secreto durante siglos, y que ahora, en cumplimiento del designio eterno de Dios, ha quedado manifestado por las Sagradas Escrituras, para atraer a todas las naciones a la obediencia de la fe, al Dios único, infinitamente sabio, démosle gloria, por Jesucristo, para siempre. Amén. Palabra de Dios. T. Te alabamos, Señor.
 
 
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Lc 1 38
R/. Aleluya, aleluya.
 
Yo soy la esclava del Señor; cúmplase en mí lo que me has dicho. R/.
 
 
EVANGELIO
 
Concebirás y darás a luz un hijo.
 
Del santo Evangelio según san Lucas: 1,26-38
 
En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón de la estirpe de David, llamado José. La virgen se llamaba María.
Entró el ángel a donde ella estaba y le dijo: ''Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo". Al oír estas palabras, ella se preocupó mucho y se preguntaba qué querría decir semejante saludo.
El ángel le dijo: "No temas, María, porque has hallado gracia ante Dios. Vas a concebir y a dar a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús. El será grande y será llamado Hijo del Altísimo; el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, y él reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reinado no tendrá fin".
María le dijo entonces al ángel: "¿Cómo podrá ser esto, puesto que yo permanezco virgen?". El ángel le contestó: "El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso, el Santo, que va a nacer de ti, será llamado Hijo de Dios. Ahí tienes a tu parienta Isabel, que a pesar de su vejez, ha concebido un hijo y ya va en el sexto mes la que llamaban estéril, porque no hay nada imposible para Dios". María contestó: "Yo soy la esclava del Señor; cúmplase en mí lo que me has dicho". Y el ángel se retiró de su presencia. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
 
 
PROFESIÓN DE FE
 
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
 
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
 
  
PLEGARIA UNIVERSAL
 
Pidamos, hermanos, el auxilio del Señor, para que, apiadado del pobre y del oprimido, venga a salvar al mundo de sus males: Digamos confiadamente: R/. Ven Señor Jesús.
 
Para que todos los fieles se dispongan a recibir a Cristo como lo recibió María y como ella conserven sus palabras en el corazón, roguemos al Señor.
 
Para que aquellos hermanos nuestros que han abandonado las prácticas cristianas pero acudirán a la iglesia en las próximas fiestas de Navidad descubran la buena noticia del Evangelio, no como un rayo fugaz en la noche, sino como luz permanente que ilumina y alegra toda la vida, roguemos al Señor.
 
Para que las fiestas del nacimiento del Señor alejen las tinieblas de quienes viven sumergidos en dudas e incertidumbres y colmen los deseos de quienes se sienten descorazonados y tristes, roguemos al Señor.
 
Para que el nacimiento de Cristo nos ayude a renunciar a los deseos mundanos y a vivir sobria y honradamente, esperando la aparición definitiva del Señor, roguemos al Señor.
 
Dios de bondad y misericordia, que eliges a los humildes para llevar a término tus designios de salvación, escucha nuestras plegarias y concede a tu Iglesia los dones del Espíritu Santo, para que, a imitación de María, acoja a tu Hijo, el Verbo de vida, y se alegre como madre feliz de una descendencia santa e incorruptible. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
 
Que santifique, Señor, estos dones, colocados en tu altar, el mismo Espíritu que fecundó con su poder el seno de la bienaventurada Virgen María. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
PREFACIO
 
Las dos venidas de Cristo
 
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, nuestro Señor. El cual, al venir por vez primera en la humildad de nuestra carne, realizó el plan de redención trazado desde antiguo y nos abrió el camino de la salvación, para que cuando venga de nuevo, en la majestad de su gloria, revelando así la plenitud de su obra, podamos recibir los bienes prometidos que ahora, en vigilante espera, confiamos alcanzar. Por eso, con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de su gloria:
Santo, Santo, Santo...
 
 
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Is 7,14
 
Miren: la Virgen concebirá y dará a luz un hijo, a quien le pondrá el nombre de Emmanuel.
 
 
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
 
Habiendo recibido esta prenda de redención eterna, te rogamos, Dios todopoderoso, que, cuanto más se acerca el día de la festividad que nos trae la salvación, con tanto mayor fervor nos apresuremos a celebrar dignamente el misterio del nacimiento de tu Hijo. El, que vive y reina por los siglos de los siglos.
 


UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20231224


En nuestro tiempo, los secretos no se revelan lentamente. Al contrario, se revelan de golpe y dramáticamente. Los periodistas, por ejemplo, corren con rapidez compitiendo unos con otros para revelar los secretos políticos o económicos que han hallado de la forma más sorprendente y apresurada. Los medios sociales están llenos de individuos que proclaman sus secretos más personales y escandalosos de manera repentina y con un abandono total. Pero esta no es siempre la manera más adecuada para revelar secretos; al contrario, una revelación demasiado brusca e imprevista puede hacemos daño. A veces no tenemos la capacidad de recibir un secreto revelado tan violentamente. A veces tenemos que ser preparados lentamente para poder entender y apreciar un secreto. Por eso, Dios ha revelado su secreto de salvación no de manera súbita, sino en etapas y de acuerdo con el desarrollo espiritual de la humanidad. 

miércoles, 13 de diciembre de 2023

EN COMUNIÓN CON LA TRADICIÓN VIVA DE LA IGLESIA 20231217

 



«No dijo: Yo soy Juan; yo soy Elías; yo soy el Profeta. Pero ¿qué dijo? Me llamo esto: Voz del que clama en el desierto: Enderezad el camino para el Señor; yo soy esta misma profecía. Y quienes fueron enviados eran de entre los fariseos, esto es, de entre los príncipes de los judíos. E interrogaron y le dijeron: ¿Porqué, pues, bautizas, si no eres el Mesías ni Elías ni el Profeta? Parecía casi una osadía bautizar Como si dijesen: ¿A quién representas? Preguntamos si tú eres el Mesías: tú dices que tú no eres. Preguntamos si quizá eres su precursor, porque sabemos que antes de la llegada del Mesías va a venir Elías: niegas serlo. Preguntamos si acaso eres uno de los heraldos que vendrán con mucha antelación, esto es, un profeta, y si has recibido esta potestad: dices que tú tampoco eres profeta. Y Juan no era un profeta: era mayor que un profeta. El Señor dio de él tal testimonio: Salisteis al desierto a ver qué: ¿que el viento agita una caña? Sobreentiendes seguramente que no lo agitaba el viento, porque Juan no era esto, cual uno a quien moviera el viento: en efecto, a quien el viento mueve, sobre él sopla el espíritu seductor portadas partes. Pero ¿qué salisteis a ver? ¿Un hombre vestido con ropas delicadas? Por cierto, Juan se vestía con ropas bastas, esto es, una túnica hecha con pelo de camello. Quienes visten con ropas delicadas están en las casas de los reyes No salisteis, pues, a ver un hombre vestido con ropas delicadas. Pero ¿qué salisteis a ver? ¿Un profeta? También os digo: éste es mayor que un profeta, porque los profetas preanunciaron mucho antes a quien Juan mostraba presente» (San Agustín [354430]. Evangelio de san Juan, Tratado 4,7-8).

DOMINGO III DE ADVIENTO O Gaudete "O sapientia" * "¡Oh, sabiduría!" Domingo 17 de diciembre 2023


 


ENSANCHANDO LA VISIÓN


Is 61, 1-2. 10-11; Lc 1; 1 Tes 5,16-24; Jn 1,6-8.19-28
 
Las lecturas nos invitan a ensanchar nuestras perspectivas sobre la salvación. En su saludo final a los tesalonicenses (v. 23), Pablo nos invita a expandir nuestra atención más allá de nuestras almas a pensar en la salvación de toda nuestra humanidad, incluyendo nuestros espíritus y cuerpos, en una visión controversial y aparentemente tripartita del ser humano. En su testimonio sobre su vocación, el trito-Isaías nos invita a ensanchar nuestra visión más allá de lo antropológico y lo individual para ver que la salvación incluye "el suelo y sus brotes" y "todas las naciones" (v. 11). Finalmente, Juan Bautista nos invita en el Evangelio a ensanchar nuestra visión religiosa más allá de un literalismo como el de los judíos que esperaban el retorno literal de Elías, hacia una actitud más incluyente. La salvación ofrecida en el Mesías no conoce límites.
 
 
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Flp 4, 4. 5
 
Estén siempre alegres en el Señor, les repito, estén alegres. El Señor está cerca.
 
 
No se dice Gloria.
 
 
ORACIÓN COLECTA
 
Dios nuestro, que contemplas a tu pueblo esperando fervorosamente la fiesta del nacimiento de tu Hijo, concédenos poder alcanzar la dicha que nos trae la salvación y celebrarla siempre, con la solemnidad de nuestras ofrendas y con vivísima alegría. Por nuestro Señor Jesucristo...
 
 
LITURGIA DE LA PALABRA
 
PRIMERA LECTURA
 
Me alegro en el Señor con toda el alma.
 
Del libro del profeta Isaías: 61, 1-2.10-11
 
El espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido y me ha enviado para anunciar la buena nueva a los pobres, a curar a los de corazón quebrantado, a proclamar el perdón a los cautivos, la libertad a los prisioneros, y a pregonar el año de gracia del Señor.
Me alegro en el Señor con toda el alma y me lleno de júbilo en mi Dios, porque me revistió con vestiduras de salvación y me cubrió con un manto de justicia, como el novio que se pone la corona, como la novia que se adorna con sus joyas.
Así como la tierra echa sus brotes y el jardín hace germinar lo sembrado en él, así el Señor hará brotar la justicia y la alabanza ante todas las naciones. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
 
SALMO RESPONSORIAL
 
Lucas 1,46-48.49-50.53-54. R/.
Mi espíritu se alegra en Dios, mi salvador.
 
Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu se llena de júbilo en Dios, mi salvador, porque puso los ojos en la humildad de su esclava. R/.
 
Desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones, porque ha hecho en mí grandes cosas el que todo lo puede. Santo es su nombre, y su misericordia llega de generación en generación a los que lo temen. R/.
 
A los hambrientos los colmó de bienes y a los ricos los despidió sin nada. Acordándose de su misericordia, vino en ayuda de Israel, su siervo. R/.
 
 
SEGUNDA LECTURA
 
Conservémonos irreprochables en cuerpo y alma hasta la llegada del Señor.
 
De la primera carta del apóstol san Pablo a los tesalonicenses: 5, 16-24
 
Hermanos: Vivan siempre alegres, oren sin cesar, den gracias en toda ocasión, pues esto es lo que Dios quiere de ustedes en Cristo Jesús. No impidan la acción del Espíritu Santo, ni desprecien el don de profecía; pero sométanlo todo a prueba y quédense con lo bueno. Absténganse de toda clase de mal. Que el Dios de la paz los santifique a ustedes en todo y que todo su ser, espíritu, alma y cuerpo, se conserve irreprochable hasta la llegada de nuestro Señor Jesucristo. El que los ha llamado es fiel y cumplirá su promesa. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
 
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO 15 61, 1 (cit. en Lc 4, 18)
R/. Aleluya, aleluya.
 
El Espíritu del Señor está sobre mí. Me ha enviado para anunciar la buena nueva a los pobres. R/.
 
 
EVANGELIO
 
En medio de ustedes hay uno al que ustedes no conocen.
 
Del santo Evangelio según san Juan: 1, 6-8. 19-28
 
Hubo un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan. Este vino como testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él. Él no era la luz, sino testigo de la luz.
Éste es el testimonio que dio Juan el Bautista, cuando los judíos enviaron desde Jerusalén a unos sacerdotes y levitas para preguntarle: "¿Quién eres tú?".
Él reconoció y no negó quién era. Él afirmó: "Yo no soy el Mesías". De nuevo le preguntaron: "¿Quién eres, pues? ¿Eres Elías?". Él les respondió: "No lo soy". "¿Eres el profeta?". Respondió: "No". Le dijeron: "Entonces dinos quién eres, para poder llevar una respuesta a los que nos enviaron. ¿Qué dices de ti mismo?". Juan les contestó: "Yo soy la voz que grita en el desierto: 'Enderecen el camino del Señor', como anunció el profeta Isaías".
Los enviados, que pertenecían a la secta de los fariseos, le preguntaron: "Entonces ¿por qué bautizas, si no eres el Mesías, ni Elías, ni el profeta?". Juan les respondió: "Yo bautizo con agua, pero en medio de ustedes hay uno, al que ustedes no conocen, alguien que viene detrás de mí, a quien yo no soy digno de desatarle las correas de sus sandalias". Esto sucedió en Betania, en la otra orilla del Jordán, donde Juan bautizaba. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
 
 
PROFESIÓN DE FE
 
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
 
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
 
 
PLEGARIA UNIVERSAL
 
Confortados por el anuncio de la venida del Señor, oremos, hermanos, mientras esperamos confiadamente nuestra total liberación. Digamos confiadamente: R/. Ven Señor Jesús.
 
 Para que Dios visite a la santa Iglesia con su venida y la gobierne con su asistencia, roguemos al Señor.
 
Para que con la tutela divina nuestros tiempos sean tranquilos y nuestra vida feliz, roguemos al Señor.
  
Para que el Señor con su venida cure los dolores de los enfermos, dé paz y alegría a los que no la tienen y libre al mundo de todos los males, roguemos al Señor.
 
Para que quienes ahora recordamos con piedad la primera venida del Señor en la carne, merezcamos participar también con gozo en su gloriosa aparición al final de los tiempos, roguemos al Señor.
 
Señor Dios, Padre de los pobres y desamparados, que llamas a todos los hombres a participar de la paz y bienestar de tu reino, escucha nuestra oración, muéstranos tu bondad y danos un corazón puro y generoso para allanar el camino al Salvador. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
 
 
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
 
Que este sacrificio, Señor, que te ofrecemos con devoción, nunca deje de realizarse, para que cumpla el designio que encierra tan santo misterio y obre eficazmente en nosotros tu salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
PREFACIO
 
Cristo, Señor y Juez de la historia
 
En verdad es justo darte gracias, es nuestro deber cantar en tu honor himnos de bendición y de alabanza, Padre todopoderoso, principio y fin de todo lo creado. Tú nos has ocultado el día y la hora en que Cristo, tu Hijo. Señor y juez de la historia, aparecerá sobre las nubes del cielo, revestido de poder y de gloria. En aquel día terrible y glorioso pasará la figura de este mundo y nacerán los cielos nuevos y la tierra nueva. E] mismo Señor que entonces se nos mostrará lleno de gloria, viene ahora a nuestro encuentro en cada hombre y en cada acontecimiento, para que lo recibamos en la fe y por el amor demos testimonio de la espera dichosa de su Reino. Por eso, anhelando su venida gloriosa, unidos a los ángeles y a los santos, cantamos el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo. Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria. Hosanna en el cielo.
 
 
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Is 35, 4
 
Digan a los cobardes: "¡Ánimo, no teman!; miren a su Dios: viene en persona a salvarlos".
 
 
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
 
Imploramos, Señor, tu misericordia, para que estos divinos auxilios nos preparen, purificados de nuestros pecados, para celebrar las fiestas venideras. Por Jesucristo, nuestro Señor.