domingo, 27 de febrero de 2022

DOMINGO VIII DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo C Domingo 27 de febrero 2022

 


LA NECESIDAD DE LA AUTOCRÍTICA

Sir 27, 5-8; Sal 91; 1 Cor 15, 54-58; Lc 6, 39-45

 

A veces las dificultades y problemas no son tan terribles, pues nos ayudan a examinarnos y corregirnos. Es lo que sugieren las lecturas de este domingo. Ben Sira, por ejemplo, utiliza la imagen de los metales preciosos que deben ser cribados con el fin de explicar que hay momentos en que tenemos que ser probados por el fuego de los problemas vitales y examinar nuestro proceder para lograr crecer como seres humanos. En el Evangelio, Jesús avanza un paso más. No es sólo la vida humana que necesita obstáculos, problemas y autocrítica, sino también la fe cristiana. Mediante comparaciones que son llamativas y tal vez un poco cómicas, los ciegos guiando a los ciegos, Jesús nos exige reconocer que la autosatisfacción falsa y la falta de autocrítica son obstáculos graves a en la vida cristiana.

 

 

ANTÍFONA DE ENTRADA

 

El Señor es mi refugio, lo invoqué y me libró. Me salvó porque me ama.

 

 

GLORIA

 

Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo.

Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.

Amén.

 

 

ORACIÓN COLECTA

 

Concédenos, Señor, que tu poder pacificador dirija el curso de los acontecimientos del mundo y que tu Iglesia se regocije al poder servirte con tranquilidad.

Por nuestro Señor Jesucristo ...

 

 

LITURGIA DE LA PALABRA

 

PRIMERA LECTURA

 

No alabes a nadie antes de que hable.

 

Del libro del Eclesiástico (Sirácide): 27, 5-8

 

Al agitar el cernidor, aparecen las basuras; en la discusión aparecen los defectos del hombre. En el horno se prueba la vasija del alfarero; la prueba del hombre está en su razonamiento. El fruto muestra cómo ha sido el cultivo de un árbol; la palabra muestra la mentalidad del hombre.

Nunca alabes a nadie antes de que hable, porque esa es la prueba del hombre. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

 

 

SALMO RESPONSORIAL

 

Del salmo 91, 2-3. 13-14. 15-16.

R/. ¡Qué bueno es darte gracias, Señor!

 

¡Qué bueno es darte gracias, Dios altísimo, y celebrar tu nombre, pregonando tu amor cada mañana y tu fidelidad, ¡todas las noches! R/.

 

Los justos crecerán como las palmas, como los cedros en los altos montes; plantados en la casa del Señor, en medio de sus atrios darán flores. R/.

 

Seguirán dando fruto en su vejez, frondosos y lozanos como jóvenes, para anunciar que, en Dios, mi protector, ni maldad ni injusticia se conocen. R/.

 

 

SEGUNDA LECTURA

 

Nos ha dado la victoria por nuestro Señor Jesucristo.

 

De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 15, 54-58

 

Hermanos: Cuando nuestro ser corruptible y mortal se revista de incorruptibilidad e inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra de la Escritura: La muerte ha sido aniquilada por la victoria. ¿Dónde está, muerte, tu victoria? ¿Dónde está, muerte, tu aguijón? El aguijón de la muerte es el pecado y la fuerza del pecado es la ley. Gracias a Dios, que nos ha dado la victoria por nuestro Señor Jesucristo.

Así pues, hermanos míos muy amados, estén firmes y permanezcan constantes, trabajando siempre con fervor en la obra de Cristo, puesto que ustedes saben que sus fatigas no quedarán sin recompensa por parte del Señor. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

 

 

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO

R/. Aleluya, aleluya.

 

Iluminen al mundo con la luz del Evangelio reflejada en su vida. R/.

 

 

EVANGELIO

 

La boca habla de lo que está lleno el corazón.

 

Del santo Evangelio según san Lucas: 6, 39-45

 

En aquel tiempo, Jesús propuso a sus discípulos este ejemplo: "¿Puede acaso un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en un hoyo? El discípulo no es superior a su maestro; pero cuando termine su aprendizaje, será como su maestro.

¿Por qué ves la paja en el ojo de tu hermano y no la viga que llevas en el tuyo? ¿Cómo te atreves a decirle a tu hermano: '¿Déjame quitarte la paja que llevas en el ojo’, si no adviertes la viga que llevas en el tuyo? ¡Hipócrita! Saca primero la viga que llevas en tu ojo y entonces podrás ver, para sacar la paja del ojo de tu hermano.

No hay árbol bueno que produzca frutos malos, ni árbol malo que produzca frutos buenos. Cada árbol se conoce por sus frutos. No se recogen higos de las zarzas, ni se cortan uvas de los espinos.

El hombre bueno dice cosas buenas, porque el bien está en su corazón; y el hombre malo dice cosas malas, porque el mal está en su corazón, pues la boca habla de lo que está lleno el corazón". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

 

 

PROFESIÓN DE FE

 

CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO

 

Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.

Amén.

 

 

PLEGARIA UNIVERSAL

 

Invoquemos, queridos hermanos, a Dios Padre todopoderoso y pidámosle que venga en ayuda de su pueblo y lo socorra en sus necesidades:

 

Pidamos al Señor, presente en su Iglesia, que la vivifique y haga agradable a sus ojos, para que pueda alabarlo con los ángeles del cielo.

 

Oremos por los que tienen autoridad en el mundo: que su gobierno sea justo para la tranquilidad de la Iglesia y el bienestar de todos los pueblos.

 

Oremos por los que viven lejos de su hogar, por los que están de viaje y por los que se encuentran en peligro, para que Dios les envíe sus ángeles y los proteja de todo mal.

 

Oremos por el pueblo aquí reunido, para que el Señor perdone nuestras culpas, nos revele su luz y nos conceda proclamar con valentía el nombre de su Hijo.

 

Escucha, Señor, nuestras oraciones y haz que la palabra que resuena en tu Iglesia como fuente de sabiduría y norma de vida, nos ayude a comprender y amar a nuestros hermanos, para que nunca seamos jueces presuntuosos, sino portadores de bondad y de paz. Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

 

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

 

Señor Dios, que haces tuyas nuestras ofrendas, que tú mismo nos das para dedicarlas a tu nombre, concédenos que también nos alcancen la recompensa eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

 

PREFCIO

 

El Misterio de la salvación

 

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación darte gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo Señor nuestro. Quien, compadecido del extravío de los hombres, quiso nacer de la Virgen María; muriendo en la cruz, nos libró de la muerte eterna y, resucitando, nos dio vida eterna. Por eso, con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:

Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo,

Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.

Hosanna en el cielo.

Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo.

 

 

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN

 

Cantaré al Señor por el bien que me ha hecho, y entonaré un himno de alabanza al Dios Altísimo.

 

 

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

 

Alimentados por estos dones de salvación, suplicamos, Señor, tu misericordia, para que este sacramento que nos nutre en nuestra vida temporal nos haga partícipes de la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20220227

 

Gracias a los medios sociales, no nos falta la crítica. Si escribimos algo en Twitter o ponemos unas fotos en Facebook, podemos esperar que alguien se enoje, a veces por motivos desconocidos e incomprensibles, y derrame un torrente de críticas contra nosotros. Sin embargo, esa clase de crítica no nos ayuda. Probablemente nos tienta a ser defensivos y vengativos, contestando a los críticos con nuestras críticas. La autocrítica verdadera, en cambio, es algo distinto, pues es el examen sincero y honesto de nuestras vidas y el reconocimiento honesto y tranquilo de que no somos perfectos. En contraste con la crítica que encontramos en las redes sociales, la autocrítica es necesaria porque sólo gracias a ella podemos caminar adelante en la vida y en la fe. De lo contrario, seremos como los ciegos que caen en hoyos y no avanzan ni siquiera un poco.

domingo, 20 de febrero de 2022

DOMINGO VII DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO C Domingo 20 de febrero 2022

 



EL SERMON DE LA LLANURA
1 Sam 26,2. 7-9. 12-13. 22-23; Sal 102; 1 Cor 15, 45-49; Lc 6. 27-38
 
Las palabras de Jesús en el Evangelio de hoy, que forman parte del llamado Sermón de la Llanura, no son meramente unos consejos sabios para vivir mejor. Constituyen una propuesta con consecuencias revolucionarias. La propuesta de Jesús o, más que propuesta, el mandato a sus seguidores, es la búsqueda de la instauración de una sociedad nueva. Se trata de una sociedad construida sobre las bases de unas relaciones absolutamente contrarias a las establecidas hasta el presente, una sociedad que puede prescindir de su división por clases dominantes y a la cual se llega por la eliminación sistemática de las estructuras y sistemas que están a la raíz de la división clasista. Las armas para llegar a ello no son la violencia, la fuerza y la mentira, sino el amor, la bendición -empezando por los enemigos- y la oración.
 
 
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 12, 6
 
Confío, Señor, en tu misericordia. Se alegra mi corazón con tu auxilio; cantaré al Señor por el bien que me ha hecho.
 
 
GLORIA
 
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
 
 
ORACIÓN COLECTA
 
Concédenos, Señor, que la constante meditación de tus misterios nos impulse a decir y hacer siempre lo que sea de tu agrado. Por nuestro Señor Jesucristo ...
 
 
LITURGIA DE LA PALABRA
 
PRIMERA LECTURA
 
David no quiso atentar contra el ungido del Señor.
 
Del primer libro de Samuel: 26, 2. 7-9. 12-13. 22-23
 
En aquellos días, Saúl se puso en camino con tres mil soldados israelitas, bajó al desierto de Zif en persecución de David y acampó en Jakilá.
David y Abisay fueron de noche al campamento enemigo y encontraron a Saúl durmiendo entre los carros; su lanza estaba clavada en tierra, junto a su cabecera, y en torno a él dormían Abner y su ejército. Abisay dijo entonces a David: "Dios te está poniendo al enemigo al alcance de tu mano. Deja que lo clave ahora en tierra con un solo golpe de su misma lanza. No hará falta repetirlo". Pero David replicó: "No lo mates. ¿Quién puede atentar contra el ungido del Señor y quedar sin pecado?".
Entonces cogió David la lanza y el jarro de agua de la cabecera de Saúl y se marchó con Abisay. Nadie los vio, nadie se enteró y nadie despertó; todos siguieron durmiendo, porque el Señor les había enviado un sueño profundo.
David cruzó de nuevo el valle y se detuvo en lo alto del monte, a gran distancia del campamento de Saúl. Desde ahí gritó: "Rey Saúl, aquí está tu lanza, manda a alguno de tus criados a recogerla. El Señor le dará a cada uno según su justicia y su lealtad, pues él te puso hoy en mis manos, pero yo no quise atentar contra el ungido del Señor". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
 
SALMO RESPONSORIAL
 
Del salmo 102, 1-2. 3-4. 8 Y 10.
R/. El Señor es compasivo y misericordioso.
 
Bendice al Señor, alma mía, que todo mi ser bendiga su santo nombre. Bendice, al Señor, alma mía, y no te olvides de sus beneficios. R/.
 
El Señor perdona tus pecados y cura tus enfermedades; él rescata tu vida del sepulcro y te colma de amor y de ternura. R/.
 
El Señor es compasivo y misericordioso, lento para enojarse y generoso para perdonar. No nos trata como merecen nuestras culpas, ni nos paga según nuestros pecados. R/.
 
Como dista el oriente del ocaso, así aleja de nosotros nuestros delitos; como un padre es compasivo con sus hijos, así es compasivo el Señor con quien lo ama. R/.
 
 
SEGUNDA LECTURA
 
Fuimos semejantes al hombre terreno y seremos semejantes al hombre celestial
 
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 15,45-49
 
Hermanos: La Escritura dice que el primer hombre, Adán, fue un ser que tuvo vida; el último Adán es Espíritu que da la vida. Sin embargo, no existe primero lo vivificado por el Espíritu, sino lo puramente humano; lo vivificado por el Espíritu viene después.
El primer hombre, hecho de tierra, es terreno; el segundo viene del cielo. Como fue el hombre terreno, así son los hombres terrenos; como es el hombre celestial, así serán los celestiales. Y del mismo modo que fuimos semejantes al hombre terreno, seremos también semejantes al hombre celestial. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
 
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 13, 34
 
R/. Aleluya, aleluya.
 
Les doy un mandamiento nuevo, dice el Señor, que se amen los unos a los otros, como yo los he amado. R/.
 
 
EVANGELIO
 
Sean misericordiosos, como su Padre es misericordioso.
 
Del santo Evangelio según san Lucas: 6, 27-38
 
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los aborrecen, bendigan a quienes los maldicen y oren por quienes los difaman. Al que te golpee en una mejilla, preséntale la otra; al que te quite el manto, déjalo llevarse también la túnica. Al que te pida, dale; y al que se lleve lo tuyo, no se lo reclames.
Traten a los demás como quieran que los traten a ustedes; porque si aman sólo a los que los aman, ¿qué hacen de extraordinario? También los pecadores aman a quienes los aman. Si hacen el bien sólo a los que les hacen el bien, ¿qué tiene de extraordinario? Lo mismo hacen los pecadores. Si prestan solamente cuando esperan cobrar, ¿qué hacen de extraordinario? También los pecadores prestan a otros pecadores, con la intención de cobrárselo después.
Ustedes, en cambio, amen a sus enemigos, hagan el bien y presten sin esperar recompensa. Así tendrán un gran premio y serán hijos del Altísimo, porque él es bueno hasta con los malos y los ingratos.
Sean misericordiosos, como su Padre es misericordioso. No juzguen y no serán juzgados; no condenen y no serán condenados; perdonen y serán perdonados; den y se les dará: recibirán una medida buena, bien sacudida, apretada y rebosante en los pliegues de su túnica. Porque con la misma medida con que midan, serán medidos". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
 
 
PROFESIÓN DE FE
 
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
 
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
 
 
PLEGARIA UNIVERSAL
 
Invoquemos, hermanos, a Dios todopoderoso con una oración tan pura y humilde, que merezca obtener lo que pedimos:
 
Por la santa Iglesia, extendida de Oriente a Occidente: para que el Señor la mantenga firme y confiada en medio de las contrariedades y tentaciones del mundo, roguemos al Señor.
 
Por los que tiene autoridad en el mundo, para que bajo su gobierno podamos vivir en paz y concordia glorificando a Cristo, nuestra esperanza, roguemos al Señor.
 
Por los que nos desprecian por causa de nuestra fe y por los que persiguen a la Iglesia: para que el Señor les conceda encontrar la verdad, roguemos al Señor.
 
Por los que estamos aquí reunidos en el nombre del Señor y por aquellos por los que queremos orar, para que Dios nos conceda perseverar en la fe y nos reúna un día a todos en su reino, roguemos al Señor.
 
Padre clementísimo, que en Cristo nos has revelado tu amo gratuito y universal, escucha nuestras oraciones y danos un corazón nuevo, para que seamos capaces de amar a nuestros enemigos y de orar por los que nos injurian, tal como nos lo mandó tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos.
 
 
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
 
Al celebrar con la debida reverencia tus misterios, te rogamos, Señor, que los dones ofrecidos en honor de tu gloria nos sirvan para la salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
PREFACIO
 
Nuestra Humanidad salvada por la humanidad de Cristo
 
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios poderoso y eterno. Porque reconocemos como la obra de tu poder admirable no sólo haber socorrido nuestra débil naturaleza con la fuerza de tu divinidad, sino también el haber previsto el remedio de nuestra misma naturaleza mortal, y así con lo que fue la causa de nuestra ruina, con eso mismo nos diste la salvación, por Cristo, Señor nuestro. Por Él, los ángeles cantan con júbilo eterno y nosotros nos unimos a sus voces, cantando humildemente tu alabanza.
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.
 
 
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 9, 2-3
 
Proclamaré todas tus maravillas; me alegraré y exultaré contigo y entonaré salmos a tu nombre, Dios Altísimo.
 
 
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
 
Concédenos, Dios todopoderoso, que alcancemos aquel fruto celestial, cuyo adelanto acabamos de recibir mediante estos sacramentos. Por Jesucristo, nuestro Señor.

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20220220

La moral cristiana es una joya con muchas facetas. Una de ellas es la moral individual, que se focaliza en la vida de cada individuo, cómo vive el Evangelio, sus fuerzas y debilidades. Otra faceta es la moral ecológica, que dedica su esfuerzo a las relaciones entre los seres humanos con los demás seres vivos y con la Tierra. Otra faceta, igualmente hermosa, es la moral social, que examina nuestra actuación como sociedad y si estamos practicando la justicia, la virtud social por antonomasia. Claro que aún quedan otras muchas facetas. Tenemos que resistir la tendencia de focalizamos únicamente a la moral individual, como se solía hacer en el pasado. El Evangelio de hoy, con su enfoque en la moral social, es un ejemplo del hecho de que la moral individual es sólo una faceta de la gran joya que es nuestra vida moral.

 

domingo, 13 de febrero de 2022

DOMINGO VI DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo C Domingo 13 de febrero 2022

 


HAY QUE ELEGIR BIEN
 
Jer 17,5-8; Sal l; 1 Cor 15,12.16.20; Lc 6, 17. 20-26
 
Nuestra capacidad de elegir es un don de Dios, pero es un don que tenemos que ejercer cuidadosamente porque tiene consecuencias enormes. Así nos dicen nuestras lecturas. El salmo 1, por ejemplo, contrapone dos formas de ser y de proceder, entre las cuales hay que escoger: el camino de los justos y el de los malvados. El camino de los justos se centra en la ley, que es un caudal de agua perenne y confiere al ser humano una vitalidad como la de un vegetal que no se marchita. El camino de los malvados es "paja arrastrada por el viento" (v. 4), y conduce a la debilidad y a la muerte. En Lucas, encontramos lo mismo. Jesús une bienaventuranzas y malaventuranzas en un díptico esencial de dicha y desdicha, bien y mal del hombre. ¡Hay que saber escoger bien!
 
 
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 30, 3-4
 
Sírveme de defensa, Dios mío, de roca y fortaleza salvadoras; y pues eres mi baluarte y mi refugio, acompáñame y guíame.
 


GL0RIA
 
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
 
 
ORACIÓN COLECTA
 
Señor Dios, que prometiste poner tu morada en los corazones rectos y sinceros, concédenos, por tu gracia, vivir de tal manera que te dignes habitar en nosotros. Por nuestro Señor Jesucristo ...
 
LITURGIA DE LA PALABRA
 
Maldito el que confía en el hombre. Bendito el que confía en el Señor.
 
Del libro del profeta Jeremías: 17, 5-8
 
Esto dice el Señor: "Maldito el hombre que confía en el hombre, que en él pone su fuerza y aparta del Señor su corazón. Será como un cardo en la estepa, que nunca disfrutará de la lluvia. Vivirá en la aridez del desierto, en una tierra salobre e inhabitable.
Bendito el hombre que confía en el Señor y en él pone su esperanza. Será como un árbol plantado junto al agua, que hunde en la corriente sus raíces; cuando llegue el calor, no lo sentirá y sus hojas se conservarán siempre verdes; en año de sequía no se marchitará ni dejará de dar frutos". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
 
SALMO RESPONSORIAL
 
Del salmo 1,1-2.3.4 y6.
R/. Dichoso el hombre que confía en el Señor.
 
Dichoso aquel que no se guía por mundanos criterios, que no anda en malos pasos ni se burla del bueno, que ama la ley de Dios y se goza en cumplir sus mandamientos. R/.
Es como un árbol plantado junto al río, que da fruto a su tiempo y nunca se marchita. En todo tendrá éxito. R/.
En cambio, los malvados serán como la paja barrida por el viento. Porque el Señor protege el camino del justo y al malo sus caminos acaban por perderlo. R/.
 
 
SEGUNDA LECTURA
 
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 15, 12. 16-20
 
Hermanos: Si hemos predicado que Cristo resucitó de entre los muertos, ¿cómo es que algunos de ustedes andan diciendo que los muertos no resucitan? Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó.
Y si Cristo no resucitó, es vana la fe de ustedes; y por lo tanto, aún viven ustedes en pecado, y los que murieron en Cristo, perecieron. Si nuestra esperanza en Cristo se redujera tan sólo a las cosas de esta vida, seríamos los más infelices de todos los hombres. Pero no es así, porque Cristo resucitó, y resucitó como la primicia de todos los muertos. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
 
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Lc 6, 23
R/. Aleluya, aleluya.
 
Alégrense ese día y salten de gozo, porque su recompensa será grande en el cielo, dice el Señor. R/.
 
 
EVANGELIO
 
Dichosos los pobres. - ¡Ay de ustedes los ricos!
 
Del santo Evangelio según san Lucas: 6, 17. 20-26
 
En aquel tiempo, Jesús descendió del monte con sus discípulos y sus apóstoles y se detuvo en un llano.
Allí se encontraba mucha gente, que había venido tanto de Judea y de Jerusalén, como de la costa de Tiro y de Sidón.
Mirando entonces a sus discípulos, Jesús les dijo: "Dichosos ustedes los pobres, porque de ustedes es el Reino de Dios. Dichosos ustedes los que ahora tienen hambre, porque serán saciados. Dichosos ustedes los que lloran ahora, porque al fin reirán.
Dichosos serán ustedes cuando los hombres los aborrezcan y los expulsen de entre ellos, y cuando los insulten y maldigan por causa del Hijo del hombre. Alégrense ese día y salten de gozo, porque su recompensa será grande en el cielo. Pues así trataron sus padres a los profetas.
Pero, ¡ay de ustedes, los ricos, porque ya tienen ahora su consuelo! ¡Ay de ustedes, los que se hartan ahora, porque después tendrán hambre! ¡Ay de ustedes, los que ríen ahora, porque llorarán de pena! ¡Ay de ustedes, cuando todo el mundo los alabe, porque de ese modo trataron sus padres a los falsos profetas!". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
 
 
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
 
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
 
 
PLEGARIA UNIVERSAL
 
Imploremos, hermanos, al Dios de la misericordia y pidámosle su ayuda para poder invocar su nombre con sentimientos que le agraden: (R/. Escúchanos, Señor.)
 
Por la paz de todo el mundo, por la prosperidad de las santas Iglesias y por la unión de todos los hombres, roguemos al Señor.
 
Por nuestros gobernantes, para que bajo su dirección tengamos una vida feliz y pacífica, roguemos al Señor.
 
Por la conservación de la naturaleza, por la abundancia de las cosechas y por el progreso del mundo, roguemos al Señor.
 
Por nuestros familiares y amigos que han muerto en la esperanza de la resurrección, para que Dios les conceda el reposo eterno, roguemos al Señor.
 
Dios nuestro, que derribas a los poderosos del trono y a los humildes los colmas de bienes, escucha nuestras oraciones, atiende el clamor de los pobres y de los oprimidos, que se eleva a ti desde todas las regiones del mundo, rompe el yugo de la violencia y del egoísmo, que nos hace enemigos unos de otros, y haz que, acogiéndonos mutuamente como hermanos, seamos signos de una humanidad nueva reunida y unificada en el amor.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
 
Que esta ofrenda, Señor, nos purifique y nos renueve, y se convierta en causa de recompensa eterna para quienes cumplimos tu voluntad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
PREFACIO
 
El Misterio Pascual y el Pueblo de Dios
 
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación darte gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo Señor nuestro. Quien, por su Misterio Pascual, realizó la obra maravillosa de llamamos de la esclavitud del pecado y de la muerte al honor de ser estirpe elegida, sacerdocio real, nación consagrada, pueblo de tu propiedad, para que, trasladados por ti de las tinieblas a tu luz admirable, proclamemos ante el mundo tus maravillas. Por eso con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo.
 
 
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 77, 29-30
 
El Señor colmó el deseo de su pueblo; no lo defraudó. Comieron y quedaron satisfechos.
 
 
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
 
Saciados, Señor, por este manjar celestial, te rogamos que nos hagas anhelar siempre este mismo sustento por el cual verdaderamente vivimos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20220213

Desde el primer momento de nuestra existencia, tenemos muchos dones que nos vienen de nuestro Señor. Uno de los más importantes es nuestra libertad, nuestra capacidad de escoger. Pero no se trata simplemente de escoger entre dos alternativas superficiales, como si la libertad fuese simplemente una cuestión de decidir entre dos diferentes marcas de café instantáneo. Se trata, en contraste, de una libertad cuyo nivel más profundo es nada menos que la opción entre las dos alternativas más fundamentales de la existencia humana: a favor de, o en contra de Dios. Nuestras existencias pueden focalizarse en la vida, que es Dios, o en la muerte, que es la ausencia de Dios. Así, los teólogos hablan de una "opción fundamental" del ser humano. El Papa Juan Pablo II aceptó esta concepción en su encíclica sobre la moral cristiana. Veritatis splendor, nn. 65-70, con algunas clarificaciones importantes. 

sábado, 5 de febrero de 2022

DOMINGO V DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo C Domingo 6 de enero 2022



 EXPERIENCIAS MÍSTICAS

Is 6, 1-2. 3-8; Sal 137; I Cor 15, 1-11; Lc5, 1-11

 

Este domingo tenemos lecturas repletas de experiencias tan sobresalientes y llamativas de Dios en las cuales los personajes casi no pueden hablar. En el Evangelio, Pedro es testigo de un milagro de Jesús que él, siendo un pescador, no logra entender: ¿Cómo ha podido Jesús producir una pesca tan inmensa que llenó dos barcas hasta el punto de hundirse? Lo que, es más, es testigo de la presencia irresistible de Jesús mismo. Es tan intensa la experiencia de Pedro que tiene que confesarse un hombre pecador, dejar todo y seguir a Jesús. El profeta Isaías también experimenta la presencia de Dios que lo ilumina y purifica. La santidad de Dios le hace sentir dolorosamente una especie de pánico, su impureza humana. Parece que Isaías y Pedro han tenido experiencias místicas: se han acercado, cuanto es posible para los seres humanos, a Dios.

 

 

ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 94, 6-7

 

Entremos y adoremos de rodillas al Señor, creador nuestro, porque él es nuestro Dios.

 

 

GLORIA

 

Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo.

Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.

Amén.

 

 

ORACIÓN COLECTA

 

Te rogamos, Señor, que guardes con incesante amor a tu familia santa, que tiene puesto su apoyo sólo en tu gracia, para que halle siempre en tu protección su fortaleza. Por nuestro Señor Jesucristo ...

 

 

LITURGIA DE LA PALABRA

 

PRIMERA LECTURA

 

Aquí estoy, Señor, envíame.

 

Del libro del profeta Isaías: 6, 1-2. 3-8

 

El año de la muerte del rey Ozías, vi al Señor, sentado sobre un trono muy alto y magnífico. La orla de su manto llenaba el templo. Había dos serafines junto a él, con seis alas cada uno, que se gritaban el uno al otro: "Santo, santo, santo es el Señor, Dios de los ejércitos; su gloria llena toda la tierra".

Temblaban las puertas al clamor de su voz y el templo se llenaba de humo. Entonces exclamé: "¡Ay de mí!, estoy perdido, porque soy un hombre de labios impuros, que habito en medio de un pueblo de labios impuros, porque he visto con mis ojos al Rey y Señor de los ejércitos".

Después voló hacia mí uno de los serafines. Llevaba en la mano una brasa, que había tomado del altar con unas tenazas. Con la brasa me tocó la boca, diciéndome: "Mira: Esto ha tocado tus labios. Tu iniquidad ha sido quitada y tus pecados están perdonados".

Escuché entonces la voz del Señor que decía: "¿A quién enviaré? ¿Quién irá de parte mía?". Yo le respondí: "Aquí estoy, Señor, envíame".

Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

 

 

SALMO RESPONSORIAL

 

Del salmo 137, 1-2a. 2bc-3. 4-5. 7c-8.

R/. Cuando te invocamos, Señor, nos escuchaste.

 

De todo corazón te damos gracias, Señor, porque escuchaste nuestros ruegos. Te cantaremos delante de tus ángeles. Te adoraremos en tu templo. R/.

 

Señor, te damos gracias por tu lealtad y por tu amor: siempre que te invocamos nos oíste y nos llenaste de valor. R/.

 

Que todos los reyes de la tierra te reconozcan al escuchar tus prodigios. Que alaben tus caminos, porque tu gloria es inmensa. R/.

 

Tu mano, Señor, nos pondrá a salvo, y así concluirás en nosotros tu obra. Señor, tu amor perdura eternamente; obra tuya soy, no me abandones. R/.

 

 

SEGUNDA LECTURA

 

Esto es lo que hemos predicado y lo que ustedes han creído.

 

De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 15,1-11

 

Hermanos: Les recuerdo el Evangelio que yo les prediqué y que ustedes aceptaron y en el cual están firmes. Este Evangelio los salvará, si lo cumplen tal y como yo lo prediqué. De otro modo, habrán creído en vano.

Les transmití, ante todo, lo que yo mismo recibí: que Cristo murió por nuestros pecados, como dicen las Escrituras; que fue sepultado y que resucitó al tercer día, según estaba escrito; que se le apareció a Pedro y luego a los Doce; después se apareció a más de quinientos hermanos reunidos, la mayoría de los cuales vive aún y otros ya murieron. Más tarde se le apareció a Santiago y luego a todos los apóstoles.

Finalmente, se me apareció también a mí, que soy como un aborto. Porque yo perseguí a la Iglesia de Dios y por eso soy el último de los apóstoles e indigno de llamarme apóstol. Sin embargo, por la gracia de Dios, soy lo que soy, y su gracia no ha sido estéril en mí; al contrario, he trabajado más que todos ellos, aunque no he sido yo, sino la gracia de Dios, que está conmigo. De cualquier manera, sea yo, sean ellos, esto es lo que nosotros predicamos y esto mismo lo que ustedes han creído. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

 

 

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Mt 4, 19

R/. Aleluya, aleluya.

 

Síganme, dice el Señor, y yo los haré pescadores de hombres. R/.

 

 

EVANGELIO

 

Dejándolo todo, lo siguieron.

 

Del santo Evangelio según san Lucas: 5, 1-11

 

En aquel tiempo, Jesús estaba a orillas del lago de Genesaret y la gente se agolpaba en torno suyo para oír la palabra de Dios. Jesús vio dos barcas que estaban junto a la orilla. Los pescadores habían desembarcado y estaban lavando las redes.

Subió Jesús a una de las barcas, la de Simón, le pidió que la alejara un poco de tierra, y sentado en la barca, enseñaba a la multitud. Cuando acabó de hablar, dijo a Simón: "Lleva la barca mar adentro y echen sus redes para pescar". Simón replicó: "Maestro, hemos trabajado toda la noche y no hemos pescado nada; pero, confiado en tu palabra, echaré las redes". Así lo hizo y cogieron tal cantidad de pescados, que las redes se rompían. Entonces hicieron señas a sus compañeros, que estaban en la otra barca, para que vinieran a ayudarlos.

Vinieron ellos y llenaron tanto las dos barcas, que casi se hundían. Al ver esto, Simón Pedro se arrojó a los pies de Jesús y le dijo: "¡Apártate de mí, Señor, ¡porque soy un pecador!". Porque tanto él como sus compañeros estaban llenos de asombro al ver la pesca que habían conseguido. Lo mismo les pasaba a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Entonces Jesús le dijo a Simón: "No temas; desde ahora serás pescador de hombres". Luego llevaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, lo siguieron. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

 

 

PROFESIÓN DE FE

 

CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO

 

Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.

Amén.

 

 

PLEGARIA UNIVERSAL

 

Oremos, hermanos, al Padre del Unigénito, al Hijo del Dios eterno y al Espíritu, fuente de todo bien: (R/. Escúchanos, Señor.)

 

Para la Iglesia inmaculada del Dios verdadero, extendida por todo el mundo, pidamos la plena riqueza del amor de Dios, roguemos al Señor.

 

Para los que gobiernan los pueblos y tienen en su mano el destino de los hombres, pidamos el espíritu de justicia y el deseo de servir con dedicación a sus súbditos, roguemos al Señor.

 

Por los débiles que se ven oprimidos y por los justos que sufren persecución, oremos a Jesús el Salvador.

 

Para nosotros mismos, pidamos al Señor un temor filial, un amor ferviente, una vida feliz y una santa y buena muerte, roguemos al Señor.

 

Dios nuestro, de grandeza infinita, que has confiado a nuestros labios impuros y a nuestras fuerzas débiles la misión de proclamar el Evangelio, escucha las oraciones de tu familia y susténtanos con tu Espíritu, para que tu palabra sea acogida por los hombres con corazón generoso y abierto y dé fruto abundante en todo el mundo.

Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

 

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

 

Señor Dios nuestro, que has creado los frutos de la tierra sobre todo para ayuda de nuestra fragilidad, concédenos que también se conviertan para nosotros en sacramento de eternidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

 

PREFACIO

 

Nuestra Humanidad salvada por la humanidad de Cristo

 

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios poderoso y eterno. Porque reconocemos como la obra de tu poder admirable no sólo haber socorrido nuestra débil naturaleza con la fuerza de tu divinidad, sino también el haber previsto el remedio de nuestra misma naturaleza mortal, y así con lo que fue la causa de nuestra ruina, con eso mismo nos diste la salvación, por Cristo, Señor nuestro. Por Él, los ángeles cantan con júbilo eterno y nosotros nos unimos a sus voces, cantando humildemente tu alabanza

Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.

 

 

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 106, 8-9

 

Demos gracias al Señor por su misericordia, por las maravillas que hace en favor de su pueblo; porque da de beber al que tiene sed y les da de comer a los hambrientos.

 

 

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

 

Señor Dios, que quisiste hacernos participar de un mismo pan y un mismo cáliz, concédenos vivir de tal manera, que, hechos uno en Cristo, demos frutos con alegría para la salvación del mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor.