UNA LIGA QUE SE ESTIRA
Ez 18,25-28; Flp 2, 1-11; Mt 21, 28-32
En torno de la órbita del perdón y la compasión
giran estas dos lecturas. Por un lado, el profeta Ezequiel responde a los
cuestionamientos de la generación que enfrentó el exilio en Babilonia;
generación que se tenía por inocente y se quejaba de maltrato por parte de
Dios. En la óptica de la responsabilidad personal, justo y malvado reciben
premio o castigo según el caso, en esta vida. En la perspectiva del Evangelio
resplandece la pedagogía de la paciencia divina. La breve parábola evangélica
muestra un par de hijos que en el nivel del discurso muestran una respuesta y
en el terreno de los hechos manifiestan la contraria. Lo que cuentan son los
hechos y no las palabras. Con este breve relato Jesús amonesta a quienes no
paramos de mencionar el nombre de Dios y terminamos viviendo como ateos
prácticos.
ANTÍFONA DE ENTRADA Dn 3, 31. 29. 30. 43. 42
Todo lo que hiciste con nosotros, Señor, es
verdaderamente justo, porque hemos pecado contra ti y hemos desobedecido tus
mandatos; pero haz honor a tu nombre y trátanos conforme a tu inmensa
misericordia.
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a
quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te
adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios
Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que
quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del
mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre,
ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú
Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que manifiestas tu poder de una manera
admirable sobre todo cuando perdonas y ejerces tu misericordia, multiplica tu
gracia sobre nosotros, para que, apresurándonos hacia lo que nos prometes, nos
hagas partícipes de los bienes celestiales. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Cuando el pecador se arrepiente, salva su vida.
Del libro del profeta Ezequiel: 18, 25-28
Esto dice el Señor: "Si ustedes dicen: 'No es
justo el proceder del Señor', escucha, casa de Israel: ¿Conque es injusto mi
proceder? ¿No es más bien el proceder de ustedes el injusto? Cuando el justo se
aparta de su justicia, comete la maldad y muere; muere por la maldad que
cometió. Cuando el pecador se arrepiente del mal que hizo y practica la rectitud
y la justicia, él mismo salva su vida. Si recapacita y se aparta de los delitos
cometidos, ciertamente vivirá y no morirá". Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 24, 4bc-5. 6-7. 8-9.
R/. Descúbrenos, Señor, tus caminos.
Descúbrenos, Señor, tus caminos, guíanos con la
verdad de tu doctrina. Tú eres nuestro Dios y salvador y tenemos en ti nuestra
esperanza. R/.
Acuérdate, Señor, que son eternos tu amor y tu
ternura. Según ese amor y esa ternura, acuérdate de nosotros. R/.
Porque el Señor es recto y bondadoso indica a los
pecadores el sendero, guía por la senda recta a los humildes y descubre a los
pobres sus caminos. R/.
SEGUNDA LECTURA
Tengan los mismos sentimientos que tuvo Cristo
Jesús.
De la carta del apóstol san Pablo a los filipenses:
2, 1-11
Hermanos: Si alguna fuerza tiene una advertencia en
nombre de Cristo, si de algo sirve una exhortación nacida del amor, si nos une
el mismo Espíritu y si ustedes me profesan un afecto entrañable, llénenme de
alegría teniendo todos una misma manera de pensar, un mismo amor, unas mismas
aspiraciones y una sola alma.
Nada hagan por espíritu de rivalidad ni presunción;
antes bien, por humildad, cada uno considere a los demás como superiores a sí
mismo y no busque su propio interés, sino el del prójimo. Tengan los mismos
sentimientos que tuvo Cristo Jesús.
Cristo, siendo Dios, no consideró que debía
aferrarse a las prerrogativas de su condición divina, sino que, por el
contrario, se anonadó a sí mismo, tomando la condición de siervo, y se hizo
semejante a los hombres. Así, hecho uno de ellos, se humilló a sí mismo y por
obediencia aceptó incluso la muerte, y una muerte de cruz.
Por eso Dios lo exaltó sobre todas las cosas y le
otorgó el nombre que está sobre todo nombre, para que, al nombre de Jesús,
todos doblen la rodilla en el cielo, en la tierra y en los abismos. y todos
reconozcan públicamente que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 10, 27
R/. Aleluya, aleluya.
Mis ovejas escuchan mi voz, dice el Señor; yo las
conozco y ellas me siguen. R/.
EVANGELIO
El segundo hijo se arrepintió y fue. - Los
publicanos y las prostitutas se les han adelantado en el Reino de Dios.
Del santo Evangelio según san Mateo: 21, 28-32
En aquel tiempo, Jesús dijo a los sumos sacerdotes
y a los ancianos del pueblo: "¿Qué opinan de esto? Un hombre que tenía dos
hijos fue a ver al primero y le ordenó: 'Hijo, ve a trabajar hoy en la viña'.
Él le contestó: 'Ya voy, señor', pero no fue. El padre se dirigió al segundo y
le dijo lo mismo. Éste le respondió: 'No quiero ir', pero se arrepintió y fue.
¿Cuál de los dos hizo la voluntad del padre?". Ellos le respondieron:
"El segundo".
Entonces Jesús les dijo: "Yo les aseguro que
los publicanos y las prostitutas se les han adelantado en el camino del Reino
de Dios. Porque vino a ustedes Juan, predicó el camino de la justicia y no le
creyeron; en cambio, los publicanos y las prostitutas sí le creyeron; ustedes,
ni siquiera después de haber visto, se han arrepentido ni han creído en
él". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
PROFESIÓN DE FE
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador
del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo
Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los
siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado,
no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por
nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del
Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra
causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y
resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado
a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y
muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de
vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una
misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que
es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el
perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del
mundo futuro.
Amén.
PLEGARIA UNIVERSAL
Oremos, hermanos, por todos los hombres y por todas
sus necesidades, para que a nadie falte nunca la ayuda de nuestra caridad y
digamos: Te rogamos, Señor. (R/. Te rogamos, Señor.)
Para que el Señor vivifique su Iglesia y le conceda
santos y numerosos ministros que iluminen y santifiquen a los fieles, roguemos
al Señor.
Para que Dios conceda a los gobernantes el deseo de
ser justos e infunda en los responsables de los pueblos el sentido de la unidad
de la familia humana, roguemos al Señor.
Para que los que buscan a Dios sinceramente
encuentren la verdad que desean y, habiéndola encontrado, descansen
contemplándola, roguemos al Señor.
Para que el Señor perdone nuestras culpas, no
permita que recaigamos en el pecado y nos libre de una muerte imprevista,
roguemos al Señor.
Dios nuestro, siempre dispuesto a acoger a los
publicanos y pecadores que se convierten y se proponen actuar con justicia y
con bondad, escucha las oraciones de tu pueblo y danos un sincero espíritu de
penitencia, para que, teniendo los sentimientos propios de Cristo, podamos
alcanzar la paz y el perdón. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Dios misericordioso, que nuestra
ofrenda te sea aceptable y que por ella quede abierta para nosotros la fuente
de toda bendición. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
El Misterio Pascual y el Pueblo de Dios
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y
fuente de salvación darte gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo Señor nuestro. Quien, por
su Misterio Pascual, realizó la obra maravillosa de llamamos de la esclavitud
del pecado y de la muerte al honor de ser estirpe elegida, sacerdocio real,
nación consagrada, pueblo de tu propiedad, para que, trasladados por ti de las
tinieblas a tu luz admirable, proclamemos ante el mundo tus maravillas. Por eso
con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos
sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna
en el cielo.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 118, 49-50
Recuerda, Señor, la promesa que le hiciste a tu
siervo, ella me infunde esperanza y consuelo en mi dolor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN.- Que este misterio
celestial renueve, Señor, nuestro cuerpo y nuestro espíritu, para que seamos
coherederos en la gloria de aquel cuya muerte, al anunciarla, la hemos
compartido. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.