jueves, 17 de noviembre de 2011

El mejor día es hoy


El poder de la gratitud


 Expresar gratitud por los milagros en tu mundo es una de las mejores formas de convertir cada momento de tu vida en algo especial. Cuando tienes gratitud en tu corazón descubrirás una mayor disposición de dar a otros para que ellos también experimenten el gozo que tú sientes. Descubrirás que deseas contribuir a las necesidades y deseos de otros sin tener ninguna expectativa de reconocimiento.

La gratitud es una fuerza tangible, entre más la sientes, encontrarás más razones para demostrarla. La gratitud es una fuerza milagrosa, es como un imán mágico, que atrae mucho más de lo que ya has recibido. Es como una energía viviente, que limpia tu camino para que te conviertas en mucho más de lo que ya eres.

La gratitud es una amorosa reacción emocional que sale de uno cuando es confrontado con el maravilloso designio de la vida. Sin una continua afirmación y oración, agradecimiento y apreciación, nuestra mente se aburre, y nuestro corazón se apaga. Nos retiramos del mundo y nos resignamos a luchar solos. La gratitud nos ayuda a sobrellevar las dificultades, el dolor y la soledad. 

Es imposible sentir preocupación, ira, depresión o cualquier emoción negativa cuando tenemos una actitud genuina de gratitud. Un bello día soleado y un oscuro día de tormenta no pueden ocurrir al mismo tiempo. De la misma forma, practicar la gratitud nos aleja de pensamientos de temor y nos acerca a la verdad, destruyendo toda negatividad, dolor y sufrimiento. Cada nuevo día nos ofrece una razón para estar agradecidos y necesitamos buscar esos momentos especiales y recordarlos. La buena salud, la habilidad de ayudar a otros, el apoyo de buenos amigos, todas estas cosas son razones para estar agradecidos.

Cuando la gratitud se convierte en una forma de vida, el éxito, la felicidad y la salud la acompañan. Tan pronto sentimos gratitud, todo cambia a nuestro alrededor. La gratitud transforma cualquier situación donde previamente sentíamos tristeza y dolor y hace que comencemos a sentir gozo y alivio. La misma situación es transformada inmediatamente cuando la vemos con un corazón lleno de gratitud.

¿Cómo se practica la gratitud?

Puedes practicar la gratitud con cada palabra, cada pensamiento, cada gesto. Aun cuando tengas muchas necesidades y deseos, pregúntate por qué debes estar agradecido. Encuentra las cosas en tu vida por las que sientes gratitud, aun las más insignificantes. Pronto te sentirás automáticamente feliz. Piensa en la abundancia que tienes en la vida en vez de en lo que no tienes

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jueves, 3 de noviembre de 2011

La Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María




Festividad el 8 de Diciembre 

La causa de la preservación de María de toda mancha de pecado original es la redención del mundo. Por eso desde el primer momento de su existencia en el seno de su madre, la Virgen María ya estaba designada por Dios como la “segunda Eva”, que por los méritos de su propio Hijo debía vencer totalmente a la serpiente (Gén 3, 15) y, junto con Cristo, el “segundo Adán”, preparar la victoria definitiva sobre todas las fuerzas que habían pervertido y manchado la creación de Dios. María es pues el instrumento para hacer llegar el Salvador al mundo. Y ella es ya así la primera criatura redimida por su divino hijo, según el mensaje del arcángel San Gabriel  “Alégrate, llena de gracia”(Lc 1, 28). Esta plenitud de gracia también es expresada por su prima Santa Isabel cuando exclama: ”bendita tu entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre” (Lc 1, 42). Y la Virgen lo sabía y en su humildad lo proclamó en su cántico del “Magnificat” (Lc1, 46-55).

El Concilio de Efeso, en el año 431, proclamó la divina maternidad de María.
En el año  1439, el Concilio de Basilea, publicó una resolución unánime a favor de la Inmaculada Concepción.
En 1854 el Papa Pío IX, en la bula Ineffabilis Deus definió solemnemente la doctrina de la Inmaculada Concepción como dogma de fe católico, y la Virgen reconoció este título en Lourdes cuando dijo: “Yo soy la Inmaculada Concepción”.

La solemnidad de hoy nos invita a pedir a Dios la purificación de su Iglesia y el perdón de nuestros pecados. Y a la vez el compromiso de llevar una vida santa, ya que todos --como María-- hemos sido llamados a la santidad. 

Epifanía del Señor




Epifanía significa “manifestación”. Jesús se da a conocer. Aunque Jesús se dio a conocer en diferentes momentos a diferentes personas, la Iglesia celebra como epifanías tres eventos:
·         Su Epifanía ante los Reyes Magos (Mt 2, 1-12)
·         Su Epifanía a San Juan Bautista en el Jordán
·         Su Epifanía a Sus discípulos y comienzo de Su vida pública con el milagro en Caná.
La Epifanía que más celebramos en la temporada de Navidad es la primera. Los tres reyes:
·         Melchor, tradicionalmente un anciano blanco con barbas, trae como regalo oro que representa la realeza de Cristo.
·         Gaspar, joven, de piel morena, trae incienso, representando la divinidad de Cristo.
·         Baltazar, de raza negra, ofrece al Niño Dios mirra, representando el sufrimiento y la muerte del Señor.
Sus nombres no aparecen en la Biblia, pero si nos dice que vienen de oriente. Jesús vino por todos, no solo los judíos. Los tres reyes representan las razas de la Humanidad.

EL DOMINGO DE RAMOS ES MÁS QUE UNA PALMA BENDITA.



Resulta impresionante constatar que durante el Domingo de Ramos haya una participación multitudinaria de todos los fieles católicos. Millones de personas en todo el mundo acuden a las Iglesias para participar de la celebración de este gran día con mucha fe y devoción. En nuestro país es muy común que la gente lleve su palmita, arreglada muy estéticamente, a bendecir a la parroquia o capilla para luego colocarla detrás de la puerta, o en un lugar estratégico a fin de protegerse contra los desastres, los malos espíritus y otras calamidades.
Si nos ponemos a reflexionar sobre el significado de la palma bendita, podremos descubrir el sentido profundo que tiene el Domingo de Ramos. Antiguamente, los vencedores de batallas y combates eran recibidos con palmas y laureles, en señal de júbilo por su victoria.
            En esta misma forma una gran muchedumbre recibió en la entrada de  Jerusalén a Jesús, quien iba montado en un burrito, acompañado por sus discípulos. Aquel gentío, lleno de júbilo por la llegada de ese hombre que consideraban el Mesías, es decir, el libertador del pueblo judío ante la dominación de los romanos, no dejaba de gritar: ¡Hosana al Hijo de David!, ¡bendito el que viene en nombre del Señor!, ¡hosana en el cielo! Y querían proclamar a Jesús como rey.
Sin embargo, Jesús, que se dirigía a Jerusalén para culminar su misión salvífica, tenía muy en claro que marchaba a la victoria total, al éxito definitivo, pero por un camino muy distinto al que la gente buscaba. Llegaba a esta ciudad, no para ser coronado rey, ni tampoco para dar muestras de su poder, ni mucho menos para sublevar a la multitud frente al poder opresor, sino para entregar su vida por la salvación de todos los hombres, padeciendo el tormento de la cruz, siendo rechazado, olvidado y humillado, cargando con el peso de todas nuestras culpas, en total y radical obediencia al Padre, confiando plenamente  que El no lo abandonaría al poder de la muerte. Y en efecto, al tercer día resucitó, venciendo a la muerte y al pecado.
En conclusión, las palmas benditas nos sirven, no tanto para utilizarlas como un amuleto, sino para aclamar a Jesucristocomo nuestro Rey y Salvador, que aceptó pasar por el suplicio de la cruz para darnos la vida eterna. Nos recuerdan, por otro lado, que también nosotros debemos tomar nuestra cruz de cada día y seguirle fielmente, para poder recibir el premio de la gloria en el Reino de su Amor.
Pbro. Victor J. Núñez R.


EL BAUTISMO DEL SEÑOR

                                          
En esta festividad recordamos el bautismo de Jesús por Juan el Bautista en aguas del Jordán, el bautismo de el cordero de Dios, el que quita los pecados del mundo, el bautismo de ese es aquel que ha de bautizar con el Espíritu Santo, el bautismo de el Hijo de Dios, en quien el Padre se complace.
Aún sin tener pecado, Jesús quiere someterse al bautismo de Juan en el que reconoce una etapa exigida por Dios, preparación última de la era mesiánica, y satisfacer así a la obra de Dios, que preside el plan de la salvación.

Con la  fiesta del bautismo del Señor, termina el ciclo festivo de Navidad por lo que después de la última misa vespertina se retiran del templo todos los adornos festivos y también la imagen del Niño Jesús. Esto es que al día siguiente de esta fiesta, todo deberá volver a su ambiente habitual.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Actividades especiales por el día de los fieles difuntos, en la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús




Acapulco Gro. 2 de Noviembre día de los fieles difuntos.

El arzobispo de Acapulco Carlos Garfias Merlos, presidió hoy a las 12.15 hs. en la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús ubicada en el fraccionamiento Costa Azul, una celebración eucarística especial en rogación por las personas que han muerto a causa de la delincuencia organizada y por la paz para el mundo.

En ceremonia concelebrada con el párroco Álvaro Sánchez Quevedo y el vicario  Eduardo Mercado Hernández, Garfias Merlos convocó a entender en el sentido de la espiritualidad, que “Dios se hace presente a través de las causas humanas”, aun en medio del clima de violencia e inseguridad, “quienes han sido llamados aún a través de esa manera violenta a presentarse delante de Dios se encuentran ya en su presencia”.

Durante su homilía el Arzobispo de Acapulco expresó que después de la perdida de algún familiar o algún ser querido, aún a costa de la violencia, es más importante la respuesta comprometida a favor de la vida que tengamos a Dios, que el sentido de “desquite” que pueda generarse en contra de quien cometió el crimen.
Garfias Merlos afirmó que el gran desafío que tenemos como iglesia, como comunidad y como sociedad es encontrar en la espiritualidad el alimento ante las situaciones de violencia, agresión e inseguridad.

Previo a la homilía de monseñor,  ante unas 200 personas reunidas en la parroquia, el vicario dio lectura al evangelio según San Mateo donde Jesús habla de la toma de posesión del Reino preparado desde la creación del mundo para todos aquellos que atienden al prójimo en sus necesidades básicas, y que para aquellos que no vieron por él “Yo les aseguro que cuanto no hicieron con uno de aquellos más insignificantes, tampoco lo hicieron conmigo”.

Desde el arribo de los feligreses al templo, se les recibió con una flor para que en el momento oportuno fuera intercambiada entre ellos mismos como un signo de paz. Así mismo se les entregó la oración de la paz que fue rezada al final de la misa.

Por la tarde, en atrio del templo se rezó el Santo Rosario por la paz de nuestra ciudad, nuestro estado, en todo nuestro país y en el mundo entero, donde participaron todos los grupos y movimientos parroquiales.