martes, 28 de enero de 2025

DOMINGO IV DEL TIEMPO ORDINARIO PRESENTACIÓN DEL SEÑOR Domingo 2 de enero 2025




DOMINGO IV DEL TIEMPO ORDINARIO
PRESENTACIÓN DEL SEÑOR
 
Domingo 2 de enero 2025
 
Los orientales llaman a esta fiesta Hipapante-El Encuentro. El Señor, niño, es presentado en el Templo. Simeón y Ana, movidos por el Espíritu Santo, dan testimonio de lo que es Cristo. Simeón dice que será Luz de los pueblos; por eso las candelas. Hoy se clausuran las solemnidades de la Manifestación o Epifanía del
Señor.
 
 
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 47, 10-11
 
Meditamos, Señor, los dones de tu amor, en medio de tu templo. Tu alabanza llega hasta los confines de la tierra como tu fama. Tu diestra está llena de justicia.
 
 
GLORIA
 
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
 
 
ORACIÓN COLECTA
 
Dios todopoderoso y eterno, suplicamos humildemente a tu majestad que así como en este día fue presentado al templo tu Unigénito en su realidad humana como la nuestra, así nos concedas, con el espíritu purificado, ser presentados ante ti. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
 
 
PRIMERA LECTURA
 
[Entrará en el santuario el Señor, a quien ustedes buscan.]
 
Del libro del profeta Malaquías 3, 1-4
 
Esto dice el Señor: “He aquí que yo envío a mi mensajero. Él preparará el camino delante de mí. De improviso entrará en el santuario el Señor, a quien ustedes buscan, el mensajero de la alianza a quien ustedes desean. Miren: Ya va entrando, dice el Señor de los ejércitos.
¿Quién podrá soportar el día de su venida? ¿Quién quedará en pie cuando aparezca? Será como fuego de fundición, como la lejía de los lavanderos. Se sentará como un fundidor que refina la plata; como a la plata y al oro, refinará a los hijos de Leví y así podrán ellos ofrecer, como es debido, las ofrendas al Señor.
Entonces agradará al Señor la ofrenda de Judá y de Jerusalén, como en los días pasados, como en los años antiguos”.
Palabra de Dios.
 
 
SALMO RESPONSORIAL del salmo 23
 
R. El Señor es el rey de la gloria.
 
¡Puertas, ábranse de par en par; agrándense, portones eternos, porque va a entrar el rey de la gloria! R.
 
¿Y quién es el rey de la gloria? Es el Señor, fuerte y poderoso, el Señor, poderoso en la batalla. R.
 
¡Puertas, ábranse de par en par, agrándense, portones eternos, porque va a entrar el rey de la gloria! R.
 
Y ¿quién es el rey de la gloria? El Señor, Dios de los ejércitos, es el rey de la gloria. R.
 
 
SEGUNDA LECTURA
 
[Tenía que asemejarse en todo a sus hermanos.]
 
De la carta a los hebreos 2, 14-18
 
Hermanos: Todos los hijos de una familia tienen la misma sangre; por eso, Jesús quiso ser de nuestra misma sangre, para destruir con su muerte al diablo, que mediante la muerte, dominaba a los hombres, y para liberar a aquellos que, por temor a la muerte, vivían como esclavos toda su vida.
Pues como bien saben, Jesús no vino a ayudar a los ángeles, sino a los descendientes de Abraham; por eso tuvo que hacerse semejante a sus hermanos en todo, a fin de llegar a ser sumo sacerdote, misericordioso con ellos y fiel en las relaciones que median entre Dios y los hombres, y expiar así los pecados del pueblo. Como él mismo fue probado por medio del sufrimiento, puede ahora ayudar a los que están sometidos a la prueba.
Palabra de Dios.
 
 
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Lc 2, 32
 
R. Aleluya, aleluya.
 
Cristo es la luz que alumbra a las naciones y la gloria de tu pueblo, Israel. R. Aleluya.
 
 
EVANGELIO
 
[Mis ojos han visto al Salvador.]
 
Del santo Evangelio según san Lucas 2, 22-40
 
Transcurrido el tiempo de la purificación de María, según la ley de Moisés, ella y José llevaron al niño a Jerusalén para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley: Todo primogénito varón será consagrado al Señor, y también para ofrecer, como dice la ley, un par de tórtolas o dos pichones.
Vivía en Jerusalén un hombre llamado Simeón, varón justo y temeroso de Dios, que aguardaba el consuelo de Israel; en él moraba el Espíritu Santo, el cual le había revelado que no moriría sin haber visto antes al Mesías del Señor. Movido por el Espíritu, fue al templo, y cuando José y María entraban con el niño Jesús para cumplir con lo prescrito por la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios, diciendo:
“Señor, ya puedes dejar morir en paz a tu siervo, según lo que me habías prometido, porque mis ojos han visto a tu Salvador, al que has preparado para bien de todos los pueblos; luz que alumbra a las naciones y gloria de tu pueblo, Israel”.
El padre y la madre del niño estaban admirados de semejantes palabras. Simeón los bendijo, y a María, la madre de Jesús, le anunció: “Este niño ha sido puesto para ruina y resurgimiento de muchos en Israel, como signo que provocará contradicción,
para que queden al descubierto los pensamientos de todos los corazones. Y a ti, una espada te atravesará el alma”.
Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Era una mujer muy anciana. De joven, había vivido siete años casada y tenía ya ochenta y cuatro años de edad. No se apartaba del templo ni de día ni de noche, sirviendo a Dios
con ayunos y oraciones. Ana se acercó en aquel momento, dando gracias a Dios y hablando del niño a todos los que aguardaban la liberación de Jerusalén.
Una vez que José y María cumplieron todo lo que prescribia la ley del Señor, se volvieron Galilea, a su ciudad de Nazaret. El niño iba creciendo y fortaleciéndose, se llenaba de sabiduría y la gracia de Dios esta con él.] Palabra del Señor.
 
 
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
 
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
 
 
ORACIÓN DE LOS FIELES:
 
Oremos a Jesús que –para cumplir la ley de Moisés– quiso ser presentado en el templo y pidámosle que ruegue por nosotros sus hermanos:
1. Para que Cristo, luz que resplandece sobre la faz de la Iglesia, conceda a sus fieles convertirse en luz del mundo y en sal de la tierra, roguemos al Señor.
2. Para que el Salvador del mundo sea anunciado y presentado ante todos los pueblos y se revele como luz de todas las naciones, roguemos al Señor.
3. Para que los ancianos y los moribundos, al ver que se acerca el fin de sus días dejen este mundo en paz, seguros de que –terminada su carrera– verán al Salvador, roguemos al Señor.
4. Para que Cristo, luz que alumbra a todo hombre que viene a este mundo, no sea para nosotros causa de caída, sino de levantamiento y de resurrección,
roguemos al Señor.
Señor, Dios todopoderoso, que –en el final de su camino– realizaste los deseos santos de los ancianos Simeón y Ana, haz que también nuestros ojos puedan contemplar al Salvador en el templo eterno de tu gloria. Él que vive y reina por los siglos de los siglos.
 
 
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
 
Que te sea grata, Señor, la ofrenda de tu Iglesia desbordante de alegría, tú que quisiste que tu Unigénito te fuera ofrecido, como Cordero inmaculado, para la vida del mundo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
 
 
PREFACIO: El misterio de la Presentación del Señor.
 
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno. Porque al ser presentado hoy en el templo tu Hijo, eterno como tú, fue proclamado por el Espíritu Santo gloria de Israel y luz de las naciones.
Por eso, nosotros, al acudir hoy llenos de júbilo al encuentro del Salvador, te alabamos con los ángeles y los santos, diciendo sin cesar: Santo, Santo, Santo...
 
 
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Lc 2, 30-31
 
Mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has puesto ante la vista de todos los pueblos.
 
 
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
 
Señor, por este santo sacramento que acabamos de recibir, lleva a su plenitud en nosotros la obra de tu gracia, tú, que colmaste las esperanzas de Simeón; para que, así como él no vio la muerte sin que antes mereciera tener en sus brazos a Cristo, así nosotros, al salir al encuentro del Señor, merezcamos alcanzar la vida eterna.
Él, que vive y reina por los siglos de los siglos. 

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20250202

  

Hoy celebramos la Fiesta de la Presentación del Señor en el templo, también conocida como la Fiesta de la Candelaria. Es una conmemoración rica en simbolismo y significado:
 
Presentación en el Templo: María y José llevan al Niño Jesús al templo para cumplir con la ley judía. Allí, el anciano Simeón, inspirado por el Espíritu Santo, reconoce a Jesús como el Mesías y Salvador.
 
Purificación de María: Según la ley judía, una mujer debía purificarse después del parto. María, aun siendo pura, se somete a este rito en obediencia a la ley.
 
Encuentro con Simeón: Simeón, un hombre justo y devoto, había recibido la promesa de que no moriría antes de ver al Mesías. Al ver a Jesús, Simeón lo bendice y profetiza su misión.
 
Epifanía: Esta fiesta también marca el final de las celebraciones de la Epifanía, en la cual se manifiesta Jesús como luz del mundo.
 
Una tradición importante en esta fiesta es la bendición de las velas, simbolizando a Jesús como la luz que ilumina a las naciones.
 
Es una celebración hermosa que une varios aspectos de la vida de Jesús y de la Sagrada Familia.

EN COMUNIÓN CON LA TRADICIÓN VIVA DE LA IGLESIA 20250202



«Los que no eran suficientemente ricos para ofrecer un cordero, podían ofrecer dos tórtolas o dos pichones. Por lo tanto, el Señor, teniendo en cuenta en todo momento nuestra Salvación, no sólo se dignó hacerse hombre siendo Dios, sino también, siendo rico, hacerse pobre por nosotros con el fin de -por su pobreza y su Humanidad- concedernos ser partícipes de sus riquezas y su Divinidad. Pero quiero detenerme un momento en el motivo por el que se manda ofrecer al Señor, como víctimas, precisamente estas aves. En efecto, también se lee que el patriarca Abrahán -tanto tiempo antes de la Ley- las ofreció en holocausto al Señor (...). Yes que el pichón de la paloma indica la sencillez, la tórtola castidad, porque el primero ama la sencillez y la segunda la castidad, de modo que si por azar pierde a su pareja no se preocupa de buscar otra en lo sucesivo. Por eso, al alabar a la Iglesia dice el Señor: Hermosas son tus mejillas como las de la tórtola. E insiste: ¡Qué hermosa eres, amiga mía, qué hermosa; tus ojos son como los de las palomas! Realmente tiene mejillas como las de la tórtola el alma que se mantiene casta e inmune de toda mancha de impureza. Tiene ojos de paloma la que no desea hacer daño a nadie y mira con sencillo afecto, incluso a sus enemigos. Pero las dos aves que hemos citado, dado que suelen emitir un gemido en vez de canto, simbolizan el llanto de los santos en este mundo; a él alude el Señor cuando dice: En verdad, en verdad os digo que lloraréis y os lamentaréis y el mundo se alegrará; vosotros, sin embargo, os entristeceréis, pero vuestra tristeza se volverá en gozo» (San Beda el Venerable [c 673-7351. Homilías sobre los Evangelios, XVIII, 4-5).
 

domingo, 26 de enero de 2025

Evangelio del 27 de enero 2025

 


Evangelio del 27 de enero 2025

 

Marcos 3, 22-30

 

En aquel tiempo, los escribas que habían venido de Jerusalén, decían acerca de Jesús: "Este hombre está poseído por Satanás, príncipe de los demonios, y por eso los echa fuera".

 

Jesús llamó entonces a los escribas y les dijo en parábolas: "¿Cómo puede Satanás expulsar a Satanás? Porque si un reino está dividido en bandos opuestos no puede subsistir. Una familia dividida tampoco puede subsistir. De la misma manera, si Satanás se rebela contra sí mismo y se divide, no podrá subsistir, pues ha llegado su fin. Nadie puede entrar en la casa de un hombre fuerte y llevarse sus cosas, si primero no lo ata. Sólo así podrá saquear la casa.

 

Yo les aseguro que a los hombres se les perdonarán todos sus pecados y todas sus blasfemias. Pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo nunca tendrá perdón; será reo de un pecado eterno". Jesús dijo esto, porque lo acusaban de estar poseído por un espíritu inmundo.

 

Reflexión

 

Este pasaje nos sirve para ilustrar en qué consiste el pecado contra el Espíritu Santo. Los escribas y fariseos, con tal de desacreditar a Jesús, hacen aparecer todas las obras buenas realizadas por él como si fueran hechas gracias a la acción del demonio. Esto no es otra cosa que un rechazo consciente (pues ellos mismos han sido testigos de ello) de la gracia de Dios; es una resistencia a la conversión.

 

Esto desafortunadamente puede suceder también en nuestra propia vida cuando de manera sistemática rechazamos la invitación de Dios a convertirnos, a dejar nuestra vida de pecado y para ello inventamos toda clase de excusas, las cuales nos mantienen al margen del amor de Dios. Pecar contra el Espíritu, entonces, no consiste en hablar mal de él, sino en rechazar la invitación de Dios a la vida de la gracia.

 

Esto puede incluir, el encerrarnos detrás de posiciones teológicas, filosóficas o científicas que van bloqueando la acción de la gracia que busca la unidad y la paz. No desaproveches hoy la oportunidad que Dios te da para amarle más y para descubrir en él la única fuente de la verdad y de la auténtica felicidad.

sábado, 25 de enero de 2025

EN COMUNIÓN CON LA TRADICIÓN VIVA DE LA IGLESIA 20250126

 



«En la Nueva Alianza "muchos intentaron" escribir Evangelios, pero no todos fueron aceptados. Vuestro conocimiento de que no sólo se escribieron cuatro Evangelios, sino muchos, de los que fueron seleccionados y entregados a las Iglesias los que actualmente tenemos, procede del mismo proemio de Lucas, que dice lo siguiente: "Puesto que ya muchos han intentado ordenar el relato! La expresión "han intentado" contiene una latente acusación a quienes, sin la inspiración del Espíritu Santo, se han aventurado a escribir evangelios. Ciertamente, Mateo, Marcos, Juan y Lucas no "han intentado" escribir, sino que, llenos del Espíritu Santo, han escrito Evangelios. Por lo tanto, "muchos han intentado ordenar el relato de aquellos acontecimientos que hemos conocido de un modo claramente manifiesto! La Iglesia tiene cuatro Evangelios; la herejía, muchos; uno de estos últimos está escrito "según los egipcios; otro "según los doce apóstoles! También Basílides osó escribir un evangelio y titularlo con su nombre. "Muchos han intentado" escribir, pero solo cuatro Evangelios han sido aprobados, de los cuales debemos extraer las verdades sobre la persona de nuestro Señor y Salvador. Conozco también un evangelio que se llama "según Tomás," y otro "según Matías'! Y hemos leído también otros muchos, no vaya a ser que dé la impresión de que desconocemos algo de este tema a los ojos de quienes piensan que saben algo porque los conocen. Mas entre todos estos escritos no reconocemos otra cosa que lo que reconoce la Iglesia, es decir: sólo deben ser aceptados los cuatro Evangelios. Afirmo esto porque de entrada hemos leído: "Muchos han intentado ordenar el relato de todo lo que sucedió entre nosotros! Ellos se han esforzado y "han intentado" escribir sobre sucesos que están ante nuestros ojos con toda claridad» (Orígenes [c. 1 84-c.253]. Evangelio de Lucas. Homilía 1, 1-2).

DOMINGO III DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo C Domingo 26 de enero 2025

 



DOMINGO III DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo C
 
Domingo 26 de enero 2025
 
 
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 95, 1. 6
 
Canten al Señor un cántico nuevo, hombres de toda la tierra, canten al Señor. Hay brillo y esplendor en su presencia, y en su templo, belleza y majestad.
 
 
GLORIA
 
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
 
 
ORACIÓN COLECTA
 
Dios todopoderoso y eterno, dirige nuestros pasos de manera que podamos agradarte en todo y así merezcamos, en nombre de tu Hijo amado, abundar en toda clase de obras buenas. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
 
 
PRIMERA LECTURA
 
Del libro de Nehemías 8, 2-4a. 5-6. 8-10
 
En aquellos días, Esdras, el sacerdote, trajo el libro de la ley ante la asamblea, formada por los hombres, las mujeres y todos los que tenían uso de razón.
 
Era el día primero del mes séptimo, y Esdras leyó desde el amanecer hasta el mediodía, en la plaza que está frente a la puerta del Agua, en presencia de los hombres, las mujeres y todos los que tenían uso de razón. Todo el pueblo estaba atento a la lectura del libro de la ley. Esdras estaba de pie sobre un estrado de madera, levantado para esta ocasión. Esdras abrió el libro a la vista del pueblo, pues estaba en un sitio más alto que todos, y cuando lo abrió, el pueblo entero se puso de pie. Esdras bendijo entonces al Señor, el gran Dios, y todo el pueblo, levantando las manos, respondió: “¡Amén!”, e inclinándose, se postraron rostro en tierra.
 
Los levitas leían el libro de la ley de Dios con claridad y explicaban el sentido, de suerte que el pueblo comprendía la lectura.
 
Entonces Nehemías, el gobernador, Esdras, el sacerdote y escriba, y los levitas que instruían a la gente, dijeron a todo el pueblo: “Este es un día consagrado al Señor, nuestro Dios. No estén ustedes tristes ni lloren (porque todos lloraban al escucharlas palabras de la ley). Vayan a comer espléndidamente, tomen bebidas dulces y manden algo a los que nada tienen, pues hoy es un día consagrado al Señor, nuestro Dios. No estén tristes, porque celebrar al Señor es nuestra fuerza”. Palabra de Dios.
 
 
SALMO 18
 
R/. Tú tienes, Señor, palabras de vida eterna.
 
La ley del Señor es perfecta del todo y reconforta el alma; inmutables son las palabras del Señor y hacen sabio al sencillo. R/.
 
En los mandamientos del Señor hay rectitud y alegría para el corazón; son luz los preceptos del Señor para alumbrar
 
el camino. R/.
 
La voluntad de Dios es santa y para siempre estable; los mandamientos del Señor son verdaderos y enteramente justos. R/.
 
Que sean gratas las palabras de mi boca y los anhelos de mi corazón. Haz, Señor, que siempre te busque, pues eres mi refugio y salvación. R/.
 
 
SEGUNDA LECTURA
 
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios 12, 12-30
 
Hermanos: Así como el cuerpo es uno y tiene muchos miembros y todos ellos, a pesar de ser muchos, forman un solo cuerpo, así también es Cristo. Porque todos nosotros, seamos judíos o no judíos, esclavos o libres, hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo, y a todos se nos ha dado a beber del mismo Espíritu.
 
El cuerpo no se compone de un solo miembro, sino de muchos. Si el pie dijera: “No soy mano, entonces no formo parte del cuerpo”, ¿dejaría por eso de ser parte del cuerpo? Y si el oído dijera: “Puesto que no soy ojo, no soy del cuerpo”, ¿dejaría por eso de ser parte del cuerpo? Si todo el cuerpo fuera ojo, ¿con qué oiríamos? Y si todo el cuerpo fuera oído, ¿con qué oleríamos? Ahora bien, Dios ha puesto los miembros del cuerpo cada uno en su lugar, según lo quiso. Si todos fueran un solo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo?
 
Cierto que los miembros son muchos, pero el cuerpo es uno solo. El ojo no puede decirle a la mano: “No te necesito”; ni la cabeza, a los pies: “Ustedes no me hacen falta”. Por el contrario, los miembros que parecen más débiles son los más necesarios. Y a los más íntimos los tratamos con mayor decoro, porque los demás no lo necesitan. Así formó Dios el cuerpo, dando más honor a los miembros que carecían de él, para que no haya división en el cuerpo y para que cada miembro se preocupe de los demás. Cuando un miembro sufre, todos sufren con él; y cuando recibe honores, todos se alegran con él.
 
Pues bien, ustedes son el cuerpo de Cristo y cada uno es un miembro de él. [En la Iglesia, Dios ha puesto en primer lugar a los apóstoles; en segundo lugar, a los profetas; en tercer lugar, a los maestros; luego, a los que hacen milagros, a los que tienen el don de curar a los enfermos, a los que ayudan, a los que administran, a los que tienen el don de lenguas y el de interpretarlas. ¿Acaso son todos apóstoles? ¿Son todos profetas? ¿Son todos maestros? ¿Hacen todos milagros? ¿Tienen todos el don de curar? ¿Tienen todos el don de lenguas y todos las interpretan? Palabra de Dios.
 
 
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Lc 4, 18.
 
R/.  Aleluya, Aleluya.
 
El Señor me ha enviado para anunciar a los pobres la buena nueva y proclamar la liberación a los cautivos. R/.  Aleluya.
 
 
EVANGELIO
 
Del santo Evangelio según san Lucas 1, 1-4; 4, 14-21
 
Muchos han tratado de escribir la historia de las cosas que pasaron entre nosotros, tal y como nos las trasmitieron los que las vieron desde el principio y que ayudaron en la predicación. Yo también, ilustre Teófilo, después de haberme informado minuciosamente de todo, desde sus principios, pensé escribírtelo por orden, para que veas la verdad de lo que se te ha enseñado. (Después de que Jesús fue tentado por el demonio en el desierto), impulsado por el Espíritu, volvió a Galilea. Iba enseñando en las sinagogas; todos lo alababan y su fama se extendió por toda la región. Fue también a Názaret, donde se había criado. Entró en la sinagoga, como era su costumbre hacerlo los sábados, y se levantó para hacer la lectura. Se le dio el volumen del profeta Isaías, lo desenrolló y encontró el pasaje en que estaba escrito: El espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para llevar a los pobres la buena nueva, para anunciar la liberación a los cautivos y la curación a los ciegos, para dar libertad a los oprimidos y proclamar el año de gracia del Señor. Enrolló el volumen, lo devolvió al encargado y se sentó. Los ojos de todos los asistentes a la sinagoga estaban fijos en él. Entonces comenzó a hablar, diciendo: “Hoy mismo se ha cumplido este pasaje de la Escritura que acaban de oír”.
Palabra del Señor.
 
 
PROFESIÓN DE FE
 
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
 
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
 
 
ORACIÓN DE LOS FIELES:
 
Oremos a Dios Padre todopoderoso, en cuyas manos está el destino del universo, y pidámosle confiadamente que escuche las oraciones de su pueblo:
 
Por la santa Iglesia de Dios, para que busque cada día con mayor afán el rostro de su Señor, y sus fieles se esfuercen en purificarse de todas sus faltas y pecados, roguemos al Señor.
 
Por los que gobiernan las naciones, para que trabajen con interés y constancia por el bienestar de sus conciudadanos, a fin de que reine entre los pueblos la justicia y la paz, roguemos al Señor.
 
Por lo enfermos, los encarcelados y por todos los que sufren, para que Dios, Padre de misericordia, venga en auxilio de sus necesidades, roguemos al Señor.
 
Por todos los que estamos aquí reunidos, para que el Señor nos conceda perseverar en la fe y progresar en el mutuo amor, roguemos al Señor.
 
Dios nuestro, que has enviado a tu Hijo para anunciar el Evangelio a los pobres, la libertad a los cautivos y a los ciegos la vista, haz que tu palabra resuene con fuerza en el mundo, y que a nosotros nos transforme en instrumentos eficaces de libertad y salvación para todos los hombres. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
 
Recibe, Señor, benignamente, nuestros dones, y santifícalos, a fin de que nos sirvan para nuestra salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
 PREFACIO
 
EL HOMBRE SALVADO POR UN HOMBRE
 
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno. Porque reconocemos como obra de tu poder admirable no sólo socorrer a los mortales con tu divinidad, sino haber previsto el remedio en nuestra misma condición humana, y de lo que era nuestra ruina haber hecho nuestra salvación, por Cristo, Señor nuestro. Por él, los coros de los ángeles adoran tu gloria eternamente, gozosos en tu presencia. Permítenos asociarnos a sus voces cantando con ellos tu alabanza:
Santo, Santo, Santo…
 
 
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 33, 6
 
Acudan al Señor; quedarán radiantes y sus rostros no se avergonzarán.
 
 
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
 
Concédenos, Dios todopoderoso que, al experimentar el efecto vivificante de tu gracia, nos sintamos siempre dichosos por este don tuyo. Por Jesucristo, nuestro Señor. 

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20250126


Jesús lee del libro del profeta Isaías y declara que Él es el cumplimiento de esa profecía. Él se presenta como el enviado para traer buenas noticias a los pobres, libertad a los cautivos, recuperación de la vista a los ciegos y liberar a los oprimidos. Este momento subraya la misión de Jesús de transformar vidas y traer esperanza y salvación.

 

La reacción inicial de la gente es de asombro y admiración, pero más tarde, algunos se sienten ofendidos y rechazan a Jesús. Esta narración nos recuerda que el mensaje de Jesús puede ser desafiador y a veces difícil de aceptar, pero también es una invitación a abrazar su amor y misericordia.

 

Podemos reflexionar sobre cómo estamos llamados a seguir el ejemplo de Jesús en nuestro día a día, llevando esperanza y alivio a quienes nos rodean. También, es un momento para preguntarnos si estamos abiertos a las sorpresas y desafíos que el mensaje de Jesús nos presenta.

lunes, 13 de enero de 2025

EL BAUTISMO DEL SEÑOR


EL BAUTISMO DEL SEÑOR
 
Domingo 12 de enero 2025
 
MR p. 188 [199] / Lecc. I p. 262. Semana I del Salterio.
 
 
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Mt 3, 16-17
 
Inmediatamente después de que Jesús recibió el bautismo, se abrieron los cielos y el Espíritu Santo se posó sobre él en forma de paloma, y resonó la voz del Padre que decía: “Este es mi Hijo amado, en quien he puesto todo mi amor”.
 
 
GLORIA
 
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
 
 
ORACIÓN COLECTA
 
Dios todopoderoso y eterno, que proclamaste solemnemente a Jesucristo como tu Hijo muy amado, cuando, al ser bautizado en el Jordán, descendió el Espíritu Santo sobre él, concede a tus hijos de adopción, renacidos del agua y del Espíritu Santo, que se conserven siempre dignos de tu complacencia. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
 
 
PRIMERA LECTURA
 
[Se revelará la gloria del Señor y todos los hombres la verán.]
 
Del libro del profeta Isaías 40, 1-5. 9-11
 
“Consuelen, consuelen a mi pueblo, dice nuestro Dios. Hablen al corazón de Jerusalén y díganle a gritos que ya terminó el tiempo de su servidumbre y que ya ha satisfecho por sus iniquidades, porque ya ha recibido de manos del Señor castigo doble por todos sus pecados”.
Una voz clama: “Preparen el camino del Señor en el desierto, construyan en el páramo una calzada para nuestro Dios. Que todo valle se eleve, que todo monte y colina se rebajen; que lo torcido se enderece y lo escabroso se allane. Entonces se revelará la gloria del Señor y todos los hombres la verán”. Así ha hablado la boca del Señor.
Sube a lo alto del monte, mensajero de buenas nuevas para Sión; alza con fuerza la voz, tú que anuncias noticias alegres a Jerusalén. Alza la voz y no temas; anuncia a los ciudadanos de Judá: “Aquí está su Dios. Aquí llega el Señor, lleno de poder, el que con su brazo lo domina todo.
El premio de su victoria lo acompaña y sus trofeos lo anteceden. Como pastor apacentará a su rebaño; llevará en sus brazos a los corderitos recién nacidos y atenderá solícito a sus madres”. Palabra de Dios.
 
 
SALMO RESPONSORIAL del salmo 103
 
R. Bendice al Señor, alma mía.
 
Bendice, al Señor, alma mía; Señor y Dios mío, inmensa es tu grandeza. Te vistes de belleza y majestad, la luz te envuelve como un manto, R.
 
Por encima de las aguas construyes tu morada. Las nubes son tu carro; los vientos, tus alas y mensajeros; y tus servidoras, las ardientes llamas. R.
 
¡Qué numerosas son tus obras, Señor, y todas las hiciste con maestría! La tierra está llena de tus creaturas, y tu mar, enorme a lo largo y a lo ancho, está lleno de animales pequeños y grandes. R.
 
Todos los vivientes aguardan que les des de comer a su tiempo; les das el alimento y lo recogen, abres tu mano y se sacian de bienes. R.
 
Si retiras tu aliento, toda creatura muere y vuelve al polvo. Pero envías tu espíritu, que da vida, y renuevas el aspecto de la tierra. R.
 
 
SEGUNDA LECTURA
 
[Él nos salvó mediante el bautismo, que nos regenera y nos renueva, por la acción del Espíritu Santo.]
 
De la carta del apóstol san Pablo a Tito 2, 11-14; 3, 4-7
 
Querido hermano: La gracia de Dios se ha manifestado para salvar a todos los hombres y nos ha enseñado a renunciar a la irreligiosidad y a los deseos mundanos, para que vivamos, ya desde ahora, de una manera sobria, justa y fiel a Dios, en espera de la gloriosa venida del gran Dios y salvador, Cristo Jesús, nuestra esperanza. Él se entregó por nosotros para redimirnos de todo pecado y purificarnos, a fin de convertirnos en pueblo suyo, fervorosamente entregado a practicar el bien.
Al manifestarse la bondad de Dios, nuestro salvador, y su amor a los hombres, él nos salvó, no porque nosotros hubiéramos hecho algo digno de merecerlo, sino por su misericordia. Lo hizo mediante el bautismo, que nos regenera y nos renueva, por la acción del Espíritu Santo, a quien Dios derramó abundantemente sobre nosotros, por Cristo, nuestro salvador. Así, justificados por su gracia, nos convertiremos en herederos, cuando se realice la esperanza de la vida eterna. Palabra de Dios.
 
 
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Lc 3, 16
 
R. Aleluya, aleluya.
 
Ya viene otro más poderoso que yo, dijo Juan el Bautista;
él los bautizará con el Espíritu Santo y con fuego. R. Aleluya.
 
 
EVANGELIO
 
[Después del bautismo de Jesús, el cielo se abrió.]
 
Del santo Evangelio según san Lucas 3, 15-16. 21-22
 
En aquel tiempo, como el pueblo estaba en expectación y todos pensaban que quizá Juan el Bautista era el Mesías, Juan los sacó de dudas, diciéndoles: “Es cierto que yo bautizo con agua, pero ya viene otro más poderoso que yo, a quien no merezco
desatarle las correas de sus sandalias. Él los bautizará con el Espíritu Santo y con fuego”.
Sucedió que entre la gente que se bautizaba, también Jesús fue bautizado. Mientras éste oraba, se abrió el cielo y el Espíritu Santo bajó sobre él en forma sensible, como de una paloma, y del cielo llegó una voz que decía: “Tú eres mi Hijo, el predilecto; en ti me complazco”. Palabra del Señor.
 
 
PROFESIÓN DE FE
 
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
 
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
 
 
ORACIÓN DE LOS FIELES
 
Oremos a nuestro Salvador, que quiso ser bautizado para santificar nuestro bautismo, y pidámosle que se compadezca de quienes ha querido que fueran sus hermanos:
 
1. Para que Cristo, en quien el Padre se complace, mire con amor a todos los que se preparan para el bautismo o la confirmación, o preparan el bautismo o la confirmación de sus hijos, roguemos al Señor.
 
2. Para que Cristo ilumine a los que buscan a Dios con sinceridad de corazón y les haga oír la voz del Padre que los llama a escuchar a su Hijo amado, y los conduzca hacia el baño de regeneración, roguemos al Señor.
 
3. Para que Cristo –el Enviado del Padre, que no quiebra la caña resquebrajada ni apaga la mecha que aún humea– conceda la salud a los que viven oprimidos por los poderes del enemigo malo, roguemos al Señor.
 
4. Para que Cristo –el Hijo amado, que quiso ser bautizado por Juan en el Jordán– nos haga descubrir y amar la grandeza del bautismo cristiano, don del amor de Dios a los hombres, roguemos al Señor.
 
Padre todopoderoso, que haces resonar tu voz magnífica en las aguas del bautismo y en la unción de la confirmación, escucha nuestras oraciones, y concede a los renacidos del agua y del Espíritu ser testigos valientes de la fe que profesan. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
 
Acepta, Señor, los dones que te presentamos en la manifestación de tu Hijo muy amado, para que la oblación de tus hijos se convierta en el mismo sacrificio de aquel que quiso en su misericordia lavar los pecados del mundo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
 
 
PREFACIO
 
El Bautismo del Señor.
 
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque mostraste en el Jordán con signos admirables el misterio del nuevo bautismo, para que por aquella voz, venida del cielo, creyéramos que tu Palabra ya estaba habitando entre nosotros y, por el Espíritu Santo, que descendió en forma de paloma, se supiera que Cristo, tu Siervo, era ungido con óleo de alegría y enviado a anunciar el Evangelio a los pobres. Por eso, a una con los coros de los ángeles, te alabamos continuamente en la tierra, aclamando sin cesar: Santo, Santo, Santo...
 
 
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 1, 32. 34
 
Este es aquel de quien Juan decía: Yo lo he visto y doy testimonio de que él es el Hijo de Dios.
 
 
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
 
Saciados con estos sagrados dones, imploramos, Señor, tu clemencia, para que, escuchando fielmente a tu Unigénito, nos llamemos y seamos de verdad hijos tuyos. Por Jesucristo, nuestro Señor.

EN COMUNIÓN CON LA TRADICIÓN VIVA DE LA IGLESIA 20250112

 




«Sobre la sospecha que el pueblo tenía de que Juan quizá fuese el Cristo. Incluso el amor es peligroso si va más allá de la moderación. Porque quien ama a alguien debe considerar la naturaleza y los motivos de ese amor y no amara esa persona más de lo que merece. Pues si va más allá de la medida y la moderación de la caridad, tanto el que ama como el amado estarán en pecado. Para que esto quede más claro, pongamos a Juan como ejemplo. El pueblo lo admiraba y lo amaba, y en verdad era digno de que se le tributara más admiración que a otros hombres, porque vivía de una manera diferente a los demás mortales. Todos nosotros no nos contentamos con una comida única, sino que disfrutamos con la variedad de los alimentos; no es suficiente beber un solo vino, sino que compramos vinos de diferente sabor. Juan, por el contrario, siempre se alimentaba con langostas, siempre con miel silvestre, y se contentaba con una comida sencilla y ligera, no fuera a ser que su cuerpo engordara con guisos pesados y se cargara con platos exquisitos. Porque nuestros cuerpos son de una naturaleza tal que se vuelven pesados con alimentos superfluos y, una vez que el cuerpo ha engordado, también el alma siente esa carga, ella que se encuentra difundida por todo el cuerpo y está sometida a sus sufrimientos. Por eso, con razón se les dice a quienes pueden observar esto: Bueno es no comer carne ni beber vino ni hacer nada que escandalice a tu hermano. Así pues, la vida de Juan era digna de admiración y muy diferente de la conducta de los demás hombres. No tenía bolsa ni criado, ni siquiera una modesta choza» (Orígenes [C.184-c.253]. Evangelio de san Lucas. Homilía XXV, 1-2).


DOMINGO II DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo C Domingo 19 de enero 2025

 

 


DOMINGO II DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo C
Domingo 19 de enero 2025
110ª Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado: «Dios camina con su pueblo»
 
 
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 65, 4
 
Que se postre ante ti, Señor, la tierra entera; que todos canten himnos en tu honor y alabanzas a tu nombre.
 
 
GLORIA
 
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
 
 
ORACIÓN COLECTA
 
Dios todopoderoso y eterno, que gobiernas los cielos y la tierra, escucha con amor las súplicas de tu pueblo y haz que los días de nuestra vida transcurran en tu paz. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
 
 
PRIMERA LECTURA
 
Del libro del profeta Isaías 62, 1-5
 
Por amor a Sión no me callaré y por amor a Jerusalén no me daré reposo, hasta que surja en ella esplendoroso el justo y brille su salvación como una antorcha.
Entonces las naciones verán tu justicia, y tu gloria todos los reyes. Te llamarán con un nombre nuevo, pronunciado por la boca del Señor. Serás corona de gloria en la mano del Señor y diadema real en la palma de su mano.
Ya no te llamarán “Abandonada”, ni a tu tierra, “Desolada”; a ti te llamarán “Mi complacencia” y a tu tierra, “Desposada”, porque el Señor se ha complacido en ti y se ha desposado con tu tierra.
Como un joven se desposa con una doncella, se desposará contigo tu hacedor; como el esposo se alegra con la esposa, así se alegrará tu Dios contigo. Palabra de Dios.
 
 
SALMO 95
 
R/. Cantemos la grandeza del Señor.
 
Cantemos al Señor un nuevo canto, que le cante al Señor toda la tierra; cantemos al Señor y bendigámoslo. R/.
 
Proclamemos su amor día tras día, su grandeza anunciemos a los pueblos; de nación en nación, sus maravillas. R/.
 
Alaben al Señor, pueblos del orbe, reconozcan su gloria y su poder y tribútenle honores a su nombre. R/.
 
Caigamos en su templo de rodillas. Tiemblen ante el Señor los atrevidos. “Reina el Señor”, digamos a los pueblos, gobierna a las naciones con justicia. R/.
 
 
SEGUNDA LECTURA
 
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios 12, 4-11
 
Hermanos: Hay diferentes dones, pero el Espíritu es el mismo. Hay diferentes servicios, pero el Señor es el mismo. Hay diferentes actividades, pero Dios, que hace todo en todos, es el mismo.
En cada uno se manifiesta el Espíritu para el bien común. Uno recibe el don de la sabiduría; otro, el don de la ciencia. A uno se le concede el don de la fe; a otro, la gracia de hacer curaciones, y a otro más, poderes milagrosos. Uno recibe el don de profecía, y otro, el de discernir los espíritus. A uno se le concede el don de lenguas, y a otro, el de interpretarlas. Pero es uno solo y el mismo Espíritu el que hace todo eso, distribuyendo a cada uno sus dones, según su voluntad. Palabra de Dios.
 
 
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. 2 Tes 2, 14
 
R/.  Aleluya, aleluya.
 
Dios nos ha llamado, por medio del Evangelio, a participar de la gloria de nuestro Señor Jesucristo. R/.  Aleluya.
 
 
EVANGELIO
 
Del santo Evangelio según san Juan 2, 1-11
 
En aquel tiempo, hubo una boda en Cana de Galilea, a la cual asistió la madre de Jesús. Este y sus discípulos también fueron invitados. Como llegara a faltar el vino, María le dijo a Jesús: “Ya no tienen vino”. Jesús le contestó: “Mujer, ¿qué podemos hacer tú y yo? Todavía no llega mi hora”. Pero ella dijo a los que servían: “Hagan lo que él les diga”.
Había allí seis tinajas de piedra, de unos cien litros cada una, que servían para las purificaciones de los judíos. Jesús dijo a los que servían: “Llenen de agua esas tinajas”. Y las llenaron hasta el borde. Entonces les dijo: “Saquen ahora un poco y llévenselo mayordomo”. Así lo hicieron, y en cuanto el mayordomo probó el agua convertida en vino, sin saber su procedencia, porque sólo los sirvientes la sabían, llamó al novio y le dijo: “Todo el mundo sirve primero el vino mejor, y cuando los invitados ya han bebido bastante, se sirve el corriente. Tú, en cambio, has guardado el vino mejor hasta ahora”.
Esto que Jesús hizo en Cana de Galilea fue la primera de sus señales milagrosas. Así mostró su gloria y sus discípulos creyeron en él. Palabra del Señor.
 
 
PROFESIÓN DE FE
 
 CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
 
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
 
 
ORACIÓN DE LOS FIELES:
 
Oremos con gran confianza al Señor y pidámosle que escuche compasivamente nuestras plegarias:
 
Por la santa Iglesia de Dios, para que el Señor, le conceda la paz y la unidad y la proteja en todo el mundo, roguemos al Señor.
 
Por los gobernantes de nuestra patria y de todas las naciones, para que Dios dirija sus pensamientos y decisiones hacia una auténtica promoción del bien común, roguemos al Señor.
 
Por los que están en camino de conversión y por los que se preparan a recibir el bautismo, paraque Dios les abra la puerta de su misericordia y les dé parte en la vida nueva en Cristo Jesús, roguemos al Señor.
 
Por nuestros familiares y amigos que no están ahora aquí con nosotros, para que Dios escuche sus oraciones y lleve a la realidad sus legítimos deseos, roguemos al Señor.
 
Dios nuestro, que en la hora de la cruz invitaste a la humanidad a unirse a Cristo, Esposo y Señor, haz que la Iglesia experimente en el convite dominical la fuerza transformadora del su amor y sepa pregustar en este banquete fraterno la esperanza de las bodas eternas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
PREFACIO
 
Nuestra humanidad salvada por la humanidad de Cristo.
 
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno. Porque reconocemos como obra de tu poder admirable no sólo haber socorrido nuestra débil naturaleza con la fuerza de tu divinidad, sino también el haber previsto el remedio en nuestra misma naturaleza mortal, y así, con lo que fue la causa de nuestra ruina, con eso mismo nos diste la salvación, por Cristo, Señor nuestro. Por él, los ángeles cantan con júbilo eterno y nosotros nos unimos a sus voces, cantando humildemente tu alabanza: Santo, Santo, Santo...
 
 
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
 
Concédenos, Señor, participar dignamente en estos misterios, porque cada vez que se celebra el memorial de este sacrificio, se realiza la obra de nuestra redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN 1 Jn 4, 16
 
Nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en él.
 
 
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
 
Infúndenos, Señor, el espíritu de tu caridad, para que, saciados con el pan del cielo, vivamos siempre unidos en tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.

REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20250119

 

El pasaje del evangelio de Juan 2,1-11 relata la famosa historia de las bodas de Caná, donde Jesús realiza su primer milagro al convertir el agua en vino. Este acto es significativo porque marca el inicio de su ministerio público y revela su poder divino.
En el contexto de nuestro tiempo, esta historia puede ofrecer varias reflexiones profundas:
Transformación: Así como Jesús transformó el agua en vino, también puede transformar nuestras vidas y situaciones. Incluso en momentos de desesperanza o dificultad, hay una oportunidad para un cambio positivo y significativo.
Generosidad y Abundancia: Jesús no sólo convirtió el agua en vino, sino en el mejor vino. Esto nos recuerda que Dios no sólo provee, sino que lo hace con generosidad y en abundancia. Nos invita a confiar en la providencia divina y a ser generosos con los demás.
Fe y Obediencia: María, la madre de Jesús, juega un papel crucial al decir a los sirvientes "Hagan lo que él les diga". Su fe y obediencia son un ejemplo para nosotros. Nos enseña a confiar y seguir la guía divina incluso cuando no comprendemos completamente el plan.
La Importancia de la Comunidad y la Familia: El milagro ocurre en una boda, un evento comunitario y familiar. Esto resalta la importancia de la vida en comunidad y de los lazos familiares, valores que son fundamentales en nuestra sociedad contemporánea.

EN COMUNIÓN CON LA TRADICIÓN VIVA DE LA IGLESIA 20250119

 

«Porque el Señor vino invitado a la boda, aun dejado a un lado el significado místico, quiso confirmar que él hizo el matrimonio. En efecto, iba a haber quienes prohibirían casarse, de los que habló el Apóstol, y dirían que el matrimonio es un mal y que lo hizo el demonio, aunque el mismo Señor, preguntado si es lícito al hombre despedir a su esposa por cualquier causa, en el evangelio dice que no le es lícito, a no ser por motivo de fornicación. En esa respuesta, si recordáis, asevera esto: No separe el hombre lo que Dios ha unido. Y quienes están bien formados en la fe católica saben que Dios es el autor del matrimonio y que, como la unión viene de Dios, así el divorcio viene del diablo. Pero en caso de fornicación es lícito despedir a la esposa, precisamente por haber sido ella, que no guardó la fidelidad conyugal al marido, la primera en no querer ser esposa. Las que prometen a Dios virginidad, aunque en la Iglesia ocupan un rango más ilustre de honor y santidad, no están sin boda, porque con toda la Iglesia tienen que ver también ellas con una boda: la boda en que el novio es Cristo. El Señor, pues, vino invitado a la boda, precisamente para consolidar la castidad conyugal y mostrar el misterio del matrimonio, porque el novio de aquella boda, al cual se dijo "Has reservado hasta ahora el vino bueno; representaba la persona del Señor, pues Cristo reservó hasta ahora el vino bueno, esto es, su Evangelio» (San Agustín [354-430]. Evangelio de san Juan. Tratado 9, 2).

miércoles, 1 de enero de 2025

EN COMUNIÓN CON LA TRADICIÓN VIVA DE LA IGLESIA 20250105


 

«Se muestra a los magos un nuevo signo, la estrella del cielo, por el cual se reconoce que ha nacido como rey de los judíos el Señor de cielo y tierra, aquel de quien estaba escrito: Saldrá una estrella de Jacob y surgirá un hombre de Israel, para que se conociera, a través de los signos de la estrella y del hombre, la unión de la naturaleza divina y humana en el Hijo de Dios. Por eso también en el Apocalipsis el mismo Señor declara acerca de sí mismo: Yo soy la raíz de Jesé y el descendiente de David y la estrella resplandeciente de la mañana; porque por el amanecer de su nacimiento, expulsada la noche de la ignorancia, brilló como astro fulgurante para la salvación del mundo. El esplendor de esta luz, penetrando incluso los corazones de los magos, los inundó con luz espiritual para que conocieran por el signo de la nueva estrella naciente al rey de los judíos, al creador del cielo. Pues los magos, personajes prominentes de una religión falsa, no podían conocer a Cristo nuestro Señor sino iluminados con la gracia de la condescendencia divina. De nuevo, pues, se desbordó la misericordia de Dios por medio de la venida de Cristo, para que el conocimiento de su verdad se extendiera a todas las 1 razas de los hombres. Ésta brilló ante los magos a fin de que se conociera la piedad manifiesta de Dios, y nadie desesperara de que, si cree, se le puede conceder la salvación, porque ya ha visto que ha sido concedida a los magos. Y por eso fueron los magos los primeros elegidos entre los gentiles para la salvación, para que a través de ellos se abriera la puerta de la salvación a todos los gentiles» (San Cromacio de Aquileya [330-4071. Evangelio Mateo. Tratado 4, 1-6).