Se invita a la Comunidad Parroquial y público en general, a participar en los Viernes Eucarísticos; que se llevarán a cabo los viernes primeros de cada mes, en los que se expondrá a Cristo Eucaristía, a partir de las 9.00 hasta las 18.00 horas.
Remar Mar Adentro, pretende, como laicos comprometidos, presentar temas de reflexión para vivir el reino de Dios; levantando las anclas en una tarea asumida generosamente. Ricardo Huante Magaña
miércoles, 31 de agosto de 2016
Viernes Eucarísticos
Se invita a la Comunidad Parroquial y público en general, a participar en los Viernes Eucarísticos; que se llevarán a cabo los viernes primeros de cada mes, en los que se expondrá a Cristo Eucaristía, a partir de las 9.00 hasta las 18.00 horas.
viernes, 26 de agosto de 2016
DOMINGO XXII DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo C Domingo 28 de agosto 2016
DOMINGO XXII DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo C
Domingo
28 de agosto 2016
DIOS
PREFIERE A LOS HUMILDES
La
conocida parábola de los invitados al banquete nos da una lección clara sobre
los valores contraculturales que Jesús promovió en las aldeas y pueblos de
Galilea. La narración misma exhibe la visión estratificada de aquella sociedad,
donde cada persona reconocía su inferioridad o superioridad con relación al
honor de los demás. Nadie afirmaba en ese momento la igual dignidad de todas
las personas. Esa intuición genial presente desde los relatos del Génesis
parecía olvidada. Lo que el Señor Jesús realiza es una inversión de planos
realmente radical: ya no son los varones israelitas, ricos, sanos y observantes
de la ley de Moisés los que más importan a Dios, sino los niños, los débiles y
los pobres, las mujeres afligidas por la enfermedad o cualquier otra forma de
discriminación. En el imperio de Dios, al contrario del imperio de César
Tiberio, éstos serían los primeros y aquellos se convertirían en los últimos.
ANTÍFONA
DE ENTRADA Cfr. Sal 85, 3. 5
Dios
mío, ten piedad de mí, pues sin cesar te invoco: Tú eres bueno y clemente, y
rico en misericordia con quien te invoca.
GLORIA
Gloria
a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor. Por tu inmensa
gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos
gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único,
Jesucristo.
Señor
Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten
piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica;
tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque
sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el
Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
ORACIÓN
COLECTA
Dios de
toda virtud, de quien procede todo lo que es bueno, infunde en nuestros
corazones el amor de tu nombre, y concede que, haciendo más religiosa nuestra
vida, hagas crecer el bien que hay en nosotros y lo conserves con solicitud
amorosa. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA
DE LA PALABRA
PRIMERA
LECTURA
Hazte
pequeño y hallarás gracia ante el Señor.
Del
libro del Sirácide (Eclesiástico): 3, 19-21. 30-31
Hijo
mío, en tus asuntos procede con humildad y te amarán más que al hombre
dadivoso. Hazte tanto más pequeño cuanto más grande seas y hallarás gracia ante
el Señor, porque sólo él es poderoso y sólo los humildes le dan gloria. No hay
remedio para el hombre orgulloso, porque ya está arraigado en la maldad. El
hombre prudente medita en su corazón las sentencias de los otros, y su gran
anhelo es saber escuchar. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del
salmo 67, 4-yac. 6-7ab. 10-11
R/.
Dios da libertad y riqueza a los cautivos.
Ante el
Señor, su Dios, gocen los justos, salten de alegría. Entonen alabanzas a su
nombre. En honor del Señor toquen la cítara. R/.
Porque
el Señor, desde su templo santo, a huérfanos y viudas da su auxilio; él fue
quien dio a los desvalidos casa, libertad y riqueza a los cautivos. R/.
A tu
pueblo extenuado diste fuerzas, nos colmaste, Señor, de tus favores y habitó tu
rebaño en esta tierra, que tu amor preparó para los pobres. R/.
SEGUNDA
LECTURA
Se han
acercado ustedes a Sión, el monte y la ciudad del Dios viviente.
De la
carta a los hebreos: 12, 18-19. 22-24
Hermanos:
Cuando ustedes se acercaron a Dios, no encontraron nada material, como en el
Sinaí: ni fuego ardiente, ni obscuridad, ni tinieblas, ni huracán, ni estruendo
de trompetas, ni palabras pronunciadas por aquella voz que los israelitas no
querían volver a oír nunca.
Ustedes,
en cambio, se han acercado a Sión, el monte y la ciudad del Dios viviente, a la
Jerusalén celestial, a la reunión festiva de miles y miles de ángeles, a la
asamblea de los primogénitos, cuyos nombres están escritos en el cielo. Se han
acercado a Dios, que es el juez de todos los hombres, y a los espíritus de los
justos que alcanzaron la perfección. Se han acercado a Jesús, el mediador de la
nueva alianza. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Mt 11, 29
R/.
Aleluya, aleluya.
Tomen
mi yugo sobre ustedes, dice el Señor, y aprendan de mí, que soy manso y humilde
de corazón. R/.
EVANGELIO
El que
se engrandece a sí mismo, será humillado y el que se humilla, será
engrandecido.
Del
santo Evangelio según san Lucas: 14, 1. 7-14
Un
sábado, Jesús fue a comer en casa de uno de los jefes de los fariseos, y éstos
estaban espiándolo. Mirando cómo los convidados escogían los primeros lugares,
les dijo esta parábola: "Cuando te inviten a un banquete de bodas, no te
sientes en el lugar principal, no sea que haya algún otro invitado más
importante que tú, y el que los invitó a los dos venga a decirte: 'Déjale el
lugar a éste', y tengas que ir a ocupar, lleno de vergüenza, el último asiento.
Por el contrario, cuando te inviten, ocupa el último lugar, para que, cuando
venga el que te invitó, te diga: 'Amigo, acércate a la cabecera'. Entonces te
verás honrado en presencia de todos los convidados. Porque el que se engrandece
a sí mismo, será humillado; y el que se humilla, será engrandecido". Luego
dijo al que lo había invitado: "Cuando des una comida o una cena, no
invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos
ricos; porque puede ser que ellos te inviten a su vez, y con eso quedarías
recompensado. Al contrario, cuando des un banquete, invita a los pobres, a los
lisiados, a los cojos y a los ciegos; y así serás dichoso, porque ellos no
tienen con qué pagarte; pero ya se te pagará, cuando resuciten los
justos".
Palabra
del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
PROFESIÓN
DEFE
CREDO
NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
Creo en
un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo
visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios
nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios
verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del
Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra
salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la
Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de
Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las
Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo
vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo
en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo,
que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por
los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica.
Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la
resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén
PLEGARIA
UNIVERSAL
Pidamos,
hermanos, al Señor que dé oídos a las súplicas de su pueblo, diciendo:
Escúchanos, Señor. (R/. Escúchanos, Señor.)
Tengamos
presente, hermanos, en nuestras oraciones a la Iglesia santa, católica y
apostólica, para que el Señor lo haga crecer en la fe, la esperanza y la
caridad. Roguemos al Señor.
Oremos
también por los pecadores, por los encarcelados, por los enfermos y por los que
están lejos de sus hogares, para que el Señor los proteja, los libere, les
devuelva la salud y los consuele. Roguemos al Señor.
Oremos
también por las almas de todos los difuntos, para que Dios, en su bondad,
quiera admitirlos en el coro de los santos y de los elegidos. Roguemos al
Señor.
Pidamos
también por los que nos disponemos a celebrar la Eucaristía, para que el Señor
perdone sus culpas de los que vamos a participar de sus sacramentos, otorgue
sus premios a los que ejercerán los diversos ministerios y dé la salvación a
todos aquellos por los que ofrecemos nuestro sacrificio. Roguemos al Señor.
Dios nuestro,
que invitas a pobres y pecadores al banquete alegre de la nueva alianza,
escucha nuestras oraciones y haz que sepamos honrar a tu Hijo en los enfermos y
en los humildes, a fin de que, alrededor de tu mesa, nos reconozcamos
mutuamente como hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN
SOBRE LAS OFRENDAS
Que
esta ofrenda sagrada, Señor, nos traiga siempre tu bendición salvadora, para
que dé fruto en nosotros lo que realiza el misterio. Por Jesucristo, nuestro
Señor.
PREFACIO
El
Misterio Pascual y el Pueblo de Dios
En
verdad es justo y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación darte
gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios
todopoderoso y eterno, por Cristo Señor nuestro. Quien, por su Misterio
Pascual, realizó la obra maravillosa de llamamos de la esclavitud del pecado y
de la muerte al honor de ser estirpe elegida, sacerdocio real, nación
consagrada, pueblo de tu propiedad, para que, trasladados por ti de las
tinieblas a tu luz admirable, proclamemos ante el mundo tus maravillas. Por eso
con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos
sin cesar el himno de tu gloria:
Santo,
Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.
Llenos
están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna
en el cielo.
Bendito
el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo.
ANTÍFONA
DE LA COMUNIÓN Sal 30, 20
Qué
grande es tu bondad, Señor, que tienes reservada para tus fieles.
ORACIÓN
DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Saciados
con el pan de esta mesa celestial, te suplicamos, Señor, que este alimento de
caridad fortalezca nuestros corazones, para que nos animemos a servirte en
nuestros hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA
REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- El marcador social más significativo que abre o
cierra puertas en nuestra sociedad es indudablemente la condición económica.
Quien dispone de ingresos superiores a la media recibe un trato de privilegio
en instituciones públicas y no se diga en bancos y centros comerciales, donde
la divisa fundamental es "tú vales por lo que tienes". Esa mentalidad
que penetra por todas partes es abiertamente contraria al espíritu del
Evangelio. El genuino mensaje de Jesús es incluyente y fraterno. En la vida del
Señor Jesús esto no fue un discurso políticamente correcto, sino fue su
práctica frecuente y cotidiana: vivió para atender y servir a los últimos y por
eso mismo, los primeros de Israel, representados en el Sanedrín, se aliaron con
los ocupantes romanos y lo quitaron de en medio. Como afirmara algún estudioso,
Jesús fue ejecutado entre otras cosas, por la forma como celebraba sus comidas,
desde la apertura y la inclusión a todas las personas.
viernes, 19 de agosto de 2016
DOMINGO XXI DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo C Domingo 21 de agosto 2016
DOMINGO XXI DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo C
Domingo 21 de agosto 2016
EL DIOS DE TODOS LOS PUEBLOS
La profecía de Isaías es retomada con toda su fuerza en el
Evangelio de san Lucas de una manera ingeniosa. El Señor Jesús enfatiza la
urgencia de esforzarnos para entrar por la puerta estrecha que conduce al
Reinado de Dios, y a la vez, remata su discurso con una sentencia profética que
anticipa la apertura del banquete para todos los pueblos. No es en manera
alguna un imperialismo judío o cristiano, donde el centro (Jerusalén) sometería
con un mensaje religioso a la periferia (las naciones). Los extranjeros no
serán ciudadanos de segunda, sino hermanos en sentido pleno en la Jerusalén
renovada, al punto que participarán del oficio sacerdotal, reservado hasta
entonces al selecto linaje levítico. El núcleo que atraerá a los pueblos no
será la fortaleza política de Israel, sino la manifestación palpable de la
gloria de Dios, que acogerá con su misericordia a todas las gentes.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 85, 1-3
Inclina tu oído, Señor, y escúchame. Salva a tu siervo, que confía
en ti. Ten piedad de mí, Dios mío, pues sin cesar te invoco.
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el
Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te
glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre
todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el
pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo,
atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten
piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo,
Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que unes en un mismo sentir los corazones de tus
fieles, impulsa a tu pueblo a amar lo que mandas y a desear lo que prometes,
para que, en medio de la inestabilidad del mundo, estén firmemente anclados
nuestros corazones donde se halla la verdadera felicidad. Por nuestro Señor
Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Traerán de todos los países a los hermanos de ustedes.
Del libro del profeta Isaías: 66, 18-21
Esto dice el Señor: "Yo vendré para reunir a las naciones de
toda lengua. Vendrán y verán mi gloria. Pondré en medio de ellos un signo, y
enviaré como mensajeros a algunos de los supervivientes hasta los países más
lejanos y las islas más remotas, que no han oído hablar de mí ni han visto mi
gloria, y ellos darán a conocer mi nombre a las naciones.
Así como los hijos de Israel traen ofrendas al templo del Señor en
vasijas limpias, así también mis mensajeros traerán, de todos los países, como
ofrenda al Señor, a los hermanos de ustedes a caballo, en carro, en literas, en
mulos y camellos, hasta mi monte santo de Jerusalén. De entre ellos escogeré
sacerdotes y levitas".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 116,1.2
R/. Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio.
Que alaben al Señor todas las naciones, que lo aclamen todos los
pueblos. R/.
Porque grande es su amor hacia nosotros y su fidelidad dura por
siempre. R/.
SEGUNDA LECTURA
El Señor corrige a los que ama.
De la carta a los hebreos: 12, 5-7. 11-13
Hermanos: Ya se han olvidado ustedes de la exhortación que Dios les
dirigió, como a hijos, diciendo: Hijo mío, no desprecies la corrección del
Señor, ni te desanimes cuando te reprenda. Porque el Señor corrige a los que
ama, y da azotes a sus hijos predilectos. Soporten, pues, la corrección, porque
Dios los trata como a hijos; ¿y qué padre hay que no corrija a sus hijos?
Es cierto que de momento ninguna corrección nos causa alegría, sino
más bien tristeza. Pero después produce, en los que la recibieron, frutos de
paz y de santidad. Por eso, robustezcan sus manos cansadas y sus rodillas
vacilantes; caminen por un camino plano, para que el cojo ya no se tropiece,
sino más bien se alivie.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 14, 6
R/. Aleluya, aleluya.
Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie va al Padre si no es
por mí, dice el Señor. R/.
EVANGELIO
Vendrán del oriente y del poniente y participarán en el banquete
del Reino de Dios.
Del santo Evangelio según san Lucas: 13, 22-30
En aquel tiempo, Jesús iba enseñando por ciudades y pueblos,
mientras se encaminaba a Jerusalén. Alguien le preguntó: "Señor, ¿es
verdad que son pocos los que se salvan?"
Jesús le respondió: "Esfuércense en entrar por la puerta, que
es angosta, pues yo les aseguro que muchos tratarán de entrar y no podrán.
Cuando el dueño de la casa se levante de la mesa y cierre la puerta, ustedes se
quedarán afuera y se pondrán a tocar la puerta, diciendo: '¡Señor, ábrenos!'
Pero él les responderá: 'No sé quiénes son ustedes'.
Entonces le dirán con insistencia: 'Hemos comido y bebido contigo y
tú has enseñado en nuestras plazas'. Pero él replicará: 'Yo les aseguro que no
sé quiénes son ustedes. Apártense de mí, todos ustedes los que hacen el mal'.
Entonces llorarán ustedes y se desesperarán, cuando vean a Abraham, a Isaac, a
Jacob y a todos los profetas en el Reino de Dios, y ustedes se vean echados
fuera. Vendrán muchos del oriente y del poniente, del norte y del sur, y
participarán en el banquete del Reino de Dios. Pues los que ahora son los
últimos, serán los primeros; y los que ahora son los primeros, serán los
últimos".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
PROFESIÓN DEFE
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la
tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo,
Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios,
Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la
misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los
hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo
se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue
crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al
tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha
del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino
no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede
del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y
gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa,
católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los
pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén
PLEGARIA UNIVERSAL
Pidamos, hermanos, al Señor que venga en nuestro auxilio y, por el
honor de su nombre, escuche nuestra oración. Digamos con fe y devoción: Te
rogamos, Señor. (R/. Te rogamos, Señor.)
Para que el Señor, en su infinita bondad, se acuerde del Santo
Padre, el Papa Francisco, de nuestro obispo N., y de todos los demás obispos,
que anuncian la palabra de Dios; para que bendiga a los sacerdotes y diáconos
y, en su gran misericordia, se acuerde de todos los fieles que aman a
Jesucristo, roguemos al Señor.
Para que Dios conceda a los que trabajan la tierra lluvias oportuna
y buenas cosechas, dé sabiduría a los investigadores, acierto a los que
enseñan, docilidad y constancia los que estudian y otorgue a todos aquellos que
necesitan en cada momento, roguemos al Señor.
Para que el Señor infunda en el corazón de los pecadores un vivo y
sincero arrepentimiento de sus culpas, les conceda el perdón de sus pecados y
les dé fuerza para no recaer en el mal, a fin de que donde creció el pecado,
más desbordante sea la misericordia divina, roguemos al Señor,
Para que el Señor conceda sus dones a nuestros familiares, amigos,
bienhechores y que, a cambio de las riquezas que nos han dado, obtengan las
riquezas inmortales y, en lugar de los bienes temporales, alcancen los bienes
eternos, roguemos al Señor.
Dios nuestro, que invitas a los hombres a entrar por la puerta
estrecha de la cruz hacia el gozoso banquete de tu reino, escucha nuestras
oraciones y danos la fuerza de tu Espíritu, para que, siguiendo las huellas de
tu Hijo, tengamos parte en la mesa festiva de su gloria. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, que con un mismo y único sacrificio adquiriste para ti un
pueblo de adopción, concede, propicio, a tu Iglesia, los dones de la unidad y
de la paz. Por Jesucristo nuestro Señor.
PREFACIO
El Misterio Pascual y el Pueblo de Dios
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y fuente de
salvación darte gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno, por Cristo Señor nuestro. Quien, por su Misterio
Pascual, realizó la obra maravillosa de llamamos de la esclavitud del pecado y
de la muerte al honor de ser estirpe elegida, sacerdocio real, nación
consagrada, pueblo de tu propiedad, para que, trasladados por ti de las
tinieblas a tu luz admirable, proclamemos ante el mundo tus maravillas. Por eso
con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos
sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 103, 13-15
El
que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, dice el Señor, y yo lo
resucitaré en el último día.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te pedimos, Señor, que la obra salvadora de tu misericordia
fructifique plenamente en nosotros, y haz que, con la ayuda continua de tu gracia,
de tal manera tendamos a la perfección, que podamos siempre agradarte en todo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- La incesante ola de conflictos
en Siria y en otros países del Medio Oriente ha vuelto a poner sobre la mesa el
asunto de las migraciones. La vulnerabilidad de las personas que terminan
siendo obligadas a abandonar su tierra y sus raíces por la más importante de
todas las razones: la preservación de su propia vida, es un asunto de
humanidad. Más allá de los asuntos políticos y estratégicos que tiene este
asunto, los cristianos estamos llamados a reconocer en el forastero y el
emigrante a un hermano. Lo que de manera visible e institucionalizada
realizamos en nuestras comunidades eclesiales en México es muy exiguo. Debiera
ser la regla y no la excepción, el mantener y coordinar el espíritu del buen
samaritano en nuestra Iglesia. Si los fanatismos supremacistas y el discurso
nacionalista se recrudecen en los países ricos, no podemos acostumbrarnos a
esta visión excluyente. El Padre que Jesús nos ha revelado, ama compasivamente
a los hombres y mujeres de toda condición, en particular, a los malos y
desagradecidos.
jueves, 18 de agosto de 2016
martes, 16 de agosto de 2016
domingo, 14 de agosto de 2016
sábado, 13 de agosto de 2016
viernes, 12 de agosto de 2016
DOMINGO XX DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo C Domingo 14 de agosto 2016
DOMINGO
XX DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo C
Domingo
14 de agosto 2016
EL
FUEGO PROFÉTICO
Jeremías
fue un crítico implacable de la idolatría y del abuso del culto. Quienes
visitaban el templo de Jerusalén con frecuencia se sentían amparados para
continuar con su tren de vida, sin hacer una evaluación crítica de su propia
conducta. El profeta denunció en repetidas ocasiones que esa deformación de la
religión era reprobable. Dios no sería cómplice de los falsos devotos que
ofrecían sacrificios y continuaban maltratando violentamente a los más débiles.
El culto y la justicia no podían quedar desconectados. En ese mismo sentido el
Señor Jesús se presentó como un profeta congruente que llamaba a sus hermanos a
tomar partido a favor del Reinado de Dios. La oferta religiosa de Jesús tenía
consecuencias en el ámbito social, económico y político y por eso mismo
afectaba los intereses de unos y favorecía a otros. En ese sentido provocaría
una división, pero de ninguna manera Jesús venía a fomentar el odio o la rivalidad
dentro de Israel.
ANTÍFONA
DE ENTRADA Sal 83, 10-11
Dios,
protector nuestro, mira el rostro de tu Ungido. Un solo día en tu casa es más
valioso, que mil días en cualquier otra parte.
GLORIA
Gloria
a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor. Por tu inmensa
gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos
gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único,
Jesucristo.
Señor
Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten
piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica;
tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque
sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu
Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
ORACIÓN
COLECTA
Señor
Dios, que has preparado bienes invisibles para los que te aman, infunde en
nuestros corazones el anhelo de amarte, para que, amándote en todo y sobre
todo, consigamos tus promesas, que superan todo deseo. Por nuestro Señor
Jesucristo...
LITURGIA
DE LA PALABRA
PRIMERA
LECTURA
Tomaron
a Jeremías y lo echaron en un pozo.
Del
libro del profeta Jeremías: 38, 4-6. 8-10
Durante
el sitio de Jerusalén, los jefes que tenían prisionero a Jeremías dijeron al
rey: "Hay que matar a este hombre, porque las cosas que dice desmoralizan
a los guerreros que quedan en esta ciudad y a todo el pueblo. Es evidente que
no busca el bienestar del pueblo, sino su perdición".
Respondió
el rey Sedecías: "Lo tienen ya en sus manos y el rey no puede nada contra
ustedes". Entonces ellos tomaron a Jeremías y, descolgándolo con cuerdas,
lo echaron en el pozo del príncipe Melquías, situado en el patio de la prisión.
En el pozo no había agua, sino lodo, y Jeremías quedó hundido en el lodo.
Ebed-Mélek, el etíope, oficial de palacio, fue a ver al rey y le dijo:
"Señor, está mal hecho lo que estos hombres hicieron con Jeremías,
arrojándolo al pozo, donde va a morir de hambre". Entonces el rey ordenó a
Ebed-Mélek: "Toma treinta hombres contigo y saca del pozo a Jeremías,
antes de que muera”. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO
RESPONSORIAL
Del
salmo 39, 2.3.4.18
R/.
Señor, date prisa en ayudarme.
Esperé
en el Señor con gran confianza; él se inclinó hacia mí y escuchó mis plegarias.
R/.
Del
charco cenagoso y la fosa mortal me puso a salvo; puso firmes mis pies sobre la
roca y aseguró mis pasos. R/.
Él me
puso en la boca un canto nuevo, un himno a nuestro Dios. Muchos se conmovieron
al ver estoy confiaron también en el Señor. R/.
A mí,
tu siervo, pobre y desdichado, no me dejes, Señor, en el olvido. Tú eres quien
me ayuda y quien me salva; no te tardes, Dios mío. R/.
SEGUNDA
LECTURA
Corramos
con perseverancia la carrera que tenemos por delante.
De la
carta a los hebreos: 12, 1-4
Hermanos:
Rodeados, como estamos, por la multitud de antepasados nuestros, que dieron
prueba de su fe, dejemos todo lo que nos estorba; librémonos del pecado que nos
ata, para correr con perseverancia la carrera que tenemos por delante, fija la
mirada en Jesús, autor y consumador de nuestra fe. Él, en vista del gozo que se
le proponía, aceptó la cruz, sin temer su ignominia, y por eso está sentado a
la derecha del trono de Dios.
Mediten,
pues, en el ejemplo de aquel que quiso sufrir tanta oposición de parte de los
pecadores, y no se cansen ni pierdan el ánimo, porque todavía no han llegado a
derramar su sangre en la lucha contra el pecado. Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Jn 10, 27
R/.
Aleluya, aleluya.
Mis
ovejas escuchan mi voz, dice el Señor; yo las conozco y ellas me siguen. R/.
EVANGELIO
No he
venido a traer la paz, sino la división.
Del
santo Evangelio según san Lucas: 12, 49-53
En
aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "He venido a traer fuego a la
tierra, ¡y cuánto desearía que ya estuviera ardiendo! Tengo que recibir un
bautismo, ¡y cómo me angustio mientras llega!
¿Piensan
acaso que he venido a traer paz a la tierra? De ningún modo. No he venido a
traer la paz, sino la división. De aquí en adelante, de cinco que haya en una
familia, estarán divididos tres contra dos y dos contra tres. Estará dividido
el padre contra el hijo, el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la
hija contra la madre, la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra”.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
PROFESIÓN
DEFE
CREDO
NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
Creo en
un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo
visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios
nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios
verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del
Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra
salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la
Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de
Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las
Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo
vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo
en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo,
que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por
los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica.
Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la
resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén
PLEGARIA
UNIVERSAL
Presentemos,
hermanos, nuestras súplicas al Señor y pidámosle que atienda a sus hijos, según
las necesidades de cada uno de ellos, respondiendo: Te rogamos, Señor. (R/. Te
rogamos, Señor.)
Roguemos
al Señor por quienes, a causa de su enfermedad, porque están el servicio de sus
hermanos o por cualquier otro motivo, no han podido venir a celebrar con
nosotros el domingo; a fin de que, ya que no pueden participar de la alegría de
esta celebración, no se vean privados nunca del gozo del Señor. Roguemos al
Señor.
Roguemos
por los que ayudan a los pobres o hacen obras de misericordia en favor de sus
hermanos, para que Dios premie abundantemente el bien que hacen, y lo que
reparten a sus hermanos el Señor lo multiplique y lo convierta para ellos en
premio de vida eterna.
Roguemos
por los que están de viaje, por los que tienen que vivir fuera de su hogar o
alejados de sus familiares y amigos, para que Dios los proteja de todo peligro,
los ayude en sus dificultades y les conceda retornar, sanos y salvos, a sus
hogares. Roguemos al Señor.
Roguemos
finalmente por nosotros mismos, para que el Señor nos haga perseverar en la fe
cristiana, nos ayude a conocer más y más el Evangelio de Cristo, fortalezca
nuestra voluntad en el bien, nos guarde de todo mal y nos guarde de todo mal y
nos conceda alcanzar la vida eterna. Roguemos al Señor.
Dios
nuestro, que con la cruz de tu Hijo, bandera discutida, nos revelas la actitud
de muchos corazones, escucha nuestras plegarias y no permitas que la humanidad
rechace de nuevo la verdad y la gracia, sino que sepa descubrir los momentos
que estamos viviendo para alcanzar así la salvación. Por Jesucristo, nuestro
Señor.
ORACIÓN
SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe,
Señor, nuestros dones, con los que se realiza tan glorioso intercambio, para
que, al ofrecerte lo que tú nos diste, merezcamos recibirte a ti mismo. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
El
Misterio Pascual y el Pueblo de Dios
En
verdad es justo y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación darte
gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios
todopoderoso y eterno, por Cristo Señor nuestro. Quien, por su Misterio
Pascual, realizó la obra maravillosa de llamamos de la esclavitud del pecado y
de la muerte al honor de ser estirpe elegida, sacerdocio real, nación
consagrada, pueblo de tu propiedad, para que, trasladados por ti de las
tinieblas a tu luz admirable, proclamemos ante el mundo tus maravillas. Por eso
con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin
cesar el himno de tu gloria:
Santo,
Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.
Llenos
están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna
en el cielo.
Bendito
el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo.
ANTÍFONA
DE LA COMUNIÓN Sal 129, 7
ORACIÓN
DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Unidos
a Cristo por este sacramento, suplicamos humildemente, Señor, tu misericordia,
para que, hechos semejantes a él aquí en la tierra, merezcamos gozar de su
compañía en el cielo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
UNA
REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- En medio del debate que se ha suscitado con el
recrudecimiento del fanatismo religioso, ha surgido un criterio para valorar
las ofertas religiosas. Es claro que no se puede apreciar a una confesión
religiosa por sus creencias y sus dogmas. Estos son asuntos difícilmente
medibles y por lo mismo, no se puede afirmar que, por ejemplo, son mejores las
creencias budistas que las islámicas o viceversa. Lo que sí se puede apreciar
es qué tipo de conductas, actitudes y valores genera una creencia religiosa en
quienes la practican. Ahí sí podemos ver dónde crece más la compasión, la
solidaridad, la tolerancia y otros valores universales que tanto aprecia
nuestra civilización. Como bien dijera el Señor Jesús, "el árbol se conoce
por sus frutos". Los principales frutos que habría de generar la fe
cristiana se observan en el ámbito personal (incentivando la libertad y madurez
del discípulo de Jesús) y en el plano social (empujando procesos de mejora de
alguna situación comunitaria).
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