El canon de las Escrituras [1]
La palabra "canon" se deriva del vocablo griego que significa
"regla" o "modelo".
La
Tradición apostólica hizo discernir a la Iglesia qué escritos constituyen la
lista de los Libros Santos es decir de
verdadera inspiración divina, expresando la voluntad de Dios para todos los
hombres (cf. DV 8,3). Esta lista integral es llamada
«canon» de las Escrituras. Comprende para el Antiguo Testamento 46 escritos (45
si se cuentan Jr y Lm como uno solo), y 27 para el Nuevo
(cf.Decretum Damasi: DS
179; Concilio de Florencia, año 1442: ibíd.,1334-1336;
Concilio de Trento: ibíd.,
1501-1504).
Para
el Antiguo Testamento son:
Génesis,
Éxodo, Levítico, Números, Deuteronomio, Josué, Jueces, Rut, los dos libros de
Samuel, los dos libros de los Reyes, los dos libros de las Crónicas, Esdras y
Nehemías, Tobías, Judit, Ester, los dos libros de los Macabeos, Job, los
Salmos, los Proverbios, el Eclesiastés, el Cantar de los Cantares, la
Sabiduría, el Eclesiástico, Isaías, Jeremías, las Lamentaciones, Baruc,
Ezequiel, Daniel, Oseas, Joel, Amós, Abdías, Jonás Miqueas, Nahúm , Habacuc,
Sofonías, Ageo, Zacarías, Malaquías.
Para
el Nuevo Testamento son:
Los
Evangelios de Mateo, de Marcos, de Lucas y de Juan, los Hechos de los
Apóstoles, las cartas de Pablo a los Romanos, la primera y segunda a los
Corintios, a los Gálatas, a los Efesios, a los Filipenses, a los Colosenses, la
primera y la segunda a los Tesalonicenses, la primera y la segunda a Timoteo, a
Tito, a Filemón, la carta a los Hebreos, la carta de Santiago, la primera y la
segunda de Pedro, las tres cartas de Juan, la carta de Judas y el Apocalipsis.
El
Antiguo Testamento
“El fin
principal de la economía del Antiguo Testamento era preparar la venida de
Cristo, redentor universal”. “Contienen enseñanzas sublimes sobre Dios y una
sabiduría salvadora acerca de la vida del hombre, encierran admirables tesoros
de oración, y en ellos se esconden el misterio de nuestra salvación” (
DV 15).
Los cristianos veneran el Antiguo Testamento como
verdadera Palabra de Dios. La Iglesia ha rechazado siempre vigorosamente la
idea de prescindir del Antiguo Testamento so pretexto de que el Nuevo lo habría
hecho caduco (marcionismo).
El
Nuevo Testamento
“La
palabra de Dios, que es fuerza de Dios para la salvación del que cree, se
encuentra y despliega su fuerza de modo privilegiado en el Nuevo Testamento” (
DV 17). Estos escritos nos ofrecen la verdad
definitiva de la Revelación divina. Su objeto central es Jesucristo, el Hijo de
Dios encarnado, sus obras, sus enseñanzas, su pasión y su glorificación, así
como los comienzos de su Iglesia bajo la acción del Espíritu Santo (cf.
DV 20).