Remar Mar Adentro, pretende, como laicos comprometidos, presentar temas de reflexión para vivir el reino de Dios; levantando las anclas en una tarea asumida generosamente. Ricardo Huante Magaña
martes, 30 de abril de 2024
DOMINGO VI DE PASCUA CICLO B Domingo 5 de mayo 2024
EN COMUNIÓN CON LA TRADICIÓN VIVA DE LA IGLESIA 20240505
«Este es mi mandamiento, que os améis unos a otro como yo os he amado. ¿Observas la caridad de Dios entrelazada con la nuestra y como unificada y encadenada con ella? Por este motivo, algunas veces habla de dos mandamientos y en otras de uno. No es posible que quien guarde uno no observe el otro. En una ocasión dice: De aquí depende toda la Ley y los profetas. En otra: Lo que quisiereis que os hagan a vosotros los hombres, hacédselo vosotros a ellos. Porque ésta es la Ley y los Profetas. Y, además: Plenitud de la Ley es la caridad, que es lo que en este pasaje también se pone de manifiesto. Si "permanecer" depende de la caridad, y la caridad de la observancia de los mandamientos, como el mandamiento es que nos amemos los unos a los otros, permanecer en Dios, en suma, depende de la caridad mutua. No habla del amor simplemente, sino que se refiere también al modo en el que ama: Como yo os amé. Una vez más demuestra que su partida no estaba motivada por el odio, sino por el amor. En ningún momento, sin embargo, les habla en estos términos, sino que ya antes lo hace con la descripción del buen pastor, y, en ese punto, les exhorta, les muestra la grandeza del amor y les manifiesta quién era. ¿Por qué siempre ensalza la caridad? Porque ella es el distintivo de los discípulos y ella la que da consistencia a la virtud. Por este motivo Pablo, a fuer de verdadero discípulo de Cristo y de conocerla por experiencia, afirma de ésta lo mismo. Vosotros sois mis amigos, porque todas las cosas que he oído de mi Padre os las he dado a conocer. ¿Entonces cómo dice: Muchas cosas tengo que deciros, mas no podéis llevarlas ahora? Las expresiones: "todas las cosas" y "he oído" significan que sólo dice aquello que ha oído del Padrea (San Juan Crisóstomo [c.347-407]. Evangelio de Juan. Homilía 77,1).
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20240505
¡Cuántas canciones intentan capturar la esencia del amor! A veces, son canciones elegantes, como la ópera de Richard Wagner (1813-1883) titulada Tannhaüser, que contrasta el amor profano de la diosa Venus y el amor sagrado de la Virgen María. A veces, son canciones más populares, como las que cantan los Mariachis, las bandas, y los artistas del momento. La Biblia también propone canciones de amor, como el cántico de la viña en el libro de Isaías (5, 1-7), el himno al amor usado por San Pablo (1 Cor 13, 1-13), y todo el libro del Cantar de los cantares. Estas canciones bíblicas parecen hacer hincapié en la unidad como la esencia del amor. Por eso, es urgente cultivar nuestra unidad con Dios, mantener la unidad en nuestras comunidades, y esforzarnos para establecer la unidad ecuménica entre los cristianos.
sábado, 27 de abril de 2024
Domingo V de Pascua Ciclo B Domingo 28 de abril 2024
CÓMO PARTICIPAR EN LA VIDA DEL RESUCITADO
Hech 9, 26-31; Sal 21; l Jn3, 18-24; Jn 15,1-8
La resurrección de Cristo no fue suficiente para ellos en ese momento.
Los discípulos querían saber cómo podrían compartir la vida resucitada de que
él gozaba. Contesta la primera Carta de Juan, que es nuestra segunda lectura,
que nuestras acciones son el camino para tomar parte de esa vida: tenemos la
salvación si "cumplimos sus mandatos y hacemos lo que le agrada" (v.
21). Sin embargo, dicho camino no consiste simplemente en nuestras acciones
porque "este es su mandamiento: que creamos ... y que nos amemos" (v.
23). Se trata de actitudes interiores. Clarifica el Evangelio de hoy que es el
amor por Cristo, simbolizado por la metáfora de permanecer en la viña y
realizado en nuestras acciones exteriores y en nuestras actitudes interiores,
lo que nos da acceso a la vida resucitada. En otras palabras, lo que cuenta es
nuestra relación verdadera con Cristo resucitado sin olvidar nuestra relación
con los demás.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 97, 1-2
Canten al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas y todos
los pueblos han presenciado su victoria. Aleluya.
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos,
te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor,
Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que
quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del
mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre,
ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú
Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, lleva a su plenitud en nosotros el
sacramento pascual, para que, a quienes te dignaste renovar por el santo
bautismo, les hagas posible, con el auxilio de tu protección, abundar en frutos
buenos, y alcanzar los gozos de la vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo
...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Les contó cómo había visto al Señor en el camino.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 9, 26-31
Cuando Pablo regreso a Jerusalén, trato de unirse a los discípulos,
pero todos le tenían miedo, porque no creían que se hubiera convertido en
discípulo.
Entonces, Bernabé lo presento a los apóstoles y le refirió como Saulo
había visto al Señor en el camino, como el Señor le había hablado y como él
había predicado en Damasco, con valentía, en el nombre de Jesús. Desde
entonces, vivió con ellos en Jerusalén, iba y venía, predicando abiertamente en
el nombre del Señor, hablaba y discutía con los judíos de habla griega y éstos
intentaban matarlo. Al enterarse de esto, los hermanos condujeron a Pablo a
Cesarea y lo despacharon a Tarso.
En aquellos días, las comunidades cristianas gozaban de paz en toda
Judea, Galilea y Samaria, con lo cual se iban consolidando, progresaban en la
fidelidad a Dios y se multiplicaban, animadas por el Espíritu Santo. Palabra de
Dios. T. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 21, 26b-27. 28. 30ab. 30c-32.
R/. Bendito sea el Señor. Aleluya.
Le cumpliré mis promesas al Señor delante de sus fieles. Los pobres
comerán hasta saciarse y alabarán al Señor los que lo buscan: su corazón ha de
vivir para siempre. R/.
Recordarán al Señor y volverán a Él desde los últimos lugares del
mundo; en su presencia se postrarán todas las familias de los pueblos. Solo
ante Él se postrarán todos los que mueren. R/.
Mi descendencia lo servirá y le contará a la siguiente generación, al
pueblo que ha de nacer, la justicia del Señor y todo lo que Él ha hecho. R/.
SEGUNDA LECTURA
Este es su mandamiento: que creamos y que nos amemos.
De la primera carta del apóstol san Juan 3, 18-24
Hijos míos: No amemos solamente de palabra, amemos de verdad y con las
obras. En esto conoceremos que somos de verdad y delante de Dios
tranquilizaremos nuestra conciencia de cualquier cosa que ella nos reproche, porque
Dios es más grande que nuestra conciencia y todo lo conoce. Si nuestra
conciencia no nos remuerde, entonces, hermanos míos, nuestra confianza en Dios
es total.
Puesto que cumplimos los mandamientos de Dios y hacemos lo que le
agrada, ciertamente obtendremos de Él todo lo que le pidamos. Ahora bien, éste
es su mandamiento: que creamos en la persona de Jesucristo, su Hijo, y nos
amemos los unos a los otros, conforme al precepto que nos dio.
Quien cumple sus mandamientos permanece en Dios y Dios en él. En esto
conocemos, por el Espíritu que Él nos ha dado, que Él permanece en nosotros.
Palabra de Dios. T. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 15, 4-5
R/. Aleluya, aleluya.
Permanezcan en mí y yo en ustedes, dice el Señor; el que permanece en
mí da fruto abundante. R/.
EVANGELIO
El que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante.
Del santo Evangelio según san Juan 15, 1-8
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Yo soy la verdad vid y
mi Padre es el viñador. Al sarmiento que no da fruto en mí, Él lo arranca, y al
que da fruto lo poda para que dé más fruto.
Ustedes ya están purificados por las palabras que les he dicho.
Permanezcan en mí y yo en ustedes. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí
mismo, si no permanece en la vid, así tampoco ustedes, si no permanecen en mí.
Yo soy la vid, ustedes los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ese
da fruto abundante, porque sin mí nada puede hacer. Al que no permanece en mí
se le echa afuera, como el sarmiento, y se seca; luego lo recogen, lo arrojan
al fuego y arde.
Si permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que
quieran y se les concederá. La gloria de mi Padre consiste en que den mucho
fruto y se manifiesten así como discípulos míos”.
Palabra del Señor. T. Gloria a ti, Señor Jesús.
PRODESIÓN DE FE
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la
tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo,
Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios,
Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la
misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los
hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo
se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue
crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al
tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha
del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino
no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede
del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y
gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa,
católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los
pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
PLEGARIA UNIVERSAL
Invoquemos a Cristo, camino verdad y vida y, como pueblo sacerdotal,
pidámosle por las necesidades de todo el mundo diciendo: Te rogamos, Señor.
(R/. Te rogamos, Señor.)
Para que Cristo, esposo de la Iglesia, llene de alegría pascual a todos
los que se han consagrado a la extensión de su reino, roguemos al Señor.
Para que Cristo, piedra angular del edificio, ilumine con el anuncio
evangélico a los pueblos que aún desconocen la buena nueva de la resurrección,
roguemos al Señor.
Para que Cristo, estrella luciente de la mañana, seque las lágrimas de
los que lloran y aleje del dolor las penas de los que sufren, roguemos al
Señor.
Para que Cristo, testigo fidedigno y veraz, nos conceda ser, con
nuestra alegría evangélica, sal y luz para los hombres que desconocen la
victoria de la resurrección, roguemos al Señor.
Dios nuestro, que nos has unido a Cristo como sarmientos a la verdadera
vid, escucha nuestra oración y danos tu Espíritu Santo, para que, amándonos los
unos a los otros, demos frutos abundantes de santidad y de paz. Por Jesucristo,
tu Hijo, que vive y reina, inmortal y glorioso, por los siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios nuestro, que por el santo valor de este sacrificio nos hiciste
participar de tu misma y gloriosa vida divina, concédenos que, así como hemos
conocido tu verdad, de igual manera vivamos de acuerdo con ella. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
La nueva vida en Cristo
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación
glorificarte siempre. Señor: pero más que nunca en este tiempo en que Cristo,
nuestra pascua, fue inmolado. Por Él, los hijos de la luz nacen a la vida
eterna. Y las puertas de los cielos han vuelto a abrirse para los que creen en
Él, ya que en su muerte murió nuestra muerte y en su gloriosa resurrección
hemos resucitado todos. Por eso, con esta efusión de gozo pascual, el mundo
entero se desborda de alegría y también los coros celestiales, los ángeles y
los arcángeles, cantan sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria. Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 15, 1. 5
Yo soy la vid verdadera y ustedes los sarmientos, dice el Señor; si
permanecen en mí y yo en ustedes darán fruto abundante. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, muéstrate benigno con tu pueblo, y ya que te dignaste
alimentarlo con los misterios celestiales, hazlo pasar de su antigua condición
de pecado a una vida nueva. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20240428
Frecuentemente oímos que nuestra relación con Cristo es lo que importa más en nuestras vidas. No hay duda de que esta opinión tiene su verdad. Sin embargo, es preciso tener un poco de sabiduría y empatía al afirmarla. Por un lado, tenemos que reconocer que nuestra relación con Cristo no es puramente psicológica o interior. Tiene que ver con nuestras acciones y con toda la manera en que vivimos nuestra existencia cristiana. No se puede "sentir muy cerca" del Señor mientras uno está tratando mal a sus semejantes. Por otro lado, debemos reconocer que no todos experimentan directamente su relación con Cristo. Hay personas que experimentan lo que los santos han llamado "la noche oscura del alma" en que se siente una cierta ausencia de Dios; para ellos, Dios se esconde. Debemos tener empatía con tales personas.
EN COMUNIÓN CON LA TRADICIÓN VIVA DE LA IGLESIA 20240428
«Si
permaneciereis... En efecto, permaneciendo en Cristo, ¿qué pueden querer sino
lo que está de acuerdo con Cristo? ¿Qué pueden querer permaneciendo en el
Salvador, sino lo que no es inadecuado a la salvación? En efecto, una cosa
queremos porque estamos en Cristo, y otra queremos porque estamos aún en este
mundo. De hecho, a causa de la permanencia en este mundo nos coge a veces a
traición el pedir esto respecto a lo que desconocemos que no nos conviene. Pero
ni pensar que esto se nos haga si permanecemos en Cristo, el cual, cuando
pedimos, no hace sino lo que nos conviene! Mientras, pues, permanezcamos en él
cuando sus palabras permanecen en nosotros, pediremos y se nos hará cualquier
cosa que quisiéremos. Por eso, si pedimos y no se hace, pedimos no lo que implica
la permanencia en él ni lo que implican sus palabras que permanecen en
nosotros, sino lo que implican la cedida y la debilidad de la carne, que no
existen en él y en las que no permanecen sus palabras. Evidentemente, a sus
palabras pertenece de hecho la oración que enseñó, en la que decimos: Padre
nuestro, que estás en los cielos. De las palabras y significados de esta
oración no nos apartemos en nuestras peticiones y se nos hará cualquier cosa
que pidiéremos. Por cierto, que sus palabras permanecen en nosotros ha de decirse
cuando hacemos lo que ha preceptuado y amamos lo que ha prometido; en cambio, cuando
sus palabras permanecen en la memoria, mas no se hallan en la vida, al sarmiento
no se le considera en la vid porque a la vida no la tira hacia sí desde la
raíz. Respecto a esta diferencia vale lo que está escrito: Y para quienes en la
memoria retienen sus mandatos a fin de cumplirlos» (San Agustín [354-430].
Evangelio de san Juan. Tratado 81,4).
miércoles, 17 de abril de 2024
DOMINGO IV DE PASCUA DOMINGO DEL BUEN PASTOR Ciclo B Domingo 21 de abril 2024
EL PAPEL DE CRISTO RESUCITADO
Hech 4,8-12; Sal 117; 1 Jn 3,1-2; Jn 10,11-18
Nuestras lecturas continúan la meditación sobre el misterio de la
resurrección que es el tema central de este tiempo pascual. Hoy meditamos sobre
el papel el Cristo resucitado en nuestras vidas. ¿Qué es lo que hace para
nosotros después de su resurrección? Con su afirmación de que Jesús es "el
único Nombre por el cual podemos salvarnos" (v. 12), la primera lectura
proclama que el Cristo resucitado es el mediador de la salvación y el único. El
Evangelio afirma algo parecido porque sostiene que Cristo es el pastor de todas
las ovejas y basa toda su obra en "el mandato que recibí de mi padre"
(v. 18), es decir, el mandato de ser mediador de la salvación. La segunda
lectura propone que esta salvación es grande y, aunque no sabemos todo acerca
de ella, significa que "seremos semejantes a Dios" (v. 2).
ANTÍFONA ENTRADA Cfr. Sal 32, 5-6
La tierra está llena del amor del Señor y su palabra hizo los cielos.
Aleluya.
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos,
te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor,
Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que
quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del
mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre,
ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú
Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, te pedimos que nos lleves a gozar de las
alegrías celestiales para que tu rebaño a pesar de su fragilidad llegue también
a donde lo precedió su glorioso Pastor. Él, que vive y reina contigo.
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Sólo Jesús puede salvarnos.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 4, 8-12
En aquellos días, Pedro, lleno del Espíritu Santo, dijo: "jefes
del pueblo y ancianos: Puesto que hoy se nos interroga acerca del beneficio
hecho a un hombre enfermo, para saber cómo fue curado, sépanlo ustedes y sépalo
todo el pueblo de Israel: este hombre ha quedado sano en el nombre de Jesús de
Nazaret, a quien ustedes crucificaron y a quien Dios resucitó de entre los
muertos. Este mismo Jesús es la piedra que ustedes, los constructores, han
desechado y que ahora es la piedra angular. Ningún otro puede salvarnos, pues
en la tierra no existe ninguna otra persona a quien Dios haya constituido como
salvador nuestro".
Palabra de Dios. T. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 117,1 y 8-9. 21-23. 26y 28cd y 29.
R/. La piedra que desecharon los constructores es ahora la piedra
angular. Aleluya.
Te damos gracias, Señor, porque eres bueno, porque tu misericordia es
eterna. Más vale refugiarse en el Señor, que poner en los hombres la confianza;
más vale refugiarse en el Señor, que buscar con los fuertes una alianza. R/.
Te doy gracias, Señor, pues me escuchaste y fuiste para mí la
salvación. La piedra que desecharon los constructores es ahora la piedra
angular. Esto es obra de la mano del Señor, es un milagro patente. R/.
Bendito el que viene en nombre del Señor. Que Dios desde su templo nos
bendiga. Tú eres mi Dios, y te doy gracias. Tú eres mi Dios, y yo te alabo. Te
damos gracias, Señor, porque eres bueno, porque tu misericordia es eterna. R/.
SEGUNDA LECTURA
Veremos a Dios tal cual es.
De la primera carta del apóstol san Juan 3, 1-2
Queridos hijos: Miren cuánto amor nos ha tenido el Padre, pues no sólo
nos llamamos hijos de Dios, sino que lo somos. Si el mundo no nos reconoce, es
porque tampoco lo ha reconocido a él.
Hermanos míos, ahora somos hijos de Dios, pero aún no se ha manifestado
cómo seremos al fin. Y ya sabemos que, cuando él se manifieste, vamos a ser
semejantes a él, porque lo veremos tal cual es.
Palabra de Dios. T. Te alabamos,
Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 10, 14
R/. Aleluya, aleluya.
Yo soy el buen pastor, dice el Señor; yo conozco a mis ovejas y ellas
me conocen a mí. R/.
EVANGELIO
El buen pastor da la vida por sus ovejas.
Del santo Evangelio según san Juan 10, 11-18
En aquel tiempo, Jesús dijo a los fariseos: "Yo soy el buen
pastor. El buen pastor da la vida por sus ovejas. En cambio, el asalariado, el
que no es el pastor ni el dueño de las ovejas, cuando ve venir al lobo,
abandona las ovejas y huye; el lobo se arroja sobre ellas y las dispersa,
porque a un asalariado no le importan las ovejas.
Yo soy el buen pastor, porque conozco a mis ovejas y ellas me conocen a
mí, así como el Padre me conoce a mí y yo conozco al Padre. Yo doy la vida por
mis ovejas. Tengo además otras ovejas que no son de este redil y es necesario
que las traiga también a ellas; escucharán mi voz y habrá un solo rebaño y un
solo pastor.
El Padre me ama porque doy mi vida para volverla a tomar. Nadie me la
quita; yo la doy porque quiero. Tengo poder para darla y lo tengo también para
volverla a tomar. Este es el mandato que he recibido de mi Padre". Palabra
del Señor. T. Gloria a ti, Señor Jesús.
PROFECIÓN DE FE
Credo de los Apóstoles
Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y
gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder
de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los
infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y
está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a
juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica,
la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la
carne y la vida eterna.
Amén.
PLEGARIA UNIVERSAL
Levantemos, hermanos, nuestros ojos a Cristo, obispo y pastor de
nuestras almas, y pongamos en sus manos, con toda confianza, las necesidades de
los hombres diciendo: Te rogamos, Señor. (R/. Te rogamos, Señor.)
O bien: Jesús, Buen Pastor, sálvanos.
Para que los obispos, los presbíteros y diáconos apacienten santamente
a los pueblos que tienen encomendados, roguemos al Señor.
Para que la paz que Jesucristo concedió a los discípulos arraigue con
fuerza en nuestro mundo, y se alejen de las naciones el odio y las guerras,
roguemos al Señor.
Para que los enfermos, los pobres y todos los que sufren encuentren en
Cristo resucitado luz y esperanza, roguemos al Señor.
Para que Dios derrame en las familias cristianas el espíritu de piedad
y de renuncia a lo mundano, de manera que germinen abundantes vocaciones al
ministerio eclesial, roguemos al Señor.
Dios nuestro, Padre todopoderoso, que hiciste resplandecer la gloria de
Cristo resucitado cuando, en su nombre, devolviste la salud al inválido, reúne
en una sola familia a los hombres dispersos por el pecado y haz que, uniéndose
a Cristo, el buen pastor, experimenten la alegría de pertenecer a tu rebaño.
Por Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina, inmortal y glorioso, por los siglos
de los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor, vivir siempre llenos de gratitud por estos misterios
pascuales que celebramos, para que, continuamente renovados por su acción se
conviertan para nosotros en causa de eterna felicidad. Por Jesucristo, nuestro
Señor.
PREFACIO
Restauración universal por el Misterio Pascual
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación
darte gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios
todopoderoso y eterno. Porque misericordiosamente estableciste este tiempo
especial de gracia para que tus hijos busquen de nuevo la pureza del corazón y
así, libres de todo afecto desordenado, de tal manera se apliquen a las
realidades transitorias, que más bien pongan su corazón en las que duran para
siempre. Por eso, con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros
celestiales cantamos sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria. Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN
Ha resucitado el Buen Pastor, que dio la vida por sus ovejas y se
entregó a la muerte por su rebaño. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Buen Pastor, vela con solicitud por tu rebaño y dígnate conducir a las
ovejas que redimiste con la preciosa sangre de tu Hijo, a las praderas eternas.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
EN COMUNIÓN CON LA TRADICIÓN VIVA DE LA IGLESIA 20240421
«Del asalariado, por otra parte, ¿qué decimos? No se le ha recordado aquí entre los buenos. El buen pastor, asevera, da su vida por las ovejas. El asalariado y quien no es pastor, propias del cual no son las ovejas, ve venir al lobo y abandona las ovejas y huye; y el lobo arrebata y dispersa las ovejas. No desempeña aquí el asalariado un papel bueno, y empero es útil en algo y no se le llamaría asalariado si del empresario no recibiera un salario. ¿Quién es, pues, ese asalariado, culpable y necesario? Aquí, hermanos, ilumínenos de verdad el Señor mismo, para que conozcamos a los asalariados y no seamos asalariados. ¿Quién es, pues, el asalariado? Hay en la Iglesia algunos jefes, de quienes el apóstol Pablo dice: los que buscan lo suyo, no lo de Jesucristo. ¿Qué significa los que buscan lo suyo? Los que no quieren gratis a Cristo, no buscan a Dios por Dios, persiguen ventajas temporales, codician ganancias, de los hombres apetecen honores. Cuando un jefe ama esto y en atención a esto se sirve a Dios, cualquiera que es así, es asalariado, no se cuente a sí mismo entre los hijos, pues de individuos tales dice el Señor: En verdad os digo, recibieron su salario. Escucha qué dice de san Timoteo el apóstol Pablo: Ahora bien, espero en el Señor Jesús enviaros pronto a Timoteo, para estar también yo de buen ánimo cuando haya sabido lo que hay acerca de vosotros; de hecho, no tengo a nadie unánime que por vosotros esté solícito sinceramente, pues todos buscan lo suyo, no lo de Jesucristo» (San Agustín [354-430]. Evangelio de san Juan. Tratado 46, 5).
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20240421
La resurrección de Jesús no es
simplemente su triunfo sobre la muerte de una vez para siempre. Es su pasaje a
un nuevo modo de ser activo en el mundo. Se trata de ser la fuente de todo lo
bueno que Dios puede darnos. Cualquier beneficio, bendición, o bondad que
recibimos en esta vida o en la otra nos llega por medio de Cristo resucitado.
Es una afirmación que ha sido discutida por muchos en los años recientes, ya
que parece deducir que las otras religiones, como el judaísmo o el budismo, no
tienen en ellas ni siquiera una gota de salvación o bien. Pero no es así, como
ha sido clarificado por el Vaticano II en su documento Ad gentes. El Cristo
resucitado puede ser activo en estas religiones en cierta manera, porque no está
delimitado por las fronteras humanas.
jueves, 11 de abril de 2024
EN COMUNIÓN CON LA TRADICIÓN VIVA DE LA IGLESIA 20240414
«En realidad, por cuanto encontramos también en la sucesión del relato evangélico, fue visto por los hombres cinco veces en el mismo día en que resucitó. En primer lugar, por María Magdalena, cuando dijo a la que deseaba abrazar sus pies: No me toques, porque aún no he subido a mi Padre. Después, por las dos que, corriendo desde el sepulcro, fueron a anunciar a sus discípulos lo que habían oído sobre el suceso de su resurrección, y de las que está escrito que se acercaron, abrazaron sus pies y le adoraron. Se apareció al atardecer de ese mismo día a dos que iban a la aldea de Emaús, quienes lo reconocieron al partir el pan. Se apareció también a Pedro, aunque el evangelista apenas da detalles de cuándo o dónde ocurrió, si bien no oculta que sucedió, cuando escribe que, cuando los dos discípulos citados volvieron enseguida a Jerusalén tras haber reconocido al Señor en Emaús, encontraron reunidos a los once y a los que estaban con ellos, que decían: el Señor ha resucitado realmente y se ha apareado a Simón. Inmediatamente después empalma con la quinta aparición, que acabamos de escuchar cuando se ha leído el Evangelio, y comienza así: Mientras contaban estas cosas, Jesús se puso en medio de ellos...Lo primero que hay que advertir y guardar con diligencia en la memoria es que el Señor se puso en medio y se dignó revelarles físicamente su presencia, mientras los discípulos hablaban de Él. Y esto es precisamente lo que prometió a todos los fieles, doquiera que estuviesen, al decir: Donde hay dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos. Y, para confirmar la firmeza de nuestra fe (...), de vez en cuando también lo ha querido corroborar con la presencia de su visión corporal» (San Beda el Benerable [c672-735] Homilía IX, 2.3. Después de Pascua)
DOMINGO III DE PASCUA Ciclo B Domingo 14 de abril 2024
LA PASCUA Y EL PERDÓN DE LOS PECADOS
Hech 3. 13-15. 17-19; Sal 4; 1 Jn 2, 1-5; Lc 24, 35-48
Nuestras lecturas de hoy nos recuerdan una verdad revelada por la
resurrección, pero a veces marginada. En el Evangelio, Cristo aparece por
tercera vez en el día pascual y los discípulos están "sorprendidos y
aterrorizados" (v. 37) pero no estupefactos, ya que han sido informados de
la resurrección por María Magdalena (24, 9) y por otros discípulos (35-36).
Quizá, por esto, Jesús enfatiza el perdón de los pecados. De hecho, él come con
los discípulos (ver 41-42), lo cual es un signo de reconciliación y anuncia que
ha muerto y resucitado para "el perdón de los pecados" (v. 48).
Nuestra primera lectura es precisamente el anuncio de que, incluso, los pecados
de los asesinos de Jesús pueden perdonarse (Hech 3, 19). En la segunda lectura,
Juan afirma que "tenemos un intercesor" (1 Jn 2, 1) por nuestros
pecados.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 65, 1-2
Aclama a Dios, tierra entera. Canten todos un himno a su nombre, den le
gracias y alábenlo. Aleluya.
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos,
te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor,
Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que
quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del
mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre,
ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú
Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que tu pueblo se regocije siempre al verse renovado y
rejuvenecido, para que, al alegrarse hoy por haber recobrado la dignidad de su
adopción filial, aguarde seguro su gozosa esperanza el día de la resurrección.
Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Ustedes dieron muerte al autor de la vida, pero Dios lo resucitó de
entre los muertos.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 3. 13-15. 17-19
En aquellos días, Pedro tomó la palabra y dijo: "El Dios de
Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres, ha glorificado a su
siervo Jesús, a quien ustedes entregaron a Pilato, y a quien rechazaron en su
presencia, cuando él ya había decidido ponerlo en libertad. Rechazaron al
santo, al justo, y pidieron el indulto de un asesino; han dado muerte al autor
de la vida, pero Dios lo resucitó de entre los muertos y de ello nosotros somos
testigos.
Ahora bien, hermanos, yo sé que ustedes han obrado por ignorancia, de
la misma manera que sus jefes; pero Dios cumplió así lo que había predicho por
boca de los profetas: que su Mesías tenía que padecer. Por lo tanto,
arrepiéntanse y conviértanse para que se les perdonen sus pecados".
Palabra de Dios. T. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 4, 2. 4. 7, 9.
R/. En ti, Señor, confío. Aleluya.
Tú que conoces lo justo de mi causa, Señor, responde a mi clamor. Tú
que me has sacado con bien de mis angustias, apiádate y escucha mi oración. R/.
Admirable en bondad ha sido el Señor para conmigo, y siempre que lo
invoco me ha escuchado; por eso en él confío. R/.
En paz, Señor, me acuesto y duermo en paz, pues sólo tú, Señor, eres mi
tranquilidad. R/.
SEGUNDA LECTURA
Cristo es la víctima de propiciación por nuestros pecados y por los del
mundo entero.
De la primera carta del apóstol san Juan 2, 1-5
Hijitos míos: Les escribo esto para que no pequen. Pero, si alguien
peca, tenemos como intercesor ante el Padre, a Jesucristo, el justo. Porque él
se ofreció como víctima de expiación por nuestros pecados, y no sólo por los
nuestros, sino por los del mundo entero.
En esto tenemos una prueba de que conocemos a Dios: en que cumplimos
sus mandamientos. Quien dice: "Yo lo conozco", pero no cumple sus
mandamientos, es un mentiroso y la verdad no está en él. Pero en aquel que
cumple su palabra, el amor de Dios ha llegado a su plenitud, y precisamente en
esto conocemos que estamos unidos a él. Palabra de Dios. T. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Lc 24, 32
R/. Aleluya, aleluya.
Señor Jesús, haz que comprendamos la Sagrada Escritura. Enciende
nuestro corazón mientras nos hablas. R/.
EVANGELIO
Está escrito que Cristo tenía que padecer y tenía que resucitar de
entre los muertos al tercer día.
Del santo Evangelio según san Lucas 24, 35-48
Cuando los dos discípulos regresaron de Emaús y llegaron al sitio donde
estaban reunidos los apóstoles, les contaron lo que les había pasado por el
camino y cómo habían reconocido a Jesús al partir el pan.
Mientras hablaban de esas cosas, se presentó Jesús en medio de ellos y
les dijo: "La paz esté con ustedes". Ellos, desconcertados y llenos
de temor, creían ver un fantasma. Pero él les dijo: "No teman; soy yo.
¿Por qué se espantan? ¿Por qué surgen dudas en su interior? Miren mis manos y
mis pies. Soy yo en persona. Tóquenme y convénzanse: un fantasma no tiene ni
carne ni huesos, como ven que tengo yo". Y les mostró las manos y los
pies. Pero como ellos no acababan de creer de pura alegría y seguían atónitos,
les dijo: "¿Tienen aquí algo de comer?" Le ofrecieron un trozo de
pescado asado; él lo tomó y se puso a comer delante de ellos.
Después les dijo: "Lo que ha sucedido es aquello de que les
hablaba yo, cuando aún estaba con ustedes: que tenía que cumplirse todo lo que
estaba escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los
salmos".
Entonces les abrió el entendimiento para que comprendieran las
Escrituras y les dijo: "Está escrito que el Mesías tenía que padecer y
había de resucitar de entre los muertos al tercer día, y que en su nombre se
había de predicar a todas las naciones, comenzando por Jerusalén, la necesidad
de volverse a Dios para el perdón de los pecados. Ustedes son testigos de
esto". Palabra del Señor. T. Gloria a ti, Señor Jesús.
PROFESIÓN DE FE
Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y
gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder
de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los
infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y
está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a
juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica,
la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la
carne y la vida eterna.
Amén.
PLEGARIA UNIVERSAL
Invoquemos, amados hermanos, a Cristo, triunfador del pecado y de la
muerte, que siempre intercede por nosotros diciendo: Te rogamos, Señor. R/. Te
rogamos, Señor. O (Rey de la gloria, resucítanos contigo).
Para que Cristo, el Señor, atraiga hacia sí el corazón de los fieles y
fortalezca sus voluntades, de manera que busquen los bienes de allá arriba,
donde él está sentado a la derecha de Dios, roguemos al Señor.
Para que Cristo, amo supremo de la creación, haga que todos los pueblos
gocen abundantemente de la paz que en sus apariciones otorgó a los discípulos,
roguemos al Señor.
Para que Cristo, el destructor de la muerte y el médico de toda
enfermedad, se compadezca de los débiles y desdichados y aleje del mundo el
hambre, las guerras y todos los males, roguemos al Señor.
Para que Cristo, el Señor, salve y bendiga nuestra parroquia
(comunidad), y conceda la paz, la alegría y el descanso den las fatigas a los
que hoy nos hemos reunido aquí para celebrar su triunfo, roguemos al Señor.
Señor Dios. que con la muerte gloriosa de tu Hijo, víctima de
propiciación por nuestros pecados, has puesto el fundamento de la
reconciliación y la paz, escucha las oraciones de tu Iglesia y haz de nosotros
signo y levadura de una humanidad nueva, pacificada por tu amor. Por
Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina, inmortal y glorioso, por los siglos de
los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, los dones que, jubilosa, tu Iglesia te presenta, y
puesto que es a ti a quien debe su alegría, concédele también disfrutar de la
felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
Cristo vive por siempre e intercede por nosotros
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación
glorificarte siempre, Señor, pero más que nunca en este tiempo en que Cristo,
nuestra Pascua fue inmolado. Porque continuamente se ofrece por nosotros e
intercede por todos ante ti el que, inmolado en la cruz, venció a la muerte y,
una vez muerto, vive para siempre. Por eso, con esta efusión de gozo pascual,
el mundo entero se desborda de alegría y también los coros celestiales, los
ángeles y los arcángeles, cantan sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Lc 24, 35
Los discípulos reconocieron al Señor Jesús, al partir el pan. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dirige, Señor, tu mirada compasiva sobre tu pueblo, al que te has
dignado renovar con estos misterios de vida eterna, y concédele llegar un día a
la gloria incorruptible de la resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20240414
El gran teólogo holandés, Edward Schillebeeckx (1914-2010), formuló su
teoría sobre la resurrección de Jesús en torno a un elemento central de las
narraciones pascuales que muchos pasan por alto. Se trata del perdón de los
pecados. Para él, la fe pascual empezó cuando los discípulos se dieron cuenta
de que su abandono del Señor había sido perdonado. Ya que un muerto no puede
perdonar a los vivos, concluyeron que Jesús ha resucitado. Hay más que decir
acerca de ella, pero esta teoría nos ayuda a darnos cuenta del mismo tema.
Quizá pensemos que el perdón de los pecados sea un tema de la Cuaresma. No
obstante, el Tiempo pascual encuadra el perdón en un marco más amplio: revela
que es posible sólo por la resurrección; y es algo sumamente positivo, ya que
nos da acceso a la vida resucitada.
lunes, 8 de abril de 2024
El tiempo pascual.
El tiempo pascual es un periodo del año litúrgico en la tradición
cristiana que celebra la resurrección de Jesucristo. Comienza con el Domingo de
Resurrección y se extiende durante cincuenta días, culminando con el domingo de
Pentecostés. Estos días han de ser celebrados con alegría y exultación, como si
se tratara de un solo y único día festivo; más aún, como un "gran
domingo". Estos son los días en los que principalmente se canta el Aleluya
Este tiempo es de gran importancia para los cristianos, ya que
conmemora la victoria de Cristo sobre la muerte y el pecado, ofreciendo la
promesa de la vida eterna. Es un momento de alegría y renovación espiritual,
donde se reflexiona sobre el significado de la vida y la muerte de Jesucristo y
se prepara para la llegada del Espíritu Santo.
“Durante el tiempo de pascua no celebramos sólo la resurrección de
Cristo, la cabeza, sino también la de sus miembros, que comparten su misterio.
Por eso el bautismo tiene tan gran relieve en la liturgia. Por el bautismo en
su muerte fuimos sepultados con Cristo, y así como Cristo fue resucitado de
entre los muertos por la Gloria del Padre, así también nosotros empezamos una
vida nueva. Una figura de su muerte nos injertó en él, pero compartiremos
también su resurrección.
Los que por el bautismo fuimos incorporados a Cristo, fuimos
incorporados a su muerte. Por el bautismo fuimos sepultados con él en la
muerte, para que, así como Cristo fue despertado de entre los muertos por la
gloria del Padre, así también nosotros andemos en una vida nueva (Rom 6,3-11)” 1
El tiempo pascual ofrece una oportunidad para que los fieles se
conecten más profundamente con su fe y su comunidad, y es un recordatorio del
poder transformador del amor divino.
1 https://elsalvadormisionero.org/tiempo-liturgico/pascua/recursos-semana-santa-significado-del-tiempo-pascual/