miércoles, 17 de abril de 2024

DOMINGO IV DE PASCUA DOMINGO DEL BUEN PASTOR Ciclo B Domingo 21 de abril 2024

 



 

 

EL PAPEL DE CRISTO RESUCITADO
 
Hech 4,8-12; Sal 117; 1 Jn 3,1-2; Jn 10,11-18
 
Nuestras lecturas continúan la meditación sobre el misterio de la resurrección que es el tema central de este tiempo pascual. Hoy meditamos sobre el papel el Cristo resucitado en nuestras vidas. ¿Qué es lo que hace para nosotros después de su resurrección? Con su afirmación de que Jesús es "el único Nombre por el cual podemos salvarnos" (v. 12), la primera lectura proclama que el Cristo resucitado es el mediador de la salvación y el único. El Evangelio afirma algo parecido porque sostiene que Cristo es el pastor de todas las ovejas y basa toda su obra en "el mandato que recibí de mi padre" (v. 18), es decir, el mandato de ser mediador de la salvación. La segunda lectura propone que esta salvación es grande y, aunque no sabemos todo acerca de ella, significa que "seremos semejantes a Dios" (v. 2).
 
 
ANTÍFONA ENTRADA Cfr. Sal 32, 5-6
 
La tierra está llena del amor del Señor y su palabra hizo los cielos. Aleluya.
 
 
GLORIA
 
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
 
 
ORACIÓN COLECTA
 
Dios todopoderoso y eterno, te pedimos que nos lleves a gozar de las alegrías celestiales para que tu rebaño a pesar de su fragilidad llegue también a donde lo precedió su glorioso Pastor. Él, que vive y reina contigo.
 
 
LITURGIA DE LA PALABRA
 
PRIMERA LECTURA
 
Sólo Jesús puede salvarnos.
 
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 4, 8-12
 
En aquellos días, Pedro, lleno del Espíritu Santo, dijo: "jefes del pueblo y ancianos: Puesto que hoy se nos interroga acerca del beneficio hecho a un hombre enfermo, para saber cómo fue curado, sépanlo ustedes y sépalo todo el pueblo de Israel: este hombre ha quedado sano en el nombre de Jesús de Nazaret, a quien ustedes crucificaron y a quien Dios resucitó de entre los muertos. Este mismo Jesús es la piedra que ustedes, los constructores, han desechado y que ahora es la piedra angular. Ningún otro puede salvarnos, pues en la tierra no existe ninguna otra persona a quien Dios haya constituido como salvador nuestro".
Palabra de Dios. T. Te alabamos, Señor.
 
 
SALMO RESPONSORIAL
 
Del salmo 117,1 y 8-9. 21-23. 26y 28cd y 29.
R/. La piedra que desecharon los constructores es ahora la piedra angular. Aleluya.
 
Te damos gracias, Señor, porque eres bueno, porque tu misericordia es eterna. Más vale refugiarse en el Señor, que poner en los hombres la confianza; más vale refugiarse en el Señor, que buscar con los fuertes una alianza. R/.
 
Te doy gracias, Señor, pues me escuchaste y fuiste para mí la salvación. La piedra que desecharon los constructores es ahora la piedra angular. Esto es obra de la mano del Señor, es un milagro patente. R/.
 
Bendito el que viene en nombre del Señor. Que Dios desde su templo nos bendiga. Tú eres mi Dios, y te doy gracias. Tú eres mi Dios, y yo te alabo. Te damos gracias, Señor, porque eres bueno, porque tu misericordia es eterna. R/.
 
 
SEGUNDA LECTURA
 
Veremos a Dios tal cual es.
 
De la primera carta del apóstol san Juan 3, 1-2
 
Queridos hijos: Miren cuánto amor nos ha tenido el Padre, pues no sólo nos llamamos hijos de Dios, sino que lo somos. Si el mundo no nos reconoce, es porque tampoco lo ha reconocido a él.
Hermanos míos, ahora somos hijos de Dios, pero aún no se ha manifestado cómo seremos al fin. Y ya sabemos que, cuando él se manifieste, vamos a ser semejantes a él, porque lo veremos tal cual es.
 Palabra de Dios. T. Te alabamos, Señor.
 
 
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 10, 14
R/. Aleluya, aleluya.
 
Yo soy el buen pastor, dice el Señor; yo conozco a mis ovejas y ellas me conocen a mí. R/.
 
 
EVANGELIO
 
El buen pastor da la vida por sus ovejas.
 
Del santo Evangelio según san Juan 10, 11-18
 
En aquel tiempo, Jesús dijo a los fariseos: "Yo soy el buen pastor. El buen pastor da la vida por sus ovejas. En cambio, el asalariado, el que no es el pastor ni el dueño de las ovejas, cuando ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye; el lobo se arroja sobre ellas y las dispersa, porque a un asalariado no le importan las ovejas.
Yo soy el buen pastor, porque conozco a mis ovejas y ellas me conocen a mí, así como el Padre me conoce a mí y yo conozco al Padre. Yo doy la vida por mis ovejas. Tengo además otras ovejas que no son de este redil y es necesario que las traiga también a ellas; escucharán mi voz y habrá un solo rebaño y un solo pastor.
El Padre me ama porque doy mi vida para volverla a tomar. Nadie me la quita; yo la doy porque quiero. Tengo poder para darla y lo tengo también para volverla a tomar. Este es el mandato que he recibido de mi Padre". Palabra del Señor. T. Gloria a ti, Señor Jesús.
 
 
PROFECIÓN DE FE
 
Credo de los Apóstoles
 
Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna.
Amén.
 
 
PLEGARIA UNIVERSAL
 
Levantemos, hermanos, nuestros ojos a Cristo, obispo y pastor de nuestras almas, y pongamos en sus manos, con toda confianza, las necesidades de los hombres diciendo: Te rogamos, Señor. (R/. Te rogamos, Señor.)
O bien: Jesús, Buen Pastor, sálvanos.
 
Para que los obispos, los presbíteros y diáconos apacienten santamente a los pueblos que tienen encomendados, roguemos al Señor.
 
 
Para que la paz que Jesucristo concedió a los discípulos arraigue con fuerza en nuestro mundo, y se alejen de las naciones el odio y las guerras, roguemos al Señor.
Para que los enfermos, los pobres y todos los que sufren encuentren en Cristo resucitado luz y esperanza, roguemos al Señor.
 
Para que Dios derrame en las familias cristianas el espíritu de piedad y de renuncia a lo mundano, de manera que germinen abundantes vocaciones al ministerio eclesial, roguemos al Señor.
 
Dios nuestro, Padre todopoderoso, que hiciste resplandecer la gloria de Cristo resucitado cuando, en su nombre, devolviste la salud al inválido, reúne en una sola familia a los hombres dispersos por el pecado y haz que, uniéndose a Cristo, el buen pastor, experimenten la alegría de pertenecer a tu rebaño. Por Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina, inmortal y glorioso, por los siglos de los siglos.
 
 
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
 
Concédenos, Señor, vivir siempre llenos de gratitud por estos misterios pascuales que celebramos, para que, continuamente renovados por su acción se conviertan para nosotros en causa de eterna felicidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
PREFACIO
 
Restauración universal por el Misterio Pascual
 
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación darte gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno. Porque misericordiosamente estableciste este tiempo especial de gracia para que tus hijos busquen de nuevo la pureza del corazón y así, libres de todo afecto desordenado, de tal manera se apliquen a las realidades transitorias, que más bien pongan su corazón en las que duran para siempre. Por eso, con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales cantamos sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria. Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo.
 
 
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN
 
Ha resucitado el Buen Pastor, que dio la vida por sus ovejas y se entregó a la muerte por su rebaño. Aleluya.
 
 
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
 
Buen Pastor, vela con solicitud por tu rebaño y dígnate conducir a las ovejas que redimiste con la preciosa sangre de tu Hijo, a las praderas eternas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 

EN COMUNIÓN CON LA TRADICIÓN VIVA DE LA IGLESIA 20240421


«Del asalariado, por otra parte, ¿qué decimos? No se le ha recordado aquí entre los buenos. El buen pastor, asevera, da su vida por las ovejas. El asalariado y quien no es pastor, propias del cual no son las ovejas, ve venir al lobo y abandona las ovejas y huye; y el lobo arrebata y dispersa las ovejas. No desempeña aquí el asalariado un papel bueno, y empero es útil en algo y no se le llamaría asalariado si del empresario no recibiera un salario. ¿Quién es, pues, ese asalariado, culpable y necesario? Aquí, hermanos, ilumínenos de verdad el Señor mismo, para que conozcamos a los asalariados y no seamos asalariados. ¿Quién es, pues, el asalariado? Hay en la Iglesia algunos jefes, de quienes el apóstol Pablo dice: los que buscan lo suyo, no lo de Jesucristo. ¿Qué significa los que buscan lo suyo? Los que no quieren gratis a Cristo, no buscan a Dios por Dios, persiguen ventajas temporales, codician ganancias, de los hombres apetecen honores. Cuando un jefe ama esto y en atención a esto se sirve a Dios, cualquiera que es así, es asalariado, no se cuente a sí mismo entre los hijos, pues de individuos tales dice el Señor: En verdad os digo, recibieron su salario. Escucha qué dice de san Timoteo el apóstol Pablo: Ahora bien, espero en el Señor Jesús enviaros pronto a Timoteo, para estar también yo de buen ánimo cuando haya sabido lo que hay acerca de vosotros; de hecho, no tengo a nadie unánime que por vosotros esté solícito sinceramente, pues todos buscan lo suyo, no lo de Jesucristo» (San Agustín [354-430]. Evangelio de san Juan. Tratado 46, 5).

  

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20240421

 

La resurrección de Jesús no es simplemente su triunfo sobre la muerte de una vez para siempre. Es su pasaje a un nuevo modo de ser activo en el mundo. Se trata de ser la fuente de todo lo bueno que Dios puede darnos. Cualquier beneficio, bendición, o bondad que recibimos en esta vida o en la otra nos llega por medio de Cristo resucitado. Es una afirmación que ha sido discutida por muchos en los años recientes, ya que parece deducir que las otras religiones, como el judaísmo o el budismo, no tienen en ellas ni siquiera una gota de salvación o bien. Pero no es así, como ha sido clarificado por el Vaticano II en su documento Ad gentes. El Cristo resucitado puede ser activo en estas religiones en cierta manera, porque no está delimitado por las fronteras humanas.

jueves, 11 de abril de 2024

EN COMUNIÓN CON LA TRADICIÓN VIVA DE LA IGLESIA 20240414



«En realidad, por cuanto encontramos también en la sucesión del relato evangélico, fue visto por los hombres cinco veces en el mismo día en que resucitó. En primer lugar, por María Magdalena, cuando dijo a la que deseaba abrazar sus pies: No me toques, porque aún no he subido a mi Padre. Después, por las dos que, corriendo desde el sepulcro, fueron a anunciar a sus discípulos lo que habían oído sobre el suceso de su resurrección, y de las que está escrito que se acercaron, abrazaron sus pies y le adoraron. Se apareció al atardecer de ese mismo día a dos que iban a la aldea de Emaús, quienes lo reconocieron al partir el pan. Se apareció también a Pedro, aunque el evangelista apenas da detalles de cuándo o dónde ocurrió, si bien no oculta que sucedió, cuando escribe que, cuando los dos discípulos citados volvieron enseguida a Jerusalén tras haber reconocido al Señor en Emaús, encontraron reunidos a los once y a los que estaban con ellos, que decían: el Señor ha resucitado realmente y se ha apareado a Simón. Inmediatamente después empalma con la quinta aparición, que acabamos de escuchar cuando se ha leído el Evangelio, y comienza así: Mientras contaban estas cosas, Jesús se puso en medio de ellos...Lo primero que hay que advertir y guardar con diligencia en la memoria es que el Señor se puso en medio y se dignó revelarles físicamente su presencia, mientras los discípulos hablaban de Él. Y esto es precisamente lo que prometió a todos los fieles, doquiera que estuviesen, al decir: Donde hay dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos. Y, para confirmar la firmeza de nuestra fe (...), de vez en cuando también lo ha querido corroborar con la presencia de su visión corporal» (San Beda el Benerable [c672-735] Homilía IX, 2.3. Después de Pascua)

  



DOMINGO III DE PASCUA Ciclo B Domingo 14 de abril 2024

 


  

 

LA PASCUA Y EL PERDÓN DE LOS PECADOS


Hech 3. 13-15. 17-19; Sal 4; 1 Jn 2, 1-5; Lc 24, 35-48
 
Nuestras lecturas de hoy nos recuerdan una verdad revelada por la resurrección, pero a veces marginada. En el Evangelio, Cristo aparece por tercera vez en el día pascual y los discípulos están "sorprendidos y aterrorizados" (v. 37) pero no estupefactos, ya que han sido informados de la resurrección por María Magdalena (24, 9) y por otros discípulos (35-36). Quizá, por esto, Jesús enfatiza el perdón de los pecados. De hecho, él come con los discípulos (ver 41-42), lo cual es un signo de reconciliación y anuncia que ha muerto y resucitado para "el perdón de los pecados" (v. 48). Nuestra primera lectura es precisamente el anuncio de que, incluso, los pecados de los asesinos de Jesús pueden perdonarse (Hech 3, 19). En la segunda lectura, Juan afirma que "tenemos un intercesor" (1 Jn 2, 1) por nuestros pecados.
 
 
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 65, 1-2
 
Aclama a Dios, tierra entera. Canten todos un himno a su nombre, den le gracias y alábenlo. Aleluya.
 
 
GLORIA
 
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
 
 
ORACIÓN COLECTA
 
Dios nuestro, que tu pueblo se regocije siempre al verse renovado y rejuvenecido, para que, al alegrarse hoy por haber recobrado la dignidad de su adopción filial, aguarde seguro su gozosa esperanza el día de la resurrección. Por nuestro Señor Jesucristo...
 
 
LITURGIA DE LA PALABRA
 
PRIMERA LECTURA
 
Ustedes dieron muerte al autor de la vida, pero Dios lo resucitó de entre los muertos.
 
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 3. 13-15. 17-19
 
En aquellos días, Pedro tomó la palabra y dijo: "El Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres, ha glorificado a su siervo Jesús, a quien ustedes entregaron a Pilato, y a quien rechazaron en su presencia, cuando él ya había decidido ponerlo en libertad. Rechazaron al santo, al justo, y pidieron el indulto de un asesino; han dado muerte al autor de la vida, pero Dios lo resucitó de entre los muertos y de ello nosotros somos testigos.
Ahora bien, hermanos, yo sé que ustedes han obrado por ignorancia, de la misma manera que sus jefes; pero Dios cumplió así lo que había predicho por boca de los profetas: que su Mesías tenía que padecer. Por lo tanto, arrepiéntanse y conviértanse para que se les perdonen sus pecados". Palabra de Dios. T. Te alabamos, Señor.
 
 
SALMO RESPONSORIAL
 
Del salmo 4, 2. 4. 7, 9.
R/. En ti, Señor, confío. Aleluya.
 
Tú que conoces lo justo de mi causa, Señor, responde a mi clamor. Tú que me has sacado con bien de mis angustias, apiádate y escucha mi oración. R/.
 
Admirable en bondad ha sido el Señor para conmigo, y siempre que lo invoco me ha escuchado; por eso en él confío. R/.
 
En paz, Señor, me acuesto y duermo en paz, pues sólo tú, Señor, eres mi tranquilidad. R/.
 
 
SEGUNDA LECTURA
 
Cristo es la víctima de propiciación por nuestros pecados y por los del mundo entero.
 
De la primera carta del apóstol san Juan 2, 1-5
 
Hijitos míos: Les escribo esto para que no pequen. Pero, si alguien peca, tenemos como intercesor ante el Padre, a Jesucristo, el justo. Porque él se ofreció como víctima de expiación por nuestros pecados, y no sólo por los nuestros, sino por los del mundo entero.
En esto tenemos una prueba de que conocemos a Dios: en que cumplimos sus mandamientos. Quien dice: "Yo lo conozco", pero no cumple sus mandamientos, es un mentiroso y la verdad no está en él. Pero en aquel que cumple su palabra, el amor de Dios ha llegado a su plenitud, y precisamente en esto conocemos que estamos unidos a él. Palabra de Dios. T. Te alabamos, Señor.
 
 
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Lc 24, 32
R/. Aleluya, aleluya.
 
Señor Jesús, haz que comprendamos la Sagrada Escritura. Enciende nuestro corazón mientras nos hablas. R/.
 
 
EVANGELIO
 
Está escrito que Cristo tenía que padecer y tenía que resucitar de entre los muertos al tercer día.
 
Del santo Evangelio según san Lucas 24, 35-48
 
Cuando los dos discípulos regresaron de Emaús y llegaron al sitio donde estaban reunidos los apóstoles, les contaron lo que les había pasado por el camino y cómo habían reconocido a Jesús al partir el pan.
Mientras hablaban de esas cosas, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: "La paz esté con ustedes". Ellos, desconcertados y llenos de temor, creían ver un fantasma. Pero él les dijo: "No teman; soy yo. ¿Por qué se espantan? ¿Por qué surgen dudas en su interior? Miren mis manos y mis pies. Soy yo en persona. Tóquenme y convénzanse: un fantasma no tiene ni carne ni huesos, como ven que tengo yo". Y les mostró las manos y los pies. Pero como ellos no acababan de creer de pura alegría y seguían atónitos, les dijo: "¿Tienen aquí algo de comer?" Le ofrecieron un trozo de pescado asado; él lo tomó y se puso a comer delante de ellos.
Después les dijo: "Lo que ha sucedido es aquello de que les hablaba yo, cuando aún estaba con ustedes: que tenía que cumplirse todo lo que estaba escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos".
Entonces les abrió el entendimiento para que comprendieran las Escrituras y les dijo: "Está escrito que el Mesías tenía que padecer y había de resucitar de entre los muertos al tercer día, y que en su nombre se había de predicar a todas las naciones, comenzando por Jerusalén, la necesidad de volverse a Dios para el perdón de los pecados. Ustedes son testigos de esto". Palabra del Señor. T. Gloria a ti, Señor Jesús.
 
 
PROFESIÓN DE FE
 
Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna.
Amén.
 
 
PLEGARIA UNIVERSAL
 
Invoquemos, amados hermanos, a Cristo, triunfador del pecado y de la muerte, que siempre intercede por nosotros diciendo: Te rogamos, Señor. R/. Te rogamos, Señor. O (Rey de la gloria, resucítanos contigo).
 
Para que Cristo, el Señor, atraiga hacia sí el corazón de los fieles y fortalezca sus voluntades, de manera que busquen los bienes de allá arriba, donde él está sentado a la derecha de Dios, roguemos al Señor.
 
Para que Cristo, amo supremo de la creación, haga que todos los pueblos gocen abundantemente de la paz que en sus apariciones otorgó a los discípulos, roguemos al Señor.
 
Para que Cristo, el destructor de la muerte y el médico de toda enfermedad, se compadezca de los débiles y desdichados y aleje del mundo el hambre, las guerras y todos los males, roguemos al Señor.
 
Para que Cristo, el Señor, salve y bendiga nuestra parroquia (comunidad), y conceda la paz, la alegría y el descanso den las fatigas a los que hoy nos hemos reunido aquí para celebrar su triunfo, roguemos al Señor.
 
Señor Dios. que con la muerte gloriosa de tu Hijo, víctima de propiciación por nuestros pecados, has puesto el fundamento de la reconciliación y la paz, escucha las oraciones de tu Iglesia y haz de nosotros signo y levadura de una humanidad nueva, pacificada por tu amor. Por Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina, inmortal y glorioso, por los siglos de los siglos.
 
 
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
 
Recibe, Señor, los dones que, jubilosa, tu Iglesia te presenta, y puesto que es a ti a quien debe su alegría, concédele también disfrutar de la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
PREFACIO
 
Cristo vive por siempre e intercede por nosotros
 
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación glorificarte siempre, Señor, pero más que nunca en este tiempo en que Cristo, nuestra Pascua fue inmolado. Porque continuamente se ofrece por nosotros e intercede por todos ante ti el que, inmolado en la cruz, venció a la muerte y, una vez muerto, vive para siempre. Por eso, con esta efusión de gozo pascual, el mundo entero se desborda de alegría y también los coros celestiales, los ángeles y los arcángeles, cantan sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo...
 
 
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Lc 24, 35
 
Los discípulos reconocieron al Señor Jesús, al partir el pan. Aleluya.
 
 
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
 
Dirige, Señor, tu mirada compasiva sobre tu pueblo, al que te has dignado renovar con estos misterios de vida eterna, y concédele llegar un día a la gloria incorruptible de la resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor.



UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20240414

 

El gran teólogo holandés, Edward Schillebeeckx (1914-2010), formuló su teoría sobre la resurrección de Jesús en torno a un elemento central de las narraciones pascuales que muchos pasan por alto. Se trata del perdón de los pecados. Para él, la fe pascual empezó cuando los discípulos se dieron cuenta de que su abandono del Señor había sido perdonado. Ya que un muerto no puede perdonar a los vivos, concluyeron que Jesús ha resucitado. Hay más que decir acerca de ella, pero esta teoría nos ayuda a darnos cuenta del mismo tema. Quizá pensemos que el perdón de los pecados sea un tema de la Cuaresma. No obstante, el Tiempo pascual encuadra el perdón en un marco más amplio: revela que es posible sólo por la resurrección; y es algo sumamente positivo, ya que nos da acceso a la vida resucitada.

lunes, 8 de abril de 2024

El tiempo pascual.

 


 
El tiempo pascual es un periodo del año litúrgico en la tradición cristiana que celebra la resurrección de Jesucristo. Comienza con el Domingo de Resurrección y se extiende durante cincuenta días, culminando con el domingo de Pentecostés. Estos días han de ser celebrados con alegría y exultación, como si se tratara de un solo y único día festivo; más aún, como un "gran domingo". Estos son los días en los que principalmente se canta el Aleluya
 
Este tiempo es de gran importancia para los cristianos, ya que conmemora la victoria de Cristo sobre la muerte y el pecado, ofreciendo la promesa de la vida eterna. Es un momento de alegría y renovación espiritual, donde se reflexiona sobre el significado de la vida y la muerte de Jesucristo y se prepara para la llegada del Espíritu Santo.
 
“Durante el tiempo de pascua no celebramos sólo la resurrección de Cristo, la cabeza, sino también la de sus miembros, que comparten su misterio. Por eso el bautismo tiene tan gran relieve en la liturgia. Por el bautismo en su muerte fuimos sepultados con Cristo, y así como Cristo fue resucitado de entre los muertos por la Gloria del Padre, así también nosotros empezamos una vida nueva. Una figura de su muerte nos injertó en él, pero compartiremos también su resurrección.
Los que por el bautismo fuimos incorporados a Cristo, fuimos incorporados a su muerte. Por el bautismo fuimos sepultados con él en la muerte, para que, así como Cristo fue despertado de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en una vida nueva (Rom 6,3-11)” 1
 
El tiempo pascual ofrece una oportunidad para que los fieles se conecten más profundamente con su fe y su comunidad, y es un recordatorio del poder transformador del amor divino.
 

1 https://elsalvadormisionero.org/tiempo-liturgico/pascua/recursos-semana-santa-significado-del-tiempo-pascual/

sábado, 6 de abril de 2024

DOMINGO II DE PASCUA O DE LA DIVINA MISERICORDIA Domingo 7 de abril 2024



 

LECTURAS QUE MEDITAN SOBRE LA FE PASCUAL
Hech 4, 32-35; Sal 117; 1 Jn 5, 1-6; secuencia; Jn 20, 19-31
 
Las lecturas de hoy meditan sobre diversos aspectos de la fe pascual que hemos empezado a celebrar durante este Tiempo litúrgico. En el famoso relato de Tomás y sus dudas, que constituye el Evangelio de este domingo, meditamos sobre la dificultad de llegar a tal fe, una dificultad especialmente grande para los que intentan creer "sin haber visto" (v. 29). En nuestra primera lectura, meditamos sobre el efecto que tal fe tiene en la Iglesia, que se encuentra unida "en un solo corazón y una sola alma" (v. 32) y por tanto capaz de anunciar el Evangelio y vivirlo hasta el nivel material donde muchos conflictos comunitarios frecuentemente surgen. En la segunda lectura, meditamos sobre la relación entre esta fe y la vida moral del creyente, especialmente el amor que es el culmen de los mandamientos de Dios.
 
 
ANTIFONA DE ENTRADA 1 Pedro 2,2
 
Como niños recién nacidos, anhelen una leche pura y espiritual que los haga crecer hacia la salvación. Aleluya.
 
 
GLORIA
 
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
 
 
ORACIÓN COLECTA
 
Dios de eterna misericordia, que reanimas la fe de este pueblo a ti consagrado con la celebración anual de las fiestas pascuales, aumenta en nosotros los dones de tu gracia, para que todos comprendamos mejor la excelencia del bautismo que nos ha purificado, la grandeza del Espíritu que nos ha regenerado y el precio de la Sangre que nos ha redimido.
Por nuestro Señor Jesucristo ...
 
 
LITURGIA DE LA PALABRA
 
PRIMERA LECTURA
 
Tenían un solo corazón y una sola alma.
 
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 4, 32-35
 
La multitud de los que habían creído tenía un solo corazón y una sola alma; todo lo poseían en común y nadie consideraba suyo nada de lo que tenía.
Con grandes muestras de poder, los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús y todos gozaban de gran estimación entre el pueblo. Ninguno pasaba necesidad, pues los que poseían terrenos o casas, los vendían, llevaban el dinero y lo ponían a disposición de los apóstoles, y luego se distribuía según lo que necesitaba cada uno. Palabra de Dios. T. Te alabamos, Señor.
 
 
SALMO RESPONSORIAL
 
Del salmo 117, 2-4. 16ab-18. 22-24.
R/. La misericordia del Señor es eterna. Aleluya.
 
Diga la casa de Israel: "Su misericordia es eterna". Diga la casa de Aarón: "Su misericordia es eterna". Digan los que temen al Señor: "Su misericordia es eterna". R/.
 
Querían a empujones derribarme, pero Dios me ayudó. El Señor es mi fuerza y mi alegría, en el Señor está mi salvación. R/.
 
La piedra que desecharon los constructores es ahora la piedra angular. Esto es obra de la mano del Señor, es un milagro patente. Éste es el día del triunfo del Señor, día de júbilo y de gozo. R/.
 
 
SEGUNDA LECTURA
 
Todo el que ha nacido de Dios vence al mundo.
 
De la primera carta del apóstol san Juan 5, 1-6
 
Queridos hijo: Todo el que cree que Jesús es el Mesías, ha nacido de Dios. Todo el que ama a un padre, ama también a los hijos de éste. Conocemos que amamos a los hijos de Dios, en que amamos a Dios y cumplimos sus mandamientos, pues el amor de Dios consiste en que cumplamos sus preceptos. Y sus mandamientos no son pesados, porque todo el que ha nacido de Dios vence al mundo. Y nuestra fe es la que nos ha dado la victoria sobre el mundo. Porque, ¿quién es el que vence al mundo? Sólo el que cree que Jesús es el Hijo de Dios.
Jesucristo es el que se manifestó por medio del agua y de la sangre; él vino, no sólo con agua, sino con agua y con sangre. Y el Espíritu es el que da testimonio, porque el Espíritu es la verdad. Palabra de Dios. T. Te alabamos, Señor.
 
 
SECUENCIA Opcional
 
 
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 20, 29
R/. Aleluya, aleluya.
 
Tomás, tú crees porque me has visto; dichosos los que creen sin haberme visto, dice el Señor. R/.
 
 
EVANGELIO
 
Ocho días después, se les apareció Jesús.
 
Del santo Evangelio según san Juan: 20, 19-31
 
Al anochecer del día de la resurrección, estando cerradas las puertas de la casa donde se hallaban los discípulos, por miedo a los judíos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: "La paz esté con ustedes". Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Cuando los discípulos vieron al Señor, se llenaron de alegría. De nuevo les dijo Jesús: "La paz esté con ustedes. Como el Padre me ha enviado, así también los envío yo". Después de decir esto, sopló sobre ellos y les dijo: "Reciban el Espíritu Santo. A los que les perdonen los pecados, les quedarán perdonados; y a los que no se los perdonen, les quedarán sin perdonar".
Tomás, uno de los Doce, a quien llamaban el Gemelo, no estaba con ellos cuando vino Jesús, y los otros discípulos le decían: "Hemos visto al Señor". Pero él les contestó: "Si no veo en sus manos la señal de los clavos y si no meto mi dedo en los agujeros de los clavos y no meto mi mano en su costado, no creeré".
Ocho días después, estaban reunidos los discípulos a puerta cerrada y Tomás estaba con ellos. Jesús se presentó de nuevo en medio de ellos y les dijo: "La paz esté con ustedes". Luego le dijo a Tomás: "Aquí están mis manos; acerca tu dedo. Trae acá tu mano, métela en mi costado y no sigas dudando, sino cree". Tomás le respondió: "¡Señor mío y Dios mío!" Jesús añadió: "Tú crees porque me has visto; dichosos los que creen sin haber visto".
Otros muchos signos hizo Jesús en presencia de sus discípulos, pero no están escritos en este libro. Se escribieron éstos para que ustedes crean que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengan vida en su nombre. Palabra del Señor. T. Gloria a ti, Señor Jesús.
 
 
PROFESIÓN DE FE
 
Credo de los Apóstoles
 
Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna.
Amén.
 
 
PLEGARIA UNIVERSAL
 
Llenos de gozo por la santa resurrección del Señor, purificados nuestros sentimientos y renovado nuestro espíritu, supliquemos con insistencia al Señor, diciendo: Rey vencedor, escúchanos. R/. Rey vencedor, escúchanos.
 
A Cristo que, con su gloriosa resurrección, ha vencido la muerte y ha destruido el pecado, pidámosle que todos los cristianos sean siempre fieles a las promesas del bautismo que renovaron en la noche santa de Pascua.
 
A Cristo, que, con su santa resurrección, ha otorgado el perdón y la paz a los pecadores, supliquémosle que quienes han regresado al camino de la vida conserven los dones que la misericordia del Padre les ha restituido.
 
A Cristo, que, con su gloriosa resurrección, ha dado al mundo la vida verdadera y ha renovado toda la creación, pidámosle por los que, por no creer en su triunfo, viven sin esperanza.
 
A Cristo, que, con su santa resurrección, ha colmado de alegría a los pueblos y los ha enriquecido con sus dones y ha hecho vibrar de gozo nuestros corazones, pidámosle que renueve la esperanza de los que sufren y lloran.
 
A Cristo, que, con su gloriosa resurrección, anunció la alegría a las mujeres, y por medio de las mujeres a los apóstoles, y por medio de los apóstoles al mundo entero, pidámosle por los que nos hemos reunido para celebrar su triunfo.
 
Dios nuestro, que en la Pascua de cada domingo nos haces revivir las maravillas de la salvación, escucha la oración de tu pueblo y haz que siempre sepamos reconocer a Cristo presente en la asamblea de los hermanos y que, juntamente con ellos, demos testimonio de la resurrección inaugurada por cristo, tu Hijo. El, que vive y reina, inmortal y glorioso, por los siglos de los siglos.
 
 
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
 
Recibe, Señor, las ofrendas de tu pueblo (y de los recién bautizados), para que, renovados por la confesión de tu nombre y por el bautismo, consigamos la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
PREFACIO
 
El misterio pascual
 
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación glorificarte siempre, Señor, pero más que nunca (en esta noche) (en este día) (en este tiempo), en que Cristo, nuestra pascua, fue inmolado. Porque Él es el Cordero de Dios que quitó el pecado del mundo: muriendo, destruyó nuestra muerte, y resucitando, restauró la vida. Por eso, con esta efusión de gozo pascual, el mundo entero se desborda de alegría y también los coros celestiales, los ángeles y los arcángeles, cantan sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo.
 
 
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Jn 20, 27
 
Jesús dijo a Tomás: Acerca tu mano, toca los agujeros que dejaron los clavos y no seas incrédulo, sino creyente. Aleluya.
 
 
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
 
Dios todopoderoso, concédenos que la gracia recibida en este sacramento pascual permanezca siempre en nuestra vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.
  

EN COMUNIÓN CON LA TRADICIÓN VIVA DE LA IGLESIA 20240407


 


«En relación con el caso de los niños, en el cual dices que no deben ser bautizados en el segundo o tercer día después de su nacimiento, y que la antigua ley de la circuncisión debe considerarse, por lo cual piensas que alguien que acaba de nacer no debe ser bautizado y santificado dentro de los ocho días, todos nosotros pensamos de manera muy diferente en nuestro Concilio. Porque en este curso que pensabas tomar, nadie está de acuerdo, sino que todos juzgamos que la misericordia y la gracia de Dios no debe ser negada a ningún nacido de hombre... Por otra parte, la fe en la Escritura divina nos declara que todos, ya sean niños o mayores, tenemos la misma igualdad en los divinos dones... Razón por la cual creemos que nadie debe ser impedido de obtener la gracia de la ley por la ley en la que fue ordenado, y que la circuncisión espiritual no debe ser obstaculizada por la circuncisión carnal, sino que absolutamente todos los hombres tienen que ser admitidos a la gracia de Cristo, ya que también Pedro en los hechos de los apóstoles, habla y dice el Señor me ha dicho que yo no debería llamar a ningún hombre común o inmundo. Pero si nada podría obstaculizarla obtención de la gracia a los hombres, ni el más atroz de los pecados y no puede poner obstáculos a los que son mayores. Pero si hasta a los más grandes pecadores, y los que habían pecado en contra de Dios, cuando creen, se les concede la remisión de los pecados y nadie se ve impedido del bautismo y de la gracia, ¿cuánto más deberíamos obstaculizar a un bebé?, que, siendo recién nacido, no ha pecado, salvo en que, habiendo nacido de la carne de Adán, ¿ha contraído el contagio de la muerte antigua en su nacimiento? ...Y, por lo tanto, querido hermano, ésta era nuestra opinión en el Concilio que, por nosotros, a nadie debe impedirse el bautismo y la gracia de Dios, que es misericordioso, amable y cariñoso para con todos» (San Cipriano [200-258]. Carta 58, a Fido sobre el bautismo de niños).

 

 




UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20240407

 

Puede ser difícil creerlo, pero por muchos años los cristianos se han "olvidado" de la resurrección de Jesús. Por mucho tiempo antes de la década de 1950, la muerte del Señor atrajo la mayor parte de la atención de los fieles mientras que su resurrección se entendía meramente como una añadidura a su muerte o la vindicación de su inocencia. Sin embargo, gracias a varios factores, especialmente la publicación del libro, La resurrección: misterio de salvación en 1960 por el exégeta suizo François Xavier Durwell, la Iglesia ha recuperado la importancia de la fe pascual, Esta recuperación se evidencia en varios aspectos, por ejemplo, en la celebración de la Vigilia Pascual, entendida ahora como la liturgia fundamental del año litúrgico. Puede ser que la resurrección es tan grande y asombrosa que rebasa nuestra limitación y por ello, a veces, no podamos creer que es la realidad.

Las apariciones de Jesús, después de su resurrección.

 



Según la tradición católica, Jesús tuvo muchas apariciones después de su resurrección. Algunas de las principales son:
 


A María Magdalena en el jardín: El Domingo de Resurrección, Jesús se apareció a María Magdalena cerca del sepulcro en Jerusalén. "Jesús le dijo: 'María'. Ella se volvió y le dijo en hebreo: 'Rabuní', que significa 'maestro'. Jesús le dijo: 'No me retengas todavía, porque aún no he subido al Padre. Vete a mis hermanos y diles: 'Subo a mi Padre y vuestro Padre, a mi Dios y vuestro Dios'." Cf. Juan 20, 16-17; Marcos 16, 9-11

 
Jesús también se apareció a las mujeres que acudieron al sepulcro temprano en la mañana y están de camino, posiblemente de regreso a casa. Les habló, diciéndoles que no temieran y que informaran a sus discípulos sobre su resurrección. Cf. Mateo 28, 9
 


A los discípulos en el camino a Emaús: También en el Domingo de Resurrección, Jesús se unió a dos de sus discípulos en el camino a Emaús, “Al llegar a Emaús, hizo ademán de seguir adelante. Pero ellos le insistieron para que se quedara con ellos, diciendo: 'Quédate con nosotros, porque ya es tarde y el día se acaba'. Jesús entró y se quedó con ellos. Y mientras estaban a la mesa, tomó el pan, lo bendijo, lo partió y se lo dio." En ese momento lo reconocieron. Cf. Lucas 24,13-32.
 


El Señor se le aparece a Pedro. Cuando los discípulos de Jesús regresaron a Jerusalén. Allí encontraron reunidos a los Once y a los demás que estaban con ellos, y estos les dijeron: «Es verdad, ¡el Señor ha resucitado y se apareció a Simón!». Cf. Lc 24, 34; 1 Cor 15, 5.
 


A los discípulos en una casa en Jerusalén donde estaban reunidos los discípulos, a puerta cerrada por miedo a los judíos. Tomás no estaba presente. Vino Jesús, se puso en medio de ellos y les dijo: 'La paz esté con vosotros'. Y les mostró sus manos y su costado. A los discípulos en el aposento alto: Jesús se apareció a sus discípulos en un aposento alto, mostrándoles las heridas de sus manos y costado para demostrar su resurrección. En esta aparición, también les dio el mandato de predicar el evangelio y les prometió el don del Espíritu Santo. Cf. Juan 20, 19-20
 


Jesús aparece de nuevo a los Apóstoles reunidos. Ocho días más tarde, estaban de nuevo los discípulos reunidos en la casa, y estaba con ellos Tomás. Entonces apareció Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio de ellos y les dijo: «¡La paz esté con ustedes!». Luego dijo a Tomás: «Trae aquí tu dedo: aquí están mis manos. Acerca tu mano: Métela en mi costado. En adelante no seas incrédulo, sino hombre de fe». Tomas respondió: ¡Señor mío y Dios mío!  (cf. Jn 20, 24-29).
 


En el lago Tiberíades: "Jesús estaba allí, en la orilla, pero ellos no lo reconocieron. Jesús les dijo: 'Muchachos, ¿tienen algo de comer?' Ellos le respondieron: 'No'. Él les dijo: 'Echen la red a la derecha de la barca y encontrarán'. La echaron, y no podían sacarla, por la multitud de pescados." Cf. Juan 21, 4-6
 


Tenemos las referencias de otras apariciones que San Pablo menciona: sin que tengamos detalles de ellas: “Se apareció a Pedro y después a los Doce. Luego se apareció a más de quinientos hermanos al mismo tiempo, la mayor parte de los cuales vive aún, y algunos han muerto. Además, se apareció a Santiago y de nuevo a todos los Apóstoles. Por último, se me apareció también a mí, que soy como el fruto de un aborto”. Cf. 1Cor 15, 5-8
 


Otras apariciones de Jesús a sus discípulos son narradas en los Hechos de los Apóstoles Cf.  Hch 1, 3-11: “Después de su Pasión, Jesús se manifestó a ellos dándoles numerosas pruebas de que vivía, y durante cuarenta días se le apareció y les habló del Reino de Dios. En una ocasión, mientras estaba comiendo con ellos, les recomendó que no se alejaran de Jerusalén y esperaran la promesa del Padre: «La promesa, les dijo, que yo les he anunciado. Porque Juan bautizó con agua, pero ustedes serán bautizados en el Espíritu Santo, dentro de pocos días. Los que estaban reunidos le preguntaron: «Señor, ¿es ahora cuando vas a restaurar el reino de Israel?» Él les respondió: «No les corresponde a ustedes conocer el tiempo y el momento que el Padre ha establecido con su propia autoridad. Pero recibirán la fuerza del Espíritu Santo que descenderá sobre ustedes, y serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaría, y hasta los confines de la tierra». Dicho esto, los Apóstoles lo vieron elevarse, y una nube lo ocultó de la vista de ellos. «Hombres de Galilea, ¿por qué siguen mirando al cielo? Este Jesús que les ha sido quitado y fue elevado al cielo, vendrá de la misma manera que lo han visto partir».
 


La aparición final y la Ascensión: “Después Jesús los llevó hasta las proximidades de Betania y, elevando sus manos, los bendijo. Mientras los bendecía, se separó de ellos y fue llevado al cielo. Los discípulos, que se habían postrado delante de él, volvieron a Jerusalén con gran alegría, y permanecían continuamente en el Templo alabando a Dios” Lc 24, 50-53
 


Las apariciones de Jesús después de su resurrección tienen un profundo significado para los cristianos. Aquí hay algunas interpretaciones clave:
 
Confirmación de la resurrección: Las apariciones de Jesús a sus seguidores confirmaron que había resucitado de entre los muertos. Esto validó su identidad como el Hijo de Dios y cumplió las profecías del Antiguo Testamento.
 
Esperanza y vida eterna: Las apariciones brindaron esperanza a los discípulos y a toda la comunidad cristiana. La resurrección de Jesús demostró que la muerte no tenía la última palabra y que la vida eterna estaba disponible para todos.
 
Comisión y misión: En varias apariciones, Jesús encomendó a sus seguidores la tarea de predicar el evangelio y hacer discípulos en todo el mundo. Estas comisiones dieron un propósito claro a la vida de los creyentes.
 
Superación del miedo: Los discípulos estaban llenos de miedo y dudas después de la crucifixión. Las apariciones de Jesús les dieron paz y confianza, permitiéndoles superar sus temores y ser testigos valientes.
 
Comunión y relación: Las apariciones proporcionaron momentos de comunión personal con Jesús. Compartió comidas con ellos, les mostró sus heridas y les recordó su amor inquebrantable.
 
En resumen, las apariciones de Jesús después de su resurrección son fundamentales para la fe cristiana, ya que confirman la victoria sobre la muerte, inspiran esperanza y establecen la misión de compartir el mensaje del evangelio con el mundo.
 
 
 

jueves, 4 de abril de 2024

Relatos sobre la resurrección de Jesús.

 



 
La resurrección de Jesús es un evento central en la fe cristiana, y está narrada en los cuatro evangelios del Nuevo Testamento.
 
En el Evangelio de Mateo, la resurrección de Jesús se relata en Mateo 28:1-10. En este pasaje, se narra cómo las mujeres; María Magdalena y la otra María, pasado el sábado, al despertar el alba del primer día de la semana, van al sepulcro y se encuentran con un ángel que les anuncia que Jesús ha resucitado. Jesús luego se les aparece a ellas y les dice que vayan a contar a los discípulos que se encontrarán con él en Galilea.
 
En el Evangelio de Marcos, la resurrección de Jesús se relata en Marcos 16:1-8. En este pasaje, también se menciona a las mujeres María Magdalena, María, madre se Santiago y Salomé. Muy temprano ese primer día de la semana, que van al sepulcro y se encuentran con un ángel que les anuncia la resurrección de Jesús. En este caso, las mujeres salen temerosas y no cuentan a nadie lo sucedido.
 
En el Evangelio de Lucas, la resurrección de Jesús se narra en Lucas 24:1-12. En este relato, María de Magdala, Juana y María, Madre de Santiago, van al sepulcro el primer día de la semana, muy temprano y son avisadas por dos ángeles de la resurrección de Jesús. Ellas van a contar a los discípulos, pero estos no les creen en un principio.
 
Finalmente, en el Evangelio de Juan, la resurrección de Jesús se narra en Juan 20:1-18. En este pasaje, el primer día de la semana, muy temprano, cuando todavía estaba oscuro, María Magdalena va al sepulcro y encuentra la tumba vacía. Luego, Jesús se le aparece a ella y le revela que ha resucitado.
 
Estos relatos de la resurrección de Jesús son fundamentales en la fe cristiana, ya que demuestran la victoria de Jesús sobre la muerte y abren el camino hacia la salvación de la humanidad.
 
Todos los evangelios narran que la resurrección fue el primer día de la semana, el domingo. Este es el Domingo que da sentido a todos los domingos del año. Es el día del triunfo del Señor. Por lo que el domingo se celebra como el “Día del Señor”.

sábado, 30 de marzo de 2024

EN COMUNIÓN CON LA TRADICIÓN VIVA DE LA IGLESIA 20240331

 


 



«Ha comenzado el reino de la vida y se ha disuelto el imperio de la muerte. Han aparecido otro mandamiento, otra vida, otro modo de vivir, la transformación de nuestra misma naturaleza. ¿De qué mandamiento se habla? Del de aquellos que no han nacido de sangre, ni de amor carnal, ni de amor humano, sino de Dios. ¿Preguntas que cómo es esto posible? Lo explicaré: en pocas palabras Este nuevo ser lo engendra la fe; la regeneración del bautismo lo da a luz; la Iglesia, cual nodriza, lo amamanta con su doctrina e instituciones y con su pan celestial lo alimenta; llega a la edad madura con la santidad de vida; su matrimonio es la unión con la Sabiduría; sus hijos, la esperanza; su casa, el reino; su herencia y sus riquezas, las delicias del paraíso; su desenlace no es la muerte, sino la vida eterna y feliz en la mansión de los santos. Éste es el día en que actuó el Señor, día totalmente distinto de aquellos otros estableados desde el comienzo de ¡os siglos y que son medidos por el paso del tiempo. Este día es el principio de una nueva creación, porque, como dice el profeta, en este día Dios ha creado un:  cielo nuevo y una tierra nueva. ¿Qué cielo? El firmamento de la fe en Cristo. Y, ¿qué tierra? El corazón bueno que, como dijo el Señor, es semejante a aquella tierra que se impregna con la lluvia que desciende sobre ella y produce abundantes espigas. En esta nueva creación, el sol es la vida pura; las estrellas son las virtudes; el aire, una conducta sin tacha; el mar; aquel abismo de generosidad, de sabiduría y de conocimiento de Dios; las hierbas y semillas, la buena doctrina y las enseñanzas divinas en las que el rebaño, es decir, el pueblo de Dios encuentra su pasto; los árboles que llevan fruto son la observancia de los preceptos divinos. En este día es creado el verdadero hombre, aquel que fue hecho a imagen y semejanza de Dios»

(San Gregorio de Nisa [330/335-394/400]. Sermón 1 sobre la resurrección).

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20240331

 

Un diamante tiene muchas facetas, cada una de las cuales produce colores y rayos imponentes. Es igual con la resurrección de Jesús, que tiene muchas facetas pasmosas. Desde una perspectiva, nos provee la seguridad de que esta vida difícil no es la única, sino que hay una vida eterna que nos espera. Desde otra perspectiva, proclama la renovación de nuestros cuerpos y de todo el cosmos. Es la reivindicación de Jesús y de todos los inocentes que sufrieron la injusticia a manos de los poderosos. Mirada desde otro punto de vista, es la revelación más profunda y vivificante del amor eterno que Dios tiene para con nosotros. No importa cuál de estas perspectivas tomemos, la resurrección siempre nos presentará una belleza y un valor infinitamente más grandes que el diamante más precioso del mundo.

DOMINGO DE RESURRECCIÓN Ciclo B Domingo 31 de marzo 2024




CÓMO CREER EN LA RESURRECCIÓN

Hechos 10, 34. 37-43; Sal l17; 1 Cor 5, 6-8; secuencia; Jn 20 1-9
 
¿Por qué no entró el discípulo que Jesús amó en el sepulcro de su maestro cuando llegó? ¿Por qué esperó para que Pedro llegase antes de entrar él mismo? De acuerdo con algunos exégetas, quería demostrar la prioridad de Pedro entre los apóstoles. Según otros, el evangelista Juan quiso hacer la profesión de fe (v. 8) del otro discípulo, quien era tradicionalmente el fundador de su comunidad cristiana, el punto culminante del relato. Sea cual sea el motivo original, este episodio nos muestra una verdad de primera importancia: la fe en la resurrección de Jesús no es simplemente un acto individual basado sólo en nuestras fuerzas personales, sino que necesita el apoyo, el ejemplo y la sabiduría de una comunidad. Nadie podría creer en algo tan sorprendente, asombroso, excepcional y fundamental, como la resurrección del Señor, sin los demás.
 
 
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 138,18.5-6
 
He resucitado y viviré siempre contigo; has puesto tu mano sobre mí. Tu sabiduría ha sido maravillosa, aleluya, aleluya.
 
 
GLORIA.
 
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
 
 
ORACIÓN COLECTA
 
Señor Dios, que por medio de tu Unigénito, vencedor de la muerte, nos has abierto hoy las puertas de la vida eterna, concede a quienes celebramos la solemnidad de la resurrección del Señor, resucitar también en la luz de la vida eterna, por la acción renovadora de tu Espíritu. Por nuestro Señor Jesucristo...
 
 
LITURGIA DE LA PALABRA
 
PRIMERA LECTURA
 
Hemos comido y bebido con Cristo resucitado.
 
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 10, 34. 37-43
 
En aquellos días, Pedro tomó la palabra y dijo: "Ya saben ustedes lo sucedido en toda Judea, que tuvo principio en Galilea, después del bautismo predicado por Juan: cómo Dios ungió con el poder del Espíritu Santo a Jesús de Nazaret y cómo éste pasó haciendo el bien, sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con Él. Nosotros somos testigos de cuanto Él hizo en Judea y en Jerusalén. Lo mataron colgándolo de la cruz, pero Dios lo resucitó al tercer día y concedió verlo, no a todo el pueblo, sino únicamente a los testigos que Él, de antemano, había escogido: a nosotros, que hemos comido y bebido con Él después de que resucitó de entre los muertos.
Él nos mandó predicar al pueblo y dar testimonio de que Dios lo ha constituido juez de vivos y muertos. El testimonio de los profetas es unánime: que cuantos creen en Él reciben, por su medio, el perdón de los pecados". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
 
SALMO RESPONSORIAL
 
Del salmo 117, 1-2. 16ab-17. 22-23.
R/. Éste es el día del triunfo del Señor. Aleluya.
 
Te damos gracias, Señor, porque eres bueno, porque tu misericordia es eterna. Diga la casa de Israel: "Su misericordia es eterna". R/.
 
La diestra del Señor es poderosa, la diestra del Señor es nuestro orgullo. No moriré, continuaré viviendo para contar lo que el Señor ha hecho. R/.
 
La piedra que desecharon los constructores es ahora la piedra angular. Esto es obra de la mano del Señor, es un milagro patente. R/.
 
 
SEGUNDA LECTURA
 
Tiren la antigua levadura, pues Cristo, nuestro cordero pascual, ha sido inmolado.
 
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 5, 6-8
 
Hermanos: ¿No saben ustedes que un poco de levadura hace fermentar toda la masa? Tiren la antigua levadura, para que sean ustedes una masa nueva, ya que son pan sin levadura, pues Cristo, nuestro cordero pascual, ha sido inmolado.
Celebremos, pues, la fiesta de la Pascua, no con la antigua levadura, que es de vicio y maldad, sino con el pan sin levadura, que es de sinceridad y verdad. Palabra de Dios. T. Te alabamos, Señor.
 
 
SECUENCIA
 
Ofrezcan los cristianos
ofrendas de alabanza
a gloria de la Víctima
propicia de la Pascua.
           
Cordero sin pecado
que a las ovejas salva,
a Dios y a los culpables
unió con nueva alianza.
 
Lucharon vida y muerte
en singular batalla,
y, muerto el que es la Vida,
triunfante se levanta.
 
"¿Qué has visto de camino,
María, en la mañana?"
"A mi Señor glorioso,
la tumba abandonada,
 
los ángeles testigos,
sudarios y mortaja.
¡Resucitó de veras
mi amor y mi esperanza!
 
Venid a Galilea,
allí el Señor aguarda;
allí veréis los suyos
la gloria de la Pascua."
 
Primicia de los muertos,
sabemos por tu gracia
que estás resucitado;
la muerte en ti no manda.
 
Rey vencedor, apiádate
de la miseria humana
y da a tus fieles parte
en tu victoria santa.
 
 
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. 1 Cor 5, 7-8
R/. Aleluya, aleluya.
 
Cristo, nuestro cordero pascual, ha sido inmolado; celebremos, pues, la Pascua. R/.
 
 
EVANGELIO
 
Él debía resucitar de entre los muertos.
 
Del santo Evangelio según san Juan: 20, 1-9
 
El primer día después del sábado, estando todavía oscuro, fue María Magdalena al sepulcro y vio removida la piedra que lo cerraba. Echó a correr, llegó a la casa donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo: "Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo habrán puesto".
Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos iban corriendo juntos, pero el otro discípulo corrió más aprisa que Pedro y llegó primero al sepulcro, e inclinándose, miró los lienzos puestos en el suelo, pero no entró.
En eso llegó también Simón Pedro, que lo venía siguiendo, y entró en el sepulcro. Contempló los lienzos puestos en el suelo y el sudario, que había estado sobre la cabeza de Jesús, puesto no con los lienzos en el suelo, sino doblado en sitio aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro, y vio y creyó, porque hasta entonces no habían entendido las Escrituras, según las cuales Jesús debía resucitar de entre los muertos. Palabra del Señor. T. Gloria a ti, Señor Jesús.
 
 
O bien:
 
Jesús de Nazaret, que fue crucificado, resucitó.
 
Del santo Evangelio según san Marcos: 16, 1-7
 
Transcurrido el sábado, María Magdalena, María (la madre de Santiago) y Salomé, compraron perfumes para ir a embalsamar a Jesús. Muy de madrugada, el primer día de la semana, a la salida del sol, se dirigieron al sepulcro. Por el camino se decían unas a otras: "¿Quién nos quitará la piedra de la entrada del sepulcro?". Al llegar, vieron que la piedra ya estaba quitada, a pesar de ser muy grande.
Entraron en el sepulcro y vieron a un joven, vestido con una túnica blanca, sentado en el lado derecho, y se llenaron de miedo. Pero él les dijo: "No se espanten. Buscan a Jesús de Nazaret, el que fue crucificado. No está aquí; ha resucitado. Miren el sitio donde lo habían puesto. Ahora vayan a decides a sus discípulos y a Pedro: 'El irá delante de ustedes a Galilea. Allá lo
verán, como él les dijo' ". Palabra del Señor. T. Gloria a ti, Señor Jesús.
 
 
O bien, en las misas vespertinas del domingo:
 
Quédate con nosotros porque ya es tarde.
 
Del santo Evangelio según san Lucas: 24,13-35
 
El mismo día de la resurrección. iban dos de los discípulos hacia un pueblo llamado Emaús, situado a unos once kilómetros de Jerusalén, y comentaban todo lo que había sucedido.
Mientras conversaban y discutían, Jesús se les acercó y comenzó a caminar con ellos; pero los ojos de los dos discípulos estaban velados y no lo reconocieron. Él les preguntó: "¿De qué cosas vienen hablando, tan llenos de tristeza?".
Uno de ellos, llamado Cleofás, le respondió: "¿Eres tú el único forastero que no sabe lo que ha sucedido estos días en Jerusalén?". Él les preguntó: "¿Qué cosa?". Ellos le respondieron: "Lo de Jesús el nazareno, que era un profeta poderoso en obras y palabras, ante Dios y ante todo el pueblo. Cómo los sumos sacerdotes y nuestros jefes lo entregaron para que lo condenaran a muerte, y lo crucificaron. Nosotros esperábamos que él sería el libertador de Israel, y sin embargo, han pasado ya tres días desde que estas cosas sucedieron. Es cierto que algunas mujeres de nuestro grupo nos han desconcertado, pues fueron de madrugada al sepulcro, no encontraron el cuerpo y llegaron contando que se les habían aparecido unos ángeles, que les dijeron que estaba vivo. Algunos de nuestros compañeros fueron al sepulcro y hallaron todo como habían dicho las mujeres, pero a él no lo vieron".
Entonces Jesús les dijo: "¡Qué insensatos son ustedes y qué duros de corazón para creer todo lo anunciado por los profetas! ¿Acaso no era necesario que el Mesías padeciera todo esto y así entrara en su gloria?". Y comenzando por Moisés y siguiendo con todos los profetas, les explicó todos los pasajes de la Escritura que se referían a él.
Ya cerca del pueblo a donde se dirigían, él hizo como que iba más lejos; pero ellos le insistieron, diciendo: "Quédate con nosotros, porque ya es tarde y pronto va a oscurecer". Y entró para quedarse con ellos. Cuando estaban a la mesa, tomó un pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio. Entonces se les abrieron los ojos y lo reconocieron, pero él se les desapareció. Y ellos se decían el uno al otro: "¡Con razón nuestro corazón ardía, mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras!".
Se levantaron inmediatamente y regresaron a Jerusalén, donde encontraron reunidos a los Once con sus compañeros, los cuales les dijeron: "De veras ha resucitado el Señor y se le ha aparecido a Simón". Entonces ellos contaron lo que les había pasado por el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan. Palabra del Señor. T. Gloria a ti, Señor Jesús.
 
 
PROFESIÓN DE FE
 
Credo de los Apóstoles
 
Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna.
Amén.
 
 
PLEGARIA UNIVERSAL
 
Llenos de gozo por la santa resurrección del Señor, purificados nuestros sentimientos y renovado nuestro espíritu, supliquemos con insistencia al Señor diciendo: Rey vencedor, escúchanos.
R/. Rey vencedor, escúchanos.
 
A Cristo, que, con su gloriosa resurrección, ha sido constituido Cabeza de la Iglesia, pidámosle que, por su amor, conceda abundante felicidad, gozo y exultación a todos los fieles que celebran su triunfo.
 
A Cristo, con su santa resurrección ha otorgado el perdón y la paz a los pecadores, supliquémosle que quienes han regresado al camino de la vida conserven íntegramente los dones que la misericordia del Padre les ha restituido.
 
A Cristo, que, con su gloriosa resurrección, ha inaugurado la resurrección universal, pidámosle que alegre el corazón de los hombres que aún desconocen su victoria y, con el anuncio evangélico, llene de gozo a todos los pueblos y naciones.
 
A Cristo, que, con su santa resurrección. ha colmado de alegría a los pueblos, los ha enriquecido con sus dones y ha hecho vibrar de gozo nuestros corazones, pidámosle que renueve la esperanza de los que sufren y lloran.
 
A Cristo, que, con su gloriosa resurrección, ha alegrado al mundo entero, pidámosle que renueve nuestro espíritu y nos conceda la esperanza firme de compartir su triunfo y de resucitar con él a una vida nueva.
 
Señor Jesucristo, que en el cielo eres glorificado por los ángeles y los santos y en la tierra eres enaltecido y adorado por tu Iglesia, en esta fiesta gloriosa de tu resurrección te pedimos que escuches nuestras plegarias y extiendas tu diestra misericordiosa sobre este pueblo que tiene puesta toda su esperanza en tu resurrección. Tú, que vives y reinas, inmortal y glorioso, por los siglos de los siglos.
 
 
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
 
Llenos de júbilo por el gozo pascual te ofrecemos, Señor, este sacrificio, mediante el cual admirablemente nace y se nutre tu Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
OREFACIO
 
El misterio pascual
 
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación glorificarte siempre, Señor, pero más que nunca (en esta noche) (en este día) (en este tiempo), en que Cristo, nuestra pascua, fue inmolado. Porque Él es el Cordero de Dios que quitó el pecado del mundo: muriendo, destruyó nuestra muerte, y resucitando, restauró la vida. Por eso, con esta efusión de gozo pascual, el mundo entero se desborda de alegría y también los coros celestiales, los ángeles y los arcángeles, cantan sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo.
 
 
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN 1 Cor 5,7-8
 
Cristo nuestro Cordero Pascual ha sido inmolado. Aleluya. Celebremos, pues, la Pascua, con el pan sin levadura, que es sinceridad y verdad. Aleluya.
 


ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
 
Dios de bondad, protege paternalmente con amor incansable a tu Iglesia, para que renovada por los misterios pascuales, pueda llegar a la gloria de la resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
Anuncien a todos la alegría del Señor resucitado. Pueden ir en paz. Aleluya, aleluya.
R. Demos gracias a Dios, aleluya, aleluya.