Remar Mar Adentro, pretende, como laicos comprometidos, presentar temas de reflexión para vivir el reino de Dios; levantando las anclas en una tarea asumida generosamente. Ricardo Huante Magaña
miércoles, 17 de abril de 2024
DOMINGO IV DE PASCUA DOMINGO DEL BUEN PASTOR Ciclo B Domingo 21 de abril 2024
EL PAPEL DE CRISTO RESUCITADO
EN COMUNIÓN CON LA TRADICIÓN VIVA DE LA IGLESIA 20240421
«Del asalariado, por otra parte, ¿qué decimos? No se le ha recordado aquí entre los buenos. El buen pastor, asevera, da su vida por las ovejas. El asalariado y quien no es pastor, propias del cual no son las ovejas, ve venir al lobo y abandona las ovejas y huye; y el lobo arrebata y dispersa las ovejas. No desempeña aquí el asalariado un papel bueno, y empero es útil en algo y no se le llamaría asalariado si del empresario no recibiera un salario. ¿Quién es, pues, ese asalariado, culpable y necesario? Aquí, hermanos, ilumínenos de verdad el Señor mismo, para que conozcamos a los asalariados y no seamos asalariados. ¿Quién es, pues, el asalariado? Hay en la Iglesia algunos jefes, de quienes el apóstol Pablo dice: los que buscan lo suyo, no lo de Jesucristo. ¿Qué significa los que buscan lo suyo? Los que no quieren gratis a Cristo, no buscan a Dios por Dios, persiguen ventajas temporales, codician ganancias, de los hombres apetecen honores. Cuando un jefe ama esto y en atención a esto se sirve a Dios, cualquiera que es así, es asalariado, no se cuente a sí mismo entre los hijos, pues de individuos tales dice el Señor: En verdad os digo, recibieron su salario. Escucha qué dice de san Timoteo el apóstol Pablo: Ahora bien, espero en el Señor Jesús enviaros pronto a Timoteo, para estar también yo de buen ánimo cuando haya sabido lo que hay acerca de vosotros; de hecho, no tengo a nadie unánime que por vosotros esté solícito sinceramente, pues todos buscan lo suyo, no lo de Jesucristo» (San Agustín [354-430]. Evangelio de san Juan. Tratado 46, 5).
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20240421
La resurrección de Jesús no es
simplemente su triunfo sobre la muerte de una vez para siempre. Es su pasaje a
un nuevo modo de ser activo en el mundo. Se trata de ser la fuente de todo lo
bueno que Dios puede darnos. Cualquier beneficio, bendición, o bondad que
recibimos en esta vida o en la otra nos llega por medio de Cristo resucitado.
Es una afirmación que ha sido discutida por muchos en los años recientes, ya
que parece deducir que las otras religiones, como el judaísmo o el budismo, no
tienen en ellas ni siquiera una gota de salvación o bien. Pero no es así, como
ha sido clarificado por el Vaticano II en su documento Ad gentes. El Cristo
resucitado puede ser activo en estas religiones en cierta manera, porque no está
delimitado por las fronteras humanas.
jueves, 11 de abril de 2024
EN COMUNIÓN CON LA TRADICIÓN VIVA DE LA IGLESIA 20240414
«En realidad, por cuanto encontramos también en la sucesión del relato evangélico, fue visto por los hombres cinco veces en el mismo día en que resucitó. En primer lugar, por María Magdalena, cuando dijo a la que deseaba abrazar sus pies: No me toques, porque aún no he subido a mi Padre. Después, por las dos que, corriendo desde el sepulcro, fueron a anunciar a sus discípulos lo que habían oído sobre el suceso de su resurrección, y de las que está escrito que se acercaron, abrazaron sus pies y le adoraron. Se apareció al atardecer de ese mismo día a dos que iban a la aldea de Emaús, quienes lo reconocieron al partir el pan. Se apareció también a Pedro, aunque el evangelista apenas da detalles de cuándo o dónde ocurrió, si bien no oculta que sucedió, cuando escribe que, cuando los dos discípulos citados volvieron enseguida a Jerusalén tras haber reconocido al Señor en Emaús, encontraron reunidos a los once y a los que estaban con ellos, que decían: el Señor ha resucitado realmente y se ha apareado a Simón. Inmediatamente después empalma con la quinta aparición, que acabamos de escuchar cuando se ha leído el Evangelio, y comienza así: Mientras contaban estas cosas, Jesús se puso en medio de ellos...Lo primero que hay que advertir y guardar con diligencia en la memoria es que el Señor se puso en medio y se dignó revelarles físicamente su presencia, mientras los discípulos hablaban de Él. Y esto es precisamente lo que prometió a todos los fieles, doquiera que estuviesen, al decir: Donde hay dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos. Y, para confirmar la firmeza de nuestra fe (...), de vez en cuando también lo ha querido corroborar con la presencia de su visión corporal» (San Beda el Benerable [c672-735] Homilía IX, 2.3. Después de Pascua)
DOMINGO III DE PASCUA Ciclo B Domingo 14 de abril 2024
LA PASCUA Y EL PERDÓN DE LOS PECADOS
Hech 3. 13-15. 17-19; Sal 4; 1 Jn 2, 1-5; Lc 24, 35-48
Nuestras lecturas de hoy nos recuerdan una verdad revelada por la
resurrección, pero a veces marginada. En el Evangelio, Cristo aparece por
tercera vez en el día pascual y los discípulos están "sorprendidos y
aterrorizados" (v. 37) pero no estupefactos, ya que han sido informados de
la resurrección por María Magdalena (24, 9) y por otros discípulos (35-36).
Quizá, por esto, Jesús enfatiza el perdón de los pecados. De hecho, él come con
los discípulos (ver 41-42), lo cual es un signo de reconciliación y anuncia que
ha muerto y resucitado para "el perdón de los pecados" (v. 48).
Nuestra primera lectura es precisamente el anuncio de que, incluso, los pecados
de los asesinos de Jesús pueden perdonarse (Hech 3, 19). En la segunda lectura,
Juan afirma que "tenemos un intercesor" (1 Jn 2, 1) por nuestros
pecados.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 65, 1-2
Aclama a Dios, tierra entera. Canten todos un himno a su nombre, den le
gracias y alábenlo. Aleluya.
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos,
te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor,
Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que
quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del
mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre,
ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú
Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que tu pueblo se regocije siempre al verse renovado y
rejuvenecido, para que, al alegrarse hoy por haber recobrado la dignidad de su
adopción filial, aguarde seguro su gozosa esperanza el día de la resurrección.
Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Ustedes dieron muerte al autor de la vida, pero Dios lo resucitó de
entre los muertos.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 3. 13-15. 17-19
En aquellos días, Pedro tomó la palabra y dijo: "El Dios de
Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres, ha glorificado a su
siervo Jesús, a quien ustedes entregaron a Pilato, y a quien rechazaron en su
presencia, cuando él ya había decidido ponerlo en libertad. Rechazaron al
santo, al justo, y pidieron el indulto de un asesino; han dado muerte al autor
de la vida, pero Dios lo resucitó de entre los muertos y de ello nosotros somos
testigos.
Ahora bien, hermanos, yo sé que ustedes han obrado por ignorancia, de
la misma manera que sus jefes; pero Dios cumplió así lo que había predicho por
boca de los profetas: que su Mesías tenía que padecer. Por lo tanto,
arrepiéntanse y conviértanse para que se les perdonen sus pecados".
Palabra de Dios. T. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 4, 2. 4. 7, 9.
R/. En ti, Señor, confío. Aleluya.
Tú que conoces lo justo de mi causa, Señor, responde a mi clamor. Tú
que me has sacado con bien de mis angustias, apiádate y escucha mi oración. R/.
Admirable en bondad ha sido el Señor para conmigo, y siempre que lo
invoco me ha escuchado; por eso en él confío. R/.
En paz, Señor, me acuesto y duermo en paz, pues sólo tú, Señor, eres mi
tranquilidad. R/.
SEGUNDA LECTURA
Cristo es la víctima de propiciación por nuestros pecados y por los del
mundo entero.
De la primera carta del apóstol san Juan 2, 1-5
Hijitos míos: Les escribo esto para que no pequen. Pero, si alguien
peca, tenemos como intercesor ante el Padre, a Jesucristo, el justo. Porque él
se ofreció como víctima de expiación por nuestros pecados, y no sólo por los
nuestros, sino por los del mundo entero.
En esto tenemos una prueba de que conocemos a Dios: en que cumplimos
sus mandamientos. Quien dice: "Yo lo conozco", pero no cumple sus
mandamientos, es un mentiroso y la verdad no está en él. Pero en aquel que
cumple su palabra, el amor de Dios ha llegado a su plenitud, y precisamente en
esto conocemos que estamos unidos a él. Palabra de Dios. T. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Lc 24, 32
R/. Aleluya, aleluya.
Señor Jesús, haz que comprendamos la Sagrada Escritura. Enciende
nuestro corazón mientras nos hablas. R/.
EVANGELIO
Está escrito que Cristo tenía que padecer y tenía que resucitar de
entre los muertos al tercer día.
Del santo Evangelio según san Lucas 24, 35-48
Cuando los dos discípulos regresaron de Emaús y llegaron al sitio donde
estaban reunidos los apóstoles, les contaron lo que les había pasado por el
camino y cómo habían reconocido a Jesús al partir el pan.
Mientras hablaban de esas cosas, se presentó Jesús en medio de ellos y
les dijo: "La paz esté con ustedes". Ellos, desconcertados y llenos
de temor, creían ver un fantasma. Pero él les dijo: "No teman; soy yo.
¿Por qué se espantan? ¿Por qué surgen dudas en su interior? Miren mis manos y
mis pies. Soy yo en persona. Tóquenme y convénzanse: un fantasma no tiene ni
carne ni huesos, como ven que tengo yo". Y les mostró las manos y los
pies. Pero como ellos no acababan de creer de pura alegría y seguían atónitos,
les dijo: "¿Tienen aquí algo de comer?" Le ofrecieron un trozo de
pescado asado; él lo tomó y se puso a comer delante de ellos.
Después les dijo: "Lo que ha sucedido es aquello de que les
hablaba yo, cuando aún estaba con ustedes: que tenía que cumplirse todo lo que
estaba escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los
salmos".
Entonces les abrió el entendimiento para que comprendieran las
Escrituras y les dijo: "Está escrito que el Mesías tenía que padecer y
había de resucitar de entre los muertos al tercer día, y que en su nombre se
había de predicar a todas las naciones, comenzando por Jerusalén, la necesidad
de volverse a Dios para el perdón de los pecados. Ustedes son testigos de
esto". Palabra del Señor. T. Gloria a ti, Señor Jesús.
PROFESIÓN DE FE
Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y
gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder
de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los
infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y
está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a
juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica,
la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la
carne y la vida eterna.
Amén.
PLEGARIA UNIVERSAL
Invoquemos, amados hermanos, a Cristo, triunfador del pecado y de la
muerte, que siempre intercede por nosotros diciendo: Te rogamos, Señor. R/. Te
rogamos, Señor. O (Rey de la gloria, resucítanos contigo).
Para que Cristo, el Señor, atraiga hacia sí el corazón de los fieles y
fortalezca sus voluntades, de manera que busquen los bienes de allá arriba,
donde él está sentado a la derecha de Dios, roguemos al Señor.
Para que Cristo, amo supremo de la creación, haga que todos los pueblos
gocen abundantemente de la paz que en sus apariciones otorgó a los discípulos,
roguemos al Señor.
Para que Cristo, el destructor de la muerte y el médico de toda
enfermedad, se compadezca de los débiles y desdichados y aleje del mundo el
hambre, las guerras y todos los males, roguemos al Señor.
Para que Cristo, el Señor, salve y bendiga nuestra parroquia
(comunidad), y conceda la paz, la alegría y el descanso den las fatigas a los
que hoy nos hemos reunido aquí para celebrar su triunfo, roguemos al Señor.
Señor Dios. que con la muerte gloriosa de tu Hijo, víctima de
propiciación por nuestros pecados, has puesto el fundamento de la
reconciliación y la paz, escucha las oraciones de tu Iglesia y haz de nosotros
signo y levadura de una humanidad nueva, pacificada por tu amor. Por
Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina, inmortal y glorioso, por los siglos de
los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, los dones que, jubilosa, tu Iglesia te presenta, y
puesto que es a ti a quien debe su alegría, concédele también disfrutar de la
felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
Cristo vive por siempre e intercede por nosotros
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación
glorificarte siempre, Señor, pero más que nunca en este tiempo en que Cristo,
nuestra Pascua fue inmolado. Porque continuamente se ofrece por nosotros e
intercede por todos ante ti el que, inmolado en la cruz, venció a la muerte y,
una vez muerto, vive para siempre. Por eso, con esta efusión de gozo pascual,
el mundo entero se desborda de alegría y también los coros celestiales, los
ángeles y los arcángeles, cantan sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Lc 24, 35
Los discípulos reconocieron al Señor Jesús, al partir el pan. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dirige, Señor, tu mirada compasiva sobre tu pueblo, al que te has
dignado renovar con estos misterios de vida eterna, y concédele llegar un día a
la gloria incorruptible de la resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20240414
El gran teólogo holandés, Edward Schillebeeckx (1914-2010), formuló su
teoría sobre la resurrección de Jesús en torno a un elemento central de las
narraciones pascuales que muchos pasan por alto. Se trata del perdón de los
pecados. Para él, la fe pascual empezó cuando los discípulos se dieron cuenta
de que su abandono del Señor había sido perdonado. Ya que un muerto no puede
perdonar a los vivos, concluyeron que Jesús ha resucitado. Hay más que decir
acerca de ella, pero esta teoría nos ayuda a darnos cuenta del mismo tema.
Quizá pensemos que el perdón de los pecados sea un tema de la Cuaresma. No
obstante, el Tiempo pascual encuadra el perdón en un marco más amplio: revela
que es posible sólo por la resurrección; y es algo sumamente positivo, ya que
nos da acceso a la vida resucitada.
lunes, 8 de abril de 2024
El tiempo pascual.
El tiempo pascual es un periodo del año litúrgico en la tradición
cristiana que celebra la resurrección de Jesucristo. Comienza con el Domingo de
Resurrección y se extiende durante cincuenta días, culminando con el domingo de
Pentecostés. Estos días han de ser celebrados con alegría y exultación, como si
se tratara de un solo y único día festivo; más aún, como un "gran
domingo". Estos son los días en los que principalmente se canta el Aleluya
Este tiempo es de gran importancia para los cristianos, ya que
conmemora la victoria de Cristo sobre la muerte y el pecado, ofreciendo la
promesa de la vida eterna. Es un momento de alegría y renovación espiritual,
donde se reflexiona sobre el significado de la vida y la muerte de Jesucristo y
se prepara para la llegada del Espíritu Santo.
“Durante el tiempo de pascua no celebramos sólo la resurrección de
Cristo, la cabeza, sino también la de sus miembros, que comparten su misterio.
Por eso el bautismo tiene tan gran relieve en la liturgia. Por el bautismo en
su muerte fuimos sepultados con Cristo, y así como Cristo fue resucitado de
entre los muertos por la Gloria del Padre, así también nosotros empezamos una
vida nueva. Una figura de su muerte nos injertó en él, pero compartiremos
también su resurrección.
Los que por el bautismo fuimos incorporados a Cristo, fuimos
incorporados a su muerte. Por el bautismo fuimos sepultados con él en la
muerte, para que, así como Cristo fue despertado de entre los muertos por la
gloria del Padre, así también nosotros andemos en una vida nueva (Rom 6,3-11)” 1
El tiempo pascual ofrece una oportunidad para que los fieles se
conecten más profundamente con su fe y su comunidad, y es un recordatorio del
poder transformador del amor divino.
1 https://elsalvadormisionero.org/tiempo-liturgico/pascua/recursos-semana-santa-significado-del-tiempo-pascual/
sábado, 6 de abril de 2024
DOMINGO II DE PASCUA O DE LA DIVINA MISERICORDIA Domingo 7 de abril 2024
LECTURAS QUE MEDITAN SOBRE LA FE PASCUAL
Hech 4, 32-35; Sal 117; 1 Jn 5, 1-6; secuencia; Jn 20, 19-31
Las lecturas de hoy meditan sobre diversos aspectos de la fe pascual
que hemos empezado a celebrar durante este Tiempo litúrgico. En el famoso
relato de Tomás y sus dudas, que constituye el Evangelio de este domingo,
meditamos sobre la dificultad de llegar a tal fe, una dificultad especialmente
grande para los que intentan creer "sin haber visto" (v. 29). En
nuestra primera lectura, meditamos sobre el efecto que tal fe tiene en la
Iglesia, que se encuentra unida "en un solo corazón y una sola alma"
(v. 32) y por tanto capaz de anunciar el Evangelio y vivirlo hasta el nivel
material donde muchos conflictos comunitarios frecuentemente surgen. En la
segunda lectura, meditamos sobre la relación entre esta fe y la vida moral del
creyente, especialmente el amor que es el culmen de los mandamientos de Dios.
ANTIFONA DE ENTRADA 1 Pedro 2,2
Como niños recién nacidos, anhelen una leche pura y espiritual que los
haga crecer hacia la salvación. Aleluya.
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos,
te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor,
Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que
quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del
mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre,
ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú
Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
ORACIÓN COLECTA
Dios de eterna misericordia, que reanimas la fe de este pueblo a ti
consagrado con la celebración anual de las fiestas pascuales, aumenta en
nosotros los dones de tu gracia, para que todos comprendamos mejor la
excelencia del bautismo que nos ha purificado, la grandeza del Espíritu que nos
ha regenerado y el precio de la Sangre que nos ha redimido.
Por nuestro Señor Jesucristo ...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Tenían un solo corazón y una sola alma.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 4, 32-35
La multitud de los que habían creído tenía un solo corazón y una sola
alma; todo lo poseían en común y nadie consideraba suyo nada de lo que tenía.
Con grandes muestras de poder, los apóstoles daban testimonio de la
resurrección del Señor Jesús y todos gozaban de gran estimación entre el
pueblo. Ninguno pasaba necesidad, pues los que poseían terrenos o casas, los
vendían, llevaban el dinero y lo ponían a disposición de los apóstoles, y luego
se distribuía según lo que necesitaba cada uno. Palabra de Dios. T. Te
alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 117, 2-4. 16ab-18. 22-24.
R/. La misericordia del Señor es eterna. Aleluya.
Diga la casa de Israel: "Su misericordia es eterna". Diga la
casa de Aarón: "Su misericordia es eterna". Digan los que temen al
Señor: "Su misericordia es eterna". R/.
Querían a empujones derribarme, pero Dios me ayudó. El Señor es mi
fuerza y mi alegría, en el Señor está mi salvación. R/.
La piedra que desecharon los constructores es ahora la piedra angular.
Esto es obra de la mano del Señor, es un milagro patente. Éste es el día del
triunfo del Señor, día de júbilo y de gozo. R/.
SEGUNDA LECTURA
Todo el que ha nacido de Dios vence al mundo.
De la primera carta del apóstol san Juan 5, 1-6
Queridos hijo: Todo el que cree que Jesús es el Mesías, ha nacido de
Dios. Todo el que ama a un padre, ama también a los hijos de éste. Conocemos
que amamos a los hijos de Dios, en que amamos a Dios y cumplimos sus
mandamientos, pues el amor de Dios consiste en que cumplamos sus preceptos. Y
sus mandamientos no son pesados, porque todo el que ha nacido de Dios vence al
mundo. Y nuestra fe es la que nos ha dado la victoria sobre el mundo. Porque,
¿quién es el que vence al mundo? Sólo el que cree que Jesús es el Hijo de Dios.
Jesucristo es el que se manifestó por medio del agua y de la sangre; él
vino, no sólo con agua, sino con agua y con sangre. Y el Espíritu es el que da
testimonio, porque el Espíritu es la verdad. Palabra de Dios. T. Te alabamos,
Señor.
SECUENCIA Opcional
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 20, 29
R/. Aleluya, aleluya.
Tomás, tú crees porque me has visto; dichosos los que creen sin haberme
visto, dice el Señor. R/.
EVANGELIO
Ocho días después, se les apareció Jesús.
Del santo Evangelio según san Juan: 20, 19-31
Al anochecer del día de la resurrección, estando cerradas las puertas
de la casa donde se hallaban los discípulos, por miedo a los judíos, se
presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: "La paz esté con
ustedes". Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Cuando los
discípulos vieron al Señor, se llenaron de alegría. De nuevo les dijo Jesús:
"La paz esté con ustedes. Como el Padre me ha enviado, así también los
envío yo". Después de decir esto, sopló sobre ellos y les dijo: "Reciban
el Espíritu Santo. A los que les perdonen los pecados, les quedarán perdonados;
y a los que no se los perdonen, les quedarán sin perdonar".
Tomás, uno de los Doce, a quien llamaban el Gemelo, no estaba con ellos
cuando vino Jesús, y los otros discípulos le decían: "Hemos visto al
Señor". Pero él les contestó: "Si no veo en sus manos la señal de los
clavos y si no meto mi dedo en los agujeros de los clavos y no meto mi mano en
su costado, no creeré".
Ocho días después, estaban reunidos los discípulos a puerta cerrada y
Tomás estaba con ellos. Jesús se presentó de nuevo en medio de ellos y les
dijo: "La paz esté con ustedes". Luego le dijo a Tomás: "Aquí
están mis manos; acerca tu dedo. Trae acá tu mano, métela en mi costado y no
sigas dudando, sino cree". Tomás le respondió: "¡Señor mío y Dios
mío!" Jesús añadió: "Tú crees porque me has visto; dichosos los que
creen sin haber visto".
Otros muchos signos hizo Jesús en presencia de sus discípulos, pero no
están escritos en este libro. Se escribieron éstos para que ustedes crean que
Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengan vida en su
nombre. Palabra del Señor. T. Gloria a ti, Señor Jesús.
PROFESIÓN DE FE
Credo de los Apóstoles
Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y
gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder
de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los
infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y
está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a
juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica,
la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la
carne y la vida eterna.
Amén.
PLEGARIA UNIVERSAL
Llenos de gozo por la santa resurrección del Señor, purificados
nuestros sentimientos y renovado nuestro espíritu, supliquemos con insistencia
al Señor, diciendo: Rey vencedor, escúchanos. R/. Rey vencedor, escúchanos.
A Cristo que, con su gloriosa resurrección, ha vencido la muerte y ha
destruido el pecado, pidámosle que todos los cristianos sean siempre fieles a
las promesas del bautismo que renovaron en la noche santa de Pascua.
A Cristo, que, con su santa resurrección, ha otorgado el perdón y la
paz a los pecadores, supliquémosle que quienes han regresado al camino de la
vida conserven los dones que la misericordia del Padre les ha restituido.
A Cristo, que, con su gloriosa resurrección, ha dado al mundo la vida
verdadera y ha renovado toda la creación, pidámosle por los que, por no creer
en su triunfo, viven sin esperanza.
A Cristo, que, con su santa resurrección, ha colmado de alegría a los
pueblos y los ha enriquecido con sus dones y ha hecho vibrar de gozo nuestros
corazones, pidámosle que renueve la esperanza de los que sufren y lloran.
A Cristo, que, con su gloriosa resurrección, anunció la alegría a las
mujeres, y por medio de las mujeres a los apóstoles, y por medio de los
apóstoles al mundo entero, pidámosle por los que nos hemos reunido para
celebrar su triunfo.
Dios nuestro, que en la Pascua de cada domingo nos haces revivir las
maravillas de la salvación, escucha la oración de tu pueblo y haz que siempre
sepamos reconocer a Cristo presente en la asamblea de los hermanos y que,
juntamente con ellos, demos testimonio de la resurrección inaugurada por
cristo, tu Hijo. El, que vive y reina, inmortal y glorioso, por los siglos de
los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, las ofrendas de tu pueblo (y de los recién bautizados),
para que, renovados por la confesión de tu nombre y por el bautismo, consigamos
la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
El misterio pascual
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación
glorificarte siempre, Señor, pero más que nunca (en esta noche) (en este día)
(en este tiempo), en que Cristo, nuestra pascua, fue inmolado. Porque Él es el
Cordero de Dios que quitó el pecado del mundo: muriendo, destruyó nuestra
muerte, y resucitando, restauró la vida. Por eso, con esta efusión de gozo
pascual, el mundo entero se desborda de alegría y también los coros
celestiales, los ángeles y los arcángeles, cantan sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Jn 20, 27
Jesús dijo a Tomás: Acerca tu mano, toca los agujeros que dejaron los
clavos y no seas incrédulo, sino creyente. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios todopoderoso, concédenos que la gracia recibida en este sacramento
pascual permanezca siempre en nuestra vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.
EN COMUNIÓN CON LA TRADICIÓN VIVA DE LA IGLESIA 20240407
«En relación con el caso de los niños, en el cual dices que no deben ser bautizados en el segundo o tercer día después de su nacimiento, y que la antigua ley de la circuncisión debe considerarse, por lo cual piensas que alguien que acaba de nacer no debe ser bautizado y santificado dentro de los ocho días, todos nosotros pensamos de manera muy diferente en nuestro Concilio. Porque en este curso que pensabas tomar, nadie está de acuerdo, sino que todos juzgamos que la misericordia y la gracia de Dios no debe ser negada a ningún nacido de hombre... Por otra parte, la fe en la Escritura divina nos declara que todos, ya sean niños o mayores, tenemos la misma igualdad en los divinos dones... Razón por la cual creemos que nadie debe ser impedido de obtener la gracia de la ley por la ley en la que fue ordenado, y que la circuncisión espiritual no debe ser obstaculizada por la circuncisión carnal, sino que absolutamente todos los hombres tienen que ser admitidos a la gracia de Cristo, ya que también Pedro en los hechos de los apóstoles, habla y dice el Señor me ha dicho que yo no debería llamar a ningún hombre común o inmundo. Pero si nada podría obstaculizarla obtención de la gracia a los hombres, ni el más atroz de los pecados y no puede poner obstáculos a los que son mayores. Pero si hasta a los más grandes pecadores, y los que habían pecado en contra de Dios, cuando creen, se les concede la remisión de los pecados y nadie se ve impedido del bautismo y de la gracia, ¿cuánto más deberíamos obstaculizar a un bebé?, que, siendo recién nacido, no ha pecado, salvo en que, habiendo nacido de la carne de Adán, ¿ha contraído el contagio de la muerte antigua en su nacimiento? ...Y, por lo tanto, querido hermano, ésta era nuestra opinión en el Concilio que, por nosotros, a nadie debe impedirse el bautismo y la gracia de Dios, que es misericordioso, amable y cariñoso para con todos» (San Cipriano [200-258]. Carta 58, a Fido sobre el bautismo de niños).
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20240407
Puede ser difícil
creerlo, pero por muchos años los cristianos se han "olvidado" de la
resurrección de Jesús. Por mucho tiempo antes de la década de 1950, la muerte
del Señor atrajo la mayor parte de la atención de los fieles mientras que su
resurrección se entendía meramente como una añadidura a su muerte o la
vindicación de su inocencia. Sin embargo, gracias a varios factores,
especialmente la publicación del libro, La resurrección: misterio de salvación en
1960 por el exégeta suizo François Xavier Durwell, la Iglesia ha recuperado la
importancia de la fe pascual, Esta recuperación se evidencia en varios
aspectos, por ejemplo, en la celebración de la Vigilia Pascual, entendida ahora
como la liturgia fundamental del año litúrgico. Puede ser que la resurrección
es tan grande y asombrosa que rebasa nuestra limitación y por ello, a veces, no
podamos creer que es la realidad.
Las apariciones de Jesús, después de su resurrección.
Según la tradición católica, Jesús tuvo muchas apariciones
después de su resurrección. Algunas de las principales son:
A María Magdalena en el jardín: El Domingo de
Resurrección, Jesús se apareció a María Magdalena cerca del sepulcro en
Jerusalén. "Jesús le dijo: 'María'. Ella se volvió y le dijo en hebreo:
'Rabuní', que significa 'maestro'. Jesús le dijo: 'No me retengas todavía,
porque aún no he subido al Padre. Vete a mis hermanos y diles: 'Subo a mi Padre
y vuestro Padre, a mi Dios y vuestro Dios'." Cf. Juan 20, 16-17; Marcos 16,
9-11
Jesús también se apareció a las mujeres que acudieron
al sepulcro temprano en la mañana y están de camino, posiblemente de regreso a
casa. Les habló, diciéndoles que no temieran y que informaran a sus discípulos
sobre su resurrección. Cf. Mateo 28, 9
A los discípulos en el camino a Emaús: También en el
Domingo de Resurrección, Jesús se unió a dos de sus discípulos en el camino a Emaús,
“Al llegar a Emaús, hizo ademán de seguir adelante. Pero ellos le insistieron para
que se quedara con ellos, diciendo: 'Quédate con nosotros, porque ya es tarde y
el día se acaba'. Jesús entró y se quedó con ellos. Y mientras estaban a la
mesa, tomó el pan, lo bendijo, lo partió y se lo dio." En ese momento lo
reconocieron. Cf. Lucas 24,13-32.
El Señor se le aparece a Pedro. Cuando los discípulos
de Jesús regresaron a Jerusalén. Allí encontraron reunidos a los Once y a los
demás que estaban con ellos, y estos les dijeron: «Es verdad, ¡el Señor ha
resucitado y se apareció a Simón!». Cf. Lc 24, 34; 1 Cor 15, 5.
A los discípulos en una casa en Jerusalén donde estaban
reunidos los discípulos, a puerta cerrada por miedo a los judíos. Tomás no
estaba presente. Vino Jesús, se puso en medio de ellos y les dijo: 'La paz esté
con vosotros'. Y les mostró sus manos y su costado. A los discípulos en el
aposento alto: Jesús se apareció a sus discípulos en un aposento alto,
mostrándoles las heridas de sus manos y costado para demostrar su resurrección.
En esta aparición, también les dio el mandato de predicar el evangelio y les
prometió el don del Espíritu Santo. Cf. Juan 20, 19-20
Jesús aparece de nuevo a los Apóstoles reunidos. Ocho
días más tarde, estaban de nuevo los discípulos reunidos en la casa, y estaba
con ellos Tomás. Entonces apareció Jesús, estando cerradas las puertas, se puso
en medio de ellos y les dijo: «¡La paz esté con ustedes!». Luego dijo a Tomás:
«Trae aquí tu dedo: aquí están mis manos. Acerca tu mano: Métela en mi costado.
En adelante no seas incrédulo, sino hombre de fe». Tomas respondió: ¡Señor mío
y Dios mío! (cf. Jn 20, 24-29).
En el lago Tiberíades: "Jesús estaba allí, en la
orilla, pero ellos no lo reconocieron. Jesús les dijo: 'Muchachos, ¿tienen algo
de comer?' Ellos le respondieron: 'No'. Él les dijo: 'Echen la red a la derecha
de la barca y encontrarán'. La echaron, y no podían sacarla, por la multitud de
pescados." Cf. Juan 21, 4-6
Tenemos las referencias de otras apariciones que San
Pablo menciona: sin que tengamos detalles de ellas: “Se apareció a Pedro y
después a los Doce. Luego se apareció a más de quinientos hermanos al mismo
tiempo, la mayor parte de los cuales vive aún, y algunos han muerto. Además, se
apareció a Santiago y de nuevo a todos los Apóstoles. Por último, se me
apareció también a mí, que soy como el fruto de un aborto”. Cf. 1Cor 15, 5-8
Otras apariciones de Jesús a sus discípulos son
narradas en los Hechos de los Apóstoles Cf. Hch 1, 3-11: “Después de su Pasión, Jesús se
manifestó a ellos dándoles numerosas pruebas de que vivía, y durante cuarenta
días se le apareció y les habló del Reino de Dios. En una ocasión, mientras
estaba comiendo con ellos, les recomendó que no se alejaran de Jerusalén y
esperaran la promesa del Padre: «La promesa, les dijo, que yo les he anunciado.
Porque Juan bautizó con agua, pero ustedes serán bautizados en el Espíritu
Santo, dentro de pocos días. Los que estaban reunidos le preguntaron: «Señor,
¿es ahora cuando vas a restaurar el reino de Israel?» Él les respondió: «No les
corresponde a ustedes conocer el tiempo y el momento que el Padre ha
establecido con su propia autoridad. Pero recibirán la fuerza del Espíritu
Santo que descenderá sobre ustedes, y serán mis testigos en Jerusalén, en toda
Judea y Samaría, y hasta los confines de la tierra». Dicho esto, los Apóstoles
lo vieron elevarse, y una nube lo ocultó de la vista de ellos. «Hombres de
Galilea, ¿por qué siguen mirando al cielo? Este Jesús que les ha sido quitado y
fue elevado al cielo, vendrá de la misma manera que lo han visto partir».
La aparición final y la Ascensión:
“Después Jesús los llevó hasta las proximidades de Betania y, elevando sus
manos, los bendijo. Mientras los bendecía, se separó de ellos y fue llevado al
cielo. Los discípulos, que se habían postrado delante de él, volvieron a
Jerusalén con gran alegría, y permanecían continuamente en el Templo alabando a
Dios” Lc 24, 50-53
Las apariciones de Jesús después de su resurrección
tienen un profundo significado para los cristianos. Aquí hay algunas
interpretaciones clave:
Confirmación de la resurrección: Las apariciones de
Jesús a sus seguidores confirmaron que había resucitado de entre los muertos.
Esto validó su identidad como el Hijo de Dios y cumplió las profecías del
Antiguo Testamento.
Esperanza y vida eterna: Las apariciones brindaron
esperanza a los discípulos y a toda la comunidad cristiana. La resurrección de
Jesús demostró que la muerte no tenía la última palabra y que la vida eterna
estaba disponible para todos.
Comisión y misión: En varias apariciones, Jesús
encomendó a sus seguidores la tarea de predicar el evangelio y hacer discípulos
en todo el mundo. Estas comisiones dieron un propósito claro a la vida de los
creyentes.
Superación del miedo: Los discípulos estaban llenos de
miedo y dudas después de la crucifixión. Las apariciones de Jesús les dieron
paz y confianza, permitiéndoles superar sus temores y ser testigos valientes.
Comunión y relación: Las apariciones proporcionaron
momentos de comunión personal con Jesús. Compartió comidas con ellos, les
mostró sus heridas y les recordó su amor inquebrantable.
En resumen, las apariciones de Jesús después de su
resurrección son fundamentales para la fe cristiana, ya que confirman la
victoria sobre la muerte, inspiran esperanza y establecen la misión de
compartir el mensaje del evangelio con el mundo.
jueves, 4 de abril de 2024
Relatos sobre la resurrección de Jesús.
La resurrección de Jesús es un evento central en la fe cristiana, y
está narrada en los cuatro evangelios del Nuevo Testamento.
En el Evangelio de Mateo, la resurrección de Jesús se relata en Mateo
28:1-10. En este pasaje, se narra cómo las mujeres; María Magdalena y la otra
María, pasado el sábado, al despertar el alba del primer día de la semana, van
al sepulcro y se encuentran con un ángel que les anuncia que Jesús ha
resucitado. Jesús luego se les aparece a ellas y les dice que vayan a contar a
los discípulos que se encontrarán con él en Galilea.
En el Evangelio de Marcos, la resurrección de Jesús se relata en Marcos
16:1-8. En este pasaje, también se menciona a las mujeres María Magdalena, María,
madre se Santiago y Salomé. Muy temprano ese primer día de la semana, que van
al sepulcro y se encuentran con un ángel que les anuncia la resurrección de
Jesús. En este caso, las mujeres salen temerosas y no cuentan a nadie lo
sucedido.
En el Evangelio de Lucas, la resurrección de Jesús se narra en Lucas
24:1-12. En este relato, María de Magdala, Juana y María, Madre de Santiago,
van al sepulcro el primer día de la semana, muy temprano y son avisadas por dos
ángeles de la resurrección de Jesús. Ellas van a contar a los discípulos, pero
estos no les creen en un principio.
Finalmente, en el Evangelio de Juan, la resurrección de Jesús se narra
en Juan 20:1-18. En este pasaje, el primer día de la semana, muy temprano,
cuando todavía estaba oscuro, María Magdalena va al sepulcro y encuentra la
tumba vacía. Luego, Jesús se le aparece a ella y le revela que ha resucitado.
Estos relatos de la resurrección de Jesús son fundamentales en la fe
cristiana, ya que demuestran la victoria de Jesús sobre la muerte y abren el
camino hacia la salvación de la humanidad.
Todos los evangelios narran que la resurrección fue el primer día de la
semana, el domingo. Este es el Domingo que da sentido a todos los domingos del
año. Es el día del triunfo del Señor. Por lo que el domingo se celebra como el
“Día del Señor”.
sábado, 30 de marzo de 2024
EN COMUNIÓN CON LA TRADICIÓN VIVA DE LA IGLESIA 20240331
«Ha comenzado el reino de la vida y se ha disuelto el imperio de la muerte. Han aparecido otro mandamiento, otra vida, otro modo de vivir, la transformación de nuestra misma naturaleza. ¿De qué mandamiento se habla? Del de aquellos que no han nacido de sangre, ni de amor carnal, ni de amor humano, sino de Dios. ¿Preguntas que cómo es esto posible? Lo explicaré: en pocas palabras Este nuevo ser lo engendra la fe; la regeneración del bautismo lo da a luz; la Iglesia, cual nodriza, lo amamanta con su doctrina e instituciones y con su pan celestial lo alimenta; llega a la edad madura con la santidad de vida; su matrimonio es la unión con la Sabiduría; sus hijos, la esperanza; su casa, el reino; su herencia y sus riquezas, las delicias del paraíso; su desenlace no es la muerte, sino la vida eterna y feliz en la mansión de los santos. Éste es el día en que actuó el Señor, día totalmente distinto de aquellos otros estableados desde el comienzo de ¡os siglos y que son medidos por el paso del tiempo. Este día es el principio de una nueva creación, porque, como dice el profeta, en este día Dios ha creado un: cielo nuevo y una tierra nueva. ¿Qué cielo? El firmamento de la fe en Cristo. Y, ¿qué tierra? El corazón bueno que, como dijo el Señor, es semejante a aquella tierra que se impregna con la lluvia que desciende sobre ella y produce abundantes espigas. En esta nueva creación, el sol es la vida pura; las estrellas son las virtudes; el aire, una conducta sin tacha; el mar; aquel abismo de generosidad, de sabiduría y de conocimiento de Dios; las hierbas y semillas, la buena doctrina y las enseñanzas divinas en las que el rebaño, es decir, el pueblo de Dios encuentra su pasto; los árboles que llevan fruto son la observancia de los preceptos divinos. En este día es creado el verdadero hombre, aquel que fue hecho a imagen y semejanza de Dios»
(San Gregorio de Nisa [330/335-394/400]. Sermón 1 sobre la resurrección).
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20240331