sábado, 29 de octubre de 2022

CUAN BUENO Y SUAVE ES, SEÑOR, TU ESPÍRITU PARA CON TODOS NOSOTROS



El Padre eterno puso, con inefable benignidad, los ojos de su amor en aquella alma y empezó a hablarle de esta manera:
 
«¡Hija mía muy querida! Firmísimamente he determinado usar de misericordia para con todo el mundo y proveer a todas las necesidades de los hombres. Pero el hombre ignorante convierte en muerte lo que yo le doy para que tenga vida, y de este modo se vuelve en extremo cruel para consigo mismo. Pero yo, a pesar de ello, no dejo de cuidar de él, y quiero que sepas que todo cuanto tiene el hombre proviene de mi gran providencia para con él. Y así, cuando por mi suma providencia quise crearlo, al contemplarme a mí mismo en él, quedé enamorado de mi creatura y me complací en crearlo a mi imagen y semejanza, con suma providencia. Quise, además, darle memoria para que pudiera recordar mis dones, y le di parte en mi poder de Padre eterno.
 
Lo enriquecí también al darle inteligencia, para que en la sabiduría de mi Hijo comprendiera y conociera cuál es mi voluntad, pues yo, inflamado en fuego intenso de amor paternal, creo toda gracia y distribuyo todo bien. Di también al hombre la voluntad, para que pudiera amar y así tuviera parte en aquel amor que es el mismo Espíritu Santo; así le es posible amar aquello que con su inteligencia conoce y contempla.
 
Esto es lo que hizo mi inefable providencia para con el hombre, para que así el hombre fuese capaz de entenderme, gustar de mí y llegar así al gozo inefable de mi contemplación eterna. Pero, como ya te he dicho otras muchas veces, el cielo estaba cerrado a causa de la desobediencia de vuestro primer padre, Adán; por esta desobediencia vinieron y siguen viniendo al mundo todos los males.
 
Pues bien, para alejar del hombre la muerte causada por su desobediencia, yo, con gran amor, vine en vuestra ayuda, entregándoos con gran providencia a mi Hijo unigénito, para socorrer, por medio de él, vuestra necesidad. Y a él le exigí una gran obediencia, para que así el género humano se viera libre de aquel veneno con el cual fue infectado el mundo a causa de la desobediencia de vuestro primer padre. Por eso, mi Hijo unigénito, enamorado de mi voluntad, quiso ser verdadera y totalmente obediente y se entregó, con toda prontitud, a la muerte afrentosa de la cruz y con esta santísima muerte os dio a vosotros la vida, no con la fuerza de su naturaleza humana, sino con el poder de su divinidad.»
  
OFICIO DE LECTURA
TIEMPO ORDINARIO SÁBADO DE LA SEMANA XXX
De la Feria. Salterio II
SEGUNDA LECTURA
(Cap. 134: edición latina, Ingolstadt 1583, ff. 215v-216) 

 Del Diálogo de santa Catalina de Siena, virgen, Sobre la divina providencia

viernes, 28 de octubre de 2022

EN COMUNIÓN CON LA TRADICIÓN VIVA DE LA IGLESIA 20221031

 



«La gente se lo impedía, esto es, la costumbre de los vicios, que era la que increpaba al ciego para que no pidiese la luz, es también la que impide que laqueo vea a Jesús; pero así como el ciego gritando más fuerte venció a la turba, así este pequeño, dejando las cosas de la tierra y subiendo al árbol de la cruz, se levanta sobre la turba. El sicómoro, pues, que es un árbol de hojas semejantes al moral, pero de más altura, se llama higuera salvaje o sin fruto; también la cruz del Salvador alimenta, como la higuera, a los que creen en Él; pero los incrédulos se burlan de la cruz creyéndola estéril. A este árbol (de la cruz) se sube el pequeño laqueo para elevarse; y dice, como todo humilde y que conoce su propia debilidad: No quiero gloriarme en otra cosa más que en la cruz de Nuestro Señor Jesucristo (Gál 6, 14). En sentido espiritual puede decirse que laqueo, término que quiere decir: "justificado'; significa al pueblo creyente que nacería de los gentiles, a pesar de que por las preocupaciones que tenía por las cosas temporales vivía como oprimido y empequeñecido, pero fue santificado por Dios; deseó ver al Salvador cuando entró en Jericó queriendo participar de la fe que trajo al mundo. (... ) Se dice que laqueo es hijo de Abraham, no porque hubiese nacido de su estirpe, sino porque lo imitó en su fe, y así como aquél abandonó su país y la casa de su padre, así éste abandonaba también sus bienes distribuyéndolos a los pobres. Muy oportunamente dice: Porque él también, por cuanto declara que no sólo quienes viven bien, sino aquellos que dejan la mala vida, pertenecen a los hijos de la promesa» (San Beda el Venerable [c.673 -735]).

DOMINGO XXXI DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo C Domingo 30 de octubre 2022


 


LOS DOS LADOS DE LA MISERICORDIA DE DIOS


Sab 11.22-12,2; Sal 144; 2 Tes 1, 11-2,2; Lc 19,1-10
 
Quizá creamos que Dios es misericordioso sólo porque se olvida de nuestras faltas, pero la Biblia toma una perspectiva más sutil acerca de la misericordia divina. Por ejemplo, la primera lectura de hoy presenta dos lados de la misericordia de Dios. Por un lado, es la decisión por parte de Dios de "dejar pasar los pecados de los seres humanos" (11,22). Sin embargo, por otro lado, el Señor es misericordioso también, porque "reprende poco a poco a los que caen" (12, 2) Y "les da tiempo para que se arrepientan" (11, 22). Es lo mismo en el Evangelio de hoy cuando Jesús no rechaza a Zaqueo por sus pecados, pero no ignora que ha pecado y le inspira a arrepentirse. En síntesis, la misericordia de Dios es su tierna acogida de pecadores y también su llamada para que cambien su vida.
 
 
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 37, 22-23
 
No me abandones, Señor, Dios mío, no te alejes de mí. Ven de prisa a socorrerme, Señor mío, mi salvador.
 
 
GLORIA
 
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
 
 
ORACIÓN COLECTA
 
Dios omnipotente y misericordioso, a cuya gracia se debe el que tus fieles puedan servirte digna y laudablemente, concédenos caminar sin tropiezos hacia los bienes que nos tienes prometidos. Por nuestro Señor Jesucristo...
 
 
LITURGIA DE LA PALABRA
 
PRIMERA LECTURA
 
Te compadeces de todos, porque tú amas todo cuanto existe.
 
Del libro de la Sabiduría: 11, 22-12, 2
 
Señor, delante de ti, el mundo entero es como un grano de arena en la balanza, como gota de rocío mañanero, que cae sobre la tierra.
Te compadeces de todos, y aunque puedes destruirlo todo, aparentas no ver los pecados de los hombres, para darles ocasión de arrepentirse. Porque tú amas todo cuanto existe y no aborreces nada de lo que has hecho; pues si hubieras aborrecido alguna cosa, no la habrías creado. ¿Y cómo podrían seguir existiendo las cosas, si tú no lo quisieras? ¿Cómo habría podido conservarse algo hasta ahora, si tú no lo hubieras llamado a la existencia?
Tú perdonas a todos, porque todos son tuyos, Señor, que amas la vida, porque tu espíritu inmortal, está en todos los seres.
Por eso a los que caen, los vas corrigiendo poco a poco, los reprendes y les traes a la memoria sus pecados, para que se arrepientan de sus maldades y crean en ti, Señor.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
 
SALMO RESPONSORIAL
 
Del salmo 144,1-2. 8-9.10-11. 13cd-14.
R/. Bendeciré al Señor eternamente.
 
Dios y rey mío, yo te alabaré, bendeciré tu nombre siempre y para siempre. Un día tras otro bendeciré tu nombre y no cesará mi boca de alabarte. R/.
 
El Señor es compasivo y misericordioso, lento para enojarse y generoso para perdonar. Bueno es el Señor para con todos y su amor se extiende a todas sus creaturas. R/.
 
Que te alaben, Señor, todas tus obras y que todos tus fieles te bendigan. Que proclamen la gloria de tu reino y narren tus proezas a los hombres. R/.
 
El Señor es siempre fiel a sus palabras y lleno de bondad en sus acciones. Da su apoyo el Señor al que tropieza y al agobiado alivia. R/.
 
 
SEGUNDA LECTURA
 
Nuestro Señor Jesucristo será glorificado en ustedes y ustedes en él
 
De la segunda carta del apóstol san Pablo a los tesalonicenses: 1, 11-2, 2
 
Hermanos: Oramos siempre por ustedes, para que Dios los haga dignos de la vocación a la que los ha llamado, y con su poder, lleve a efecto tanto los buenos propósitos que ustedes han formado, como lo que ya han emprendido por la fe. Así glorificarán a nuestro Señor Jesús y él los glorificará a ustedes, en la medida en que actúe en ustedes la gracia de nuestro Dios y de Jesucristo, el Señor.
Por lo que toca a la venida de nuestro Señor Jesucristo ya nuestro encuentro con él, les rogamos que no se dejen perturbar tan fácilmente. No se alarmen ni por supuestas revelaciones, ni por palabras o cartas atribuidas a nosotros, que los induzcan a pensar que el día del Señor es inminente. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
 
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 3, 16
R/. Aleluya, aleluya.
 
Tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único, para que todo el que crea en él, tenga vida eterna. R/.
 
 
EVANGELIO
 
EI Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido.
 
Del santo Evangelio según san Lucas: 19, 1-10
 
En aquel tiempo, Jesús entró en Jericó, y al ir atravesando la ciudad, sucedió que un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de conocer a Jesús; pero la gente se lo impedía, porque Zaqueo era de baja estatura. Entonces corrió y se subió a un árbol para verlo cuando pasara por ahí. Al llegar a ese lugar, Jesús levantó los ojos y le dijo: "Zaqueo, bájate pronto, porque hoy tengo que hospedarme en tu casa".
El bajó enseguida y lo recibió muy contento. Al ver esto, comenzaron todos a murmurar diciendo: "Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador".
Zaqueo, poniéndose de pie, dijo a Jesús: "Mira, Señor, voy a dar a los pobres la mitad de mis bienes, y si he defraudado a alguien, le restituiré cuatro veces más".
Jesús le dijo: "Hoy ha llegado la salvación a esta casa, porque también él es hijo de Abraham, y el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que se había perdido". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
 
 
PROFESIÓN DE FE
 
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
 
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
 
 
PLEGARIA UNIVERSAL
 
Pidamos, hermanos, al Señor que escuche nuestras oraciones y nos conceda el auxilio que necesitamos: Después de cada petición diremos: Escúchanos, Padre y aumenta nuestra fe. (R/. Escúchanos, Padre, y aumenta nuestra fe).
 
Para que Dios derrame en su Iglesia el Espíritu de piedad y fortaleza, que suscite numerosos y dignos ministros del altar y testigos celosos y humildes del Evangelio, roguemos al Señor.
 
Para que Dios infunda en el corazón de los gobernantes la voluntad de promover el bien de sus súbditos, a fin de que todos puedan desarrollarse debidamente y reinen en el mundo la justicia y la igualdad, roguemos al Señor.
 
Para que el Señor fortalezca a los moribundos que luchan en su último combate, los libre de las tentaciones y no permita que nosotros, al llegar la hora de abandonar este mundo, caigamos en manos del enemigo, roguemos al Señor.
 
Para que Dios conceda a nuestros familiares y amigos el perdón de sus pecados, una vida próspera y el don de la caridad, roguemos al Señor.
 
Dios nuestro, que por medio de tu Hijo has venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido, escucha las súplicas de tu Iglesia y haz que seamos dignos de nuestra vocación; ayúdanos a cumplir nuestros deseos de bien, haz que sepamos recibirte con gozo en la persona de nuestros hermanos y que con ellos sepamos compartir los bienes de la tierra y del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
 
Señor, que este sacrificio sea para ti una ofrenda pura, y nos obtenga la plenitud de tu misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
PREFACIO
 
El Misterio Pascual y el Pueblo de Dios
 
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación darte gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo Señor nuestro. Quien, por su Misterio Pascual, realizó la obra maravillosa de llamamos de la esclavitud del pecado y de la muerte al honor de ser estirpe elegida, sacerdocio real, nación consagrada, pueblo de tu propiedad, para que, trasladados por ti de las tinieblas a tu luz admirable, proclamemos ante el mundo tus maravillas. Por eso con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo.
 
 
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 15, 11
 
Me has enseñado el sendero de la vida, me saciarás de gozo en tu presencia.
 
 
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
 
Te rogamos, Señor, que aumente en nosotros la acción de tu poder y que, alimentados con estos sacramentos celestiales, tu favor nos disponga para alcanzar las promesas que contienen. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20221030

 

Durante un discurso ante el rezo del Ángelus en el Vaticano, el Papa Francisco comentó que, en general, lo primero Que hacemos cuando vemos que alguien se equivoca es ir y contado a los demás. En vez de este chismorreo, lo que debemos hacer es practicar la corrección fraterna. Se trata de un tema que es antiguo (véase Mt 18, 15-20) y también delicado, porque necesita dos actitudes. Necesita la actitud de tolerancia hacia la persona que se equivoca; y también una firmeza que no abandona a la persona en sus errores. La corrección fraterna se practica no sólo con cada persona, sino también con sociedades enteras que están afligidas por el pecado social. Quizá el ejemplo acogedor y firme de Jesús en los Evangelios puede ser un punto de referencia en nuestros intentos de practicar esta corrección tan necesaria.

jueves, 27 de octubre de 2022

Judas Tadeo y Simón Santos

 



El día 28 de octubre se celebra en toda la Iglesia universal la fiesta de estos dos apóstoles del Evangelio.
 
Simón pertenecía al grupo formado en Israel. Se llamaban los “zelotes”. Su fin era trabajar duramente contra la invasión romana en su país. Sin embargo, la escucha de la palabra de Cristo fue para él el descubrimiento a la universalidad del amor de Dios.
 
Judas se ha convertido en uno de los santos más populares por los favores que concede a la gente en lo concerniente a la búsqueda de trabajo.
Esta devoción la vivió ya en su vida la santa Brígida. Se puede leer en su libro “Las revelaciones” el profundo respeto y devoción por este apóstol del siglo I de nuestra era.
 
¿Por qué razón celebran la fiesta el mismo día?
 
La cosa es muy sencilla. Cuenta la tradición que los dos iban siempre juntos en su rico y fecundo apostolado. El Señor lo llamó para completar el número de los doce apóstoles, encargados de ser los continuadores de la obra de Jesús en el mundo.
 
Se le llama Tadeo para distinguirlo del otro Judas Iscariote que traicionó, vendió al Señor por treinta monedas de plata y después se ahorcó.
 
San Judas escribió poco. Tan sólo una Carta suya se encuentra en la Biblia. La finalidad de su escrito era una crítica severa contra los gnósticos, una herejía que separa lo físico de lo espiritual. Lo físico o corporal es malo, y el espiritual es el bueno. Y los dos provienen mediante emanaciones del mismo Dios.
 
Su Carta termina con estas palabras:" Sea gloria eterna a nuestro Señor Jesucristo, que es capaz de conservarnos libres de pecados, y sin mancha en el alma y con gran alegría".
 
Los dos murieron martirizados de forma cruel.
 

Por: P. Felipe Santos | Fuente: Catholic.net

https://es.catholic.net/op/articulos/35150/judas-tadeo-y-simn-santos.html#modal

viernes, 21 de octubre de 2022

EN COMUNIÓN CON LA TRADICIÓN VIVA DE LA IGLESIA 20221023

 


«Las súplicas y las palabras de los hombres que oran deben hacerse con un método que implique paz y discreción. Debemos pensar que estamos en la presencia de Dios. Hay que ser agradables a los ojos de Dios tanto por la postura como por el tono de la voz. Pues así como es propio de los desvergonzados estar siempre gritando, también lo es de una persona discreta el rezar con preces comedidas. El mismo Señor en su enseñanza nos ordenó orar en secreto, en sitios escondidos y apartados, e incluso, nuestros propios aposentos. Es lo más conveniente para que nuestra fe. Sabemos que Dios está presente en todas partes, que ve y escucha a todos y que la plenitud de su majestad abarca también los lugares escondidos y apartados como está escrito: ¿Soy yo Dios sólo de cerca -oráculo del Señor- y no soy Dios de lejos? Si uno se esconde en su escondrijo ¿acaso no lo veo yo? ¿Acaso no lleno yo el cielo y la tierra? (Jr 23, 24). El que ora, hermanos queridos, no debe ignorar cómo oró el publicano junto al fariseo en el templo. No oró con los ojos erguidos jactanciosamente hacia el cielo ni las manos desvergonzadamente levantadas, sino golpeándose humildemente el pecho y confesando los pecados ocultos, y de esta forma pedía la misericordia de Dios. El fariseo se complacía en sí mismo; el publicano fue justificado porque oraba con humildad, y que, no habiendo puesto su esperanza de salvación en la seguridad de su inocencia, ya que nadie es inocente, oró confesando sus pecados, y su oración fue escuchada por Aquel que perdona a los humildes» (San Cipriano de Cartago fe. 200-258]. Sobre la Oración del Señor).

 

DOMINGO XXX DEL TIEMPO ORDINARIO O DOMINGO MUNDIAL DE LAS MISIONES Domingo 23 de octubre 2022

 

 

LA VERDADERA IMAGEN DE DIOS
Sir 35,12-17.20-22; Sal 32; 2 Tim 4, 6-8.16-18; Lc 18,9-14
 
Las imágenes que más se acercan a la verdadera imagen de Dios son ésas donde aparece dispuesto a intervenir en favor del pobre. Ya en Éx 3, 7-9 Dios ha mostrado esa faceta de su personalidad, pero se repite y enfatiza hoy. En nuestra primera lectura, por ejemplo, Dios está atento no a los que tratan de ganado con sobornos y buscan impresionado con su "gloria" (vv. 11-12) sino al pobre que le sirve fervientemente. En el Evangelio, Dios hace caso omiso del fariseo, rico no en virtudes sino en el orgullo, y se inclina tiernamente hacia el cobrador de impuestos, marginado por los demás y dependiente sólo de Dios. Por tanto, cuando predicamos a un Dios que anhela ofrendas magníficas, que nos hace sentirnos superiores a los demás y que serenamente justifica nuestras injusticias, ¿de qué dios estamos hablando?
 
 
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 104, 3-4
 
Alégrese el corazón de los que buscan al Señor. Busquen al Señor y serán fuertes; busquen su rostro sin descanso.
 
 
GLORIA
 
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
 
 
ORACIÓN COLECTA
 
Dios todopoderoso y eterno, aumenta en nosotros la fe, la esperanza y la caridad, y para que merezcamos alcanzar lo que nos prometes, concédenos amar lo que nos mandas. Por nuestro Señor Jesucristo...
 
 
LITURGIA DE LA PALABRA
 
PRIMERA LECTURA
 
La oración del humilde llega hasta el cielo.
 
Del libro del Sirácide (Eclesiástico): 35,15-17.20-22
 
El Señor es un juez que no se deja impresionar por apariencias. No menosprecia a nadie por ser pobre y escucha las súplicas del oprimido. No desoye los gritos angustiosos del huérfano ni las quejas insistentes de la viuda.
Quien sirve a Dios con todo su corazón es oído y su plegaria llega hasta el cielo. La oración del humilde atraviesa las nubes, y mientras él no obtiene lo que pide, permanece sin descanso y no desiste, hasta que el Altísimo lo atiende y el justo juez le hace justicia.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
 
SALMO RESPONSORIAL
 
Del salmo 33,2-3.17-18.19.23.
R/. El Señor no está lejos de sus fieles.
 
Bendeciré al Señor a todas horas, no cesará mi boca de alabarlo. Yo me siento orgulloso del Señor, que se alegre su pueblo al escuchado. R/.
 
En contra del malvado está el Señor, para borrar de la tierra su recuerdo. Escucha, en cambio, al hombre justo y lo libra de todas sus congojas. R/.
 
El Señor no está lejos de sus fieles y levanta a las almas abatidas. Salva el Señor la vida de sus siervos. No morirán quienes en él esperan. R/.
 
 
SEGUNDA LECTURA**
 
Ahora sólo espero la corona merecida.
 
De la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo: 4, 6-8.16-18
 
Querido hermano: Para mí ha llegado la hora del sacrificio y se acerca el momento de mi partida. He luchado bien en el combate, he corrido hasta la meta, he perseverado en la fe. Ahora sólo espero la corona merecida, con la que el Señor, justo juez, me premiará en aquel día, y no solamente a mí, sino a todos aquellos que esperan con amor su glorioso advenimiento.
La primera vez que me defendí ante el tribunal, nadie me ayudó. Todos me abandonaron. Que no se les tome en cuenta. Pero el Señor estuvo a mi lado y me dio fuerzas para que, por mi medio, se proclamara claramente el mensaje de salvación y lo oyeran todos los paganos. Y fui librado de las fauces del león. El Señor me seguirá librando de todos los peligros y me llevará salvo a su Reino celestial. A él la gloria por los siglos de los siglos. Amén. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
*DOMUND
 
SEGUNDA LECTURA (Lecc. III, n. 508, p. 675)
 
¿Cómo van a oír hablar de él, si no hay nadie que se los anuncie?
 
¿Y cómo va a haber quienes se lo anuncien, si no son enviados?
 
De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 10, 9-18
 
Hermanos: Basta que cada uno declare con su boca que Jesús es el Señor y que crea en su corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos, para que pueda salvarse.
En efecto, hay que creer con el corazón para alcanzar la santidad y declarar con la boca para alcanzar la salvación. Por eso dice la Escritura: Ninguno que crea en él quedará defraudado, porque no existe diferencia entre judío y no judío, ya que uno mismo es el Señor de todos, espléndido con todos los que lo invocan, pues todo el que invoque al Señor como a su Dios, será salvado por él.
Ahora bien, ¿cómo van a invocar al Señor, si no creen en él? ¿Y cómo van a creer en él, si no han oído hablar de él? ¿Y cómo van a oír hablar de él, si no hay nadie que se lo anuncie? ¿Y cómo va a haber quienes lo anuncien, si no son enviados? Por eso dice la Escritura: ¡Qué hermoso es ver correr sobre los montes al mensajero que trae buenas noticias!
Sin embargo, no todos han creído en el Evangelio. Ya lo dijo Isaías: Señor, ¿quién ha creído en nuestra predicación? Por lo tanto, la fe viene de la predicación y la predicación consiste en anunciar la palabra de Cristo. Entonces yo pregunto: ¿Acaso no habrán oído la predicación? ¡Claro que la han oído!, pues la Escritura dice: La voz de los mensajeros ha resonado en todo el mundo y sus palabras han llegado hasta el último rincón de la tierra.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
 
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO 2 Cor 5, 19
R/. Aleluya, aleluya.
 
Dios reconcilió consigo al mundo, por medio de Cristo, y a nosotros nos confió el mensaje de la reconciliación. R/.
 
 
EVANGELIO
 
El publicano regresó a su casa justificado y el fariseo no.
 
Del santo Evangelio según san Lucas: 18, 9-14
 
En aquel tiempo, Jesús dijo esta parábola sobre algunos que se tenían por justos y despreciaban a los demás: "Dos hombres subieron al templo para orar: uno era fariseo y el otro, pub1icano.
El fariseo, erguido, oraba así en su interior: 'Dios mío, te doy gracias porque no soy como los demás hombres: ladrones, injustos y adúlteros; tampoco soy como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todas mis ganancias'.
El publicano, en cambio, se quedó lejos y no se atrevía a levantar los ojos al cielo. Lo único que hacía era golpearse el pecho, diciendo: 'Dios mío, apiádate de mí, que soy un pecador'.
Pues bien, yo les aseguro que éste bajó a su casa justificado y aquél no; porque todo el que se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
 


PROFESIÓN DE FE
 
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
 
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
 
 
PLEGARIA UNIVERSAL (DOMUND)
 
Oremos hermanos, a Dios Padre, por medio de Jesucristo, su Hijo, que se entregó por la salvación de todos, pidámosle: Te rogamos, Señor. (R/. Te rogamos, Señor.)
 
Para que el Espíritu Santo fortalezca a los obispos y a los presbíteros de los países de misiones y los asista de manera que conduzcan sus jóvenes Iglesias hacia una verdadera madurez cristiana, roguemos al Señor.
 
Para que el Señor infunda su Espíritu Santo en los misioneros y haga que su apostolado y su testimonio sean verdaderamente evangélicos y no de sabiduría únicamente humana, roguemos al Señor.
 
Para que los cristianos que viven en países de misiones den un testimonio verdadero de amor a Jesucristo, se sientan ricos por el conocimiento del Evangelio y no se avergüencen nunca de su pobreza humana, roguemos al Señor.
 
Para que nosotros y los miembros de nuestras comunidades consideremos como parte integrante de nuestra fe la solicitud apostólica de transmitir la luz y la alegría del Evangelio al mundo no cristiano, roguemos al Señor.
 
Señor Jesucristo, que sabes lo que hay en el interior de cada hombre y amas a todos, porque por todos te has entregado, escucha nuestra oración y haz que sean muchos los que tengan un amor tan grande que estén dispuesto, como tú, a entregar la propia vida por los hermanos y para anunciarles el Evangelio el Evangelio de salvación. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos.
 
 
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
 
Mira, Señor, los dones que presentamos a tu majestad, para que lo que hacemos en tu servicio esté siempre ordenado a tu mayor gloria. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
PREFACIO
 
El Misterio Pascual y el Pueblo de Dios
 
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación darte gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo Señor nuestro. Quien, por su Misterio Pascual, realizó la obra maravillosa de llamamos de la esclavitud del pecado y de la muerte al honor de ser estirpe elegida, sacerdocio real, nación consagrada, pueblo de tu propiedad, para que, trasladados por ti de las tinieblas a tu luz admirable, proclamemos ante el mundo tus maravillas. Por eso con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo.
 
 
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN
 
Cristo nos amó y se entregó a sí mismo por nosotros, como ofrenda agradable a Dios. (Ef 5, 2)
 
 
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
 
Que tus sacramentos, Señor, produzcan en nosotros todo lo que significan, para que lo que ahora celebramos en figura lo alcancemos en su plena realidad.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20221023

 

Debemos prestar atención al Dios que predicamos si somos sacerdotes y misioneros que hablamos durante la misa o si somos laicos que predicamos con acciones en la vida cotidiana, pues lo que presentamos de Dios tiene consecuencias. Al fin Y al cabo, ¿quién quiere ser cristiano si nos mostramos como despiadados, codiciosos, llenos de afán de poder y dinero? El Concilio Vaticano II ha expresado esta verdad en una frase que se ha vuelto famosa: "En la génesis del ateísmo pueden tener parte no pequeña los propios creyentes, en cuanto que... con la exposición de la doctrina o, incluso, con los defectos de su vida religiosa, moral y social han velado más que revelado el genuino rostro de Dios" (GS n. 19).

viernes, 14 de octubre de 2022

EDUCAR EN LA FE. TODO UN ACTO DE FE

                            

Por Marta Burguet Arfelis
Doctora en Pedagogía
 
Desde que Kant definía la educación como el hecho de desarrollar en el individuo toda la perfección de la que es susceptible, numerosas disquisiciones terminológicas alrededor del tema han ocupado el ámbito pedagógico.
 
Acercándonos a este fenómeno educativo palpamos la necesidad de hacer extensiva la educación a toda la integridad de la persona. La educación integral está de moda. Pero el trascendente también es una de estas dimensiones. Y no educarla es querer arrancar una vertiente formativa de la persona.
 
Se ha definido al hombre corno un animal religioso, capaz de una lectura del mundo que lo lleva espontáneamente a la afirmación del trascendente. Como mínimo, a la búsqueda de sentido. Este itinerario connatural del hombre hacia la divinidad se va enriqueciendo por una educación basada en la libertad de creencia, pero una libertad que es necesario educar. Una cosa es reivindicar el "derecho de hacer lo que me da la gana" y otra, prioritaria, es saber cuál es la "gana que me da de hacer". ¡Libertad mal ganada si no ha sido previamente educada!
 
Responder a este deseo intrínseco de la persona es el motivo de ser que fundamenta la necesidad de una pedagogía de la fe que cubra las carencias que la vertiente trascendente padece. Y nos cuestionamos la educación en la fe desde la certeza de que se aprende más por lo que palpamos en los demás, que no por lo que nos dicen.
 
Educar en la fe quizá sea sencillamente el empeño en hacer entender que Dios ama a los hombres. Y esto se aprende por contagio: irradiar amor para contagiar el amor del Padre. Previo a escuchar y saber estar con los demás, es impregnarse del valor del silencio y ia soledad con Dios. A uno de mis educadores en la fe, a menudo le escuchaba decir que para transmitir esta sensibilidad pedagógica uno debe estar "injertado" de Dios. Gracias a estos educadores que están bien "injertados" de Dios, el don de la fe se hace más consciente.
 
¿Por qué educar en la fe? Para sanar la vista y levantar la cabeza más allá de nuestro ego. Para hacer el ejercicio de mirar el mundo desde la lejanía, alcanzando la globalidad, y acercándonos así al libre albedrío de Dios.
 
  


miércoles, 12 de octubre de 2022

EN COMUNIÓN CON LA TRADICIÓN VIVA DE LA IGLESIA 20221016

  


«Es preciso que no restrinjas tu oración a la sola petición en palabras. En efecto, Dios no necesita que se le hagan discursos; sabe, aunque no le pidamos nada, lo que nos hace falta. ¿Qué hay que decir a esto? La oración no consiste en fórmulas: engloba toda la vida. Por lo tanto, ya comáis, ya bebáis, dice el apóstol Pablo, o hagáis cualquier otra cosa, hacedlo todo para gloria de Dios (1 Co 10,31). ¿Estás en la mesa? Reza: al tomar el pan, agradece a quien te lo ha concedido; bebiendo el vino, acuérdate del que te ha hecho este don para alegrar tu corazón y solazar tus miserias. Acabada la comida, no te olvides de tu bienhechor. Cuando te pones la túnica, agradece al que te la ha dado; cuando te pones tu manto, muestra tu afecto a Dios que nos provee de vestidos adecuados para el invierno y para el verano, y para proteger nuestra vida. Acabado el día, agradece a aquel que te ha dado el sol para trabajar durante el día y el fuego para iluminar la noche y proveer nuestras necesidades. La noche te da motivos para la acción de gracias; mirando el cielo y contemplando la belleza de las estrellas, ora al Señor del universo que ha hecho todas las cosas con tanta sabiduría. Cuando contemplas a la naturaleza dormida, adora a aquel que con el sueño nos alivia de todas nuestras fatigas y, a través de un poco de descanso, devuelve el vigor a nuestras fuerzas. Así orarás sin descanso, si tu oración no se contenta con fórmulas y si, por el contrario, te mantienes unido a Dios a lo largo de toda tu existencia, de manera que hagas de tu vida una incesante oración»

(San Basilio Magno [329-379]. Homilía 5).

DOMINGO XXIX DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo C Domingo 16 de octubre 2022

 



LA PERSERVERANCIA NECESITA AYUDA


Éx 17,8-13, Sal 120; 2 Tim3, 14-4.2; Lc 18,1-8

Tenemos en nuestras lecturas de hoy dos ejemplos de la perseverancia, ambos revelan la necesidad de ayuda para poder perseverar. Uno es Moisés, quien persevera en el oficio de derramar el poder de Dios sobre los Israelitas utilizando el mismo bastón con que ha obrado otros prodigios en Egipto. Pero sus brazos se fatigan en cierto punto y necesita que otros lo ayuden a perseverar. El otro ejemplo es la viuda en la parábola del Evangelio, quien es el símbolo para san Lucas de los que no tienen poder en la sociedad (cfr. 7, 11-17 20: 45-21, 4). A pesar de su baja posición en la sociedad, logra perseverar hasta conseguir la justicia. Las palabras de Jesús acerca de la fe (v. 8) implican que esta viuda logra perseverar porque se basa no en sus propias fuerzas, sino en la fe en Dios.

 
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 16, 6. 8

Te invoco, Dios mío, porque tú me respondes; inclina tu oído y escucha mis palabras. Cuídame, Señor, como a la niña de tus ojos y cúbreme bajo la sombra de tus alas.
 

GLORIA

Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.

 
ORACIÓN COLECTA

Dios todopoderoso y eterno, haz que nuestra voluntad sea siempre dócil a la tuya y que te sirvamos con un corazón sincero. Por nuestro Señor Jesucristo...
 

LITURGIA DE LA PALABRA
 
PRIMERA LECTURA

Mientras Moisés tenía las manos en alto, dominaba Israel.

Del libro del Éxodo: 17, 8-13

Cuando el pueblo de Israel caminaba a través del desierto, llegaron los amalecitas y lo atacaron en Refidim. Moisés dijo entonces a Josué: "Elige algunos hombres y sal a combatir a los amalecitas. Mañana, yo me colocaré en lo alto del monte con la vara de Dios en mi mano".
Josué cumplió las órdenes de Moisés y salió a pelear contra los amalecitas. Moisés, Aarón y Jur subieron a la cumbre del monte, y sucedió que, cuando Moisés tenía las manos en alto, dominaba Israel, pero cuando las bajaba, Amalec dominaba.
Como Moisés se cansó, Aarón y Jur lo hicieron sentar sobre una piedra, y colocándose a su lado, le sostenían los brazos. Así, Moisés pudo mantener en alto las manos hasta la puesta del sol. Josué derrotó a los amalecitas y acabó con ellos.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 


SALMO RESPONSORIAL

Del salmo 120,1-2.3-4.5-6. 7-8.

R/. El auxilio me viene del Señor.
La mirada dirijo hacia la altura de donde ha de venirme todo auxilio. El auxilio me viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra. R/.

No dejará que des un paso en falso, pues es tu guardián y nunca duerme. No, jamás se dormirá o descuidará el guardián de Israel. R/.

El Señor te protege y te da sombra, está siempre a tu lado. No te hará daño el sol durante el día ni la luna, de noche. R/.

Te guardará el Señor en los peligros y cuidará tu vida; protegerá tus ires y venires, ahora y para siempre. R/.

 
SEGUNDA LECTURA

El hombre de Dios será perfecto y enteramente preparado para toda obra buena.

De la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo: 3, 14-4,2

Querido hermano: Permanece firme en lo que has aprendido y se te ha confiado, pues bien sabes de quiénes lo aprendiste y desde tu infancia estás familiarizado con la Sagrada Escritura, la cual puede darte la sabiduría que, por la fe en Cristo Jesús, conduce a la salvación.
Toda la Sagrada Escritura está inspirada por Dios y es útil para enseñar, para reprender, para corregir y para educar en la virtud, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto y esté enteramente preparado para toda obra buena.
En presencia de Dios y de Cristo Jesús, que ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos, te pido encarecidamente, por su advenimiento y por su Reino, que anuncies la palabra; insiste a tiempo y a destiempo; convence, reprende y exhorta con toda paciencia y sabiduría. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 


ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Heb 4, 12
R/. Aleluya, aleluya.

La palabra de Dios es viva y eficaz y descubre los pensamientos e intenciones del corazón. R/.
 


EVANGELIO

Dios hará justicia a sus elegidos que claman a él.

Del santo Evangelio según san Lucas: 18, 1-8

En aquel tiempo, para enseñar a sus discípulos la necesidad de orar siempre y sin desfallecer, Jesús les propuso esta parábola: "En cierta ciudad había un juez que no temía a Dios ni respetaba a los hombres. Vivía en aquella misma ciudad una viuda que acudía a él con frecuencia para decide: 'Hazme justicia contra mi adversario'.
Por mucho tiempo, el juez no le hizo caso, pero después se dijo: 'Aunque no temo a Dios ni respeto a los hombres, sin embargo, por la insistencia de esta viuda, voy a hacerle justicia para que no me siga molestando' ".
Dicho esto, Jesús comentó: "Si así pensaba el juez injusto, ¿creen ustedes acaso que Dios no hará justicia a sus elegidos, que claman a él día y noche, y que los hará esperar? Yo les digo que les hará justicia sin tardar. Pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿creen ustedes que encontrará fe sobre la tierra?". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
 


PROFESIÓN DE FE

CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO

Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.

 
PLEGARIA UNIVERSAL

Invoquemos, hermanos, al Señor, que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad, diciendo: Te rogamos, Señor. (R/. Te rogamos, Señor.)

Para que el Señor avive el corazón de los fieles y los empuje a trabajar en la salvación de todos los hombres y en el anuncio del Evangelio a todos los pueblos, roguemos al Señor.

Para que sean desterradas todas las divisiones que separan a pueblos y razas, y se mantengan firmes en la sociedad humana la igualdad y la justicia, roguemos al Señor.

Para que los prófugos, los exiliados, los rechazados por la sociedad y los abandonados puedan regresar a la patria y para que el Señor conceda a todos un corazón bondadoso para con los pobres y forasteros, roguemos al Señor.

Para que Dios infunda en nuestros corazones su Espíritu de amor, a fin de que, revestidos con los mismos sentimientos de Cristo, amemos a Dios en los hermanos, roguemos al Señor.

Dios nuestro, que, gracias a las manos en alto de tu siervo Moisés, diste a tu pueblo la victoria, contempla a tu Iglesia reunida en oración y haz que el nuevo Israel progrese en el bien y venza a las fuerzas malignas que amenazan al mundo, mientras espera la hora en que harás justicia a tus elegidos que claman a ti día y noche. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Concédenos, Señor, el don de poderte servir con libertad de espíritu, para que, por la acción purificadora de tu gracia, los mismos misterios que celebremos nos limpien de toda culpa. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 


PREFACIO

Prefacio I para los Domingos del Tiempo Ordinario

El Misterio Pascual y el Pueblo de Dios

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación darte gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo Señor nuestro. Quien, por su Misterio Pascual, realizó la obra maravillosa de llamamos de la esclavitud del pecado y de la muerte al honor de ser estirpe elegida, sacerdocio real, nación consagrada, pueblo de tu propiedad, para que, trasladados por ti de las tinieblas a tu luz admirable, proclamemos ante el mundo tus maravillas. Por eso con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo.
 


ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 32, 18-19

Los ojos del Señor están puestos en sus hijos, en los que esperan en su misericordia; para librarlos de la muerte, y reanimarlos en tiempo de hambre.
 


ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Te rogamos, Señor, que la frecuente recepción de estos dones celestiales produzca fruto en nosotros y nos ayude a aprovechar los bienes temporales y alcanzar con sabiduría los eternos. Por Jesucristo, nuestro Señor.

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20221016

¿Por qué perseveran algunos en la fe cristiana y otros la abandonan? Es una pregunta que se ha hecho a los cristianos a lo largo de los siglos. Para Jean Calvino (1509-1564), su errónea doctrina es que Dios ya tiene predestinados a los que se salvarán y a los que no, lo que plantea una herejía absoluta y terrible, pues entonces el sacrificio de Jesús no sirvió de nada. Pero otros enfatizan la necesidad de cooperación entre los seres humanos con Dios, como san Agustín (354-430), por ejemplo, quien dice que recibimos la gracia de la perseverancia en el bautismo, pero tenemos que cultivada en unión con Dios y con la ayuda de otros cristianos, para que sea fructífero. Hoy el problema más grande es cómo acompañar ellos que están a punto de abandonar la fe. Se trata de una parte de la evangelización que necesita más atención.

sábado, 8 de octubre de 2022

EN COMUNIÓN CON LA TRADICIÓN VIVA DE LA IGLESIA 20221009



«¿Dónde están los otros nueve? (Lc 17, 17). Después de haber ofendido a nuestro Bienhechor por nuestra indiferencia ante las muestras de su benevolencia, no hemos sido abandonados por la bondad del Señor ni excluidos de su amor, antes bien, Nuestro Señor Jesucristo nos ha sacado de la muerte y restituido a la vida. La manera de haber sido salvados es digno de una admiración mayor todavía. El cual, siendo de condición divina, no consideró como presa codiciable es ser igual a Dios. Al contrario, se despojó de su grandeza, tomó la condición de esclavo y se hizo semejante a los hombres (Flp 2, 6·7). Él tomó nuestra debilidad, cargó con nuestros dolores, fue muerto por nosotros para salvamos, sus heridas nos curaron. Él nos ha rescatado de la maldición haciéndose maldito por nosotros. Padeció la muerte más infame para conducimos a la vida de la gloria. Y no sólo restituyó la vida a los que yacían en la muerte, sino que los revistió con la dignidad divina y les preparó en el descanso eterno una felicidad que sobrepasa toda imaginación humana. ¿Cómo pagaremos, pues, al Señor todo lo que nos ha hecho? Es tan bueno que no nos pide nada como recompensa de sus beneficios: se contenta con que le amemos» (San Basilio Magno [329-379]. Grandes Reglas monásticas). 



UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20221009

 

La Iglesia católica tiene un gran número de santos patronos para las personas que sufren enfermedades incurables y contagiosas. San Judas, el patrón de causas perdidas, san Peregrino, patrón de los que sufren de cáncer son tal vez de los más famosos. Sin embargo, también tiene santos contra el reumatismo, la gota, y la epilepsia (san Mauro), la diabetes (santa Paulina), el alcoholismo (san Matías), las enfermedades mentales (santa Dimpna), y muchos otros. Este gran número de patronos revela la importancia dada por la Iglesia al cuidado de los que padecen de malestares prolongados. Es un deber que abraza un marco de actividades, desde el estudio de tales enfermedades, por los investigadores médicos, pasando por el cuidado personal de cada enfermo, hasta la necesidad de cambiar la sociedad para que, en vez de ignorar a tales enfermos, se ofrezcan espacios para cuidados con dignidad.

DOMINGO XXVIII DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo C Domingo 9 de octubre 2022

 



LA BIBLIA Y LAS ENFERMEDADES INCURABLES Y CONTAGIOSAS
 
2 Re 5, 14-17; Sal 97; 2 Tim 2, 8-13; Lc 17,11-19
 
La Biblia relata varias clases de enfermedades, entre las cuales están las más temidas, aquellas incurables y contagiosas. Nuestras lecturas de hoy se focalizan en un ejemplo de una de ellas, la lepra. Los exégetas (intérpretes de la Biblia) no están de acuerdo si la Biblia habla de la lepra propiamente dicha o de una enfermedad crónica de la piel. De todas maneras, la lepra tuvo graves consecuencias sociales, particularmente el aislamiento. Por eso, si Naamán hubiese tenido lepra, su condición tendría implicaciones políticas: debería ser apartado de su oficio de comandante del ejército. También por eso la curación efectuada por Eliseo es tan importante. En el Evangelio, los leprosos cumplen con la ley levítica de apartarse de la sociedad. La curación efectuada por Jesús revela la limitación de esa ley, que protege la sociedad, pero no a los enfermos y muestra, sobre todo, la misericordia de Dios.
 
 
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 129, 3-4
 
Si conservaras el recuerdo de nuestras faltas, Señor, ¿quién podría resistir? Pero tú, Dios de Israel, eres Dios de perdón.
 
 
GLORIA
 
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
 
 
ORACIÓN COLECTA
 
Te pedimos, Señor, que tu gracia continuamente nos disponga y nos acompañe, de manera que estemos siempre dispuestos a obrar el bien. Por nuestro Señor Jesucristo...
 
 
LITURGIA DE LA PALABRA
 
PRIMERA LECTURA
 
Volvió Naamán a donde estaba el hombre de Dios y alabó al Señor.
 
Del segundo libro de los Reyes: 5, 14-17
 
En aquellos días, Naamán, el general del ejército de Siria, que estaba leproso, se bañó siete veces en el Jordán, como le había dicho Eliseo, el hombre de Dios, y su carne quedó limpia como la de un niño.
Volvió con su comitiva a donde estaba el hombre de Dios y se le presentó diciendo: ''Ahora sé que no hay más Dios que el de Israel. Te pido que aceptes estos regalos de parte de tu siervo". Pero Eliseo contestó: "Juro por el Señor, en cuya presencia estoy, que no aceptaré nada". Y por más que Naamán insistía, Elíseo no aceptó nada.
Entonces Naamán le dijo: "Ya que te niegas, concédeme al menos que me den unos sacos con tierra de este lugar, los que puedan llevar un par de mulas. La usaré para construir un altar al Señor, tu Dios, pues a ningún otro dios volveré a ofrecer más sacrificios". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
 
SALMO RESPONSORIAL
 
Del salmo 97, 1. 2-3ab. 3 cd-4.
R/. El Señor nos ha mostrado su amor y su lealtad.
 
Cantemos al Señor un canto nuevo, pues ha hecho maravillas. Su diestra y su santo brazo le han dado la victoria. R/.
 
El Señor ha dado a conocer su victoria y ha revelado a las naciones su justicia. Una vez más ha demostrado Dios su amor y su lealtad hacia Israel. R/.
 
La tierra entera ha contemplado la victoria de nuestro Dios. Que todos los pueblos y naciones aclamen con júbilo al Señor. R/.
 
 
SEGUNDA LECTURA
 
Si nos mantenemos firmes, reinaremos con Cristo.
 
De la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo: 2, 8-13
 
Querido hermano: Recuerda siempre que Jesucristo, descendiente de David, resucitó de entre los muertos, conforme al Evangelio que yo predico. Por este Evangelio sufro hasta llevar cadenas, como un malhechor; pero la palabra de Dios no está encadenada. Por eso lo sobrellevo todo por amor a los elegidos, para que ellos también alcancen en Cristo Jesús la salvación, y con ella, la gloria eterna.
Es verdad lo que decimos: "Si morimos con él, viviremos con él; si nos mantenemos firmes, reinaremos con él; si lo negamos, él también nos negará; si le somos infieles, él permanece fiel, porque no puede contradecirse a sí mismo". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
 
 
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO 1 Tes 5, 18
R/. Aleluya, aleluya.
 
Den gracias siempre, unidos a Cristo Jesús, pues esto es lo que Dios quiere que ustedes hagan. R/.
 
 
EVANGELIO
 
¿No ha habido nadie, fuera de este extranjero, que volviera para dar gloria a Dios?
 
Del santo Evangelio según san Lucas: 17, 11-19 1
 
En aquel tiempo, cuando Jesús iba de camino a Jerusalén, pasó entre Samaria y Galilea. Estaba cerca de un pueblo, cuando le salieron al encuentro diez leprosos, los cuales se detuvieron a lo lejos y a gritos le decían: "¡Jesús, maestro, ten compasión de nosotros!".
Al verlos, Jesús les dijo: "Vayan a presentarse a los sacerdotes". Mientras iban de camino, quedaron limpios de la lepra.
Uno de ellos, al ver que estaba curado, regresó, alabando a Dios en voz alta, se postró a los pies de Jesús y le dio las gracias. Ése era un samaritano. Entonces dijo Jesús; "¿No eran diez los que quedaron limpios? ¿Dónde están los otros nueve? ¿No ha habido nadie, fuera de este extranjero, que volviera para dar gloria a Dios?" Después le dijo al samaritano: "Levántate y vete. Tu fe te ha salvado". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
 
 
PROFESIÓN DE FE
 
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
 
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
 
 
PLEGARIA UNIVERSAL
 
Llenos de confianza en el Señor, oremos, hermanos, por todos los hombres y por todas sus necesidades y digamos confiadamente: Te rogamos, Señor. (R/. Te rogamos, Señor.)
 
Para que Dios conceda el espíritu de paciencia y de caridad a los cristianos perseguidos por su nombre y los ayude a ser testigos fieles y verídicos de su Evangelio, roguemos al Señor.
 
Para que Dios conceda prudencia a los gobernantes y honradez a todos los súbditos, a fin de que se mantengan la armonía y la justicia en la sociedad, roguemos al Señor.
 
Para que el Señor, el único que puede hacer prosperar el trabajo del hombre, bendiga los esfuerzos de los trabajadores y haga que la tierra dé frutos abundantes para todos, roguemos al Señor.
 
Para que Dios no permita que en la hora de nuestra muerte, desesperados y sin acordarnos de él, nos sintamos como arrancados de este mundo, sino que, confiados y con una gran paz, lleguemos a la vida feliz y eterna, roguemos al Señor.
 
Dios nuestro, fuente y origen de la vida temporal y eterna, escucha las oraciones de tu Iglesia y haz que no busquemos únicamente la salud del cuerpo; que los que nos hemos reunido este domingo volvamos para alabarte por el don de la fe, y que toda la Iglesia sea testigo de la salvación que tú obras continuamente en Cristo, tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos.
 
 
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
 
Recibe, Señor, las súplicas de tus fieles junto con estas ofrendas que te presentamos, para que, lo que celebramos con devoción, nos lleve a alcanzar la gloria del cielo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
PREFACIO
 
El Misterio de la salvación
 
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación darte gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo Señor nuestro. Quien, compadecido del extravío de los hombres, quiso nacer de la Virgen María; muriendo en la cruz, nos libró de la muerte eterna y, resucitando, nos dio vida eterna. Por eso, con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo,
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo.
 
 
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 33, 11
 
Los ricos se empobrecen y pasan hambre; los que buscan al Señor, no carecen de nada.
 
 
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
 
Dios nuestro, te pedimos que así como nos nutres con el sagrado alimento del Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, nos hagas participar de tu naturaleza divina.
Por Jesucristo, nuestro Señor.